Mi historia con... Gabriel (2)

Gabriel me metió la verga ....en un fin de semana en Cancún fuí su mujer.

MI HISTORIA……. CON GABRIEL (2)

Mi amado Gabriel fue para mi por una semana y en Cancún me hizo sentir mujer por primera vez

Antes de la ceremonia de graduación de Gabriel, preparamos todo para salir rumbo a Cancún, revisamos que el carro estuviera en condiciones, adquirimos ropa de playa. Mi amado Gabriel estaba feliz, como niño con zapatos nuevos preparaba lo necesario para el viaje, yo era feliz viéndolo contento con su juventud radiante, despreocupado, atento a lo que yo le pidiera, yo no dejaba de admirar su belleza varonil, veía su ágil cuerpo juvenil y los pensamientos mas obcenos venían a mi mente, cada movimiento que el realizaba, hacían que se le marcará el pene a través de la ropa y no cesaba de imaginarme su hermosa y enorme verga erecta, que era el centro de mis deseos sexuales.

La noche de su graduación, con su smoking se veía tan apuesto, creo que es el momento que mas hermoso lo había visto, yo creía que era imposible que hubiera otro hombre más bello que mi Gabriel, era mi efebo. En la cena compartí la mesa con sus padres y hermanos, me presentó más que como su profesor, como su mejor amigo, casi su hermano. Ahí conocí a una de sus novias, la que luego sería su esposa, de su lugar de origen, bailó con ella toda la noche, mientras yo platicaba con sus padres y sus hermanos en la mesa, consumiéndome de celos, queriendo ser yo quien estuviera en sus fuertes brazos, deseando ser quien se recargue en su fuerte pecho al bailar, deseando ser quien sienta su aliento. Por momentos deseaba empujar a esa mujer, y tomar su lugar.

Llegó el día de partir a Cancún, se acercaba el día, en que según mis planes, Gabriel sería mío, el día en que apague ese deseo primitivo que sentía por el, el día en que Gabriel me haría su hembra. Partimos de Monterrey, durante el trayecto platicamos de cosas intrascendentes. Nos turnabamos para manejar, cuando yo manejaba, mi niño hermoso dormía a mi lado, confiado, era tal nuestro cariño, y la confianza que me tenía que según yo, el nunca sospecharía de mis pensamientos. En ratos me estacionaba y admiraba su cuerpo, su rostro juvenil deseando tocar su hombría, y decirle cuanto lo deseaba, pero me contenía. Llegamos sin novedad a Poza Rica, y ahí dormiríamos.

Al llegar a un motel, mientras Gabriel bajaba las maletas del carro, yo pedí un cama matrimonial, luego le explicaría a el que no había otra disponible, el dijo que no había problema y en tono de broma, comentó – de todos modos estamos de luna de miel, tenemos que dormir juntos-, lo que me sonó en el cerebro como una invitación. Entramos a la habitación, Gabriel se despojo de su ropa, quedo sólo en trusa, y se metió, a darse un baño. Se me empezó a parar la verga, nomás de imaginarme, ese cuerpo desnudo tan hermoso, con el agua de la regadera escurriendo, hasta llegar a su hombría.

Me percaté que no había cerrado la puerta del baño, así que decidí entrar al mismo, a verlo desnudo para disfrutar visualmente de su lindo cuerpo, pude ver a Gabriel con la verga de 22 cm. bien parada, dura como una roca, con la enorme cabeza roja, con los ojos cerrados, y una cara de placer, haciéndose febrilmente una puñeta y pronunciando ¡ mi nombre ¡.- José Luis….. José Luisss….oh…oh….oh…mi amor….oh…oh…José Luis…..- me quede impactado, nunca pensé que mi amado Gabriel pudiera desearme de esa manera, sin abrir los ojos, el se seguía puñeteando en mi honor, hasta que su hermoso cuerpo se tenso, y gimiendo de placer pude escuchar – ah, ah, ah. Aaaahhhhhh, Jooooosssseeeeé Luuuuuuiiiiiissssssss………..- y de su enorme verga salieron disparados, cinco chorros de leche caliente y espesa, misma leche que yo había saboreado con anterioridad, sin que el se diera cuenta.

