Mi historia Gay 2

Continuación de mis experiencias con el sr. sordomudo

Muchas gracias por los comentarios.

Después de la primera experiencia con el sr. sordomudo, recogí la bici y me fui a casa. En casa me limpié para intentar no oler a semen. Y empeze a tener sensaciones de aquella experiencia. Primero temor por haber sido visto o descubierto en aquella situación, y luego no podía dejar de pensar en aquella polla, sus sabores (el sabor a orín y a semen), en la forma que me trató el señor, el en todo momento llevó la iniciativa y yo fuí como su juguete, me exitó mucho esa actitud. Tras esa situación yo termine empalmado pero sobre todo era consciente lo que había sentido al probar su polla con mi lengua y boquita, y como me picaba el culito en toda la situación especialmente cuando toco mis nalgas, me nalgueó, y acarició los alrededores de mi ano. Por un lado me encanto y por otro tenía miedo a una posible penetración por lo grande que me parecio su polla.

También después de ésta experiencia note que cuando pasaba cerca de un señor de más de treinta años, incluso en los muy mayores de 60, 70 o más me fijaba en sus bultos, en sus caras y les miraba a los ojos a ver si me miraban., en los chico más jovenes me fijaba tanto en sus bultos como en culos y me daba más corte mirarlos a la cara. Y en las dos señoras especiales con las que de vez en cuando coincidía en el super, también las miraba más aún si cabe, su caras, el maquillaje de la de unos cuarenta, la otra no solía llevarlo, si se marcaban sus pechos (apenas tenían pero se marcaba unos pequeños bultitos muy sexys), en sus entrepiernas, en la más mayor a veces se le notaba algo su bulto y en sus culos ( en la mayor no se le marcaba mucho y en la de cuarenta si aunque yo era bastante más nalgón que ellas). También la actitud de estas señoras había cambiado un poco hacía mi, la de cuarenta me miraba un poco alguna vez cuando yo la miraba pero no expresaba nada, y la de cincuenta que más que una señora era un señor androgeno, un señor algo femenino, me saludaba con hola, adios, buen día, me sonreía mucho y al igual que yo la miraba ella a mi también, a los ojos a mi entrepierna y alguna vez al girarme ví que me miraba el culito o culote también.

Con el señor sordomudo también seguía coincidiendo en la calle, el siempre me sonreía y me hacía gestos que fuera con él, yo le miraba me ponía rojo, y si habían muchas personas alrededor no le hacía mucho caso. Después de unos tres días de no hacerle mucho caso, el siguiente día que apenas había gente en la calle, le ví venir, y cuando me vío yo no le mire pero cambie de dirección hacía el descampado y de vez en cuando miraba hacía atrás y vi que el me seguía. Al llegar a los árboles le espere en el mismo lugar donde habiamos estado la primera vez. Una vez llegó el me grito dijo algo pero yo no le entendía yo estaba muy rojo, nervioso, y timidamente le dije que si (no sabía bien a que), yo estaba muy quieto esperandole.  El se acercó a mí, con una de sus manos agarró la mía y la llevo a su bulto por fuera del pantalón para que masajease su polla, y la otra la llevó a mi nuca y acercó mi cara a la suya metió sus lengua en mi boca, luego me separo yo aún tenía mi boca abierta y me esucupio dentro de la boca mientras se reía. La mano que tenía junto a la mía, la dejó ya que yo seguí solo masajeando su polla por fuera del pantalón y el acerco su mano a mi cintura y luego sobó mis nalgas. Yo llevaba un chandal, el volvió a besarme durante mucho rato con su lengua dentro de mi boca, yo le daba caricias con la mía, y el intentó varias veces bajarme los pantalones pero yo no me dejé le dije en algún momento me da verguenza que nos vean, por lo que el bajo mi nuca haciendo que me pusiera de rodillas frente a su polla, se la sacó y yo la acaricie con mis manos el acercó con sus manos mi cabeza a su polla yo abrí mi boca para volver a sentirla dentro pero el empezó a orinarme, fue un chorro pequeño parte me lo bebí y parte cayó sobre mi camiseta. Luego seguímos la mismo que la otra vez, primero lamí toda su polla a lo largo de su tronco, no era muy larga pero si gorda con muchas venas. El me agarró por el pelo y dirigía todo a su gusto, luego de un rato movío mi cabeza hacia sus peludas pelotas y se las lamí durante un rato, olían bastante a sudor. y luego me volvió a subir hasta su polla, la cual restregó por toda mi cara y finalmente me la introdujo en la boca primero suavemente, y luego ya me folló la boca con bastante rureraza hasta que se corrió dentro de mi boquita, volvío a recoger el semen con su dedo me introdujo parte en la boca, y con el resto lo llevó con su dedo hasta mi ano y me lo masajeo introduciendome la puntita del dedo con algo de su semen, todo esto dentro del pantalón porque yo no dejaba que me lo  bajará, estuvo jugando un ratito con su dedo en mi culo metiéndome la puntita de su dedo, y hubo un momento que me lo metió del todo, lo metió y sacó un ratito, me dió dos nalgadas, se coloco su pantalón y se fué.

