Mi historia con el joven Javier 21ª parte
Javier, entra en la habitación para despedirse y marcha con Matías a Puertollano para presentar los papeles para el divorcio de él e Inés. Nosotras nos levantamos y tras recoger las cosas de Inés en su casa, nos despedimos del caballo Lucero y de los trabajadores (el negrito y los dos moros). Luego emprendemos viaje para Alcobendas, parando a come por el camino. Tras comer Inés y Esperanza se aman en los servicios de señora y son sorprendidas por dos antiguos amigos de Esperanza :Carlos y Juan con los cuales se van a pasar un buen rato en el camión de este último.
A eso de las 9,00 de la mañana, me despertó alguien que abría la puerta de la habitación, era Javier se acercó a la cama por mi lado y dándome un beso en la frente me dijo:
“No te levantes aún y sigue descansando, solo he querido darte los buenos días y decirte que voy con Matías a presentar al juzgado la demanda de divorcio de él y de Inés, como me dijiste. ¿Os iréis hoy ¿Vais a esperar que regresemos o ya habréis marchado?, te podías quedar un día más , pues como sabes yo no comienzo el curso hasta mediado de Octubre aunque me han dicho mis padres que solamente iré el día de la presentación y después me tengo que venir y regresaré para quedarme ya y continuar el curso en noviembre. Mis padres me acompañaran para que no me invente ninguna escusa para quedarme, de modo que una vez hecha la presentación del curso volveremos todos juntos aquí y me será imposible verte, de modo que si te vas ahora no podré verte ni estar contigo hasta entonces, y eso es mucho tiempo, y me apetece tanto que estemos juntos. Además tendrás que decir a Marisa que hasta entonces no podremos seguir grabando ninguna película más de tú embarazo.”
Yo medio dormida le digo:
“Mira Javier, sí nos iremos hoy y no sé si estaremos aún aquí para cuando vuelvas, pues la verdad es que estamos muy cansadas de la paliza que nos disteis anoche y los días pasados, por eso necesitamos descansar. Lo de quedarme más días no puede ser, pues mi marido seguro que ya ha vuelto de su viaje y estará impaciente esperando a que llegue, pues no sabe nada de mí, dado que le dije que no quería que me llamara ni supiera donde estaba de vacaciones, que quería olvidarme un poco de todo y descansar. Me entiendes, por eso creo que me debo de marchar hoy. Y referente a que hasta noviembre no estarás por Alcobendas, a mí tampoco me hace mucha gracia estar tanto tiempo sin verte, pero si tiene que ser así, que vamos hacer. A lo mejor consigues con alguna escusa hacer una escapada que podamos estar juntos, de todas formas, consigas la escusa o no estos días que no voy a poder estar contigo se me van hacer muy largos, si tú no consigues alguna escusa ya miraré yo la forma de venir aunque sea un día en el AVE por la mañana e irme por la noche (pero lo mejor es que tú consigas la escusa y seas tú el que se desplace a Alcobendas). No estoy muy contenta con el comportamiento que durante estos días has tenido conmigo ¿es que no me quieres ni me deseas?, te digo esto porque me has entregado a otros hombres y en estos pocos días que he estado en tú finca me han follado los demás más que tú, que en realidad es el que quería que me poseyera, porque yo quiero ser tuya, solo tuya, aunque si el entregarme a otros y que haga de puta es lo que tú quieres así será y así seguiré, pero si quieres mi opinión y de algo vale, me gustaría que eso lo hicieras más de tarde en tarde y que me poseyeras y me follaras tú más que los demás y a menudo, no como ahora que estoy siendo follada más veces por otros que por ti. Y referente a lo de rodar alguna película más , ahora de mi embarazo, no te preocupes, se lo diré a Marisa y lo que haremos (ya que te gusta verme poseída por otros) es que en tu ausencia para que no se me vea de pronto con una tripa grande , sino que se vaya viendo la evolución poco a poco , es que rodaremos con un actor que se parezca a ti y que no se le vea la cara ni primeros planos de ella ni de su polla y cuando tú puedas rodaremos varios planos de tu cara de cerca y de tu polla entrando en mi vagina y en los sitios que sea necesario, estos planos luego se intercalarán con los que grabemos con el actor y así parecerá que eres tú con el que he estado grabando y follando. Ya que quieres vas a ser un cornudo por necesidad”
Entonces él me responde:
“Lo siento, mi amor, procuraré que sea como tú dices, pero es que no sé lo que me pasa es algo que me empuja a entregarte a los demás. Verte poseída por otros y que te traten como un furcia y verte sometida por ellos, me pone tan caliente. Pero no te preocupe de ahora en adelante procuraré sujetarme y entregarte más de tarde en tarde, te prometo que lo voy a intentar, pero esto no quiere decir que las ganas de verte con otros no me puedan y lo haga. De todas formas te pido que si no te apetece mucho me lo digas, aunque me hayas prometido que pueda hacerlo cuando quiera. Te vuelvo a pedir perdón.”
Yo al verle tan apenado le digo:
“Venga no te preocupes, si quieres que me sigan poseyendo otros, lo hare, y cuando no quiera o no me apetezca te lo diré, y si sigues insistiendo en que lo haga, no te preocupes que lo hare, te quiero muchísimo y solo deseo darte gusto y placer. Por eso te digo que aparte de todo esto además a partir de ahora vas a poder disfrutar también todo lo que en estos años no has podido disfrutar de Inés y ahora podrás, pues como me pertenece podré dejártela (si te portas bien conmigo) cuando desees estar con ella. Ven dame un beso “
Él se acerco de nuevo a mí, le cogí su carita de niño y le di un beso, a él se le puso una cara de felicidad, que me hizo sentirme de nuevo bien, luego me dijo:
“Te quiero, Esperanza, y te lo vuelvo a prometer, voy a procurar cambiar, a partir de ahora serás poseída más veces por mí que por los demás, y si de verdad me dejas hacerlo de vez en cuando con Inés te lo agradeceré eternamente, pues ya sabes lo que me ha atraído toda mi vida esta mujer”
Diciendo esto se separó de la cama y se dirigió hacia la puerta, antes de salí se llevo su mano derecha a su boca y me tiró un beso, luego salió y cerró la puerta marchándose.
Yo volví mi cara hacía donde se encontraba Inés aún dormida, estaba a mi lado desnuda sin cubrir por las sabanas, se la podía ver su tripita un poquito abultada por la edad. Me fije en sus tetas, eran un poco más grandes que las mías (que estaban en 130) (quizás una talla más) pero ella aún prácticamente no había comenzado el tratamiento de aumento de pecho y sin embargo ya las tenía bastante grandes (140), sus pezones estaban tiesos y apuntaban hacia arriba, para su edad y peso no los tenía muy caídos. Tendríamos que hacer todos los días las dos ejercicios pectorales para evitar que los pechos se nos cayeran y tenerlos de esas formas tersas y deseables. No pudiéndome contener acerque mi boca a su cara y la di un suave beso, como no despertaba baje a sus pechos y metiéndome uno de sus pezones en mi boca comencé a chupárselo como si estuviera mamando de ellos. Esto si la despertó y al verme en esa posición y lo que hacía, ella me pasó su mano por mi cabeza y me la aplastó delicadamente contra su pecho para que pudiera mamarle o chuparle mejor, más a mi placer. Entonces la dije:
“Inés, que tal has dormido, ¿has descansado?, ¿te duele tu coñito y tú culito o ya lo tienes en su sitio? Yo he manchado un poco las sabanas de la herida que el moro ese de mierda me provocó en mi culo, pero parece que ya está mejor, deberías darme un poquito más de ese ungüento que hiciste ayer y nos dimos con él, me calmó muchísimo y parece que la herida va cicatrizando, yo pienso que si me doy hoy probablemente mañana la herida haya cerrado. Y a ti te sigue doliendo tu chochito y tu culito, déjame ver como los tienes”
Yo la hago que se abra de piernas y observo su coñito estrecho, sus labios por su interior de un rosa intenso y por su exterior blancos tirando un poco a marrón, brillantes, abultados y todo a su alrededor lleno de la esplendida pelambrera que posee. Su coñito ya ha recobrado su tamaño habitual, vuelve a ser ese coñito estrecho y deseable que tenía antes de que el poni la penetrara con su gran verga. La doy la vuelta y observo su culo, es precioso, blanco, suave y deseable, con delicadeza y cariño la separo sus cachetes para observar su agujerito oscuro, por donde Javier la metió el gran consolador, su agujero se le ve ya un poquito más dilatado que antes ya no es ese agujerito estrecho por el que apenas cogía un dedo. Javier sin querer me había ayudado bastante en la preparación del ano de Inés, aunque aún la quedaba bastante para poder recibir las vergas que la entrarán sin que sienta gran dolor. Ella mientras yo hacía esta exploración me dijo:
“Si Esperanza, noto que mi coñito ha vuelto a su ser, pero aún siento molestias, tanto en él como en mi culo, si te parece cuando te dé con la crema, si eres tan amable me podías aplicar a mí también un poquito en mis dos agujeros (chocho y culo)”.
Yo entonces la contesto:
“Si, querida, tu sexo ha vuelto a su ser y se le ve espectacular (diciendo esto acerco mi boca a él y sacando mi lengua lo paso por todo lo largo de sus labios mayores para luego ayudándome de mis manos abrírselos y pasar también mi lengua por los menores e introducirla todo lo que puedo dentro de su vagina para saborear su jugos que me saben a gloria. Ella no puede por menos que soltar un suspiro de placer) y tu culito sigue el proceso que yo deseo para él, ya ha dejado de estar tan abierto como te lo dejo el consolador, pero ya tampoco esta tan cerrado como antes. Durante el viaje te colocaré otro consolador dentro de él (no tan grande como el que te metió Javier) pero si lo suficiente para que se vaya dilatando y acostumbrando tus esfínter a estar más dilatados. Cuando se hayan acostumbrado a ese tamaño le sustituiremos por otro mayor hasta que lleguemos a conseguir la medida deseada para tu agujerito”
Ella coge la crema de la mesita, yo me tumbo de cara sobre la cama y con mis dos manos separo los cachetes de mi culo. Ella entonces cogiendo un poquito de pomada lo extiende con suavidad y delicadeza por todo el orificio de mi culito, y me dice:
“Se nota, bastante mejoría, lo tienes mejor. Yo creo que con esto que te he dado para esta tarde debes tenerlo completamente curado. Ahora por favor si no te importa podrías tú aplicarme a mí también un poco en mis dos entradas, ayer con lo poco que me di sentí bastante alivio y pienso que si me doy ahora dentro de una hora o menos las molestias que siento me habrán desaparecido”
Yo dándome la vuelta e incorporándome, cogí un poco de pomada en mis dedos y la dije:
“Claro que te la pongo, me encanta poder tocar tus partes intimas. Ponte a cuatro patas y bien abierta en la cama, yo en principio me pondré bajo de ti entre tus piernas y te aplicaré la pomada”
Ella me hizo caso y yo ocupando la posición que le había indicado, comencé a extenderla la pomada sobre el agujero de su culo a la vez que acercando mi boca a su coño se lo chupaba y jugaba con mis labios y lengua en su clítoris, arrancándola suspiros de placer. Después, volví a coger más pomada e hice lo mismo sobre su chochito a la vez que le acariciaba el suave pandero de su culo.
Terminado de darnos la pomada, nos vestimos con las ropas que teníamos del día anterior y la dije:
“Ahora Inés, vamos a ir a tu casa para que cojas todo lo que necesites y quieras llevarte de recuerdo, aprovechamos que no está Matías y así lo harás con más tranquilidad. Luego pasaremos por mi coche para que yo coja la maleta que tengo en él con la ropa que traje de casa, pues con estas ropas y pinta no podemos ir por la calle ni de viaje, pues no tardarían mucho en detenernos por escándalo público ,je, je, je,…..”
Nos dirigimos a su casa y recogió varios recuerdos personales y la ropa interior la cogimos toda (pues dado el volumen de sus tetas hasta que compráramos alguna ropa interior más moderna tendría que usar esa, después fuimos al armario y tras elegir entre las ropas que tenia las más adecuadas, y dejando en los armarios las mas austeras, las metimos en una maleta y salimos de la casa. Ella me dijo:
“Esperanza, no será poca ropa, puedo coger más”
Yo la conteste:
“No Inés, cuando lleguemos a Madrid o antes por el camino, ya compraremos la ropa adecuada, tienes que parecer lo que eres, una belleza madura que a la vez de provocar y ser deseada des la sensación de señora, y para eso la ropas que tienes no vale. La ropa que has cogido y la interior que llevamos, no la tiraremos, la guardaremos pues seguro que habrá clientes que les de morbo hacerlo con una mujer que de el aspecto de modosita y de ama de casa, pero solo la utilizarás para eso, para trabajos especiales o rodajes de películas, etc... Ha antes de coger mi maleta de mi coche, quiero despedirme de Lucero y de alguien más, ven vamos.”
Dejamos la maleta suya, también en el coche y agarrándola de la mano, nos dirigimos hacía las cuadras, donde estaba Lucero. Cuando llegamos donde estaba, comenzó a relinchar y ponerse nervioso al olerme, me acerqué a él y comenzó a lamerme la cara como si me conociera. Yo entonces me dirigí hacía la parte de atrás de él y pude ver como comenzaba a salirse su polla de la funda de piel donde se encontraba. Sin poderme contener acerque mi mano a ella y comencé a acariciarla notando como se iba excitando y viendo como aumentaba de tamaño. Con mucha pena de mi corazón de no poder tener más tiempo para pasar un buen rato con él, la dije a Inés:
“Que pena no tener tiempo, pero bueno ya habrá otra ocasión. Vamos quiero despedirme de los obreros que nos poseyeron ayer”
Volví a coger a Inés de la mano y nos dirigimos hacia donde se encontraban los tres obreros. Cuando llegamos donde ellos estaban, me dirigí hacía Malí y cogiéndole su cara acerque mi boca a la suya y metiéndole mi lengua dentro le di un beso y un morreo de campeonato, mientras lleve mi mano a la altura de su pantalón donde se encontraba su polla, le desabroche la cremallera, metí mi mano y saque su larga y esplendida polla, negra como el azabache y comencé a meneársela. Luego cogiendo una de sus manos se la lleve a mi coño y metiéndosela por la raja que tenía las bragas le hice que me le tocara. La otra mano se la lleve a mis pechos para que me los sobara a placer. Deje de besarle y miré a los demás, Inés estaba sorprendida, pero al mirarla me sorillo y asentó con la cabeza, los dos moros estaban con la boca abierta y con cara de felicidad esperando que yo acabará y comenzara con ellos o que lo hiciera Inés. Abdha, se fue acercar a Inés y Nabilla se acercaba a mi espalda, cuando les dije:
“Quieto, donde vais vosotros dos, estaros quietos, lo vuestro vendrá después. Y tú Inés ven ayudarme”
Entonces me pude de rodilla y metiéndome la polla de Malí en mi boca, comencé hacerle una mamada de campeonato e indique a Inés que se desnudará que se quedará solamente con las bragas y a Malí que la sobara, acariciara y besara lo que deseara y quisiera. Así estuvimos hasta que conseguí que el negrito se corriera en mi boca, tragándome con gran deleite todo su néctar, luego levantándome y cerrando mis ropas, le dije:
“Malí, este es mi agradecimiento por lo bien que te portaste ayer y lo que me hiciste disfrutar, he querido que tengas este recuerdo de mí y que no te olvides. Si tienes ocasión de ir por Madrid y quieres estar con nosotras, tanto conmigo como con Inés, puedes hacerlo en esta dirección (le di la dirección de la casa de putas de Marisa. No le dije que allí era donde trabajamos y hacíamos de putas, no quería que supiera que aunque fuera por placer trabajábamos de prostitutas). “
Después me dirigí a los dos moros, que esperaban un trato similar que el que había concedido a Malí, y antes de que se dieran cuenta les solté una fuerte bofetada a casa uno en sus caras, y les dije:
“Este es el premio vuestro, por lo bestias y mal que me tratasteis ayer, si os hubierais comportado como Malí o como unos amantes normales hubierais obtenido el mismo premio que él, pero como fue todo lo contrario esto es lo que os doy. Y no tratéis de hacernos nada o mi “marido Javier”, se enterará y os denunciará por haber intentado violarme. Inés tú vístete, estos dos bestias no son dignos de volver a tenernos a ninguna de las dos entre sus brazos”
Inés hizo lo que la decía, y dirigiéndonos hacía mi coche les dejamos allí como dos estatuas sorprendidos y cabreados a la vez que el bueno de Malí se reía a carcajadas de ellos.
Cogimos del coche la ropa que nos íbamos a poner las dos y vaciamos el resto de mi ropa en la maleta de Inés. Cogimos las ropas y mi maleta vacía y nos dirigimos hacia la casa. Fuimos al cuarto donde nos vestimos , yo me puse de ropa interior, un conjunto blanco fino de encaje y semi transparente, encima en la parte superior una blusa blanca de seda que dejaba ver a través de los cuatro botones desabrochado mi sujetador y gran parte de mis pechos y en la parte inferior una falda suelta tableada azul marino que me quedaba su final como a cuarta y media de mis rodillas., a la cintura me puse un cinturón ancho de color rojo de hebilla también grande (quería provocar y llamar la atención sin enseñar nada). Inés se puso de ropa interior un conjunto de los suyos de algodón blanco. Al verla la dije:
“Será mejor que te pongas este mío, es el que traje cuando llegue y seguro que fuiste tú la que lo lavaste, pero me falta las bragas que se quedo tú marido con ellas sin consultarme, por tanto tendrás que quedarte con esas (eran unas bragas caladas por las que se vislumbraba la oscuridad de su pelambrera, grandes pero no exageradas (como otras que tenía), la miré y no quedaba mal del todo).”
Mi sujetador la estaba pequeño lo que hacía que sus voluminosos senos abultaran aún más, parecían que iban a explotar y salirse del sujetador. En la parte de arriba se puso una camisa de color también crema y la hice que se quedará también cuatro botones desabrochados para que, como yo, mostrara sin enseñar sus esplendidos senos. Y en la parte de abajo, se colocó de todas las faldas que habíamos cogido la más corta que tenía, quedándola normal como cinco dedos por encima de sus rodillas. Entonces cogí y se la subí todo lo que pude dejándosela que la terminación de la falda quedará a una cuarta de sus rodillas, con esto habíamos ganado otros cinco dedos. Para que no se notará que la tenía tan arriba subida la cintura de la unión de la falda con la camisa, colocamos un cinturón mío, también ancho, de color blanco. Estaba espectacular, no tan provocativa como yo, pero lo suficiente para que los hombres volvieran la cabeza y las mujeres murmuraran cuando ella se cruzara con ellos, entonces yo la dije:
“Inés estas divina, me encantas si yo fuera un hombre al verte me tiraría encima de ti y te comería todas las partes de tu cuerpo, me pones solo de mirarte a cien. ¡Ah se me olvidaba¡, bájate un poquito las bragas y ábrete lo que puedas de pierna, tengo que colocarte unos juguetes en tus dos agujeros, pues deseo que estés todo el viaje caliente .”
Ella hizo lo que la decía, yo entonces me dirigí al cajón donde Javier tenía los juguetes sexuales que había comprado para usarlos en mí estos días y cogiendo unas bolas chinas, se las metí en su coño. Luego cogí un consolador de un tamaño mediano tirando a grande y abriéndola con cuidado su culito se lo fui introduciendo hasta que lo tuvo todo entero dentro de él, luego la subí las bragas para evitar que se le saliera y la dije:
“Ven ayúdame a recoger toda esta ropa y estos juguetes que Javier me ha comprado para que lo metamos en la maleta y nos lo llevemos”
Así lo hicimos, llenando la maleta. Tras cerrarla cogí mi teléfono y llame a Marisa contándola la situación mía con Inés y pidiéndola que hasta que la buscara un piso que se quedara en su casa, ella acepto complaciente, diciéndome:
“No me pidas permiso, querida, ya sabes que lo mío es tuyo y que lo que tengo lo comparto desde el día que te entregaste a mi, puedes traerla y que se quede en casa el tiempo que sea necesario”
Después la comenté que probablemente llegaríamos hoy o lo más tardar mañana, que si se encontraba con mi marido o este la llamaba que no le dijera nada de mi vuelta, pues quería darle una sorpresa y si me entretenía y no podía llegar hoy al no saberlo no se preocuparía ni yo le tendría que dar explicaciones.
Cogimos la maleta, la cargamos junto con la otra que teníamos en el coche y emprendimos el viaje hacía Alcobendas. Inés al sentarse en el asiento notó un poco de dolor e incomodidad en su culito al llevar metido el consolador, pero al cabo de un rato ya se había acoplado y se sentía a gusto. Yo notaba que las bolas chinas estaban haciendo su función y la tenían más caliente que un Ford, entonces levantándole hasta la cintura la falda, la separé las piernas y la dije:
“Querida, no te aguantes, aunque yo no puedo acariciarte porque voy conduciendo, tú no te reprimas, si lo necesitas mastúrbate y córrete las veces que sean necesarias para aliviarte esa calentura que las bolas chinas te van provocando”
Ella mirándome y sonriéndome me dijo:
“Gracias mi ama, estoy muy caliente y lo necesito de verdad”
Yo la conteste:
“No quiero que me llames ama, tú y yo somos amigas y a excepción de lo pactado tú eres libre. Pero si el sentirte sometida a ti te da morbo y te calienta, aunque para mí no seas mi esclava si tú quieres hare con que eres eso para mí. Ahora no seas tonta y no esperes más mi amor mastúrbate y alíviate, te quiero”
Y colocando mi mano sobre su muslo la di una palmadita. Ella se metió la mano por debajo de las bragas y comenzó a masturbarse con la mano derecha mientras que con la otra que se había metido bajo su blusa se sobaba sus tetas, no tardó mucho en empezar a suspirar y a decir palabras de placer como:
“Aaaahhh, siiiiii, siiiiiii, como lo necesitaba, estaba muy caliente y salidaaaa, pero no me atrevía hacerlo por si no te gustabaaaaa, aaaaahhhh que placeeeerrrrrr , siiiii, ojala fueras tú la que me masturbaraaaaa, oooooohhhhhooooo, siiiiiii que placeeeer me va a veniiiiir siiiii, me vieeneeee, me corroooooooo…oooooohooooooo…….”
Y tensándose y estirando a tope sus piernas tuvo un gran orgasmo, que al salir de él, se relajó y quedó tendida en el asiento totalmente derrotada. Se acerco a mi cara y me dio un beso, luego llevo su mano a mis bragas y comenzó a acariciarme coñito por encima de ellas, entonces la dije:
“No seas mala, déjame, no me distraiga no ves que voy conduciendo, ya tendremos tiempo, venga déjalo, más adelante pararemos y ya veremos que hacemos”
Cogiendo su mano se la aparte de mi sexo y continuamos camino. A eso de la 1,30 de la tarde paramos a comer, en un área de servicio donde había bastantes camiones parados. Antes de bajarnos del coche nos dimos un gran morreo y nos sobamos mutuamente una a la otra metiéndonos manos por todos nuestros cuerpos. Después entramos en el restaurante y al entrar en el comedor se quedo todo en silencio, todas las miradas se dirigían hacia nosotros. Pedimos mesa para dos y nos colocaron al lado de una ventana desde donde podíamos ver una especie de jardín que tenían en la parte posterior del restaurante. Pedimos la comida, durante ella no hacíamos más que mirarnos las dos y cuando podíamos con disimulo nos tocábamos bajo la mesa una a la otra metiéndonos manos, al acabar pedimos la cuenta y pague. Antes de marchar la dije a Inés que necesitaba ir al baño que si quería acompañarme, ella como esperaba me dijo que sí. Pasamos entre varios camioneros que estaban comiendo, procuré no mirar a ninguno y mirar hacia adelante para no sentirme observada. Entramos en el servicio eran amplio y había dos puertas una de caballero y la otra para señora, pasamos al de señora en el que había un frente todo lleno de lavabos y espejo y detrás 6 cabinas con los WC. Yo nada más entrar cogí a Inés y recostándola contra la puerta de entrada la comencé a besar en sus labios y a meterle mano por todos sitios. La desabroche la camisa, dejándola totalmente abierta ella hacía lo mismo conmigo, entonces la paré y la dije:
“Ven vamos a una de las cabinas, aquí puede entrar alguien y cogernos y pasar un mal rato”
Cogiéndome ella de la mano, como con prisas por el deseo tiró de mí y nos metimos en una de las cabinas cerrando, cuando fuimos a cerrar el cerrojo nos dimos cuenta que no tenía, nos fuimos a otra y estaba igual, comprobamos todas y en ninguna había cerrojo, por tanto nos quedamos en la última que habíamos entrado y sujetamos la puerta con nuestros cuerpos. Entonces comenzamos a desnudarnos una a la otra, yo la saque a Inés el consolador de su culito y las bolas chinas de su coño y guarde todo en mi bolso. Yo me senté en la taza del WC y ella se puso de rodillas, me cogió mis piernas abriéndomelas y se colocó cada una de mis piernas en cada uno de sus hombros y acercando su boca a mi chocha comenzó hacerme una comida de coño que me volvía loca, yo con lo caliente que estaba de toda la mañana sin poder aliviarme y de los someteos que nos habíamos traído en la comida no tarde en tener una cadena de orgasmos y comencé a suspirar y gritar:
“Si, querida, si, sigue así, así es como me gusta, Inés no pares, no pares que bien me lo haces, aahhhhh ooohhh que placeerr siii, siiii, sigueeee sigueeeeputaaaa n o pareeees me voy a correeeerrrrr….siiiiiii”
En esto estábamos cuando oímos entrar a alguien y dirigiéndose hacia nuestra cabina trataba de abrirla. Nosotras empujábamos pero quién fuera empujaba con fuerza consiguiendo al final abrir.
