MI HISTORIA con mis HIJOS, 4

Se sentía en la gloria, pero también sentía que caía al suelo de lo alto y sabroso que era penetrar a Tom su hijo menor y de lo escandalosamente fuerte y extraordinario de sentir una buena verga entrar en él la verga de Sean su hijo mayor.

MI HISTORIA con mis HIJOS, 4

Ian y sus dos hijos, se volvieron inseparables; los chicos estaban por terminar el año lectivo y arremetían con los últimos exámenes.

En la colonia de ellos, comenzarían un campeonato de futbol en contra de otras colonias vecinas y lo realizarían en el campo de El Pedregal (Col. San José del Pedregal en Comayagüela).

Ya habían informado que conseguirían árbitros de liga, debidamente calificados; los trofeos los donaría un Diputado y una fábrica de café y entre otras cosas los premios incluyen un viaje a la costa para un término no mayor a 6 meses, para que les ajuste para Semana Santa o algún feriado que quieran, más ciertas cantidades en efectivo para ayudar a los equipos con los uniformes y demás.

Los padres daban autorizaciones por escritos a los menores de 18 y como este par estaba cumpliendo 19 y el otro los 18 al iniciar el campeonato, ya no necesitaban de la autorización paternal.

Sean y Tom, habían entrenado mucho para el campeonato; que duraría hasta más de un mes.

Los padres se organizaron para uno de Liga de Mayores, había suficiente gente para ambos campeonatos y la competencia estaría bien reñida.

Tom, sus amigos, Sean y los amigos de Sean; más algunos vecinos conformaban lo que sería un solo equipo, era uno de los más vistosos por tener de todo tipo de chavalos en él.

Las sesiones del equipo se realizaban en casa de Ian o en alguna cercana con suficiente campo por lo menos en el patio.

Los chicos llegaron a su primer encuentro y lo perdieron y eso de haberse preparado, el papá de Mauricio lo grabó todo e inmediatamente resolvieron que al día siguiente lo mirarían en la casa de Mauricio todos, para aprender de sus errores.

Llegaron a casa Ian y los chicos con la moral por los suelos, Tom hasta llevaba los ojos llorosos, su padre al verlo; le dio consuelo y lo tomó en su regazo en el sofá de la sala, tal como lo hacía cuando era un crío.

Tom, soltó un par de lágrimas que fueron secadas por Ian y haciendo seña a Sean los tenía a ambos a allí, junto a él; hablaron de que habían sentido en el partido y porque, como resolverlo y después de unos 15 minutos de charla reconfortante, todo estaba solucionado; Ian pensó: “Esto es lo grandioso de ser padre, saber cómo y cuándo dar un buen consejo”.

Acto seguido, así como estaba Tom, en las piernas de su padre; Ian le soltó una sonora nalgada y le dijo: “Si no te bajas de mí van a ocurrir dos cosas y son; 1- Vamos a dejar apestoso el sofá y 2- Ya no aguanto tu olor a León, así que a bañarnos todos”

De un salto, salieron de la sala directo al baño los tres; Los chicos se fueron al de ellos y su padre entró al cuarto de él.

Los chicos en 2 patadas estaban desnudos y cuando entraron al baño, Sean le propuso a Tom que fueran al cuarto de Ian y que se bañaran los tres juntos.

Así fue, los dos se fueron al cuarto del papá y al entrar escucharon el sonido del agua caer; entraron al baño y abrieron de un solo la cortina de baño dando un tremendo susto a Ian.

Ufffff par de cabroncitos, casi me matan del susto.

Pá, es que queremos bañarnos con tigo, ¿Se puede?

Claro hijos míos, siempre se pueden bañar con migo; entren, vengan.

Ambos entraron al baño y más que baño aquello era un retozo, los tres ya estaban de la misma estatura; por así decirlo, sus cuerpos ya estaban muy bien formados a causa del ejercicio de toda su vida e Ian se sentía orgulloso de sus hijos.

Sean, tomó el shampoo y regando en su mano un poco; lo comenzó a esparcir sobre la cabeza de Tom que estaba de espaldas frente a él.