Salí del baño para que no se percatará de lo que había descubierto, Unos minutos después el salió del baño, solamente con una toalla anudada a la cintura. Yo estaba todavía impactado y en sumo estado de exitación, máxime que lo tenía ante mí, con el torso descubierto, con el aroma de hombre recién bañado, con el cabello desordenado y con una sonrisa pícara, sus bellos ojos, me miraron directamente, y sentándose en la cama me dijo, y me dijo – ¿ te pasa algo ¿ te veo raro – en fracción de segundos pensé decirle lo mucho que lo amaba, lo mucho que lo deseaba, que sería feliz, si me permitiera acariciarlo, que me permitiera tocarlo, que yo podía podía mamarle la verga , que me inundara de leche la boca, que me metiera la verga, que me rompiera el culo, que hiciera de mi lo que quisiera, que me hiciera suya, pero me dí vuelta y temblando de exitación, le dije, – no me pasa nada- me metí al baño y rápidamente me saque la verga y era tanta mi exitación que con tres jalones que le dí a mi verga, con su imagen fija en mi mente y murmurando- Gabriel, Gabriel……..- derrame abundante leche en el lavabo.

Procedí a bañarme y salí del baño, Gabriel, ya se había puesto una trusa y estaba recostado en la cama, con todo su hermosura varonil ante mis ojos, yo salí ya en trusa, y después de peinarme me recosté a su lado, en ese entonces, y después de ver a Gabriel puñetearse con mi nombre en sus labios, por mi mente pasaban mil ideas encontradas, pensaba si Gabriel sería gay, homo o bisexual o un heterosexual confundido, como me consideraba yo. Después de saciar mi estado de exitación en el baño, me arrepentí de haber pedido una cama matrimonial, pues era inminente nuestro primer encuentro sexual, puesto que Gabriel también me deseaba sexualmente, y ya no estaba tan seguro de si ese era el momento adecuado.

Yo soy un hombre normal, no me consideraba atractivo, era delgado, de 1.67 cm de estatura no pesaba mas de 63 kg., mi verga era pequeña de no más de 17 cm, Gabriel era fuerte con más de 80 kg. de peso, a su lado yo me veía pequeño y desvalido.

Los dos estabamos pensativos, el rompió el silencio, me dijo – en que piensas – yo le conteste – en nada estoy cansado del viaje – el contesto- que curiosa situación, parecemos marido y mujer en la misma cama- sin especificar quien era el marido y quien la mujer – yo no le conteste, luego platicamos de los incidentes del viaje, y poco a poco, Gabriel se quedo dormido, al verlo dormido, yo me recargue en su fuerte pecho, besándo apasionadamente sus tetillas y jugando con su vello del pecho y me quede dormido.

En la madrugada, desperté al sentir que el cuerpo de Gabriel se pegaba al mío. Sus brazos fuertes estaban abrazándome, su cuerpo estaba pegado al mío podía sentir su respiración en mi nuca, y su aroma de macho que enervaba mis sentidos, su potente verga de 22 cm. largo y de 15 cm. de redondez erecta, sobre la tela de mi trusa, eso me puso de nuevo en estado de exitación, luego sentí como el se movía rítmicamente, como si me estuviera cogiendo restregando su verga en mis nalgas, y entre sueños musitaba, mi nombre –José Luis, ….José Luis….José Luis…. mmmmm, ah…ah….ah. Yo me quede de una pieza disfrutando el momento. Estaba ya a exitado en grado sumo, como pude me baje la truza, y mis nalgas quedaron libres, para sentir su paquetote aplastándolas, Gabriel seguía dormido.

De repente sentí como sus labios se acercaron a mi oído y susurrándome al oído, mi admirado hombre, me dijo- José Luis…….mi amor….estás despierto ?...... te quiero, te deseo,….. quiero hacerte mi mujer - evidentemente el había despertado y se había dado cuenta que yo también, yo no dije nada solo sentía sus labios mordiendo los lóbulos de mi oreja; era la primera ocasión que me hablaba por mi nombre, siempre me decía, profe o inge., - quiero penetrarte, …….ya no puedo más…quiero que poseerte….quiero ser tu macho - me besaba las orejas, el cuello, el cabello, sus labios recorrían mi cuello, me besaba la nuca, sus grandes manos buscaron mis nalgas y las acarició tan tiernamente que sentí escalofríos en mi columna vertebral, con una mano apretó mis tetillas, y sentí lo máximo, sentí que lo deseaba fervientemente. Ya no pude más, el momento tan deseado por mí, y hora sabía que por el también, había llegado – quiero hacerte mía---me decía, quiero que seamos marido y mujer…quiero cogerte, me dí vuelta, su labios buscaron los míos, y nos fundimos en un beso de amor, de amor sincero y verdadero. En ese momento no éramos dos hombres, no éramos amigos, no éramos el maestro y el discípulo, sólo éramos dos seres que se amaban intensamente.

