MI HISTORIA con mis HIJOS, 5

Por su parte Ian, había volteado a Miguel y tenía su propia pija en medio de tan sabroso culote; en tanto Fran, le mamaba el culo al Tío Ian y solo palabras de gozo y dame más, chupa más, que rico mamas, méteme otro dedo, esa verga está gruesa y que rica se siente

MI HISTORIA con mis HIJOS, 5

Los chicos ya estaban en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Sean llevaba clases de 2do. año y Tom iniciaba.

Ian, cambió de trabajo y comenzó una compañía propia con la inversión de un amigo de la infancia.

Por casa las cosas estaban estupendas, chicos estudiando, padre laborando en Bienes Raíces y con importación y exportación de mercaderías varias.

Ian, comenzaba a ordenar la oficina con su socio Gustavo; al cual conocía desde chicos y este había recibido una herencia hacía poco, Ian por su parte se salió de laborar luego de hablar con Gustavo, negoció sus prestaciones y comenzaban un nuevo reto.

Gustavo, hombre casado, de 42 años, trigueño, un hombre hermoso en términos generales.

Cualquiera que lo vea, diría que es un riquísimo oso para “jugar”.

Gustavo, muy enamorado de su mujer; con quien no tuvo hijos por razones de salud de ella, nunca se inmutaron y querían a los hijos de Ian como propios, siempre los llevaban o traían de algún lugar, tanto Sean como Tom, los miraban como tíos y los querían como tal.

De los amigos de Tom y Sean, muy pocos entraron a la UNAH, otros fueron a universidades privadas y algunos tuvieron que trabajar ya que por cosas del destino o su mente no dio para más estudio ó un juguete que nace después de 9 meses los hizo que se pusieran a trabajar.

El detalle es que cada uno iba adquiriendo nuevas amistades y Sean por volverse súper bien aplicado, tenía a su alrededor una nube de chicas que también le seguían por lo hermoso que se estaba poniendo.

Ahora practicaba natación de forma regular en la piscina de la casa de su tío Gustavo y llevaba la clase como opcional en la universidad.

Sus tíos Gustavo y Rosa, que ella era una Sra. Blanca, de 42 años también y con unos 1.70 mts., era una dama muy bella y cariñosa con los chicos, les tenía lista una habitación con doble cama y todo lo necesario, para cuando quisieran quedar en casa o venir con sus amigos a meterse a la piscina y pudieran cambiarse a gusto allí.

En esa casa hasta ropa extra tenían Sean y Tom, eran recibidos como hijos de sus “Tíos”.

Sean, tenía que hacer una tarea de la UNAH con un grupo; estuvieron dos días por las tardes luchando hasta llegar a culminarla por completo, pero había muchos cálculos que no lograban realizarlos y Sean pidió ayuda a su tío Gustavo, quien es Economista.

Gustavo, les dijo a los chicos que el Viernes por la tarde; después del trabajo les ayudaría ya que la tarea es para presentar el Lunes temprano y así fue.

Llegó el grupo de Sean y compañeros, a casa del Tío Gustavo; el cual con calculadora en mano les fue demostrando como resolver los problemas y saciando las preguntas con todo el conocimiento que tenía a su alcance.

Del grupo que llegó, María fue la primera en tener que retirarse; ella vivía un poco retirada y la llegaron a traer sus padres.

Luego, quedaron un grupo de cinco chicos incluyendo a Sean; los Tíos les propusieron se quedaran a cenar, harían carne asada y todos los implementos; Gustavo les ofreció unas cervecitas o un roncito y aceptaron encantados.

Gustavo llamó a Ian, para que se llegara y agarrara fuerzas para el día siguiente.

Ian llegó como a la hora y media, los chicos estaban en el patio de la casa; alrededor de la piscina, de esas que son sobre el nivel de la tierra y muy amplias; tipo rectangular.

Al principio no se metía nadie, ninguno llevó traje de baño y tenían pena con la Tía Rosa como comenzaban a llamarla todos.

La Tía Rosa, estaba terminando de disponer la carne y todos los fiambres de más; cuando la llama una vecina, la hija estaba por dar a luz y necesitaba de su apoyo.

La Tía Rosa, corrió al patio a pedirle a Gustavo que atendiera a los chicos; ella iría al hospital que la vecina estaba por parir y la llamaron para apoyarlas, luego te hablo le dijo ella.

Un beso cálido y se despidieron.

El Tío Gustavo, recibió a Ian con la noticia de la vecina; los chicos ni enterados y el Tío Gustavo comenzó la asadera de carne muy sabrosa.

El olor tenía a los chicos revueltos, más algunos traguitos que llevaban algunos; tenían el estómago que les cabía una vaca entera.

La tarde estaba calurosa, era Febrero y el sol pegaba con ganas y ya eran tipo 5 de la tarde y no menguaba el calor.

El Tío Gustavo, charlando con Sean y Sean comenta sobre lo caluroso que estaba y se quita la camisa; mostrando el formidable tórax que estaba adquiriendo con la natación y fue cuando el Tío Gustavo le pregunta a Sean ¿Porqué no se bañan en la piscina, hace calor?, Yo no me molesto.

