MI HISTORIA con mis HIJOS 2

Ian, fue el primero en terminar; su verga salía brillosa de su propio semen, mismo que Ramón sintió tal como un volcán que hacía erupción en su interior y le había sido depositado parte de su lava, en algunos lugares tan profundos que ni siquiera sabía que tenía; Samuel por su parte, recibió todo el líquido esencial de Ramón en su boca; mismo del que no dejo salir ni un mililitro por sus costados, pues era como una ventosa pegada a su objetivo que no dejaba escapar nada.

MI HISTORIA con mis HIJOS 2

El día transcurrió de lo más normal, Ian y Sean no sintieron que nada hubiera cambiado por la forma en que se habían suscitado los hechos en la bañera.

Tom, como siempre se levantó tarde y para variar con una reverenda carpa de circo en los bóxers que llamó la atención de su padre y hermano (en casa todos ellos acostumbran a estar solo en bóxers), a lo que Ian le dijo: “Mira Tom, aquí no quiero payasos, el circo de la ciudad ya se fue”

Jajajajajajja ajajajajaja se desatornillaron a carcajadas tanto Ian como Sean, pero Tom se puso con su mejor cara de enojo mañanero.

Su carpa desapareció y a esto Ian le comentó: “ves como tengo razón, el circo ya se fue” y de nuevo unas carcajadas que a Tom nada le parecieron de buenas.

Jajaja jajajaj ajajajajajajajajajja

Se escuchaba.

Pero a decir verdad, los tres tenían una purrunga morcillona y se notaba en los bóxers de los tres.

Como Ian era tan joven cuando comenzó a tener familia, en verdad se llevaba de maravilla con los chicos; salían a correr por las mañanas, los tres tenían ya la misma talla de pantalón y de zapatos.

Estos chicos sí que eran pie grande, ya usaban talla 42; pero eso sí, unos pies bien formados, dedos impecables, arco bien pronunciado y un talón fuerte, recio.

Hasta en eso eran parecidos a Ian, sus cuerpos similares a tal grado que cuando estaban en la piscina; las miradas se posaban en ellos por parecer un trío de hermanos y no un padre con sus dos hijos.

Las chicas del colegio, le tiraban piropos a Ian y este no decía nada pues algunas de ellas no sabían que era el papá de Sean y Tom.

Para una reunión de trabajo de Tom, invito a sus compañeros a la casa para hacer la tarea allí; era un grupo de 7 chicos que tenían que buscar un sinfín de cosas en la computadora y armar una presentación.

A penas llegar a la casa, Tom los llevó a su cuarto para cambiarse y encender la pc; todos entraron haciendo ruido y retozando como cualquier grupo de adolescentes.

Tom, les dijo que él se quedaría en bóxer porque estaba muy caliente el día y que ellos en casa solo así andaban.

A lo que los invitó a sacarse la ropa y quedar en bóxer también.

Los chavos no le vieron objeción, ya habían estado todos en casa de Tom y sabían que los tres ocupantes de esa casa así andaban normalmente y así fue como cada uno de ellos lucía sus cuerpos, algunos un poco más delgados, otros forniditos y con músculos y otro un poco gordito.

El asunto tenía altas y bajas, todos ayudaban para terminar el proyecto pero estaba difícil, era viernes por la tarde, ya comenzaba a anochecer y no habían avanzado realmente.

Todos acordaron quedarse para terminarlo en la noche o de ser posible el día siguiente, igual; no hay colegio los Sábados, cada uno llamó para el permiso respectivo.

Mauricio, le recordó a Tom que había que decirle a su papá si daba permiso que ese ejército de gente se quedara.

Tom dijo que no había problema con su papá, que cuando viniera le plantearía la situación y todo estaría arreglado.

Así fue, cuando Ian llegó; se encuentra a un grupo de 8 chavalos en cueros (bóxers) y toda esa piel desnuda que estaban haciendo llenar de feromonas masculinas toda la casa desde la habitación de Tom.

Tom se aproximó a su padre para decirle que todos se quedarían y así esperaban terminar el proyecto.

OK, me parece bien; solo que hay que ver como acomodar a toda esa tropa, lo que haremos es llamar por pizzas y así miramos como amanecer.

Ian, entró en su cuarto y al rato salió con un bóxer blanco bien entallado que hacía que luciera un rico trasero y un peculiar bulto en el frente y eso que no lo tenía parado.

