Mi historia con mi novia - 5
Cuando ya creía que todo estaba más o menos controlado y aclarado entre los tres para follar, Marta casi nos pilla a Carmen y a mí en plena faena... Lo peor de todo es que Marta de tonta no tiene un solo pelo
MI HISTORIA CON MI NOVIA - 5
El tema con Carmen mejoro muchísimos enteros, cuando estábamos en público con el resto de la familia seguíamos con la guerra declarada, pero eso solo duraba mientras hubiese gente delante, luego tan amigos... aunque a mí esto me parecía marear la perdiz, hubiese preferido hacer la paces como si fuésemos obligados por Olga o algo de ese estilo, pero las dos hermanas parecían disfrutar de este jueguecito... en fin, mujeres.
Una consecuencia directa de todo esto es que empecé a usar cacao para los labios, ya que en cuanto nos quedábamos los tres a solas, de forma invariable una u otra empezaban con los besos, poniéndose las dos con una especie de competición a ver cuál de ambas me dejaba antes sin resuello con su lengua... No diré que me molestase, salvo por el detalle sin importancia de que me pasaba casi todo el tiempo empalmado debido a estas muestras de efusividad por parte de ambas.
Carmen llevaba a rajatabla lo que le prometió a su hermana, fuera de esos besos cuando Olga estaba delante, no había ni una simple caricia conmigo estando a solas, me mantenía las distancias, solo que estaba muy claro que ahora había entre los dos otra sintonía diferente a la de antes, incluso cuando regañábamos. Eso era algo que trataba de que entendiesen ambas, pero como si hablase con la pared, igual, ellas tenían ya hechos sus planes y según me parecían dar a entender estos eran infalibles...
Y Marta, que decir de Marta... o más bien, que decir de mi, de como la veía ahora. Cada vez más, a Marta la veía menos como la hermanita menor de mi chica y mas como una mujer de bandera a la que me gustaría follarme como fuese... me la ponía dura solo con mirarla, que ya era lo que me faltaba. Además que en esto también machacaba sobre mis deseos el hecho de estar ya follàndome a sus dos hermanas... solo con pensar en poder follarme a Marta junto con Olga, o con Carmen... es que... bufffffffffffffffff, como me ponía, ni os digo ya la posibilidad de follarme a las tres hermanitas a la vez, solo de imaginarme eso casi me ponía a relinchar... era superior a mí, se me ponía de dura como un bate de beisbol... mis deseos de follarme a Marta se acrecentaban según pasaban los días...
Además creo que todos y todas podréis entender que el hecho de que además Marta, siguiese haciendo lo de siempre, que es abrazándome para saludarme clavándome sus impresionantes pechos al hacerlo. O abrazándome y dándome besitos en la cara o el cuello, donde buenamente primero le pille. También el hecho de sentarse conmigo, medio tumbarse a ver la tele en el sofá mientras pone la cabeza encima mío o sino las piernas... en fin reconoceréis que todas esas confianzas inocentes que tenia conmigo, no es lo más apropiado para que te hagan cuando en lo que más estas pensando en cómo demonios poder follarte a esa persona... y ya que somos sinceros os diré que sin lugar a dudas, pero sin el menor genero, que la culpa de mi calenturienta y sucia mente para con Marta, la tenían sus dos hermanitas...
Dos semanas después de todo esto, el viernes apareció por casa Carmen, justo media hora después de que yo llegase del trabajo, lo que no sabía es que Olga le había proporcionado una llave, lo que si sabía desde el miércoles es que ese viernes iba a poder volver a follarme a Carmen otra vez, y creerme que llevaba excitadísimo desde que lo supe, al punto de que el mismo miércoles y el jueves me folle como un burro a Olga a costa del calentón.
Estaba en la ducha cuando note que alguien abría la mampara, pensé que sería Olga que había llegado antes, pero enseguida me di cuenta de que no, que era Carmen completamente desnuda... y su saludo inicial fue típico de ella...