Sean, le responde que ya lo habían hablado y el problema es que no tienen traje de baño y aquí solo tengo el mío y el de Tom, no ajusta para todos y le tienen pena a Tía Rosa.

El Tío Gustavo, le responde: “No se preocupen, Rosa tuvo que salir al hospital a ayudar a una vecina que está en labor de parto, no viene pronto y me avisará para irla a traer, así que pueden estar en calzoncillos, que por mí no hay problema”

Sean, reúne al grupo y les dice que se metan, explicando lo anterior y el primero en quedar en bóxer es él.

Luego lo siguieron los demás.

No tardaron en comenzar las hundidas y lanzadas desde una pasarela lateral alrededor de toda la piscina.

Se notó el cambio en el aumento del bullicio.

Ian y Gustavo, se dedicaron a preparar las carnes y platos al tiempo que departían con unos cocteles.

Platicando de cosas del trabajo y que había que comprar esto, reparar el otro en el local y realizar ciertos trabajos de compu, para publicitarse…., se pusieron a observar a los chicos jugando y recordando sus viejos tiempos.

Ian, miraba como sus compañeros rodeaban a Sean y este era el centro gravitacional del grupo, cuando Gustavo le comenta: “Ian, te has fijado; cómo mis sobrinos han crecido, mira a Sean; es toda una máquina potentísima en la natación y no creo que tenga un ápice de grasa en ese cuerpo y que cuerpazo el que se carga, la amiga que vino con ellos; ahora en la tarde no le sacó el ojo de encima ni un momento.

MMMM vieras Gustavo, dijo Ian; a casa solo llame que llame, si no es una, es otra y los demás chavos alrededor a pescar porque recuerda que: “en río revuelto, GANANCIA DE PESCADORES” terminaron diciendo ambos a unísono.

Deberíamos meternos al agua un rato, la carne en 5 minutos está y les avisamos que vamos a servir, mmm ¿Qué dices?

Pues que sí hombre, metámonos dijo Ian.

Ambos hombres, se quedaron solo con los interiores; en bóxers Ian y en un calzoncillo pegado muy de moda Gustavo.

Se miraban regios ambos hombres, mayores al par de sus invitados; pero sus cuerpos excepcionales, el de Ian musculado pero fibrado y como lo dicho; todo un señor oso el Tío Gustavo.

Gustavo tenía unas piernas muy bien desarrolladas por los años de práctica de futbol y los brazos por las pesas del gym; su eminente barriguita era una pequeña pero morbosa barriguita cervecera que no hacía otra cosa que hacerlo lucir regio.

Los chicos, los abuchearon al verlos llegar; pero no tardaron en hacerlos uno más de sus hundidas y demás.

Hay Tío Gustavo decía un chico aquí y Tío Ian decía otro allá, pero no era para otra cosa que agarrarlos y hundirlos, subirse sobre ellos y lanzarse para atrás; realmente estaban convertidos en un grupo de chicuelos y no de los hombres jóvenes que ya eran.

Todos ellos estaban comenzando los veinte, pero allí se olvidaron y jugaban como quinceañeros y tenían a dos machos bien fuertones que eran las figuras paternas del lugar.

Con todo este alboroto, tanto Ian como Gustavo; sentían los brazos, las piernas que los tensaban, las vergas que se les arrimaban a cada forcejeo, como tenían fuerza esos brazos… toda la situación estaba muy cargada de testosterona masculina al 110%

Ian y Gustavo, en una de tantas ocasiones; estuvieron sostenidos por dos de ellos y Gustavo pudo sentir como con el forcejeo el chico que lo tenía atrapado desde la espalda para hundirlo hacia atrás, se pegó tanto a su cuerpo que con las piernas de él desde atrás le maniato sus propias piernas, en su trasero el bulto del chico era inminente y con el forcejeo del juego ese paquete quedó en la mera raja de las nalgas de Gustavo y pudo sentir que a medida luchaban por zafarse uno y sostenerlo el otro; el bulto creció y algo duro se estaba formando allí y como que el chico tuvo algo de reparo porque solo lo jaló hacia atrás y le soltó; cuando Gustavo dijo a ver quien había sido, no había nadie cerca.

Gustavo, salió primero del agua con su trasero bien dibujado en el calzoncillo que llevaba; se le había trasparentado completamente al ser blanco y ser pegado como segunda piel, su verga se miraba gorda y reposando hacia un lado con la cabezota bien marcada y lo siguió Ian que su bóxer ajustado, marcaba un culazo riquísimo hasta para el más hetero del mundo y solo lo hacía lucir más guapo y atractivo, sus cuerpos escurrían agua.

Llegaron al asado y comprobaron su estado óptimo y llamaron a los chicos a comer.

Todos querían salir de primero, era un tropel de hombres jóvenes y hermosos que se tiraban unos de otros, a uno hasta le sacaron el bóxer que andaba y lo tiraron fuera de piscina para que se tardara más.

Todos reían a costillas de Giovanni, su trasero blanco de nadador; sobresalía de su piel tostada al sol por las largas prácticas que no hacían que dejarle un bronceado fenomenal y parejo con excepción de allí donde su speedo no dejaba quemar.

Todos salieron, Giovanni no quería salir; tenía pena y nadie le pasaba el bóxer perdido.