El jabón no funcionaba, demasiada tierra del campo traía en la cabeza y comenzaron a reírse de él; fue Ian, quien tomó un poco más del jabón y lo colocó en la cabeza de Sean y tampoco funcionó.

Ian comenzó a reírse de ellos, diciendo que tan puercos eran que ni el jabón les hacía espuma; ambos tomaron el bote y con ayuda uno de otro le echaron a Ian en la cabeza, el cuerpo; bueno, por todos lados y como pudieron lo restregaban; pero tampoco hacía efecto.

Tom y Sean, comenzaron a burlarse de él, diciéndole que ellos por lo menos habían estado jugando en el campo que es de tierra, ¿Pero él?

Y el Ian les respondió que él había estado jugando con los padres en los intermedios y que algunos caían bien chanchos (juegan pesado).

Jajajaj ja aj ajajjajaja hay sí, solo estaban chuteando bola; ¿jugando?

Lo interesante que no solo Yo estuve en la cancha de tierra y allí hay mucho polvo suelto.

Y eso siguió, se mojaban y en jabonaban entre ellos; en un momento Ian pudo sentir como la cola de Tom se le arrimaba a su nalga por un lado y con las manos le esparcía más jabón en la espalda y el pecho y Sean hacía lo suyo en la otra nalga, la raja y subía por la espalda.

Ian, pudo sentir como ambas vergas se le pegaban al cuerpo; como las manos de sus hijos le estaban bañando como nadie lo había hecho en años.

Cerró los ojos Ian, se dejó consentir por ese par de hermosos hombres; en un momento no eran sus manos las que utilizaban para restregar el jabón, era todo el cuerpo; el cuerpo de ambos estaba junto al del padre, unido como una hiedra bien adherida a su piel.

Podía sentir el movimiento de ambos cuando sus brazos y piernas se entrecerraban a su alrededor, como sus penes se frotaban uno adelante y el otro atrás; haciéndole sentir que a medida se frotaban, crecían.

Su propio pene, Ian podía sentir como estaba dando saltos haciendo que la gravedad pierda fuerza con ese mástil.

Los chicos utilizaban todo, cada uno de ellos al pasar por su raja; la limpiaban en su interior utilizando sus falos y al pasar por su verga usaban sus manos.

El agua, nunca dejó de correr y ahora eran sus bocas las que hacían las labores del falo y las manos.

Ian, quiso acariciar las vergas de sus hijos, el culo de ellos; pero sus hijos no lo dejaban, eran ellos los que estaban dándole placer, lo estaban bañando como ningún Cesar de la época Romana fue bañado.

Ian, sentía que iba a acabar y se los hizo saber.

Ambos se miraron sin pronunciar palabra y detuvieron toda caricia, apagaron el agua y uno tomó la verga de Ian con su mano y el otro suavemente pasando su verga por la raja del culito rico y duro, lo fueron encaminando hacia el cuarto; en donde lo depositaron en la cama.

Ambos subieron a la cama, uno por cada lado; Ian estaba en el medio de un sándwich de exquisita carne.

Ian estaba de lado e instó a Sean a que hiciera igual, pero haciendo 69 y Tom se colocó a la inversa para que su verga pegara en la parte alta de la espalda de su padre y de allí bajar por la espalda besándola hasta llegar a su culito.

Allí pudo ver al otro lado de la entrepierna de Ian a Sean que succionaba el ariete de su propio padre y se notaba en la expresión de la cara como lo disfrutaba.

Tom, no necesito abrir mucho las nalgas de Ian, su padre tenía levantada en arco su pierna para que Sean depositara en el muslo la cabeza y mamara suave y tranquilo.

Succionaba como un niño succiona el pecho de su madre, pero no era un pecho; era la pija de Ian y es una pija para disfrutar.

Tom, comía del manjar exquisito que se le presentaba en forma de ano.

Un ano sabroso, suave al paladar, exquisito sería mejor decir.

El pelambre aún mojado en la raja de Ian, hacían cosquilla en los labios de Tom al lamer, Tom restregaba su pija en la ancha espalda de Ian y hacía movimientos como si lo bombeaba al mismo tiempo que con su lengua hurgaba su culito preciado.