Ante nosotras aparecieron dos hombres que riéndose, uno de ellos le dijo al otro:
“No ves Juan como era ella, ya me había parecido durante la comida que era ella, pero no estaba seguro, pero al pasar delante de nosotros y verla la reconocí rápido. ¡Que! estabais disfrutando, ¿os lo pasabais bien?, ¿que tal Esperanza, me reconoces?, hace tiempo ¡Eh¡”
Yo toda sorprendida, no me lo podía creer, ante mi estaban Carlos y Juan, tras salir de mi sorpresa, aparté a un lado a Inés y echándole los brazos al cuello a Carlos apreté mi boca a la suya dándole un beso. Él me apartó de él y me dijo:
“Que sorpresa, querida cuanto tiempo sin vernos, esta es tu amiga ¿Cómo se llama?, pero bueno mejor que os vistáis y os esperamos fuera y hablamos, este encuentro hay que celebrarlo”
Ellos salieron del servicio mientras nosotras nos vestíamos y adecentábamos. Entonces Inés me pregunto que quienes eran y yo la dije:
“El joven es Carlos, es el culpable que yo me haya vuelto tan puta y golfa, su polla fue la segunda que me entraba en mi coño en mi vida y el otro es Juan, la suya fue la tercera y me dejo preñada del hijo que he perdido antes que este de Javier que espero. Yo cuando conocí a Carlos era un ama de casa normal, decente y amante de mi marido y junto con mi hijo éramos felices, pero una noche viendo una película erótica (no pornográfica) en un canal de televisión me calenté mucho y como estaba sola, dado que mi marido estaba de viaje y no me podía quitar mis ganas, apareció por la parte baja de la pantalla, frases y teléfonos que se anunciaban para contactar, y uno de ellos era el de Carlos. Tras dudarlo mucho, fue más fuerte mi calentura que mi sensatez y le llame y fui a su encuentro. Me poseyó y me hizo subir a las nubes, nunca nadie hasta entonces me había follado de esa forma. Después me siguió llamando y cada vez que me llamaba, me salía algo de mi interior que no podía negarme a ir a follar con él. En uno de esos encuentros me ofreció a Juan, quiso que le cobrara como una prostituta y yo le dije que no, que no era una puta que si quería que siguiera allí seria sin cobrar. Me entregue a Juan y en ese encuentro me preño. Después en otro de los encuentros me llevo engañado a casa de Marisa y allí me hizo contra mi voluntad prostituirme por primera vez. Aquello me gustó y desde entonces me prostituyo en casa de Marisa. Esa es la historia de cómo les conozco. Estos quieren follarnos a las dos, a mi me gustaría, (pues Carlos es un cabrón y un hijo de su madre pero hay pocos en el mundo que te hagan vibrar como él entre sus brazos y Juan también es un buen amante y tiene una buena herramienta igual que Carlos), pero no quiero forzarte a ti si no te apetece, de modo que depende de ti. Seguramente si decidimos hacerlo lo hagamos en uno de los camiones de ellos, estarán guarros y llenos de mierda de los animales que transportan, quizás eso (a mi por lo menos) nos excite aún más y disfrutemos más. Dime ¿qué hacemos?. “
Ella colocándose las bragas y acabando de vestirse me dice:
“Si a ti te apetece y dices que son tan buenos amantes, por mi encantada”
Entonces yo la contesto:
“Pues de acuerdo, nos quedaremos con ellos y si no tienen prisa pasaremos la noche en su compañía y mañana llegaremos a Madrid, total ya quedan pocos kilómetros, nos quedarán dos horas de viaje. Pero estos esta vez no nos van a joder y disfrutar gratis, ahora ya somos putas profesionales y si quieren nuestros favores y cuerpos nos tendrán que pagar”
Diciendo esto y una vez comprobando que estábamos ya bien vestidas, con nuestras bragas y sujetadores puestos y las faldas en su sitio y las camisas con los botones necesarios desabrochados para calentarles, salimos de los servicios y nos dirigimos hacia la calle donde nos esperaban a la salida. Al llegar donde estaban ellos, Carlos me saludo y me dijo:
“Bueno putita, nos presentas a tu amiga, es tan puta y zorra como tú o es decente”
Yo le contesto:
“Si soy puta es porque tú me hiciste, que yo cuando te conocí era una mujer casada y madre de familia decente y amante de mi marido, pero tú me arrastraste a lo que actualmente soy (y no me arrepiento, pues me gusta ser puta), recuerda que tu polla fue la segunda que entro en mi coño y la primera después de la de mi marido y la de Juan la tercera que visitó mi chochito y la segunda que me preñó. Mi amiga es Inés y actualmente la estoy emputeciendo, acaba de dejar a su marido y también ha sido la semana pasada la primera vez que estando casada se ha acostado con otros hombres que no eran su marido. Va a comenzar a trabajar en la casa de Marisa. Mira Inés este es Carlos y ese Juan, ya te he hablado de ellos”
Ellos dos contestan:
“Encantados de conocerte, si queréis podemos pasar un buen rato o tenéis algo que hacer o tenéis prisa, nosotros tenemos tiempo hasta las 7 ó 8 de la tarde luego debemos marchar para cargar mañana a primera hora”
Yo le contesto a Carlos que es el que ha soltado la invitación:
“De acuerdo cariño, pero esto os costará un dinero, ahora por ti, soy puta profesional y cobro por mis servicios. Además ahora ya no eres mi amante y por tanto si quieres pasar o si queréis pasar un buen rato con nosotras tendréis que pagar”
Entonces Carlos dice:
“¿Pero a mí me vas a cobrar, después de que he sido yo el que te ha enseñado a zorrear y te ha emputecido?, venga por favor, hazlo por los viejos tiempos.”
Yo le digo:
“Si quieres nuestros cuerpos y favores tendrás que pagar, lo que no te pondremos será tiempo, tendréis desde ahora (que son las 3,00 de la tarde) hasta las 7 ó las 8 que tenéis que marchar, por 100 euros (precio de amigos) cada uno nuestros cuerpos, caso contrario, tomamos algo y continuamos nuestro camino y tan amigos y si queréis pasar un buen rato cuando estéis por mi pueblo o Alcobendas ya sabéis donde nos podéis encontrar, en casa de Marisa”
Entonces es Juan el que se adelanta y contesta:
“De acuerdo, Esperanza, por mí no tengo pega además estoy deseando. Y tú Carlos no seas toca huevos, lo deseas tanto como yo, acepta y dalas ya los cien euros, tomad los míos. Si él no quiere iré yo solo con vosotras.”
Entonces Carlos, sonriendo se sacó 100 euros y dijo:
“Toma, tú ganas, me he acordado tanto de ti y te he deseado tanto que merece la pena pagar si es necesario para poder volver a tenerte entre mis brazos. A lo mejor te vuelve a gustar y te es necesario joder de ahora en adelante conmigo como me necesitabas antes , pues no me negarás que eras mi perrita y que por mi polla comías en mi mano y hacías lo que yo quisiera aun no queriendo hacerlo, pues eran más grandes tus ganas de polla que tu conciencia . A propósito ¿y esa barriga? ¿Por qué estas preñada? Quién te la ha hecho?, porque estoy seguro que tú marido no ha sido?”
Yo cogiendo el dinero le digo:
“Gracias, tienes razón me tenias totalmente dominada y hacía lo que tú querías, pero las cosas desde la última vez que estuvimos juntos han cambiado. Si estoy preñada y esta vez quiero tenerlo, no os dejaré hacerme nada que pueda peligrar la vida del hijo que llevo dentro. Ahora tú puesto lo ocupa mi amante y padre de la criatura que llevo en mi vientre. Y tú le conoces, es Javier el jovencito que fue mi segundo cliente el día que me llevaste a casa de Marisa, después del moro, me tiene loca y por eso le he dejado que me preñe. Encima vais a tener suerte de casi estrenar a mi amiga Inés y de follaros a una preñada, que tanto os escita”.
Entonces, esto último (lo de que Javier fuera mi amante y que yo hiciera lo que él quisiera) no le debió de gustar mucho, pues enseguida dijo:
“Bueno ya está bien de hablar, ya aunque sé que nos has hecho un precio de amigo, el tiempo corre y no tenemos tanto. Lo vamos hacer en el camión de Juan que se pueden bajar las trampillas y dejar que entre el aire por la parte de arriba para que pasemos menos calor y encima esta aún sin limpiar de la mierda de las vacas y novillas que ha llevado al matadero de tú pueblo hoy, así podremos revolcar esos cuerpos de zorra que tenéis por la mierda como hacen las perras, ya que vosotras sois las dos perras más grande que hay en toda la zona de Madrid. Como es de día iremos a un sitio que conocemos no muy lejos de aquí y que a esta hora no nos molestará nadie y así desde allí también os coge ya más cerca la salida hacía Madrid. Coge el coche y seguidnos.”
Yo hice lo que me decía y le seguimos, cogieron la carretera que va desde ciudad Real a Puerto Lápice y parando en un área de servicio que tenía un restaurante (había bastantes camiones y coches) me dijeron que dejara el coche en el aparcamiento. Luego tras dejar mi coche bien cerrado y tapado los cristales para evitar que le entrara el sol al interior, nos dirigimos al camión, se bajó Carlos y ayudándonos a subir , primero a Inés la puso como era su costumbre la mano en el culo aprovechando a meterla debajo la falda y tocarla sus nalgas y culo, luego me tocó a mí e hizo la misma operación y yo haciendo como que no podía subir me entretuve un rato para que él me sobara bien mi trasero y pudiera meter su mano entre mis bragas y mi cuerpo y pudiera tocar mi coño que para aquel entonces estaba totalmente mojado, en parte por el calor y el sudor y más por los flujos que la calentura que llevaba hacía que soltase (Ahora que ya me había dicho y había cobrado os diré que si me hubiera dicho que no nos pagaba, me hubiera entregado igual a ellos, pues los recuerdos me hicieron calentarme al máximo). Nos colocaron a las dos en el medio y seguimos camino un poco más adelante como a unos dos kilómetros se desviaron por una carretera que ponía Tablas de Daimiel, luego se apartaron por un camino de tierra y llegamos cerca de un rio con arboleda y dando un rodeo aparcaron el camión en un lugar que no se podía ver desde el camino de tierra. Luego se bajaron del camión y nos dijeron:
“Esperad un poco, -dijo Juan-vamos a prepararlo, pues aunque este bruto te haya dicho que lo haremos encima de la mierda, voy a procurar con una lona y dos o tres mantas que tengo en el camión tapar lo posible y también tapar los laterales y colocar la luz interior, para evitar si se acerca alguien (que lo dudo) que nos puedan ver o sorprender.”
Entonces la dije a Inés:
“¿Cuándo comienzas a estar en los días críticos para poder quedar preñada?”
Y ella contesta:
“Creo que ahora o a comienzo de esta semana que va a comenzar o como muy tarde a mediado de la misma?
Yo la contesto:
“Te lo digo porque Juan por el grosor de su polla no puede ponerse condón, dado que no los encuentra de su tamaño y los que encuentra se parten, de modo que si lo haces con él, te entrara muy ajustada y le costará e incluso a ti te puede hacer daño, aunque una vez dentro y empiece con el mete y saca sentirás un placer como nunca has sentido, pero correrás el riesgo de quedar preñada, tu veras.”
Ella me dice:
“Mira Esperanza, se que quieres que quede preñada cuanto antes, y si te hace ilusión que así sea, ¿Por qué esperar más?, lo haré con los dos y si con Juan tiene que ser sin condón no me importa, a lo mejor tengo la suerte de quedar preñada por él y darte gusto, sabes que lo que más deseo es darte a ti gusto y tenerte contenta”.
Yo la digo:
“Bien Inés, lo harás sin preservativo con Juan, pero con Carlos aunque él insista lo harás con preservativo, quiero controlar quién pueda ser el padre de tú futuro hijo y Carlos no quiero que sea, me da igual cualquier otro, pero este tiene que pagar de alguna forma como se ha portado conmigo, y una es no dejar que te folle a pelo. A mí puede hacerlo y con eso le tendremos contento, de acuerdo, esto es importante, no te dejes embaucar por Carlos y le des el gusto de que te folle sin preservativo.”
Al ratito volvieron los dos y nos bajamos Inés y yo del Camión, entonces Carlos dijo, dirigiéndose a Inés:
“Tú ven conmigo, Juan se ha encaprichado en estar primero con Esperanza, así que seré yo el que te estrene y pruebe a ti, estoy seguro que me encantarás, vaya pedazo de tetas que tienes, sin la ropa tienen que ser la hostia, ven nosotros lo haremos en la caja y ellos en la cabina del camión, luego ya nos uniremos todos, para seguir la fiesta en la caja del camión”
Diciendo esto cogió a Inés y se dirigió con ella hacía la parte de atrás del camión, la ayudo a subir por una puerta pequeña lateral de la caja y desaparecieron cerrando esta puerta. Juan entonces me cogió de la mano y fuimos hacía la cabina, me ayudo a subir y colocando sus manos en mi culo dándome un empujoncito y él dando la vuelta subió por el otro lado, entró y corrió las cortinas para evitar que nadie nos viera desde fuera. Pasamos los dos a la parte donde se encuentra la cama y acercándose a mí me dijo:
“Je,je,je, que bien te veo, las veces que he pensado en ti y las que te he deseado, me he masturbado infinidad de veces desde que estuvimos juntos pensando en ti. No te he llamado ni he podido hablar contigo, porque perdí tu teléfono y Carlos no me lo ha querido dar nunca ni tampoco me dijo que te habías quedado embarazada de mí (si lo hubiera sabido, seguro que hubiera evitado que le perdieras) ni tampoco que trabajabas de puta en casa de Marisa, si lo hubiera sabido te habría visitado en más de una ocasión. Joder Esperanza ¿te han crecido las tetas? Las veo más grande y esplendidas, estas para comerte putilla, ya verás que bien lo vamos a pasar esta tarde, lo de la otra vez se va a quedar chico, comparado con esta. He pedido a Carlos que me deje a mí estar contigo pues estoy loco por tenerte entre mis brazos”.
Al decir esto se acercó, (su aspecto era tan sucio y desagradable como la otra vez, olía a sudor de no haberse lavado en todo el día y se mezclaba con el olor de los animales que transportaba) y me dio un beso en la mejilla, me agarró por mi cintura y acercándome a él y llevando una mano hacía mi culo me le comenzó a dar un buen sobeo y con la otra me agarraba la cara y acercando su boca a mi boca y metiéndome su lengua me comenzaba a dar un beso, que junto con el sobeo de mi trasero me estaba excitando al máximo. Luego me levantó mi pequeña falda, me separó mis piernas y comenzó a acariciarme el interior de mis muslos hasta mis bragas y acariciando por encima de ellas mi coñito, me ponía a cien, entonces el me dijo:
“Veo que sigues estupenda, que bien te quedan estas braguitas, transparente y tan pequeñas que se te sale toda tu pelambrera por los lados , uuuuu que mojada y caliente estas, se nota que estas muy caliente. Prepárate te voy a asear tu almeja que después de el lote que te estabas dando con tú amiga en los aseos del restaurante ya la va haciendo falta, uuuuuu que bien huele”
Y separándome las braguitas quedo mi coño al aire llegando a mí el olor fuerte de mi sexo , acercó su lengua y comenzó a lamérmelo de arriba abajo, parando y dándome una buena lamida en mi clítoris,. Esa caricia me sacaba de mis casillas, me estaba volviendo loca, que bien me lo estaba haciendo, el me subía y bajaba con su lengua por toda mi raja, me iba poniendo cada vez más caliente no aguantaba más me quede tensa y un placer difícil de describir sentí por todo mi cuerpo y empecé a correrme como loca, el seguía y seguía y yo encadenaba un orgasmo tras otro, mi raja parecía una fuente derramando flujos que él tragaba y tragaba y me decía:
“Putita como disfrutas, que rico está tu corrida, me vuelve loco, joder que tía tan caliente si parece un volcán está echando tanta lava que no me doy a bastos”
Dicho esto dejó de lamerme y quitándome la camisa de un tirón y rompiéndomela, me la quitó, y me dijo:
“Sube los brazos, quiero ver tus sobaqueras y te las quiero chupar”
Así lo hice y el arrimando su boca y lengua me empezó a chupar toda mi axila que desprendía un fuerte olor a sudor, esa caricia me gustaba con una de sus manos metió su dedo índice bajo mis bragas y a la vez que me chupaba mi axila me masturbaba, me estaba volviendo loca y hacía que no pararan mis orgasmos. El aprovechando mi excitación me dijo:
“Veo que sigues con la costumbre que te inculcó Carlos de no depilarte ni tus axilas ni la pelambrera de tu coño, me encantan las mujeres con pelos en las axilas y coño, me vuelven loco”.
Después pasando sus manos a mi espalda, me desabrocho el cierre del sujetador, pero no me lo quito, sino que metió la mano con la que no me masturbaba, por dentro de las copas del mismo y sobo mis pechos, jugando con mis aureolas y pezónes, esto junto con la masturbación me hizo correrme de nuevo y no pude reprimirme y le comencé a decir:
“Si Juan, si soy tu putita, sigue, sigueee, no parees quiero que me folles hasta matarme de gusto, sigue mi amor, siiii, tu si que lo sabes hacer y no ese bruto de Carlos, siiiiii siiiiiii, me corroooooooo, deseooooo tu pollaaaaaa dentrooooo de miiiiiiiiii, ven, vennn dame tu pollaaaaaa, dejame que te coma tu vergaaaaaa, la deseooooo siiiiiiii…..oooohhhhoooooo. me corrrooooooo”
Él entonces me quitó del todo el sujetador y dando un tirón de la falta rompió los botones por donde me la sujetaba y tirando fuerte de ella la rajo de arriba abajo dejándola inservible, luego cogió las bragas por su elástico y tiró fuerte hasta romperlas, dejando toda mi pelambrera y chocha al aire y libre de ropa. Después me hizo levantarme de la cama, se desnudo del todo y se tumbo él de espalda y luego me dijo que me pusiera sobre él con las rodillas una a cada lado de su cuerpo, en dirección contraria a la suya para hacer un 69. Así lo hice, y mi barriga tocaba con la suya y él me dijo:
“Venga lo estas deseando y no puedes decir que no, se te ve en los ojos”.
Yo comencé a pajearle aquello comenzó a tensarse, se hacía cada vez más grande y gorda, y él me decía:
“Comete mi polla, siéntela en tu boca, te encantará como sabe, se libre olvídate de todo y disfruta de mi polla, chupa, chupa y ya verás como disfrutas”.
Me la fui a meter en mi boca y no me cogía, entonces comencé a lamer su capullo, que también desprendía un fuerte olor a pis , seguía creciendo y engordando, con mi mano le acariciaba sus huevos y le seguí lamiendo de arriba abajo, traté de meterme el capullo en mi boca , consiguiendo entrar la punta, el empujaba y metía un poco más hasta su prepucio, el mientras me agarraba de mis nalgas y con su cara metida en todo mi coño, me lo chupaba, me lo comía, era delicioso, a su vez empezó a empujar su polla hacia dentro de mi boca y yo empecé a mover mi cabeza como si me follara empezando a moverme para que me entrara para dentro y para fuera, a mi no me llegaba el aire aquella tranca me asfixiaba, como era posible que pudiera existir un pollón como ese, y él decía,( le podía oír mal por tener metida toda su cara en mi coño):
” U,u,u,u, ohhhh, siii, sigue siii, Esperanzaaaaa…..como la chupas cabrona, jodér con la preñaditaaaa, como chupa ohhh”
Yo me oía chupar glup, glup…sss, glups era un deleite , entonces me lo saque para tomar aire y pude contemplarlo en todo su esplendor no la recordaba sus medidas bien y de nuevo me sorprendieron, mediría cerca de 25 ó 26 cms de largo por unos 8 ó 10 de ancho ( era tan gordo como un botellín de cerveza) era un pollón enorme. Yo la miraba extasiada. En ese momento me decidí a dejarme llevar y disfrutar de esa maravilla, si me reventaba mi vagina que me reventara, pero tener aquello dentro debía de ser maravilloso. Entonces le dije:
“Juan por favor, dejemos de chuparnos y métemela de una vez, estoy muy caliente y salida y la necesito ese pollón dentro de mí, mi amor, te deseo y si tú me deseas tanto como yo a ti este polvo va a ser espectacular, venga vamos a joder, lo necesito”.
Entonces cambiando de posición y colocándome mirando hacia él, me abrí de piernas, una a cada lado de su cuerpo a la altura de su herramienta y fui bajando hasta notar su verga rozando mi ya encharcado chichi, con una de mis manos cogí su polla y la dirigí hacía la entrada de mi almeja y dejándome caer sobre ella me la metí de golpe. Me entro muy ajustada, al tenerla dentro me sentía llena, entonces me incline hacia delante posando mis grandes tetas sobre su pecho acerque mi boca a la suya y metiendo mi lengua en su boca nos comenzamos a dar un morreo como estaba segura hacía tiempo que no se lo daban, el me acariciaba mi cabello y después paso con su mano a acariciar mi espalda y que se deslizo hasta mi culo que me le sobo bien sobado, para luego colocar sus dos manos en mis caderas y comenzar a moverme con todas sus fuerzas hacía adelante y hacia atrás para comenzar el mete y saca, y me dijo:
” Verás Esperanza como disfrutas con una polla en condiciones como la mía, la vas a sentir bien y sin miedo a quedarte preñada (como te ocurrió la última vez) dado que ya lo estas, te voy a poner hasta arriba de leche, pues hace mucho tiempo que no estoy con una mujer, y te voy a inundar ese coñito tan bonito que tienes, vas aullar de placer y vas a dar unos gritos que se te va a oír hasta en tú casa, vas a ver de lo que es capaz este viejo con una hembra como tú, muévete putita mía”
Entonces yo me puse erguida sobre su polla y piernas y comencé a subir y bajar sobre toda la superficie de su esplendida y gruesa polla, la notaba como me rozaba en mis paredes internas de m i coño, de mi vagina, era delicioso sentirla, era una sensación que me producía un placer sin igual. El quitando sus manos de mis caderas las puso sobre mis pechos y comenzó a sobármelo con deleite, jugaba con mis erectos pezones y esto me ponía a cien, que placer me estaba produciendo. Entonces le dije:
“Juan incorpórate y chúpame mis pechos, si insistes un poco sacaras algo de suero o leche de ellos, pues están comenzando a subirme la leche, espero que eso te guste y a mí con tus chupadas para mamarlas me subas al séptimo cielo, mi amor”
Yo comencé a saltar ya con fuerza sobre su polla, comenzaba a subirme la calentura, notaba como el placer me iba invadiendo a pasos agigantados, entonces él comenzó a animarme diciéndome:
“Venga Esperanza, tú puedes, venga , joder , asiiiii, asiiiii, cabalme, cabalga como una amazona sobre su potro, aaaaahhhhhaaaa vaya golosa que estás hecha como te gusta tenerla dentro, la sientes cariño, sigueeeee asiiiiiii, cuanto he deseado estar de nuevo así contigo, vas hacer que me corra, muévete, muévete me va a llegar pronto ¿ y a ti?, ¿te viene?, muévete para que lleguemos juntos, venga putita, eres mi zorrita eres la mujer que me gustaría tener siempre conmigo, siiiii zorraaaa . sigueeeee….. eso es sigue ,sigue, así no pares , joder que tetas tienes, como me gustan aaaaahhhhhhh……. joder , como sabía que te iba a gustar ¿disfrutas, eh putilla?, tienes un conejo increíble, quiero fallármelo cada vez que venga por aquí, pagándote o sin pagarte me da lo mismo, tu coño me vuelve loco es tan apretadito, joder si parece mentira que hayas parido y te dediques a la prostitución, joder que rico”
Yo ya más caliente cada vez no paro de moverme y saltar, estoy fuera de mí, oía como sonaba mis jugos al salir y entrar su polla en mi coño, globb, glubb, wueegg, aaaaa, que placer me está proporcionando el cabrón, me está llegando el orgasmo, voy a correrme y él también entonces le digo:
“Ah,ah..aa, sigue , cabrón sigue que me corro, aaaaa, si..gue eeee, no pares cabrón no pares , me corro, me corro….ooooooohhhh , siiiiiiiii…...comemeee mis pechooooos oooooohhhhh, te gusta mi lecheeeeeee, mamaaaaaaa de elllooos mientras me follaaassssss…….. que placeeeeerr me CORROOOOOOOOO……CABROOOOOONNNNNNN QUE GUSTOOOOOOOO ME ESTAS DANDOOOOOOOOO; SIIIIIIIIIIII……….QUE RICOOOOOOOOO….AAAAAAAHHHHHH……OOOOOOooooooo…….”
El también se ha corrido noto su corredura, su leche caliente dentro de mi vagina, entonces deja mis tetas y cogiéndome mi cara con sus dos manos me da un beso lleno de sus babas como consecuencia de su placer, metiendo su lengua hasta mi campanilla, como si quisiera llegarme con ella hasta mi estomago, saca su lengua y me la pasa por toda mi cara, bajando luego a mis pechos llenándome de sus babas y saliva yo estoy tan loca y salida como él y se lo devuelvo con pasión , sigue dentro de mí y me dice:
“Te quiero, gracias por el placer que me has dado, joder tía que sexi y provocativas estas así, con tu barriguita de embarazada, pues las mujeres embarazadas me excitan al máximo y más saliéndoles ya leche de sus pechos como a ti, y ese contraste de tu piel blanca desnuda con la negrura de la pelambrera de tu coño y tus sobacos, eso me pone como una moto”
Permanecemos un rato abrazados y bien apretados el uno al otro, con su polla aun dentro de mi concha, me siento feliz junto a él, ha sido magnifico el polvo que hemos echado, no me importaría de tenerle para siempre de amante, pero no puede, ser tengo a Javier que es el padre del hijo que llevo dentro y a mi marido que me quiere con locura. Entonces aún abrazados y sin sacarla nos tendemos los dos en la cama para descansar. Al cabo de un rato se sale de mí, pero aún la tiene dura, entonces me dice:
“Esperanza, ahora que no está Carlos, ¿quieres darme tu número de teléfono?, quiero seguir en contacto contigo y quiero que si necesitas algo o alguna vez necesitas ayuda me llames, quiero ser tú amigo y te lo digo con todo mi corazón, me ha dolido mucho enterarme hoy de tu pasado embarazo y que perdieras el hijo , que al parecer era mío, de haberme enterado te vuelvo a repetir hubiera hecho todo lo posible por protegerte y que nuestro hijo hubiera nacido, te quiero. Cuando vaya a tu pueblo con ganado o tenga que ir a Madrid o esa zona, me gustaría verte, si tengo que verte encasa de Marisa y pagar no me importa, pero quiero verte, aunque si te soy sincero me gustaría mejor verte a solas y si no tienes ningún sitio donde podamos estar bien nos vamos a un hotel o lo hacemos aquí en el camión, dime que sí o que al menos te lo pensarás, cariño.”
Yo dándole un beso en su cara le digo:
“Toma mi número de teléfono, apuntale 65. … …, llámame cuando quieras, y no me hace falta pensármelo, a mí también me gustaría estar contigo, pero por favor llámame cuando lo vayas a saber unos días antes para yo poder preparar todo con mi marido y con Marisa y así estar libre sola para ti.”
Cuando acabe de decir esto, comenzamos a oír gritos de placer que venían de la parte de atrás del camión, eran de Inés y de Carlos, al parecer también lo habían pasado bien. Entonces le dije a Juan:
“Yo creo, que debemos de pasarnos ya con ellos a tras, igual que tú has sido antes sincera conmigo, aunque también ahora ahí atrás este con Carlos me gustaría que esta hora y media o dos horas que os quedan estés tú más tiempo conmigo que no él. Y quiero que me poseas por todos mis agujeros aunque por atrás me duela y me le revientes, pero deseo hoy estar contigo y pertenecerte. Pero tampoco quiero privarte de que pruebes a Inés, pues es una mujer esplendida, guapa, caliente y muy necesitada de sexo, pues hasta ahora su marido la ha maltratado, la ha dado mala vida y ha disfrutado poco de lo bueno del sexo. Podemos decir que lo ha descubierto la semana pasada y la ha gustado tanto que ha despertado la puta que llevaba dentro sin saberlo. Quiero que la folles sin condón y la dejes preñada ( a ella la he prohibido que lo haga sin preservativo con Carlos), hemos decidido que en este mes quede preñada y quiero que quede de alguno de mis conocidos de más confianza, y estos seréis: tú (Juan), mío marido, mi amante (Javier) y cuando haya pasado los días críticos lo hará sin preservativo con el cliente que quiera, pero para entonces ya estará preñada de alguno de vosotros y tú serás el primero que tengas la oportunidad de preñarla. Para que Carlos no se mosquee que tú la folles sin preservativo y él con preservativo ahora cuando lleguemos me dejaré follar por él sin condón mientras tú lo haces con mi querida Inés y luego quiero que me sodomices”
Entonces Juan se puso los pantalones, sin calzoncillos ni nada, y yo como pude me tapé con las ropas mías rajadas, bajamos de la cabina del camión y fuimos a la puertilla lateral pequeña, la abrimos, y Juan con su mano en mi culo tocándome bien mi coño y otra en mi cadera y empujándome un poquito me ayudo a subir.
