Mi historia con mi novia - 6

Andrés empieza a mover sus piezas con Carmen, aunque las cosas con respecto a Marta se complican, aumentando el deseo que siente hacia ella

MI HISTORIA CON MI NOVIA - 6

Viendo como estaba Marta de mosqueada con esta situación tan repentina con su hermana Carmen, decidí hablar seriamente con esta y con Olga al día siguiente, al final Marta terminó durmiendo con su hermana Olga en nuestra cama por sus cojones. Yo intente largarme a la otra habitación para evitar que estallase una guerra pero Marta amenazo con que si yo me tenía que mover de la cama por culpa de lo que Carmen dijese, a ella sería la última vez que la veríamos en casa. Al final fue Olga la que puso orden, se levanto de la cama acordándose de los muertos de todo el mundo y mando a Carmen a dormir a otra habitación, acompañándola para que se acostase. No sé qué hablarían o no porque Olga volvió, hizo que Marta se tumbase en su lado poniéndose entre los dos y después se termino acostando abrazándose a mí. Por la mañana desperté con Olga abrazada a mí y Marta abrazada a ella.

No sabía qué era lo que sospechaba exactamente Marta que sucedía o que pudiese estar sucediendo entre nosotros dos, Olga y yo, con su hermana mayor, pero lo que estaba claro es que algo sospechaba que algo sucedía y conociendo a Marta no lo dejaría así tan fácil de ninguno modo. O por lo menos no hasta haber dado con algún tipo de explicación, por peregrina o estúpida que pudiese parecerle y muchísimo menos después de lo de esa noche. Tanto ella como Carmen se fueron a medio día de nuestra casa después de quedarse ambas a comer con nosotros. Desde que se levanto hasta que se fue, la tierna Martita estuvo de lo más pegajosa conmigo, pero siempre era cuando su hermanita Carmen estaba presente mirando… al final tuvo que ser de nuevo Olga la que pusiese orden entre ambas porque cada dos por tres se volvían a enzarzar.

Ese mismo Lunes y Martes, casualmente me encontré a la salida del trabajo a Marta, que se había auto invitado a cenar conmigo y con Olga. No hacía falta ser ningún genio para darse cuenta de que cuando Marta entro en casa conmigo, esperaba que por algún sitio apareciese su hermana Carmen, pese a que por indicación de ambas mujeres, ella y yo parecíamos seguir en plena guerra, algo que tras lo de esa noche me daba en la nariz que con Marta no colaba. Veréis, a lo largo de toda esa semana, me di cuenta de que Marta cada vez que Carmen y yo teníamos una discusión, o un conato de bronca, permanecía seria y callada en contra de su reacción habitual antes estos hechos. Si antes hacía de bombero, ahora no intervenía, se limitaba a observarnos con el ceño excesivamente arrugado para mi gusto y los brazos cruzados, viéndonos a los dos discutir.

Olga y yo no teníamos problemas para follar o para hacer el amor, según nos apeteciese en cada momento, pero Carmen tenía el problema de que no podía disponer de mi siempre, cuando o como ella quería. Para terminar de arreglarlo su hermanita Marta casi nos pilló, dejándonos a medio polvo, y desde ese momento no parecía quitarnos ojo a ninguno de los tres, especialmente a ella y a mí. Intente convencerlas de dejarlo correr por un par de meses como mínimo, reunirnos sino en algún hotelito en lugar de en casa, al menos hacerlo así hasta verificar que a Marta no le seguíamos interesando del mismo modo, ya que os aseguro que parecía un perro de presa la cabrona, no perdía comba. Pero no tragaron con la idea, según las dos lo de Marta no era para tanto, según ellas solo era una cría que se había enfurruñado y a la que ambas le habían consentido en exceso... De verdad que me parecía mentira, tan listas para unas cosas y tan torpes para otras, lo de la cría desde luego se lo creerían ellas dos, porque Marta de cría nada, y no me refiero a físicamente mal pensados.

