Mi host father, el macho que me estrenó (II)
La segunda vez con mi padre de EE.UU.
Cuando desperté la mañana siguiente, Trey no estaba. Por un momento pensé que lo que pasó la noche anterior podía haber sido producto de mi imaginación, pero mi culito dolorido, me confirmó que ese polvazo interminable había sido muy real.
Me levanté en pelotas y palote, y me fui a la búsqueda de mi amante; tenía ganas de que me diera un buen repaso antes de irme a la competición de natación, pero Trey no estaba en la casa y tampoco me había dejado ninguna nota diciendo donde iba. Aquí empecé a comerme un poco la cabeza: quizás se arrepentía de lo que habíamos hecho y ahora la culpa y la vergüenza le consumían. Mientras cavilaba desayuné algo y me fui a duchar. El agua me confortó un poco, parecía como si se llevara mi parte de culpa a la vez que los restos de leche seca y lo que me quedaba del olor mi macho.
Al salir de la ducha y era yo otra vez; si Trey se arrepentía de nuestra noche de desenfreno, era su problema, yo no quería comerme más la cabeza, lo hecho hecho estaba…si no quería repetir, peor para él. Yo iba a disfrutar ese año en EE.UU fuera como fuera, con él o sin él.
Al poco, Chad un amigo del equipo de natación y su padre vinieron a buscarme en coche para ir a la piscina. Mientras charlábamos, empecé a fijarme en ellos. Tanto padre como hijo no estaban nada nada mal. Chad era rubito de pelo liso y ojos castaños, con un cuerpo musculado y definido, pero sin llegar a ser una cachas de manual…no era el típico físico estilizado de nadador, pero sus brazadas eran tan potentes que compensaba ese pedazo de espaldas que tenía, no era muy alto, pero el conjunto era para quitar el hipo. Su padre era un poco más alto y más estilizado que él, también rubio, con el pelo peinado de lado y un bigote también rubio…era un morbazo de hombre. Empecé a fantasear que nos montábamos un trio los tres en un descampado, así que cuando llegamos al pabellón de la piscina tenía el rabo, duro y babeante.
Al llegar al vestuario, ya se me había pasado la excitación y decidí concentrarme en no fijarme en mis compañeros de equipo y mi entrenador. Pero mi mente calenturienta tuvo un pequeño desliz y se imaginó una orgía en los vestuarios con todo el equipo. Hice uso de mi poder de concentración y me centré en lo que tenía que centrarme: la competición.
Salimos a la piscina y afortunadamente la resaca de la noche anterior, no afectó a mi rendimiento. De hecho, fue mi mejor día y mi mejor marca. Me sentía lleno de energía ante la perspectiva de una vida llena de posibilidades.
Ganamos la competición y de los campeonatos inter-escolares a nivel local, íbamos a dar el salto a los campeonatos a nivel regional ¡La primera vez en la historia de nuestra “high school”!
Los compañeros nos abrazábamos, incluso llegamos a tirar al agua a Mr Connor, nuestro entrenador, un negrazo que era un armario…no sé como pudimos con él. En medio de la euforia sentí que alguien tenía su mirada fija en mí desde las gradas, levanté los ojos y allí vi a mi “host father” mirándome con media sonrisa.
Un escalofrío me recorrió, porque su media sonrisa iba acompañada de una mirada de vicio y por un leve gesto de acariciarse el paquetazo enfundado en sus vaqueros que marcaba el contorno de su polla de una manera casi escandalosa.
Fuimos a los vestuarios y obviamente yo me vestí a toda prisa sin ducharme, sabía que él me estaría esperando.
Salí y Trey estaba en el aparcamiento apoyado en su furgoneta, mirando fijamente a la entrada del polideportivo. Al verme, se dirigió a la puerta del conductor, marcando paquetazo y culazo, se sentó al volante y puso el coche en marcha. Al subirme al coche lo primero que hizo fue coger mi mano y ponerla en su paquete
- ”See how hard I am…it’s your fault” “Mira lo duro que estoy…es tu culpa” – me dijo -“What are you going to do to solve it” “Qué vas a hacer para solucionarlo”.
Siempre he creído que un acto vale más que mil palabras, así que, pasando la lengua por mi labio superior, empecé a masajear ese rabo que palpitaba bajo la tela de los vaqueros.
Trey iba conduciendo hacia casa mientras yo apretaba ese paquete que parecía que iba a reventar. Di un paso más y desabroché sus pantalones, sacando su monstruazo al aire, escupí en mi mano y empecé a hacerle una paja mientras conducía. Tras recuperarse de la sorpresa inicial, Trey empezó a gemir quedamente y a repetirme
-“Well done boy” “Bien hecho chico” con esa voz grave que me ponía aún más a mil. Su polla babeaba en mi mano y la mía intentaba salir de los pantalones mientras una mancha de lefa se extendía por mi paquete.