Voy a dejar aquí el relato, en la próxima entrega contare lo que va acontecer en la parte trasera del camión y nuestro regreso a Madrid.
Cornoturga
Como siempre , espero vuestros comentarios y me gustaría que me escribierais con sugerencias y lo que os parezca a mi correo: j.trujicornu@hotmail.com
A eso de las 9,00 de la mañana, me despertó alguien que abría la puerta de la habitación, era Javier se acercó a la cama por mi lado y dándome un beso en la frente me dijo:
“No te levantes aún y sigue descansando, solo he querido darte los buenos días y decirte que voy con Matías a presentar al juzgado la demanda de divorcio de él y de Inés, como me dijiste. ¿Os iréis hoy ¿Vais a esperar que regresemos o ya habréis marchado?, te podías quedar un día más , pues como sabes yo no comienzo el curso hasta mediado de Octubre aunque me han dicho mis padres que solamente iré el día de la presentación y después me tengo que venir y regresaré para quedarme ya y continuar el curso en noviembre. Mis padres me acompañaran para que no me invente ninguna escusa para quedarme, de modo que una vez hecha la presentación del curso volveremos todos juntos aquí y me será imposible verte, de modo que si te vas ahora no podré verte ni estar contigo hasta entonces, y eso es mucho tiempo, y me apetece tanto que estemos juntos. Además tendrás que decir a Marisa que hasta entonces no podremos seguir grabando ninguna película más de tú embarazo.”
Yo medio dormida le digo:
“Mira Javier, sí nos iremos hoy y no sé si estaremos aún aquí para cuando vuelvas, pues la verdad es que estamos muy cansadas de la paliza que nos disteis anoche y los días pasados, por eso necesitamos descansar. Lo de quedarme más días no puede ser, pues mi marido seguro que ya ha vuelto de su viaje y estará impaciente esperando a que llegue, pues no sabe nada de mí, dado que le dije que no quería que me llamara ni supiera donde estaba de vacaciones, que quería olvidarme un poco de todo y descansar. Me entiendes, por eso creo que me debo de marchar hoy. Y referente a que hasta noviembre no estarás por Alcobendas, a mí tampoco me hace mucha gracia estar tanto tiempo sin verte, pero si tiene que ser así, que vamos hacer. A lo mejor consigues con alguna escusa hacer una escapada que podamos estar juntos, de todas formas, consigas la escusa o no estos días que no voy a poder estar contigo se me van hacer muy largos, si tú no consigues alguna escusa ya miraré yo la forma de venir aunque sea un día en el AVE por la mañana e irme por la noche (pero lo mejor es que tú consigas la escusa y seas tú el que se desplace a Alcobendas). No estoy muy contenta con el comportamiento que durante estos días has tenido conmigo ¿es que no me quieres ni me deseas?, te digo esto porque me has entregado a otros hombres y en estos pocos días que he estado en tú finca me han follado los demás más que tú, que en realidad es el que quería que me poseyera, porque yo quiero ser tuya, solo tuya, aunque si el entregarme a otros y que haga de puta es lo que tú quieres así será y así seguiré, pero si quieres mi opinión y de algo vale, me gustaría que eso lo hicieras más de tarde en tarde y que me poseyeras y me follaras tú más que los demás y a menudo, no como ahora que estoy siendo follada más veces por otros que por ti. Y referente a lo de rodar alguna película más , ahora de mi embarazo, no te preocupes, se lo diré a Marisa y lo que haremos (ya que te gusta verme poseída por otros) es que en tu ausencia para que no se me vea de pronto con una tripa grande , sino que se vaya viendo la evolución poco a poco , es que rodaremos con un actor que se parezca a ti y que no se le vea la cara ni primeros planos de ella ni de su polla y cuando tú puedas rodaremos varios planos de tu cara de cerca y de tu polla entrando en mi vagina y en los sitios que sea necesario, estos planos luego se intercalarán con los que grabemos con el actor y así parecerá que eres tú con el que he estado grabando y follando. Ya que quieres vas a ser un cornudo por necesidad”
Entonces él me responde:
“Lo siento, mi amor, procuraré que sea como tú dices, pero es que no sé lo que me pasa es algo que me empuja a entregarte a los demás. Verte poseída por otros y que te traten como un furcia y verte sometida por ellos, me pone tan caliente. Pero no te preocupe de ahora en adelante procuraré sujetarme y entregarte más de tarde en tarde, te prometo que lo voy a intentar, pero esto no quiere decir que las ganas de verte con otros no me puedan y lo haga. De todas formas te pido que si no te apetece mucho me lo digas, aunque me hayas prometido que pueda hacerlo cuando quiera. Te vuelvo a pedir perdón.”
Yo al verle tan apenado le digo:
“Venga no te preocupes, si quieres que me sigan poseyendo otros, lo hare, y cuando no quiera o no me apetezca te lo diré, y si sigues insistiendo en que lo haga, no te preocupes que lo hare, te quiero muchísimo y solo deseo darte gusto y placer. Por eso te digo que aparte de todo esto además a partir de ahora vas a poder disfrutar también todo lo que en estos años no has podido disfrutar de Inés y ahora podrás, pues como me pertenece podré dejártela (si te portas bien conmigo) cuando desees estar con ella. Ven dame un beso “
Él se acerco de nuevo a mí, le cogí su carita de niño y le di un beso, a él se le puso una cara de felicidad, que me hizo sentirme de nuevo bien, luego me dijo:
“Te quiero, Esperanza, y te lo vuelvo a prometer, voy a procurar cambiar, a partir de ahora serás poseída más veces por mí que por los demás, y si de verdad me dejas hacerlo de vez en cuando con Inés te lo agradeceré eternamente, pues ya sabes lo que me ha atraído toda mi vida esta mujer”
Diciendo esto se separó de la cama y se dirigió hacia la puerta, antes de salí se llevo su mano derecha a su boca y me tiró un beso, luego salió y cerró la puerta marchándose.
Yo volví mi cara hacía donde se encontraba Inés aún dormida, estaba a mi lado desnuda sin cubrir por las sabanas, se la podía ver su tripita un poquito abultada por la edad. Me fije en sus tetas, eran un poco más grandes que las mías (que estaban en 130) (quizás una talla más) pero ella aún prácticamente no había comenzado el tratamiento de aumento de pecho y sin embargo ya las tenía bastante grandes (140), sus pezones estaban tiesos y apuntaban hacia arriba, para su edad y peso no los tenía muy caídos. Tendríamos que hacer todos los días las dos ejercicios pectorales para evitar que los pechos se nos cayeran y tenerlos de esas formas tersas y deseables. No pudiéndome contener acerque mi boca a su cara y la di un suave beso, como no despertaba baje a sus pechos y metiéndome uno de sus pezones en mi boca comencé a chupárselo como si estuviera mamando de ellos. Esto si la despertó y al verme en esa posición y lo que hacía, ella me pasó su mano por mi cabeza y me la aplastó delicadamente contra su pecho para que pudiera mamarle o chuparle mejor, más a mi placer. Entonces la dije:
“Inés, que tal has dormido, ¿has descansado?, ¿te duele tu coñito y tú culito o ya lo tienes en su sitio? Yo he manchado un poco las sabanas de la herida que el moro ese de mierda me provocó en mi culo, pero parece que ya está mejor, deberías darme un poquito más de ese ungüento que hiciste ayer y nos dimos con él, me calmó muchísimo y parece que la herida va cicatrizando, yo pienso que si me doy hoy probablemente mañana la herida haya cerrado. Y a ti te sigue doliendo tu chochito y tu culito, déjame ver como los tienes”
Yo la hago que se abra de piernas y observo su coñito estrecho, sus labios por su interior de un rosa intenso y por su exterior blancos tirando un poco a marrón, brillantes, abultados y todo a su alrededor lleno de la esplendida pelambrera que posee. Su coñito ya ha recobrado su tamaño habitual, vuelve a ser ese coñito estrecho y deseable que tenía antes de que el poni la penetrara con su gran verga. La doy la vuelta y observo su culo, es precioso, blanco, suave y deseable, con delicadeza y cariño la separo sus cachetes para observar su agujerito oscuro, por donde Javier la metió el gran consolador, su agujero se le ve ya un poquito más dilatado que antes ya no es ese agujerito estrecho por el que apenas cogía un dedo. Javier sin querer me había ayudado bastante en la preparación del ano de Inés, aunque aún la quedaba bastante para poder recibir las vergas que la entrarán sin que sienta gran dolor. Ella mientras yo hacía esta exploración me dijo:
“Si Esperanza, noto que mi coñito ha vuelto a su ser, pero aún siento molestias, tanto en él como en mi culo, si te parece cuando te dé con la crema, si eres tan amable me podías aplicar a mí también un poquito en mis dos agujeros (chocho y culo)”.
Yo entonces la contesto:
“Si, querida, tu sexo ha vuelto a su ser y se le ve espectacular (diciendo esto acerco mi boca a él y sacando mi lengua lo paso por todo lo largo de sus labios mayores para luego ayudándome de mis manos abrírselos y pasar también mi lengua por los menores e introducirla todo lo que puedo dentro de su vagina para saborear su jugos que me saben a gloria. Ella no puede por menos que soltar un suspiro de placer) y tu culito sigue el proceso que yo deseo para él, ya ha dejado de estar tan abierto como te lo dejo el consolador, pero ya tampoco esta tan cerrado como antes. Durante el viaje te colocaré otro consolador dentro de él (no tan grande como el que te metió Javier) pero si lo suficiente para que se vaya dilatando y acostumbrando tus esfínter a estar más dilatados. Cuando se hayan acostumbrado a ese tamaño le sustituiremos por otro mayor hasta que lleguemos a conseguir la medida deseada para tu agujerito”
Ella coge la crema de la mesita, yo me tumbo de cara sobre la cama y con mis dos manos separo los cachetes de mi culo. Ella entonces cogiendo un poquito de pomada lo extiende con suavidad y delicadeza por todo el orificio de mi culito, y me dice:
“Se nota, bastante mejoría, lo tienes mejor. Yo creo que con esto que te he dado para esta tarde debes tenerlo completamente curado. Ahora por favor si no te importa podrías tú aplicarme a mí también un poco en mis dos entradas, ayer con lo poco que me di sentí bastante alivio y pienso que si me doy ahora dentro de una hora o menos las molestias que siento me habrán desaparecido”
Yo dándome la vuelta e incorporándome, cogí un poco de pomada en mis dedos y la dije:
“Claro que te la pongo, me encanta poder tocar tus partes intimas. Ponte a cuatro patas y bien abierta en la cama, yo en principio me pondré bajo de ti entre tus piernas y te aplicaré la pomada”
Ella me hizo caso y yo ocupando la posición que le había indicado, comencé a extenderla la pomada sobre el agujero de su culo a la vez que acercando mi boca a su coño se lo chupaba y jugaba con mis labios y lengua en su clítoris, arrancándola suspiros de placer. Después, volví a coger más pomada e hice lo mismo sobre su chochito a la vez que le acariciaba el suave pandero de su culo.
Terminado de darnos la pomada, nos vestimos con las ropas que teníamos del día anterior y la dije:
“Ahora Inés, vamos a ir a tu casa para que cojas todo lo que necesites y quieras llevarte de recuerdo, aprovechamos que no está Matías y así lo harás con más tranquilidad. Luego pasaremos por mi coche para que yo coja la maleta que tengo en él con la ropa que traje de casa, pues con estas ropas y pinta no podemos ir por la calle ni de viaje, pues no tardarían mucho en detenernos por escándalo público ,je, je, je,…..”
Nos dirigimos a su casa y recogió varios recuerdos personales y la ropa interior la cogimos toda (pues dado el volumen de sus tetas hasta que compráramos alguna ropa interior más moderna tendría que usar esa, después fuimos al armario y tras elegir entre las ropas que tenia las más adecuadas, y dejando en los armarios las mas austeras, las metimos en una maleta y salimos de la casa. Ella me dijo:
“Esperanza, no será poca ropa, puedo coger más”
Yo la conteste:
“No Inés, cuando lleguemos a Madrid o antes por el camino, ya compraremos la ropa adecuada, tienes que parecer lo que eres, una belleza madura que a la vez de provocar y ser deseada des la sensación de señora, y para eso la ropas que tienes no vale. La ropa que has cogido y la interior que llevamos, no la tiraremos, la guardaremos pues seguro que habrá clientes que les de morbo hacerlo con una mujer que de el aspecto de modosita y de ama de casa, pero solo la utilizarás para eso, para trabajos especiales o rodajes de películas, etc... Ha antes de coger mi maleta de mi coche, quiero despedirme de Lucero y de alguien más, ven vamos.”
Dejamos la maleta suya, también en el coche y agarrándola de la mano, nos dirigimos hacía las cuadras, donde estaba Lucero. Cuando llegamos donde estaba, comenzó a relinchar y ponerse nervioso al olerme, me acerqué a él y comenzó a lamerme la cara como si me conociera. Yo entonces me dirigí hacía la parte de atrás de él y pude ver como comenzaba a salirse su polla de la funda de piel donde se encontraba. Sin poderme contener acerque mi mano a ella y comencé a acariciarla notando como se iba excitando y viendo como aumentaba de tamaño. Con mucha pena de mi corazón de no poder tener más tiempo para pasar un buen rato con él, la dije a Inés:
“Que pena no tener tiempo, pero bueno ya habrá otra ocasión. Vamos quiero despedirme de los obreros que nos poseyeron ayer”
Volví a coger a Inés de la mano y nos dirigimos hacia donde se encontraban los tres obreros. Cuando llegamos donde ellos estaban, me dirigí hacía Malí y cogiéndole su cara acerque mi boca a la suya y metiéndole mi lengua dentro le di un beso y un morreo de campeonato, mientras lleve mi mano a la altura de su pantalón donde se encontraba su polla, le desabroche la cremallera, metí mi mano y saque su larga y esplendida polla, negra como el azabache y comencé a meneársela. Luego cogiendo una de sus manos se la lleve a mi coño y metiéndosela por la raja que tenía las bragas le hice que me le tocara. La otra mano se la lleve a mis pechos para que me los sobara a placer. Deje de besarle y miré a los demás, Inés estaba sorprendida, pero al mirarla me sorillo y asentó con la cabeza, los dos moros estaban con la boca abierta y con cara de felicidad esperando que yo acabará y comenzara con ellos o que lo hiciera Inés. Abdha, se fue acercar a Inés y Nabilla se acercaba a mi espalda, cuando les dije:
“Quieto, donde vais vosotros dos, estaros quietos, lo vuestro vendrá después. Y tú Inés ven ayudarme”
Entonces me pude de rodilla y metiéndome la polla de Malí en mi boca, comencé hacerle una mamada de campeonato e indique a Inés que se desnudará que se quedará solamente con las bragas y a Malí que la sobara, acariciara y besara lo que deseara y quisiera. Así estuvimos hasta que conseguí que el negrito se corriera en mi boca, tragándome con gran deleite todo su néctar, luego levantándome y cerrando mis ropas, le dije:
“Malí, este es mi agradecimiento por lo bien que te portaste ayer y lo que me hiciste disfrutar, he querido que tengas este recuerdo de mí y que no te olvides. Si tienes ocasión de ir por Madrid y quieres estar con nosotras, tanto conmigo como con Inés, puedes hacerlo en esta dirección (le di la dirección de la casa de putas de Marisa. No le dije que allí era donde trabajamos y hacíamos de putas, no quería que supiera que aunque fuera por placer trabajábamos de prostitutas). “
Después me dirigí a los dos moros, que esperaban un trato similar que el que había concedido a Malí, y antes de que se dieran cuenta les solté una fuerte bofetada a casa uno en sus caras, y les dije:
“Este es el premio vuestro, por lo bestias y mal que me tratasteis ayer, si os hubierais comportado como Malí o como unos amantes normales hubierais obtenido el mismo premio que él, pero como fue todo lo contrario esto es lo que os doy. Y no tratéis de hacernos nada o mi “marido Javier”, se enterará y os denunciará por haber intentado violarme. Inés tú vístete, estos dos bestias no son dignos de volver a tenernos a ninguna de las dos entre sus brazos”
Inés hizo lo que la decía, y dirigiéndonos hacía mi coche les dejamos allí como dos estatuas sorprendidos y cabreados a la vez que el bueno de Malí se reía a carcajadas de ellos.
Cogimos del coche la ropa que nos íbamos a poner las dos y vaciamos el resto de mi ropa en la maleta de Inés. Cogimos las ropas y mi maleta vacía y nos dirigimos hacia la casa. Fuimos al cuarto donde nos vestimos , yo me puse de ropa interior, un conjunto blanco fino de encaje y semi transparente, encima en la parte superior una blusa blanca de seda que dejaba ver a través de los cuatro botones desabrochado mi sujetador y gran parte de mis pechos y en la parte inferior una falda suelta tableada azul marino que me quedaba su final como a cuarta y media de mis rodillas., a la cintura me puse un cinturón ancho de color rojo de hebilla también grande (quería provocar y llamar la atención sin enseñar nada). Inés se puso de ropa interior un conjunto de los suyos de algodón blanco. Al verla la dije:
“Será mejor que te pongas este mío, es el que traje cuando llegue y seguro que fuiste tú la que lo lavaste, pero me falta las bragas que se quedo tú marido con ellas sin consultarme, por tanto tendrás que quedarte con esas (eran unas bragas caladas por las que se vislumbraba la oscuridad de su pelambrera, grandes pero no exageradas (como otras que tenía), la miré y no quedaba mal del todo).”
Mi sujetador la estaba pequeño lo que hacía que sus voluminosos senos abultaran aún más, parecían que iban a explotar y salirse del sujetador. En la parte de arriba se puso una camisa de color también crema y la hice que se quedará también cuatro botones desabrochados para que, como yo, mostrara sin enseñar sus esplendidos senos. Y en la parte de abajo, se colocó de todas las faldas que habíamos cogido la más corta que tenía, quedándola normal como cinco dedos por encima de sus rodillas. Entonces cogí y se la subí todo lo que pude dejándosela que la terminación de la falda quedará a una cuarta de sus rodillas, con esto habíamos ganado otros cinco dedos. Para que no se notará que la tenía tan arriba subida la cintura de la unión de la falda con la camisa, colocamos un cinturón mío, también ancho, de color blanco. Estaba espectacular, no tan provocativa como yo, pero lo suficiente para que los hombres volvieran la cabeza y las mujeres murmuraran cuando ella se cruzara con ellos, entonces yo la dije:
“Inés estas divina, me encantas si yo fuera un hombre al verte me tiraría encima de ti y te comería todas las partes de tu cuerpo, me pones solo de mirarte a cien. ¡Ah se me olvidaba¡, bájate un poquito las bragas y ábrete lo que puedas de pierna, tengo que colocarte unos juguetes en tus dos agujeros, pues deseo que estés todo el viaje caliente .”
Ella hizo lo que la decía, yo entonces me dirigí al cajón donde Javier tenía los juguetes sexuales que había comprado para usarlos en mí estos días y cogiendo unas bolas chinas, se las metí en su coño. Luego cogí un consolador de un tamaño mediano tirando a grande y abriéndola con cuidado su culito se lo fui introduciendo hasta que lo tuvo todo entero dentro de él, luego la subí las bragas para evitar que se le saliera y la dije:
“Ven ayúdame a recoger toda esta ropa y estos juguetes que Javier me ha comprado para que lo metamos en la maleta y nos lo llevemos”
Así lo hicimos, llenando la maleta. Tras cerrarla cogí mi teléfono y llame a Marisa contándola la situación mía con Inés y pidiéndola que hasta que la buscara un piso que se quedara en su casa, ella acepto complaciente, diciéndome:
“No me pidas permiso, querida, ya sabes que lo mío es tuyo y que lo que tengo lo comparto desde el día que te entregaste a mi, puedes traerla y que se quede en casa el tiempo que sea necesario”
Después la comenté que probablemente llegaríamos hoy o lo más tardar mañana, que si se encontraba con mi marido o este la llamaba que no le dijera nada de mi vuelta, pues quería darle una sorpresa y si me entretenía y no podía llegar hoy al no saberlo no se preocuparía ni yo le tendría que dar explicaciones.
Cogimos la maleta, la cargamos junto con la otra que teníamos en el coche y emprendimos el viaje hacía Alcobendas. Inés al sentarse en el asiento notó un poco de dolor e incomodidad en su culito al llevar metido el consolador, pero al cabo de un rato ya se había acoplado y se sentía a gusto. Yo notaba que las bolas chinas estaban haciendo su función y la tenían más caliente que un Ford, entonces levantándole hasta la cintura la falda, la separé las piernas y la dije:
“Querida, no te aguantes, aunque yo no puedo acariciarte porque voy conduciendo, tú no te reprimas, si lo necesitas mastúrbate y córrete las veces que sean necesarias para aliviarte esa calentura que las bolas chinas te van provocando”
Ella mirándome y sonriéndome me dijo:
“Gracias mi ama, estoy muy caliente y lo necesito de verdad”
Yo la conteste:
“No quiero que me llames ama, tú y yo somos amigas y a excepción de lo pactado tú eres libre. Pero si el sentirte sometida a ti te da morbo y te calienta, aunque para mí no seas mi esclava si tú quieres hare con que eres eso para mí. Ahora no seas tonta y no esperes más mi amor mastúrbate y alíviate, te quiero”
Y colocando mi mano sobre su muslo la di una palmadita. Ella se metió la mano por debajo de las bragas y comenzó a masturbarse con la mano derecha mientras que con la otra que se había metido bajo su blusa se sobaba sus tetas, no tardó mucho en empezar a suspirar y a decir palabras de placer como:
“Aaaahhh, siiiiii, siiiiiii, como lo necesitaba, estaba muy caliente y salidaaaa, pero no me atrevía hacerlo por si no te gustabaaaaa, aaaaahhhh que placeeeerrrrrr , siiiii, ojala fueras tú la que me masturbaraaaaa, oooooohhhhhooooo, siiiiiii que placeeeer me va a veniiiiir siiiii, me vieeneeee, me corroooooooo…oooooohooooooo…….”
Y tensándose y estirando a tope sus piernas tuvo un gran orgasmo, que al salir de él, se relajó y quedó tendida en el asiento totalmente derrotada. Se acerco a mi cara y me dio un beso, luego llevo su mano a mis bragas y comenzó a acariciarme coñito por encima de ellas, entonces la dije:
“No seas mala, déjame, no me distraiga no ves que voy conduciendo, ya tendremos tiempo, venga déjalo, más adelante pararemos y ya veremos que hacemos”
Cogiendo su mano se la aparte de mi sexo y continuamos camino. A eso de la 1,30 de la tarde paramos a comer, en un área de servicio donde había bastantes camiones parados. Antes de bajarnos del coche nos dimos un gran morreo y nos sobamos mutuamente una a la otra metiéndonos manos por todos nuestros cuerpos. Después entramos en el restaurante y al entrar en el comedor se quedo todo en silencio, todas las miradas se dirigían hacia nosotros. Pedimos mesa para dos y nos colocaron al lado de una ventana desde donde podíamos ver una especie de jardín que tenían en la parte posterior del restaurante. Pedimos la comida, durante ella no hacíamos más que mirarnos las dos y cuando podíamos con disimulo nos tocábamos bajo la mesa una a la otra metiéndonos manos, al acabar pedimos la cuenta y pague. Antes de marchar la dije a Inés que necesitaba ir al baño que si quería acompañarme, ella como esperaba me dijo que sí. Pasamos entre varios camioneros que estaban comiendo, procuré no mirar a ninguno y mirar hacia adelante para no sentirme observada. Entramos en el servicio eran amplio y había dos puertas una de caballero y la otra para señora, pasamos al de señora en el que había un frente todo lleno de lavabos y espejo y detrás 6 cabinas con los WC. Yo nada más entrar cogí a Inés y recostándola contra la puerta de entrada la comencé a besar en sus labios y a meterle mano por todos sitios. La desabroche la camisa, dejándola totalmente abierta ella hacía lo mismo conmigo, entonces la paré y la dije:
“Ven vamos a una de las cabinas, aquí puede entrar alguien y cogernos y pasar un mal rato”
Cogiéndome ella de la mano, como con prisas por el deseo tiró de mí y nos metimos en una de las cabinas cerrando, cuando fuimos a cerrar el cerrojo nos dimos cuenta que no tenía, nos fuimos a otra y estaba igual, comprobamos todas y en ninguna había cerrojo, por tanto nos quedamos en la última que habíamos entrado y sujetamos la puerta con nuestros cuerpos. Entonces comenzamos a desnudarnos una a la otra, yo la saque a Inés el consolador de su culito y las bolas chinas de su coño y guarde todo en mi bolso. Yo me senté en la taza del WC y ella se puso de rodillas, me cogió mis piernas abriéndomelas y se colocó cada una de mis piernas en cada uno de sus hombros y acercando su boca a mi chocha comenzó hacerme una comida de coño que me volvía loca, yo con lo caliente que estaba de toda la mañana sin poder aliviarme y de los someteos que nos habíamos traído en la comida no tarde en tener una cadena de orgasmos y comencé a suspirar y gritar:
“Si, querida, si, sigue así, así es como me gusta, Inés no pares, no pares que bien me lo haces, aahhhhh ooohhh que placeerr siii, siiii, sigueeee sigueeeeputaaaa n o pareeees me voy a correeeerrrrr….siiiiiii”
En esto estábamos cuando oímos entrar a alguien y dirigiéndose hacia nuestra cabina trataba de abrirla. Nosotras empujábamos pero quién fuera empujaba con fuerza consiguiendo al final abrir.