Ian, pudo notar como Ramón; un compañerito de Tom que había llegado varias veces a la casa siempre se le quedaba viendo y notaba su mirada escudriñadora dirigida a los atributos suyos.

Esto le hacía sentir un poquito deseado ya que era un niño muy lindo, joven de apariencia muy masculina y un cuerpo que comenzaba a cubrirse de pelos por todos lados, sus piernas parecían forradas con un manto oscuro que contrastaba con lo blanco de su piel.

Su pecho era bien pronunciado, parecía de esas palomas de castilla; sus pezones ocupaban una buena fracción de su pecho, eran grandes aureolas rosadas que saltaban a la vista y notaba que siempre tenía los pezones bien paraditos.

El bóxer de Ramón, se notaba un poquito abultado cuando él lo miraba y eso lo volvía muy interesante.

A Ian, no le han gustado los hombres; de hecho solo ha tenido experiencias cercanas con otro de su mismo sexo al tocar o ser tocado por sus hijos cuando se bañan juntos, se le han insinuado muchos hombres; pero él siempre los ha rechazado.

El ver a los compañeros de Tom o los de Sean en paños menores, no es novedad para Ian; así, a los compañeros de sus hijos, el verlo deambular en bóxers por la casa mientras ellos están; tampoco es novedad, puesto que allí siempre andan así.

El caso es que esa noche, Tom y sus compañeros no descansaron hasta terminar sus labores como a las 3 a.m., habían sacado colchonetas y todos se quedaron juntos en la sala.

Aquella sala, era un reguero de cuerpos formándose a ser hombres; unos ya presentaban sus anatomías como serían en completa formación.

Lo que sí es de orden general en todos ellos, como si fueran escogidos; es que todos debido a las largas prácticas de deportes tenían buen trasero y muy, pero muy hermosas piernas bien desarrolladas.

Ian, en esos días; estaba dando vueltas en su cabeza su último encuentro con Sean en la bañera, no sabía cómo había gozado tanto con su hijo, él no los había tomado nunca como seres sexuales, solo eran sus hijos.

Un par de hermosos muchachos que estaban volviéndose hombres a pasos agigantados.

Sus compañeros envidiaban la vida abierta que tenían en la casa junto a él, les proporcionaba espacio suficiente para que se desarrollaran y que al par sus amigos lo hicieran con ellos.

A eso de las 4:15 a.m., Ian se despertó esa madrugada, necesitaba agua y fue a la cocina por un poco.

Al pasar por la sala, tenía que saltar esos cuerpos que estaban tendidos unos en las colchonetas y el resto en la alfombra.

Más de un par de ellos se abrazaban o tenían las piernas entre lazadas por efecto de los movimientos del dormir, sus dorsos se veían hermosos a contraluz que entraba por la amplia ventana de la sala y que dejaba filtrar la luz de la luna que se mostraba plena y relumbrante.

Vio como la verga de Tom y la verga de Douglas, se mostraban bien rígidas y crecidas debajo de la tela de los bóxers de Tom y del biquini de Douglas, a Douglas casi se le salía por el pequeño costado en donde estaba alojada la cabeza de esa verga que era mucho mayor a las expectativas de un chico de 17 años y que asomaba por debajo de las costuras laterales parte de la contundente gran salchicha gruesa que se cargaba.

Era una pija muy gruesa, no importaba su largo; lo grueso era impresionante, al grado que Ian se detuvo unos momentos para verla bien, supo que era mucho más gruesa que la suya, sería un sueño muy sabroso el que tendría en esos momentos Douglas que su verga tenía leves movimientos de sube y baja por debajo de la tela de su minúsculo biquini.

Todos los cuerpos estaban bien formados, hasta el de Fabian; que era el más gordito de todos, pero no era obeso; era más bien un chico relleno pero marcado, de esos tipo osezno; pequeño pero con ganas de llegar a ser un sabroso oso alfa.

Las nalgas de Ramón y las de Sebastián, sobresalían del resto; eran bien paradas y redondas y se notaban bien duritas.

¿Pero que estoy pensando? Se dijo Ian, a mí nunca me han atraído los hombres; sin importar lo guapos que sean, Yo no soy gay, se dijo a sus adentros.

Pero al continuar su marcha a la cocina, no pudo dejar de sentir como su propia pija había cobrado algo de tamaño y grosor al haber observado todos esos cuerpos tirados en el suelo de su sala y algunos de ellos medio entrelazados por estar durmiendo a la par.