- Carmen : Hola corazón... (Me abrazo) aquí tienes a tu perrita deseando tu rabo como una desesperada...
Su mano se cerró sobre mi polla que se puso dura en el acto, entre lo que me dijo como saludo y sentir su mano sobre ella... bufffffffff... Me di la vuelta, abrazándola contra mí, aplastando mi polla contra ella, restregándosela bien restregada mientras ella gimoteaba al sentirla. Me dijo entre jadeos que a que esperaba para follàrmela, que si solo pensaba darme restregones como un crio... no me lo pensé, la empuje contra la pared poniéndola de espaldas a mí.
Cogí el bote del champú, me eche un buen chorro sobre la polla, restregándolo con una mano mientras que con la otra la obligaba a apoyarse contra la pared con las manos... tire el bote al suelo por entre la puerta de la mampara, me puse tras ella y cogiendo la polla con la mano se la situé ante su culito... Cuando la sintió intento impedirlo, pero no le dio tiempo más que a decir "¡¡no!!"... le dije al oído un "y ahora hasta el fondo de mi putita"... entonces se la metí de golpe, abriéndola en canal... lanzo un grito de dolor. No le permití moverse, la sujete contra mí, tranquilizándola con besos mientras dejaba que se acostumbrase... solo un par de minutos después empecé a embestirla con todas mis fuerzas...
- Andrés : ¿Qué tal...?
- Carmen : Mas fuerte... un poco mas fuerte por favor... mas fuerte...
- Andrés : Te voy a dar de sí el culo, zorrita mia... (Le mordí una oreja)
- Carmen : Arghhhhhhhhhhhhh... mas... mas... mas... dame massssss...
Mis embestidas cada vez se aceleraban mas tras los comentarios de Carmen. Tenía los brazos apoyados en la pared mientras aguantaba mis cada vez mas fuertes embestidas, mis manos entonces pasaron a abrázala, aunque enseguida se centraron en sus pezones, en retorcérselos suavemente mientras seguía embistiéndola con fiereza. No dejaba de jadear alentándome, pidiéndome que siguiese así, que quería mas, que era mi zorra, mi puta, mi hembra... que sería su macho para siempre, que quería mas, que fuese más rudo con ella, que la usase para mi propio placer... que la hiciese mia... en fin, de todo lo que os podáis imaginar en medio de semejante situación.
Los gritos de placer de Carmen se mezclaban con los míos, con los golpes de mis caderas contra sus nalgas, de los grititos cada vez que mis manos le retorcían un pelín los pezones... el ruido del agua cayendo sobre nosotros y después sobre el suelo de la ducha... Estaba fòllandomela como una bestia cuando empezó a sonar mi móvil, por costumbre siempre me lo meto conmigo al servicio cuando me ducho por si acaso fuese algo muy urgente y para saber que me han llamado. No le hice el menor caso, no pensaba dejar de follarme a Carmen porque el móvil sonase, ya lo cogería luego.
Abrace entonces a Carmen con más fuerza, y una de las manos que le apretujaban los pechos la lleve a su coñito, metiéndole dos dedos dentro de golpe, provocando un nuevo nivel en los jadeos y gemidos de placer que emitía... no cese de mover los dedos en el interior de su coño mientras la embestía. La posición era un tanto forzada pero los grititos que Carmen soltaba en cada embestida al mover a la vez mi deditos bien merecían la pena el esfuerzo. El móvil continuaba sonando sin parar, debía de ser como la decima llamada... eso me preocupo un poco, por lo que forzando la posición mire la pantalla para ver quién era... el nombre que aparecía era el de "OLGA"...