En un momento, Trey sujetó el volante con una mano y con la otra acarició mi espalada, me atrajo hacia él y la deslizó por dentro de mis pantalones camino de mi culo. Mientras yo le pajeaba, él conducía y jugaba con sus dedos en mi culo.
Estábamos muy muy cachondos, los dos gemíamos como locos, el camino se hacía interminable y en más de un momento pensé que Trey iba a parar el coche en la cuneta y a follarme allí mismo.
Por fin llegamos a casa y entramos en el garaje con el coche. Cuando el mecanismo eléctrico bajó la puerta, Trey se lanzó encima mío…casi me arrancó la camiseta y empezó a besarme como un loco, entrando su lengua con fuerza en mi boca. De vez en cuando se separaba y me escupía un lapo en plena boca para lanzarse de nuevo a besarme. De repente paró, se sacó la camisa y se abrió los pantalones para dejar su bestia palpitante al aire, estuve a puno de lanzarme y tragármela de golpe, pero no me dejó, me arrancó los pantalones, quedándome solo con el bañador speedo de competición, me agarró y me sentó sobre él para seguir besándome como un loco.
Yo frotaba mi culo contra su pollón, casi lo sentía penetrarme a través e la tela del bañador, y él seguía besándome hasta que se separó, escupió en su mano y embadurnó su polla con su saliva, para después agarrar la goma de mi bañador a la altura del glúteo y estirarla hasta desgarrarla. Después me levantó y me clavó su polla de golpe y sin misericordia.
No os negaré que me dolió, pero aguanté como un campeón, además su polla no paraba de babear y enseguida lubricó mi culo. Allí estábamos, en su coche, sentados en el asiento del conductor, yo encima suyo con su polla hasta el fondo. Empecé a moverme en círculos, apretando el culo, a subir arriba y abajo, a darlo todo cabalgando a mi macho sin soltar sus labios, con su lengua en mi garganta y sus gemidos en mi boca. Mientras, mi rabo se frotaba contra sus abdominales marcadísimos y peludos soltando lefa, empapando su barriga y la mía. Trey cada vez jadeaba más, pero esta vez yo dominaba la situación, su polla era mía, y era yo el que marcaba el ritmo, él sólo podía apretar su cuerpo contra el mío, besarme, acariciarme y gemir como un cabrón.
Sus jadeos se hicieron más seguidos y entrecortados hasta que soltó un gruñido sordo mientras buscaba aire en mi boca. Sentí como su polla se duplicaba dentro de mí y una corrida épica manó de su capullo llenando mi culo. Su pollón, su corrida y el tenerle a mi merced hicieron que yo también me corriera como nunca sin tocarme, sólo con el mero frote de mi polla en sus abdominales. Fue brutal, un polvazo de cine en el coche.
Después de corrernos seguimos abrazados besándonos. Ahora los besos eran tiernos las caricias suaves y los murmullos eran ininteligibles pero reconfortantes. Estuvimos un rato así hasta que abrió la puerta del coche y en la misma posición me tomó en sus brazos, yo abracé su cuerpo con mis piernas y él siguió besándome mientras entrábamos en la casa. Pasamos por la cocina, el vestíbulo y subimos las escaleras. Yo flipaba que pudiera conmigo en brazos después del polvazo que habíamos pegado, porque a pesar de mi juventud, no era un chico pequeño ni enclenque, pero para Trey parecía un peso pluma, y a mí me molaba que me tratara así, me hacía sentir protegido y querido.
Me depositó suavemente en la cama de mi habitación, me sacó los restos desgarrados de mi Speedo y se puso encima mío mientras me seguía besando. Yo ya estaba palote de nuevo y él también, a pesar de la follada que habíamos pegado poco más de 10 minutos antes.
Empezó a frotarse de nuevo sobre mí y al poco rato colocó mis piernas sobre sus hombros y deslizó su trabucazo en mi culo…me derretí de placer. Sus estocadas era fuertes y profundas y me llevaban a un estado de éxtasis en el que mi cuerpo se contorsionaba, mientras acariciaba mi cuerpo y el suyo, y mis dedos se enredaban en el vello rubio de su pecho sudado y con restos de semen seco de la anterior corrida. Yo apretaba el culo para hacer más presión sobre su polla y gemía como un perro en celo. Trey me miraba con cara de vicio mientras seguía con su follada profunda, hasta que me dio dos estocadas fuertes que me hicieron rugir de placer y sacó su polla de mi culo.
- “Eat my ass boy!” “Cómeme el culo chico”
Y se dio la vuelta poniendo su culo en mi cara. ¡Otra vez ese culazo peludo para mí! Empecé a comerle el culo como un cabrón mordiendo sus nalgas peludas y duras, lamiendo su agujero y penetrándolo con mi lengua. Trey gemía como un loco y sujetaba mi cabeza para hundirla en su culo y para que mi lengua lo follara más profundamente.
