Mi historia con el joven Javier 19ª parte
Matías logra sacar la primera leche, en este embarazo, de los pechos de Esperanza. Al no poder poseerla de nuevo antes de entregársela a Javier, llega a un acuerdo con Esperanza, de que esta desde ese momento tenga todos los derechos sobre su mujer Inés de por vida, si le permite que esa noche la posea de nuevo. Esperanza acede y acepta. Antes de cenar Esperanza cuenta el acuerdo a que ha llegado con Matías a Inés y la pregunta si acepta, diciéndola esta que sí. Tras la cena Matías posee de nuevo a Esperanza ante Javier e Inés. Después a ambas mujeres las extraen los restos de semen y jugos vaginales que han acumulado en sus vaginas durante los dos días y después son poseídas por dos perros mastines. Tras esto Javier posee de nuevo a Inés, en un trió con Esperanza. Luego ambas mujeres se bañan juntas y Javier las deja solas durante toda la noche para que ambas disfruten la una de la otra.
Como recordareis, en la entrega anterior, tras follarme bien follada Matías, se queda sin fuerzas para seguir y entonces me lleva y entrega de nuevo al caballo Lucero, tras ser poseída por el caballo, Matías no me penetra más, pero si se acuesta junto conmigo en la cama no dejándome de sobar y manosear todo mi cuerpo, para que no me baje la calentura, esperando que llegue la hora de entregarme de nuevo a Javier y él recuperar el poder y el mando sobre su mujer Inés. Y ahora continuemos con la historia:
Estábamos acostados los dos desnudos en la cama de matrimonio, Matías me besaba y sobaba todo mi cuerpo. Apretaba mis pechos para ver si podía sacarlos leche de ellos, y al no poder me dice:
“Esperanza, ¿de cuantos meses estas embarazada?, pues ya se te va notando la barriga. Dices que este será tú segundo hijo ¿a qué meses tenían leche la otra vez tus tetas?, me gustaría tanto mamar de ellas, prométeme que cuando tengan leche tus pechos me ofrecerás o me dejaras que te los mame, prométemelo”
Al decir esto me apretaba más fuerte mis pechos, incluso me hacía daño, lo que pasa que con lo caliente que me tenía el afrodisiaco y las caricias y manoseos que él me traía, más que daño sentía placer, entonces yo contesté a sus preguntas diciéndole:
“Estoy de tres meses y voy camino del cuarto, debo de estar a punto de tener leche en mis pechos, pues con mi otro hijo comencé a tener leche cerca del cuarto mes, pero aún este sin haber llegado. De verdad quieres mamar de ellos, quieres beber mi leche, de verdad lo deseas. Ven vamos a probar a ver si succionándolos consigues que me suba la leche y de esta forma serias el primero que la bebieras en este embarazo”
Él entonces cogiendo mi pecho derecho se lleva mi pezón a su boca y a la vez apretando con su mano empieza a succionar, tratando de sacar la deseosa leche de él. Cuando se cansa del derecho pasa al izquierdo realizando la misma operación, también sin conseguir sacar una gota de ninguno de ellos. Pero no por ello deja en su empeño y comienza a sobarme y hacer ejercicios de tratar de ordeñar mis tetas como si las de una vaca se trataran, tanto sobarlas y manosearlas cada vez me ponen más caliente y no pudiéndome aguantar, mientras él sigue sobándome y succionando mis melones, yo bajo mi mano derecha a mi clítoris y comienzo a masturbarme hasta que consigo tener varios orgasmos seguidos. Él no abandona mis pezones, al cabo de cerca de 40 minutos comienzo a notar como si salieran de mi pezón izquierdo (que él esta apretando con sus dedos) una especie de suero blanquecino, el cabrón ha conseguido subirme la leche. Se me viene a la memoria que en mi otro embarazo comencé a segregar una especie de suero antes de que me subiera realmente la leche. Él al ver salir este liquido lleva su boca a él y comienza a succionarle y a beber lo poco que sale de él, a la vez que sigue masajeando y haciendo, en mi otra teta, los mismos ejercicios que ha hecho en el izquierdo con él afán de conseguir que a este también suba la leche, cosa que consigue al cabo de un rato.
A las 8,30 de la tarde, tras haber mamado lo poco que han dado mis pechos y cansado de no poder sacar más y viendo la hora que es me dice:
“Por fin he conseguido mamar algo de tú leche, y tenias razón en este embarazo he sido el primero en probar tu leche, pero cuando tengas las tetas llenas de leche, como sabes que se te pondrán aunque tardes en dar aún a luz 5 ó 6 meses quiero que una de las veces que vaya a Madrid para que Inés se prostituya, estés conmigo y me dejes mamar buena cantidad y a gusto de esos cantaros tan maravillosos que tienes. Ahora vístete, ponte las mismas ropas con que tú amante, el señorito Javier, te entrego a mí, a excepción de las bragas que te tendrás que poner unas de Inés para que no se te vaya saliendo todos los jugos y correduras que llevas dentro de tu coño, pedazo de puta. Coge la braga grande, pero de las que tiene transparente color hueso, para que se te pueda ver bien la pelambrera y tu chocha toda llena de las correduras de todos los que te hemos poseído en estos dos días, seguro que al señorito le gusta”
Él se salió de la cama y comenzó a vestirse, tras vestirse se dirigió al armario donde había metido la ropa que yo había traído y me la dio para que me la pusiera. Me dio el sujetador de tiras, las bragas de tiras y abiertas (que me guarde) la faldita corta que apenas me cubría mi culito y la blusa transparente. Luego se acercó a la cómoda donde Inés guardaba su ropa interior y sacando unas bragas grandes, pero finas y transparentes por las puntillas que llevaba, de color beige me las dio para que me las pusiera.