Nuestras lenguas se buscaron, fue un beso salvaje, con toda la pasión contenida por varios meses – temblando de pasión le dije – mi niño adorado, ….mi hermoso muchachito no sabes cuanto te he deseado, no sabes cuanto había deseado este momento, te amo, si…si… si….……quiero ser tu mujer…….. quiero que me poseas…..quiero darte lo que me pidas…..tu eres mi dueño….eres dueño de mi…..de mi cuerpo…. De mi vida….solo vivo para ti, desde que nos conocimos. El me dijo también temblando de pasión….no se cuando empece a quererte, José Luis….pero no puedo vivir sin ti, te necesito-, dejamos de hablar, nuestros manos buscaron nuestros cuerpos para prodigarnos caricias.

El se tendió en la cama, lo despoje cariñosamente de su trusa le acaricie su fuerte y hermoso cuerpo, con mis manos temblorosas lo recorrí con la yema de mis dedos, por su abdomen, por sus fuertes bíceps, por su piernas, acaricie sus tetillas, acaricie su vientre, mientras él, hacía lo mismo conmigo, entre gemidos de placer –ah—ah—ah Gabriel…Gabriel…..le tome su verga erecta y dura como un roca entre mis manos, y se la acaricie fervientemente, le acaricie, la roja y dura cabeza, los bellos púbicos….y empecé a masturbarlo, luego le bese todo el cuerpo, que por fín era mío, sólo para mí, ¡ mi adorado muchacho era sólo para mí ! , le bese todo el cuerpo, le chupe las tetillas, los hombros, los bíceps, los codos, el vientre, el ombligo, el pecho, el cuello, metí mis labios a su boca, quería despedazarlo, quería que nuestros cuerpos se fundieran en uno sólo, era tal mi pasión por el.

En la habitación sólo se escuchaban nuestros gemidos..ah…ah…ah….ah….. después de un rato… Gabriel me pide- …….chupamela……chupame la verga… - yo muy obediente, tomándo su verga entre mis manos como un trofeo conquistado, me la lleve a mi boca, apenas le rocé con los labios el glande, el olor a verga, a macho, a mi Gabriel me lleno lo sentidos, era un aroma que ya conocía, sentí un sabor indescriptible; creo que cada hombre tiene en el pene un sabor distinto. Gabriel se tenso y dijo – que rico….- luego con la lengua le acaricie, toda la cabeza, le lamí el borde del glande, le recorrí la cabeza de la verga milimetro a milimetro, luego baje la lengua y también milimetro a milimetro le pase la lengua a todo lo largo de su 22 cm. rodeándola como si fuera un caramelo, llegue a sus huevos sentí la tersura de su piel, le lamí los huevos, luego me metí por separado sus huevos a la boca y se los chupe ávidamente..

Regrese a su verga, me metí la enorme cabeza roja en la boca, recuerdo que apenas me cabía y empecé a chupar, Gabriel, se dejaba hacer y decía –que rico..oh..oh oh… que bien la mamas, nunca me lo habían .. mamado as텅.te quiero, me decía…….Gabriel me acariciaba los cabellos, me pasaba las manos por la nuca, me apretaba hacía el. Metí su verga hasta al fondo, lo sentía en la garganta.

Gabriel empezó a meterme y sacarme la verga de la boca ritmícamente como si me estuviera cogiendo por la boca y decía - ah…ah….ah…a.h….mi amor que rico mamas…..quiero que me la mames más seguido…….., de lo que me había perdido…ah…ah…ah….-.mientras seguía con su rítmico mete y saca de mi boca--……ah..ah…ah…- a cuantos se los has mamado- me pregunto-…..y como pude le conteste – eres el primero mi cielo…mi rey….mi boca sólo es para tu verga, quiero que lo disfrutes.….. Después de buen rato de estarme cogiendo por la boca , sentí que su cuerpo se tenso y dijo……me vengo..ha….ha….ha…..ha..ha.. hizo el intento de retirar su verga de mi boca, pero lo agarre de la caderas y metiéndomela hasta el fondo de la garganta sentí que chorros de la leche de mi hombre inundaron mi boca, entre gritos de placer de el, ahhhhhhhh…..ahhhhhh……ahhhhhh…..ahhhhh me vengo José Luis – grito. Me trague hasta la última gota de su deliciosa leche, al mismo tiempo que, eyaculaba sin tocarme de tan exitado que yo estaba, luego me saque la verga de Gaby de mi boca y se la chupe para quitarle los residuos.

