Mi historia con el joven Javier 16ª parte

Esperanza es entregada a Matías e Inés a Javier, para perder la vergüenza del matrimonio de sirvientes, Javier pide a Esperanza y Matías que su primer contacto íntimo lo tengan en la misma habitación los cuatro juntos. Después de este primer polvo Matías se lleva a Esperanza a su casa, como si fuera su esposa y esclava tras enseñarla la casa la lleva a las cuadras donde la hace ser follada por un caballo. Después descansan un rato a la espera que el sexo de Esperanza tras la follada del caballo vuelva a su ser, cuando esto ocurre Matías la somete a una sesión de sadomasoquismo suave. Este capítulo tiene un poco de todo: Con maduras, zoo, sadomasoquismo y dominación

Recordad del capitulo anterior, como Javier y Matías llegan al acuerdo de cederse de común acuerdo  a sus mujeres (es decir a mi y a Inés), durante 24 horas con permiso de hacer con nosotras todo lo que quieran y deseen. Javier tras dejarnos ver como se vestía Inés con algunas de las ropas que había comprado para mí nos invita a marcharnos a Matías y a mí para casa de este, hasta aquí la entrega anterior, ahora puestos ya todos en situación continúo con la historia.

Cuando íbamos saliendo por la puerta, agarrados de la mano Matías y yo, de nuevo nos dice Javier:

“Esperad un momento, mirad he pensado que será mejor que para quitar el miedo o él reparo que podáis tener tanto Inés como Matías es mejor que empecemos nuestra aventura en este cuarto los cuatro juntos, y después no hace falta que vengáis a las 11,00 de la noche (como os dije antes) para  darnos el refresco, era una escusa para hacer lo que vamos hacer ahora”

Entonces pasamos de nuevo a la habitación y yo comencé a besar y acariciar a Matías, le fui quitando su camisa hasta que le quedé con su torso desnudo, comencé a besarlo por su cara para ir bajando por todo su torso, musculoso esculpido por el trabajo duro que había llevado a cabo durante toda su vida, pero también se le notaba un poco de barriga que al acercarse a mi chocaba con la mía. Él se le notaba nervioso, pero rápidamente comenzó por quitarme la camisa y a manosearme mis apetecibles pechos sujetos por el sostén de cintas, noté sus manos ásperas y duras por el trabajo que a cada caricia en ellos me rozaba mi suave piel. Arrimó su boca a mis pezones comenzando a chupármelos y succionarlos con fuerza como si quisiera sacar leche de ellos e incluso por sus ansias de comérselos incluso me los llegó a morder produciéndome dolor que con mi calentura se convirtió en placer. Yo entonces lleve mi mano derecha a su bragueta y metiendo mi mano dentro llegue a su polla, ya tiesa por la calentura y por el afrodisiaco y tirando de ella se la saque y comencé a acariciársela, era una herramienta de un buen tamaño , no tan larga como  la de Javier , pues tendría unos 24 centímetros de largo y lo que sí era más gorda por lo menos uno o dos centímetros, le apreté con la otra mano sus cojones de tal manera que le hice daño ( a propósito) para que dejara de morder mis pezones, como así hizo. Entonces le solté de nuevo su herramienta y le baje los pantalones y calzoncillos, dejándolos en el suelo y quedándole completamente desnudo, y le dije cogiéndole de nuevo su polla:

“¿Te gustaría que te hiciera esta madurita y preñada una cubana  ¿quieres que te masturbe con mis tetas hasta que te corras en mi cara?

El todo nervioso y excitado me contesta:

“Sí, si me encantaría, por favor hazlo lo estoy deseando”

Yo cogiendo su polla me la coloco entre mis dos globos y aprontándomelos por los lados comienzo a masturbarlo con ellos. Miro a la otra pareja y veo a Inés tumbada boca arriba en la cama, a todo lo ancho de ella, llegando con su culo al borde del lateral de ella, ya sin el vestido de gasa blanca transparente, con su pechos rebosándoles y caídos por los lados por su tamaño y peso y a Javier también desnudo de rodilla entre las  piernas de ella, abiertas que descansan sobre sus puntas en el suelo,  mamando de su peluda almeja. Javier a la vez que mama de su sexo no deja de acariciarla y manosearla sus pechos, ella comienza a suspirar fuerte, se la ve muy caliente, creo que en parte por las caricias y mamada que Javier la está proporcionando como por el efecto del afrodisiaco.  Yo atenta a la cubana que estoy realizando a su marido la oigo decir:

“Si, si, si señoritooo, siga asíiii, cuánto tiempo hacía que no me hacían disfrutar de esta manera. Mira Matías como me hace disfrutar nuestro señorito así. asiiii se hace disfrutar a una mujer y no como tú me tratas cornudo que lo único que haces es maltratarme y disfrutar tú, aaahhhh, me vieneeeeee, me corroooooo, siguueeeee, no pareeeseeees aunque me corrrraaaaaaaaa………”

Matías por el contrario también estaba fuera de sí con la cubana que le estaba proporcionando y decía:

“Ooohhhh, queeeee gustooooooo me estas dandoooooo, pedazo de putaaaaaaa, que ganas te tenía desde que te viiiiiii llegaaaar con el señoritooo Javieeeeerrrr, no me importa que esa guarra asquerosa que tengo por mujer me ponga lo cuernos con él si puedooooooo follarte a ti, belleza de mujer y ser tú toda mía durante 24 horaaaaaas. Y tu zorra, Inés, disfruta estas veinticuatro horas de nuestro amo y aprendeee a ser una verdadera zorra porque después a lo mejor te meto  y te dedicas a ser putaaaaaaa, por cabrona y por provocarmeeeee, ahhhhhhhh, ooooooohhhh voy a corrreeermeeeee, ahhhhh”

Yo entonces le dejo de masturbar y tumbándome encima de la cama en la misma posición en que esta Inés pero en el sentido contrario le digo:

“Siiiii, siiiiii mi macho, ven Matías te deseoooo quiero tenerte dentro de mí, quiero que te corras dentro y me comas mis pechos, quiero disfrutar de tu gorda polla y que tú disfrutes de este cuerpo que te ofrezco y es todo tuyo, quiero que esta, la zorra de tú mujer vea como te hago disfrutar y como te corres dentro de miiiiiii, siiiiiii, ven no esperes más”

Matías se pone entre mis piernas y comienza a pasarme su gorda polla por todo lo largo de mi raja llegando hasta mi clítoris donde se entretiene y de nuevo vuelve a recorrerla en sentido contrario, me está poniendo cada vez más caliente no aguanto más y le digo:

“No seas malo, cabrón métemela de una vez ya, la necesito dentro estoy muy salida y caliente métemela, por favor, hazlo yaaaaa….”

Entonces él agarrando con fuerzas mis tetas, coloca su polla a la entrada de mi almeja y de un empujón logra meter la mitad dentro de mi chocho, yo me agarro a su culo y le empujo hacía mí hasta conseguí que entre toda en mí. Entonces aprovecho el tiempo de acopio que necesita mi coño para adaptarse a esa polla tan gorda y miro hacía donde están Javier e Inés. Veo que Javier con su polla en ristre intenta metérsela a Inés, pero esta le dice:

“Señorito, tengo miedo, es muy larga y gorda, tengo miedo a que me haga daño, por favor despacio y suave.”

Yo entonces me acerco a la boca de Inés y dándola un beso, la digo:

“Querida, tranquila, déjate llevar verás que maravilla de polla tiene y que bien la mueve, vas a disfrutar como nunca lo has hecho mi hombre “mi marido” jode de maravilla…..”

Yo de sus labios bajo a sus pechos y cuando me llevo uno de ellos a mi boca, Matías comienza un movimiento, primero lento y luego acompasado cada vez más deprisa consiguiendo que a cada embestida de este vasto y rudo operario sienta más placer y ganas de tenerle dentro y sentí su leche dentro de mi vagina. Inés al contacto de  mis caricias se anima y comienza también ella a sobarme a mí y a tocarme mis pechos y como yo hiciera a meterse mis pezones en su boca y a succionarlos.

El ritmo de Matías es cada vez más rápido y yo no paro de tener un orgasmo tras otro, este hombre me está haciendo disfrutar muchísimo, estoy a punto de correrme pero siento que él se tensa y se va a venir dentro de mí, le oigo decir:

“Señora Esperanzaaaa, me vieeneeeee que gustoooooo, como folla usteeeeeddd me corrooooooooo, lo que he deseado este momentooooooo, ahhhhhhhh, ohhhhhhhh, me corrroooooooo, tomaaaaaaaa , tomaaaaaa mi lecheeeeeeee, pedazo de hembraaaaaa, putaaaaaaa, rameraaaaaaa, zorraaaaaaa”

Parece que disfrutaba insultándome, noto toda su corrida en el interior de mi coño y él una vez que se corre se deja caer sobre mi cuerpo, estando un rato sobre mí hasta que se sale de dentro de mi vagina y se recuesta en la cama a mi lado jadeando y descansando, me dice:

“Deja que descanse un rato y luego continuamos, querida, la noche es larga y tenemos también mañana, cuando me recupere nos vestiremos y nos iremos a mi casa, que será la tuya durante estas horas que me perteneces”

Se deja caer de nuevo de espalda en la cama, yo entonces me levanto y colocándome a horcajas sobre la cara de Inés me abro mi coño y a la vez que Javier sigue fallándosela la digo:

“Zorra, infiel, cómeme mi coño, chupa el néctar que tú marido ha depositado en él y comételo junto con mis jugos……trgatelo todo, no quiero que desperdicies nada puta, zorra que es lo que eres”

Ella haciéndome caso, pasa la lengua a lo largo de toda mi castaña y absorbe mis jugos y la corredura de Matías tragándose todo lo que puede sacar de mi caliente coño. Mientras Javier no deja de follarla y parece que la escena le ha calentado pues acelera el ritmo, ella también comienza agitarse y los dos llegan al orgasmo a la vez, gritando uno:

“Siiiiiii, siiiiiii, me corro dentro de tíiiiiiiiii, cuantos años he deseado he imaginado este momento y hoy al fin lo he conseguidooooooo, me corooooooo Inéééeésss. Quiero preñarteeeee, me corroooooo, aaaahhhhhh,oooooohhhh que gustoooooooo, tomaaaaaa todoooooooo, so putaaaaaaaa……”

Ella dice:

“Me vieneeee, siiiiii, miiiii amooooooo, le sientoooooooo dentro de miiiiiii, quieroooooo que se corrrraaaaaaa dentrooooooooo, quierooooo que se corraaaaa ojalaaaa me pudieraaaaaa peñaarrrrrr, quiero que me preñeeeesssss. Tu pollaaa, me estaaa volviendooooolocaaaa, corrreteeee dentrooooo, quierooooo sentir tu espermaaaa dentrooooo de miiiiiiii, quiero que me preñeeeesssssss…….”

Ella le agarra fuertemente su culo y espalda clavándole sus uñas, él queda tendido encima de ella durante un tiempo, hasta que ella le dice:

“Por favor salte y tiéndete a mi lado quiero amarte y que me ames lo que queda de estas 24 horas, cuánto tiempo y años hemos perdido los dos, te deseo tanto que quiero que esta noche y mañana estés siempre dentro de miiiiii, quiero disfrutar de ti y quiero que tú disfrutes de este cuerpo maduro que tantos años has deseado, quiero darte todo lo que me pidas, quiero ser tu esclava, tu mujer quiero ser tuya para  todo lo que tú quieras, puedes hacer conmigo todo lo que se te antoje, aunque mañana vuelva a pertenecer a este bruto que está ahí tumbado con tú mujer, de ahora en adelante seré solo tuya , y podrás hacer conmigo todo lo que quieras, lo acepte mi marido o no”

Entonces levantándose Javier de encima de ella se pone de pié y nos dice a Matías y a mí:

“Por favor marcharos, quiero aprovechar al máximo estas horas que voy a estar con Inés y creo que vosotros tenéis el mismo deseo de disfrutar el uno del otro de vuestros cuerpos, como nosotros. Matías a partir de ahora mi mujer te pertenece durante el resto de las veinticuatro horas, haz con ella lo que quieras te quito y te eximo de la clausula del mal trato y puedes practicar si te apetece el sadomasoquismo con ella, pero eso sí sin peligro para la criatura que lleva dentro, yo también disfrutaré de tú mujer Inés, ahora durante estas hora mi mujer. Marchad a vuestra casa, que nosotros nos quedaremos en la nuestra. Respecto a las ropas Inés durante este día usará la de Esperanza y esta si necesita algo la que tú le des bien de Inés o la que la compres.”

Nos levantamos de la cama, cogimos nuestras ropas, nos vestimos y Matías pasándome el brazo por la cintura me arrimó a su cuerpo y dándome un besazo y a su vez metiéndome mano en mis pechos, me dijo, ven querida, ven a conocer tu hogar, donde disfrutarás, sufrirás, serás poseída por mí y por otros y te emputecerá hasta los límites que nunca hayas imaginado.

