Mi Historia II Temporada 1 II Capítulo 2

El Secreto

RESUMEN : Comenzó el bachillerato para Francisco, conoció al amor de su vida  Alejandro, se desilusiono, conoció a Arturo y este lo beso, esto sucedió en el capítulo anterior.


-    Que te pasa! ¿Por qué haces eso? –dijo Francisco entre disgustado y sorprendido.

-    Lo siento, es que no pude controlarme, además me dijiste que eso quería que la persona te haga si se te quería declarar.

-    Pensé que estabas bromeando, pero igual que más das, solamente no lo vuelvas a hacer, está bien.

-    Lo que tú digas –dijo entre arrepentido pero con una sonrisa- pero dime ¿te gusto?.

-    Eres un loco, mejor vamos a hablar afuera, que aquí todos nos están viendo y es muy incómodo.

-    Lo que usted diga, sus deseos son órdenes.

Los dos salieron riéndose hacia el patio del colegio. Al ver que salieron Alejandro se dirigió hacia donde estaba Solange y se sentó a su lado.

-    Hola, te puedo hacer una pregunta –dijo Alejandro con cara de interés.

-    Bueno ¿cuál? –contesto Solange sin darle mucha importancia.

-    No es que me importe, pero Francisco y Arturo son novios, los he visto estos días muy juntitos.

-    ¿Qué crees tú? –dijo sonriendo- yo creo que sí, dime no se ven lindos juntos.

-    Yo creo que no –contesto bastante serio y con la mirada baja.

-    Además, porque preguntas acaso ¿estas celoso?

-    Pero que dices –levantándose y un poco enojado- por si no lo sabias yo también tengo novia y es Mónica.

-    ¿Y? eso no responde a mi pregunta, ¿te gusta Francisco, verdad?

-    Ya te dije que no, yo no soy gay –eso ultimo lo dijo en voz baja, y se fue a su pupitre.


-    No me digas que era yo la persona de la que estabas hablando que te gusta –pregunto Francisco.

-    Pues la verdad es que si, eres tú –respondió Arturo, cogiendo la mano de Francisco- me gustas, me gustas mucho, y estos últimos días han sido la confirmación de mis sentimientos.

-    No lo puedo creer, me dejas atónito –dijo tímido- tu eres un chico tan lindo, apuesto y yo..

-    ¿Tú qué? –dijo ahora cogiendo su rostro- para mi eres muy lindo también.

-    De veras, mírame soy un persona gorda, fea, no te puedes fijar en mí.

-    Ahora tú decides de quien enamorarme –dijo sonriendo- me gustas y punto, solo quiero saber si podemos ser más que amigos.

-    No sé, tendría que pensarlo, y no es por ti, si no por mí.

-    No te preocupes, puedo esperar, por ti lo haría.

-    Eres tan lindo –respondió francisco también acariciando su mejilla- debemos regresar al aula.

-     Está bien regresemos.


Después del receso de ese día, otra vez tuvieron una hora libre, Solange vio un poco distraído a Francisco y comenzó la plática.

-    ¿Qué te pasa, ñaño? Estas súper distraído.

-    Nada ñaña, ni te cuento lo que me dijo tu primo cuando salimos a hablar al patio.

-    Y si yo te contara lo que me dijo Alejandro cuando ustedes salieron –dijo emocionada- pero tu primero.

-    No ñaña, mejor dime tu sí, quiero saber que te dijo Alejandro.

-    Te sigue gustando ¿verdad?

-    Para que te digo que no, si si –dijo algo triste.

-    Entonces lo que te voy a decir no te va a gustar nada.

-    ¿pero qué te dijo? Dime ya Solange.

-    Primero me pregunto si tú y Arturo eran novios, y después me dijo que él y Mónica eran novios.

-    De verdad te dijo eso –la voz de Francisco sonaba quebrada- ya veo, era obvio.

En ese momento Alejandro entra agarrado de la mano de Mónica, con su grupito de amigo entrando detrás de ellos, el al ver que Francisco lo vio instintivamente soltó la mano de ella, pero ella también lo vio, y sin más le dio un beso en la boca a Alejandro, no correspondido por él, pero igual de doloroso para Francisco.

-    Al parecer parece que si están enamorados –dijo Solange sin dejar de mirar a la pareja.

-    Pues sí, creo que ya perdí toda la oportunidad de tener algo con él.

-    Lamento decirte esto ñaño, pero nunca tuviste oportunidad, él es hetero.

-    Es verdad, porque los gay se tienen que enamorar de heteros.

-    No lo sé –dijo ella mientras sobaba su espalda- pero dime que te dijo mi primo.

-    Ah cierto, no me lo vas a creer –dijo mirándola directamente- se me declaro.

-    ¡que! –dijo sorprendida- pero como te dije mi primo nunca dio señales de ser gay, te voy a contar lo que me dijo mi mama de porque su familia vino a vivir aquí.

-    Cuéntame, por favor.

-    Dicen que se acostó con una mujer casada, el marido los descubrió en el pleno acto, y que se arma el bochinche, fue tan grave que dice que ese hombre lo quería machetear, y por eso tuvieron que venir a vivir acá.

-    No te lo puedo creer, parece de telenovela esta situación.

-    Si ñaño, por eso me sorprende que se te haya declarado.

-    A mí también, pero aunque no lo creas, tú crees que se está burlando de mí.