El martes de la siguiente semana, Olga me dijo que el miércoles, día que yo por circunstancias en la empresa libraba, se pasaría por casa Carmen, más o menos a medio día. Intente que entrasen en razón y que mejor nos viésemos en algún otro sitio, un hotel por ejemplo, pero no hubo manera. Ni pensaban gastar dinero de forma estúpida y Carmen según ella estaba muy necesitada de su macho... lo que pese al riesgo que veía no diré que no se me alzaron las plumas como a un pavo real. Olga por su parte me dijo que no pasaría nada y que ella personalmente estaba muy caliente pensando en follar conmigo después de su hermana, incitándome y poniéndome también cachondo perdido al ir paso a paso contándome lo que tendría con ella después de despachar a su hermanita mayor, lo que pensaba hacerme para que olvidase lo sucedido con Carmen. Si me preguntáis no sabría decir a cual de ambas hermanas la daba más morbo follar conmigo sabiendo que también follaba con la otra y que esta además lo sabia... creedme que no sabría decirlo... o ya puestos yo mismo de saber todo esto.

El miércoles prepare algo ligerito de comer para entrar en calor los dos, fue trabajo desperdiciado. Carmen apareció en mi casa deslumbrante, con un largo abrigo que se quito según entro y yo cerré la puerta, dándose la vuelta al llegar al centro del salón, puso sus manos en las caderas y me dijo...

- Carmen : Venga semental, a que esperas para montar a tu yegua...

No os lo creeréis, o más bien si, pero mi polla se puso durísima en el acto, sobre todo cuando bajo el abrigo no llevaba nada, iba totalmente desnuda, con los pezones como escarpias de tiesos... Me quite el vaquero que llevaba junto con el bóxer, dejando mi polla al aire, después de eso empecé con mi camisa, pero al llegar aquí fue ella misma quien me ayudo con ella, desabrochándome los botones mientras me besaba, lamia y daba mordisquitos en el pecho.

Carmen empezó a empujarme suavemente camino de la habitación, estuvimos acariciándonos y besándonos todo el camino hasta el momento de llegar allí. Una vez en ella, me empujo sobre la cama subiéndose encima mío, cogió mi pene y lentamente se lo fue introduciendo en su interior...

- Carmen : ¡¡¡Ahhhhhh!!! Que gustoooooooo... así, así, asiiiiiiii... por favor no te muevas, espera un momento... ahhhhhhggggggg.... siiiiiiiiii.... ya está dentro del todo... joder que buenoooooooooo (Empezó a moverse lentamente sobre mi) Como te echaba de menosssssssssssssss…

Cabalgaba con suavidad, son sus manos apoyadas en mi pecho, con sus ojos clavados en los míos, con los labios húmedos y entre abiertos, invitando a ser besados, a ser devorada toda ella. También me di cuenta de que esta Carmen no era la misma hembra hambrienta que me había follado anteriormente, por lo que decidí cambiar un poco la situación entre ambos e intentar avanzar en mi propio interés. Le fui dejando hacer hasta que me di cuenta que estaba empezando a excitarse en demasía, alcanzando el orgasmo en nada de tiempo de seguir así, de modo que intervine para evitarlo.

Aproveche que estaba completamente libre y descansado para derribarla quedando yo sobre ella, pero todo esto sin salirse mi polla de su interior. Estaba debajo de mí completamente ensartada, enseguida empecé a moverme lentamente dentro de ella. Lo primero que hice fue buscar sus labios con los míos, para después seguir besándola en el cuello, las orejas, los hombros, los pechos... poco a poco empecé a hacerle el amor. Cuando noto lo que sucedía se puso muy seria, o por lo menos lo intentó... entre jadeos de placer…

- Carmen : Ahgrrrrrr... se puede... ahhhhh... saber... que..... ahhhhh meeeeee haaacesss...

- Andrés : Nada... solo... el amor...

- Carmen : (Entre jadeos) Pero eso... no... entraba... en lo que... ahgrrrrrrrr (Le retorcí levemente los pezones con los dedos) se decidiooooooo... con Olgaaaaaaaaaa... ahhhhhhhhhhh... Peroooooooooo…  sigue joder… sigueeeeeeeee....