Ante nosotras aparecieron dos hombres que riéndose, uno de ellos le dijo al otro:
“No ves Juan como era ella, ya me había parecido durante la comida que era ella, pero no estaba seguro, pero al pasar delante de nosotros y verla la reconocí rápido. ¡Que! estabais disfrutando, ¿os lo pasabais bien?, ¿que tal Esperanza, me reconoces?, hace tiempo ¡Eh¡”
Yo toda sorprendida, no me lo podía creer, ante mi estaban Carlos y Juan, tras salir de mi sorpresa, aparté a un lado a Inés y echándole los brazos al cuello a Carlos apreté mi boca a la suya dándole un beso. Él me apartó de él y me dijo:
“Que sorpresa, querida cuanto tiempo sin vernos, esta es tu amiga ¿Cómo se llama?, pero bueno mejor que os vistáis y os esperamos fuera y hablamos, este encuentro hay que celebrarlo”
Ellos salieron del servicio mientras nosotras nos vestíamos y adecentábamos. Entonces Inés me pregunto que quienes eran y yo la dije:
“El joven es Carlos, es el culpable que yo me haya vuelto tan puta y golfa, su polla fue la segunda que me entraba en mi coño en mi vida y el otro es Juan, la suya fue la tercera y me dejo preñada del hijo que he perdido antes que este de Javier que espero. Yo cuando conocí a Carlos era un ama de casa normal, decente y amante de mi marido y junto con mi hijo éramos felices, pero una noche viendo una película erótica (no pornográfica) en un canal de televisión me calenté mucho y como estaba sola, dado que mi marido estaba de viaje y no me podía quitar mis ganas, apareció por la parte baja de la pantalla, frases y teléfonos que se anunciaban para contactar, y uno de ellos era el de Carlos. Tras dudarlo mucho, fue más fuerte mi calentura que mi sensatez y le llame y fui a su encuentro. Me poseyó y me hizo subir a las nubes, nunca nadie hasta entonces me había follado de esa forma. Después me siguió llamando y cada vez que me llamaba, me salía algo de mi interior que no podía negarme a ir a follar con él. En uno de esos encuentros me ofreció a Juan, quiso que le cobrara como una prostituta y yo le dije que no, que no era una puta que si quería que siguiera allí seria sin cobrar. Me entregue a Juan y en ese encuentro me preño. Después en otro de los encuentros me llevo engañado a casa de Marisa y allí me hizo contra mi voluntad prostituirme por primera vez. Aquello me gustó y desde entonces me prostituyo en casa de Marisa. Esa es la historia de cómo les conozco. Estos quieren follarnos a las dos, a mi me gustaría, (pues Carlos es un cabrón y un hijo de su madre pero hay pocos en el mundo que te hagan vibrar como él entre sus brazos y Juan también es un buen amante y tiene una buena herramienta igual que Carlos), pero no quiero forzarte a ti si no te apetece, de modo que depende de ti. Seguramente si decidimos hacerlo lo hagamos en uno de los camiones de ellos, estarán guarros y llenos de mierda de los animales que transportan, quizás eso (a mi por lo menos) nos excite aún más y disfrutemos más. Dime ¿qué hacemos?. “
Ella colocándose las bragas y acabando de vestirse me dice:
“Si a ti te apetece y dices que son tan buenos amantes, por mi encantada”
Entonces yo la contesto:
“Pues de acuerdo, nos quedaremos con ellos y si no tienen prisa pasaremos la noche en su compañía y mañana llegaremos a Madrid, total ya quedan pocos kilómetros, nos quedarán dos horas de viaje. Pero estos esta vez no nos van a joder y disfrutar gratis, ahora ya somos putas profesionales y si quieren nuestros favores y cuerpos nos tendrán que pagar”
Diciendo esto y una vez comprobando que estábamos ya bien vestidas, con nuestras bragas y sujetadores puestos y las faldas en su sitio y las camisas con los botones necesarios desabrochados para calentarles, salimos de los servicios y nos dirigimos hacia la calle donde nos esperaban a la salida. Al llegar donde estaban ellos, Carlos me saludo y me dijo:
“Bueno putita, nos presentas a tu amiga, es tan puta y zorra como tú o es decente”
Yo le contesto:
“Si soy puta es porque tú me hiciste, que yo cuando te conocí era una mujer casada y madre de familia decente y amante de mi marido, pero tú me arrastraste a lo que actualmente soy (y no me arrepiento, pues me gusta ser puta), recuerda que tu polla fue la segunda que entro en mi coño y la primera después de la de mi marido y la de Juan la tercera que visitó mi chochito y la segunda que me preñó. Mi amiga es Inés y actualmente la estoy emputeciendo, acaba de dejar a su marido y también ha sido la semana pasada la primera vez que estando casada se ha acostado con otros hombres que no eran su marido. Va a comenzar a trabajar en la casa de Marisa. Mira Inés este es Carlos y ese Juan, ya te he hablado de ellos”
Ellos dos contestan:
“Encantados de conocerte, si queréis podemos pasar un buen rato o tenéis algo que hacer o tenéis prisa, nosotros tenemos tiempo hasta las 7 ó 8 de la tarde luego debemos marchar para cargar mañana a primera hora”
Yo le contesto a Carlos que es el que ha soltado la invitación:
“De acuerdo cariño, pero esto os costará un dinero, ahora por ti, soy puta profesional y cobro por mis servicios. Además ahora ya no eres mi amante y por tanto si quieres pasar o si queréis pasar un buen rato con nosotras tendréis que pagar”
Entonces Carlos dice:
“¿Pero a mí me vas a cobrar, después de que he sido yo el que te ha enseñado a zorrear y te ha emputecido?, venga por favor, hazlo por los viejos tiempos.”
Yo le digo:
“Si quieres nuestros cuerpos y favores tendrás que pagar, lo que no te pondremos será tiempo, tendréis desde ahora (que son las 3,00 de la tarde) hasta las 7 ó las 8 que tenéis que marchar, por 100 euros (precio de amigos) cada uno nuestros cuerpos, caso contrario, tomamos algo y continuamos nuestro camino y tan amigos y si queréis pasar un buen rato cuando estéis por mi pueblo o Alcobendas ya sabéis donde nos podéis encontrar, en casa de Marisa”
Entonces es Juan el que se adelanta y contesta:
“De acuerdo, Esperanza, por mí no tengo pega además estoy deseando. Y tú Carlos no seas toca huevos, lo deseas tanto como yo, acepta y dalas ya los cien euros, tomad los míos. Si él no quiere iré yo solo con vosotras.”
Entonces Carlos, sonriendo se sacó 100 euros y dijo:
“Toma, tú ganas, me he acordado tanto de ti y te he deseado tanto que merece la pena pagar si es necesario para poder volver a tenerte entre mis brazos. A lo mejor te vuelve a gustar y te es necesario joder de ahora en adelante conmigo como me necesitabas antes , pues no me negarás que eras mi perrita y que por mi polla comías en mi mano y hacías lo que yo quisiera aun no queriendo hacerlo, pues eran más grandes tus ganas de polla que tu conciencia . A propósito ¿y esa barriga? ¿Por qué estas preñada? Quién te la ha hecho?, porque estoy seguro que tú marido no ha sido?”
Yo cogiendo el dinero le digo:
“Gracias, tienes razón me tenias totalmente dominada y hacía lo que tú querías, pero las cosas desde la última vez que estuvimos juntos han cambiado. Si estoy preñada y esta vez quiero tenerlo, no os dejaré hacerme nada que pueda peligrar la vida del hijo que llevo dentro. Ahora tú puesto lo ocupa mi amante y padre de la criatura que llevo en mi vientre. Y tú le conoces, es Javier el jovencito que fue mi segundo cliente el día que me llevaste a casa de Marisa, después del moro, me tiene loca y por eso le he dejado que me preñe. Encima vais a tener suerte de casi estrenar a mi amiga Inés y de follaros a una preñada, que tanto os escita”.
Entonces, esto último (lo de que Javier fuera mi amante y que yo hiciera lo que él quisiera) no le debió de gustar mucho, pues enseguida dijo:
“Bueno ya está bien de hablar, ya aunque sé que nos has hecho un precio de amigo, el tiempo corre y no tenemos tanto. Lo vamos hacer en el camión de Juan que se pueden bajar las trampillas y dejar que entre el aire por la parte de arriba para que pasemos menos calor y encima esta aún sin limpiar de la mierda de las vacas y novillas que ha llevado al matadero de tú pueblo hoy, así podremos revolcar esos cuerpos de zorra que tenéis por la mierda como hacen las perras, ya que vosotras sois las dos perras más grande que hay en toda la zona de Madrid. Como es de día iremos a un sitio que conocemos no muy lejos de aquí y que a esta hora no nos molestará nadie y así desde allí también os coge ya más cerca la salida hacía Madrid. Coge el coche y seguidnos.”
Yo hice lo que me decía y le seguimos, cogieron la carretera que va desde ciudad Real a Puerto Lápice y parando en un área de servicio que tenía un restaurante (había bastantes camiones y coches) me dijeron que dejara el coche en el aparcamiento. Luego tras dejar mi coche bien cerrado y tapado los cristales para evitar que le entrara el sol al interior, nos dirigimos al camión, se bajó Carlos y ayudándonos a subir , primero a Inés la puso como era su costumbre la mano en el culo aprovechando a meterla debajo la falda y tocarla sus nalgas y culo, luego me tocó a mí e hizo la misma operación y yo haciendo como que no podía subir me entretuve un rato para que él me sobara bien mi trasero y pudiera meter su mano entre mis bragas y mi cuerpo y pudiera tocar mi coño que para aquel entonces estaba totalmente mojado, en parte por el calor y el sudor y más por los flujos que la calentura que llevaba hacía que soltase (Ahora que ya me había dicho y había cobrado os diré que si me hubiera dicho que no nos pagaba, me hubiera entregado igual a ellos, pues los recuerdos me hicieron calentarme al máximo). Nos colocaron a las dos en el medio y seguimos camino un poco más adelante como a unos dos kilómetros se desviaron por una carretera que ponía Tablas de Daimiel, luego se apartaron por un camino de tierra y llegamos cerca de un rio con arboleda y dando un rodeo aparcaron el camión en un lugar que no se podía ver desde el camino de tierra. Luego se bajaron del camión y nos dijeron:
“Esperad un poco, -dijo Juan-vamos a prepararlo, pues aunque este bruto te haya dicho que lo haremos encima de la mierda, voy a procurar con una lona y dos o tres mantas que tengo en el camión tapar lo posible y también tapar los laterales y colocar la luz interior, para evitar si se acerca alguien (que lo dudo) que nos puedan ver o sorprender.”
Entonces la dije a Inés:
“¿Cuándo comienzas a estar en los días críticos para poder quedar preñada?”
Y ella contesta:
“Creo que ahora o a comienzo de esta semana que va a comenzar o como muy tarde a mediado de la misma?
Yo la contesto:
“Te lo digo porque Juan por el grosor de su polla no puede ponerse condón, dado que no los encuentra de su tamaño y los que encuentra se parten, de modo que si lo haces con él, te entrara muy ajustada y le costará e incluso a ti te puede hacer daño, aunque una vez dentro y empiece con el mete y saca sentirás un placer como nunca has sentido, pero correrás el riesgo de quedar preñada, tu veras.”
Ella me dice:
“Mira Esperanza, se que quieres que quede preñada cuanto antes, y si te hace ilusión que así sea, ¿Por qué esperar más?, lo haré con los dos y si con Juan tiene que ser sin condón no me importa, a lo mejor tengo la suerte de quedar preñada por él y darte gusto, sabes que lo que más deseo es darte a ti gusto y tenerte contenta”.
Yo la digo:
“Bien Inés, lo harás sin preservativo con Juan, pero con Carlos aunque él insista lo harás con preservativo, quiero controlar quién pueda ser el padre de tú futuro hijo y Carlos no quiero que sea, me da igual cualquier otro, pero este tiene que pagar de alguna forma como se ha portado conmigo, y una es no dejar que te folle a pelo. A mí puede hacerlo y con eso le tendremos contento, de acuerdo, esto es importante, no te dejes embaucar por Carlos y le des el gusto de que te folle sin preservativo.”
Al ratito volvieron los dos y nos bajamos Inés y yo del Camión, entonces Carlos dijo, dirigiéndose a Inés:
“Tú ven conmigo, Juan se ha encaprichado en estar primero con Esperanza, así que seré yo el que te estrene y pruebe a ti, estoy seguro que me encantarás, vaya pedazo de tetas que tienes, sin la ropa tienen que ser la hostia, ven nosotros lo haremos en la caja y ellos en la cabina del camión, luego ya nos uniremos todos, para seguir la fiesta en la caja del camión”
Diciendo esto cogió a Inés y se dirigió con ella hacía la parte de atrás del camión, la ayudo a subir por una puerta pequeña lateral de la caja y desaparecieron cerrando esta puerta. Juan entonces me cogió de la mano y fuimos hacía la cabina, me ayudo a subir y colocando sus manos en mi culo dándome un empujoncito y él dando la vuelta subió por el otro lado, entró y corrió las cortinas para evitar que nadie nos viera desde fuera. Pasamos los dos a la parte donde se encuentra la cama y acercándose a mí me dijo:
“Je,je,je, que bien te veo, las veces que he pensado en ti y las que te he deseado, me he masturbado infinidad de veces desde que estuvimos juntos pensando en ti. No te he llamado ni he podido hablar contigo, porque perdí tu teléfono y Carlos no me lo ha querido dar nunca ni tampoco me dijo que te habías quedado embarazada de mí (si lo hubiera sabido, seguro que hubiera evitado que le perdieras) ni tampoco que trabajabas de puta en casa de Marisa, si lo hubiera sabido te habría visitado en más de una ocasión. Joder Esperanza ¿te han crecido las tetas? Las veo más grande y esplendidas, estas para comerte putilla, ya verás que bien lo vamos a pasar esta tarde, lo de la otra vez se va a quedar chico, comparado con esta. He pedido a Carlos que me deje a mí estar contigo pues estoy loco por tenerte entre mis brazos”.
Al decir esto se acercó, (su aspecto era tan sucio y desagradable como la otra vez, olía a sudor de no haberse lavado en todo el día y se mezclaba con el olor de los animales que transportaba) y me dio un beso en la mejilla, me agarró por mi cintura y acercándome a él y llevando una mano hacía mi culo me le comenzó a dar un buen sobeo y con la otra me agarraba la cara y acercando su boca a mi boca y metiéndome su lengua me comenzaba a dar un beso, que junto con el sobeo de mi trasero me estaba excitando al máximo. Luego me levantó mi pequeña falda, me separó mis piernas y comenzó a acariciarme el interior de mis muslos hasta mis bragas y acariciando por encima de ellas mi coñito, me ponía a cien, entonces el me dijo:
“Veo que sigues estupenda, que bien te quedan estas braguitas, transparente y tan pequeñas que se te sale toda tu pelambrera por los lados , uuuuu que mojada y caliente estas, se nota que estas muy caliente. Prepárate te voy a asear tu almeja que después de el lote que te estabas dando con tú amiga en los aseos del restaurante ya la va haciendo falta, uuuuuu que bien huele”
Y separándome las braguitas quedo mi coño al aire llegando a mí el olor fuerte de mi sexo , acercó su lengua y comenzó a lamérmelo de arriba abajo, parando y dándome una buena lamida en mi clítoris,. Esa caricia me sacaba de mis casillas, me estaba volviendo loca, que bien me lo estaba haciendo, el me subía y bajaba con su lengua por toda mi raja, me iba poniendo cada vez más caliente no aguantaba más me quede tensa y un placer difícil de describir sentí por todo mi cuerpo y empecé a correrme como loca, el seguía y seguía y yo encadenaba un orgasmo tras otro, mi raja parecía una fuente derramando flujos que él tragaba y tragaba y me decía:
“Putita como disfrutas, que rico está tu corrida, me vuelve loco, joder que tía tan caliente si parece un volcán está echando tanta lava que no me doy a bastos”
Dicho esto dejó de lamerme y quitándome la camisa de un tirón y rompiéndomela, me la quitó, y me dijo:
“Sube los brazos, quiero ver tus sobaqueras y te las quiero chupar”
Así lo hice y el arrimando su boca y lengua me empezó a chupar toda mi axila que desprendía un fuerte olor a sudor, esa caricia me gustaba con una de sus manos metió su dedo índice bajo mis bragas y a la vez que me chupaba mi axila me masturbaba, me estaba volviendo loca y hacía que no pararan mis orgasmos. El aprovechando mi excitación me dijo:
“Veo que sigues con la costumbre que te inculcó Carlos de no depilarte ni tus axilas ni la pelambrera de tu coño, me encantan las mujeres con pelos en las axilas y coño, me vuelven loco”.
Después pasando sus manos a mi espalda, me desabrocho el cierre del sujetador, pero no me lo quito, sino que metió la mano con la que no me masturbaba, por dentro de las copas del mismo y sobo mis pechos, jugando con mis aureolas y pezónes, esto junto con la masturbación me hizo correrme de nuevo y no pude reprimirme y le comencé a decir:
“Si Juan, si soy tu putita, sigue, sigueee, no parees quiero que me folles hasta matarme de gusto, sigue mi amor, siiii, tu si que lo sabes hacer y no ese bruto de Carlos, siiiiii siiiiiii, me corroooooooo, deseooooo tu pollaaaaaa dentrooooo de miiiiiiiiii, ven, vennn dame tu pollaaaaaa, dejame que te coma tu vergaaaaaa, la deseooooo siiiiiiii…..oooohhhhoooooo. me corrrooooooo”
Él entonces me quitó del todo el sujetador y dando un tirón de la falta rompió los botones por donde me la sujetaba y tirando fuerte de ella la rajo de arriba abajo dejándola inservible, luego cogió las bragas por su elástico y tiró fuerte hasta romperlas, dejando toda mi pelambrera y chocha al aire y libre de ropa. Después me hizo levantarme de la cama, se desnudo del todo y se tumbo él de espalda y luego me dijo que me pusiera sobre él con las rodillas una a cada lado de su cuerpo, en dirección contraria a la suya para hacer un 69. Así lo hice, y mi barriga tocaba con la suya y él me dijo:
“Venga lo estas deseando y no puedes decir que no, se te ve en los ojos”.
Yo comencé a pajearle aquello comenzó a tensarse, se hacía cada vez más grande y gorda, y él me decía:
“Comete mi polla, siéntela en tu boca, te encantará como sabe, se libre olvídate de todo y disfruta de mi polla, chupa, chupa y ya verás como disfrutas”.
Me la fui a meter en mi boca y no me cogía, entonces comencé a lamer su capullo, que también desprendía un fuerte olor a pis , seguía creciendo y engordando, con mi mano le acariciaba sus huevos y le seguí lamiendo de arriba abajo, traté de meterme el capullo en mi boca , consiguiendo entrar la punta, el empujaba y metía un poco más hasta su prepucio, el mientras me agarraba de mis nalgas y con su cara metida en todo mi coño, me lo chupaba, me lo comía, era delicioso, a su vez empezó a empujar su polla hacia dentro de mi boca y yo empecé a mover mi cabeza como si me follara empezando a moverme para que me entrara para dentro y para fuera, a mi no me llegaba el aire aquella tranca me asfixiaba, como era posible que pudiera existir un pollón como ese, y él decía,( le podía oír mal por tener metida toda su cara en mi coño):
” U,u,u,u, ohhhh, siii, sigue siii, Esperanzaaaaa…..como la chupas cabrona, jodér con la preñaditaaaa, como chupa ohhh”
Yo me oía chupar glup, glup…sss, glups era un deleite , entonces me lo saque para tomar aire y pude contemplarlo en todo su esplendor no la recordaba sus medidas bien y de nuevo me sorprendieron, mediría cerca de 25 ó 26 cms de largo por unos 8 ó 10 de ancho ( era tan gordo como un botellín de cerveza) era un pollón enorme. Yo la miraba extasiada. En ese momento me decidí a dejarme llevar y disfrutar de esa maravilla, si me reventaba mi vagina que me reventara, pero tener aquello dentro debía de ser maravilloso. Entonces le dije:
“Juan por favor, dejemos de chuparnos y métemela de una vez, estoy muy caliente y salida y la necesito ese pollón dentro de mí, mi amor, te deseo y si tú me deseas tanto como yo a ti este polvo va a ser espectacular, venga vamos a joder, lo necesito”.
Entonces cambiando de posición y colocándome mirando hacia él, me abrí de piernas, una a cada lado de su cuerpo a la altura de su herramienta y fui bajando hasta notar su verga rozando mi ya encharcado chichi, con una de mis manos cogí su polla y la dirigí hacía la entrada de mi almeja y dejándome caer sobre ella me la metí de golpe. Me entro muy ajustada, al tenerla dentro me sentía llena, entonces me incline hacia delante posando mis grandes tetas sobre su pecho acerque mi boca a la suya y metiendo mi lengua en su boca nos comenzamos a dar un morreo como estaba segura hacía tiempo que no se lo daban, el me acariciaba mi cabello y después paso con su mano a acariciar mi espalda y que se deslizo hasta mi culo que me le sobo bien sobado, para luego colocar sus dos manos en mis caderas y comenzar a moverme con todas sus fuerzas hacía adelante y hacia atrás para comenzar el mete y saca, y me dijo:
” Verás Esperanza como disfrutas con una polla en condiciones como la mía, la vas a sentir bien y sin miedo a quedarte preñada (como te ocurrió la última vez) dado que ya lo estas, te voy a poner hasta arriba de leche, pues hace mucho tiempo que no estoy con una mujer, y te voy a inundar ese coñito tan bonito que tienes, vas aullar de placer y vas a dar unos gritos que se te va a oír hasta en tú casa, vas a ver de lo que es capaz este viejo con una hembra como tú, muévete putita mía”
Entonces yo me puse erguida sobre su polla y piernas y comencé a subir y bajar sobre toda la superficie de su esplendida y gruesa polla, la notaba como me rozaba en mis paredes internas de m i coño, de mi vagina, era delicioso sentirla, era una sensación que me producía un placer sin igual. El quitando sus manos de mis caderas las puso sobre mis pechos y comenzó a sobármelo con deleite, jugaba con mis erectos pezones y esto me ponía a cien, que placer me estaba produciendo. Entonces le dije:
“Juan incorpórate y chúpame mis pechos, si insistes un poco sacaras algo de suero o leche de ellos, pues están comenzando a subirme la leche, espero que eso te guste y a mí con tus chupadas para mamarlas me subas al séptimo cielo, mi amor”
Yo comencé a saltar ya con fuerza sobre su polla, comenzaba a subirme la calentura, notaba como el placer me iba invadiendo a pasos agigantados, entonces él comenzó a animarme diciéndome:
“Venga Esperanza, tú puedes, venga , joder , asiiiii, asiiiii, cabalme, cabalga como una amazona sobre su potro, aaaaahhhhhaaaa vaya golosa que estás hecha como te gusta tenerla dentro, la sientes cariño, sigueeeee asiiiiiii, cuanto he deseado estar de nuevo así contigo, vas hacer que me corra, muévete, muévete me va a llegar pronto ¿ y a ti?, ¿te viene?, muévete para que lleguemos juntos, venga putita, eres mi zorrita eres la mujer que me gustaría tener siempre conmigo, siiiii zorraaaa . sigueeeee….. eso es sigue ,sigue, así no pares , joder que tetas tienes, como me gustan aaaaahhhhhhh……. joder , como sabía que te iba a gustar ¿disfrutas, eh putilla?, tienes un conejo increíble, quiero fallármelo cada vez que venga por aquí, pagándote o sin pagarte me da lo mismo, tu coño me vuelve loco es tan apretadito, joder si parece mentira que hayas parido y te dediques a la prostitución, joder que rico”
Yo ya más caliente cada vez no paro de moverme y saltar, estoy fuera de mí, oía como sonaba mis jugos al salir y entrar su polla en mi coño, globb, glubb, wueegg, aaaaa, que placer me está proporcionando el cabrón, me está llegando el orgasmo, voy a correrme y él también entonces le digo:
“Ah,ah..aa, sigue , cabrón sigue que me corro, aaaaa, si..gue eeee, no pares cabrón no pares , me corro, me corro….ooooooohhhh , siiiiiiiii…...comemeee mis pechooooos oooooohhhhh, te gusta mi lecheeeeeee, mamaaaaaaa de elllooos mientras me follaaassssss…….. que placeeeeerr me CORROOOOOOOOO……CABROOOOOONNNNNNN QUE GUSTOOOOOOOO ME ESTAS DANDOOOOOOOOO; SIIIIIIIIIIII……….QUE RICOOOOOOOOO….AAAAAAAHHHHHH……OOOOOOooooooo…….”
El también se ha corrido noto su corredura, su leche caliente dentro de mi vagina, entonces deja mis tetas y cogiéndome mi cara con sus dos manos me da un beso lleno de sus babas como consecuencia de su placer, metiendo su lengua hasta mi campanilla, como si quisiera llegarme con ella hasta mi estomago, saca su lengua y me la pasa por toda mi cara, bajando luego a mis pechos llenándome de sus babas y saliva yo estoy tan loca y salida como él y se lo devuelvo con pasión , sigue dentro de mí y me dice:
“Te quiero, gracias por el placer que me has dado, joder tía que sexi y provocativas estas así, con tu barriguita de embarazada, pues las mujeres embarazadas me excitan al máximo y más saliéndoles ya leche de sus pechos como a ti, y ese contraste de tu piel blanca desnuda con la negrura de la pelambrera de tu coño y tus sobacos, eso me pone como una moto”
Permanecemos un rato abrazados y bien apretados el uno al otro, con su polla aun dentro de mi concha, me siento feliz junto a él, ha sido magnifico el polvo que hemos echado, no me importaría de tenerle para siempre de amante, pero no puede, ser tengo a Javier que es el padre del hijo que llevo dentro y a mi marido que me quiere con locura. Entonces aún abrazados y sin sacarla nos tendemos los dos en la cama para descansar. Al cabo de un rato se sale de mí, pero aún la tiene dura, entonces me dice:
“Esperanza, ahora que no está Carlos, ¿quieres darme tu número de teléfono?, quiero seguir en contacto contigo y quiero que si necesitas algo o alguna vez necesitas ayuda me llames, quiero ser tú amigo y te lo digo con todo mi corazón, me ha dolido mucho enterarme hoy de tu pasado embarazo y que perdieras el hijo , que al parecer era mío, de haberme enterado te vuelvo a repetir hubiera hecho todo lo posible por protegerte y que nuestro hijo hubiera nacido, te quiero. Cuando vaya a tu pueblo con ganado o tenga que ir a Madrid o esa zona, me gustaría verte, si tengo que verte encasa de Marisa y pagar no me importa, pero quiero verte, aunque si te soy sincero me gustaría mejor verte a solas y si no tienes ningún sitio donde podamos estar bien nos vamos a un hotel o lo hacemos aquí en el camión, dime que sí o que al menos te lo pensarás, cariño.”
Yo dándole un beso en su cara le digo:
“Toma mi número de teléfono, apuntale 65. … …, llámame cuando quieras, y no me hace falta pensármelo, a mí también me gustaría estar contigo, pero por favor llámame cuando lo vayas a saber unos días antes para yo poder preparar todo con mi marido y con Marisa y así estar libre sola para ti.”
Cuando acabe de decir esto, comenzamos a oír gritos de placer que venían de la parte de atrás del camión, eran de Inés y de Carlos, al parecer también lo habían pasado bien. Entonces le dije a Juan:
“Yo creo, que debemos de pasarnos ya con ellos a tras, igual que tú has sido antes sincera conmigo, aunque también ahora ahí atrás este con Carlos me gustaría que esta hora y media o dos horas que os quedan estés tú más tiempo conmigo que no él. Y quiero que me poseas por todos mis agujeros aunque por atrás me duela y me le revientes, pero deseo hoy estar contigo y pertenecerte. Pero tampoco quiero privarte de que pruebes a Inés, pues es una mujer esplendida, guapa, caliente y muy necesitada de sexo, pues hasta ahora su marido la ha maltratado, la ha dado mala vida y ha disfrutado poco de lo bueno del sexo. Podemos decir que lo ha descubierto la semana pasada y la ha gustado tanto que ha despertado la puta que llevaba dentro sin saberlo. Quiero que la folles sin condón y la dejes preñada ( a ella la he prohibido que lo haga sin preservativo con Carlos), hemos decidido que en este mes quede preñada y quiero que quede de alguno de mis conocidos de más confianza, y estos seréis: tú (Juan), mío marido, mi amante (Javier) y cuando haya pasado los días críticos lo hará sin preservativo con el cliente que quiera, pero para entonces ya estará preñada de alguno de vosotros y tú serás el primero que tengas la oportunidad de preñarla. Para que Carlos no se mosquee que tú la folles sin preservativo y él con preservativo ahora cuando lleguemos me dejaré follar por él sin condón mientras tú lo haces con mi querida Inés y luego quiero que me sodomices”
Entonces Juan se puso los pantalones, sin calzoncillos ni nada, y yo como pude me tapé con las ropas mías rajadas, bajamos de la cabina del camión y fuimos a la puertilla lateral pequeña, la abrimos, y Juan con su mano en mi culo tocándome bien mi coño y otra en mi cadera y empujándome un poquito me ayudo a subir.