Cogí toda la ropa y levantándome de la cama comencé a vestirme con movimientos muy insinuantes para ponerle caliente y aumentar su deseo, quería que me poseyera de nuevo antes de estar ante Javier. Vi que mis movimientos hacían su efecto pues él mostraba un gran bulto en su entrepierna. Me acerque a él y dirigiendo una de mis manos a su bragueta le apreté todo su paquete, comprobando efectivamente que de nuevo estaba empalmado y salido, luego con la otra mano la lleve a su cuello y acercando mi boca a la suya le di un morreo como hacía tiempo que no se lo daban. Le solté su paquete y cogiendo su mano le lleve una a mis pechos y la otra se la dirigí a mi almeja, que comenzó a tocar y manosear encima de las bragas, consiguiendo hacerme una masturbación en toda regla que hizo que las bragas recién puestas se mancharan y empaparan toda de la corrida que me produjo. Entonces me separó y me dijo:
“Esperanza, tengo muchísimas ganas de poseerte de nuevo, pero ya es la hora y no tenemos tiempo, no quiero que Javier se enfade por llegar tarde y no me dé la oportunidad de estar luego esta noche otra vez contigo, aunque ya sea entonces él al hombre al que pertenezcas. Si no fuera la hora que es te lo haría aquí en cualquier lado. Te prometo que haré todo lo posible porque Javier nos deje a Inés y a mí estar con vosotros esta noche y poder poseerte de nuevo. Le daré y haré lo que me pida con tal de poder poseerte esta noche otra vez aunque sea delante de él, le dejaré mi mujer cada vez que quiera, lo que quiera incluso es más se la cederé para siempre, aunque para cubrir las apariencias siga viviendo conmigo”
Entonces yo le digo:
“No Matías, no le dirás nada a Javier, ni le cederás a Inés de por vida, me cederás a mí todos los derechos sobre Inés, que se vendrá conmigo a Madrid el domingo para comenzar (si ella acepta y tú harás que acepte) a trabajar de puta, si de verdad quieres poseerme esta noche. Pero no te preocupes, si aceptas esta propuesta, esta noche seré tuya delante de Javier y cuando vayas la primera vez a ver a Inés a Madrid también me poseerás y podrás beber la leche de mis tetas que tanto te gusta. Seré yo la que se lo pida a Javier que quiero que me poseas delante de él y va a ser en cuanto de nuevo me retornes a él, mi amor…. y a mí no me lo podrá negar y tú no tendrás que darle nada a cambio si no quieres”
Él entonces me abrazó y de nuevo nos fundimos en un fuerte beso y abrazo y me dijo:
“Si acepto tu propuesta y a partir de que yo te posea una vez más esta noche, Inés te pertenecerá y así se lo haré saber y lo tendrá que cumplir por las buenas o por las….”.
Salimos de la casa de Matías y nos dirigimos a la casa grande de los señores, donde Javier e Inés nos deberían de estar esperando. Entramos, llamamos y nadie nos contestó, entonces le dije a Matías:
“Vamos a la alcoba de Javier, seguro que están allí esperándonos”
Subimos las escaleras y al llegar a la puerta oímos jadeos de placer, era la voz de Inés que le decía a Javier:
“Siiiiiiii, asiiiiiiiiiii, que penaaaaa que se acabeeeeeeeee, no quieroooooo volveeerr con el cornudo de Matiaaaaasssss, unnnnnnnnnnnnnnnque placeeerrr, sigueeeee, sigueeeee, correteeee dentro de miiiiii, miiiiiii amooooooor, quiero que me quedeeees preñadaaaaaaa, es lo que más deseoooooooo, que con las veceeeees que me haaaas poseidooooo y te has corridooooooo estos días dentro de míiiiiiiime me hayas quedado preñadaaaaaa, ya seeee que soyyyyy muyyy mayooooor para ellooooooo, pero me gustariaaaa tantooooooooooo estar preñada de tiiiiiiiiiiiii, aaaaahhhhhh uuunnnmmmmmmm queeee placeeeerrr , lo notooooooooo, notooooooo tu lecheeeee en mis entrañaaaaasssss , aaaahhhhhhhhh,aaaahhhhhhhhhhhh, me corrrooooooooooooo………..”
Abrimos la puerta y pudimos ver la escena, estaban los dos desnudos haciéndolo en el suelo, Inés estaba subida sobre Javier (que estaba tumbado en el suelo boca arriba), se la podía ver como a cada embestida de él se movían sus grandes melones, estaba como loca movía su cabeza de un lado a otro de arriba abajo como consecuencia del placer que estaba recibiendo. Javier la sostenía con sus manos por su culo, donde de vez en cuando le daba algún fuerte azote para después pasar de sujetarla el culo a sus pechos que manoseaba y estrujaba a placer, produciéndose ambos entre sí un placer que les subía a las estrellas, la habitación olía a esperma y jugos de mujer olía todo a sexo de mujer sucio y a sudor, desde luego debían de haber tenido unas buenas cogidas.
Matías al ver la escena, y oír los comentarios entrecortados de su mujer, enfurecido pero en voz baja me dijo:
“Te lo vuelvo a repetir, Esperanza, acepto tu propuesta, a esta la metemos a puta, guarra asquerosa que dice que no quiere volver conmigo y me trata de cornudo, va esta a saber lo que es bueno, te la cedo no quiero ya tenerla ni como mujer ni siquiera de criada, pedazo de puta….”
Yo le contento diciéndole:
“No se lo tomes en cuenta, date cuenta que probablemente Javier la haya dado también algún afrodisiaco y que estará bajo los efectos del mismo más a parte el placer que este sintiendo con la follada, la hace decir esas cosas, seguro que no lo piensa, venga no seas tonto, seguro que ella te quiere y desea de seguir contigo. Ten en cuenta que la has cedido a Javier durante estos días a cambio de mí, con todas las consecuencias, Javier podía pensar lo mismo de mí y sin embargo no lo hace. No optante acepto que me la cedas con todos los derechos para hacer con ella lo que yo quiera una vez que hables con ella y acepte su nuevo estatus. La dejaré que te visite de vez en cuando aquí a tú casa y cubrir las apariencias ante tus señores y conocidos como si siguierais siendo un matrimonio y que ella se ha ido a la capital a trabajar. Pero ahora tranquilízate, no lo vayas a echar todo a perder”
Ella tras el orgasmo se dejo caer cansada sobre el cuerpo de Javier, que mirando hacia la puerta nos vio y no dijo:
“! Ah! estáis ahí, pasad, pasad, ya es la hora, ¿ya son las 9,00 de la noche?”
Matías le contesta:
“Sí señorito, ya se ha cumplido el plazo y por eso le traigo a “su mujer”, no porque me apetezca, pues me gustaría haber continuado con ella. ¿Que tal Inés?¿ como se ha portado?, espero que bien, Esperanza ha sido fenomenal, hemos cumplido lo que usted me dijo de no dejar que se lavara ni limpiara su coño en estos días para que usted pudiera ver y si era su gusto degustar los jugos de su coño”
Javier cogiendo a Inés, dándola un beso y sobando uno de sus pechos, la coge y poniéndose los dos de pié, le contesta:
“Gracias Matías, se ve que eres un hombre de palabra y cumples lo pactado, yo ya sabía que Esperanza te respondería y te agradaría en todo lo que la dijeras que hiciera y respecto a Inés, a mí también me ha encantado como se ha portado, te la pediré si te apetece que alguna vez más podamos intercambiarnos nuestras mujeres. Como pensé que a ti también te gustaría ver el coño de tú mujer sucio y lleno de todos sus jugos y las correduras mías y de los que la han poseído, tampoco la he permitido que se lave”
Entonces Javier dirigiéndose a Inés la dijo:
“Mira en aquel rincón están las ropas con las que viniste, haz el favor de vestirte y no te laves, bajaremos a cenar todos juntos como amigos, encargue la cena a un restaurante y la han traído hace una hora. Vosotras dos preparad la mesa y todo lo demás, mientras Matías y yo esperaremos comentando esta aventura. Después de cenar haremos el cambio de pareja volviendo cada una con su hombre”
Inés le hace caso a Javier y sin lavarse se coloca las ropas que trajo cuando esta aventura comenzó. Una vez vestida ellos dos se quedaron en la habitación de Javier e Inés y yo bajamos a preparar todo.