Aproveche esa situación suya de descontrol para correrme en su coño tras alcanzar el orgasmo a la vez que ella. No me retire después de correrme, seguí en la misma posición mientras la besaba y le mordía los lóbulos de las orejas manteniéndose todavía a duras penas mi polla dentro de ella, aunque no tardo en salirse.

- Carmen : Andrés, déjalo un momento por favor... (Le costaba concentrarse debido principalmente a mis besos y caricias, también al hecho de que era superior a ella y no paraba de devolvérmelos) por favor, tenemos que hablar de esto que ha ocurrido...

- Andrés : ¿Entonces no te ha gustado? (Seguí con mis besitos)

- Carmen : Claro que me gusto... como no me va aaaaahhhhhh.... (Acababa de poner mi mano sobre su coño de nuevo) gustarrrrrrrrr...... arghhhhhhhh

- Andrés : Quiero a Olga, amo a Olga, pero tú eres su hermana, no una cualquiera... aunque yo sea de Olga, no por ello pienso dejar de tratarte como la mujer que eres, y como a tal, unas veces te follare y otra haremos el amor... (Saque mi mano para situar de nuevo mi polla en su entrada) como... (Pegue un empujón metiéndosela hasta el fondo) ahoraaaaaaaaa... arghhhhhhhhhh... que gustoooooooo... que me das cuñaditaaaaaaa…

- Carmen : Arghhhhhhhhhhhhhhh... siiiiiiiiiiiiiiii... asiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.... masssssssssssss.... fuerteeeeeeeeeeeeee... arghhhhhhhhhhhhhhhhhhh.....

- Andrés : Tomaaaaaaaaaaaaa.... (Esta vez aumente la velocidad y fuerza de las embestidas)

- Carmen : Soyyyyy... tu putaaaaaaaaaa... arghhhhhh.... siiiiiiiiiiiiiii....

- Andrés : No... no lo eres... eres mi hembraaaaa... ahhhhhh (seguía empujando con todas mis fuerzas) mi amanteeeeeee... ahhhhhhh (Empecé a besarla entre confesiones) y una de.... ahhhh... mis.... mujeressssssss....

Estuve como veinte minutos hablando con ella mientras me la follaba sin dejar de comerla a besos mientras tanto y entre medias. El punto culminante fue cuando justo antes del orgasmo le pregunte si también le gustaba hacer el amor conmigo, y no solo follar como animales... junto con su escandaloso "si", alcanzo un orgasmo intensísimo, momento en que también me corrí dentro de ella de nuevo cayendo luego a su lado, quitándome de encima suyo. Permaneció un rato acostada a mi lado, luego se giro para quedar abrazada a mí con su cabeza contra mi pecho mientras hablábamos, aunque de vez en cuando nos dábamos pikitos...

- Carmen : ¿Cómo se tomara Olga el que me hagas el amor?...

- Andrés : No muy mal una vez que comprenda de lo que se trata...

- Carmen : Y según tú, ¿de qué se trata?

- Andrés : De tratarte como la mujer que eres, y no como una zorra cualquiera como pretendéis vosotras dos... ¿o te gustaría que ahora mismo para compensar esto que hemos hecho me incorporase, te diese la vuelta y te destrozase el culo?

- Carmen : (Note como se estremecía ante mi idea) No, lo cierto es que no, me gustaría seguir saboreando estas sensaciones... esto de ahora mismo no lo cambiaria ni por el mejor sexo salvaje del mundo... es... algo especial... (Se sonrojo un poco)

Le alce la cabeza para que me mirara al contestarle, con cariño retire unos rizos de su cara para evitar que le molestase, lo que me gano un beso en los labios de su parte. La hice voltear quedando yo de nuevo encima suyo, le mire fijamente a los ojos, entonces le dije entre besito y besito…

- Andrés : Mira Carmen, Olga es Olga y siempre será especial para mí, es la mujer de la que estoy enamorado, la mujer a la que quiero. Pero tú eres su hermana, mi cuñada… (Riéndome) quizá un poco cabroncilla si que has sido, si… (También ella estallo en risas con eso) pero pese a todo quiero darte todo lo que pueda, sexo duro, sexo cariñoso, pero sobre todo, quiero ser tu hombre además de tu macho… ¿te parece bien lo que pretendo?