Voy a dejar aquí el relato, en la próxima entrega contare lo que va acontecer en la parte trasera del camión y nuestro regreso a Madrid.
Cornoturga
Como siempre , espero vuestros comentarios y me gustaría que me escribierais con sugerencias y lo que os parezca a mi correo: j.trujicornu@hotmail.com
A eso de las 9,00 de la mañana, me despertó alguien que abría la puerta de la habitación, era Javier se acercó a la cama por mi lado y dándome un beso en la frente me dijo:
“No te levantes aún y sigue descansando, solo he querido darte los buenos días y decirte que voy con Matías a presentar al juzgado la demanda de divorcio de él y de Inés, como me dijiste. ¿Os iréis hoy ¿Vais a esperar que regresemos o ya habréis marchado?, te podías quedar un día más , pues como sabes yo no comienzo el curso hasta mediado de Octubre aunque me han dicho mis padres que solamente iré el día de la presentación y después me tengo que venir y regresaré para quedarme ya y continuar el curso en noviembre. Mis padres me acompañaran para que no me invente ninguna escusa para quedarme, de modo que una vez hecha la presentación del curso volveremos todos juntos aquí y me será imposible verte, de modo que si te vas ahora no podré verte ni estar contigo hasta entonces, y eso es mucho tiempo, y me apetece tanto que estemos juntos. Además tendrás que decir a Marisa que hasta entonces no podremos seguir grabando ninguna película más de tú embarazo.”
Yo medio dormida le digo:
“Mira Javier, sí nos iremos hoy y no sé si estaremos aún aquí para cuando vuelvas, pues la verdad es que estamos muy cansadas de la paliza que nos disteis anoche y los días pasados, por eso necesitamos descansar. Lo de quedarme más días no puede ser, pues mi marido seguro que ya ha vuelto de su viaje y estará impaciente esperando a que llegue, pues no sabe nada de mí, dado que le dije que no quería que me llamara ni supiera donde estaba de vacaciones, que quería olvidarme un poco de todo y descansar. Me entiendes, por eso creo que me debo de marchar hoy. Y referente a que hasta noviembre no estarás por Alcobendas, a mí tampoco me hace mucha gracia estar tanto tiempo sin verte, pero si tiene que ser así, que vamos hacer. A lo mejor consigues con alguna escusa hacer una escapada que podamos estar juntos, de todas formas, consigas la escusa o no estos días que no voy a poder estar contigo se me van hacer muy largos, si tú no consigues alguna escusa ya miraré yo la forma de venir aunque sea un día en el AVE por la mañana e irme por la noche (pero lo mejor es que tú consigas la escusa y seas tú el que se desplace a Alcobendas). No estoy muy contenta con el comportamiento que durante estos días has tenido conmigo ¿es que no me quieres ni me deseas?, te digo esto porque me has entregado a otros hombres y en estos pocos días que he estado en tú finca me han follado los demás más que tú, que en realidad es el que quería que me poseyera, porque yo quiero ser tuya, solo tuya, aunque si el entregarme a otros y que haga de puta es lo que tú quieres así será y así seguiré, pero si quieres mi opinión y de algo vale, me gustaría que eso lo hicieras más de tarde en tarde y que me poseyeras y me follaras tú más que los demás y a menudo, no como ahora que estoy siendo follada más veces por otros que por ti. Y referente a lo de rodar alguna película más , ahora de mi embarazo, no te preocupes, se lo diré a Marisa y lo que haremos (ya que te gusta verme poseída por otros) es que en tu ausencia para que no se me vea de pronto con una tripa grande , sino que se vaya viendo la evolución poco a poco , es que rodaremos con un actor que se parezca a ti y que no se le vea la cara ni primeros planos de ella ni de su polla y cuando tú puedas rodaremos varios planos de tu cara de cerca y de tu polla entrando en mi vagina y en los sitios que sea necesario, estos planos luego se intercalarán con los que grabemos con el actor y así parecerá que eres tú con el que he estado grabando y follando. Ya que quieres vas a ser un cornudo por necesidad”
Entonces él me responde:
“Lo siento, mi amor, procuraré que sea como tú dices, pero es que no sé lo que me pasa es algo que me empuja a entregarte a los demás. Verte poseída por otros y que te traten como un furcia y verte sometida por ellos, me pone tan caliente. Pero no te preocupe de ahora en adelante procuraré sujetarme y entregarte más de tarde en tarde, te prometo que lo voy a intentar, pero esto no quiere decir que las ganas de verte con otros no me puedan y lo haga. De todas formas te pido que si no te apetece mucho me lo digas, aunque me hayas prometido que pueda hacerlo cuando quiera. Te vuelvo a pedir perdón.”
Yo al verle tan apenado le digo:
“Venga no te preocupes, si quieres que me sigan poseyendo otros, lo hare, y cuando no quiera o no me apetezca te lo diré, y si sigues insistiendo en que lo haga, no te preocupes que lo hare, te quiero muchísimo y solo deseo darte gusto y placer. Por eso te digo que aparte de todo esto además a partir de ahora vas a poder disfrutar también todo lo que en estos años no has podido disfrutar de Inés y ahora podrás, pues como me pertenece podré dejártela (si te portas bien conmigo) cuando desees estar con ella. Ven dame un beso “
Él se acerco de nuevo a mí, le cogí su carita de niño y le di un beso, a él se le puso una cara de felicidad, que me hizo sentirme de nuevo bien, luego me dijo:
“Te quiero, Esperanza, y te lo vuelvo a prometer, voy a procurar cambiar, a partir de ahora serás poseída más veces por mí que por los demás, y si de verdad me dejas hacerlo de vez en cuando con Inés te lo agradeceré eternamente, pues ya sabes lo que me ha atraído toda mi vida esta mujer”
Diciendo esto se separó de la cama y se dirigió hacia la puerta, antes de salí se llevo su mano derecha a su boca y me tiró un beso, luego salió y cerró la puerta marchándose.
Yo volví mi cara hacía donde se encontraba Inés aún dormida, estaba a mi lado desnuda sin cubrir por las sabanas, se la podía ver su tripita un poquito abultada por la edad. Me fije en sus tetas, eran un poco más grandes que las mías (que estaban en 130) (quizás una talla más) pero ella aún prácticamente no había comenzado el tratamiento de aumento de pecho y sin embargo ya las tenía bastante grandes (140), sus pezones estaban tiesos y apuntaban hacia arriba, para su edad y peso no los tenía muy caídos. Tendríamos que hacer todos los días las dos ejercicios pectorales para evitar que los pechos se nos cayeran y tenerlos de esas formas tersas y deseables. No pudiéndome contener acerque mi boca a su cara y la di un suave beso, como no despertaba baje a sus pechos y metiéndome uno de sus pezones en mi boca comencé a chupárselo como si estuviera mamando de ellos. Esto si la despertó y al verme en esa posición y lo que hacía, ella me pasó su mano por mi cabeza y me la aplastó delicadamente contra su pecho para que pudiera mamarle o chuparle mejor, más a mi placer. Entonces la dije:
“Inés, que tal has dormido, ¿has descansado?, ¿te duele tu coñito y tú culito o ya lo tienes en su sitio? Yo he manchado un poco las sabanas de la herida que el moro ese de mierda me provocó en mi culo, pero parece que ya está mejor, deberías darme un poquito más de ese ungüento que hiciste ayer y nos dimos con él, me calmó muchísimo y parece que la herida va cicatrizando, yo pienso que si me doy hoy probablemente mañana la herida haya cerrado. Y a ti te sigue doliendo tu chochito y tu culito, déjame ver como los tienes”
Yo la hago que se abra de piernas y observo su coñito estrecho, sus labios por su interior de un rosa intenso y por su exterior blancos tirando un poco a marrón, brillantes, abultados y todo a su alrededor lleno de la esplendida pelambrera que posee. Su coñito ya ha recobrado su tamaño habitual, vuelve a ser ese coñito estrecho y deseable que tenía antes de que el poni la penetrara con su gran verga. La doy la vuelta y observo su culo, es precioso, blanco, suave y deseable, con delicadeza y cariño la separo sus cachetes para observar su agujerito oscuro, por donde Javier la metió el gran consolador, su agujero se le ve ya un poquito más dilatado que antes ya no es ese agujerito estrecho por el que apenas cogía un dedo. Javier sin querer me había ayudado bastante en la preparación del ano de Inés, aunque aún la quedaba bastante para poder recibir las vergas que la entrarán sin que sienta gran dolor. Ella mientras yo hacía esta exploración me dijo:
“Si Esperanza, noto que mi coñito ha vuelto a su ser, pero aún siento molestias, tanto en él como en mi culo, si te parece cuando te dé con la crema, si eres tan amable me podías aplicar a mí también un poquito en mis dos agujeros (chocho y culo)”.
Yo entonces la contesto:
“Si, querida, tu sexo ha vuelto a su ser y se le ve espectacular (diciendo esto acerco mi boca a él y sacando mi lengua lo paso por todo lo largo de sus labios mayores para luego ayudándome de mis manos abrírselos y pasar también mi lengua por los menores e introducirla todo lo que puedo dentro de su vagina para saborear su jugos que me saben a gloria. Ella no puede por menos que soltar un suspiro de placer) y tu culito sigue el proceso que yo deseo para él, ya ha dejado de estar tan abierto como te lo dejo el consolador, pero ya tampoco esta tan cerrado como antes. Durante el viaje te colocaré otro consolador dentro de él (no tan grande como el que te metió Javier) pero si lo suficiente para que se vaya dilatando y acostumbrando tus esfínter a estar más dilatados. Cuando se hayan acostumbrado a ese tamaño le sustituiremos por otro mayor hasta que lleguemos a conseguir la medida deseada para tu agujerito”
Ella coge la crema de la mesita, yo me tumbo de cara sobre la cama y con mis dos manos separo los cachetes de mi culo. Ella entonces cogiendo un poquito de pomada lo extiende con suavidad y delicadeza por todo el orificio de mi culito, y me dice:
“Se nota, bastante mejoría, lo tienes mejor. Yo creo que con esto que te he dado para esta tarde debes tenerlo completamente curado. Ahora por favor si no te importa podrías tú aplicarme a mí también un poco en mis dos entradas, ayer con lo poco que me di sentí bastante alivio y pienso que si me doy ahora dentro de una hora o menos las molestias que siento me habrán desaparecido”
Yo dándome la vuelta e incorporándome, cogí un poco de pomada en mis dedos y la dije:
“Claro que te la pongo, me encanta poder tocar tus partes intimas. Ponte a cuatro patas y bien abierta en la cama, yo en principio me pondré bajo de ti entre tus piernas y te aplicaré la pomada”
Ella me hizo caso y yo ocupando la posición que le había indicado, comencé a extenderla la pomada sobre el agujero de su culo a la vez que acercando mi boca a su coño se lo chupaba y jugaba con mis labios y lengua en su clítoris, arrancándola suspiros de placer. Después, volví a coger más pomada e hice lo mismo sobre su chochito a la vez que le acariciaba el suave pandero de su culo.
Terminado de darnos la pomada, nos vestimos con las ropas que teníamos del día anterior y la dije:
“Ahora Inés, vamos a ir a tu casa para que cojas todo lo que necesites y quieras llevarte de recuerdo, aprovechamos que no está Matías y así lo harás con más tranquilidad. Luego pasaremos por mi coche para que yo coja la maleta que tengo en él con la ropa que traje de casa, pues con estas ropas y pinta no podemos ir por la calle ni de viaje, pues no tardarían mucho en detenernos por escándalo público ,je, je, je,…..”
Nos dirigimos a su casa y recogió varios recuerdos personales y la ropa interior la cogimos toda (pues dado el volumen de sus tetas hasta que compráramos alguna ropa interior más moderna tendría que usar esa, después fuimos al armario y tras elegir entre las ropas que tenia las más adecuadas, y dejando en los armarios las mas austeras, las metimos en una maleta y salimos de la casa. Ella me dijo:
“Esperanza, no será poca ropa, puedo coger más”
Yo la conteste:
“No Inés, cuando lleguemos a Madrid o antes por el camino, ya compraremos la ropa adecuada, tienes que parecer lo que eres, una belleza madura que a la vez de provocar y ser deseada des la sensación de señora, y para eso la ropas que tienes no vale. La ropa que has cogido y la interior que llevamos, no la tiraremos, la guardaremos pues seguro que habrá clientes que les de morbo hacerlo con una mujer que de el aspecto de modosita y de ama de casa, pero solo la utilizarás para eso, para trabajos especiales o rodajes de películas, etc... Ha antes de coger mi maleta de mi coche, quiero despedirme de Lucero y de alguien más, ven vamos.”
Dejamos la maleta suya, también en el coche y agarrándola de la mano, nos dirigimos hacía las cuadras, donde estaba Lucero. Cuando llegamos donde estaba, comenzó a relinchar y ponerse nervioso al olerme, me acerqué a él y comenzó a lamerme la cara como si me conociera. Yo entonces me dirigí hacía la parte de atrás de él y pude ver como comenzaba a salirse su polla de la funda de piel donde se encontraba. Sin poderme contener acerque mi mano a ella y comencé a acariciarla notando como se iba excitando y viendo como aumentaba de tamaño. Con mucha pena de mi corazón de no poder tener más tiempo para pasar un buen rato con él, la dije a Inés:
“Que pena no tener tiempo, pero bueno ya habrá otra ocasión. Vamos quiero despedirme de los obreros que nos poseyeron ayer”
Volví a coger a Inés de la mano y nos dirigimos hacia donde se encontraban los tres obreros. Cuando llegamos donde ellos estaban, me dirigí hacía Malí y cogiéndole su cara acerque mi boca a la suya y metiéndole mi lengua dentro le di un beso y un morreo de campeonato, mientras lleve mi mano a la altura de su pantalón donde se encontraba su polla, le desabroche la cremallera, metí mi mano y saque su larga y esplendida polla, negra como el azabache y comencé a meneársela. Luego cogiendo una de sus manos se la lleve a mi coño y metiéndosela por la raja que tenía las bragas le hice que me le tocara. La otra mano se la lleve a mis pechos para que me los sobara a placer. Deje de besarle y miré a los demás, Inés estaba sorprendida, pero al mirarla me sorillo y asentó con la cabeza, los dos moros estaban con la boca abierta y con cara de felicidad esperando que yo acabará y comenzara con ellos o que lo hiciera Inés. Abdha, se fue acercar a Inés y Nabilla se acercaba a mi espalda, cuando les dije:
“Quieto, donde vais vosotros dos, estaros quietos, lo vuestro vendrá después. Y tú Inés ven ayudarme”
Entonces me pude de rodilla y metiéndome la polla de Malí en mi boca, comencé hacerle una mamada de campeonato e indique a Inés que se desnudará que se quedará solamente con las bragas y a Malí que la sobara, acariciara y besara lo que deseara y quisiera. Así estuvimos hasta que conseguí que el negrito se corriera en mi boca, tragándome con gran deleite todo su néctar, luego levantándome y cerrando mis ropas, le dije:
“Malí, este es mi agradecimiento por lo bien que te portaste ayer y lo que me hiciste disfrutar, he querido que tengas este recuerdo de mí y que no te olvides. Si tienes ocasión de ir por Madrid y quieres estar con nosotras, tanto conmigo como con Inés, puedes hacerlo en esta dirección (le di la dirección de la casa de putas de Marisa. No le dije que allí era donde trabajamos y hacíamos de putas, no quería que supiera que aunque fuera por placer trabajábamos de prostitutas). “
Después me dirigí a los dos moros, que esperaban un trato similar que el que había concedido a Malí, y antes de que se dieran cuenta les solté una fuerte bofetada a casa uno en sus caras, y les dije:
“Este es el premio vuestro, por lo bestias y mal que me tratasteis ayer, si os hubierais comportado como Malí o como unos amantes normales hubierais obtenido el mismo premio que él, pero como fue todo lo contrario esto es lo que os doy. Y no tratéis de hacernos nada o mi “marido Javier”, se enterará y os denunciará por haber intentado violarme. Inés tú vístete, estos dos bestias no son dignos de volver a tenernos a ninguna de las dos entre sus brazos”
Inés hizo lo que la decía, y dirigiéndonos hacía mi coche les dejamos allí como dos estatuas sorprendidos y cabreados a la vez que el bueno de Malí se reía a carcajadas de ellos.
Cogimos del coche la ropa que nos íbamos a poner las dos y vaciamos el resto de mi ropa en la maleta de Inés. Cogimos las ropas y mi maleta vacía y nos dirigimos hacia la casa. Fuimos al cuarto donde nos vestimos , yo me puse de ropa interior, un conjunto blanco fino de encaje y semi transparente, encima en la parte superior una blusa blanca de seda que dejaba ver a través de los cuatro botones desabrochado mi sujetador y gran parte de mis pechos y en la parte inferior una falda suelta tableada azul marino que me quedaba su final como a cuarta y media de mis rodillas., a la cintura me puse un cinturón ancho de color rojo de hebilla también grande (quería provocar y llamar la atención sin enseñar nada). Inés se puso de ropa interior un conjunto de los suyos de algodón blanco. Al verla la dije:
“Será mejor que te pongas este mío, es el que traje cuando llegue y seguro que fuiste tú la que lo lavaste, pero me falta las bragas que se quedo tú marido con ellas sin consultarme, por tanto tendrás que quedarte con esas (eran unas bragas caladas por las que se vislumbraba la oscuridad de su pelambrera, grandes pero no exageradas (como otras que tenía), la miré y no quedaba mal del todo).”
Mi sujetador la estaba pequeño lo que hacía que sus voluminosos senos abultaran aún más, parecían que iban a explotar y salirse del sujetador. En la parte de arriba se puso una camisa de color también crema y la hice que se quedará también cuatro botones desabrochados para que, como yo, mostrara sin enseñar sus esplendidos senos. Y en la parte de abajo, se colocó de todas las faldas que habíamos cogido la más corta que tenía, quedándola normal como cinco dedos por encima de sus rodillas. Entonces cogí y se la subí todo lo que pude dejándosela que la terminación de la falda quedará a una cuarta de sus rodillas, con esto habíamos ganado otros cinco dedos. Para que no se notará que la tenía tan arriba subida la cintura de la unión de la falda con la camisa, colocamos un cinturón mío, también ancho, de color blanco. Estaba espectacular, no tan provocativa como yo, pero lo suficiente para que los hombres volvieran la cabeza y las mujeres murmuraran cuando ella se cruzara con ellos, entonces yo la dije:
“Inés estas divina, me encantas si yo fuera un hombre al verte me tiraría encima de ti y te comería todas las partes de tu cuerpo, me pones solo de mirarte a cien. ¡Ah se me olvidaba¡, bájate un poquito las bragas y ábrete lo que puedas de pierna, tengo que colocarte unos juguetes en tus dos agujeros, pues deseo que estés todo el viaje caliente .”
Ella hizo lo que la decía, yo entonces me dirigí al cajón donde Javier tenía los juguetes sexuales que había comprado para usarlos en mí estos días y cogiendo unas bolas chinas, se las metí en su coño. Luego cogí un consolador de un tamaño mediano tirando a grande y abriéndola con cuidado su culito se lo fui introduciendo hasta que lo tuvo todo entero dentro de él, luego la subí las bragas para evitar que se le saliera y la dije:
“Ven ayúdame a recoger toda esta ropa y estos juguetes que Javier me ha comprado para que lo metamos en la maleta y nos lo llevemos”
Así lo hicimos, llenando la maleta. Tras cerrarla cogí mi teléfono y llame a Marisa contándola la situación mía con Inés y pidiéndola que hasta que la buscara un piso que se quedara en su casa, ella acepto complaciente, diciéndome:
“No me pidas permiso, querida, ya sabes que lo mío es tuyo y que lo que tengo lo comparto desde el día que te entregaste a mi, puedes traerla y que se quede en casa el tiempo que sea necesario”
Después la comenté que probablemente llegaríamos hoy o lo más tardar mañana, que si se encontraba con mi marido o este la llamaba que no le dijera nada de mi vuelta, pues quería darle una sorpresa y si me entretenía y no podía llegar hoy al no saberlo no se preocuparía ni yo le tendría que dar explicaciones.
Cogimos la maleta, la cargamos junto con la otra que teníamos en el coche y emprendimos el viaje hacía Alcobendas. Inés al sentarse en el asiento notó un poco de dolor e incomodidad en su culito al llevar metido el consolador, pero al cabo de un rato ya se había acoplado y se sentía a gusto. Yo notaba que las bolas chinas estaban haciendo su función y la tenían más caliente que un Ford, entonces levantándole hasta la cintura la falda, la separé las piernas y la dije:
“Querida, no te aguantes, aunque yo no puedo acariciarte porque voy conduciendo, tú no te reprimas, si lo necesitas mastúrbate y córrete las veces que sean necesarias para aliviarte esa calentura que las bolas chinas te van provocando”
Ella mirándome y sonriéndome me dijo:
“Gracias mi ama, estoy muy caliente y lo necesito de verdad”
Yo la conteste:
“No quiero que me llames ama, tú y yo somos amigas y a excepción de lo pactado tú eres libre. Pero si el sentirte sometida a ti te da morbo y te calienta, aunque para mí no seas mi esclava si tú quieres hare con que eres eso para mí. Ahora no seas tonta y no esperes más mi amor mastúrbate y alíviate, te quiero”
Y colocando mi mano sobre su muslo la di una palmadita. Ella se metió la mano por debajo de las bragas y comenzó a masturbarse con la mano derecha mientras que con la otra que se había metido bajo su blusa se sobaba sus tetas, no tardó mucho en empezar a suspirar y a decir palabras de placer como:
“Aaaahhh, siiiiii, siiiiiii, como lo necesitaba, estaba muy caliente y salidaaaa, pero no me atrevía hacerlo por si no te gustabaaaaa, aaaaahhhh que placeeeerrrrrr , siiiii, ojala fueras tú la que me masturbaraaaaa, oooooohhhhhooooo, siiiiiii que placeeeer me va a veniiiiir siiiii, me vieeneeee, me corroooooooo…oooooohooooooo…….”
Y tensándose y estirando a tope sus piernas tuvo un gran orgasmo, que al salir de él, se relajó y quedó tendida en el asiento totalmente derrotada. Se acerco a mi cara y me dio un beso, luego llevo su mano a mis bragas y comenzó a acariciarme coñito por encima de ellas, entonces la dije:
“No seas mala, déjame, no me distraiga no ves que voy conduciendo, ya tendremos tiempo, venga déjalo, más adelante pararemos y ya veremos que hacemos”
Cogiendo su mano se la aparte de mi sexo y continuamos camino. A eso de la 1,30 de la tarde paramos a comer, en un área de servicio donde había bastantes camiones parados. Antes de bajarnos del coche nos dimos un gran morreo y nos sobamos mutuamente una a la otra metiéndonos manos por todos nuestros cuerpos. Después entramos en el restaurante y al entrar en el comedor se quedo todo en silencio, todas las miradas se dirigían hacia nosotros. Pedimos mesa para dos y nos colocaron al lado de una ventana desde donde podíamos ver una especie de jardín que tenían en la parte posterior del restaurante. Pedimos la comida, durante ella no hacíamos más que mirarnos las dos y cuando podíamos con disimulo nos tocábamos bajo la mesa una a la otra metiéndonos manos, al acabar pedimos la cuenta y pague. Antes de marchar la dije a Inés que necesitaba ir al baño que si quería acompañarme, ella como esperaba me dijo que sí. Pasamos entre varios camioneros que estaban comiendo, procuré no mirar a ninguno y mirar hacia adelante para no sentirme observada. Entramos en el servicio eran amplio y había dos puertas una de caballero y la otra para señora, pasamos al de señora en el que había un frente todo lleno de lavabos y espejo y detrás 6 cabinas con los WC. Yo nada más entrar cogí a Inés y recostándola contra la puerta de entrada la comencé a besar en sus labios y a meterle mano por todos sitios. La desabroche la camisa, dejándola totalmente abierta ella hacía lo mismo conmigo, entonces la paré y la dije:
“Ven vamos a una de las cabinas, aquí puede entrar alguien y cogernos y pasar un mal rato”
Cogiéndome ella de la mano, como con prisas por el deseo tiró de mí y nos metimos en una de las cabinas cerrando, cuando fuimos a cerrar el cerrojo nos dimos cuenta que no tenía, nos fuimos a otra y estaba igual, comprobamos todas y en ninguna había cerrojo, por tanto nos quedamos en la última que habíamos entrado y sujetamos la puerta con nuestros cuerpos. Entonces comenzamos a desnudarnos una a la otra, yo la saque a Inés el consolador de su culito y las bolas chinas de su coño y guarde todo en mi bolso. Yo me senté en la taza del WC y ella se puso de rodillas, me cogió mis piernas abriéndomelas y se colocó cada una de mis piernas en cada uno de sus hombros y acercando su boca a mi chocha comenzó hacerme una comida de coño que me volvía loca, yo con lo caliente que estaba de toda la mañana sin poder aliviarme y de los someteos que nos habíamos traído en la comida no tarde en tener una cadena de orgasmos y comencé a suspirar y gritar:
“Si, querida, si, sigue así, así es como me gusta, Inés no pares, no pares que bien me lo haces, aahhhhh ooohhh que placeerr siii, siiii, sigueeee sigueeeeputaaaa n o pareeees me voy a correeeerrrrr….siiiiiii”
En esto estábamos cuando oímos entrar a alguien y dirigiéndose hacia nuestra cabina trataba de abrirla. Nosotras empujábamos pero quién fuera empujaba con fuerza consiguiendo al final abrir.