Mientras lo preparábamos, me dijo Inés:
“Señora, gracias por haber cedido a estar con mi marido aun sabiendo lo bruto que es. No se lo había dicho nunca a nadie, pero desde que me dí hace unos años cuenta que el señorito Javier me miraba he tenido ganas de tener alguna aventura con él, pero no me he atrevido, hasta que por causalidad ha surgido esto. Me voy a confesar un poco con usted, mi marido desde que se enteró que el hijo que llevaba cuando nos casamos no era suyo, me ha tenido sometida a él y me obliga hacer todo lo que quiere y manda, como castigo por haberle engañado. Yo al principio le hice cara pero las consecuencias fueron peores y al final he cedido a todo lo que él quiere, incluso ya habrá visto lo que tiene preparado en la bodega de la casa para torturarme cuando no hago lo que él quiere. Por eso estos dos días a parte de disfrutar como nunca lo había hecho del sexo, y comprobar que me encanta, ha sido un alivio poder librarme durante este tiempo de él, pero a partir de ahora otra vez tengo que volver a su cuerda y a sufrirle. ¡Uf!, que mojada estoy, no me ha dejado Javier que me lave ni asee estos días y tengo todo mi sexo lleno de mis jugos y corridas de Javier y de los hombres a los que me ha entregado”
Yo agarrándola de la mano y acercando mi boca a la suya, la doy un beso de cariño y la digo:
“Ya sé cómo te trata el bruto de Matías y además he probado parte de la medicina que te da pues me ha atado y practicado sado suave conmigo. Por eso fue una de las razones, aparte de pedírmelo Javier (que él deseaba mucho estar contigo), por las que acepté el intercambio de parejas, para que pudieras librarte y disfrutar un tiempo fuera del círculo de él. ¡Uf! Yo también tengo empapado mi sexo, tu marido tampoco me ha dejado lavármelo por mandato de Javier. Me dices que te ha gustado el sexo y joder con otros hombres, cosa que no hacías por lo menos desde que te casaste con Matías que ha sido el único desde entonces que te ha poseído ¿no?”
Ella no me deja acabar y me contesta:
“Si, me ha gustado muchísimo y me he dado cuenta de lo que me he perdido, Me encanta ser poseída por otros hombres y todo lo que me han hecho, he probado cosas y sensaciones que con el bruto de Matías no he sentido jamás, es más siento algo en mi interior, desde que lo he probado, que me hace desearlo y necesitarlo, quiero que me posean todos los hombres del mundo, es como si se me hubiera metido el vicio de hombre dentro y siento que necesito que me posean otros que no sean mi marido. Esperanza, si no fuera por lo bruto y por el castigo que Matías me daría si se enterará, me entregaría a todo los hombres que pudiera, incluso se me pasa por la cabeza , una locura, como es prostituirme, es decir convertirme en puta”
Esta confesión, me abría las puertas y jugaba a mi favor para que me acompañara a Alcobendas y que trabajara de puta en casa de Marisa, entonces la dije:
“Mira Inés, sabiendo lo que estabas pasando me he atrevido hacer un plan para librarte de una y por todas de tu marido y con el consentimiento de él y encima para que disfrutes de todos los placeres que te van a proporcionar la gran cantidad de hombres con los que vas a estar a partir de ahora, pero tú tienes que acceder a todo y colaborar, te le explico: Le he propuesto a Matías que te castigue metiéndote a putas en la misma casa donde yo ejerzo de prostituta y de la cual yo soy socia junto con mi querida Marisa. Es tanto lo que te odia que en un principio accedió a que fueras una semana al mes seguida y luego algunos fines de semana. Pero luego, al quererme poseer de nuevo hace un rato y ya no poder por la hora, he llegado a un acuerdo con él de entregarme hoy una vez más a él delante de Javier pero a cambio te ha de entregar a ti a mí con todos los derechos que tiene sobre ti , para yo poder hacer contigo y tu cuerpo todo lo que quiera, esto conlleva que el domingo te vendrás conmigo a Madrid y no tendrás que volver con él solamente de vez en cuando unos días para guardar las apariencias ante los demás. Tú aunque me pertenezcas, serás completamente libre, solamente tendrás que cumplir conmigo el contrato que me firmarás para ejercer la prostitución y lo que con ello lleva (tendrás que follar con todo los que pidan tus servicios te gusten o no. Te quedaras embarazada.- y eso es una condición indispensable- si no puedes por la edad lo haremos por inseminación y durante el embarazo gravaras varias películas porno, grabar películas porno consigamos que quedes preñada o no, etc), es decir todo lo que yo hago. Lo que ganes de puta, a excepción de la comisión que en el contrato pongamos para la casa, el resto podrás disponer de ello, que aproximadamente es un 60% de lo que ganas. Qué te parece, ¿estás de acuerdo? “
Ella mirándome, un poco sorprendida, me dice:
“Si él ya te ha dicho que te perteneceré, yo ya poco puedo hacer”
Yo la digo:
“Mira Inés, aunque él lo haya decidido, y te tengas que venir conmigo, serás libre, harás lo que te gusta que es estar con hombres y disfrutar del sexo y encima cobrarás por ello, pero yo no quiero que lo hagas porque él te obligue, pues a partir de que yo esta noche me entregue a él tu “dueña” seré yo, el sobre ti no tendrá ningún poder. Igual que cuando vengas a visitarle algunos días del mes, él no podrá hacerte nada, solo lo que tú quieras, pues caso contrario se las tendrá que ver conmigo. Yo hago esto solo por sacarte de las garras de él, pero tú hacía mí solo tendrás que cumplir con el trabajo de puta en casa de Marisa y con lo que tú me quieras agradecer, yo no te voy a obligar a nada, quiero liberarte y que seas una mujer libre “
Ella con una sonrisa en su cara me abraza y me da, ella también, un beso en mi boca que yo procuro que dure e incluso nos acariciamos internamente con nuestras lenguas, me dice:
“Sí estoy de acuerdo, haré todo lo que tú me digas, a partir de ahora mismo seré toda tuya, te perteneceré para todo lo que quieras hacer conmigo, no solo en el trabajo sino fuera de él”
Nos dirigimos hacía el comedor, colocamos la mesa y cuando todo estaba colocado llamamos a nuestros respectivos hombres. Nos sentamos todos en la mesa y comenzamos a cenar, Matías se puso a mi lado y no dejaba de meterme mano por debajo del mantel. Inés se colocó al lado de Javier, que debía de estar haciendo lo mismo por la cara que ponía mi nueva amiga. Tras los postres, levantándonos dijo Javier:
“Bueno, el intercambio ha terminado, cada mujer que pase de nuevo a pertenecer a su hombre.”
Yo me dirigí hacía donde estaba Javier e Inés se fue hacía Matías. Yo dándole un beso a Javier le dije:
“Javier, ya que he consentido en que me intercambiaras y me entregaras para todo lo que quisiera hacer Matías conmigo, quiero que a cambio me concedas un deseo, y este es: Quiero hacer el amor por última vez con Matías delante de ti y de Inés y que vosotros dos solo miréis y como mucho os podéis hacer algún arrumaco o masturbaros, todo esto si Matías quiere, claro está.”