Carmen no me dijo ni palabra, simplemente hizo que me quitase de encima suyo, pensé que la había cagado con esa estúpida idea que había tenido, pensé que quizá único que Carmen quisiese de mi era sexo, más o menos duro, pero sexo y punto, nada más que eso. Pero para mi sorpresa me hico voltear, quedando tumbado bocarriba de nuevo, entonces se puso de lado y empezó a chuparme la polla. Estuvo chupándomela durante un buen rato, lamiéndola de arriba a abajo y a la inversa, chupándome los huevos, metiéndose todo lo que pudo mi pija en el interior de su boca, no para hasta que me corrí en su garganta entre jadeos y gemidos del agónico placer que me estaba proporcionando. Cuando termino se incorporo, quedando tumbada sobre mí con intención de hablar, algo que no le permití, le pegue un morreo escandaloso pese a tener restos de mi semen aun en su boca…

- Carmen : Espero que mi respuesta te haya gustado… acepto el ofrecimiento, seré tu amante, tu hembra, tu puta y una mujer para ti… Solo espero que seas consciente que pese a todo esto, mi matrimonio está por encima de… (La impedí seguir con un beso en los labios que me devolvió)

- Andrés : Perfectamente claro… pero prepárate, porque la próxima vez que nos veamos, quizá no quiera en mi cama a la mujer, sino a mi putita o a mi hembra…

- Carmen : La próxima vez… me tendrás a mí en persona, que para ti soy y siempre seré todas esas a la vez si hace falta…

Me abalance sobre ella con la sanísima intención de esta vez, follàrmela bien follada, pero lamentablemente no pudo ser debido a que se nos había echado el tiempo encima. Por lo que me dijo le había salido un compromiso de última hora con su marido y no podía escaquearse más tiempo. Antes de abandonar el piso me pego un morreo de aúpa, me metió su lengua casi hasta las amigadlas para despedirse.

Cuando llego Olga a casa quiso que le explicara todo lo sucedido con pelos y señales, algo que hice mientras me la follaba, empecé a contarle todo lo que paso y hable con su hermana en el mismo momento en que le perfore el culo de una sola estocada. Una de las cosas que sabía de Olga, es que follando era mucho más manejable y accesible a las peticiones que pudiese hacerle, también que luego aunque si no le gustaban procurara renegociar, no se retractaría de lo que hubiese aceptado.

Me costó lo mío dar la talla con Olga después de lo de su hermana pese a lo que me estaba excitando con ella mientras le contaba todo. Logre que se corriese en tres ocasiones, yo lo hice en dos o más bien solo el gustillo porque de leche casi nada, una en su culo y la otra en su tercera corrida, termine en su coño. Acepto a regañadientes la situación con su hermana, y lo hizo solo por dos motivos, primero porque era su hermana y segundo porque tenía confianza en mí, sabiendo también que por mi parte estaba enamorado de ella hasta las trancas… y si, lo confieso, también saque algo de partido con esto por sus dos infidelidades perdonadas… no llegue a sacar el tema, pero digamos que deje que paseara por en medio de nuestra conversación mientras fóllabamos como animales salvajes, ya que Olga una vez que acepto lo que propuse se “libero” y entrego por completo a sus instintos, para mi sorpresa una vez que tuvo que dejar de controlarse para negociar conmigo resulto que se deshacía viva de lo cachonda que estaba.