Ante nosotras aparecieron dos hombres que riéndose, uno de ellos le dijo al otro:
“No ves Juan como era ella, ya me había parecido durante la comida que era ella, pero no estaba seguro, pero al pasar delante de nosotros y verla la reconocí rápido. ¡Que! estabais disfrutando, ¿os lo pasabais bien?, ¿que tal Esperanza, me reconoces?, hace tiempo ¡Eh¡”
Yo toda sorprendida, no me lo podía creer, ante mi estaban Carlos y Juan, tras salir de mi sorpresa, aparté a un lado a Inés y echándole los brazos al cuello a Carlos apreté mi boca a la suya dándole un beso. Él me apartó de él y me dijo:
“Que sorpresa, querida cuanto tiempo sin vernos, esta es tu amiga ¿Cómo se llama?, pero bueno mejor que os vistáis y os esperamos fuera y hablamos, este encuentro hay que celebrarlo”
Ellos salieron del servicio mientras nosotras nos vestíamos y adecentábamos. Entonces Inés me pregunto que quienes eran y yo la dije:
“El joven es Carlos, es el culpable que yo me haya vuelto tan puta y golfa, su polla fue la segunda que me entraba en mi coño en mi vida y el otro es Juan, la suya fue la tercera y me dejo preñada del hijo que he perdido antes que este de Javier que espero. Yo cuando conocí a Carlos era un ama de casa normal, decente y amante de mi marido y junto con mi hijo éramos felices, pero una noche viendo una película erótica (no pornográfica) en un canal de televisión me calenté mucho y como estaba sola, dado que mi marido estaba de viaje y no me podía quitar mis ganas, apareció por la parte baja de la pantalla, frases y teléfonos que se anunciaban para contactar, y uno de ellos era el de Carlos. Tras dudarlo mucho, fue más fuerte mi calentura que mi sensatez y le llame y fui a su encuentro. Me poseyó y me hizo subir a las nubes, nunca nadie hasta entonces me había follado de esa forma. Después me siguió llamando y cada vez que me llamaba, me salía algo de mi interior que no podía negarme a ir a follar con él. En uno de esos encuentros me ofreció a Juan, quiso que le cobrara como una prostituta y yo le dije que no, que no era una puta que si quería que siguiera allí seria sin cobrar. Me entregue a Juan y en ese encuentro me preño. Después en otro de los encuentros me llevo engañado a casa de Marisa y allí me hizo contra mi voluntad prostituirme por primera vez. Aquello me gustó y desde entonces me prostituyo en casa de Marisa. Esa es la historia de cómo les conozco. Estos quieren follarnos a las dos, a mi me gustaría, (pues Carlos es un cabrón y un hijo de su madre pero hay pocos en el mundo que te hagan vibrar como él entre sus brazos y Juan también es un buen amante y tiene una buena herramienta igual que Carlos), pero no quiero forzarte a ti si no te apetece, de modo que depende de ti. Seguramente si decidimos hacerlo lo hagamos en uno de los camiones de ellos, estarán guarros y llenos de mierda de los animales que transportan, quizás eso (a mi por lo menos) nos excite aún más y disfrutemos más. Dime ¿qué hacemos?. “
Ella colocándose las bragas y acabando de vestirse me dice:
“Si a ti te apetece y dices que son tan buenos amantes, por mi encantada”
Entonces yo la contesto:
“Pues de acuerdo, nos quedaremos con ellos y si no tienen prisa pasaremos la noche en su compañía y mañana llegaremos a Madrid, total ya quedan pocos kilómetros, nos quedarán dos horas de viaje. Pero estos esta vez no nos van a joder y disfrutar gratis, ahora ya somos putas profesionales y si quieren nuestros favores y cuerpos nos tendrán que pagar”
Diciendo esto y una vez comprobando que estábamos ya bien vestidas, con nuestras bragas y sujetadores puestos y las faldas en su sitio y las camisas con los botones necesarios desabrochados para calentarles, salimos de los servicios y nos dirigimos hacia la calle donde nos esperaban a la salida. Al llegar donde estaban ellos, Carlos me saludo y me dijo:
“Bueno putita, nos presentas a tu amiga, es tan puta y zorra como tú o es decente”
Yo le contesto:
“Si soy puta es porque tú me hiciste, que yo cuando te conocí era una mujer casada y madre de familia decente y amante de mi marido, pero tú me arrastraste a lo que actualmente soy (y no me arrepiento, pues me gusta ser puta), recuerda que tu polla fue la segunda que entro en mi coño y la primera después de la de mi marido y la de Juan la tercera que visitó mi chochito y la segunda que me preñó. Mi amiga es Inés y actualmente la estoy emputeciendo, acaba de dejar a su marido y también ha sido la semana pasada la primera vez que estando casada se ha acostado con otros hombres que no eran su marido. Va a comenzar a trabajar en la casa de Marisa. Mira Inés este es Carlos y ese Juan, ya te he hablado de ellos”
Ellos dos contestan:
“Encantados de conocerte, si queréis podemos pasar un buen rato o tenéis algo que hacer o tenéis prisa, nosotros tenemos tiempo hasta las 7 ó 8 de la tarde luego debemos marchar para cargar mañana a primera hora”
Yo le contesto a Carlos que es el que ha soltado la invitación:
“De acuerdo cariño, pero esto os costará un dinero, ahora por ti, soy puta profesional y cobro por mis servicios. Además ahora ya no eres mi amante y por tanto si quieres pasar o si queréis pasar un buen rato con nosotras tendréis que pagar”
Entonces Carlos dice:
“¿Pero a mí me vas a cobrar, después de que he sido yo el que te ha enseñado a zorrear y te ha emputecido?, venga por favor, hazlo por los viejos tiempos.”
Yo le digo:
“Si quieres nuestros cuerpos y favores tendrás que pagar, lo que no te pondremos será tiempo, tendréis desde ahora (que son las 3,00 de la tarde) hasta las 7 ó las 8 que tenéis que marchar, por 100 euros (precio de amigos) cada uno nuestros cuerpos, caso contrario, tomamos algo y continuamos nuestro camino y tan amigos y si queréis pasar un buen rato cuando estéis por mi pueblo o Alcobendas ya sabéis donde nos podéis encontrar, en casa de Marisa”
Entonces es Juan el que se adelanta y contesta:
“De acuerdo, Esperanza, por mí no tengo pega además estoy deseando. Y tú Carlos no seas toca huevos, lo deseas tanto como yo, acepta y dalas ya los cien euros, tomad los míos. Si él no quiere iré yo solo con vosotras.”
Entonces Carlos, sonriendo se sacó 100 euros y dijo:
“Toma, tú ganas, me he acordado tanto de ti y te he deseado tanto que merece la pena pagar si es necesario para poder volver a tenerte entre mis brazos. A lo mejor te vuelve a gustar y te es necesario joder de ahora en adelante conmigo como me necesitabas antes , pues no me negarás que eras mi perrita y que por mi polla comías en mi mano y hacías lo que yo quisiera aun no queriendo hacerlo, pues eran más grandes tus ganas de polla que tu conciencia . A propósito ¿y esa barriga? ¿Por qué estas preñada? Quién te la ha hecho?, porque estoy seguro que tú marido no ha sido?”
Yo cogiendo el dinero le digo:
“Gracias, tienes razón me tenias totalmente dominada y hacía lo que tú querías, pero las cosas desde la última vez que estuvimos juntos han cambiado. Si estoy preñada y esta vez quiero tenerlo, no os dejaré hacerme nada que pueda peligrar la vida del hijo que llevo dentro. Ahora tú puesto lo ocupa mi amante y padre de la criatura que llevo en mi vientre. Y tú le conoces, es Javier el jovencito que fue mi segundo cliente el día que me llevaste a casa de Marisa, después del moro, me tiene loca y por eso le he dejado que me preñe. Encima vais a tener suerte de casi estrenar a mi amiga Inés y de follaros a una preñada, que tanto os escita”.
Entonces, esto último (lo de que Javier fuera mi amante y que yo hiciera lo que él quisiera) no le debió de gustar mucho, pues enseguida dijo:
“Bueno ya está bien de hablar, ya aunque sé que nos has hecho un precio de amigo, el tiempo corre y no tenemos tanto. Lo vamos hacer en el camión de Juan que se pueden bajar las trampillas y dejar que entre el aire por la parte de arriba para que pasemos menos calor y encima esta aún sin limpiar de la mierda de las vacas y novillas que ha llevado al matadero de tú pueblo hoy, así podremos revolcar esos cuerpos de zorra que tenéis por la mierda como hacen las perras, ya que vosotras sois las dos perras más grande que hay en toda la zona de Madrid. Como es de día iremos a un sitio que conocemos no muy lejos de aquí y que a esta hora no nos molestará nadie y así desde allí también os coge ya más cerca la salida hacía Madrid. Coge el coche y seguidnos.”
Yo hice lo que me decía y le seguimos, cogieron la carretera que va desde ciudad Real a Puerto Lápice y parando en un área de servicio que tenía un restaurante (había bastantes camiones y coches) me dijeron que dejara el coche en el aparcamiento. Luego tras dejar mi coche bien cerrado y tapado los cristales para evitar que le entrara el sol al interior, nos dirigimos al camión, se bajó Carlos y ayudándonos a subir , primero a Inés la puso como era su costumbre la mano en el culo aprovechando a meterla debajo la falda y tocarla sus nalgas y culo, luego me tocó a mí e hizo la misma operación y yo haciendo como que no podía subir me entretuve un rato para que él me sobara bien mi trasero y pudiera meter su mano entre mis bragas y mi cuerpo y pudiera tocar mi coño que para aquel entonces estaba totalmente mojado, en parte por el calor y el sudor y más por los flujos que la calentura que llevaba hacía que soltase (Ahora que ya me había dicho y había cobrado os diré que si me hubiera dicho que no nos pagaba, me hubiera entregado igual a ellos, pues los recuerdos me hicieron calentarme al máximo). Nos colocaron a las dos en el medio y seguimos camino un poco más adelante como a unos dos kilómetros se desviaron por una carretera que ponía Tablas de Daimiel, luego se apartaron por un camino de tierra y llegamos cerca de un rio con arboleda y dando un rodeo aparcaron el camión en un lugar que no se podía ver desde el camino de tierra. Luego se bajaron del camión y nos dijeron:
“Esperad un poco, -dijo Juan-vamos a prepararlo, pues aunque este bruto te haya dicho que lo haremos encima de la mierda, voy a procurar con una lona y dos o tres mantas que tengo en el camión tapar lo posible y también tapar los laterales y colocar la luz interior, para evitar si se acerca alguien (que lo dudo) que nos puedan ver o sorprender.”
Entonces la dije a Inés:
“¿Cuándo comienzas a estar en los días críticos para poder quedar preñada?”
Y ella contesta:
“Creo que ahora o a comienzo de esta semana que va a comenzar o como muy tarde a mediado de la misma?
Yo la contesto:
“Te lo digo porque Juan por el grosor de su polla no puede ponerse condón, dado que no los encuentra de su tamaño y los que encuentra se parten, de modo que si lo haces con él, te entrara muy ajustada y le costará e incluso a ti te puede hacer daño, aunque una vez dentro y empiece con el mete y saca sentirás un placer como nunca has sentido, pero correrás el riesgo de quedar preñada, tu veras.”
Ella me dice:
“Mira Esperanza, se que quieres que quede preñada cuanto antes, y si te hace ilusión que así sea, ¿Por qué esperar más?, lo haré con los dos y si con Juan tiene que ser sin condón no me importa, a lo mejor tengo la suerte de quedar preñada por él y darte gusto, sabes que lo que más deseo es darte a ti gusto y tenerte contenta”.
Yo la digo:
“Bien Inés, lo harás sin preservativo con Juan, pero con Carlos aunque él insista lo harás con preservativo, quiero controlar quién pueda ser el padre de tú futuro hijo y Carlos no quiero que sea, me da igual cualquier otro, pero este tiene que pagar de alguna forma como se ha portado conmigo, y una es no dejar que te folle a pelo. A mí puede hacerlo y con eso le tendremos contento, de acuerdo, esto es importante, no te dejes embaucar por Carlos y le des el gusto de que te folle sin preservativo.”
Al ratito volvieron los dos y nos bajamos Inés y yo del Camión, entonces Carlos dijo, dirigiéndose a Inés:
“Tú ven conmigo, Juan se ha encaprichado en estar primero con Esperanza, así que seré yo el que te estrene y pruebe a ti, estoy seguro que me encantarás, vaya pedazo de tetas que tienes, sin la ropa tienen que ser la hostia, ven nosotros lo haremos en la caja y ellos en la cabina del camión, luego ya nos uniremos todos, para seguir la fiesta en la caja del camión”
Diciendo esto cogió a Inés y se dirigió con ella hacía la parte de atrás del camión, la ayudo a subir por una puerta pequeña lateral de la caja y desaparecieron cerrando esta puerta. Juan entonces me cogió de la mano y fuimos hacía la cabina, me ayudo a subir y colocando sus manos en mi culo dándome un empujoncito y él dando la vuelta subió por el otro lado, entró y corrió las cortinas para evitar que nadie nos viera desde fuera. Pasamos los dos a la parte donde se encuentra la cama y acercándose a mí me dijo:
“Je,je,je, que bien te veo, las veces que he pensado en ti y las que te he deseado, me he masturbado infinidad de veces desde que estuvimos juntos pensando en ti. No te he llamado ni he podido hablar contigo, porque perdí tu teléfono y Carlos no me lo ha querido dar nunca ni tampoco me dijo que te habías quedado embarazada de mí (si lo hubiera sabido, seguro que hubiera evitado que le perdieras) ni tampoco que trabajabas de puta en casa de Marisa, si lo hubiera sabido te habría visitado en más de una ocasión. Joder Esperanza ¿te han crecido las tetas? Las veo más grande y esplendidas, estas para comerte putilla, ya verás que bien lo vamos a pasar esta tarde, lo de la otra vez se va a quedar chico, comparado con esta. He pedido a Carlos que me deje a mí estar contigo pues estoy loco por tenerte entre mis brazos”.
Al decir esto se acercó, (su aspecto era tan sucio y desagradable como la otra vez, olía a sudor de no haberse lavado en todo el día y se mezclaba con el olor de los animales que transportaba) y me dio un beso en la mejilla, me agarró por mi cintura y acercándome a él y llevando una mano hacía mi culo me le comenzó a dar un buen sobeo y con la otra me agarraba la cara y acercando su boca a mi boca y metiéndome su lengua me comenzaba a dar un beso, que junto con el sobeo de mi trasero me estaba excitando al máximo. Luego me levantó mi pequeña falda, me separó mis piernas y comenzó a acariciarme el interior de mis muslos hasta mis bragas y acariciando por encima de ellas mi coñito, me ponía a cien, entonces el me dijo:
“Veo que sigues estupenda, que bien te quedan estas braguitas, transparente y tan pequeñas que se te sale toda tu pelambrera por los lados , uuuuu que mojada y caliente estas, se nota que estas muy caliente. Prepárate te voy a asear tu almeja que después de el lote que te estabas dando con tú amiga en los aseos del restaurante ya la va haciendo falta, uuuuuu que bien huele”
Y separándome las braguitas quedo mi coño al aire llegando a mí el olor fuerte de mi sexo , acercó su lengua y comenzó a lamérmelo de arriba abajo, parando y dándome una buena lamida en mi clítoris,. Esa caricia me sacaba de mis casillas, me estaba volviendo loca, que bien me lo estaba haciendo, el me subía y bajaba con su lengua por toda mi raja, me iba poniendo cada vez más caliente no aguantaba más me quede tensa y un placer difícil de describir sentí por todo mi cuerpo y empecé a correrme como loca, el seguía y seguía y yo encadenaba un orgasmo tras otro, mi raja parecía una fuente derramando flujos que él tragaba y tragaba y me decía:
“Putita como disfrutas, que rico está tu corrida, me vuelve loco, joder que tía tan caliente si parece un volcán está echando tanta lava que no me doy a bastos”
Dicho esto dejó de lamerme y quitándome la camisa de un tirón y rompiéndomela, me la quitó, y me dijo:
“Sube los brazos, quiero ver tus sobaqueras y te las quiero chupar”
Así lo hice y el arrimando su boca y lengua me empezó a chupar toda mi axila que desprendía un fuerte olor a sudor, esa caricia me gustaba con una de sus manos metió su dedo índice bajo mis bragas y a la vez que me chupaba mi axila me masturbaba, me estaba volviendo loca y hacía que no pararan mis orgasmos. El aprovechando mi excitación me dijo:
“Veo que sigues con la costumbre que te inculcó Carlos de no depilarte ni tus axilas ni la pelambrera de tu coño, me encantan las mujeres con pelos en las axilas y coño, me vuelven loco”.
Después pasando sus manos a mi espalda, me desabrocho el cierre del sujetador, pero no me lo quito, sino que metió la mano con la que no me masturbaba, por dentro de las copas del mismo y sobo mis pechos, jugando con mis aureolas y pezónes, esto junto con la masturbación me hizo correrme de nuevo y no pude reprimirme y le comencé a decir:
“Si Juan, si soy tu putita, sigue, sigueee, no parees quiero que me folles hasta matarme de gusto, sigue mi amor, siiii, tu si que lo sabes hacer y no ese bruto de Carlos, siiiiii siiiiiii, me corroooooooo, deseooooo tu pollaaaaaa dentrooooo de miiiiiiiiii, ven, vennn dame tu pollaaaaaa, dejame que te coma tu vergaaaaaa, la deseooooo siiiiiiii…..oooohhhhoooooo. me corrrooooooo”
Él entonces me quitó del todo el sujetador y dando un tirón de la falta rompió los botones por donde me la sujetaba y tirando fuerte de ella la rajo de arriba abajo dejándola inservible, luego cogió las bragas por su elástico y tiró fuerte hasta romperlas, dejando toda mi pelambrera y chocha al aire y libre de ropa. Después me hizo levantarme de la cama, se desnudo del todo y se tumbo él de espalda y luego me dijo que me pusiera sobre él con las rodillas una a cada lado de su cuerpo, en dirección contraria a la suya para hacer un 69. Así lo hice, y mi barriga tocaba con la suya y él me dijo:
“Venga lo estas deseando y no puedes decir que no, se te ve en los ojos”.
Yo comencé a pajearle aquello comenzó a tensarse, se hacía cada vez más grande y gorda, y él me decía:
“Comete mi polla, siéntela en tu boca, te encantará como sabe, se libre olvídate de todo y disfruta de mi polla, chupa, chupa y ya verás como disfrutas”.
Me la fui a meter en mi boca y no me cogía, entonces comencé a lamer su capullo, que también desprendía un fuerte olor a pis , seguía creciendo y engordando, con mi mano le acariciaba sus huevos y le seguí lamiendo de arriba abajo, traté de meterme el capullo en mi boca , consiguiendo entrar la punta, el empujaba y metía un poco más hasta su prepucio, el mientras me agarraba de mis nalgas y con su cara metida en todo mi coño, me lo chupaba, me lo comía, era delicioso, a su vez empezó a empujar su polla hacia dentro de mi boca y yo empecé a mover mi cabeza como si me follara empezando a moverme para que me entrara para dentro y para fuera, a mi no me llegaba el aire aquella tranca me asfixiaba, como era posible que pudiera existir un pollón como ese, y él decía,( le podía oír mal por tener metida toda su cara en mi coño):
” U,u,u,u, ohhhh, siii, sigue siii, Esperanzaaaaa…..como la chupas cabrona, jodér con la preñaditaaaa, como chupa ohhh”
Yo me oía chupar glup, glup…sss, glups era un deleite , entonces me lo saque para tomar aire y pude contemplarlo en todo su esplendor no la recordaba sus medidas bien y de nuevo me sorprendieron, mediría cerca de 25 ó 26 cms de largo por unos 8 ó 10 de ancho ( era tan gordo como un botellín de cerveza) era un pollón enorme. Yo la miraba extasiada. En ese momento me decidí a dejarme llevar y disfrutar de esa maravilla, si me reventaba mi vagina que me reventara, pero tener aquello dentro debía de ser maravilloso. Entonces le dije:
“Juan por favor, dejemos de chuparnos y métemela de una vez, estoy muy caliente y salida y la necesito ese pollón dentro de mí, mi amor, te deseo y si tú me deseas tanto como yo a ti este polvo va a ser espectacular, venga vamos a joder, lo necesito”.
Entonces cambiando de posición y colocándome mirando hacia él, me abrí de piernas, una a cada lado de su cuerpo a la altura de su herramienta y fui bajando hasta notar su verga rozando mi ya encharcado chichi, con una de mis manos cogí su polla y la dirigí hacía la entrada de mi almeja y dejándome caer sobre ella me la metí de golpe. Me entro muy ajustada, al tenerla dentro me sentía llena, entonces me incline hacia delante posando mis grandes tetas sobre su pecho acerque mi boca a la suya y metiendo mi lengua en su boca nos comenzamos a dar un morreo como estaba segura hacía tiempo que no se lo daban, el me acariciaba mi cabello y después paso con su mano a acariciar mi espalda y que se deslizo hasta mi culo que me le sobo bien sobado, para luego colocar sus dos manos en mis caderas y comenzar a moverme con todas sus fuerzas hacía adelante y hacia atrás para comenzar el mete y saca, y me dijo:
” Verás Esperanza como disfrutas con una polla en condiciones como la mía, la vas a sentir bien y sin miedo a quedarte preñada (como te ocurrió la última vez) dado que ya lo estas, te voy a poner hasta arriba de leche, pues hace mucho tiempo que no estoy con una mujer, y te voy a inundar ese coñito tan bonito que tienes, vas aullar de placer y vas a dar unos gritos que se te va a oír hasta en tú casa, vas a ver de lo que es capaz este viejo con una hembra como tú, muévete putita mía”
Entonces yo me puse erguida sobre su polla y piernas y comencé a subir y bajar sobre toda la superficie de su esplendida y gruesa polla, la notaba como me rozaba en mis paredes internas de m i coño, de mi vagina, era delicioso sentirla, era una sensación que me producía un placer sin igual. El quitando sus manos de mis caderas las puso sobre mis pechos y comenzó a sobármelo con deleite, jugaba con mis erectos pezones y esto me ponía a cien, que placer me estaba produciendo. Entonces le dije:
“Juan incorpórate y chúpame mis pechos, si insistes un poco sacaras algo de suero o leche de ellos, pues están comenzando a subirme la leche, espero que eso te guste y a mí con tus chupadas para mamarlas me subas al séptimo cielo, mi amor”
Yo comencé a saltar ya con fuerza sobre su polla, comenzaba a subirme la calentura, notaba como el placer me iba invadiendo a pasos agigantados, entonces él comenzó a animarme diciéndome:
“Venga Esperanza, tú puedes, venga , joder , asiiiii, asiiiii, cabalme, cabalga como una amazona sobre su potro, aaaaahhhhhaaaa vaya golosa que estás hecha como te gusta tenerla dentro, la sientes cariño, sigueeeee asiiiiiii, cuanto he deseado estar de nuevo así contigo, vas hacer que me corra, muévete, muévete me va a llegar pronto ¿ y a ti?, ¿te viene?, muévete para que lleguemos juntos, venga putita, eres mi zorrita eres la mujer que me gustaría tener siempre conmigo, siiiii zorraaaa . sigueeeee….. eso es sigue ,sigue, así no pares , joder que tetas tienes, como me gustan aaaaahhhhhhh……. joder , como sabía que te iba a gustar ¿disfrutas, eh putilla?, tienes un conejo increíble, quiero fallármelo cada vez que venga por aquí, pagándote o sin pagarte me da lo mismo, tu coño me vuelve loco es tan apretadito, joder si parece mentira que hayas parido y te dediques a la prostitución, joder que rico”
Yo ya más caliente cada vez no paro de moverme y saltar, estoy fuera de mí, oía como sonaba mis jugos al salir y entrar su polla en mi coño, globb, glubb, wueegg, aaaaa, que placer me está proporcionando el cabrón, me está llegando el orgasmo, voy a correrme y él también entonces le digo:
“Ah,ah..aa, sigue , cabrón sigue que me corro, aaaaa, si..gue eeee, no pares cabrón no pares , me corro, me corro….ooooooohhhh , siiiiiiiii…...comemeee mis pechooooos oooooohhhhh, te gusta mi lecheeeeeee, mamaaaaaaa de elllooos mientras me follaaassssss…….. que placeeeeerr me CORROOOOOOOOO……CABROOOOOONNNNNNN QUE GUSTOOOOOOOO ME ESTAS DANDOOOOOOOOO; SIIIIIIIIIIII……….QUE RICOOOOOOOOO….AAAAAAAHHHHHH……OOOOOOooooooo…….”
El también se ha corrido noto su corredura, su leche caliente dentro de mi vagina, entonces deja mis tetas y cogiéndome mi cara con sus dos manos me da un beso lleno de sus babas como consecuencia de su placer, metiendo su lengua hasta mi campanilla, como si quisiera llegarme con ella hasta mi estomago, saca su lengua y me la pasa por toda mi cara, bajando luego a mis pechos llenándome de sus babas y saliva yo estoy tan loca y salida como él y se lo devuelvo con pasión , sigue dentro de mí y me dice:
“Te quiero, gracias por el placer que me has dado, joder tía que sexi y provocativas estas así, con tu barriguita de embarazada, pues las mujeres embarazadas me excitan al máximo y más saliéndoles ya leche de sus pechos como a ti, y ese contraste de tu piel blanca desnuda con la negrura de la pelambrera de tu coño y tus sobacos, eso me pone como una moto”
Permanecemos un rato abrazados y bien apretados el uno al otro, con su polla aun dentro de mi concha, me siento feliz junto a él, ha sido magnifico el polvo que hemos echado, no me importaría de tenerle para siempre de amante, pero no puede, ser tengo a Javier que es el padre del hijo que llevo dentro y a mi marido que me quiere con locura. Entonces aún abrazados y sin sacarla nos tendemos los dos en la cama para descansar. Al cabo de un rato se sale de mí, pero aún la tiene dura, entonces me dice:
“Esperanza, ahora que no está Carlos, ¿quieres darme tu número de teléfono?, quiero seguir en contacto contigo y quiero que si necesitas algo o alguna vez necesitas ayuda me llames, quiero ser tú amigo y te lo digo con todo mi corazón, me ha dolido mucho enterarme hoy de tu pasado embarazo y que perdieras el hijo , que al parecer era mío, de haberme enterado te vuelvo a repetir hubiera hecho todo lo posible por protegerte y que nuestro hijo hubiera nacido, te quiero. Cuando vaya a tu pueblo con ganado o tenga que ir a Madrid o esa zona, me gustaría verte, si tengo que verte encasa de Marisa y pagar no me importa, pero quiero verte, aunque si te soy sincero me gustaría mejor verte a solas y si no tienes ningún sitio donde podamos estar bien nos vamos a un hotel o lo hacemos aquí en el camión, dime que sí o que al menos te lo pensarás, cariño.”
Yo dándole un beso en su cara le digo:
“Toma mi número de teléfono, apuntale 65. … …, llámame cuando quieras, y no me hace falta pensármelo, a mí también me gustaría estar contigo, pero por favor llámame cuando lo vayas a saber unos días antes para yo poder preparar todo con mi marido y con Marisa y así estar libre sola para ti.”
Cuando acabe de decir esto, comenzamos a oír gritos de placer que venían de la parte de atrás del camión, eran de Inés y de Carlos, al parecer también lo habían pasado bien. Entonces le dije a Juan:
“Yo creo, que debemos de pasarnos ya con ellos a tras, igual que tú has sido antes sincera conmigo, aunque también ahora ahí atrás este con Carlos me gustaría que esta hora y media o dos horas que os quedan estés tú más tiempo conmigo que no él. Y quiero que me poseas por todos mis agujeros aunque por atrás me duela y me le revientes, pero deseo hoy estar contigo y pertenecerte. Pero tampoco quiero privarte de que pruebes a Inés, pues es una mujer esplendida, guapa, caliente y muy necesitada de sexo, pues hasta ahora su marido la ha maltratado, la ha dado mala vida y ha disfrutado poco de lo bueno del sexo. Podemos decir que lo ha descubierto la semana pasada y la ha gustado tanto que ha despertado la puta que llevaba dentro sin saberlo. Quiero que la folles sin condón y la dejes preñada ( a ella la he prohibido que lo haga sin preservativo con Carlos), hemos decidido que en este mes quede preñada y quiero que quede de alguno de mis conocidos de más confianza, y estos seréis: tú (Juan), mío marido, mi amante (Javier) y cuando haya pasado los días críticos lo hará sin preservativo con el cliente que quiera, pero para entonces ya estará preñada de alguno de vosotros y tú serás el primero que tengas la oportunidad de preñarla. Para que Carlos no se mosquee que tú la folles sin preservativo y él con preservativo ahora cuando lleguemos me dejaré follar por él sin condón mientras tú lo haces con mi querida Inés y luego quiero que me sodomices”
Entonces Juan se puso los pantalones, sin calzoncillos ni nada, y yo como pude me tapé con las ropas mías rajadas, bajamos de la cabina del camión y fuimos a la puertilla lateral pequeña, la abrimos, y Juan con su mano en mi culo tocándome bien mi coño y otra en mi cadera y empujándome un poquito me ayudo a subir.
Voy a dejar aquí el relato, en la próxima entrega contare lo que va acontecer en la parte trasera del camión y nuestro regreso a Madrid.