Vamos, sal; le gritó el Tío Gustavo, nadie se va a reír del frijolito; le dijo en son de bromas; aquí solo hay guevudos hombre, sal.

Dicho esto, Giovanni no tuvo otra que salir; primero se cubría sus partes con ambas manos, los aleros comenzaron a silbarle de forma sensual al verlo caminar con pudor, otros le tiraron besos, otros le aplaudieron y él con cara de arrecho soltó sus partes y las dejó a la vista de todos, estaba completamente depilado, tomó su bóxer y al agacharse a recogerlo; mostró ese hermoso culo que se carga y tras levantarse, les dijo: “me la van a pagar, ya verán”.

Se unió a los demás a comer y charlar, todo había pasado.

Sean, se fijo en lo bonito que tenía el culito el tal Giovanni; todo blanquito, redondito y paradito, una delicia y en términos generales muy guapo y varonil.

¿Qué me pasa? A mí no me gustan los hombres, pensó Sean.

El hecho que de vez en cuando con su hermano menor y con su padre se den unas revolcadas de campeonato que lo dejan súper satisfecho de sexo con macho, no quiere decir que va a andar por allí, viendo el trasero o la verga de otros.

Y eso que en las sesiones de natación antes y después, en las duchas; es un festín para la vista con todos los compañeros del equipo desnudos, bajo el agua de las duchas que son abiertas, sin divisiones; enjabonando sus dorsos y sus glúteos al tiempo que alguno que otro tiene la pija medio empinada e incluso algunos se chaquetean allí mismo frente a los demás y la mayoría se carga buenas herramientas, lo tiene que admitir.

En eso estaba Sean, cuando su padre le pasa el plato de comida y vuelve a la realidad.

Así como el Tío Gustavo, ninguno de los demás se había puesto camisas o pantalones; todos seguían en interiores.

Fue la ocasión en la que Ian, también comenzó a fijarse en los chicos; uno a uno los fue observando y notando lo bello que es el cuerpo de estos hombres, todos esos músculos que se tensan a cada movimiento, los gestos, las miradas y como irradian su masculinidad por todos los poros los hombres jóvenes.

Todos ellos sin querer hacerlo, se iban mostrando en una pasarela sin igual; ya quisiera D&G tener un ramillete de tan sabrosos cuerpos y tan prestos para observarlos en su naturaleza más esencial.

No había inhibiciones, era amistad pura entre ellos y con los dos adultos que estaban observándolos y cuidándolos, se hacían sentir muy a gusto.

Giovanni se acercó al Tío Gustavo, para saber si podía tomar una cerveza más; el chaval lo hizo de la forma más educada y sometido, que se podía ver que era un chico de buen proceder; de buenas costumbres, pues otro cualquiera solo la toma y ya.

El Tío Gustavo, le dijo que no había problema; solo que no se fuera a poner borracho porque lo iban a regañar en su casa.

Giovanni, agradeció nuevamente; hasta se vio un pequeño ademan de bajar un poquito la cabeza en son de agradecimiento.

Ian y Gustavo, comentaron el gesto del chaval; los demás se dirigían a Sean para conseguir más bebida.

Ian, sin pensarlo si quiera; le dijo a Gustavo que había estado observando a los chicos y … “que cuerpazos que se gastan estos barbaros, son guapísimos”.

Después de haberlo dicho, recapituló sus palabras; pero ya estaban dichas y no había vuelta atrás.

Gustavo, tardó un poco en pronunciar palabra; esto puso a Ian nervioso por lo que fuera a pensar su amigo Gustavo.

Ian, se ponía más nervioso a medida los segundos transcurrían y en eso estaba ya casi al medio minuto cuando Gustavo le dice: “No me había fijado, pero tienes razón; todos estos chavos están como bien macizos, que cuerpazos de veras los que se cargan y a esto hay que agregar que tienen tremendos culones y unos vergajos que se les brincan en los bóxers.

Uffff, Ian no esperaba tanto; el resto lo había visto, pero decirlo, sí que nunca se atrevería.

Mmmnn mmm un poco nervioso y entre cortado Ian le dijo: Sí, sí; tienes razón ahora que lo miro.

Jajajajaja ja ajjaja, rió Gustavo; a pinche Ian, la envidia es la que te corroe, ya vas para viejito voz; no, jajajajjajaa.

Y en eso se acerca Sean, ¿Y ustedes que tanto se ríen, cuenten el chiste no?

¿Chiste?, brincó Ian.

Sí, cuéntelo o es que se ríen de nosotros…. Mmmmmm a ver desembuchen ya.

Mira sobrino, dice Gustavo; aquí el compadre estaba hablando que todos ustedes tienen buenos cuerpos y Yo le agregué que culos y vergas se miraban también.

Ahhh puta madre, ya ni concurso de Miss Universo que fuera esto.

Talves, de Mr. Universo; pero para eso les falta cachas le dijo el Tío Gustavo.

Y Sean, ya un poco avalentonado por los tragos se fue a la piscina en donde estaban todos los chavos y les contó la plática, mientras su papá Ian y el Tío Gustavo se servían otro par de cocteles.

En eso estaban Ian y Gustavo, cuando miran que todo el grupo se va a donde ellos y haciendo un semi-círculo al frente de ambos les dice Francisco (Fran): Hemos hablado que si piensan que todos aquí estamos cachas, es porque no nos han visto posando como los cachas que somos, además de nadar algunos podemos posar.