Marta ya estaba muy mosca con nosotros, y eso se le notaba cada vez que quedábamos. En esos días, paso algo que nos pillo a los tres completamente fuera de juego, el novio de Marta le pidió matrimonio y esta para sorpresa total nuestra acepto... varias veces se había planteado incluso dejarlo porque no terminaba de convencerla, pese a lo que le quería, yo personalmente cada vez que me venía con una de esas tenía que apagar sus conatos de ruptura, ya que se veía a la legua que eran más por el calentón del cabreo que por decirlo de verdad. Debo de señalar que también es cierto que ese chico era para echarle de comer a parte, venia de una familia ultra tradicionalista, de los de misa todos los domingos y el sexo es algo pecaminoso… el parecía estar un poquito alejado de esos extremos, pero ciertamente muy poquito. Yo sabía dentro de mi limitada información proporcionada por mi cuñada, que ella y él como que de sexo escasito, pero después del anuncio del compromiso y de cómo se pusieron ante mí a rajar de enfadadas tanto mi chica, como mi amantísima, la hermana mayor de la futura novia… me entere de muchísimas cosas de las que creedme que hubiese preferido no enterarme, ya que solo lograron ponerme los dientes más largos a un de lo que ya los tenía con la dulcísima Marta. No os digo mientras hablaban y me iba enterando de cosas lo que pude llegar a maquinar con el fin de follarme a Marta… era plan sobre plan a medida que deslizaban información.

Me entere de algunas cosas que ya, ya, los colmillos casi no me debían de entrar ya en la boca de lo largos que estaban. Por ejemplo que, os aclaro que esto fue antes de conocerme para que no os hagáis líos, ella tenía un consolador pequeñito para desahogarse de los calentones que se pegaba con su novio, y le llamaba “Andresin”. Mas o menos a los dos o tres meses de estar yo saliendo con Olga según los datos que ellas dieron, Martita decidió ampliar su arsenal de juguetes, con un nuevo amiguito mas grande, casualmente de mis medidas, centímetro arriba, centímetro abajo, y lo llamo Andrés, por aquello de que según decían, fuese el hermano mayor del otro juguete. Recordé que eso debía de haber sido justo después de las vacaciones, donde Olga, Marta y yo estuvimos en la playa… Olga no lo sabía, pero en dos ocasiones en que ella decidió no acompañarnos Marta y yo estuvimos en una playa nudista… lo que hizo que me diesen todo tipo de malas ideas al respecto al pensar en ese detalle concreto… nombre y casualidad en las medidas…

Como comprenderéis el saber por sus dos hermanas que la dulcísima Marta, cada vez que el memo de su novio esquivaba el echarla un polvo, terminaba follàndose ella misma con su propio “Andrés”, y que según dijo Carmen riéndose cuando lo conto, en lugar de mentar el nombre de su chico mentaba el del juguetito grande o el del pequeño cuando se corría o se follaba con ellos así misma… Pues no os digo como me puso de burro la información, más aun tras recordar lo del detalle de la playa nudista… Solo de pensar en que lo mismo yo pudiese sustituir a los dos juguetitos entre las piernas de la adorable y macizorra de Marta… bueno, imagináoslo.

También me entere, que de cada diez o quince posibles polvos, Marta apenas lograba que su noviete le echase uno, y eso porque le amenazaba tanto con dejarlo, como con liarse con el primero que pillase. Entre risas las dos comentaron que alguna vez incluso le había amenazado conmigo y en ese caso no le había funcionado nunca… o casi nunca. Según ella porque desde luego cualquiera que nos viese juntos pensaría que una amenaza de montárselo con el primer perro que encontrase hubiese sido más creíble que conmigo, ya que éramos casi como hermanos… Pensé que si, que todo lo que quisiesen, pero que este hermano que estaba con ellas estaba al borde del incesto de ser ese el caso… joder con Marta, que ganas tenia de follàrmela, y cada vez más a medida que estas dos largaban datos…

Todo esto, como digo, lo supe en el transcurso de una conversación entre ambas hermanas mientras comíamos y hasta por la tarde, la conversación con sus interrupciones y tal, fue de aproximadamente tres o cuatro horas conmigo en medio y calladito como un muerto… Tiempo empleado en contar secretos y en despellejar al novio por muchísimas cosas… incluido el ser medio eunuco o poco menos. El principal motivo por el que ninguna de ambas quería a ese tío como novio de Marta, es porque temían que terminase como Carmen con su marido, buscando por ahí en otros hombres lo que su marido era incapaz de darle… Las dos opinaron que la pobre si seguía adelante, luego lo terminaría pagando carísimo… Aunque por otra parte sabían que su hermanita con el aseguraría su vida, lo que las hacia mostrarse bastantes indecisas al respecto.