Salimos de la casa de los señores atravesamos el patio y nos encaminamos hacía la zona de las viviendas de la servidumbre, donde en esa semana solamente estaban viviendo Matías y su esposa Inés. Abrió la puerta y me dijo, como durante estas horas a todos los efectos eres mi esposa y como tal me debes obediencia y harás todo lo que yo te ordene (como hace Inés) si no quieres ser castigada, pasa que veas tu nueva casa. Pasamos era una casa de 6 o siete habitaciones, grande y muy limpia, tenía la cocina, un baño amplio y completo, un comedor o sala y cuatro dormitorios, el de matrimonio  era amplio muy limpio y me sorprendió que en el cabecero y pies de la cama hubiera unas marcas como de haber tenido algo atado en esas zonas, pues estaba muy rozado y dañados. Los otros tres, estaban cerrado y eran uno para cada uno de los hijos. Después toda la longitud de la vivienda tenía un sótano , donde tenían una habitación que hacía de bodega, otra al lado que era una despensa, y el resto del sótano era una habitación grande con una mesa grande con argollas en el centro , en el techo también había varias argollas, tenía también como un pórtico donde había anillas con unos grilletes y en una de las paredes un armario vitrina con gran cantidad de instrumentos sadomasoquistas y ropas del mismo estilo, al enseñarme esta sala me dijo:

“Ya sabes, pues se lo has oído decir hoy a Javier que me gusta un poco emplear el masoquismo sobre Inés, si tú eres mala y no haces lo que yo quiera me veré obligado a castigarte y será en esta sala, ¿Qué te parece?”

Yo le contesto:

“No te preocupes, yo durante estas horas seré tu más ferviente esposa, haré todo lo que quieras y no hará falta que me niegue hacer algo para que puedas practicar sado conmigo, no te tienes que buscar ninguna escusa, pues yo por orden de Javier y siendo lo que él quiere, haré todo, y te repito todo lo que tú quieras y desees, desde dejarme follar por todos mis agujeros, cuantas veces quieras y como quieras, como si te apetece prostituirme o entregarme e a tus amigos o a los hombres que tú quieras, o incluso que lo haga con animales. Haré todo lo que quieras mi amor, quiero ser tuya además de deseo, quiero tener dentro de mi esa tranca que tienes, quiero que con esa polla tan gorda como una lata de bebida me revientes este coño y culo de viciosa y puta que tengo, pues estoy tan caliente ahora mismo que aunque acabas de follarme necesito más. Ya sé que tú necesitas descansar pues acabas de correrte y bien dentro de mi vagina, pero por favor recupérate pronto, necesito que me folle una buena polla tan gorda y grande como la tuya.

Entonces él acercándose me cogió la cara y arrimando su boca a la mía y metiendo toda su apestosa y mal oliente lengua dentro de mi boca me dio un morreo que me supo a poco. A la vez que me besaba me daba pequeños pellizcos en mis pezones e incluso al final (aunque sin apretar) me los retorció un poquito y me dijo:

“Esto es para que te vayas acostumbrando. Tienes razón yo necesito recuperarme un poco, pero si tan necesitada estas de una buena polla, la tendrás mientras yo me recupero, al que te voy a entregar ahora no necesita que tengas ropa, así que desnúdate y prepárate a tener la polla más grande que has tenido y creo que tendrás en tu vida dentro de tu panocha”

Diciendo esto me cogió de la de la mano y subimos al dormitorio de matrimonio, donde me hizo quedarme completamente desnuda, luego volviéndome a coger de la mano salimos de nuevo al patio y nos dirigimos hacia la zona de cuadras donde entramos. Allí había vacas, ovejas, perros de majar en los corrales para cuidar el ganado, y caballos y mulas o mulos. Me llevo hacía los establos de los caballos y me dijo:

“Espérame aquí, voy a por algo que vamos a necesitar”

Yo me quede mirando a los animales y ya me supuse quien iba a ser mi próximo amante, pues me dejo delante de un caballo negro  precioso, en las otras cuadras había una yegua y en las otros dos apartados de las cuadras unos mulos o mulas. La yegua debía estar alta pues tenía al caballo que estaba en el apartado de al lado todo nervioso y excitado.

Al poco llegó Matías, en la cuadra donde estaba la yegua y metiéndola toda su mano hasta su codo en la raja del  sexo del animal lo refregó una y otra vez hasta que saco su mano totalmente mojada y chorreando de los fluidos de la yegua. Después metiéndome dentro de la cuadra donde estaba la yegua me  dijo:

“Siéntate, bien abierta de piernas lo más abierta que puedas, aquí en el suelo encima de la paja donde ha estado pisando y haciendo sus necesidades la yegua, para que te llenes de su olor”