Luego nos recostamos en la cama, yo recargado en su pecho, acariciándole tiernamente la verga y los huevos, el jugando con mis tetillas, acariciándome el vientre, y mis nalgas, era el cuadro perfecto, de dos seres que se amaban- ¿desde cuando me quieres me pregunto él ? - creo que desde que te ví por primera vez en el salon de clases –pero me resistía a aceptarlo- ¿ y tu ? le pregunte – no se – me dijo- de repente sentí la necesidad de estar siempre contigo, de tenerte a mi lado, de hacerte el amor, pero no quería decirte nada, por que no sabía como reaccionarias- mi rey- le dije- si eso he deseado desde que te ví hacerle el amor la a prostituta, hubiera deseado estar en su lugar pero no sabía como reaccionarías - ¿ eres gay ?- me preguntó – no sé- le dije, nunca me había atraído ningún hombre hasta que te conocí a ti, e incluso sabes que pensaba casarme. Y le di un beso en la boca, misma que el correspondió apasionadamente.

Nuevamente regresaron nuestros deseos de hacernos el amor, el me puso boca abajo, y me beso toda la espalda, desde la nuca hasta las nalgas, lentamente como si me quisiera hacer sufrir o matarme de deseo, sus labios devoraron mi cuerpo, me daba pequeñas mordidas, mordisqueaba mi nalgas, haciendo que mi piel se erizara de deseo, sus manos recorrían mi cuerpo, pellizcaba mis tetillas. Luego paso su grandes manos entre mis nalgas, jugando con ellas, haciéndome sentir como una descarga eléctrica en el cuerpo.

Luego se tendió sobre mí, estando yo bocabajo, sentí su calor sobre de mi, sus casi 80 kg aprisionaban mi delgado cuerpo, sus labios buscaron mis oídos y tiernamente y susurrándome al oído me dijo – preciosa, quieres que te coja ?, quiero meterte la verga, , quieres que tu maridito te quite la virginidad ?, quiero romperte el culo, te prometo que seré tierno y delicado contigo- al decir esto me mordía el lóbulo de la oreja, me resoplaba en el oído, haciendo que me derrita de deseo, sentía su calor corporal sobre mi cuerpo, sentía su aroma de hombre, de macho, sentía su verga erecta en toda su extensión y grosor rozándome las nalgas, y no pude más, y temblando de deseo le dije - si mi amor, mi hombre, mi macho, mi muchachito lindo, mi niño adorado, haz de mi lo que quieras, ya sabes que soy tuya, y que mi culo siempre sólo será para ti, soné como una puta, pero no era puta, sólo era un ser enamorado de otro ser.

Gabriel, me acarició todo el cuerpo, estaba encendido, yo lo escuchaba bufar, como toro en celo, yo estaba igual, acariciándome las nalgas, me las abrió, me metió la punta de un dedo en el culo, y yo sentí dolor, y respingué, y placer al mismo tiempo, luego metió todo el dedo, y haciendo movimientos circulares, trataba de dilatarme – es para que no te duela tanto cuanto te meta la verga- me explicó- si mi amor- le dije- tu sabes lo que haces- pero hazlo ya, ya métemela, que ya no aguanto este deseo de tenerte dentro de mí. Después me metió un segundo dedo, yo me retorcía de deseo, de sentir a mi macho dentro de mí, de tener esa verga de 22 cm, dura, roja, venosa, con sus 15 cm. de redondez ensartada en mi culo.

Cuanto sintió que ya estaba listo, Gabriel me dijo – ¿mi amor, como quieras que te la meta ?’- yo le dije- como tu quieras mi rey, sólo métemela ya, por favor- suavemente acariciándome el cuerpo y besándome el cuello tiernamente, me dijo- te voy a coger de a perrito – me puso de cuatro patas – yo levante las nalgas, y puse una almohada debajo de mi vientre- muerde este tela- es probable que te duela, aunque trataré de metértela despacito- . Gabriel se puso detrás de mí me abrió las nalgas, y puso la cabeza de su enorme verga en la entrada de mi culo, la penetración era inminente, ¡ por sería de el ¡ , !por fin mis deseos por ese hombre se cumplirían ¡ , sentí el calor de su verga que me quemaba el culo, sentí su redondes en la entrada de mi ano, pero no me la metió, me la pasaba lentamente por entre las nalgas, me rozaba mi culito, me la untaba de arriba abajo- mientras me decía siéntela putito, al ratito la tendrás toda adentro- , eso incremento mi calentura, y ya no pude más y le dije – ¡ ya mí amor, no me hagas sufrir, ya métemela por favor, ya rómpeme el culo! , házme tuyo, ya no puedo más…….. - .