Debo de aclarar que el novio era todo un partido, era un joven ingeniero con muchos enchufes, por lo que tenía una posición envidiable y sin duda podría darle a Marta un nivel de vida considerablemente alto, vamos, lo que se entiende por un braguetazo en toda regla, Marta habría cazado a una gran presa. Mi pensamiento inmediato fue que si se casaba, quizá en poco tiempo Marta pudiese caer también en mis manos, o mejor dicho, en mi cama, haciendo así el pleno con las tres hermanas… Eso sí, todo esto lo pensaba para mí y con mi mejor cara de póker puesta, porque tratándose de Marta, estas dos no admitían ninguna broma, ni siquiera de mi que era quizá la persona fuera de su familia con quien mejor se llevaba ella, su actual prometido incluido… eran capaces de caparme como se enterasen de mis ideas al respecto.

Pese a toda esta movida, no os penséis que la buena de Marta cejo en su empeño de saber qué pasaba. A estas, las pillo aun en un par de renuncios mas antes de que volviese a terminar la semana, ya que entre sus dos hermanas de repente todo parecía ir como la seda después de las que se habían montado debido a mi y estuvo ojo avizor todo el tiempo, viendo cosas sino raras, al menos si chocantes entre ellas. Para terminar de fastidiarla ante Marta y darle más munición para sus sospechas… a Olga se le escapo por teléfono delante de ella en una conversación con Carmen, que quedaban las dos para el viernes por la tarde en nuestra casa ya que su marido y los niños estarían donde su suegra todo el fin de semana, con la que no se llevaba, diciéndole a su hermana que se acordara de llevarse ropa para pasar esas noches con nosotros… En realidad de esto yo no sabía nada ya que pensaban darme la sorpresa.

El viernes cuando salía de mi oficina me fui a encontrar con una despampanante Marta esperándome, estaba mortal de necesidad. Minifalda, blusa finita que remarcaba su busto, unas largas y perfectas piernas, una carita de picara que no podía con ella… estaba impresionante. De hecho varios compañeros se acercaron para que se la presentase, algo que hice y que ellos intentaron aprovechar. Marta se deshizo de todos ellos en un plis, y después sin cortarse ni un peli se cogió de mi brazo, diciendo a todos sus repentinos admiradores, que ella sintiéndolo mucho se iba con su cuñado, uséase, yo mismo.

Se estuvo riendo muchísimo de todos ellos mientras nos íbamos en dirección a mi coche. Dado que como ambos sabíamos, Olga ese viernes llegaría tarde me lio para ir con ella a tomar algo por ahí… Pronto tuve claro lo que pretendía tan lindísima mujer de mi… información sobre sus hermanas… por increíble que parezca mientras tomábamos algo empezó a coquetear conmigo de forma muy light con evidente intención de sacarme información de lo que sucedía con sus hermanas… llego un momento en que no pude mas…

- Andrés : Bueno ya vale Marta… déjate de trucos, quieres… que pasa…

- Marta : Pues que quiero que me digas que está ocurriendo con mis hermanas…

- Andrés : Pues que yo sepa ahora mismo no ocurre nada… ¿Por qué?

- Marta : Porque sé que han quedado las dos para dormir en vuestra casa este fin de semana… y eso estando tu también allí… es rarísimo, por no decir que casi, casi un milagro… de modo, ¿Qué dime que narices pasa de verdad?