Al retornar a su cuarto, no pudo dejar de volver a ver la verga de Douglas que luchaba por salir al costado de la diminuta prenda que lo sostenía; pero en esta ocasión pudo ver algo que no había notado y era el hecho que Mauricio dormía a la par de Samuel que dormía boca abajo y Mauricio estaba tumbado sobre el costado de Samuel, con una de sus piernas sobre las piernas de Samuel; quedando una de ellas en medio de las de este y su pubis se situaba exactamente en la raja de Samuel.

Este cuadro sí que lo hizo reaccionar, su verga brincó de un solo de morcillona a bien templada; era un cuadro erótico que su mente estudio al detalle y hasta podía imaginar cómo se sentiría lo abultado de esa cola tan rica y paradita que se notaba en Samuel, el más delgado de todos; pero el más fibrado de cuerpo a la vez.

Las largas piernas de Samuel, le daban una silueta espectacular cuando deambulaba por la casa en sus ajustados bóxers que acostumbraba a usar; su culito era pequeño, pero muy bonito y eso lo había notado ya tiempo atrás.

Sabía que Samuel tenía también, la verga más grande de todos ellos; Tom en son de bromas contando en casa lo había dicho en varias ocasiones, solo se imaginó siendo él mismo en el lugar de Mauricio.

Su pija comenzó a gotear de solo sentirse sobre Samuel en su mente y poder pegar su verga a tan sabroso culo.

En eso estaba observándolos, cuando vio como Mauricio aún dormido se acomodaba más sobre su compañero con un leve movimiento de caderas frotándose y colocando su brazo sobre parte de la espalda de Samuel y este ni se inmutaba de ser disfrutado en sueños por su amigo.

Ian, no aguantó más y casi corrió a su cuarto en donde al solo entrar; su bóxer salió disparado de entre sus piernas y cayendo en la cama comenzó una formidable pajeada a ese su rabo que no tardó en sucumbir con un imponente chorro de sabrosa esperma, blanca, caliente y sabrosa, sí; sabrosa, porque cuando estaba acabando; al estar jadeando, un buen trallazo de esa leche le calló en su boca y cara y pudo saborear su propia esencia.

Aunque la pajeada, fue una de las más cortas de su vida; también fue una de las más sabrosas recordando ese culito de Samuel, siendo amenazado por la verga de Mauricio.

La mañana llegó y la luz tempranera despertó a Ian, salió de su habitación; para preparar el desayuno de toda la tropa que tenía esa mañana en casa.

Todos dormían aún, Mauricio dormía de costado y Samuel por su lado estaba boca arriba y se notaba su verga camuliana a un costado en su ajustado bóxer.

El resto como buenos adolescentes no dejaban de tener algunos de ellos una buena carpa mañanera.

Eso era digno de fotografiar y retrocedió a su cuarto por el celular y no tardó en tomar dos que cuatro fotos para después disfrutar.

Volvió a pensar que algo raro le estaba ocurriendo al tener esos pensamientos.

Fue directo a la cocina con su cell en mano, comenzó a preparar abundantes panqueques, café, jugo y miel.

El aroma iba levantando uno a uno a todos los compañeros de Tom y comenzaron a llegar tal como habían dormido todos, en ropa interior.

El espectáculo en esa casa era fenomenal, un bien nutrido grupo de hombres jóvenes y hermosos casi desnudos reunidos en la mesa de comedor, en la cocina y algunos apurándose unos con otros en su turno del baño matutino.

En eso estaban, cuando alguien desde la sala preguntó; “Ian, Ian, podemos poner un cd de estos suyos en el DVD?, Ian sabía muy bien que eso significaba que habían amanecido con las pichas bien paradas más de uno y querían hacerse una buena paja viendo una peli porno de las que él tenía; a lo que les respondió que sí, que no hay problema.

La película fue puesta, por lo que escuchaba Ian; se trataba de una en la que una mujer tiene un hostal en el que solo se reciben a hombres y la única mujer permitida allí es ella.

Los chicos le tenían confianza a todo esto, todos ellos eran de dar la mano y tomar el codo; tres estaban en el sofá con las vergas al aire y los bóxers en los tobillos, eran unos zafados.