Javier riéndose me dice:
“No has tenido aún bastante estos días para estar con él que quieres darle ahora la despedida”
Yo le contesto:
“Estos días he disfrutado mucho con él y con todos los hombres y animales a los que me ha entregado, pero lo que quiero es que tú disfrutes viendo como otro macho me posee delante de ti y de su mujer con tú consentimiento, pues sé que esto te pone muy caliente y después podrás hacer conmigo y si Matías quiere junto con Inés lo que quieras”
El contesta:
“De acuerdo, hazlo, me conoces muy bien y sabes que eso me excita. Vamos todos de nuevo al dormitorio, allí te entregarás por última vez a Matías mientras Inés y yo vemos como lo hacéis. A propósito ¿a qué hora te has tomado el último afrodisiaco?, a Inés se lo he dado a las 8,00 de la tarde”
Entonces adelantándose Matías a mi contestación le dijo:
“Se la di a las 5,30 de esta tarde aproximadamente, señorito. Yo creo que si usted quiere le puede dar otra ahora para que este el resto de la noche hasta que se duerman bien caliente y le haga disfrutar como ella sabe cuando esta muy salida”
Javier acercándose donde tenía las pastillas y cogiendo una y un vaso con agua, se dirigió hacía mí y me dijo:
“Tiene razón Matías, tomate otra, será la última de hoy quiero tenerte muy caliente hasta que nos acostemos “
Yo cogí la pastilla y me la tome. Miré a Inés y la vi alegre y en su cara y movimientos se la notaba la calentura que llevaba en su interior por el efecto del afrodisiaco que se había tomado. Entonces le dije a Javier:
“Yo me la he tomado, pero quiero que Inés también se tome otro, pues después de joder por última vez con su marido quiero que ella se quede con nosotros dos Javier, aunque Matías antes tendrá que hablar algo con ella, te parece bien Matías”
Matías me contesta:
“De acuerdo, lo que usted diga, que se tome otra y después de que yo la posea a usted hablaré con ella del asunto que ….y luego podrá quedarse con el señorito y usted”
Inés cogió la pastilla y se la tomo y nos encaminamos todos hacía el dormitorio de Javier. Según íbamos subiendo Matías no dejaba de meterme mano, sobándome todo mi cuerpo. En unas de las veces que miré hacia atrás pude ver como Javier hacía lo mismo con Inés y esta se dejaba con agrado y también le metía su mano en la bragueta agarrándole su polla.
Cuando llegamos a la habitación Javier se sentó en la mecedora y a Inés la colocó a su lado. Matías y yo fuimos hacía la cama, que se encontraba toda desecha y con toda la ropa sucia y llena de restos de semen y jugos de Inés y Javier. Me desabroche los botones de la faldita y la deje caer al suelo quedándome con las grandes bragas de Inés puestas que casi me llegaban al ombligo. Luego desbroche los botones de la fina blusa y me la deje abierta mostrando mis pechos sujetos por el sujetador de cintas, luego lleve las manos de Matías a ellos y le deje que me los manoseara durante algún tiempo, sus caricias me volvieron a encender y no pude reprimir decirle:
“Unnnnnnn, siiiiiii, tocalos, tocalos a ver si con tus manoseos logras de nuevo hacer que suba a ellos la leche, siiiii, ummmmmmmm que placeer me haces sentir…..”
El al oír mis palabras Matías se animaba y me sobaba mis pechos con más fuerzas y entusiasmo, cuando se los iba a llevar a su boca lo separé de mí y me senté en la cama, agarrándole de su cinturón tiré de él hacía mi. Entonces le desabroche el cinturón y el botón de su pantalón y con mis manos le fui bajando el pantalón y sus calzoncillos dejando al aire su esplendida polla, que ya estaba tiesa y gorda. Le hice descender los pantalones y calzoncillos hasta el suelo y luego cogiendo su instrumento se lo empecé acariciar con mimo y delicadeza, pasándole a la vez mi lengua por todo lo largo de sus veinticuatro centímetros. Como con una de mis manos no la abarcaba entera para poder comenzar a meneársela y masturbarle, se la cogí con las dos manos y comencé un suave sube y baja de mis dos manos a lo largo de su grueso pollón, al cabo de un rato de estar haciéndole esta caricia acerco mi lengua a su capullo y comienzo a lamerle todo él bajando y jugando con su prepucio, esto le excita y no pudiéndose aguantar comienza a emitir suspiros y palabras entrecortadas, diciendo:
“Aaahhhhhh, siiiiiii…. Uuunnmmmmmm que bien me lo haceeeessss Esperanzaaaa, así. Asíiiii sigueeeeee, no pareeeeesssss aahhhhhhh”
El lleva sus manos a mi cabeza y aprieta hacía él para que me meta su sexo en mi boca, yo abro la boca y solo consigo meter su punta, el sigue empujando y a fuerza de intentarlo, logro entrarme todo su capullo que me ocupa todo el interior de mi boca. Él me comienza a mover mi cabeza para delante y atrás para que comience hacerle un mete y saca en mi boca. Le agarro sus muñecas y se las quito de mi cabeza, me saco su tranca de mi boca y le digo:
“No seas bruto, espera un poco no ves que no me cabe entera por lo gorda que es. Me la volveré a meter y poco a poco iré introduciéndomela y te dejaré que me folles la boca, pero al ritmo que yo te marque, aunque pongas tus manos en mi cabeza deja que el ritmo lo lleve yo, de acuerdo, caso contrario dejo de hacerte la mamada, vale , que quieres ahogarme so bruto”
Él asienta con la cabeza, yo de nuevo cojo su verga (es tan gorda o casi como una lata de refresco) con mis dos manos y me la voy introduciendo poco a poco hasta que consigo entrarme todo su capullo, luego comienzo un mete y saca despacio procurando en cada avance irme metiendo un poco más de su polla hasta que consigo que me llegue a mi garganta, entonces comienzo hacer los movimientos más seguidos. Dejo la polla en mi boca y mientras continuo con los movimientos de mete y saca llevo mis manos a su culo que se lo acaricio y en una de estas caricias le abro su raja y le meto el dedo índice de mi mano derecha en el agujero de su ano, esto le coge por sorpresa y noto que al no esperarlo da un empujón hacía mi haciéndome atragantar. Como puedo me lo saco de la boca y tras recuperarme vuelvo de nuevo a la mamada, pero durante este tiempo mi dedo ha seguido metido en su culo, cuando llevo un rato mamándosela de nuevo noto que se excita y comienza a decir:
“Siii, asiiiii, pedazo de putaaa, que bien lo haceeesss, siiiii cometelaaaaa, que gusto me estas dandoooooo, siiiiii, sigueeee, sigueeee, estoy a puntoooooo, siiiiiii….”
