Mi hombre saca lo cachonda que hay en mí.

Una chica intrascendente conoce a un hombre que le hará conocer lo más rico que es el sexo, el amor y el deseo.

La noche en que nos conocimos él sacó lo puta, lo cachonda que hay en mí. Apenas subí al coche y me comía la boca como nunca, mi conchita estaba mojada. Llegamos a aquél bonito motel, tan solo tocar cama y desnudarme bastó para que me comiera las tetas como nunca. Las estrujaba, besaba, mordía y lamía como un poseído y yo estaba tan caliente.

Bueno debo de hacer una pequeña introducción: no soy un monumento, pero tengo una linda cara, unas pompas que se defienden, piernas bonitas y unas tetas de 112 cm que con tan solo verlas mi hombre se me viene encima.

Continuando con la anécdota...

Así fue como comenzó mi vida sexual con él, mejor dicho mi vida sexual ya que con él he aprendido a disfrutar, a gozar del sexo.

Tenemos 8 meses juntos y en esos 8 meses en que me he enamorado, y hecho adicta al placer que el me da puedo decir que tantas cosas ocurren por mi mente.

Tuve un sueño el cual es el siguiente:

Nos encontrábamos en casa mientras llegaba una chica (una mujer wow con unas tetas riquísimas así como a él le gustan, con un trasero de envidia, un cuerpo encamable) y me la presentaba, Laura, una compañera de trabajo. Debo de decir que si me molestó un poco que mi pareja tuviera esa compañera pero vi como él se la comía con la mirada (a mi me encanta que él disfrute, que el gocé, que se excite) y pasé de largo. Fui a la habitación y terminé unos pendientes del trabajo. Unas horas después escuché unos gemidos (no eran producto de mi imaginación) y corrí a haber que pasaba en mi casa; ella se la estaba tragando entera y el lo estaba gozando. Me quedé estupefacta, no se si por celos, coraje o por ver como él gozaba, en un momento su mirada se encontró con la mía y le pidió a Laura que paraba; pero yo le exigí que siguiera.

Me senté en el sofá y observaba la escena, el ya a punto de venirse y ella excitada. Ella se paró y yo le ordené a él que se la cogiera, en un principio él no creyó ni una palabra pero yo me adelanté un poco, tomé su pene totalmente erecto y le dije: metesela toda.

Laura se mordió el labio inferior mientras el le metía con fuerza esos 25 cm que me vuelven loca. Por los gestos de ambos supe que lo estaban gozando, y ella gemia muy fuerte. Él no desprovechaba ni un minuto y le comía las tetas tan rico mientras se la metía muy fuerte.

Así pasaron varios minutos mientras yo me masturbaba en el sofá sin perder de vista nada.

Cambiaron de posición y ella lo montó. Él estaba perdido en el placer y ella se dejaba caer para enterarse ese pene, esa verga tan rica. Con el vaivén de su cuerpo se movían sus tetas y él no cabía de gozo, yo observaba satisfecha de ver como él gozaba. Se vino dentro de ella inundandola de su rica leche (leche que me sirve en un vasito por las mañanas). Minutos después ella se fue a la ducha, se vistió y se fue. Él hizo lo mismo, regresó al sofá y se puso a observar un juego de americano, yo regresé a los asuntos de mi trabajo y terminó la tarde.

Sí lees esto cariño recuerda que yo haría todo por satisfacerte