Mi historia de incesto con mi hermano parte 2
Les cuento como sigue la historia incestuosa que tengo con mi hermano y el trio que hicimos con su mejor amigo.
El sexo con mi hermano siguió y siguió, cogiamos en todas las ocasiones que podíamos, cuando nos levantabamos, antes de acostarnos y si se daba durante el día también. Con los días fui notando que mi hermano fue perdiendo el respeto hacia mi, me trataba con mas violencia , le gustaba denigrarme sexualmente, pero no se como explicarlo, me encantaba que me trate como una perra, y realmente lo hacía muy bien.
En una de nuestras conversaciones luego de coger una noche, me dijo que le encantaría verme siendo cogida por otro tipo. Lo mire de mala manera y ahí quedó el tema.
Pasaron un par de semanas del comentario que me hizo. Todo seguía igual. Un día entro a mi departamento, y veo a mi hermano y a su mejor amigo Javier jugando a la playstation. Los saludé a ambos. A Javier lo conozco de toda la vida, es amigo del barrio de mi hermano desde que tienen 5 años, hemos pasado mucho tiempo juntos, porque siempre estaba en la casa de mis padres. Desde que cumplí los 16 o 17 años me dí cuenta que estaba re caliente conmigo, le costaba disimularlo y además me lo había confirmado mi hermano.
Javier realmente es un chico interesante fisicamente, el alto mide mas de 180 cm, pelo negro, bien corto, tez blanca, un cuerpo interesante, no es musculoso, pero se nota que hace mucha actividad fisica, tiene espalda ancha, su cuerpo es fibroso, realmente es muy interesante sexualmente. Pero siempre lo ví como un hermano menor. Aunque en la últimas semanas el término "hermano menor" tomo otro significado, uds, saben a que me refiero.
Después de cruzar unas palabras, con Javier, me despedí y me dirigía a mi habitación a ponerme cómoda, cuando mi hermano me dice: -no te va comerte dos pijas?. Me hice la que no escuché y me metí en mi cuarto dando un portazo. Lo quería matar al pendejo se fue al carajo pensaba por dentro, me sentí acalorada, vergonsoza, pensaba que le habrá contado a Javier, le contó nuestra locura. Lo odié tanto en ese momento a mi hermano. Me recosté en la cama y pensaba que sabría Javier. Pasó mas de media hora y me fuí calmando, fuí reflexionando y pensando que era una tonta, si ya lo había contado, no había nada que pudiera hacer, quizas lo mejor sería ir al living y gozar con ellos. La idea me hacía mojar toda.
Me saqué el saco, y el sweater y me quedé vestida con un jean negro bien ajustado, unas botas largas hasta las rodillas de color marron y una musculosa, obviamente sin corpiño, como me gusta. Me miré en el espejo de mi cuarto y se me re marcaban los pezones a través de la musculosa blanca, me daba un poco de verguenza que Javier me viera así, ya caliente, pero solo quería gozar.
Salí de mi cuarto y fuí al living, ellos seguía jugando, frente a la TV sentados en un sillón de dos cuerpos. Cuando me vieron se quedaron mudos y dejaron de jugar.
-Que me quisistes decir con lo de comerte dos pijas? le dije a mi hermano.
Javier se puso morado de la verguenza, mi hermano se empezó a reir a carcajadas. -Vos sabés que te quiero decir, me dijo.
-Tengo una idea, contesté. A veces no sé de donde estoy sacando tanta putez, juro que antes, si bien no era una virgen, era muy tranquila en el sexo, para mi casi no existía el sexo oral y ni hablar del anal. Ahora estaba a punto de cogerme a 2 pendejos y uno de ellos era mi hermano.