Al oír esto de un empujón me saco su polla de mi boca y el dedo de su culo. Llevo mi mano a sus cojones apretándoselos para cortarle la llegada de la corrida. Entonces me pongo de pie, le acabo de desnudar quitándole toda su ropa y le dejo completamente desnudo. Yo me quito la blusa y acercándome a él me pego a su cuerpo haciéndole sentir mi barriga con la suya y mis pechos aplastados contra su torso. Llevo mi mano a su espalda y comienzo acariciarle, acerco mi boca a la suya y nos fundimos en un beso en el que nuestras lenguas exploran el interior de la boca del otro. El lleva sus manos a la altura del elástico de mis bragas y mete sus dos manos por ellas acariciando mi culo, una de ellas sigue con la caricia de esta parte de mi cuerpo mientras que la otra la pasa a la parte de delante comenzando a sobar mi sexo todo mojado y lleno de jugos y semen, consigue llegar a mi clítoris que comienza a acariciar y a excitarle comenzando hacerme una muy buena masturbación.
Miro hacía donde están Inés y Javier y veo que Inés está desnuda de cintura para arriba y que Javier esta ya totalmente desnudo. Ella está sentada sobre Javier que sigue sentado en la mecedora, Javier la está comiendo sus pechos la succiona sus pezones y con una mano le estruja el otro pecho, mientras que la otra mano se pierde bajo el vestido de Inés, imagino que con esa mano la estará masturbando, pues oigo decir a Inés:
“Ooohhhh, siiiii, sigueeeeee comemeee mis pechooos, te gustaaannnn mis tetas mi niñoooooo, cometelas ahora las tienes en tu boca después de tantos años deseandolaaass, cometelaaassss, me estas matando con tu mano en mi coñooooooo, miiiiraaa esoooooos dooooosssss como también disfrutaaannn y que bieennnnn se lo estannnn pasandoooooo, sigueeeeee, no pareeeessss hazme correeeerrrrr ya que no nos dejan que me folleeeeeesssss, hadme correeeeeeeeeerrrrrrr siiiiiiiiiiii”
Yo al ver y oír a Inés y la caricia de Matías me estoy excitando muchísimo, estoy muy caliente, sé que no puede ser el afrodisiaco pues no hace ni media hora que me le he tomado, pero el contacto con el cuerpo de Matías y las caricias que este me está haciendo en mi almeja me están poniendo a cien.
Matías deja mi boca, pero no mi masturbación y baja a chuparme y succionarme mis pezones, saca la mano -que me acaricia mi culo- de las bragas y me agarra uno de mis pechos, esto es demasiado no aguanto más , noto que me viene el orgasmo y comienzo a gritar:
“Siiiiiiii Matías sigueeeeeeee, sigueeeee masturbandome y comiéndote mis tetaaaaaassss son tuyaaaaaas, no pareeeeeesss , me corrooooooo, siiiii cabróóónnnnnn vas hacer que me corraaaaaaaaa, siiiiiiiiiiii”
Me corro, pero él no deja de acariciar mi clítoris y se pasa con su boca de un pezón al otro, cuando me recupero un poco de mi orgasmo, noto que sigo muy caliente y que si le dejo que siga masturbándome me correré otra vez. Entonces, le separo un poco de mi y bajándome hasta medio muslo las grandes bragas cojo su polla y comienzo a pasármela de abajo arriba y de arriba abajo por todo lo largo de la raja de mi almeja, produciéndome un gran placer esta caricia. También noto que a él le gusta y que su polla está muy dura y tiesa en una de las pasadas él hace un poquito de fuerza y logra introducir la punta de su gran polla en mi coño. Yo al sentirla me arrimo más a él cogiéndole por su culo lo aprieto hacía mí y con un movimiento de mi pelvi logro introducirme todo su instrumento dentro de mí. Entonces él me empuja hacía la cama haciéndome caer de espalda sobre ella y agarrándome por mis piernas se las coloca una a cada lado de su cintura y comienza un mete y saca con todas sus fuerzas. Me está jodiendo con ganas, me gusta como lo hace, me siento completamente llena, su polla tan gorda roza las paredes de mi vagina una y otra vez, me está llegando otro orgasmo y de nuevo comienzo a gritar, no puedo más me estoy corriendo de nuevo se lo digo:
“Ooohhhhhhh, aaaahhhhhhhh,unnmmmmmmmm, siiiiiiiiii, asiiiiiii, asiiiiiiiiiii, que biennn que gustooooooooo, más fuerte, dame más fuerteeeeeeee, no pareeeeess , no pareeesssss me vieneeeeeeee, me vengooooooo otra veeeezzzzz, SIIIIIIII ME CORROOOOOOOOOO, DAME FUERTE CABROOOOONNNNN NO PAREEEEEEEEEES; ME COROOOOOOOO; AAAAAAHHHHHH………..”
Ha sido un orgasmo muy fuerte, estoy agotada y se lo digo, pero él aun no se ha corrido y no piensa en terminar tan pronto, entonces saliéndose de mí y medio enfadado me dice:
“Has disfrutado !he pedazo de puta, has disfrutado!, pues ahora me toca a mí que aún no me he corrido, estas putas bragas me están cabreando, me estorban muchísimo”
Diciendo esto, agarra las bragas con sus dos manos y tirando de ellas las raja quitándomelas a lo bestia. Miro de reojo a Javier y a Inés y veo que ellos están a lo suyo. Javier se ha quitado de la mecedora y ha sentado en ella a Inés ya totalmente desnuda y abierta al máximo de piernas, él se ha colocado entre las piernas de ella de rodilla y la está comiendo su chocha, ella se retuerce como lo puta que es, está gozando de lo lindo y él también, ha ella la llega un orgasmo tras otro y no para de chillar:
“Aaaahhhhhh, asiiiiiiiii, ahíííí que ricooooooooo, que bien me lo comeeesss, sigueeeee, deja de mirar a esos cabrones y sigueeee comiéndote mi coñoooooo, no ves que ellos están a lo suyooooo y se lo están pasando de primeraaaaa, no pareeeees, no te distraigaaaass sigueeeeee, mi niñooooooo, siiiiii, te quieroooooooo, siiiiii, me corroooooooo, uunnmmmmmmm,siiii me coroooooooo………”
Matías al oír a su mujer los mira y me dice:
“Mira la puta asquerosa como disfruta, si ha sido toda su vida una perra asquerosa, se tiene bien merecido el castigo que la voy a dar, se va a cansar de ser puta. Y tú túmbate bien en la cama, que voy a joderte como se tiene que joder a una hembra como tú”
Diciendo esto coge mis piernas y me las sube a la cama, yo me coloco tumbada de espalda en el medio de ella y abro mis piernas para que él se coloque entre ellas y tumbándose encima me la mete de un golpe sin cuidado. Me ha dolido como me la ha entrado, pero la verdad que vuelvo a sentirme llena de polla, el comienza con un fuerte mete y saca, no se apoya en sus brazos sino que se echa sobre mí, con sus manos me coge mis pechos, me los soba, me los aprieta, trata de sacarme leche sin conseguirlo me coge los pezones con su boca, pasando de uno a otro sin dejar de follarme a todo ritmo. De pronto sin salirse de mi me coge con todas su fuerzas y me da la vuelta colocándome de costado y él detrás de mí, con una de sus manos sigue sobándome mis pechos y con la otra me coge una de mis piernas levantándomela hacía arriba para facilitarle la entrada de su polla. De nuevo comienza un rápido mete y saca, llevándome otra vez a otra series de orgasmos, cuando acabo de correrme, él aun no lo ha conseguido, entonces sin dejarme descansar, se sale de mí y me dice:
“¿Que estas disfrutando, querida?, quiero que disfrutes al máximo y no olvides esta mi último follada, por ahora. Ponte a cuatro patas mirando a esos dos cabrones, que vea la puta de mi mujer como folla a una buena hembra este “cornudo” como ella me llama, mira como se calientan los dos de vernos follar, están que se suben por las paredes y no pueden follarse ellos, porque nos han dado su palabra, solamente como mucho pueden masturbarse, mira la cara de vicio que tiene la perra de Inés. Venga ya estas preparada, pues vamos allá, estoy deseando de correrme dentro de tu coño, dentro de ese coño de puta que tienes y que el cornudo de “tú hombre” vea salirse mi corrida de tú coño, que es lo que le gusta y con lo que disfruta…..”