Pero si hacemos concurso, nos van a decir cuál de nosotros está bien cachas o mejor dicho más cachas que los demás.

Ok, dijo el Tío Ian; Ok, dijo el Tío Gustavo, quien le dijo a Sean que fuera adentro por lápiz, cintra métrica de la Tía Rosa y papel que sería en serio y que van a tener que tener varias categorías por calificar.

Más rápido que pronto, Sean venía con dos libretas, cinta y sendos lápices.

Las categorías a calificar las van a decidir ustedes, nosotros haremos una papeleta y la puntuación más alta en la suma de todas las categorías, gana la competencia.

¿Están de acuerdo? Preguntó el Tío Gustavo, Sí; ¿Están de acuerdo? Preguntó el Tío Ian.

Sí, sí, sí, respondieron todos.

Bueno, comentó el Tío Ian, comiencen con las categorías.

Brazos, dijo uno.

Mmmm ¿Brazos?, será bíceps y entonces los medimos y luego posan para ver quien lo tiene mejor definido.

Sí, sí, sí, sí volvieron a decir, así aremos en todo, medimos y después al final los lucimos en grupo a ver cual se mira más definido.

Oj, ok, ok sí.

Decidido.

Otra vez, dicten esta vez dijo el Tío Gustavo.

Bíceps

Pierna

Pantorrilla

Pecho

Cintura

Culo dijo alguien cambiando la voz

Bueno, culo también; dijo el Tío Ian.

Ha bueno, si se nos va a medir el culo que también midan la purrunga, porque allí gano Yo dijo Miguel.

Jajaj aj aja ja a jajaj a a ajajajajajja carcajearon todos

Ok, ok; ahora los nombres a apuntar.

Giovanni

Sean

Francisco

Miguel

Keaton

Se armó la tabla:

Medición Giovanni Sean Francisco Miguel Keaton

Bíceps

Pierna

Pantorrilla

Pecho

Cintura

Culo

Purrunga

Así se inició la contienda, en el orden todos iban poniendo rígidas las partes a medir y los bíceps iniciaron, luego la pierna, pantorrilla, pecho, cintura, culo y por último la purrunga, pero al llegar a este punto dijo Miguel; la mía así dormida no es tanto, pero parada es la más grande, lo sé.

Yo sugiero dijo Fran, que las medidas las tomen el Tío Ian y el Tío Gustavo; así no va ha haber trampa.

Todos acordaron que así sería.

Los bíceps primero:

La tabla se fue llenando con todo tipo de medidas, los chicos tensaban sus piernas, hacían como que no habían flipado la barriguita (bueno ¿realmente cuál?), se volteaban para mostrar las pantorrillas y Gustavo e Ian se turnaban para medir una etapa y otra, mientras uno medía otro apuntaba; llegó el momento del culo y el primero fue Miguel y cuando Ian le tomó las medidas, brincó Keaton pero si va a tomar en cuenta la tela gruesa de ese bóxer no se vale e inmediato Miguel tiró para abajo su bóxer y se mostró completamente desnudo.

Los demás chicos lo abuchearon, la ocasión no la iban a dejar pasar; realmente el culazo de Miguel era único; bien ponías un vaso sobre ese trasero y no se caía.

Ian, pasó la cinta métrica por la cadera del chico, ajustó la posición a la parte más prominente de ese culo y cuando estuvo casi lista la posición, con la otra mano ajustó un poco al frente y sus dedos rozaron levemente el comienzo de la verga de Miguel.

Al tener la cinta métrica lista, el resultado fue 41” (cuarenta y un pulgadas exactas), todos aplaudieron, luego los demás y ninguno dio ese tamaño; indiscutiblemente, el mejor culo de todos era el de Miguel.

Al terminar esta etapa, todos quedaron cabizbajos, se miraban unos con otros pues la situación era empalmarse para medir y el mismo Miguel dice: “Cómo dijo el Tío Gustavo aquí presente, aquí solo hay guevudos y soy el primero que me voy a poner empalmado; de todas formas les voy a ganar.

Dicho esto, Miguel tiro de su rabo que ya a todo esto estaba como un poco camuliano; comenzó a hacerse una rica paja.

Debido a que a medida había pasado la competencia, los muchachos y también Gustavo e Ian; habían seguido tomando cervecitas y coctelitos, todos estaban bien alegres y ya no existían inhibiciones en el grupo y todos los chicos se pusieron a sus labores; había que levantar las purrungas al máximo para demostrar, quien la tiene más grande y gruesa.

Gustavo, decidió que sacaría la cámara y fue por ella; al regresar, comenzó la filmación de todo; uno a uno lo fue filmando cuando empezaba y a medida crecían iban quedando grabados.

Unos se tiraron a la grama, otros en las sillas; uno en la parte alta de la piscina y así.

Filmando estaba Gustavo, cuando se dio cuenta que Ian a su par; tenía la verga bien parada de solo ver a los chicos pajearse para la medición.

Pero, él tenía su propia purrunga bien tiesa debajo del calzoncillo ceñido y que debido a estar medio húmedo aún, su verga se miraba clarita a través de la tela.