Era rarísima tanta insistencia por su parte, más sabido que su hermana vendría, y por lo que Carmen me dijo le había dado la llave para que me sorprendiese... con todo el dolor de mi corazón y las protestas de Carmen me salí de ella para coger el teléfono. Carmen no cejo en su empeño... se agacho y empezó a chuparme la polla, divertida con la idea de hacerlo mientras hablase con Olga, sabiendo que esta no dudaría en cuanto me escuchase de lo que estaba pasando entre ambos... menudo susto nos pego mi novia. Salimos disparados a todo correr del baño para vestirnos, sobre todo Carmen, que tenía que recoger toda su ropa, que había ido quedándose de camino al servicio.
La insistencia de Olga era para avisarnos que iba de camino a casa acompañada de Marta, cada una en su coche, pero las dos una tras otra y que estarían allí en apenas diez minutos... cuando empezó a llamar, cuando le cogí la llamada acababan de aparcar y se estaba bajando ya del coche enfrente del portal... ni os imagináis las prisas de los dos por vestirnos a toda velocidad. Nada más entrar Marta me salto a los brazos como hacia siempre, ni se percato de la presencia de su hermana mayor... no os digo la cara que se le puso cuando la vio allí, mas aun cuando nos empezó a mirar a los dos, su mirada pasaba de uno a otro a toda velocidad. Me puso de los nervios con sus miradas, claro que nada comparado a lo que sentí cuando hablo la jodìa...
- Marta : ¿Se puede saber qué narices pasa aquí?
- Andrés : Nada, porque lo preguntas...
- Marta : Porque estáis Carmen y tú juntos a solas en la misma habitación pero todavía no he oído ningún grito...
- Carmen : Y que pasa, que no podemos estar sin gritarnos por cinco minutos...
- Olga : Marta no la líes ahora que los dos están tranquilitos...
- Marta : También tenéis razón, perdonad... esto.... ¿puedo haceros a los dos una preguntita muy sencillita...? (Lo dijo señalándonos a Carmen y a mí)
- Andrés : Pues claro, ¿cuando no te he dejado preguntarme algo...?
- Marta : Porque motivo tenéis los dos el aspecto de estar recién salidos de la ducha... todavía oléis a gel... (Nos olisqueo un poco a ambos) además los dos, y para más inri, oléis también al mismo champú...
No os hacéis una idea de cómo nos quedamos con la preguntita, ni se nos ocurrió, y era cierto que tanto Carmen como yo teníamos el pelo húmedo ya que no habíamos podido secárnoslo adecuadamente, menudo marrón la preguntita de la niña, joder, joder. En este caso fue Carmen la que salvo los trastos...
- Carmen : Muy fácil, porque nos hemos tenido que lavar la cabeza...
- Andrés : En mi caso además ha sido lavármela después de estar recién duchado…
- Marta : ¿Y eso?
- Carmen : Porque tu cuñado aquí presente, ese mismo por el que sientes tanta simpatía me ha tirado su café por encima de la cabeza... por eso...
- Marta : ¿Y él?
- Andrés : Porque tu adorable hermana aquí presente, me restregó la tostada de mantequilla que le prepare con el café por el pelo... por eso le puse el café en la cabeza, para ver si así rellenaba el hueco del cerebro con el...
Como empezamos a subir la voz aposta y empezamos a emplear palabras cada vez más fuertes, Marta se tuvo que emplear a fondo para que dejásemos de discutir, ya que amenazábamos los dos con una buena pelea de nuevo. Marta se fue a dejar las cosas en la habitación cuando yo rápidamente cogí un poco de café de la cocina y se lo vertí sobre uno de los hombros de Carmen... ante su cara le dije en voz baja que no pensaría que el café solo le habría manchado la cabeza... le dije a Olga en susurros que se la llevase y le dejara algo de ropa suya para que se cambiase... Carmen para mi sorpresa me dio un rápido besito en la mejilla diciéndome que cuando Marta se fuese teníamos que terminar lo que habíamos dejado a medias... se fue después tras Olga que ya estaba en nuestra habitación cogiéndole la ropa para ponerse. Lo cierto es que el besito nos fue por tablas, Marta casi la pilla... menos mal que salió por la puerta un segundo tarde y entonces Carmen ya estaba de camino a la habitación a reunirse con Olga... os aseguro que estaba sudando como un pollo con todo esto, respire cuando vi que Marta no se había dado cuenta de nada.
