Mi Historia II Temporada 1 II Capítulo 1

Comenzando El Bachillerato

Hola, que tal! Mi nombre es Francisco y estoy re subiendo esta historia, que fue la primera que escribí, para darle un cierre; espero tenga el recibimiento que tuvo cuando la subí la primera vez, sin más que decirles espero les agrade.


Era el primer día en el bachillerato para Francisco, Francisco era un chico robusto, piel trigueña, ojos y cabello negro. Estaba nervioso y alegre a la vez, esperando a su mejor amiga en la puerta del colegio, al ver que no llegaba y estaba a punto de sonar el timbre, decidió entrar solo, por los nervios no se dio cuenta y tropezó con un chico que venía con la cabeza agachada, haciendo caer los audífonos del muchacho al suelo, al ver la situación quiso disculparse, pero al verlo se quedó boquiabierto, nunca pensó el, había visto un muchacho tan guapo, era piel bronceada, cabellos y ojos negros, cuerpo de gimnasio; el chico noto la mirada de Francisco y se sonrojo un poco, pidió disculpas, sonrió y se fue corriendo.

Francisco todavía estaba parado en la entrada del colegio, cuando su amiga Solange entro también, y llegando donde él lo saco de su letargo. Solange era un chica afrodescendiente, cabello rizado.

-    Hola ñaño, ¿Qué te pasa? ¿Por qué estas aquí parado, con esa cara? –pregunto ella tomándolo de la mano.

-    Creo que encontré al amor de mi vida –respondió Francisco cuando salió de su letargo- es un adonis.

-    ¿Pero quién es el afortunado? dijo curiosa- ¿Cómo se llama? ¿en qué curso esta?

-    Pues la verdad, no tuve tiempo de preguntarle, en si no hable con el nada.

-    Hay amigo, tú y tus cosas.

Los dos sonreímos, y nos dirigimos a nuestro curso ya que ya había sonado el timbre y casi no había nadie en el patio. Al llegar vieron que el chico del que se había enamorado estaba ahí con sus amigos, Francisco nuevamente se quedó quieto, pero Solange rápidamente lo movió hacia sus asientos. Hay también estaban algunos amigos de Francisco del año pasado y también su peor enemiga, Mónica. Mónica era la típica chica popular, delgada, blanca, cabello negro lacio, con actitud arrogante.

Estábamos en la clase de Ingles, hay Francisco se enteró del nombre de su adonis, Alejandro; él y su amigo Walter tuvieron que salir a exponer, Walter es un chico blanco, delgado casi sin musculo, pelo castaño. La tarea era tener una conversación de los que habían hecho en las vacaciones, Alejandro y Walter lo hicieron fatal, así que no les quedo más que sentarse avergonzados. Después le toco a Francisco y Solange, Francisco era muy bueno en Ingles; así siguieron los demás chicos del salón hasta que toco el timbre del receso, todos salieron, Francisco se fue a sentar a un banquito que está al frente de su salón, mientras Solange fue a comprar algo al bar, él iba a ponerse sus audífonos para escuchar una canción, cuando vio que su adonis se acercaba a él,

-    Hola que tal! –dijo Alejandro sonriendo- disculpa que te moleste.

-    Que tal! –respondió Francisco sonrojado- dime que se te ofrece.

-    Sé que no nos conocemos, pero quisiera pedirte un favor. –dijo un poco tímido- por cierto mi nombre es Alejandro.

-    Claro, sería un gusto ayudarte, dime con confianza cual es el favor.

-    Es que me quede sorprendido por lo que hiciste en la clase de inglés, eres tan bueno, y yo pues como te habrás dado cuenta soy una peste en esa materia. –decía mirándolo a los ojos- así que quera ver si podrías darme unas clases, te pago lo que quieras.

-    De verdad crees que soy bueno –respondió Francisco con una sonrisa formándose en su boca- claro que te ayudaría, pero yo soy muy estricto, y no tienes nada que pagar, mi lema es si hay como ayudar a alguien hay que hacerlo.

-    No, no yo voy a pagarte por tu ayuda.

-    Ya te dije que no, nos vemos a la salida en la biblioteca, solo te pido una cosa se puntual y responsable.

-    Gracias, de veras no te voy a quedar mal, voy a ser el mejor estudiante que has tenido –dijo mientras se paraba del banco- ahora me tengo que ir, nos vemos luego.

Francisco vio como Alejandro se perdía entre los demás estudiantes, sonó el timbre para volver al salón, así pasaron las demás horas, en la ultima hora Francisco voltio hacia el asiento de Alejandro para saludarlo, pero él no le contesto el saludo, así sonó el timbre de salida, Solange y francisco estaban en la puerta del colegio.

-    Vamos a tu casa o a la mía –pregunto Solange.

-    No puedo amiga, tengo que quedarme aquí –dijo el con una sonrisa- no te he contado algo.

-    ¿Qué paso ñaño? ¿alguien te hizo algo? –dijo con el rostro serio- dime quien fue para irle a romperle la cara.

-    Nada que ver ñaña –contesto francisco sonriendo por el comentario de su amiga- es que cuando fuiste al bar, llego Alejandro donde yo estaba, y me pidió que si le podía dar clases de inglés, porque dice que soy excelente en la materia, y quedamos en reunirnos hoy en la biblioteca para la primera clase.

-    ¡que! Esa es tu oportunidad ñaño –dijo con un grito- ahí podrán darse sus besitos en sus boquitas.

-    Tú y tus cosas Solange, se me hace tarde, nos vemos luego.