Yo también recogí me fuí a casa intentando que nadie se dierá cuenta de la mancha de orín que había en la camiseta. Al llegar me la quité y la moje bastante en el baño antes de ponerla con la ropa sucia, para que  nadie se diera cuenta.

Recordando lo vivido me empalmé bastante, y tenía la palpitación en el culito de sentir aquellas emociones, cuando tenía su verga en mi boca, o cuando el tenía sus dedazos en mi culito y me daba nalgadas.

Esta situación se repitió unas tres veces más cada tres o cuatro días. En esas ocaciones ni me escupió ni orino, pero si intento bajarme el pantalón sin que yo le dejara, me daba un poco de miedo lo de la penetración y que nos vieran sobre todo.

En esas situaciones también alguna vez tuve la sensación de que alguien nos veía de vez en cuando, pero no pude ver bien a nadie, por un lado me dada vergüenza por el otro morbo.

La última de estás tres veces, después de que se fuera mi Sr. sordomudo, mientras yo me estaba colocando bien el pantalón y la camisa, apareció el señor - señora especial que me encontraba en el super, la mayor la que tenía unos cincuenta años. Me dijo hola nene, espera un momento, me miró a la entrepierna y me dijo, quiero ayudarte yo conozco a Genaro, que es como se llama el sr. Sordomudo, vive en casa, pero antes de hablar tengo que bajarte eso, señalando a mi entrepierna. Yo en cuando estaba con el señor sordomudo quedaba empalmado, aunque el solo jugaba con mi boquita y mi culito, y Juani como se llamaba la señora-señor, mejor dicho señor femenino, estaba interesado en mi pene, me lo sacó del pantalón y pego una gran mamada, muy golosa era ella. Me corrí muy abundantemente en su boca y luego ella me beso y me paso el semen a mi boca, yo me trague parte y ella otra parte, luego me coloque bien el pantalón y nos sentamos a charlar.

Ella me dijo que si quería ser follado por Genaro tendría que ser en un lugar mejor, su casa, pero que sería bueno que me preparará porque el es brusco y efusivo. Me contó que en su casa vivían Genaro, ella, Ale que es la otra señora especial, travestí bastante femenina aunque no muy sexy, Pedro un señor mayor de unos 65 años que era el padre de Genaro que es la pareja de Juani, y Andrés otro señor mayor tambien de unos 60 años que era la pareja de Ale. Me contó que aunque cada quien tenía su pareja, hacian intercambios, incluso estaban tod@s al vez, y que ella y Ale atendián a Genaro. Que todos sabían de las experiencias de Genaro conmigo (todos ya nos habían espiado con el consentimiento de Genaro), y que los dos señores mayores pensaban que como ellos compartían sus parejas con él, el debía hacer lo mismo, pero que iban a esperar que me estrenara Genaro si yo quería claro, para pedirle que me compartiera con ellos. Juani me dijo que a él le gustaban los hombres masculinos pero que era más pasiva pero que alguna vez con Ale tambien la penetraba, y que le gustaría estar conmigo tambien ya que le gustaba mucho mi pene al igual que a Ale.Que ellas me prepararían para ser follado por Genaro y luego me darian los cuidados necesarios. Quedé con ella para dos días despues, ellas me iban a preparar para Genaro, que llegaría algo más tarde de la hora que habia quedado con ella. Tambien me dijo que a Andrés y a  Pedro les gustaría verme con algo de ropa femenina. Me dijo nene, tu eres un putito muy lindo, con una verga linda que nos gusta a Ale y a mi, a Genaro tambien les gusta como nenito putito pero ellos prefieren tenerte como nenita, así que hablamos en casa y nos cuenta si quieres serlo para ellos. Tambien me contó que Genaro me meo y escupió en mi boca para marcar su territorio ya que Andrés y Pedro nos estaban viendo aquel día.

Nos despedimos con un beso, y me fuí a casa.