Todo esta confianza, la ganaron en una ocasión hace un par de meses en la que Tom los llevó para una carneada en el patio en la que al llegar la noche este mismo grupo se quedó a pasarla bien en una piscina de las grandotas que habían montado y pensando que Ian llegaría hasta al día siguiente, por un trabajo que andaba realizando; por lo cual se tomaron la ligereza de sacar el plasma y la DVD para ver porno en el agua en pelotas.

Susto de todos ellos que por la puerta del jardín, entra Ian a eso de las 11 de la noche y los mira empelotados, cascándosela algunos y otros ya en cuestiones mayores.

Unos se la chupaban en un 69 y otros se pajeaban juntos.

Sus hijos estaban sentados en unas butacones con las piernas abiertas y dos de sus amigos mamándoles las vergas hasta hundirlas al fondo de la garganta.

Menudo susto, pero Ian comprendió que era parte del conocer su sexualidad en los jóvenes al hacer estas cosas y solo les dijo que tuvieran cuidado con lo que hacían, que fueran responsables y usaran condón si tenían sexo, pues podrían transmitirse una infección si lo hacían por la vía anal.

Esa noche, fue un padre para todos ellos al dar todo tipo de recomendaciones.

Y no pensó que nada de eso se volviera a dar, pues creía que era un capítulo aislado de la vida de estos chicos.

Al salir de la cocina y ver que hacían fila unos en la puerta del baño, les ofreció utilizar el del cuarto de él y les dijo que no había problema; que podían utilizar los baños de par en par o los que cupieran pues el espacio es amplio en ellos y así ahorran tiempo.

Entraron unos al cuarto de Ian y otros en el baño general y siguieron las instrucciones de Ian de usar el baño juntos y así ahorran tiempo •y agua”.

Los chicos salían de los baños totalmente desnudos y haciendo bromas, tocándose las nalgas, las pijas; golpeándose en los huevos para ver las caras de dolor del otro y así continuaron durante un largo rato.

Ian, se había quedado en la sala y podía verlos salir del baño general y de su cuarto y como todos ya estaban bañados y desnudos.

Ian no dijo nada, se quedaba viéndolos como retozaban como niños de 5 años; sin prejuicios de estar desnudos.

Allí fue cuando pudo comprobar que los cuerpos de otros varones le atraían, allí fue donde pudo ver lo hermosa que es la anatomía de los hombres y lo perfecto de ese cuerpo humano llamado macho de la raza humana.

Los penes de los chicos colgaban como péndulos al viento, sus huevos rebotaban como pelotas de pin pon y sus músculos se tensaban a medida corrían o se tiraban al suelo en un forcejeo.

Aquello era todo un espectáculo, sus culos salían al aire; para volver ser ocultos por las portentosas carnes que eran sus traseros.

En ocasiones sus piernas se entrecruzaban para querer someter al contrincante de lucha y sus cuerpos se pegaban uno contra el otro, sus manos agarraban bien un brazo, una pierna, un glúteo e inclusive los huevos y la verga del otro con tal de intentar ganar en fuerza y sometimiento.

En una de esas, Tom estaba luchando con Douglas y Tom quedó sobre la espalda de Douglas de tal forma que su pija se acomodó en la mera raja del trasera de su adversario y así estuvo por más de 30 segundos para intentar una llave que lo inmovilizara; pero fue imposible retenerlo y Douglas al soltarse le realizó la misma maniobra a Tom.

Douglas, era un poco más fuerte que Tom y someterlo no le fue tan difícil; esta vez, fue la verga de Douglas que estaba en la mera raja de Tom y con la fuerza que ejercía para dominarlo y los esfuerzos de Tom por zafarse, el pecho de Douglas se fue acomodando sobre la espalda de Tom y sus cuerpos se fueron alineando de tal forma que quedó totalmente situada la verga de Douglas en el trasero de Tom a sabiendas de Ian que Tom en ese momento estaría sintiendo la gruesa verga de Douglas, aún sin empalmarse; pero sí un poco morcillona.

En ocasiones, a razón del movimiento de ambos; Ian podía ver como la verga de Douglas iba tomando consistencia y se volvía más grande y gruesa.

Tom, por su parte seguía intentando zafarse de aquel abrazo que lo estaba aprisionando boca abajo contra la alfombra que en momentos la verga de Tom salía también hacia atrás debido a los movimientos que hacían y el levantamiento de los cuerpos de forma lateral en los intentos y forcejeos de lucha.