Me coloco como él me ha indicado, colocando la almohada y un cojín a los pies de la cama, apoyo sobre ellos mis brazos y dejo descansa mi cabeza sobre mis brazos y con mi culo en pompa y bien abierta de piernas me ofrezco a Matías que colocándose entre mis piernas ,y mirando a la otra pareja como se masturban uno al otro, lleva la punta de su polla a la entrada de mi almeja y agarrándome por mis caderas, da un empujón y de nuevo me entra todo su instrumento, esta vez me ha gustado sentir como me la ha entrado al tener él la polla un poco doblada hacía abajo en esta posición me roza de lleno en mi clítoris y me hace subir a las nubes. Comienza de nuevo su fuerte mete y saca, mete y saca una y otra vez su gorda verga, a medida que aumenta el ritmo de sus movimientos va aumentando mi placer y el suyo, el se le nota cada vez más excitado, suelta su mano derecha de mi cadera y comienza a darme fuertes azotes con ella en mi trasero, me duele pero a la vez me gusta, es tanto el placer que siento en esos momentos que me da igual el castigo y los golpes que me da, él mirando a Inés la dice:
“Ves puta, perra como tu marido jode a las buenas hembras, a que te gustaría ser tú la que se estuviera tragando este pollón, pues te jodes ramera asquerosa, aguántate, mastúrbate que es lo único que puedes hacer, puta, quieres quedar preñada de ese cabrón ¡eh”, pues aún puede ser, pues aunque ya eres mayor la regla la sigues teniendo, eres retrasada hasta para eso , hasta para que se te retire la regla”
Aun dentro del placer y en la nube en que estaba, al oír esto de que Inés aún tenía la regla, me sorprendo y si es verdad me alegro, pues a lo mejor con un poco de suerte se ha quedado preñada en estos dos días o por lo menos tenemos posibilidades de que eso ocurra más adelante con algún cliente que lo haga sin preservativo. Entonces le pregunto a Matías:
“Matías, no pares y sigue fallándome, me encanta como me lo estás haciendo, pero contéstame a una pregunta ¿es verdad que Inés aún sigue teniendo la regla a sus 50 años?, el me contesta:
“Si, Esperanza, aún sigue con la regla, dice que puede ser porque a ella el periodo la vino muy tarde, sea por lo que sea esta puta aún esta fértil”
Entonces con mi voz entrecortada por el placer que me está dando con su follada Matías la pregunto a Inés:
“Inés es verdad lo que dice tú marido”
Y ella me contesta:
“Si señora es verdad, aun tengo que tener precaución cuando lo hago con mi marido pues puedo quedar preñada”
Matías sigue follándome con todas sus fuerzas, ahora se ha tirado sobre mi espalda y con sus dos manos me agarra mis tetas estrujándomelas y sobándomelas, de pronto noto que me llega mi orgasmo, no puedo más y de nuevo comienzo a correrme con un orgasmo tras otro, se lo digo gritando:
“Ya, ya mi amor, ya me llegaaaaa, me vieneeeeee de nuevooooooo, siiiii me corrro otra veeeez , quiero que te corras tú también quiero sentir tu leche en mi coño de ramera preñada que soy , por favooooor correteeee tú tambiénnnnnn lo necesitooooooo, me corroooooo……aaaahhhhhhh…..oooohhhhh………”
De pronto noto que él se tensa y me aprieta con más fuerza mis pechos y comienza a gritar, siento como se corre dentro de mí, siento como me inunda toda con su esperma, sí su leche me está llenando, es tanto lo que me está echando que se me sale por los lados de mi almeja, el comienza a gritar de placer:
“Siiiiiiii, siiiiiii, ahí te vaaaaa, putaaaaaaa preñadaaaa asquerosaaaa, sois todas las mujereeesss igualeesss unas putaaaassss perrraaaassssss, me corrroooooo, siiiiii me corrrooooooo, tomaaaa mi lefaaaaaaa, no la queriaaasss pues tomaaaaaaa, aaahhhhhhhh ooohhhhhhhh uuuuummmmmmmmmm ME CORROOOOOO………….”
Diciendo esto se deja caer encima de mi desnudo cuerpo y así permanece cerca de dos o tres minutos hasta que se recupera. Cuando acaba de correrse Javier e Inés nos aplauden como si fueran los espectadores de un teatro que al acabar la obra felicitan con su aplauso a los autores.
Al cabo de un rato ya repuestos nos incorporamos Matías y yo y él comienza a ponerse la ropa, se acerca a su mujer la coge y tal como está la saca de la habitación diciendo:
“Tú puta ven, tengo que hablar contigo”
Al salir de la habitación se oye dos sonoros guantazos y la voz de Matías que la dice:
“Eso por puta, has disfrutado eh, pedazo de perra, incluso quieres dejarme y te gustaría quedar preñada del señorito, pues te voy a dar gusto a lo que quieres, baja que hablemos, lo que te voy a decir no quiero que lo oigan los señores, luego cuando hable contigo te subes con ellos para seguir la fiesta”
Entonces salimos Javier y yo de la habitación y le decimos:
“Basta Matías, delante de nosotros y en esta casa no te permitimos que maltrates a Inés, habla con ella y dile lo que la tengas que decir, luego que suba y si tú quieres también puedes subir, daros prisa os esperamos”
Ellos bajaron y Matías le explicó a Inés que a partir de ese momento me pertenecía y que debería obedecerme y hacer todo lo que yo la mandara por duro, sucio o desagradable que fuera y que a partir de ahora yo la pondría a trabajar de puta. Inés se hizo la sorprendida (pero ya lo sabía todo al habérselo contado yo antes), Matías la dijo que tenía que aceptar lo que le decía o a partir de ahora se arrepentiría de no aceptarlo pues los castigos que la esperaban serian más duros aún que los que ahora la estaba dando. Ella acepto.