Fran, fue el primero en decir estoy listo y fue a Ian a quien le toco medirla ya que Gustavo estaba ocupado con la cámara.

Uno a uno, los chicos se acercaron para ser medidos; todos miraron las vergas tiesas de Tío Ian y del Tío Gustavo, nadie dijo nada.

  1. Fran, sacó 8.5” (ocho pulgadas y medio) de largo, por 7” (siete pulgadas de circunferencia; pero un pocho aplanada y la cabeza era tipo hongo un poco plano también.

  2. Keaton, sacó 8.2” (ocho pulgadas y dos décimas), con 8” (ocho pulgadas de circunferencia; pero cilíndrica completamente, la cabeza era una punta de lanza tipo cono.

  3. Giovanni, sacó 8” (ocho pulgadas), con 7.3” (siete pulgadas con tres décimas) de circunferencia y la cabeza era toda una chalámpa que sobresalía del tronco y bien redondita.

  4. Sean, sacó 9.7” (nueve pulgadas con siete décimas) y 7” (siete pulgadas) de circunferencia bien rectesita y un sabroso glande

  5. Miguel, sacó 10.5” (diez pulgadas y media) y 7.5” (siete pulgadas y media) de circunferencia un poco aplanada y una cabeza como punta de flecha.

Siendo el vencedor, Miguel; dijo el Tío Ian.

Todos tenían la mano puesta en la verga y seguían con un vaso de coctel o cerveza en la otra mano.

Miguel brincaba alardeando de tener la pija más grande y el mejor trasero de todos.

A todos les fue pegando con su inmensa purrunga, Ian y Gustavo se miraron uno a otro con las pijas paradas y se tiraron una risotada señalándose con la mano.

Gustavo no tardó en hacer una toma magistral del empalamiento de Ian y luego una general, para; que se supiera exactamente de quien era esa verga bien parada.

Ian, le pidió a Gustavo la cámara para filmar e inmediatamente hizo lo mismo que su amigo; así no habría dudas de que ambos estuvieron allí.

Sean, le dijo a Ian: “Hey pá, porque no se hacen una paja ustedes también; ambos la tienen bien tiesa”

Sean, los quedó viendo uno y al otro y Gustavo fue el primero en tirar al suelo el calzoncillo transparente y comenzar una suave y sabrosa paja, se harrecosto en la butacona y abrió las piernas para poder sobarse los huevos a gusto.

Ian también tiró sus bóxers y con una mano se pajeaba, mientras con la otra filmaba a los chicos pajearse, incluso a algunos les decía que cambiaran de mano para filmarlos mejor y que abrieran un poco las piernas para tomar los huevos bien en foco y así fue repartiendo indicaciones.

A estas alturas, Miguel y Fran; estaban juntos sentados, cuando llegó Ian con la cámara y lo primero que hicieron ambos fue levantar las piernas para que les filmaran en culito.

¡!!AHHH qué culos esos!!!! Todo un manjar.

Sin pensarlo mucho, Ian; estiró su mano y tocó el trasero de Miguel para acomodarlo y salieran parejos, pero su dedo gordo no dejo de tocar el ano de Miguel y luego acarició toda la raja de Fran al pasarle los dedos por el aro del culo, como si de un arpa se tratara.

Los chicos lo miraban extrañados, Fran; paró su paja para verlo y como miró que el Tío Ian no se inmutó y solo se posó a un lado de él para seguir filmando tan bellísima escena, continuó su pajazo al par de Miguel.

Ian, pasó por atrás de ellos dos y al fondo se miraba a Gustavo dándole al barrilete a todo gusto, son las piernas bien separadas y un poco recogidas.

Al par de Gustavo, pero más bien tirado casi al frente; estaba Keaton; el más hermoso de todos ellos.

Súper varonil el Keaton, su pija se miraba sabrosísima de la forma en que se la estaba jalando.

Utilizaba una mano para bajar y otra para subir, luego las dos de un solo, luego repetía como ritual.

Gustavo, estaba con la vista clavada en la pinga de Keaton, fenomenal vista pensó Ian.

Un poco a la izquierda de Francisco y Miguel estaban Sean y Giovanni, estos estaban uno frente al otro; tenían las piernas entrelazadas y cada uno se tiraba de su propio manubrio, pero la vista la tenían clavada en el vergajo del compañero.

Ian, se acuclilló para tomar ambas vergas que en ocasiones se rozaba y fue cuando Ian les sugirió que unieran las vergas para tomarlas juntas.

La verga de Sean sobresalía y fue Giovanni el que con una sola mano intentó tomar ambas vergas, no pudo; no daba el ancho y utilizó las dos.

Sean, acarició el brazo de Giovanni, como alentándolo a que siguiera y este puso más interés en pajearlos a los dos al mismo tiempo.

Fue cuando Sean, estiró su mano y tocando primero el hombro de Giovanni le dio un pequeño apretón tipo caricia y luego subió hasta el cuello y acariciando la nuca, lo empujó un poco para que fuera acercándose a Sean y llegaran a juntar sus caras para darse un beso.

Giovanni, no opuso resistencia; sus labios rosaron los de Sean y fue un beso suave, tierno; no duro más de un par de segundos y ambos rieron.

Ambos miraron al Tío Ian y volvieron a sonreír.