Me saqué la musculosa, lentamente en forma provocativa, y me arrodillé frente a Javier. El estaba sentado con las piernas abiertas y un bulto parado a mas no poder, metí mi mano derecha por debajo, de su pantalón deportivo y de su boxer y agarré su chota y la saqué afuera del pantalon. Tenía un pija hermosa, era un poco mas corta que la de mi hermano, tendría unos 15 cm, pero era gorda y venosa con una cabeza inmensa. Se la veía deliciosa, la agarré bien con mi mano, y era tan gorda que no pude cerrar mi puño. Empecé a masturbarlo lentamente, Javier arqueo su espalda hacia atrás y apoyó su cabeza bien atrás del respaldo del sillón. Lo masturbé unos minutos, con mi mano, cuando sentí a mi hermano que se arrodillaba detrás mio y empezó a apoyarme contra mi cola. Me desabrochó el pantalón, bajo mi cierre del jean y me bajó el pantalón junto con mi tanga hasta las rodillas, acercó su cara a mi culo y empezó a darme un hermoso beso negro, pasaba su lengua por mi anito, haciendo circulos con esta alrededor de mi ano y a la vez me penetraba con su lengua por detrás. Javier tomó la iniciativa y me agarró de la nuca con sus manos y me hundió contra su verga, abrí mi boca lo mas grande que pude y me fui metiendo su cabezota de a poco en mi boca, nunca había tragado algo tan gordo en mi vida, me encantaba lo putita que me sentía, de a poco me iba metiendo su verga mas adentro, si bien no me la pude tragar toda, me la metí practicamente toda, me daban arcadas pero seguía, empecé a masturbarlo con mi boca, lo mas rápido que podía, realmente me costaba tragarme esa verga, pero lo hice lo mejor que pude. Mientras me comía la pija de Javier siento la cabeza de la pija de mi hermano haciendose paso a través de mi ano, la metío como un animal, me penetró de una hasta el fondo, me hizo doler y por cualpa de eso, mordí sin querer la pija de Javier, cuando le pedí perdon, solo dijo seguí trolita. Mi hermano me sujetó de las caderas y empezó a bombearme en el culo como un caballo, me daba y me daba, yo seguía concentrada en la pija que tenía en mi boca, tratando de darle el mejor pete de su vida. En una de esas embestidas violentas de mi hermano me aprieta con muchas fuerzas mis caderas, lastimandome, hundió su pija hasta lo mas adentro que pudo y con un grito de desahogo me largó toda su leche dentro de mi culo. Javier seguía tomandome de mi nuca y me hundía contra su pija, dandome el, el ritmo a seguir para el pete. Mi hermano saco su pija casi flácida de mi cola, y sentí como empezó a chorrear el semen de mi ano, pasando por la raya de mi cola y bajando por mis muslos interiores, hasta caer a mi pantalón que aún lo tenía puesto, mi hermano se retiró por unos instantes, fue al baño, no se a que, cuando Javier sujetandome del pelo, saca mi cabeza de su pija y me hace parar, me saca las botas, el pantalón, la tanga y por último mis medias, dejandome completamente desnuda, me da vuelta y me hace sentar sobre su verga, quedé dandole la espalda mientras el seguía sentando y yo sobre su pija gorda, no puedo explicar como me destrozó la cola esa pija, era demasiado para mi culo, pero me tomo con sus manos firmemente de mis caderas y me empezó a hundir contra su chota, sentía como mi recto se abría lentamente pero constantemente, me dolía mucho, me doblaba del dolor, pero estaba muy alzada, sentía lo mojada que estaba, esta a punto de explotar en un orgasmo. Una vez que su pija estaba completamente dentro de mi cola, sacó sus manos de mis caderas y empezó a apretarme mis pechos, me encantaban sus manos grandes y seguras, realmente era un cogedor excelente y con experiencia Javier. Luego de unos minutos volvío a sujetar mis caderas y empezó a subir y a bajar mi cuerpo, fue un mete saca brutal, su pija entraba y salia de mi cola una y otra vez, si bien el dolor me mataba, tuve los mejores orgamos de mi vida en esos momentos, estaba toda corrida. Martín salió del baño y empezó a masturbarse, una vez que su pija estaba erecta, se puso enfrente mio, y metió su pija en mi vagina. Estaba siendo doblemente penetrada, me sentía tan sucia y tan excitada, me cogian los dos a la vez, era incomoda la posición y se les dificultaba a los chicos penetrarme bien, pero yo estaba explotando orgasmo tras orgasmo. En un momento mi hermano saca su pija y empieza a masturbarse delante de mi cara, hasta que largo su leche tibia contra mi nariz y menton principalmente, la sentía caer por mi menton hacia mis pechos. Javier ahora que estaba solo, para cogerme, tomo velocidad y taladró mi cola unas 6 o 7 embestidas violentas hasta el fondo, finalmentente acabó dentro mio. Nos quedamos en la misma posición por unos minutos, me paré y me arrodillé delante de Javier, le chupé hasta la ultima gota de semen, le limpié hasta los huevos con mi lengua. Nos quedamos los tres sentados en el sillón exhaustos, practicamente sin hablar, tratando de recuperar el aire.
Me fuí a bañar mientras los chicos pedían comida. Mientras comíamos no parabamos de hablar la cogida que habíamos hecho y contandonos intimidades, sobre todo Javier, que contaba la cantidad de pajas que se hacía conmigo durante años. Esa noche volvimos a coger como animales.
Ese fué mi primer trio.