A los 5 minutos de nuevo se presentaron los dos en la habitación, Inés desnuda como se había ido y Matías con la ropa, entonces Matías dirigiéndose a mí me dijo:
“Señora Esperanza, mi mujer a aceptado el trato, a partir de ahora es toda suya”
Entonces Javier mirándome me dijo:
“¿Que dice Matías, Esperanza?”
Yo le contesto:
“Javier, confía en mí, cuando estemos solo te cuento todo, y ahora haz con nosotras dos lo que tú quieras somos todas tuyas, disfruta de estos dos cuerpos de maduras que se te ofrecen sin ponerte limites, puedes hacer con nosotras lo que quieras, somos tuya. Pero te pido que Matías si se queda que no participe, solamente podrá masturbase y como mucho ayudarte en algo a ti si lo necesitas para mover o hacer algo manual”
Entonces Javier le preguntó a Matías:
“Estás de acuerdo, ¿quieres quedarte?”
Él contesta:
“Sí quiero quedarme”
Javier le dice:
“Entonces ve a por los dos perros mastín y tráelos hoy van a probar a tú mujer y a la mía”
Matías salió de la habitación y se dirigió a por los perros. Mientras Javier comenzó a besarme y a tocarme por todo mi cuerpo mientras que Inés hacía lo mismo con el de él. Las dos estábamos ya muy caliente por el efecto del afrodisiaco y las dos necesitábamos ser poseídas y gozar, más Inés que yo, pues yo acababa de follar con Matías mientras que ella se había tenido que conformar con masturbarse.
Cuando estábamos en esta, llego Matías con los dos perros, entonces Javier le dijo:
“Átalos a la pata de la cama, antes vamos a hacer otra cosa, primero vamos a ver tú Matías y yo como tienen las dos sus coños de guarros , babosos y sucios, llenos de espermas jugos vaginales y todo lo que se las haya entrado en estos días dentro de ello, pues deben de tenerlo bien lleno porque el olor que desprenden las dos es bastante fuerte. Sentaros las dos bien abiertas de piernas en la cama y tú Matías ponte entre las piernas de Inés que yo me pondré entre las de Esperanza y haz lo mismo que yo haga “
Hicimos lo que nos dijo, se acercaron los dos y ocuparon la posición que Javier había dicho, luego llevaron la mano derecha a nuestros coños que sobaron y tocaron, luego fueron entrándonos primero un dedo, luego dos para terminar con cuatro dedos dentro de ambos coños, sacaron los dedos y nos los dieron a chupar a cada una los de la otra para que probáramos los restos que teníamos en nuestras vaginas, entonces colocándose de nuevo de pié Javier dijo:
“Lo tienen bastante lleno, sería una pena que tanto néctar se perdiera, vosotras seguid sentadas ahora volvemos”
Al rato se presentaron con dos bombas de vacío de plástico, como las que se usan para el alargamiento de pene, una la conocí era la que Javier había utilizado para su tratamiento y la otra era nueva. También traían ventosas con depósitos como las que usan las mujeres para sacarse la leche de los pechos. Colocándose delante de nosotras nos colocaron las bombas una a cada una en nuestros coños y comenzaron a hacer el vacio, sacándonos de nuestras vaginas hasta la última gota de restos vaginales, espermas, etc que teníamos, la que más tenía sin duda era yo pues casi llene la bomba y tuvieron que vaciar su contenido en otro recipiente para volver a ponérmela y acabar de sacarme todo. Con esta succión nuestros labios vaginales parecía que se hincharan, estaban a punto de estallarse, incluso nos dolían, Inés no pudo aguantarlo y comenzó a soltar lagrimas por sus ojos. Luego vaciado el contenido de las bombas cada una en un recipiente diferente pusieron el nombre de cada una con un rotulador indeleble en el recipiente y volvieron a colocarnos las bombas y de nuevo hacer el vacio para que nuestros labios vaginales volvieran a sufrir e hincharse. Luego nos las dejaron puestas y cogiendo las ventosas hicieron lo mismo en cada uno de nuestros pezones. En los míos consiguieron sacar un poco de suero-leche de ambos pechos, pero de Inés como era natural nada. Estuvieron dando y dando a la pera de las ventosa hasta que consiguieron que nuestros pezones tomaran un tamaño bastante grande y que nos dolieran. Después cogieron dos vasos de agua y vertieron hasta arriba parte del contenido de cada uno de los recipientes y nos lo dieron a beber a cada uno lo que habían extraido del coño de la otra. Nos dio un poco de asco por el aspecto y por el olor que desprendía, como tardábamos en beberlo Javier nos apremio diciendo:
“Daros prisa no tenemos toda la noche, probad cada una las corridas de los hombres y animales con los que ha estado la otra junto con sus jugos, así las dos habréis compartido el esperma de todos los hombres que os han poseído , guarras asquerosas y sabréis a lo que saben los jugos de unas buenas putas como sois vosotras”
Entonces las dos no pusimos a beber, pero nos daban arcadas. Entonces nos dijeron que con una mano nos tapáramos la nariz y bebiéramos. Así lo hicimos y con esto evitamos las arcadas, era tanto el contenido que parte nos salía por la comisura de nuestros labios cayéndonos todo lo largo de nuestra cara y yendo a parar a nuestros pechos. Después cogieron a los perros y Javier le dijo a Matías:
“Matías prepáralos hasta que la tengan bien tiesa para que las penetren, cuando esto sea, las quitas la bomba de su coño las pones a cuatro patas y que los perros las monten, no las quite antes de que les entre la bola de la polla del perro dentro y este se corra, luego tardaran en salirse pues la bola no les dejará desengancharse”
Matías hizo lo que le dijo Javier, mientras Javier seguía haciendo el vacio tanto en las ventosas que teníamos en los pechos como en la bomba de alargamiento de pene que teníamos en nuestros coños. Cuando los perros estuvieron bien calientes metiendo cada uno la mano en el recipiente en que habían vertido el contenido de nuestras vaginas les dieron a oler la mano con el liquido de cada una a los perros y después volviendo a meter la mano en el recipiente se la volvieron a untar y quitándonos las bombas de nuestras chochas nos las untaron de nuestros propios jugos haciéndonos un gran dolor debido a lo inflamado e hinchado que las bombas habían dejado nuestros coños. Después nos pusieron a cuatro patas mirándonos una a la otra de forma que pudiéramos llegar con nuestras bocas una a la otra. Acercaron a nosotras los perros y los dos con su pene erecto empezaron a oler nuestros coños, yéndose cada uno al que le correspondía el olor que le habían dado a oler. Luego los perros comenzaron a lamer nuestros coños, sintiendo su lengua aspera y mojada sobre nuestros maltratados e inflamados coños. Después los perros trataron de montarnos pero no podían entonces cada uno ayudo a un perro Matías ayudo al que quería montar a Inés y Javier al que trataba de montarme a mí, cogieron su pene y lo apuntaron hasta que lo tuvieron bien dentro de nuestras vaginas, luego dejaron que los perros hicieran lo que su naturaleza y ansias de hembras les demandaba, comenzando a metérnosla y sacárnosla, a mi y creo que a Inés nos comenzaron a dar placer, cada vez estábamos más calientes y salidas , nos agarramos con una de nuestras manos y nos sujetábamos al suelo con la otra y comenzamos a comernos nuestras bocas en un beso lésbico, no sé si era el placer que me estaba proporcionando el perro o qué pero deseaba a esa mujer con todas mis fuerzas y ella parecía sentir lo mismo pues deje de notar la presencia de los dos hombres solo sentía en mi vagina el pene del perro y me volvía loca y deseaba y me comía con todas mis ganas a mi querida Inés y ella a mí, de pronto notamos que algo gordo iba aumentando dentro de nuestra vagina y notamos como los perros se quedaban quieto y comenzaban a correrse dentro de nuestras vaginas. Esto nos produjo tal placer que llegamos las dos al orgasmo y comenzamos a gritar de placer:
“Siiiiiiii, correteee perritoooo dentro de tu perraaaaa, siiiii oooohhhhh que placer me da mi querido ricoooooo, “
Nos corrimos las dos como lo que éramos en esos momento unas perras .Inés trató de quitarse al perro suyo de su vagina y como es natural no pudo, entonces yo la dije:
“Tranquila tardará por lo menos entre 10 y 15 minutos en que se le quite y le desaparezca la bola de su polla hasta entonces no podrá salirse de ti, vamos a seguir amándonos nosotras, te deseo y comienzo a sentir algo muy especial por ti”
Ella me contesta:
“Esperanza a mi me está pasando lo mismo, quiero estar entre tus brazos, podríamos dormir juntas esta noche”
Yo la contesto:
“Habrá que preguntarse a Javier, pero si te soy sincera yo también lo deseo y seguro que dormiremos juntas”.