Ian, pudo ver que la verga de Tom; también estaba un poco más grande, no sabía si era por el restregarla contra la mullida alfombra o era por el trozo de carne que sentía pegado a su trasero y que se frotaba contra el.

Pudo ver, como su hijo Tom estaba dejando de luchar; para rendirse a su dominante amigo que lo estaba logrando someter a punta de fuerza y las piernas de ambos estaban entrelazadas, la ingle de Douglas estaba exactamente sobre el trasero de Tom y la verga de Douglas ahora salía hacia atrás completamente empalmada, mostrando un tronco exageradamente grueso y una cabeza redonda roja y despidiendo un leve hilo de líquido transparente que comenzaba a embarrar la raja de Tom.

En un movimiento de Douglas, su verga se acomodó a todo lo largo de la zanja, entre las nalgas de Tom sin llegar a penetrarlo y hundiendo su cabeza en el costado del cuello de Tom realizó un suave movimiento de pelvis gozando de su posición superior y haciendo que su pija gozara de las protuberancias de ese sabroso culo que su hijo Tom tenía como trasero.

Ambos amigos estaban muy quietos, disfrutando de los placeres de ser vencedor y poder someter a su adversario de lucha a su entera disposición.

Tom, dio una sacudida como último esfuerzo de zafarse de aquel abrazo y de aquella pija que se tendía a lo largo de su trasero y que comenzaba a moverse en un vaivén que lo que hacía es saborear para su dueño lo apetitoso que era ese culazo virgo.

Por toda la casa había situaciones similares, incluso en la entrada del cuarto de Ian que estaba justo frente a la sala; habían dos de los chicos, Mauricio y Sebastián que estaban trenzados en una llave de piernas uno contra el otro, con la cual ambos tenían sus caras pegadas a las bolas de su contrario y sus labios fruncidos servían como descanso para estas.

Las manos de ambos estaban queriendo abrir las piernas del otro y en esas estaban cuando Mauricio llevó su mano a la raja de Sebastián y comenzó a querer entrar por allí.

Sebastián, apretaba las piernas y sus glúteos para evitar que algún dedo le pudiera romper la protección que cubría su ano.

La mano de Mauricio no lograba la entrada, pero Mauricio; ensalivó uno de sus dedos comenzó a dedear a Sebastián y este forzosamente tuvo que terminar el suplicio en que tenía sometido a Mauricio.

Siguieron luchando y esta vez fue Sebastián, quien sometiendo boca abajo a Mauricio; lo tenía como hecho un nudo con las piernas, exponiendo su trasero y el agujero de su ano y no dudo ni un minuto en comenzar a ensalivar rápidamente su dedo medio y apretarlo en contra del agujero del ano de Mauricio.

Mauricio, gritó un NOOOO; pero Sebastián le dejo ir hasta la mitad de su dedo medio y las manos de Sebastián eran grandes y gruesas.

Estando así, Mauricio se desplomó y dejo de luchar; Sebastián ahora inició un mete y saca de su dedo en el ano de su amigo y beso tiernamente su espalda.

Por su parte, Tom seguía con la verga bien para de Douglas; pegada a su trasero y como las piernas de Douglas se enredaban con las de Tom y lo forzaban a abrirlas, Tom no tenía su trasero en las mejores condiciones que digamos y fue cuando Douglas con uno de sus movimientos largos; colocó la verga en posición, con la cabeza justo en el ano de Tom y con un poco de esfuerzo la tenía bien presionada en la entrada de ese orificio anal.

Ambos tenían sus cuerpos completamente sudados, el sudor se miraba como pequeñas gotas que brillaban con el reflejo del sol que les pegaba y comenzó a servir como lubricante para que con otro movimiento lento de Douglas, la mera puntita de su glande se volviera a posicionar en la entrada del ano de Tom; pero esta vez un poco más adentro.

El esfínter de Tom no se miraba, pero si como aquel capullo se iba perdiendo en el interior de ese cuerpo y como en un momento; las piernas de Tom se relajaron, los músculos de sus nalgas aflojaron y todo el glande de Douglas entró en Tom.

Tom, apretó sus dientes en un gesto de dolor; su cabeza se estiró hacia atrás y Douglas beso el cuello de su amigo en frente del padre de este.

Ian, al ver tal acción; llevó su mano a su propio paquete y se sobó.

Su verga había crecido al máximo y se sentía dura y firme.