Francisco llego a la biblioteca y Alejandro ya estaba ahí, el sonrió y a francisco le comenzaron a temblar las piernas, como pudo llego a la mesa donde estaba Alejandro y después de saludarse comenzaron con las clases. Todo iba muy bien, pero el cuarto día francisco estaba en la misma mesa en la que siempre quedaban, pero Alejandro no llegaba, ya iba a hacer las 3 de la tarde y la reunión eran a las 1, Solange pasaba por ahí y vio a francisco esperando, ella lo convenció de que Alejandro no iba a venir y que se vayan a su casa, cuando salieron del colegio, vieron a Alejandro con su grupito de amigos y pegada como garrapata a su cuello a Mónica la chica “fácil” del curso, eso entristeció mucho a francisco, Alejandro se dio cuenta que francisco lo estaba viendo y como auto reflejo quito los brazo de Mónica de su cuello, se iba a acercar a francisco pero cuando lo iba a hacer vino el bus que ellos estaban esperando francisco y Solange se subieron y se fueron.


Al día siguiente en el receso, en la misma banca en el patio del colegio estaba sentado Francisco, cuando vio que Alejandro se dirigía hacia él, el intento irse pero Alejandro lo detuvo.

-    Por favor francisco, no te vayas espera.

-    Tengo que encontrarme con mi amiga, lo siento debo irme.

-    Solo quiero explicarte porque no fui a la clase ayer.

-    No hace falta que me expliques, yo vi porque no fuiste, y está bien ha de ser mucho mejor estar con tus amigos, que conmigo.

-    Pero no es por eso que no fui –dijo serio- es porque me dijeron algo de ti.

-    Ah, y se puede saber que fue eso que te dijeron para que no vengas y ni siquiera e avisaras.

-    Voy a ser sincero, me dijeron que tú eras gay, y que querías algo conmigo a cambio de de darme las clases.

-    Y eso que tiene que ver, acaso eres homofóbico –dijo con algo de enojo en su voz- si bien te recuerdo cuando me dijiste que te ayudara y que me ibas a pagar, te dije que no hacía falta que me gusta ayudar a la gente que lo necesitaba, y ahora me vienes con esto, no te lo puedo creer.

-    Es verdad, pero es que yo –decía Alejandro balbuceando.

-    Sabes eres un idiota –contesto francisco ya con enojo en su voz- y que más te dijeron que santa Claus existe y si te portas mal no te traerá regalos.

-    No haces faltas que seas irónico.

-    Mira piensa lo que te de loa gana, solo te digo que ya no te voy a dar clases, que te vaya bien.

-    Por favor no te vayas así. –dijo mientras me cogía del brazo.

-    No me toques –contesto soltándose del agarre de Alejandro- no sea que te pueda pegar algo contagioso y malo.

Francisco se fue con casi lágrimas en sus ojos, dejando a Alejandro ahí parado con un sentimiento en el pecho que nunca había sentido.


Después de ese suceso pasaron 3 meses, y al curso llego un chico nuevo, el nombre del chico era Arturo, era delgado, moreno y ojos gatos, muy lindo según francisco, el profesor lo sentó junto a él y francisco se sonrojo cuando el muchacho le sentó a su lado. Pasaron 2 semanas y entre francisco y Arturo se comenzó a hacer una linda amistad, francisco se enteró que Arturo era primo lejano de Solange, él era del interior del país.

-    Si amigo, él es mi primo, pero casi nunca nos habíamos visto, a excepciones de la fiestas familiares, no sé qué hace aquí

-    Pues quien sabe, pero lo que sea de cada quien, está bien guapo.

-    Yo no lo veo así, pero es porque es mi primo, y que te gusta de verdad.

-    Es lindo, y si me atrae, pero tú sabes que mi corazón es de Alejandro.

-    Ay amigo, debes olvidar a ese, no vale la pena, recuerda cómo te trato, déjalo ir ya.

-    Si tienes razón ñaña, eso es lo que voy hacer, talvez tu primo también sea gay, y podríamos tener algo.

-    Eso no lo sé, yo siempre le conocí novia. Mejor vamos a al bar a ver qué hay de bueno para comprar.

Así se fue el día de clases. Al día siguiente era hora libre y cada uno estaba en su asiento conversando con sus amigos, otros escuchando música, francisco estaba escribiendo en su cuaderno, cuando Arturo entro al curso y comenzó a hablar con él.

-    Francisco puedo pedirte un consejo.

-    Claro amigo, puedes decirme lo que quieras, dime que te tiene así.

-    Es que me gusta una persona y no sé qué hacer, de veras me gusta mucho, y quisiera declarármele, pero no sé cómo, como te gustaría a ti que se te declararan.

-    Pues a mí me gustarían que me hablen con la verdad y sean directo, y que me den un beso de una –contesto en broma Francisco.

-    De veras no te molestaría que te besaran.

-    Si a mí me gustan los hombres decididos –siguió bromeando francisco.

Francisco pensó que solo era broma lo que Arturo le decía, pero Arturo se comenzó a acerca mucho a él y de repente junto sus labios a los de él, delante de todo el curso, todos se quedaron boquiabiertos, Mónica y Walter se comenzaron a reír, y Alejandro sintió como una punzada en su pecho.


AVANCE : después del beso de francisco y Arturo, todos hablan de eso, Alejandro tiene una conversación con Solange, Mónica y Walter tramaran algo, y un nuevo personaje llegaran para revelar un secreto de Arturo.


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