Ian, volvió la cámara y notó como Gustavo; estiraba su pierna izquierda y estaba acariciando muy suave con la punta de su pié la espalda de Keaton que se dejaba hacer.

Luego Gustavo, se incorporó hacia delante de la butacona y con su mano acarició a Keaton en el hombro primero, luego una oreja, luego la nuca y Keaton lo volteó a ver.

La verga de Ian, daba saltos de la excitación y era acariciada a ratos por su dueño, Ian estaba chorreando por la verga, parecía grifo abierto de tanta excitación que se cargaba.

Ahora el Miguel y Fran, estaban jugando juntos; Fran, le tenía la pierna derecha sobre la pierna izquierda de Miguel y se pajeaban mutuamente, uno la verga del otro.

A ratos el Miguel y Fran cerraban los ojos de lo delicioso que sentían, sus manos llegaban a acariciar hasta los huevos y un poco más.

A Ian lo tenían desesperado con tanto cuerpo rico y tanta verga y tanto buen culo que no sabía hacia dónde mirar.

A estas alturas, Gustavo se encontraba sentado en la grama; atrás de Keaton y lo acariciaba en su pecho y bajaba su mano a su rabo y lo sobaba y tocaba sus bolas al tiempo que besaba su cuello.

Ian, colocó la cámara en un punto de la repisa de la piscina verificando que se enfocara todo lo que ocurría.

Se dirigió a la pareja de Francisco y Miguel y al estar detrás de ellos, les beso la nuca a cada uno y sus manos acariciaban los hombros; mientras ellos se pajeaban uno al otro.

Ian, colocó su propia pija en la boca de Miguel y se inclinó a besar a Fran, sabroso como Miguel le comenzó a mamar y como la boca de Fran le sabía a fruta fresca.

Los cuerpos de los chicos eran fantásticos y sus reacciones sin igual, ya que por comentarios de ellos mismos; todos tenían novias y todos cogían con ellas.

Nunca había sabido que tuvieran sexo con otros hombres.

Ian se abrió en medio de los chicos y ahora era Fran el que mamaba al Tío Ian y con su mano acariciaba sus piernas, subía hasta el glúteo y buscaba la raja.

Luego fueron los dos al mismo tiempo que mamaban al Tío Ian.

Uno los huevos, otro la verga y cambiaban de lugar, luego Ian bajó a mamar la pija de Miguel y Fran y estos con sus manos, le empujaban la cabeza para que sus propias vergas llegaran a entrar hasta lo más hondo posible en la garganta del Tío Ian.

Giovanni y Sean, estaban enfrascados en un sabroso abrazo con beso de lengua profunda.

Solo gemidos se escuchaban en el patio, la música había cesado y los movimientos de cuerpos acariciándose era espectacular; Gustavo, tenía arrecostado sobre su cuerpo a Keaton y acariciaba sus nalgas y espaldas, al tiempo que Keaton se abría de piernas y sus pantorrillas quedaban a cada lado de las piernas del Tío Gustavo.

Sus bocas es debatían en duelo para abarcar más la del otro, sus lenguas se trenzaban para dar caricias a la de su compañero.

La pija del Tío Gustavo, comenzó a sobresalir; atrás del trasero de Keaton y este comenzó a hacer un movimiento en el que toda esa verga se deslizaba en su raja y comenzaban a sentir riquísimo los dos.

Por su parte Ian, había volteado a Miguel y tenía su propia pija en medio de tan sabroso culote; en tanto Fran, le mamaba el culo al Tío Ian y solo palabras de gozo y dame más, chupa más, que rico mamas, méteme otro dedo, esa verga está gruesa y que rica se siente…

Eso era lo que se escuchaba en ese patio, luego; Ian tiene que voltear a ver qué ocurre en el lado en donde se encontraba Sean y Giovanni.

Giovanni, acababa de lanzar un grito fuertísimo; casi desgarrador y era que Sean lo estaba penetrando.

Quién no, esos casi 10” de verga no es cualquiera.

A pesar de haber gritado así, su cuerpo decía otra cosa; las piernas las tenía bien trenzadas en la cintura de Sean y sus brazos alrededor del cuello de este.

Su cabeza estaba hundida en el cuellos de Sean y Sean besándole el de él.

Las caderas de Sean, estaban quietas; pero las de Giovanni estaban que eran una licuadora en movimiento, unos movimientos redondos que tenían un leve golpeteo que hacía saber que estaba gozando con todo ese rabo dentro de él.

Sabroso ver eso, sentir la lengua de Fran en su culito y fue cuando Ian con una de sus manos; dirigió su propia pija al culito de Miguel y comenzó a penetrarlo, ese culito era virgo y se sentía en su estreches.

Lo mojó con saliva y a su pija también.

La volvió a colocar y esta vez entró un poquito más, se detuvo y esperó a que Miguel reaccionada dilatando un poco su ano y así fue.

Otro empujón del Tío Ian y se le fue la mitad.

En estas estaba Ian, cuando fue Fran el que comenzó a zampar las más de ocho pulgadas de estupenda carne bien dura y parada que se calzaba; en el culo de su Tío Ian.

Ian, solo pujó y volvió a pujar; Fran se las estaba clavando sin ensalivar más, fran la tenía bien rica, la tenía caliente como un tizón.