Douglas, comenzó a moverse suave y rítmicamente para lograr traspasar completamente esa frontera en la cual estaba desvirgando a su amigo y lograba desvirgar ese ano con una verga gorda y redonda como un buen cilindro que a su vez era una pija virga, que perforaba a otro por primera vez; nunca, ni siquiera con una chica había tenido relación alguna.

El culo de Tom, era el primer culo que probaba y le estaba gustando a montón.

Ese culo de Tom, estaba bien cerrado; le apretaba como guante de látex que se adhería a su miembro grueso y cabezón.

Douglas, podía sentir como se abría paso dentro de la gruta del amor de Tom, sentía los pliegues internos de este macho hermoso que ahora comenzaba a gozar con su troza masculina dentro de sí.

Douglas pudo sentir, como su pija se iba pelando a medida entró en el trasero de Tom y como se descapulló del todo al estar dentro; su glande rozaba todas las paredes interiores de su amigo, de su amante y sentía el placer de retirarse y devolverse en su interior sin sacar del todo su mástil dentro de tan preciada cavidad.

Sus cuerpos comenzaron un movimiento sincronizado del cual Ian nunca apartó la mirada, sus ojos no querían parpadear para no perder el segundo en que su hijo menor se abría paso en el mundo sexual; debutando con uno de sus mejores amigos y con una de las más gruesas vergas que hubiera visto Ian en su vida.

Eso es ser un macho completo, aguantar esa enorme verga en su trasero y todavía disfrutarlo a lo grande como lo estaba haciendo Tom.

Ian no soportó mucho tiempo, la excitación de ver tan buen sexo en personas que comenzaban a disfrutarlo con fervor.

Mmmm, Ian sintió que comenzaba a lanzar su semen y solo se arrodilló al par de Ton y Douglas y desparramó todo sus jugos de macho en la espalda de Douglas, bañándolo de una de las mejores esencias masculinas que hay.

La de un macho vigoroso y bien dotado, que era padre del amante que estaba disfrutando debajo de él.

Ian, aún con la pija en la mano a medio sacudir; vio como algunos de los muchachos estaban siendo ensartados al igual que Tom y la mayoría era la primera vez, se podía adivinar; pues los grandes gemidos de dolor al inicio indicaban que estaban siendo invadidos sin conocimientos de lo doloroso o sabroso que puede ser una mala o una buena y correcta penetración.

Al llegar a su cuarto, Ian desde la puerta vio como dos de ellos estaban haciendo un 69 sabroso, eran Samuel y Ramón; sus cuerpos se juntaban con completa simetría, sus cabezas sostenían en las bocas la verga del otro con total glotonería y sus ojos cerrados, lo hondo que introducían las pijas en sus bocas, haciendo suponer que traspasaban la campanilla y un poco más a consecuencia de la cantidad de saliva que liberaban para que resbalara muchísimo mejor.

Caminar, desde la puerta hasta su cama; a Ian le pareció una eternidad, pues estaba absorto viendo cuan profundo entraban ese par de pijas largas en las bocas de cada uno de ellos.

La pija de Ian, se volvió a parar dentro de sus bóxers y sintió la necesidad de meterla en algún lugar.

Samuel estaba boca arriba y Ramón boca abajo, dejando el culito bien parado a cada movimiento de entrar y salir y como quedaba al lado de la orilla, Ian lo miró bien peludo y sabroso, era un culito que los norteamericanos llaman buble ass, por paraditos y redonditos, realmente sabroso si le agregamos una fiambrera de pelos que lo resguardaba.

Abajo la cara de Samuel que abría su boca para recibir el rabo de Ramón y ahora Ian se unía a la pareja al comenzar a lamer las nalgas de Ramón y con las manos separarlas para que su boca buscara esa raja deliciosa, apetitosa que pedía ser lamida y saboreada.

Ian no se hizo de rogar, su lengua pronto entroncó ese nido de amor, esa colmena de sabores de macho joven y juguetón.

Samuel, miró como la boca de Ian se pegaba al culo de su amigo y comenzaba a lamer y saborear todo lo que él ya había olido y saboreado antes; sabía de más que era sabroso estar allí, estar hurgando ese culito virgo de Ramón, ese culito rosadito pero protegido con una espesa mata de pelos que lo colmaban y que cuando eran traspasados; brindaban el más sabroso de los platos masculinos que habían en casa.