Tanto Carmen como Olga estaban deseando que su hermanita pequeña se fuese de una vez, o de una puñetera vez, que es más o menos lo que expresaban los ojos de Carmen cuando pensaba que Marta no la miraba. Me hizo gracia la forma en que ambas mujeres intentaban sutilmente librarse de su hermana pequeña, antes a ninguna de las dos se les hubiese ocurrido hacer algo semejante, sobre todo a mi chica. De intentar yo antes de todo esto con las dos, algo para que Marta se fuese antes de tiempo con el fin de poder estar a solas con Olga, hubiésemos terminado en una guerra declarada por culpa de semejante acción... ni os digo ya si llego a intentar algo así delante de Carmen, para ambas la pequeña Martita era intocable del todo, cualquier cosa negativa hacia ella era una ofensa personal para las dos hermanas. La gracia es que ahora mismo era justo al revés, eran las dos hermanitas quienes intentaban librarse de ella por todos los medios sin el menor éxito.
En primer lugar para su desdicha, Marta se auto invito a cenar con nosotros dos como hacía de forma habitual por otra parte... pero sorpresa gordísima para ella, a la cena fuimos cuatro, incluida su queridísima hermana mayor, Carmen. Vi como Marta no cejaba de mirar a su hermana mayor con las cejas fruncidas, de vez en cuando sus miradas iban también dirigidas a Olga o a mí. Me estuve haciendo el tonto como un campeón, con gran fuerza de voluntad únicamente estuve pendiente o mirando hacia mi chica y Marta, evitando cuidadosamente dirigir mi mirada en algún momento hacia Carmen, pero sin embargo Carmen no podía evitar mirarme a mí tanto como a sus dos hermanas, y por su parte Olga también nos miraba mucho a Carmen y a mí. Me di cuenta que entre las dos estaban metiendo la pata al no comportarse como siempre habían hecho antes, sobre todo Carmen... pero no sé bien porque, pero por algún motivo decidí no decir nada a ninguna de ellas sobre las miraditas... sentía cierta malicia por ver hasta dónde podría escudriñar la pequeña Marta... y quizá... bueno, de ilusión también se vive, ¿o no?
Después de cenar Marta se saco de la manga una sesión de cine para todos. Cuando nos sentamos los cuatro vi que Marta no se preparaba como era costumbre en ella, normalmente se tumbaba a mi lado usando mis piernas de almohada, o como reposapiés... sin embargo en esta ocasión se tumbo abrazándome y dejando su cabeza a la altura de mi hombro, apoyada allí mientras veía la película. No fue hasta la media hora que me di cuenta de que desde la posición que tenia Marta no solo podía ver la película, sino que desde su sitio y por el reflejo de los cristales debía de poder ver bastante bien lo que hacían sus dos hermanas... Me sorprendí con el descubrimiento, Marta, la dulcísima Marta estaba en realidad vigilando lo que hacían sus dos hermanas...
Decidí jugar un poquito con ella, pese al riesgo que podía correr ya que Marta otra cosa no, pero desde luego de tonta no tenía ni un solo pelo y si no iba con cuidado nos podíamos caer con todo el equipo... En voz baja y con cuidado que las otras dos no nos escuchasen...
- Andrés : ¿Vas a ver ya la peli o todavía no has terminado de vigilar tus hermanas?
- Marta : ¿Me vas a decir tú que es lo que pasa aquí?
- Andrés : ¿Por qué piensas que pasa algo?
- Marta : ¿Pero es que me tomáis los tres por idiota o qué?