El culo de Ian, se volvía mantequilla ante esa perforación y se abrió bien de piernas, lo más que le dio su posición y se dejó hacer.

Fran por su parte, apoyando solo su pelvis en el culo del Tío Ian y sus manos sirviendo como apoyo principal, para sostener todo su peso; comenzó su vaivén de entrar y salir en ese exquisito culo.

Al sentirse penetrado Ian, también comenzó a bombear; tal como sus hijos le habían enseñado tiempo atrás.

El gusto es extremo, sentir esas vergas ricas adentro tuyo y la tuya propia en un culo cerradito y virgito como el de Miguel.

Ian, no supo a qué horas y cómo; era Miguel el que lo tenía bien empalado a él, estaba acostado boca arriba y Miguel abajo y ahora miraba como Fran comenzaba a acostarse sobre él.- Ian, sentía su culo ocupado por la verga de Miguel que eran nada más y nada menos que de 10.5” de largo, por 7.5 de diámetro.

Y ahora pretendían que Fran metiera sus 8.5” de largo, por 7” de diámetro; estaban locos estos dos.

Ian quiso zafarse, Miguel se lo impidió; lo retuvo al abrazarlo fuertemente con un brazo y con el otro le tomó la cara y lo obligó a besarlo.

A Todo esto Fran ya estaba sobre él y con su mano, apuntó su cabezota en el agujero ocupado de Ian; Ian con las piernas despatarradas como estaba no tenía mucho como luchar y sintió como su culito iba siendo ocupado por otro arcabuz de carne.

Al principio Fran no pudo meterlo, se Agachó y escupió directo en la entra y volvió a la carga.

Su verga comenzó a hacer presión y el culito de Ian cedió.

Ian soltó unas lágrimas de dolor, un bufido entre cortado bien fuerte se escuchó y Sean volteó a ver y vio como su padre estaba siendo doblemente penetrado y como estaba berreando con ese par de buenas vergas en su culito.

Eran un aproximado de 14.5” de diámetro lo que le abrían el culo, sus esfínteres no se habían dilatado tanto, nunca en su vida; pensó que lo tendrían sembrado con 18.5” de largos penes y 14.5” de gruesa carne.

Ambos muchachos no se movieron por unos instantes, sabían que lo de ellos es grande y tenían que darle tiempo de acostumbrarse.

Ian, seguía llorando y fue Fran; el encargado de tomarlo por la cara y con su boca secar las lágrimas que salían de los ojos del Tío Ian.

Tras besar esos hermosos ojos de macho sometido y secar sus lágrimas con sus besos, Fran; comenzó a hacer un leve movimiento de caderas y con su verga comenzó a rozar la pija de Miguel, quien sintiendo ese garrote rozando su tronco y glande, también comenzó a hacer movimientos de entrar y salir y los dos chavalos comenzaron a tener un ritmo de entrada y salida en el que se turnaban para estar bien profundos en ese culo.

Ian, tenía por su parte la pija bien parada del gusto; se le había bajado del todo en el principio de la penetración, pero al sentirse totalmente ocupado en su interior, las sensaciones le cambiaron radicalmente.

Ian, podía sentir perfectamente el movimiento de cada uno de los chicos y podía sentir como eran sacudidas sus partes internas.

Ahora era Ian el que rodeaba la cintura y el culo de Fran, tal cual había visto a Giovanni rodear la cintura y trasero de su hijo Sean.

El tiempo pasó y no supo nadie cuanto fue.

Todos cogían, todos berreaban de dolor y placer al penetrar y ser penetrados, al coger y ser cogidos por uno o más.

La verga de Ian estaba atrapada entre los dos vientres de él y Fran y los movimientos de Fran hacía que su verga se chimara y lo hiciera gozar entre ese par de lavaderos preciosos y sabrosos al tacto de la mano como ahora de su propia pija.

Ian no aguantó y su verga comenzó a lanzar fuertes chorros de lefa que quedaron untados como mayonesa entre el Fran y él.

Fran y Miguel no cesaron sus envestidas, no les importó que Ian hubiera terminado.

Siguieron bombeándolo y bombeándolo mucho más, Ian; se estaba volviendo loco, nunca había pasado de acabar a seguir empalmado sin pasar por el paso de reposo.

Aquí no fue así, Ian nunca bajo su verga; siguió con la verga bien tiesa y animosa, sus ímpetus sexuales no bajaron, ese macho que era su colchón y en otro que lo arropaba; no le dejaron bajar el lívido y se saltó ese paso tan singular, nunca se desempalmo.

Siguió con la pija bien parada y con el deseo sexual más grande aún.

Lo seguían clavando bien dentro, los chorros de sudor de Fran caían en su cara y con su lengua besaba la cara del muchacho y succionaba con su boca todo ese sudor sabroso y saladito de su empalador.

Abajo Miguel, no cesaba de besarle la nuca; apretar sus tetillas y sobar sus caderas de lado, así de abrirle las piernas lo más que se podía para poder penetrarlo junto con su amigo en lo más profundo de ese culo tragón.