Al cabo de unos 10 ó 15 minutos los perros pudieron salirse de nosotras, entonces Javier nos dijo:
“Muy bien perritas, ¿habéis disfrutado?, de lo que decid de dormir juntas esta noche por mi no tengo inconveniente, pero antes quiero poseer de nuevo a Inés, tú Esperanza puedes participar con caricias, lamidas, o lo que se te ocurra. Tú Matías coge a los perros y llévalos a su sitio, y por hoy ya has terminado a partir de ahora estaremos solos Inés, Esperanza y yo”
Matías hizo lo que Javier le mando y no le volvimos a ver hasta el día siguiente.
A Inés se la ilumino la cara de alegría, al ser la elegida por Javier para se follada. Javier con su polla toda tiesa, excitado por la escenas que habíamos propiciado Inés y yo con los perros y nuestros actos lésbicos, hizo que Inés se pusiera de espalda sobre la cama y sin preparación ni nada (debía de estar deseándola desde hacía rato) se tumbo encima de ella y de un golpe se la metió toda entera dentro de su coño, comenzando a moverse para dentro y fuera con una energía y fuerza extremadamente fuertes, como si tuviera prisa por correrse. Yo entonces me puse en cuclillas encima de la cara de Inés y la dije que se comiera mi coño, ella se puso a ello proporcionándome mucho placer, yo me lleve mis manos a mis pechos y comencé a sobármelos y a jugar con mis pezones. Inés me chupaba mi almeja de maravilla, me estaba produciendo un placer inmenso, parecía que hubiera estado toda la vida comiéndose coños que bien lo hacía la condenada. A mi me vino el orgasmo y a grandes gritos me corrí sobre la cara de Inés inundándosela con mis jugos y mojándola toda la cara y pelo, yo la decía:
“Muy bien, mi perritaaaa maduritaaaa, asiiiii asiiiii, que biennnn me la estas comiendooooooo, ooohhhhhhh, uuummmm que placer me estas dando, sigueee, sigueeee no pareeeees me vieneeeee, me vieneeeeeee, me corrooooo, me corroooooo mi amooorrrr…siiiiiiiii……….”
Yo me baje de la cama y me dedique a acariciar el cuerpo de los dos amantes, mientras ellos seguían con su frenética follada de pronto Javier se quedó tenso y comenzó a correrse dentro de Inés que al sentir la leche de su amante en su interior también la vino el orgasmo, ambos comenzaron a gritar y emitir gemidos de placer:
Uno decía:
“Ooohhhhhhh, Inés cuanto te he deseadoooo toda mi vidaaaaaa, que placeeeer podeeeer tenerte ahoraaaaaaa, siiiiii, siiiiiiii, me corrooooo dentroooo de tiiiiiiiii, siiiiiii por fiiiiinnnnn te he poseidooooooo, aaahhhhhhh, ooohhhhhh me corrrooooooo……..”
Y la otra decía:
“Aaaaahhhhhhhhh, mi niñooooooo, siiiiii ya me tieneeeees soyyyyy tuyaaaaaa, poseeemeeeee, follameeee todo lo que quieraaaassss, siiiii jodemeeeeee, asiiiiiii, asiiiiiiiiii, inúndame con tu lecheeeeee quierooooooo que me preñeeeessss siiiiiiiii, preñameeeee, correteeee dentro de miiiiiiiii, aaaahhhhhhh, ummmmmm que placer me estas dandooooooo, siiiiiii, me coroooooooo……me …coooo…rrooooooo……….”
Javier se queda tumbado encima de Inés, derrotado por el tremendo esfuerzo que ha realizado, yo entonces me coloco sobre ellos apoyado en mis brazos y comienzo a pasar suavemente mi coño por encima del culo de Javier y mis pechos sobre su espalda, se que esta caricia le encanta y cuando llego a la altura de la cara de Inés ella me agarra del cuello y me atrae hacía ella y dándome un beso en mi boca me dice:
“Gracias Esperanza, gracias por dejar que me folle Javier, gracias por librarme de Matías, gracias por todo, gracias”
Yo me bajo de encima de ambos y le digo a Javier que se levante y cogiendo a Inés de la mano, nos dirigimos al baño, llenamos la bañera y nos metemos las dos juntas, lavándonos una a la otra, acariciando nuestros cuerpos, besándonos, amándonos. Entra Javier ve la escena, se sienta en el bidel y comienza a lavarse su miembro, cuando acaba se seca y al salir nos dice:
“Os lo habéis ganado, os quiero a las dos, dormid en mi cama, yo lo haré en el cuarto de invitados, esta noche es vuestra”
Sale del baño y al ratito oímos como se cierra la puerta de la habitación, nosotros seguimos en el baño durante unos 15 minutos más, luego nos secamos la una a la otra, nos dirigimos a la cama, la deshacemos, cambiamos las sabanas y tras hacer la cama de nuevo, nos metemos como estamos las dos desnudas en la cama, donde comenzamos nuestra noche.
Bueno voy a dejar aquí el relato, pues ya me estoy extendiendo bastante, en la próxima entrega os contaré mi noche con Inés y la despedida que organizamos antes de marcharnos Inés y yo a Madrid.
Si queréis comentarme algo de este u otro de mis relatos podéis hacerlo a mi correo j.trujicornu@hotmail.com