Delicioso lo que estaba gozando Ian, pero Ian se volteo; para quedar cara a cara con Tom, lo comenzó a besar con mucho tacto en los labios, poco a poco fue abriéndolos para palparlos con su lengua y la boca de Tom respondió abriéndose, para dar paso a aquella lengua juguetona y dulce.

Ian, sintió como los dientes de Tom le permitieron entrar; como la lengua de Tom le dio la bienvenida en el interior de su boca y como comenzó Tom a lamerla, a succionarla, movía su cabeza para besarlo, lo abrazaba y sus piernas se enrollaban en la cintura de Ian, Tom rodó sobre su espalda y su padre quedó sobre él, en medio de sus piernas y pudo sentir como la verga de Ian estaba alojada a todo lo largo de su trasero, podía sentir lo caliente de ese largo péndulo duro y grueso a lo largo de su raja.

Sus talones tocaban las sabrosas nalgas de Ian y sus bocas no se habían separado ni un ápice.

Ian, por su parte, puso sus codos para soportar su peso y no dejarlo todo sobre la humanidad de su hijito; su verga se restregaba a cada movimiento de cadera en las nalgas abiertas de Tom y sentía como el pecho de Tom se levantaba apresurado por las fuertes contracciones de su corazón.

La boca de Tom, era un oasis para su lengua; sabía sabroso, no pensó que besar hombres fuera tan estupendo; los talones de Tom lo presionaban en el trasero y se sentía delicioso cuando uno de los talones recorría su propia raja en el medio de las nalgas.

Las manos de Tom, recorrían lo largo y ancho de la espalda de Ian y lo acariciaban en la nuca, tomaban su cara y la apreciaban por segundos para volver a besarlo de la mejor forma que le era posible.

Ian pudo sentir cuando la boca de Sean tomó su verga y la succionaba al tiempo que subía y bajaba por toda su tranca, pasando por los huevos y los succionaba también, sintió escalos fríos cuando la punta de la lengua de Sean hizo presión en su ano y lo penetró.

Su excitación era tal que su esfínter estaba muy bien dilatado, no presentó problema para la lengua de Sean entrar hasta lo más profundo de su alcance.

Fue Sean, quien con su mano; guió la verga de Ian a colocarse en el orificio anal de Tom y penetrarlo.

La pija de Ian, parecía un cuchillo al rojo vivo partiendo mantequilla al entrar en aquel culito que se mostraba bien cerradito.

Entró con facilidad, Tom estaba de lo más excitado y todo él estaba presto para cualquier cosa que su padre quisiera hacerle.

Tom, apretó su pecho contra el de Ian y tiro su cabeza hacia atrás para poder soportar y sentir mejor cuando ese poste de carne lo iba penetrando, se iba introduciendo milímetro a milímetro, tal como Ian lo estaba realizando, para no herir a su Tom.

Sean, estaba relamiendo en el trasero de su padre y sentía con la suavidad y parsimonia estaba cogiéndose a su hermanito.

Las manos de Sean tomaban una cada nalga de Ian y la estrujaban, su boca mordía en una y en la otra para después lamerlas y besarlas.

Con su boca bajó hasta los huevos de Ian y los lamía, causando corrientes sexuales inimaginables hasta esos momentos para Ian.

Todo un mundo nuevo de experiencias estaba Ian conociendo de la mano, boca, vergas y culos de sus hijos, todo esto superaba a lo experimentado antes; nada podía igualar el sentirse penetrado y penetrar a su hijo.

Sean, tomó su propio pene y colocó la cabeza de frente al ano de Ian y presionó, presionó un poco no más, solo la mitad del glande entró para luego retirarlo, fue una sensación exquisita sentir como ese esfínter estaba listo para ser nuevamente cruzado.

Esta vez, volvió a meter hasta la mitad y esperó; el esfínter presiono su glande y las sensaciones fueron magistrales, el esfínter se dilató y metió el resto del glande y esperó; el esfínter nuevamente presionó, pero esta vez en la zona de la corona y cuando presionaba era fuerte y parejo; sentía como de lo fuerte que ese esfínter apretaba casi le cortaba el flujo de sangre a esa zona.

Al dilatar nuevamente, Sean metió casi tres pulgadas de un solo; Ian al sentir como le entraban ese chingo de pulgadas de grueso tolete, automáticamente empujo su cadera y casi de un solo le metió la pija a Tom hasta su empuñadura.