Al decir esto, sentí la primera embestida de gaby, , la cabeza de su verga me había entrado a la mitad, estaba empezando a perder la virginidad con la verga de Gabriel- sentí como los pliegues de mi culo se ensanchaban para darle cabida a esa verga que tanto había deseado…. Pegué un gemido de dolor, Gabriel amoroso, acariciándome las orejas y besándome el cuello, se detuvo y me dijo tiernamente.- ya entro la puntita- mi amor, aguanta ya veras que los dos lo vamos a disfrutar. Dio otra embestida y sentí como su enorme verga milimetro a milimetro se alojaba en mi culo, hasta que entro la cebeza totalmnte, el dolor era intenso, pero el deseo de ser poseído por Gabriel era superior a cualquier dolor, así que aguante el dolor….Gabriel se detuvo y tiernamente me dijo, -ya entro toda la cabeza mi cielo, disfrútalo – si , sentía ese fierro candente, sentí como mi esfinter se cerraban en los bordes del glande de la verga de Gabriel misma que estaba alojado en mi culo, ¡ por fin Gabriel, me hacía suya !.

Después del dolor inicial, Gabriel me fue metiendo los 22 cm. de verga lentamente mi limetro a milimetro, pude sentir como esa verga tan deseada por mi, se iba alojando en toda su extensión en mi estrecho y hasta entonces virgen culo, se me hacía increíble como mi virgencito culito, pudo alojar semejante verga de mi macho Gabriel, pero sí, no era un sueño, ahí estaba yo ensartado de la verga de mi hombre de mi adorado y deseado hombre.

Gabriel, una vez que me metió toda la verga, empezó rítmicamente a moverse, metiéndomela y sacándomela lentamente al principio, yo me sentía en el cielo, por fin Gabriel me estaba cogiendo, por fin era su mujer, mi sueño dorado se había cumplido. Gabriel me pregunto entre gemidos de placer - ya no te duele …ah ah….ah…- ya tienes mi verga donde la querías, ¡ toda adentro !- yo le conteste gritando de placer – ya no me duele, sólo siento un gran placer , ¡ métemela más, clávame hasta lo huevos, mi macho….ahhhhh..ahhhhh,…ahhhhh ! . Gabriel frenéticamente me bombeaba más fuerte, yo me sentía desmayar de tanto placer.

Luego me la saca, con ternura me pone a orilla de la cama, me levanta las piernas y subiéndoselas a sus anchos hombre me atare hacía el, y de un solo golpe, me metió toda la verga de nuevo hasta el fondo, casi hasta los huevos, yo pegue un grito de placer… y empecé a mover el culo para recibir su embestida. Gabriel bufaba como toro en brama, cogiéndome con tal fuerza que estuvimos a punto de caernos de la cama…mientras me cogía yo le veía su bello rostro extasiado de placer, con una expresión salvaje…y el me decía ¡- que apretadito estás….que rico culito tienes…..que rico aprietas……de lo que nos habíamos perdido….. de quien es ese culito…verdad que sólo mío…..serás mi puta….serás solo para m텅yo soy tu macho…..soy tu marido… yo le decía – entre gemidos de placer…. Si, sólo seré tuya, serás mi marido…..mi macho mi hombre... sólo tu verga me cogerá…..

Luego me saco la verga de nuevo, se acostó boca arriba, detuvo su vergota apuntando al techo de la habitación y me ordenó, -cabálgame, ensartate tu sólo,- no lo, pensé dos veces y sentándome sobre de el con mis manos abrí mis nalgas y me dejé caer de un golpe sobre su vergota, la sentí hasta el estómago, luego empecé frenéticamente, a cabalgarlo, controlando yo la embestida de su verga, su hermoso rostro estaba desfigurado de tanto placer, y ya no pudimos más y entre nuestros gemidos confundidos y abrazándonos y acariciándonos, nos derramamos nuestra leche al mismo tiempo, el dentro de mí, sentí que chorros de su leche caliente de macho inundaban mis entrañas, y nos hacíamos un solo cuerpo, ya éramos marido y mujer, nuestro amor se había consumado, yo me derrame en su pecho. Asi , fundidos en un abrazo sellamos nuestro amor para siempre.