Cornoturga
Como siempre , espero vuestros comentarios y me gustaría que me escribierais con sugerencias y lo que os parezca a mi correo: j.trujicornu@hotmail.com
A eso de las 9,00 de la mañana, me despertó alguien que abría la puerta de la habitación, era Javier se acercó a la cama por mi lado y dándome un beso en la frente me dijo:
“No te levantes aún y sigue descansando, solo he querido darte los buenos días y decirte que voy con Matías a presentar al juzgado la demanda de divorcio de él y de Inés, como me dijiste. ¿Os iréis hoy ¿Vais a esperar que regresemos o ya habréis marchado?, te podías quedar un día más , pues como sabes yo no comienzo el curso hasta mediado de Octubre aunque me han dicho mis padres que solamente iré el día de la presentación y después me tengo que venir y regresaré para quedarme ya y continuar el curso en noviembre. Mis padres me acompañaran para que no me invente ninguna escusa para quedarme, de modo que una vez hecha la presentación del curso volveremos todos juntos aquí y me será imposible verte, de modo que si te vas ahora no podré verte ni estar contigo hasta entonces, y eso es mucho tiempo, y me apetece tanto que estemos juntos. Además tendrás que decir a Marisa que hasta entonces no podremos seguir grabando ninguna película más de tú embarazo.”
Yo medio dormida le digo:
“Mira Javier, sí nos iremos hoy y no sé si estaremos aún aquí para cuando vuelvas, pues la verdad es que estamos muy cansadas de la paliza que nos disteis anoche y los días pasados, por eso necesitamos descansar. Lo de quedarme más días no puede ser, pues mi marido seguro que ya ha vuelto de su viaje y estará impaciente esperando a que llegue, pues no sabe nada de mí, dado que le dije que no quería que me llamara ni supiera donde estaba de vacaciones, que quería olvidarme un poco de todo y descansar. Me entiendes, por eso creo que me debo de marchar hoy. Y referente a que hasta noviembre no estarás por Alcobendas, a mí tampoco me hace mucha gracia estar tanto tiempo sin verte, pero si tiene que ser así, que vamos hacer. A lo mejor consigues con alguna escusa hacer una escapada que podamos estar juntos, de todas formas, consigas la escusa o no estos días que no voy a poder estar contigo se me van hacer muy largos, si tú no consigues alguna escusa ya miraré yo la forma de venir aunque sea un día en el AVE por la mañana e irme por la noche (pero lo mejor es que tú consigas la escusa y seas tú el que se desplace a Alcobendas). No estoy muy contenta con el comportamiento que durante estos días has tenido conmigo ¿es que no me quieres ni me deseas?, te digo esto porque me has entregado a otros hombres y en estos pocos días que he estado en tú finca me han follado los demás más que tú, que en realidad es el que quería que me poseyera, porque yo quiero ser tuya, solo tuya, aunque si el entregarme a otros y que haga de puta es lo que tú quieres así será y así seguiré, pero si quieres mi opinión y de algo vale, me gustaría que eso lo hicieras más de tarde en tarde y que me poseyeras y me follaras tú más que los demás y a menudo, no como ahora que estoy siendo follada más veces por otros que por ti. Y referente a lo de rodar alguna película más , ahora de mi embarazo, no te preocupes, se lo diré a Marisa y lo que haremos (ya que te gusta verme poseída por otros) es que en tu ausencia para que no se me vea de pronto con una tripa grande , sino que se vaya viendo la evolución poco a poco , es que rodaremos con un actor que se parezca a ti y que no se le vea la cara ni primeros planos de ella ni de su polla y cuando tú puedas rodaremos varios planos de tu cara de cerca y de tu polla entrando en mi vagina y en los sitios que sea necesario, estos planos luego se intercalarán con los que grabemos con el actor y así parecerá que eres tú con el que he estado grabando y follando. Ya que quieres vas a ser un cornudo por necesidad”
Entonces él me responde:
“Lo siento, mi amor, procuraré que sea como tú dices, pero es que no sé lo que me pasa es algo que me empuja a entregarte a los demás. Verte poseída por otros y que te traten como un furcia y verte sometida por ellos, me pone tan caliente. Pero no te preocupe de ahora en adelante procuraré sujetarme y entregarte más de tarde en tarde, te prometo que lo voy a intentar, pero esto no quiere decir que las ganas de verte con otros no me puedan y lo haga. De todas formas te pido que si no te apetece mucho me lo digas, aunque me hayas prometido que pueda hacerlo cuando quiera. Te vuelvo a pedir perdón.”
Yo al verle tan apenado le digo:
“Venga no te preocupes, si quieres que me sigan poseyendo otros, lo hare, y cuando no quiera o no me apetezca te lo diré, y si sigues insistiendo en que lo haga, no te preocupes que lo hare, te quiero muchísimo y solo deseo darte gusto y placer. Por eso te digo que aparte de todo esto además a partir de ahora vas a poder disfrutar también todo lo que en estos años no has podido disfrutar de Inés y ahora podrás, pues como me pertenece podré dejártela (si te portas bien conmigo) cuando desees estar con ella. Ven dame un beso “
Él se acerco de nuevo a mí, le cogí su carita de niño y le di un beso, a él se le puso una cara de felicidad, que me hizo sentirme de nuevo bien, luego me dijo:
“Te quiero, Esperanza, y te lo vuelvo a prometer, voy a procurar cambiar, a partir de ahora serás poseída más veces por mí que por los demás, y si de verdad me dejas hacerlo de vez en cuando con Inés te lo agradeceré eternamente, pues ya sabes lo que me ha atraído toda mi vida esta mujer”
Diciendo esto se separó de la cama y se dirigió hacia la puerta, antes de salí se llevo su mano derecha a su boca y me tiró un beso, luego salió y cerró la puerta marchándose.
Yo volví mi cara hacía donde se encontraba Inés aún dormida, estaba a mi lado desnuda sin cubrir por las sabanas, se la podía ver su tripita un poquito abultada por la edad. Me fije en sus tetas, eran un poco más grandes que las mías (que estaban en 130) (quizás una talla más) pero ella aún prácticamente no había comenzado el tratamiento de aumento de pecho y sin embargo ya las tenía bastante grandes (140), sus pezones estaban tiesos y apuntaban hacia arriba, para su edad y peso no los tenía muy caídos. Tendríamos que hacer todos los días las dos ejercicios pectorales para evitar que los pechos se nos cayeran y tenerlos de esas formas tersas y deseables. No pudiéndome contener acerque mi boca a su cara y la di un suave beso, como no despertaba baje a sus pechos y metiéndome uno de sus pezones en mi boca comencé a chupárselo como si estuviera mamando de ellos. Esto si la despertó y al verme en esa posición y lo que hacía, ella me pasó su mano por mi cabeza y me la aplastó delicadamente contra su pecho para que pudiera mamarle o chuparle mejor, más a mi placer. Entonces la dije:
“Inés, que tal has dormido, ¿has descansado?, ¿te duele tu coñito y tú culito o ya lo tienes en su sitio? Yo he manchado un poco las sabanas de la herida que el moro ese de mierda me provocó en mi culo, pero parece que ya está mejor, deberías darme un poquito más de ese ungüento que hiciste ayer y nos dimos con él, me calmó muchísimo y parece que la herida va cicatrizando, yo pienso que si me doy hoy probablemente mañana la herida haya cerrado. Y a ti te sigue doliendo tu chochito y tu culito, déjame ver como los tienes”
Yo la hago que se abra de piernas y observo su coñito estrecho, sus labios por su interior de un rosa intenso y por su exterior blancos tirando un poco a marrón, brillantes, abultados y todo a su alrededor lleno de la esplendida pelambrera que posee. Su coñito ya ha recobrado su tamaño habitual, vuelve a ser ese coñito estrecho y deseable que tenía antes de que el poni la penetrara con su gran verga. La doy la vuelta y observo su culo, es precioso, blanco, suave y deseable, con delicadeza y cariño la separo sus cachetes para observar su agujerito oscuro, por donde Javier la metió el gran consolador, su agujero se le ve ya un poquito más dilatado que antes ya no es ese agujerito estrecho por el que apenas cogía un dedo. Javier sin querer me había ayudado bastante en la preparación del ano de Inés, aunque aún la quedaba bastante para poder recibir las vergas que la entrarán sin que sienta gran dolor. Ella mientras yo hacía esta exploración me dijo:
“Si Esperanza, noto que mi coñito ha vuelto a su ser, pero aún siento molestias, tanto en él como en mi culo, si te parece cuando te dé con la crema, si eres tan amable me podías aplicar a mí también un poquito en mis dos agujeros (chocho y culo)”.
Yo entonces la contesto:
“Si, querida, tu sexo ha vuelto a su ser y se le ve espectacular (diciendo esto acerco mi boca a él y sacando mi lengua lo paso por todo lo largo de sus labios mayores para luego ayudándome de mis manos abrírselos y pasar también mi lengua por los menores e introducirla todo lo que puedo dentro de su vagina para saborear su jugos que me saben a gloria. Ella no puede por menos que soltar un suspiro de placer) y tu culito sigue el proceso que yo deseo para él, ya ha dejado de estar tan abierto como te lo dejo el consolador, pero ya tampoco esta tan cerrado como antes. Durante el viaje te colocaré otro consolador dentro de él (no tan grande como el que te metió Javier) pero si lo suficiente para que se vaya dilatando y acostumbrando tus esfínter a estar más dilatados. Cuando se hayan acostumbrado a ese tamaño le sustituiremos por otro mayor hasta que lleguemos a conseguir la medida deseada para tu agujerito”
Ella coge la crema de la mesita, yo me tumbo de cara sobre la cama y con mis dos manos separo los cachetes de mi culo. Ella entonces cogiendo un poquito de pomada lo extiende con suavidad y delicadeza por todo el orificio de mi culito, y me dice:
“Se nota, bastante mejoría, lo tienes mejor. Yo creo que con esto que te he dado para esta tarde debes tenerlo completamente curado. Ahora por favor si no te importa podrías tú aplicarme a mí también un poco en mis dos entradas, ayer con lo poco que me di sentí bastante alivio y pienso que si me doy ahora dentro de una hora o menos las molestias que siento me habrán desaparecido”
Yo dándome la vuelta e incorporándome, cogí un poco de pomada en mis dedos y la dije:
“Claro que te la pongo, me encanta poder tocar tus partes intimas. Ponte a cuatro patas y bien abierta en la cama, yo en principio me pondré bajo de ti entre tus piernas y te aplicaré la pomada”
Ella me hizo caso y yo ocupando la posición que le había indicado, comencé a extenderla la pomada sobre el agujero de su culo a la vez que acercando mi boca a su coño se lo chupaba y jugaba con mis labios y lengua en su clítoris, arrancándola suspiros de placer. Después, volví a coger más pomada e hice lo mismo sobre su chochito a la vez que le acariciaba el suave pandero de su culo.
Terminado de darnos la pomada, nos vestimos con las ropas que teníamos del día anterior y la dije:
“Ahora Inés, vamos a ir a tu casa para que cojas todo lo que necesites y quieras llevarte de recuerdo, aprovechamos que no está Matías y así lo harás con más tranquilidad. Luego pasaremos por mi coche para que yo coja la maleta que tengo en él con la ropa que traje de casa, pues con estas ropas y pinta no podemos ir por la calle ni de viaje, pues no tardarían mucho en detenernos por escándalo público ,je, je, je,…..”
Nos dirigimos a su casa y recogió varios recuerdos personales y la ropa interior la cogimos toda (pues dado el volumen de sus tetas hasta que compráramos alguna ropa interior más moderna tendría que usar esa, después fuimos al armario y tras elegir entre las ropas que tenia las más adecuadas, y dejando en los armarios las mas austeras, las metimos en una maleta y salimos de la casa. Ella me dijo:
“Esperanza, no será poca ropa, puedo coger más”
Yo la conteste:
“No Inés, cuando lleguemos a Madrid o antes por el camino, ya compraremos la ropa adecuada, tienes que parecer lo que eres, una belleza madura que a la vez de provocar y ser deseada des la sensación de señora, y para eso la ropas que tienes no vale. La ropa que has cogido y la interior que llevamos, no la tiraremos, la guardaremos pues seguro que habrá clientes que les de morbo hacerlo con una mujer que de el aspecto de modosita y de ama de casa, pero solo la utilizarás para eso, para trabajos especiales o rodajes de películas, etc... Ha antes de coger mi maleta de mi coche, quiero despedirme de Lucero y de alguien más, ven vamos.”
Dejamos la maleta suya, también en el coche y agarrándola de la mano, nos dirigimos hacía las cuadras, donde estaba Lucero. Cuando llegamos donde estaba, comenzó a relinchar y ponerse nervioso al olerme, me acerqué a él y comenzó a lamerme la cara como si me conociera. Yo entonces me dirigí hacía la parte de atrás de él y pude ver como comenzaba a salirse su polla de la funda de piel donde se encontraba. Sin poderme contener acerque mi mano a ella y comencé a acariciarla notando como se iba excitando y viendo como aumentaba de tamaño. Con mucha pena de mi corazón de no poder tener más tiempo para pasar un buen rato con él, la dije a Inés:
“Que pena no tener tiempo, pero bueno ya habrá otra ocasión. Vamos quiero despedirme de los obreros que nos poseyeron ayer”
Volví a coger a Inés de la mano y nos dirigimos hacia donde se encontraban los tres obreros. Cuando llegamos donde ellos estaban, me dirigí hacía Malí y cogiéndole su cara acerque mi boca a la suya y metiéndole mi lengua dentro le di un beso y un morreo de campeonato, mientras lleve mi mano a la altura de su pantalón donde se encontraba su polla, le desabroche la cremallera, metí mi mano y saque su larga y esplendida polla, negra como el azabache y comencé a meneársela. Luego cogiendo una de sus manos se la lleve a mi coño y metiéndosela por la raja que tenía las bragas le hice que me le tocara. La otra mano se la lleve a mis pechos para que me los sobara a placer. Deje de besarle y miré a los demás, Inés estaba sorprendida, pero al mirarla me sorillo y asentó con la cabeza, los dos moros estaban con la boca abierta y con cara de felicidad esperando que yo acabará y comenzara con ellos o que lo hiciera Inés. Abdha, se fue acercar a Inés y Nabilla se acercaba a mi espalda, cuando les dije:
“Quieto, donde vais vosotros dos, estaros quietos, lo vuestro vendrá después. Y tú Inés ven ayudarme”
Entonces me pude de rodilla y metiéndome la polla de Malí en mi boca, comencé hacerle una mamada de campeonato e indique a Inés que se desnudará que se quedará solamente con las bragas y a Malí que la sobara, acariciara y besara lo que deseara y quisiera. Así estuvimos hasta que conseguí que el negrito se corriera en mi boca, tragándome con gran deleite todo su néctar, luego levantándome y cerrando mis ropas, le dije:
“Malí, este es mi agradecimiento por lo bien que te portaste ayer y lo que me hiciste disfrutar, he querido que tengas este recuerdo de mí y que no te olvides. Si tienes ocasión de ir por Madrid y quieres estar con nosotras, tanto conmigo como con Inés, puedes hacerlo en esta dirección (le di la dirección de la casa de putas de Marisa. No le dije que allí era donde trabajamos y hacíamos de putas, no quería que supiera que aunque fuera por placer trabajábamos de prostitutas). “
Después me dirigí a los dos moros, que esperaban un trato similar que el que había concedido a Malí, y antes de que se dieran cuenta les solté una fuerte bofetada a casa uno en sus caras, y les dije:
“Este es el premio vuestro, por lo bestias y mal que me tratasteis ayer, si os hubierais comportado como Malí o como unos amantes normales hubierais obtenido el mismo premio que él, pero como fue todo lo contrario esto es lo que os doy. Y no tratéis de hacernos nada o mi “marido Javier”, se enterará y os denunciará por haber intentado violarme. Inés tú vístete, estos dos bestias no son dignos de volver a tenernos a ninguna de las dos entre sus brazos”
Inés hizo lo que la decía, y dirigiéndonos hacía mi coche les dejamos allí como dos estatuas sorprendidos y cabreados a la vez que el bueno de Malí se reía a carcajadas de ellos.
Cogimos del coche la ropa que nos íbamos a poner las dos y vaciamos el resto de mi ropa en la maleta de Inés. Cogimos las ropas y mi maleta vacía y nos dirigimos hacia la casa. Fuimos al cuarto donde nos vestimos , yo me puse de ropa interior, un conjunto blanco fino de encaje y semi transparente, encima en la parte superior una blusa blanca de seda que dejaba ver a través de los cuatro botones desabrochado mi sujetador y gran parte de mis pechos y en la parte inferior una falda suelta tableada azul marino que me quedaba su final como a cuarta y media de mis rodillas., a la cintura me puse un cinturón ancho de color rojo de hebilla también grande (quería provocar y llamar la atención sin enseñar nada). Inés se puso de ropa interior un conjunto de los suyos de algodón blanco. Al verla la dije:
“Será mejor que te pongas este mío, es el que traje cuando llegue y seguro que fuiste tú la que lo lavaste, pero me falta las bragas que se quedo tú marido con ellas sin consultarme, por tanto tendrás que quedarte con esas (eran unas bragas caladas por las que se vislumbraba la oscuridad de su pelambrera, grandes pero no exageradas (como otras que tenía), la miré y no quedaba mal del todo).”
Mi sujetador la estaba pequeño lo que hacía que sus voluminosos senos abultaran aún más, parecían que iban a explotar y salirse del sujetador. En la parte de arriba se puso una camisa de color también crema y la hice que se quedará también cuatro botones desabrochados para que, como yo, mostrara sin enseñar sus esplendidos senos. Y en la parte de abajo, se colocó de todas las faldas que habíamos cogido la más corta que tenía, quedándola normal como cinco dedos por encima de sus rodillas. Entonces cogí y se la subí todo lo que pude dejándosela que la terminación de la falda quedará a una cuarta de sus rodillas, con esto habíamos ganado otros cinco dedos. Para que no se notará que la tenía tan arriba subida la cintura de la unión de la falda con la camisa, colocamos un cinturón mío, también ancho, de color blanco. Estaba espectacular, no tan provocativa como yo, pero lo suficiente para que los hombres volvieran la cabeza y las mujeres murmuraran cuando ella se cruzara con ellos, entonces yo la dije:
“Inés estas divina, me encantas si yo fuera un hombre al verte me tiraría encima de ti y te comería todas las partes de tu cuerpo, me pones solo de mirarte a cien. ¡Ah se me olvidaba¡, bájate un poquito las bragas y ábrete lo que puedas de pierna, tengo que colocarte unos juguetes en tus dos agujeros, pues deseo que estés todo el viaje caliente .”
Ella hizo lo que la decía, yo entonces me dirigí al cajón donde Javier tenía los juguetes sexuales que había comprado para usarlos en mí estos días y cogiendo unas bolas chinas, se las metí en su coño. Luego cogí un consolador de un tamaño mediano tirando a grande y abriéndola con cuidado su culito se lo fui introduciendo hasta que lo tuvo todo entero dentro de él, luego la subí las bragas para evitar que se le saliera y la dije:
“Ven ayúdame a recoger toda esta ropa y estos juguetes que Javier me ha comprado para que lo metamos en la maleta y nos lo llevemos”
Así lo hicimos, llenando la maleta. Tras cerrarla cogí mi teléfono y llame a Marisa contándola la situación mía con Inés y pidiéndola que hasta que la buscara un piso que se quedara en su casa, ella acepto complaciente, diciéndome:
“No me pidas permiso, querida, ya sabes que lo mío es tuyo y que lo que tengo lo comparto desde el día que te entregaste a mi, puedes traerla y que se quede en casa el tiempo que sea necesario”
Después la comenté que probablemente llegaríamos hoy o lo más tardar mañana, que si se encontraba con mi marido o este la llamaba que no le dijera nada de mi vuelta, pues quería darle una sorpresa y si me entretenía y no podía llegar hoy al no saberlo no se preocuparía ni yo le tendría que dar explicaciones.
Cogimos la maleta, la cargamos junto con la otra que teníamos en el coche y emprendimos el viaje hacía Alcobendas. Inés al sentarse en el asiento notó un poco de dolor e incomodidad en su culito al llevar metido el consolador, pero al cabo de un rato ya se había acoplado y se sentía a gusto. Yo notaba que las bolas chinas estaban haciendo su función y la tenían más caliente que un Ford, entonces levantándole hasta la cintura la falda, la separé las piernas y la dije:
“Querida, no te aguantes, aunque yo no puedo acariciarte porque voy conduciendo, tú no te reprimas, si lo necesitas mastúrbate y córrete las veces que sean necesarias para aliviarte esa calentura que las bolas chinas te van provocando”
Ella mirándome y sonriéndome me dijo:
“Gracias mi ama, estoy muy caliente y lo necesito de verdad”
Yo la conteste:
“No quiero que me llames ama, tú y yo somos amigas y a excepción de lo pactado tú eres libre. Pero si el sentirte sometida a ti te da morbo y te calienta, aunque para mí no seas mi esclava si tú quieres hare con que eres eso para mí. Ahora no seas tonta y no esperes más mi amor mastúrbate y alíviate, te quiero”
Y colocando mi mano sobre su muslo la di una palmadita. Ella se metió la mano por debajo de las bragas y comenzó a masturbarse con la mano derecha mientras que con la otra que se había metido bajo su blusa se sobaba sus tetas, no tardó mucho en empezar a suspirar y a decir palabras de placer como:
“Aaaahhh, siiiiii, siiiiiii, como lo necesitaba, estaba muy caliente y salidaaaa, pero no me atrevía hacerlo por si no te gustabaaaaa, aaaaahhhh que placeeeerrrrrr , siiiii, ojala fueras tú la que me masturbaraaaaa, oooooohhhhhooooo, siiiiiii que placeeeer me va a veniiiiir siiiii, me vieeneeee, me corroooooooo…oooooohooooooo…….”
Y tensándose y estirando a tope sus piernas tuvo un gran orgasmo, que al salir de él, se relajó y quedó tendida en el asiento totalmente derrotada. Se acerco a mi cara y me dio un beso, luego llevo su mano a mis bragas y comenzó a acariciarme coñito por encima de ellas, entonces la dije:
“No seas mala, déjame, no me distraiga no ves que voy conduciendo, ya tendremos tiempo, venga déjalo, más adelante pararemos y ya veremos que hacemos”
Cogiendo su mano se la aparte de mi sexo y continuamos camino. A eso de la 1,30 de la tarde paramos a comer, en un área de servicio donde había bastantes camiones parados. Antes de bajarnos del coche nos dimos un gran morreo y nos sobamos mutuamente una a la otra metiéndonos manos por todos nuestros cuerpos. Después entramos en el restaurante y al entrar en el comedor se quedo todo en silencio, todas las miradas se dirigían hacia nosotros. Pedimos mesa para dos y nos colocaron al lado de una ventana desde donde podíamos ver una especie de jardín que tenían en la parte posterior del restaurante. Pedimos la comida, durante ella no hacíamos más que mirarnos las dos y cuando podíamos con disimulo nos tocábamos bajo la mesa una a la otra metiéndonos manos, al acabar pedimos la cuenta y pague. Antes de marchar la dije a Inés que necesitaba ir al baño que si quería acompañarme, ella como esperaba me dijo que sí. Pasamos entre varios camioneros que estaban comiendo, procuré no mirar a ninguno y mirar hacia adelante para no sentirme observada. Entramos en el servicio eran amplio y había dos puertas una de caballero y la otra para señora, pasamos al de señora en el que había un frente todo lleno de lavabos y espejo y detrás 6 cabinas con los WC. Yo nada más entrar cogí a Inés y recostándola contra la puerta de entrada la comencé a besar en sus labios y a meterle mano por todos sitios. La desabroche la camisa, dejándola totalmente abierta ella hacía lo mismo conmigo, entonces la paré y la dije:
“Ven vamos a una de las cabinas, aquí puede entrar alguien y cogernos y pasar un mal rato”
Cogiéndome ella de la mano, como con prisas por el deseo tiró de mí y nos metimos en una de las cabinas cerrando, cuando fuimos a cerrar el cerrojo nos dimos cuenta que no tenía, nos fuimos a otra y estaba igual, comprobamos todas y en ninguna había cerrojo, por tanto nos quedamos en la última que habíamos entrado y sujetamos la puerta con nuestros cuerpos. Entonces comenzamos a desnudarnos una a la otra, yo la saque a Inés el consolador de su culito y las bolas chinas de su coño y guarde todo en mi bolso. Yo me senté en la taza del WC y ella se puso de rodillas, me cogió mis piernas abriéndomelas y se colocó cada una de mis piernas en cada uno de sus hombros y acercando su boca a mi chocha comenzó hacerme una comida de coño que me volvía loca, yo con lo caliente que estaba de toda la mañana sin poder aliviarme y de los someteos que nos habíamos traído en la comida no tarde en tener una cadena de orgasmos y comencé a suspirar y gritar:
“Si, querida, si, sigue así, así es como me gusta, Inés no pares, no pares que bien me lo haces, aahhhhh ooohhh que placeerr siii, siiii, sigueeee sigueeeeputaaaa n o pareeees me voy a correeeerrrrr….siiiiiii”
En esto estábamos cuando oímos entrar a alguien y dirigiéndose hacia nuestra cabina trataba de abrirla. Nosotras empujábamos pero quién fuera empujaba con fuerza consiguiendo al final abrir.
