Mi historia - ya no se si el amor existe 2

Como dije en mi relato anterior me di cuenta que mi historia con Laura empezaba y hacia todo lo posible por no encarretarte con ella porque sabía que después me iba a pesar y no estaba equivocada. Pase meses increíbles, todo era perfecto como en toda relación que acaba de empezar, todo era nuevo y emocionante y desconocido en mi caso ya que era la primera mujer con la que mantenía una relación formal.

Hacíamos el amor cada vez que podíamos que las veces que se presentaban eran muchas, nos encantaba y sobre todo que siempre que lo hacíamos había alguien en casa o alado donde quedaba la oficina de mi madre. Empezábamos a experimentar poses nuevas o sabía que cuando estuviéramos haciendo el amor me le acercara al oído y gemirle muy cerca solo con eso ella se calentaba y aumentaba el ritmo estando yo encima de ella y yo por mi parte siempre fui adicta a sus besos y sus caricias me encantaba la forma en que me tocaba y siempre que estaba con ella me hacía tener orgasmos increíbles.

Hubo una semana en particular en que mi casa quedo sola ya que mi madre se fue de viaje y esa semana no hubo día en que no lo hiciéramos. Empezamos la semana normal llego a mi casa hice el almuerzo y nos sentamos haber un película en la cama, no había empezado la película y no pude aguantarme más y empecé a tocarla esos besos en el cuello que le encantaban,

Seguí bajando por la clavícula y llegue a sus senos y ella no pudo seguir viendo la película y empezamos la faena no aguantamos más ninguna de las dos y nos quitamos la ropa apresuradamente y luego decidí hacerla sufrir un poco,

la tuve de espaldas y empecé con un masaje suave y lento, en su cuello con mis manos para luego darle paso a mi lengua cosa que le puso los pelos de punta y ella me suplicaba ya en estas instancias que la hiciera mía pero me gustaba el juego hacerme desear y que ella ardiera, fui bajando por su espalda mientras con mis manos le agarraba ese maravilloso trasero que para mí era increíble así estuve unos minutos que para ella fueron eternos hasta que decidí parar el sufrimiento y le di la vuelta rápidamente y ella me entrego su don más preciado que a mí me encantaba (cabe resaltar que me encanta el sexo oral sobre todo dar, recibir es gratificante pero ver la expresión en la cara de ella y oír sus gemidos y su respiración acelerada, es mi mayor placer).

Empecé a respirar encima de ella de esa vagina que tenía a mi merced para hacerle todo lo que yo quisiera, ella abría más sus piernas invitándome a que me acercara más estando muy cerca pude sentir ese olor tan característico, a mujer dispuesta a dejarse amar y yo estaba decidida a hacerlo, cuando toque con la punta de mi lengua su clítoris ya hinchado a estas alturas ella dio un salto y soltó un gran gemido, y empecé mi labor saboreaba lamia y chupaba cosa que me encantaba y a ella no parecía disgustarle ya que los gemidos eran cada mes más sonoros, lamia de arriba debajo y concentrándome en su punto mayor de placer (su clítoris) cuando sentí que necesitaba algo más introduje dos dedos y acelere el ritmo de mi lengua, ella movía sus caderas al compás de mis manos y mi lengua ya avisando que el orgasmo estaba cerca y a ella particularmente le gustaba que yo subiera sin sacar mis dedos y la besara y así lo hice, y tuvo un orgasmo sublime.

Así continuamos toda la semana lo hacíamos en todos lados cada vez que podíamos fue una semana inolvidable. Yo confiaba ciegamente en ella porque obviamente no me había dado motivos para desconfiar y por qué cundo al fin acepte que estaba enamorada de ella fue exactamente para el día de sus cumpleaños la invite a almorzar, hicimos una reunión en su casa con nuestras compañeras (las cuales hasta ese momento no sabían lo nuestro) lo pasamos genial y ese día acepte que la amaba y que ella correspondía mi amor. Meses atrás cuando cumplimos los dos años compre unas argollas en plata con la fecha en que nos conocimos y nuestras iniciales ya que no podíamos escribir nuestros nombres completos. Todo iba bien aparentemente uno que otro problema, que pareja no los tiene a nosotros nos afectaba era cuando salíamos a vacaciones ya que no tenía ella la excusa de salir conmigo debido a que como mencione anteriormente el papa y es bastante complicado.

Después de esas salida a almorzar y la reunión con los amigos me quede en su casa y obviamente hicimos el amor como siempre, cada vez que podíamos ese día de febrero me di cuenta que ya no había nada que hacer la amaba perdidamente, la primera y única mujer que he amado hasta el momento.

Todo esto para que 20 días después de eso se terminara todo y supuestamente por que el amor ya no era el mismo que las cosas, entre nosotras se habían apagado, y yo y mi orgullo por supuesto no hicieron nada, si lo intente varias veces pero me aleje lo más que pude de ella porque me hacía daño, puede decirse que en varias ocasiones me humille preguntándole que si me amaba hasta el momento que me dijo que no y yo la deje en paz y continúe con mi vida supuestamente.

A ella muy cínica obviamente habíamos tenido una que otra pelea por que se había hecho amiga de un círculo social de su ex y hablaban mucho por internet y da la "casualidad" que luego de haberme jurado amor eterno el cual me doy cuenta que no existe tal cosa había intentado salir con ella (angélica) pero para su desgracia ni la hora le dio angélica y solo fue un goce mas no bastándole con esto y en la gran cantidad de inseguridades que tubo y que sigue teniendo empezó a salir con un hombre siii un HOMBRE ( me da mucha risa porque sé que la última persona con la que ella acabaría seria con un hombre) yo lo supe por los comentarios que hacían en nuestro circulo de amigas y allí comprendí muchas cosas ella solo lo hacía para no levantar sospechas y para que sus padres estuvieran contentos al igual que sus hermanas y su familia. Lo sabía por las miradas que me lanzaba cada vez que nos encontrábamos que no eran muchas pero yo lo sabía ella no era feliz pero como hacerlo como volver con ella después de todo lo pasado.

El problema que no me dejaba dormir era este, porque a pesar que habían pasado dos meses en los que viví de todo debía aceptar que todavía la amaba no era mucho el tiempo pasado para los dos años que pase con ella pero que hacer y me encontré en una encrucijada entre mi orgullo y su felicidad.