-    En verdad no lo sé, pero si te beso en público, yo creo que va en serio.

-    Hola, disculpen la interrupción –una chica llamada Karina se nos acercó, ella era delgada y muy callada, nos sorprendió que nos estuviera hablando- podemos hablar afuera un momento.

-    Si claro, pero te sucedió algo –dijo Francisco mientras salían- dinos te ayudaremos en lo que podamos.

-    No es de mi de quien te quiero hablar –contesto ella ya en el patio- es de Arturo de quien quiero hablarte, algo muy importante.

-    Pero que es –pregunto confundido- lo conoces de algún lado, y es algo bueno o malo lo que me quieres decir.

-    Como te lo digo, es que es algo muy fuerte.


En el curso Mónica comenzó hablar con Alejandro, mientras toda el aula los escuchaba incluyendo Solange.

-    Bien Alejandro, hoy te voy a dar un regalito, por ser el novio más lindo, cariñoso y sensual que cualquiera quisiera tener. –decía mientras colocaba una silla en medio del salón y sentaba a Alejandro ahí- y todos lo va a ver.

-    Que es eso que le vas dar –decía alegre Walter- muestra, muestra.

-    Sí que es eso que me vas a dar.

-    Voy a hacerte un baile sensual, para que veas lo que es tuyo y lo que los demás desearan tener pero nunca lo tendrán.

-    Si, si, si -gritaban todos los chicos en el salón.


-    Déjate ya de tantos rodeos –dijo francisco un poco impaciente- dime ya lo que quieres decirme, por favor.

-    Está bien, disculpa si no te lo digo rápido, pero es que algo muy fuerte.

Karina ya iba a decirle todo a Francisco cuando Arturo llego donde ellos estaban, y unos segundo después llegaron Solange y un amiga llamada Fernanda, Fernanda es una chica afrodescendiente, muy delgada, cabello corto rizado.

-    Disculpa Karina, pero francisco tiene que ir ahora al aula –dijo exaltada- Mónica está haciéndolo un espectáculo bochornoso a Alejandro.

-    De veras! ¡Vamos!

-    Tengo que irme Karina, podemos dejar para otra ocasión esta conversación me interesa mucho –dijo Francisco disculpándose y yéndose con Solange y Fernanda.

-    Bueno entonces hablaremos en otra ocasión –ella se iba a ir cuando Arturo la cogió por el brazo y no dejo que se fuera con los demás.

-    Tú te quedas, tenemos que hablar –dijo Arturo con una cara de enojo máximo- no voy a permitir que arruines mi vida otra vez.


Cuando francisco y los demás llegaron al aula, vieron a Alejandro sentado en la silla, y a Mónica sobre el bailando sensualmente, él tenía las manos en la cintura de ella, al percatarse Alejandro que Francisco lo estaba viendo saco su manos de ahí, Francisco no podía ya contener sus lágrimas, así que salió del salón, Solange fue tras él.

-    No llores ñaño –decía Solange cuan alcanzo a Francisco en el lugar donde él siempre iba- el no merece nada de ti y menos tus lágrimas.

-    Yo lo se amiga, pero es que ya no puedo más, estoy enamorado de el –decía ya con las lágrimas cayendo en sus mejillas- me enamore como un idiota de él.

-    Se nota amigo, nadie llora solo por ver a un chico que tiene a una chica sentada en sus piernas.

-    Pero ya no voy a llorar más –dijo secándose las lágrimas que se había derramado- le voy a dar una oportunidad a tu primo, y así quizás logre olvidarlo.

-    Es tu decisión ñaño, solo tu sabrás lo que debes hacer.

-    Es lo mejor, o tal vez no, pero ya no sé qué hacer, solo quiero no sufrir más.

-    Hasta que los encontré –dijo Alejandro llegando donde estaban los amigos, se le veía agitado- los busque por todo el colegio, Francisco podemos hablar.

-    Yo voy al curso amigo, ¿te quedas o vienes conmigo?.

-    Por favor solo unos minutos, quiero decirte algo –suplico Alejandro.

-    Está bien –respondió Francisco sentándose nuevamente en el banco- después te alcanzo ñaña.


-    Pero qué te pasa, ¿estás loca? –dijo Arturo zarandeando a Karina- no me vas a arruinar ni mis planes ni mi vida.

-    Tu vida, no me hagas reír –contesto ella zafándose de su agarre- quien te hizo pagar a ti cuando destruiste la mía.

-    De que hablas, yo no te he hecho nada, mira no me busques no te atrevas a hablar con francisco porque soy capaz de.

-    De que –dijo Karina sin dejar de terminar de hablar a Arturo- ya me has destruido todo, pues ahora me toca a mí, todo el colegio se va a enterar de lo que eres y de lo que me hiciste.

-    No te atrevas a decir nada, yo no te he hecho nada.

-    Claro y entonces yo estoy loca.

-    Pues al parecer con tu comportamiento sí.

-    Deja de insultarme ahora si voy a decir que eres un

-    ¡Cállate! –y con una bófeta Arturo hizo caer a Karina, ella quedando en el piso.


AVANCE : La tensión entre Arturo y Karina continua, una conversación entre Francisco y Alejandro harán que ellos se conecten más, y un plan que traman Mónica y Walter, pondrán en peligro a Francisco, y un viaje que reunirá a todos.


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