Tom, lanzó un claro sonido de dolor y fue cuan Ian retiró su verga hacia afuera del culito de Tom, pero él mismo se estaba clavando completa la estaca de Sean de casi 10 pulgada de longitud.

Ian, tiro su cabeza hacia atrás del dolor; Sean la atrapo y con un beso le silencio el grito de dolor y lo convirtió en un grito de placer que se ahogaba en la boca de Sean.

Y de esta forma, Sean marcó la posición de su cadera; para que su padre clavara a Tom hasta dejar casi salida la verga de Sean y saliera de Tom, para clavarse nuevamente el riquísimo pene de Sean.

Ian, sudaba como poseso; la excitación era inmensa y las sensaciones de penetrar y ser penetrado eran inigualables.

Su cabeza daba vueltas, sus movimientos era automáticos; basados única y exclusivamente por lo sabroso que sentía en el culo y en la pija al mismo tiempo.

Se sentía en la gloria, pero también sentía que caía al suelo de lo alto y sabroso que era penetrar a Tom su hijo menor y de lo escandalosamente fuerte y extraordinario de sentir una buena verga entrar en él la verga de Sean su hijo mayor.

Fueron intensos momentos que estaban pasando, los minutos corrían y los tres no querían que acabaran; pero el desenfreno era tal que no podían contener más tiempo el sabroso final.

El primero en acabar fue Ian, su verga creció un poquito más y su grosor alcanzó el máximo; para comenzar a llenar trasero de Tom con su blanca esperma, Tom sintió los movimientos de pija de su padre en el interior y sintió como las paredes del recto eran bañadas con un spray de rica esencia de macho.

Todo esto, provocó que el culito de Ian; diera fuertes apretones a la pija de Sean y Sean sintiera como un ordeño a su paloma, era fenomenal sentir como al entrar o salir el ano de su padre lo estaba ordeñando; pues estaba llenando a Tom de rico semen.

Sean solo aguanto los primeros cuatro apretones cuando comenzó a jadear y rugir como león y tomando a su padre de la cintura, lo atrajo hacia sí para ensartarle completamente y hasta lo más profundo su arpón depositando allí su semen, luego de unos cinco chorros de semen que preñaban a su padre; se recostó en la espalda sudada de Ian y deposito un sinfín de besos en la espalda, hombros y nuca y por último Ian estiró su brazo para atraerlo desde su cabeza, para depositar un delicioso besos en los labios de Sean.

Tom por su parte, estaba debajo de esta montaña de gente; pero los fuertes movimientos de su padre le habían causado una extrema y fabulosa sensación al hacerlo que frotara su verga en contra de la superficie aterciopelada del cobertor de la cama.

Una enorme posa de blanco semen estaba empapando desde su pubis, hasta casi su pecho.

Uno a uno se fueron despegando y uno a uno esos culos quedaron solos, escurriendo semen uno del otro.

Ian, tomó entre sus brazos a Tom y lo sostuvo fuerte y besó su nuca; luego se dejó caer de lado y Sean atrás de su padre.

Sean, también paso el brazo sobre Ian y alcanzó a rozar el brazo de Tom.

Estuvieron en silencio un rato, Tom se volteó y besando a su padre por encima de los labios, muy suavemente le dijo “GRACIAS” estuvo delicioso.

Ian, beso la frente de Tom y girando el cuerpo como pudo, le paso un beso en los labios a Sean y le dijo:”Tu también estuviste fenomenal.

Gracias pá, fue lo único que respondió Sean.

Ian, se levanta y jala los pies de sus hijos y les dice:”Arriba, hay que bañarnos y quitarnos todo esto que nos está saliendo por algunas partes; además: miren como quedo mi cobertor”.

Todos comenzaron a reír, jajajjaj jaajaja a a carcajada limpia; se miraba espantoso.

Ustedes lo lavan dijo Ian, señalando a sus hijos.

Espero les haya gustado este otro relato, ya saben lo de nos nombres y lugares bla bla bla… por los interesados.

Gracias a los que han escrito y valorado los relatos.

Hasta pronto,

LUDAVAGI

Joanve09@gmail.com