Ramón, bramaba de lo sabroso que estaba sintiendo, una lengua experta y potente en su culo y otra verga que le succionaba la pija como si su dueño fuera ternero de año, hambriento de leche que urgía succionar.

El culito de Ramón, se abría a los lengüetazos de Ian y pronto estaba bien dilatado, húmedo y acostumbrado que Ian no se hizo esperar, para quitarse la única prenda que llevaba y colocar su pija en esa entrada estrecha pero invitadora a ser utilizada por primera vez.

El ano de Ramón, parecía tener vida propia; abría y cerraba por sí solo y en una de esas el glande de Ian se posicionó en su entrada, para en la siguiente oportunidad comenzar su ingreso, comenzar el rompimiento de ese culito virgen que se ofrecía a su gran mazo de carne.

Ya casi todos habían tenido su cuota sexual y solo estaban en el cuarto este trío que tenía aún mucho por dar.

La pija de Ian, se ofrecía sabrosa al estar en la entrada de tan hermoso trasero; era un cuadro digno de un bacanal romano, dos jóvenes entrelazados entre sí, junto a un adulto joven aún que ofrecía dar el mejor de los regalos que se le puede dar a un novato: Ser iniciado por un macho hermoso, masculino y bien dotado como lo es Ian.

La pija de Ian comenzó su camino al interior de Ramón y este levantó de forma autómata su cabeza, dejando fuera de su boca la verga de Samuel.

La pija de Samuel apuntaba al cielo, firme, recta como péndulo que levitaba contra la gravedad de la tierra, pues la roja cabeza era como un cono indicador de placer.

Ramón al tirar su cabeza hacia atrás e intentar gesticular algo que se convirtió en un gruñido de placer y dolor, por la tranca que le estaban clavando hacia sus profundidades; aqueo toda su espalda y clavó hasta lo más profundo de la garganta de Samuel su propia verga, haciendo que Samuel tuviera que estirar también su cabeza para dar paso por completo a ese otro mástil de carne que se alojo en su garganta.

Ese si era un espectáculo, un trío que mamaba, culeaba y se dejaba culear; gozaba todos y cada uno de ellos con lo que el otro de propinaba.

Sus cuerpos brillaban de sudor y sus frentes perladas de un sudor que poco a poco descendía por sus rostros y formaban cataratas que solo rivalizaban con las formadas en las espaldas de Ian y Ramón que se volvían pequeños riachuelos de placer al saborearlos o palparlos, para luego esparcir en todas sus anatomías.

Ramón seguía bufando a cada estocada que Ian le daba, su sueño se había hecho realidad; tenía al macho alpha de esa casa en lo más profundo de su ser.

Casi a media hora de lucha sexual, sus cuerpos comenzaron a convulsionar de gozo, placer y estallando sus vergas en sabrosos chorros de caliente esperma fueron rellenando los agujeros pertinentes, para dejar huella imborrable en las mentes de cada uno de los tres, del momento en que habían sido mamados y cogidos con basta sexualidad.

Ian, fue el primero en terminar; su verga salía brillosa de su propio semen, mismo que Ramón sintió tal como un volcán que hacía erupción en su interior y le había sido depositado parte de su lava, en algunos lugares tan profundos que ni siquiera sabía que tenía; Samuel por su parte, recibió todo el líquido esencial de Ramón en su boca; mismo del que no dejo salir ni un mililitro por sus costados, pues era como una ventosa pegada a su objetivo que no dejaba escapar nada.

La verga de Samuel, lanzó todas sus descargas sobre la cara de Ramón y algunos de ellos llegaron más arriba de su cabeza y al volver a caer, pareciera que habían sido expulsados chorros de semen desde una fuente que en vez de agua, brindara semen para el sediento de sexo y amor.

Los tres cayeron exhaustos y sudorosos, en la puerta se escucharon aplausos y silbidos como si de un espectáculo de Broadway se tratara.

Los chicos, habían estado observando el acto final; el punto culminante de esa gloriosa mañana, ver a Ian por primera vez en acción.

Espero haya gustado, nombres y lugares en ocasiones cambian; para protección de los interesados, ya saben: bla bla bla bla…

Hasta pronto y gracias por la cantidad enorme de emails recibidos, en donde expresan su agrado o desagrado, lo que agradezco una y mil.

LUDAVAGI

Joanve09@gmail.com