Se inclinó sobre mi cuerpo y se metió mi rabo duro en la boca…buahhh…una pasada sentir su boca caliente en mi rabo. Empezó a lamerme el capullo y después se la metió hasta el fondo de la garganta. Empezó a follarse la boca con mi rabo, mientras yo seguía comiendo su culo. Era su primera mamada, pero el tío lo hacia de lujo…jugaba con mi pollón, lo ensalivaba, se lo sacaba de la boca para pajearlo y volver a clavárselo hasta la garganta. Estuvimos un buen rato así, su culo estaba lleno de mis babas y mi polla a punto de estallar en su boca. Entonces hizo algo que ni me esperaba, se dió la vuelta y sin dudarlo apoyó mi rabo en su culo y se lo clavó de golpe. Mi aullido de placer se mezcló con el suyo de dolor. Yo flipaba, mi rabazo en ese culito estrecho caliente y peludo, que apretaba mi polla como si quisiera exprimirla; sobre mí, mi machazo con los músculos en tensión aguantando el dolor y sudando como un cerdo.
Yo estaba inmóvil por el placer que me daba, deseando que Trey diera un paso más, y lo hizo. Empezó a moverse suave y sutilmente…yo notaba como su ano se relajaba poco a poco y a los pocos minutos mi “host father” cabalgaba como un loco con su pollón mirando al techo y gimiendo como una perra, mientras se acariciaba el cuerpo y se pellizcaba los pezones. En ese momento yo sólo era una polla que le daba placer, mientras el botaba sobre mí, buscando que mi rabazo le entrara lo más profundo posible. El ritmo con el que mi macho me cabalgaba era endiablado y movía sus caderas haciendo círculos mientras de su pollaza salía un torrente continuo de lefa. Yo le agarraba con las manos la cintura, pero el ritmo lo imponía él.
Tras un buen rato así, Trey empezó a gemir como un loco y de su capullo salió un chorrazo de leche. Se estaba corriendo sin tocarse, y en su cara se dibujaba una expresión de placer absoluto.
Cayó desfallecido sobre mí y me besó, le devolví el beso y le di la vuelta dejándolo boca arriba en la cama. Sin sacar el rabo de su culo, alcé sus piernas y empecé a darle duro, mientras él agotado volvía a gemir.
Yo flipaba con semejante machazo musculoso y peludo, me había reventado el culo como un macho alfa y ahora estaba entregado a mi rabo, disfrutándolo como yo había disfrutado el suyo. Le daba tales golpes con mi pelvis que su polla se volvió a poner dura, y el gimiendo empezó a pajearse mientras con su culo apretaba mi pollote.
Volví a sentir que le llegaba el orgasmo y aumenté la velocidad de mis embestidas, mi manubrio se hinchó, su culo palpitó y los dos nos corrimos a la vez en un orgasmo brutal e intenso.
Esta vez el que cayó rendido fui yo. Trey me abrazó, me beso y tomó mi cara entre sus manos mirándome fijamente.
-“ It has been amazing, but a one time thing…I’m your top and you are my bitch boy” “Ha sido alucinante, pero sólo ha sido cosa de una vez…yo soy tu top y tú mi zorra”
Lo besé para sellar el pacto…no me importaba ser su zorra, me había regalado su culo, yo lo desvirgué como él había hecho conmigo.
Abrazados, sudados, cubiertos de leche, con mi corrida saliendo de su culo, nos dormimos, entre besos y caricias.
Continuará…
Yo flipaba con semejante machazo musculoso y peludo, me había reventado el culo como un macho alfa y ahora estaba entregado a mi rabo, disfrutándolo como yo había disfrutado el suyo. Le daba tales golpes con mi pelvis que su polla se volvió a poner dura, y el gimiendo empezó a pajearse mientras con su culo apretaba mi pollote.
Volví a sentir que le llegaba el orgasmo y aumenté la velocidad de mis embestidas, mi manubrio se hinchó, su culo palpitó y los dos nos corrimos a la vez en un orgasmo brutal e intenso.
Esta vez el que cayó rendido fui yo. Trey me abrazó, me beso y tomó mi cara entre sus manos mirándome fijamente.
-“ It has been amazing, but a one time thing…I’m your top and you are my bitch boy” “Ha sido alucinante, pero sólo ha sido cosa de una vez…yo soy tu top y tú mi zorra”
Lo besé para sellar el pacto…no me importaba ser su zorra, me había regalado su culo, yo lo desvirgué como él había hecho conmigo.
Abrazados, sudados, cubiertos de leche, con mi corrida saliendo de su culo, nos dormimos, entre besos y caricias.
Continuará…