Después de ese acto de amor, nos quedamos abrazados, exhaustos y dormidos. Al otro día al despertar, Gabriel empezó a tratarme como su mujer, tiernamente, me levanto en sus fuertes brazos para llevarme al baño, nos bañamos juntos. Al Salir de la habitación el encargado del hotel, con una mirada sarcástica comento- se ven ojerosos, estuvo pesada la noche de luna de miel- ya no nos importaba, lo que dijera la gente, pues éramos ya el uno para el otro, pagamos y seguimos rumbo a Cancún donde viviríamos, una semana de tórrido romance, de noches de intenso sexo, en las playas, o en el hotel, cualquier lugar era bueno para amarnos, para querernos, para demostrarnos que nos queríamos, éramos como recién casados.

Esa semana fui la mujer de Gabriel, y el me trataba como tal, como su reyna. Me hizo el amor como quiso, donde quiso y cuanto quiso, yo sólo estaba para complacerlo y el a mí también, fue la semana más feliz de mi vida. Nunca la olvidaré.

Terminó la semana y regresamos a Monterrey, Gabriel se mudó a mi departamento, mientras se titulaba, ante el mundo seguimos siendo unos buenos amigos pero en la intimidad éramos los mas felices amantes, yo cumplía con mi papel de la mujer de Gabriel y el era mi marido, tanto en las labores de la casa como en la cama. Desafortunadamente, Gabriel terminó los tramites de su fin de clases, se tituló, y tenía que irse a trabajar a su tierra.

Yo decidí regresar a Veracruz, ya no podía estar en Monterrey, si el ya no estaba, todo me lo recordaría. La universidad, la Ciudad, el departamento, los restaurantes donde comíamos, los bares que frecuentábamos, en fin todo.

Nuestra despedida fue triste, esa noche nos amamos intensamente tanto o más que la primera vez en aquel cuarto del motel, nos juramos amor eterno. Al otro día lo llevé a tomar el autobús y en la terminal, nos dimos un abrazo tan tierno y tan sentido, que por un momento pensé que jamás lo volvería a ver. Era el otoño de 1988.

Yo sabía de el a través de sus cartas, yo le escribía cartas de amor a menudo, a veces hablábamos por teléfono. En 1989, Gabriel me visitó en Veracruz, y en un fin de semana dimos rienda suelta a nuestro amor y a nuestra pasión. Luego nuestros contactos se hicieron más lejanos; través de algunos amigos comúnes en Monterrey, ciudad que visito frecuentemente yo sabía de el, de sus éxitos profesionales. Me enteré que se caso en 1994, con aquella mujer de la fiesta de Graduación, por cierto de nombre Claudia.

No volví a verlo personalmente hasta 1998, que me lo encontré casualmente en un viaje que hice a una cuidad fronteriza con lo Estados Unidos, me invito a su casa, dormí en su casa, comí con su familia, me trato como siempre, como un gran amigo, no hicimos referencia a lo que hubo entre nosotros; conocí a sus entonces dos hijos, actualmente tiene tres, platique con Claudia, mi rival en amores. El es feliz con ella, eso pude percibir. Yo le ofrecí mi apoyo como siempre para lo que se ofreciera a pesar de la distancia, me agradeció el gesto y me dijo que si lo necesita lo tendría en cuenta.

Yo me case, actualmente tengo tres hijos adolescentes.

Nunca me ha vuelto a atraer otro hombre, sexualmente soy feliz con mi mujer, pero no niego que a pesar de haber pasado más de 17 años sigo extrañando a Gabriel, no puede quitar de mi mente su rostro de niño travieso, su cuerpo de hombre adulto, su aroma de macho, el sabor de su verga y de su semen siguen taladrando mis sentidos cuando lo recuerdo y entonces tengo que hacerme puñetas al recordarlo.

No se si él habrá olvidado las noches de pasión que pasamos en Cancún, no se si al igual que yo me recuerde, pero yo nunca voy a olvidarlo, será siempre y para siempre ………el amor de mi vida.

Así queridos lectores termina mi historia ……..con Gabriel.