El Tío Gustavo, tenía a Keaton bien ensartado de frente a él y con un leve movimiento lo alzó para depositarlo en el suelo y dando un pequeño salto se colocó en cuclillas y fue él mismo el que se clavó las más de 8” de verga de Keaton de un solo, hasta la empuñadura.

Se escuchó un fuerte AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHA

UUUUUUUUUUUUUUFFFFFFFFFFFFFFFFF

Era la seña que sí había sentido todo ese tronco entrar.

Una robusta verga de 8.2” de largo, por 8” de diámetro; no era para no bufar.

Gustavo, nunca en su vida había estado en esa situación; siempre fue un heterosexual completo.

Muy gustoso de las mujeres y sus conchas y ahora, velo allí; clavado hasta adentro por un chico que está fenomenal, pero un hombre al fin.

Sintió, músculos que nunca creyó poseer el Gustavo; Keaton lo beso con ganas.

Gustavo respondió por igual y Keaton le dijo: “Tío Gustavo, nunca pensé que lo fuera a tener así, bien clavadito con mi verga y que usted estuviera gozando como lo hace ahora”.

El Tío Gustavo le dijo: “hay sobrinito, Yo tampoco me lo creí nunca; soy casado y me encantan las mujeres, pero ustedes son tan guapos y que ricos coges papacito”

Paso más tiempo y todos cogían unos con otros, a Sean le toco que Giovanni lo clavara de perrito y él abierto como escuadra tras de él, ya que de esta forma no se queda ni los pelos si el Giovanni los tuviera.

Tras de sí, Sean solo escuchaba el rebote de los huevos de Giovanni en su perineo y como sentía que la verga entraba bien adentro y casi salía del todo para volver a entrar y fue cuando Giovanni le avisa que quiere acabar.

Déjame todo adentro y acaba, quiero sentir como me calientas las tripas con tu leche le dijo a Giovanni.

Sean, cuando comenzó a sentir que lo estaba penetrando más fuerte, tomó su verga y se comenzó a pajear bien fuerte y exactamente cuándo Giovanni comenzó su descarga; él también comenzó a regar la grama con su propia leche y fue una sensación diferente, sentir el suelo húmedo en sus manos y rodillas y sentir como alguien estaba encaramado en él, bombeándolo al aire libre; fue salvaje.

Ian, comenzaba su segunda descarga entre los lavanderos de Fran y el suyo propio cuando sintió que Miguel comenzaba a convulsionar de las fuerzas con que estaba acabando y depositando todo dentro de sus entrañas en donde estaba también ocupado por la pija de Fran y este último al sentir como su pija era bañada del semen de Miguel y volvía la cavidad de Ian mucho más pastosa, mucho más resbalosa y más cálida por la leche caliente derramada por Miguel; comenzó a tirar sus propios fluidos masculinos y uno tras otro los lanzó adentro, haciendo que todo allí se mesclara y el interior del Tío Ian fuera una merengada bien batida.

El Tío Gustavo y Keaton habían terminado con chorros de semen lanzados como fuentes al poner sus propias vergas juntas hacia arriba y ambos se habían bañado con las pringas de espeso y caliente semen, que les cubrió todo el dorso de ambos y parte de las caras.

Ya todos descansaban al par del otro y el Tío Ian, pudo sentir como entró un aire fresco en el interior de su culo al quedar bien abierto al principio de ser abandonado por el par de toletes de Fran y Miguel.

En eso estaban, cuando suena el cell. de Gustavo, era su mujer; puta madre, Gustavo se había olvidado de la Rosa, si esta los hubiera encontrado en todo este desmadre; lo manda a la chingada ya.

Alooo, sí dime amor.

Gustavo, dijo Rosa; el parto está tardando, voy a seguir acompañando a las vecinas aquí en el hospital, sabes que ellas son solas y el marido de la chica está trabajando fuera.

Hay te llamo por cualquier cosa y no te preocupes, aquí nos trajeron unas sillas recostonas que nos hacen las veces de camas y esperaremos hasta mañana.

Que tengas ricos sueños cariño.

Dime, ¿Se fueron ya los muchachos?

No, todavía están aquí amor; la carneada ha estado estupenda y tomaremos unas copitas más, hay te cuento después.

Besos, a ti amor dijo Rosa.

Besos cariño, dijo Gustavo.

Todos estaban atentos a la plática y Gustavo les dijo: “Rosa, se queda hasta mañana en el hospital, ¿QUIÉN TRAE MÁS TRAGOS?”

Y todos lanzaron un grito de aprobación y aplaudieron.

Todos amanecieron en la piscina, unos en el suelo, otros en las sillas butacones y un par abrazados.

Ian, recibió un llamado de Tom; que ¿donde estaban? Él y su hermano, acabo de llegar de la fiesta y aquí no hay nadie.

Estamos donde tu Tío Gustavo, ya llegamos dentro de un rato; después te cuento.

Ian, despertó a Sean que estaba de pierna cruzada con Giovanni y se despidió de Gustavo que acordó levantar a los chicos, para que la Rosa no los encontrara todos despelotados.

Se despidieron con un beso en la mejilla los tres.

Espero les haya gustado este otro relato, ya saben lo de nos nombres y lugares bla bla bla… por los interesados.

Gracias a los que han escrito y valorado los relatos.

Hasta pronto,

LUDAVAGI

Joanve09@gmail.com