- Andrés : No, por eso te pregunto... porque sé que idiota no eres...
- Marta : Vamos a ver, ¿desde cuándo Carmen se queda con vosotros a cenar o tan tarde como si fuésemos una bonita y feliz familia...?
- Andrés : Bueno, al fin y al cabo es la hermana de Olga, ¿no?
- Marta : Claro que si, y por eso siempre ha hecho la misma intención que tiene ahora mismo de quedarse aquí a dormir bajo el mismo techo que tu, al que según parecía no soportaba ni para respirar el mismo aire...
- Andrés : ¿No te parece que tienes mucha imaginación Marta? ¿Dormir con nosotros aquí? ¿No crees que te has pasado un poquito?
- Marta : No, aquí está pasando algo entre esas dos o quizá incluso más bien entre esas dos y tu, y créeme si te digo que pienso averiguarlo... Os vais a reír de quien yo os diga, ¿sabes?
- Andrés : Ves como tienes mucha imaginación Martita...
- Martita : Mira Andresito... (El tono me indico que no estaba para muchas bromas) mucha imaginación seria pensar que te las estas tirando a las dos juntas... Tal y como “normalmente” os lleváis Carmen y tu eso sí sería mucha imaginación, pero el que aquí pasa algo no es mi imaginación cuñado, ¡¡¡eso es un hecho!!!
Definitivamente tuve más que claro que con Marta estas dos lo llevaban claro, conociéndola no pensaba cejar hasta que averiguase que sucedía allí, y creedme que podía ser alguien muy, muy persistente.
Para terminar de arreglarlo las dos lumbreras con las que me estaba acostando decidieron que Carmen se quedaba a dormir también, Marta en el acto también se apunto, mirándome con cara de estar diciéndome algo así como... "ahora dime que aquí no pasa nada, anda, dímelo, ¿con que a dormir no, eh?". Carmen nunca había aguantado más de dos horas en mi compañía, era imposible estar juntos sin insultarnos, de modo que el que estaba fuera de juego se largaba casi enseguida para evitar que la sangre llegase al rio. De repente esa misma persona se quedaba a dormir bajo mi mismo techo después de haber estado los dos juntos toda la santa tarde y parte de la noche. Bufe cuando lo dijeron, desde luego peor no lo podían haber hecho esas dos.
Pero ingenuo de mí, eso no fue lo peor en realidad, ya que antes o después siempre hay algo que lo supera y ni por asomo pensé que la dulce Martita tuviese semejante mala ostia concentrada. Lo peor realmente vino a la hora de acostarnos... la carita de Carmen cuando vio a su hermanita pequeña le hubiese dado miedo a un muerto. Marta le cogió alguna cosilla a Olga, un pequeñísimo culotte que parecía quedarle como una segunda piel y una camisetita pequeña... pero pequeña, pequeña... Con ella mostraba claramente los atributos que tenia, mostraba generosísimas cantidades de carne, sin contar que por abajo dejaba el ombligo al aire y prácticamente a nada que hiciese intención de alzarse de puntillas dejaría visible el nacimiento de sus senos... Si ya ante Carmen el que se vistiese así delante de mí fue malo de narices, tan malo que en cuanto empezaron a hablar las dos me largué y me metí en la cama para no ver me envuelto en la guerra que se barruntaba entre las hermanas, porque me dio que Martita estaba haciéndolo todo a los extremos para hacer saltar a sus hermanas por algún motivo o intención que no alcanzaba a ver. Por cierto que Olga las dejo hablando en el salón y se vino a acostar conmigo, moviendo la mano al entrar cuando la mire, como diciéndome eso de… “La que tienen liada las dos”.