Ante nosotras aparecieron dos hombres que riéndose, uno de ellos le dijo al otro:
“No ves Juan como era ella, ya me había parecido durante la comida que era ella, pero no estaba seguro, pero al pasar delante de nosotros y verla la reconocí rápido. ¡Que! estabais disfrutando, ¿os lo pasabais bien?, ¿que tal Esperanza, me reconoces?, hace tiempo ¡Eh¡”
Yo toda sorprendida, no me lo podía creer, ante mi estaban Carlos y Juan, tras salir de mi sorpresa, aparté a un lado a Inés y echándole los brazos al cuello a Carlos apreté mi boca a la suya dándole un beso. Él me apartó de él y me dijo:
“Que sorpresa, querida cuanto tiempo sin vernos, esta es tu amiga ¿Cómo se llama?, pero bueno mejor que os vistáis y os esperamos fuera y hablamos, este encuentro hay que celebrarlo”
Ellos salieron del servicio mientras nosotras nos vestíamos y adecentábamos. Entonces Inés me pregunto que quienes eran y yo la dije:
“El joven es Carlos, es el culpable que yo me haya vuelto tan puta y golfa, su polla fue la segunda que me entraba en mi coño en mi vida y el otro es Juan, la suya fue la tercera y me dejo preñada del hijo que he perdido antes que este de Javier que espero. Yo cuando conocí a Carlos era un ama de casa normal, decente y amante de mi marido y junto con mi hijo éramos felices, pero una noche viendo una película erótica (no pornográfica) en un canal de televisión me calenté mucho y como estaba sola, dado que mi marido estaba de viaje y no me podía quitar mis ganas, apareció por la parte baja de la pantalla, frases y teléfonos que se anunciaban para contactar, y uno de ellos era el de Carlos. Tras dudarlo mucho, fue más fuerte mi calentura que mi sensatez y le llame y fui a su encuentro. Me poseyó y me hizo subir a las nubes, nunca nadie hasta entonces me había follado de esa forma. Después me siguió llamando y cada vez que me llamaba, me salía algo de mi interior que no podía negarme a ir a follar con él. En uno de esos encuentros me ofreció a Juan, quiso que le cobrara como una prostituta y yo le dije que no, que no era una puta que si quería que siguiera allí seria sin cobrar. Me entregue a Juan y en ese encuentro me preño. Después en otro de los encuentros me llevo engañado a casa de Marisa y allí me hizo contra mi voluntad prostituirme por primera vez. Aquello me gustó y desde entonces me prostituyo en casa de Marisa. Esa es la historia de cómo les conozco. Estos quieren follarnos a las dos, a mi me gustaría, (pues Carlos es un cabrón y un hijo de su madre pero hay pocos en el mundo que te hagan vibrar como él entre sus brazos y Juan también es un buen amante y tiene una buena herramienta igual que Carlos), pero no quiero forzarte a ti si no te apetece, de modo que depende de ti. Seguramente si decidimos hacerlo lo hagamos en uno de los camiones de ellos, estarán guarros y llenos de mierda de los animales que transportan, quizás eso (a mi por lo menos) nos excite aún más y disfrutemos más. Dime ¿qué hacemos?. “
Ella colocándose las bragas y acabando de vestirse me dice:
“Si a ti te apetece y dices que son tan buenos amantes, por mi encantada”
Entonces yo la contesto:
“Pues de acuerdo, nos quedaremos con ellos y si no tienen prisa pasaremos la noche en su compañía y mañana llegaremos a Madrid, total ya quedan pocos kilómetros, nos quedarán dos horas de viaje. Pero estos esta vez no nos van a joder y disfrutar gratis, ahora ya somos putas profesionales y si quieren nuestros favores y cuerpos nos tendrán que pagar”
Diciendo esto y una vez comprobando que estábamos ya bien vestidas, con nuestras bragas y sujetadores puestos y las faldas en su sitio y las camisas con los botones necesarios desabrochados para calentarles, salimos de los servicios y nos dirigimos hacia la calle donde nos esperaban a la salida. Al llegar donde estaban ellos, Carlos me saludo y me dijo:
“Bueno putita, nos presentas a tu amiga, es tan puta y zorra como tú o es decente”
Yo le contesto:
“Si soy puta es porque tú me hiciste, que yo cuando te conocí era una mujer casada y madre de familia decente y amante de mi marido, pero tú me arrastraste a lo que actualmente soy (y no me arrepiento, pues me gusta ser puta), recuerda que tu polla fue la segunda que entro en mi coño y la primera después de la de mi marido y la de Juan la tercera que visitó mi chochito y la segunda que me preñó. Mi amiga es Inés y actualmente la estoy emputeciendo, acaba de dejar a su marido y también ha sido la semana pasada la primera vez que estando casada se ha acostado con otros hombres que no eran su marido. Va a comenzar a trabajar en la casa de Marisa. Mira Inés este es Carlos y ese Juan, ya te he hablado de ellos”
Ellos dos contestan:
“Encantados de conocerte, si queréis podemos pasar un buen rato o tenéis algo que hacer o tenéis prisa, nosotros tenemos tiempo hasta las 7 ó 8 de la tarde luego debemos marchar para cargar mañana a primera hora”
Yo le contesto a Carlos que es el que ha soltado la invitación:
“De acuerdo cariño, pero esto os costará un dinero, ahora por ti, soy puta profesional y cobro por mis servicios. Además ahora ya no eres mi amante y por tanto si quieres pasar o si queréis pasar un buen rato con nosotras tendréis que pagar”
Entonces Carlos dice:
“¿Pero a mí me vas a cobrar, después de que he sido yo el que te ha enseñado a zorrear y te ha emputecido?, venga por favor, hazlo por los viejos tiempos.”
Yo le digo:
“Si quieres nuestros cuerpos y favores tendrás que pagar, lo que no te pondremos será tiempo, tendréis desde ahora (que son las 3,00 de la tarde) hasta las 7 ó las 8 que tenéis que marchar, por 100 euros (precio de amigos) cada uno nuestros cuerpos, caso contrario, tomamos algo y continuamos nuestro camino y tan amigos y si queréis pasar un buen rato cuando estéis por mi pueblo o Alcobendas ya sabéis donde nos podéis encontrar, en casa de Marisa”
Entonces es Juan el que se adelanta y contesta:
“De acuerdo, Esperanza, por mí no tengo pega además estoy deseando. Y tú Carlos no seas toca huevos, lo deseas tanto como yo, acepta y dalas ya los cien euros, tomad los míos. Si él no quiere iré yo solo con vosotras.”
Entonces Carlos, sonriendo se sacó 100 euros y dijo:
“Toma, tú ganas, me he acordado tanto de ti y te he deseado tanto que merece la pena pagar si es necesario para poder volver a tenerte entre mis brazos. A lo mejor te vuelve a gustar y te es necesario joder de ahora en adelante conmigo como me necesitabas antes , pues no me negarás que eras mi perrita y que por mi polla comías en mi mano y hacías lo que yo quisiera aun no queriendo hacerlo, pues eran más grandes tus ganas de polla que tu conciencia . A propósito ¿y esa barriga? ¿Por qué estas preñada? Quién te la ha hecho?, porque estoy seguro que tú marido no ha sido?”
Yo cogiendo el dinero le digo:
“Gracias, tienes razón me tenias totalmente dominada y hacía lo que tú querías, pero las cosas desde la última vez que estuvimos juntos han cambiado. Si estoy preñada y esta vez quiero tenerlo, no os dejaré hacerme nada que pueda peligrar la vida del hijo que llevo dentro. Ahora tú puesto lo ocupa mi amante y padre de la criatura que llevo en mi vientre. Y tú le conoces, es Javier el jovencito que fue mi segundo cliente el día que me llevaste a casa de Marisa, después del moro, me tiene loca y por eso le he dejado que me preñe. Encima vais a tener suerte de casi estrenar a mi amiga Inés y de follaros a una preñada, que tanto os escita”.
Entonces, esto último (lo de que Javier fuera mi amante y que yo hiciera lo que él quisiera) no le debió de gustar mucho, pues enseguida dijo:
“Bueno ya está bien de hablar, ya aunque sé que nos has hecho un precio de amigo, el tiempo corre y no tenemos tanto. Lo vamos hacer en el camión de Juan que se pueden bajar las trampillas y dejar que entre el aire por la parte de arriba para que pasemos menos calor y encima esta aún sin limpiar de la mierda de las vacas y novillas que ha llevado al matadero de tú pueblo hoy, así podremos revolcar esos cuerpos de zorra que tenéis por la mierda como hacen las perras, ya que vosotras sois las dos perras más grande que hay en toda la zona de Madrid. Como es de día iremos a un sitio que conocemos no muy lejos de aquí y que a esta hora no nos molestará nadie y así desde allí también os coge ya más cerca la salida hacía Madrid. Coge el coche y seguidnos.”
Yo hice lo que me decía y le seguimos, cogieron la carretera que va desde ciudad Real a Puerto Lápice y parando en un área de servicio que tenía un restaurante (había bastantes camiones y coches) me dijeron que dejara el coche en el aparcamiento. Luego tras dejar mi coche bien cerrado y tapado los cristales para evitar que le entrara el sol al interior, nos dirigimos al camión, se bajó Carlos y ayudándonos a subir , primero a Inés la puso como era su costumbre la mano en el culo aprovechando a meterla debajo la falda y tocarla sus nalgas y culo, luego me tocó a mí e hizo la misma operación y yo haciendo como que no podía subir me entretuve un rato para que él me sobara bien mi trasero y pudiera meter su mano entre mis bragas y mi cuerpo y pudiera tocar mi coño que para aquel entonces estaba totalmente mojado, en parte por el calor y el sudor y más por los flujos que la calentura que llevaba hacía que soltase (Ahora que ya me había dicho y había cobrado os diré que si me hubiera dicho que no nos pagaba, me hubiera entregado igual a ellos, pues los recuerdos me hicieron calentarme al máximo). Nos colocaron a las dos en el medio y seguimos camino un poco más adelante como a unos dos kilómetros se desviaron por una carretera que ponía Tablas de Daimiel, luego se apartaron por un camino de tierra y llegamos cerca de un rio con arboleda y dando un rodeo aparcaron el camión en un lugar que no se podía ver desde el camino de tierra. Luego se bajaron del camión y nos dijeron:
“Esperad un poco, -dijo Juan-vamos a prepararlo, pues aunque este bruto te haya dicho que lo haremos encima de la mierda, voy a procurar con una lona y dos o tres mantas que tengo en el camión tapar lo posible y también tapar los laterales y colocar la luz interior, para evitar si se acerca alguien (que lo dudo) que nos puedan ver o sorprender.”
Entonces la dije a Inés:
“¿Cuándo comienzas a estar en los días críticos para poder quedar preñada?”
Y ella contesta:
“Creo que ahora o a comienzo de esta semana que va a comenzar o como muy tarde a mediado de la misma?
Yo la contesto:
“Te lo digo porque Juan por el grosor de su polla no puede ponerse condón, dado que no los encuentra de su tamaño y los que encuentra se parten, de modo que si lo haces con él, te entrara muy ajustada y le costará e incluso a ti te puede hacer daño, aunque una vez dentro y empiece con el mete y saca sentirás un placer como nunca has sentido, pero correrás el riesgo de quedar preñada, tu veras.”
Ella me dice:
“Mira Esperanza, se que quieres que quede preñada cuanto antes, y si te hace ilusión que así sea, ¿Por qué esperar más?, lo haré con los dos y si con Juan tiene que ser sin condón no me importa, a lo mejor tengo la suerte de quedar preñada por él y darte gusto, sabes que lo que más deseo es darte a ti gusto y tenerte contenta”.
Yo la digo:
“Bien Inés, lo harás sin preservativo con Juan, pero con Carlos aunque él insista lo harás con preservativo, quiero controlar quién pueda ser el padre de tú futuro hijo y Carlos no quiero que sea, me da igual cualquier otro, pero este tiene que pagar de alguna forma como se ha portado conmigo, y una es no dejar que te folle a pelo. A mí puede hacerlo y con eso le tendremos contento, de acuerdo, esto es importante, no te dejes embaucar por Carlos y le des el gusto de que te folle sin preservativo.”
Al ratito volvieron los dos y nos bajamos Inés y yo del Camión, entonces Carlos dijo, dirigiéndose a Inés:
“Tú ven conmigo, Juan se ha encaprichado en estar primero con Esperanza, así que seré yo el que te estrene y pruebe a ti, estoy seguro que me encantarás, vaya pedazo de tetas que tienes, sin la ropa tienen que ser la hostia, ven nosotros lo haremos en la caja y ellos en la cabina del camión, luego ya nos uniremos todos, para seguir la fiesta en la caja del camión”
Diciendo esto cogió a Inés y se dirigió con ella hacía la parte de atrás del camión, la ayudo a subir por una puerta pequeña lateral de la caja y desaparecieron cerrando esta puerta. Juan entonces me cogió de la mano y fuimos hacía la cabina, me ayudo a subir y colocando sus manos en mi culo dándome un empujoncito y él dando la vuelta subió por el otro lado, entró y corrió las cortinas para evitar que nadie nos viera desde fuera. Pasamos los dos a la parte donde se encuentra la cama y acercándose a mí me dijo:
“Je,je,je, que bien te veo, las veces que he pensado en ti y las que te he deseado, me he masturbado infinidad de veces desde que estuvimos juntos pensando en ti. No te he llamado ni he podido hablar contigo, porque perdí tu teléfono y Carlos no me lo ha querido dar nunca ni tampoco me dijo que te habías quedado embarazada de mí (si lo hubiera sabido, seguro que hubiera evitado que le perdieras) ni tampoco que trabajabas de puta en casa de Marisa, si lo hubiera sabido te habría visitado en más de una ocasión. Joder Esperanza ¿te han crecido las tetas? Las veo más grande y esplendidas, estas para comerte putilla, ya verás que bien lo vamos a pasar esta tarde, lo de la otra vez se va a quedar chico, comparado con esta. He pedido a Carlos que me deje a mí estar contigo pues estoy loco por tenerte entre mis brazos”.
Al decir esto se acercó, (su aspecto era tan sucio y desagradable como la otra vez, olía a sudor de no haberse lavado en todo el día y se mezclaba con el olor de los animales que transportaba) y me dio un beso en la mejilla, me agarró por mi cintura y acercándome a él y llevando una mano hacía mi culo me le comenzó a dar un buen sobeo y con la otra me agarraba la cara y acercando su boca a mi boca y metiéndome su lengua me comenzaba a dar un beso, que junto con el sobeo de mi trasero me estaba excitando al máximo. Luego me levantó mi pequeña falda, me separó mis piernas y comenzó a acariciarme el interior de mis muslos hasta mis bragas y acariciando por encima de ellas mi coñito, me ponía a cien, entonces el me dijo:
“Veo que sigues estupenda, que bien te quedan estas braguitas, transparente y tan pequeñas que se te sale toda tu pelambrera por los lados , uuuuu que mojada y caliente estas, se nota que estas muy caliente. Prepárate te voy a asear tu almeja que después de el lote que te estabas dando con tú amiga en los aseos del restaurante ya la va haciendo falta, uuuuuu que bien huele”
Y separándome las braguitas quedo mi coño al aire llegando a mí el olor fuerte de mi sexo , acercó su lengua y comenzó a lamérmelo de arriba abajo, parando y dándome una buena lamida en mi clítoris,. Esa caricia me sacaba de mis casillas, me estaba volviendo loca, que bien me lo estaba haciendo, el me subía y bajaba con su lengua por toda mi raja, me iba poniendo cada vez más caliente no aguantaba más me quede tensa y un placer difícil de describir sentí por todo mi cuerpo y empecé a correrme como loca, el seguía y seguía y yo encadenaba un orgasmo tras otro, mi raja parecía una fuente derramando flujos que él tragaba y tragaba y me decía:
“Putita como disfrutas, que rico está tu corrida, me vuelve loco, joder que tía tan caliente si parece un volcán está echando tanta lava que no me doy a bastos”
Dicho esto dejó de lamerme y quitándome la camisa de un tirón y rompiéndomela, me la quitó, y me dijo:
“Sube los brazos, quiero ver tus sobaqueras y te las quiero chupar”
Así lo hice y el arrimando su boca y lengua me empezó a chupar toda mi axila que desprendía un fuerte olor a sudor, esa caricia me gustaba con una de sus manos metió su dedo índice bajo mis bragas y a la vez que me chupaba mi axila me masturbaba, me estaba volviendo loca y hacía que no pararan mis orgasmos. El aprovechando mi excitación me dijo:
“Veo que sigues con la costumbre que te inculcó Carlos de no depilarte ni tus axilas ni la pelambrera de tu coño, me encantan las mujeres con pelos en las axilas y coño, me vuelven loco”.
Después pasando sus manos a mi espalda, me desabrocho el cierre del sujetador, pero no me lo quito, sino que metió la mano con la que no me masturbaba, por dentro de las copas del mismo y sobo mis pechos, jugando con mis aureolas y pezónes, esto junto con la masturbación me hizo correrme de nuevo y no pude reprimirme y le comencé a decir:
“Si Juan, si soy tu putita, sigue, sigueee, no parees quiero que me folles hasta matarme de gusto, sigue mi amor, siiii, tu si que lo sabes hacer y no ese bruto de Carlos, siiiiii siiiiiii, me corroooooooo, deseooooo tu pollaaaaaa dentrooooo de miiiiiiiiii, ven, vennn dame tu pollaaaaaa, dejame que te coma tu vergaaaaaa, la deseooooo siiiiiiii…..oooohhhhoooooo. me corrrooooooo”
Él entonces me quitó del todo el sujetador y dando un tirón de la falta rompió los botones por donde me la sujetaba y tirando fuerte de ella la rajo de arriba abajo dejándola inservible, luego cogió las bragas por su elástico y tiró fuerte hasta romperlas, dejando toda mi pelambrera y chocha al aire y libre de ropa. Después me hizo levantarme de la cama, se desnudo del todo y se tumbo él de espalda y luego me dijo que me pusiera sobre él con las rodillas una a cada lado de su cuerpo, en dirección contraria a la suya para hacer un 69. Así lo hice, y mi barriga tocaba con la suya y él me dijo:
“Venga lo estas deseando y no puedes decir que no, se te ve en los ojos”.
Yo comencé a pajearle aquello comenzó a tensarse, se hacía cada vez más grande y gorda, y él me decía:
“Comete mi polla, siéntela en tu boca, te encantará como sabe, se libre olvídate de todo y disfruta de mi polla, chupa, chupa y ya verás como disfrutas”.
Me la fui a meter en mi boca y no me cogía, entonces comencé a lamer su capullo, que también desprendía un fuerte olor a pis , seguía creciendo y engordando, con mi mano le acariciaba sus huevos y le seguí lamiendo de arriba abajo, traté de meterme el capullo en mi boca , consiguiendo entrar la punta, el empujaba y metía un poco más hasta su prepucio, el mientras me agarraba de mis nalgas y con su cara metida en todo mi coño, me lo chupaba, me lo comía, era delicioso, a su vez empezó a empujar su polla hacia dentro de mi boca y yo empecé a mover mi cabeza como si me follara empezando a moverme para que me entrara para dentro y para fuera, a mi no me llegaba el aire aquella tranca me asfixiaba, como era posible que pudiera existir un pollón como ese, y él decía,( le podía oír mal por tener metida toda su cara en mi coño):
” U,u,u,u, ohhhh, siii, sigue siii, Esperanzaaaaa…..como la chupas cabrona, jodér con la preñaditaaaa, como chupa ohhh”
Yo me oía chupar glup, glup…sss, glups era un deleite , entonces me lo saque para tomar aire y pude contemplarlo en todo su esplendor no la recordaba sus medidas bien y de nuevo me sorprendieron, mediría cerca de 25 ó 26 cms de largo por unos 8 ó 10 de ancho ( era tan gordo como un botellín de cerveza) era un pollón enorme. Yo la miraba extasiada. En ese momento me decidí a dejarme llevar y disfrutar de esa maravilla, si me reventaba mi vagina que me reventara, pero tener aquello dentro debía de ser maravilloso. Entonces le dije:
“Juan por favor, dejemos de chuparnos y métemela de una vez, estoy muy caliente y salida y la necesito ese pollón dentro de mí, mi amor, te deseo y si tú me deseas tanto como yo a ti este polvo va a ser espectacular, venga vamos a joder, lo necesito”.
Entonces cambiando de posición y colocándome mirando hacia él, me abrí de piernas, una a cada lado de su cuerpo a la altura de su herramienta y fui bajando hasta notar su verga rozando mi ya encharcado chichi, con una de mis manos cogí su polla y la dirigí hacía la entrada de mi almeja y dejándome caer sobre ella me la metí de golpe. Me entro muy ajustada, al tenerla dentro me sentía llena, entonces me incline hacia delante posando mis grandes tetas sobre su pecho acerque mi boca a la suya y metiendo mi lengua en su boca nos comenzamos a dar un morreo como estaba segura hacía tiempo que no se lo daban, el me acariciaba mi cabello y después paso con su mano a acariciar mi espalda y que se deslizo hasta mi culo que me le sobo bien sobado, para luego colocar sus dos manos en mis caderas y comenzar a moverme con todas sus fuerzas hacía adelante y hacia atrás para comenzar el mete y saca, y me dijo:
” Verás Esperanza como disfrutas con una polla en condiciones como la mía, la vas a sentir bien y sin miedo a quedarte preñada (como te ocurrió la última vez) dado que ya lo estas, te voy a poner hasta arriba de leche, pues hace mucho tiempo que no estoy con una mujer, y te voy a inundar ese coñito tan bonito que tienes, vas aullar de placer y vas a dar unos gritos que se te va a oír hasta en tú casa, vas a ver de lo que es capaz este viejo con una hembra como tú, muévete putita mía”
Entonces yo me puse erguida sobre su polla y piernas y comencé a subir y bajar sobre toda la superficie de su esplendida y gruesa polla, la notaba como me rozaba en mis paredes internas de m i coño, de mi vagina, era delicioso sentirla, era una sensación que me producía un placer sin igual. El quitando sus manos de mis caderas las puso sobre mis pechos y comenzó a sobármelo con deleite, jugaba con mis erectos pezones y esto me ponía a cien, que placer me estaba produciendo. Entonces le dije:
“Juan incorpórate y chúpame mis pechos, si insistes un poco sacaras algo de suero o leche de ellos, pues están comenzando a subirme la leche, espero que eso te guste y a mí con tus chupadas para mamarlas me subas al séptimo cielo, mi amor”
Yo comencé a saltar ya con fuerza sobre su polla, comenzaba a subirme la calentura, notaba como el placer me iba invadiendo a pasos agigantados, entonces él comenzó a animarme diciéndome:
“Venga Esperanza, tú puedes, venga , joder , asiiiii, asiiiii, cabalme, cabalga como una amazona sobre su potro, aaaaahhhhhaaaa vaya golosa que estás hecha como te gusta tenerla dentro, la sientes cariño, sigueeeee asiiiiiii, cuanto he deseado estar de nuevo así contigo, vas hacer que me corra, muévete, muévete me va a llegar pronto ¿ y a ti?, ¿te viene?, muévete para que lleguemos juntos, venga putita, eres mi zorrita eres la mujer que me gustaría tener siempre conmigo, siiiii zorraaaa . sigueeeee….. eso es sigue ,sigue, así no pares , joder que tetas tienes, como me gustan aaaaahhhhhhh……. joder , como sabía que te iba a gustar ¿disfrutas, eh putilla?, tienes un conejo increíble, quiero fallármelo cada vez que venga por aquí, pagándote o sin pagarte me da lo mismo, tu coño me vuelve loco es tan apretadito, joder si parece mentira que hayas parido y te dediques a la prostitución, joder que rico”
Yo ya más caliente cada vez no paro de moverme y saltar, estoy fuera de mí, oía como sonaba mis jugos al salir y entrar su polla en mi coño, globb, glubb, wueegg, aaaaa, que placer me está proporcionando el cabrón, me está llegando el orgasmo, voy a correrme y él también entonces le digo:
“Ah,ah..aa, sigue , cabrón sigue que me corro, aaaaa, si..gue eeee, no pares cabrón no pares , me corro, me corro….ooooooohhhh , siiiiiiiii…...comemeee mis pechooooos oooooohhhhh, te gusta mi lecheeeeeee, mamaaaaaaa de elllooos mientras me follaaassssss…….. que placeeeeerr me CORROOOOOOOOO……CABROOOOOONNNNNNN QUE GUSTOOOOOOOO ME ESTAS DANDOOOOOOOOO; SIIIIIIIIIIII……….QUE RICOOOOOOOOO….AAAAAAAHHHHHH……OOOOOOooooooo…….”
El también se ha corrido noto su corredura, su leche caliente dentro de mi vagina, entonces deja mis tetas y cogiéndome mi cara con sus dos manos me da un beso lleno de sus babas como consecuencia de su placer, metiendo su lengua hasta mi campanilla, como si quisiera llegarme con ella hasta mi estomago, saca su lengua y me la pasa por toda mi cara, bajando luego a mis pechos llenándome de sus babas y saliva yo estoy tan loca y salida como él y se lo devuelvo con pasión , sigue dentro de mí y me dice:
“Te quiero, gracias por el placer que me has dado, joder tía que sexi y provocativas estas así, con tu barriguita de embarazada, pues las mujeres embarazadas me excitan al máximo y más saliéndoles ya leche de sus pechos como a ti, y ese contraste de tu piel blanca desnuda con la negrura de la pelambrera de tu coño y tus sobacos, eso me pone como una moto”
Permanecemos un rato abrazados y bien apretados el uno al otro, con su polla aun dentro de mi concha, me siento feliz junto a él, ha sido magnifico el polvo que hemos echado, no me importaría de tenerle para siempre de amante, pero no puede, ser tengo a Javier que es el padre del hijo que llevo dentro y a mi marido que me quiere con locura. Entonces aún abrazados y sin sacarla nos tendemos los dos en la cama para descansar. Al cabo de un rato se sale de mí, pero aún la tiene dura, entonces me dice:
“Esperanza, ahora que no está Carlos, ¿quieres darme tu número de teléfono?, quiero seguir en contacto contigo y quiero que si necesitas algo o alguna vez necesitas ayuda me llames, quiero ser tú amigo y te lo digo con todo mi corazón, me ha dolido mucho enterarme hoy de tu pasado embarazo y que perdieras el hijo , que al parecer era mío, de haberme enterado te vuelvo a repetir hubiera hecho todo lo posible por protegerte y que nuestro hijo hubiera nacido, te quiero. Cuando vaya a tu pueblo con ganado o tenga que ir a Madrid o esa zona, me gustaría verte, si tengo que verte encasa de Marisa y pagar no me importa, pero quiero verte, aunque si te soy sincero me gustaría mejor verte a solas y si no tienes ningún sitio donde podamos estar bien nos vamos a un hotel o lo hacemos aquí en el camión, dime que sí o que al menos te lo pensarás, cariño.”
Yo dándole un beso en su cara le digo:
“Toma mi número de teléfono, apuntale 65. … …, llámame cuando quieras, y no me hace falta pensármelo, a mí también me gustaría estar contigo, pero por favor llámame cuando lo vayas a saber unos días antes para yo poder preparar todo con mi marido y con Marisa y así estar libre sola para ti.”
Cuando acabe de decir esto, comenzamos a oír gritos de placer que venían de la parte de atrás del camión, eran de Inés y de Carlos, al parecer también lo habían pasado bien. Entonces le dije a Juan:
“Yo creo, que debemos de pasarnos ya con ellos a tras, igual que tú has sido antes sincera conmigo, aunque también ahora ahí atrás este con Carlos me gustaría que esta hora y media o dos horas que os quedan estés tú más tiempo conmigo que no él. Y quiero que me poseas por todos mis agujeros aunque por atrás me duela y me le revientes, pero deseo hoy estar contigo y pertenecerte. Pero tampoco quiero privarte de que pruebes a Inés, pues es una mujer esplendida, guapa, caliente y muy necesitada de sexo, pues hasta ahora su marido la ha maltratado, la ha dado mala vida y ha disfrutado poco de lo bueno del sexo. Podemos decir que lo ha descubierto la semana pasada y la ha gustado tanto que ha despertado la puta que llevaba dentro sin saberlo. Quiero que la folles sin condón y la dejes preñada ( a ella la he prohibido que lo haga sin preservativo con Carlos), hemos decidido que en este mes quede preñada y quiero que quede de alguno de mis conocidos de más confianza, y estos seréis: tú (Juan), mío marido, mi amante (Javier) y cuando haya pasado los días críticos lo hará sin preservativo con el cliente que quiera, pero para entonces ya estará preñada de alguno de vosotros y tú serás el primero que tengas la oportunidad de preñarla. Para que Carlos no se mosquee que tú la folles sin preservativo y él con preservativo ahora cuando lleguemos me dejaré follar por él sin condón mientras tú lo haces con mi querida Inés y luego quiero que me sodomices”
Entonces Juan se puso los pantalones, sin calzoncillos ni nada, y yo como pude me tapé con las ropas mías rajadas, bajamos de la cabina del camión y fuimos a la puertilla lateral pequeña, la abrimos, y Juan con su mano en mi culo tocándome bien mi coño y otra en mi cadera y empujándome un poquito me ayudo a subir.
Voy a dejar aquí el relato, en la próxima entrega contare lo que va acontecer en la parte trasera del camión y nuestro regreso a Madrid.
Cornoturga
Como siempre , espero vuestros comentarios y me gustaría que me escribierais con sugerencias y lo que os parezca a mi correo: j.trujicornu@hotmail.com