- Andrés : (Creo que no pude evitar sorprenderme, aunque me repuse rápido) No lo creo Marta, pero aunque así fuese, has pensado que lo mismo es que Olga está haciendo un esfuerzo para que Carmen y yo nos llevemos mejor… ¿no crees que podría ser eso Marta?

- Marta : ¿Es eso lo que está sucediendo?

- Andrés : Dímelo tú, ¿qué crees?

- Marta : Que me estás dando largas, cuando me quede con vosotros y Carmen, ya me di cuenta de que vosotros dos no os llevabais tan mal como fingís llevaros cuando hay alguien delante, incluida yo… ¿o es que de verdad te crees que me chupo el dedo?

- Andrés : No la verdad… no creo que te chupes el dedo. Entonces te repito la pregunta, ¿según tú, qué es lo que está pasando?

- Marta : Pues no lo sé, no logro saberlo… aunque claro, si me explicas una pequeña cosita de nada quizá pueda contestarte a todo esto tan extraño que está pasando entre vosotros… entre todos vosotros… (Esto lo deje pasar)

- Andrés : Dime, ahora que quieres saber…

- Marta : ¿Por qué motivo tiene Carmen una llave de vuestra casa?

Eso sí que me dejo fuera de juego por completo, nunca me hubiese esperado que supiera algo como eso, y creedme que la pregunta era de las jodidas. Por lo visto durante la dichosa conversación a mi chica se le escapo lo de la llave al decir a Carmen que si no estábamos ninguno abriera ella misma con sus llaves. La cabrona de Marta supo maniobrar perfectamente contra Olga y contra mí después de esto. Para quitarme el muerto de encima, le dije que era cosa de su hermana y que a mí no me metiera en eso. Le dije que Olga le había proporcionado la llave a Carmen para según ella… aumentar la confianza entre nosotros dos… ya que mi aceptación a algo así seria sin duda un gran paso en mi relación con ella… aunque eso sí, esto se lo dije a Marta con tono irónico y fingiendo arrugar el hocico mientras lo decía. Pese a toda esta situación, al ver cómo iba vestida mi cuñada pequeña, cada vez tenía más claro que me moría de ganas por poder follàrmela también a ella, empecé a pensar por primera vez seriamente en la posibilidad de intentarlo.

Lo malo es que vi como Marta sonreía de oreja a oreja ante mi explicación… me puso de lo más nervioso, la conocía de sobra para saber que algo estaba tramando o que yo había metido la pata en alguna cosa sin darme cuenta. Dejo el tema, no volvió a insistir conmigo, estuvo la mar de solicita después de eso y hasta el momento de auto invitarse a cenar con nosotros dos… que al final para colmo ante la sonrisita irónica de Marta, fuimos cuatro ya que apareció Carmen, ya que su esposo estaba con unos amigos de copas, y los niños se quedaban donde la suegra. Estábamos en medio de la cena cuando la niña soltó la bomba… le pidió a Olga su llave de la casa, después y antes de que ninguno pudiésemos decir nada soltó por su boquita si el motivo por no tenerla ella antes que Carmen era porque en realidad no confiásemos para nada en ella… Después de eso dijo que si era por eso ella desde luego sobraba allí…

Eso viniendo de Marta era todo un ultimátum, una autentica amenaza de una futura guerra fría con ella si no le daban una buena explicación de los motivos, especialmente cuando ella siempre nos había apoyado a ambos ante Carmen cuando la cosa había ido como había ido, por lo que no tenía sentido que se la hubiesen dado a Carmen y a ella no… Olga tras esto se vio forzada a facilitarla también su propia llave de casa. Lo que más me mosqueo es que en todo momento Marta me mantuvo al margen de todo lo de enfrentarse a sus hermanas, parecía saber muy bien en todo momento lo que hacía, como lo hacía y lo que decía, de hecho como digo gano sin problemas a su hermana el derecho de poseer también una llave, también se las arreglo para hacer que Carmen no osara abrir la boca para nada mientras ella y Olga lo discutían… Lo de la llavecita en manos de Marta no me gusto en lo más mínimo, ya que era consciente del riesgo que suponía en sus manos para nuestras… “actividades”.