Pero lo de acostarme me sirvió de bien poco, no os digo ya como se puso Carmen cuando, si ya el que se vistiese así no le gusto, aun menos todavía el que me abrazase antes de irme a la cama se despidiese de mi estrujándome con todo su cuerpo aplastando clarísimamente sus pechos contra mí le había sentado malísimamente mal, podéis suponer que indudablemente el que llegase a nuestra habitación donde por el morro se metió en la cama conmigo y con Olga, que había optado por hacer la que yo mientras según me dijo al estar conmigo en la cama, las otras dos discutían sobre las confianzas en el salón, fue aun mucho, muchísimo peor. No os cuento ya la cara de Carmen cuando además en lugar de ponerse al lado de Olga, Marta se fue a poner al mío y para colmo se abrazo a mí con fuerza plantándome los pechos en mi espalda descaradamente, pasando además una de sus piernas entre las mías.
Carmen casi la saco de nuestra cama de los pelos, no fue exactamente así pero creerme que por poco. La bronca de ambas hermanas en nuestra habitación mientras Olga y yo nos hacíamos los tontos sin decir ni mu fue apoteósica... Carmen en primer lugar no estaba de acuerdo con la forma en que se había vestido estando yo delante, tampoco lo de acostarse con nosotros y no digamos ya lo de abrazarse así a mí, que fue lo que la hizo explotar. De modo que a voces mando a su hermanita pequeña a la cama, pero a la de la otra habitación que había libre, a lo que Marta se negó diciendo que siempre que se había quedado a dormir con nosotros lo había hecho así y no pensaba cambiar porque ahora ella se hubiese decidido a quedar esa noche... que solo le faltaría eso, que viniese a estas alturas a meterse en como duerme o deja de dormir y con quien o quienes.
Lo peor es cuando las dos empezaron con las voces y Olga que no aguanto más intervino... digamos que el asunto se desmadro un poquito. Carmen medio fuera de sí le pregunto a su hermanita pequeña si lo que pretendía al vestirse así, enseñándolo todo como una puta barata era intentar meterse en la cama conmigo para que me la follase... Olga le soltó un sopapo a Carmen por la pregunta sobre su hermanita pequeña, escandalizándose de que se hubiese atrevido siquiera a pensar eso de Marta. Pero lo peor vino cuando Marta respondió... La buena de Marta muy enfadada fue a soltar por su boquita que no, que por supuesto que no, que no pretendía intentar follar conmigo porque era el novio de Olga... lo que me dejo a cuadros, con la boca abierta y sin atreverme a respirar, casi como a sus dos hermanas, aunque de diferente modo.
Creo que tuve automáticamente de lo más claro que en esos momentos no todos pensamos lo mismo sobre su respuesta. Sus hermanas me dieron la impresión de que no vieron nada malo en su respuesta, pese a la sorpresa que se llevaron con ella por lo directa que había sido Marta y lo enfadada que se mostraba, pero en mi caso... En mi caso confieso que su respuesta no paraba de martillear en mi cabeza, bueno, sobre su posible significado, lo que creía haberle entendido en realidad con su respuesta, y lo buenísima que estaba la adorable Marta así de enfadada, con el pecho subiendo y bajando rítmicamente por el enfado... la polla una vez más, se puso en estado de revista... pensé que bueno, que quizá... aunque eso sí, no se me ocurrió abrir la boca ni por asomo, seguí tumbadito en la cama, muy calladito y procurando pasar desapercibido, no fuese a llevarme yo las culpas finales de todo el lio que tenían montado las tres.
Ciertamente podría haberme levantado y puesto orden, porque creedme que sabía que no me costaría nada hacerlo, pero eso me hubiese supuesto ponerme en plan machito para enfrentarme a las tres y que me la liaran a mí. Creedme que conociéndolas como conocía lo unidas que realmente estaban, si me da por hacer eso lo más probable es que las tres hermanas terminasen cerrando filas en mi contra y yo pagando el pato, de modo que decidí lo que os he dicho antes, quedarme de lo mas quietecito y calladito, ya sabéis aquello de que en boca cerrada no entran moscas, pues eso.
CONTINUARA