Marta se despidió después de cenar de nosotros, ya que según dijo había quedado con su novio para pasar el fin de semana… cuando se despidió beso a sus hermanas en la mejilla, a mi también, solo que lo hizo cerca de la comisura de mis labios… sus ojos me miraron despidiendo fuego… al ver eso me empecé a preguntar seriamente hasta que punto Marta realmente estaba en babia sobre lo que de verdad hacíamos los tres…

Cuando Marta se fue con su novio hice hincapié sobre mis sospechas a mis dos chicas, que no tardaron ni cinco minutos en despacharlas por según ellas, ser solo mieditis por mi parte. Para según ellas calmarme, se desnudaron las dos, desnudándome a mí también mientras ambas me besaban, lamian y mordisqueaban por todos lados. Una vez desnudos los tres terminamos revueltos sobre nuestra cama…

Una vez allí me olvide de todos mis temores… derribe sobre la cama a Olga, la tire bocabajo y me situé tras de ella, metiéndole la polla por el coño… estuve embistiéndola un buen rato, con fuerza mientras tenia tumbada sobre mí a Carmen, restregándose como una gata contra mí espalda, lo que me obligaba a permanecer sobre Olga prácticamente a pulso… estaba a punto de correrme junto con Olga cuando note como Carmen se levantaba de mi espalda, poco después note como separaban mis cachetes y su lengua empezaba a trabajar en mi culo… al sentirá allí aumente mi fuerza al embestir a Olga, solo media docena de empujones después nos corrimos los dos como animales… reconozco que fue toda una pasada…

Me deje rodar para descansar unos instantes… vi la sonriente cara de malicia de Carmen mientras pasaba su lengua por los labios de forma lasciva… ni me lo pensé, me lance sobre ella en el acto, arrastrándola a la cama con nosotros… Al oído, pero suficientemente fuerte para que Olga lo escuchas le dije…

- Andrés : Como castigo por esto… esta noche te vamos a convertir en nuestra putita… morirás de placer… zorrita…

Dos dedos míos entraron en su coño de repente, empezando a moverse, mientras que Olga siguiendo mis indicaciones la perforaba el culo con otros dos suyos, moviéndolos contra los míos en su interior… hicimos un bocadillo con Carmen entre nosotros jadeando y gimiendo desesperada… Yo la besaba en los labios, comiéndole la boca, en un momento la hice situarse sobre mí para poder meterle la polla hasta el mango.

Una vez la tuve ensartada sobre mi hice que Olga siguiese follándosela pero esta vez con hasta cuatro dedos en su culo. Cuando terminamos de follárnosla de este modo la pobre Carmen alcanzo un orgasmo tan devastador que estuvo incluso sin consciencia durante unos segundos. Después de esto con ayuda de Olga me la folle también por la boca, mientras yo hacía esto Olga le trabajaba el clítoris con una mano mientras que con la otra mano le pellizcaba de los pezones… yo me corrí de nuevo en la boca de Carmen, pero esta se corrió dos veces con las manos de su hermana.

Cuando terminamos esa noche de follar, los tres estábamos destrozados, logre convencerlas de que para la próxima comprasen un arnés para poder follarse la una a la otra, no estuvieron muy allá con el asunto, pero aceptaron. Ambas mujeres habían follado conmigo, pero solo se habían limitado a ayudarme a dar placer a la otra sin follàrsela ellas también.

A la mañana siguiente ya tenía claros dos objetivos para el futuro mas próximo, lograr que las dos hermanas follasen entre ellas, un verdadero trió con todas sus consecuencias, lo que me daba un morbazo que no os cuento, y con todo lo que ahora sabia, por supuesto el follarme a Marta como fuese, incluso puede que conseguir que se uniese a sus hermanas como una más de mis hembras y yo como su macho… creedme que esta posibilidad me la ponía dura solo con pensar en ello.

CONTINUARA