Aunque aquello estaba asqueroso y debido a mi calentura le hice caso, entonces él se acerco a mí con la mano que había tenido metida en el interior de la yegua y me unto todo mi coño y culo y toda la zona de mi sexo con los jugos y líquidos que había sacado del interior del animal, y también me metió tres dedos en el interior de mi concha para que quedará bien impregnada del olor de la yegua en celo. Luego dejándome allí tirada entró en la cuadra del caballo y colocándole una cabezada y una cuerda le dio unas palmaditas en el cuello y en su lomo y le dijo:

“Tranquilo Lucero, no podrás estar con estrella, pero esta noche vas a follarte a una de las mejores yeguas del género humano que yo conozco”

Tirando de la cuerda lo sacó de su cuadra y cuando paso por donde yo estaba me dijo:

“Esperanza, síguenos, que vamos al picadero que he preparado para que estéis los dos a gustos y disfrutéis a tope, verá que hermosa tranca tiene Lucero y como te va hacer disfrutar”

Yo me levante del suelo, con mi culo todo lleno de pajas pegadas a él por los excrementos y orines de la yegua y le seguí. Llegamos a otra cuadra amplia donde al lado de los abrevaderos había colocado una mesa como de un metro de longitud por otro de altura. Tras los abrevaderos había un palo grueso (como los del teléfono) que se utilizaba para atar a los animales. Luego cogiéndome de la mano me dijo,:

“Siéntate en la mesa y túmbate boca arriba, que la espalda repose sobre la mesa y tu culo este en la punta de ella”

Como veía que el culo quedaba un poco bajo cogió un montón de paja y haciéndome alzar mi trasero lo metió debajo, abriéndome de par en par mis piernas, para que mi coño quedara bien expuesto y de fácil acceso de mi amante. Después acerco a la cabeza de Lucero a mi coño y le hizo que me oliera. El caballo al oler e identificar el olor de su yegua se puso a relinchar echándome todo su aliento en mi sexo, y sacando su lengua comenzó a pasármela por mi coño, era áspera y me raspaba, aunque con sus babas me mitigaba la aspereza de la misma. Matías comenzó a manosearle el miembro hasta conseguí que se le pusiera tiesa, aquello era monstruoso, mediría más de medio metro y de grosor era por adelante plana y como de unos 6 ó 7 centímetros y a medida que se acercaba a sus grandes huevos iba haciéndose más ancha, pasando de estos 6 centímetros a 10 ó doce, tenía unas manchas claras a lo largo de toda ella y el resto era  completamente negra. Entonces Matías me dijo :

“Levántate y ayúdame, luego cuando acabes de ayudarme te vuelves a poner en el mismo lugar que estas ahora y en la misma posición, estarás más cómoda para que Lucero te folle”

Hice lo que me decía, cogimos las dos patas delanteras de Lucero y las subimos sobre el palo que se usaba para atar a los animales, luego mientras yo volvía a colocarme en mi posición, Matías cogiendo otras sogas ató las dos patas delanteras , en la posición que las habíamos colocado, al palo para evitar que lucero se pudiera mover y hacerme daño cuando me estuviera follándo. Después cogiendo la tranca del animal la acerco a la entrada de mi coño y me dijo:

“Ábretele, todo lo que puedas con tus manos, pues él va a empujar fuerte con ganas, pues está muy salido y si no lo haces así es posible que te desgarre”

Yo hice lo que me dijo, y cuando tenía mi coño y mis labios mayores y menores bien abiertos, Matías fue introduciendo la punta del animal en él, para luego dejarle solo  para que él me follara. Lucero al notar su polla en mi coño dio un empujón consiguiendo entrármela por lo menos 15 centímetros, yo aunque acostumbrada a la polla de Javier y haber recibido hacía poco la polla más gorda que había tenido hasta entonces que era la de Matías, notaba como mis paredes se iban dilatando, el caballo seguía empujando y relinchaba, me entró otros 20 o 15 centímetros más ya tenía dentro por lo menos entre 35 ó 40 centímetros, la notaba tocando mi útero. Entonces mire a Matías que se había sacado su polla y se la acariciaba, había adquirido de nuevo su dureza y presentaba una bella polla humana con sus 26 ó 28 de larga por su 9 ó 10 de ancha y le dije:

“Matías por favor, pon algo en su polla, átale un trapo u otra cosa para que no pueda seguir entrándomela más adentro pues me ha llegado al útero y si sigue me va a reventar y tengo miedo por la criatura, date prisa cabrón que este sigue apretando”

Matías deja de acariciarse y haciéndome caso coge una cuerda y dándole varias vueltas alrededor de la tranca del caballo, le hace un nudo impidiendo de esta forma que pueda seguir introduciéndome más trozo de su negra polla en el interior de mi coñito, el cual siento lleno. El caballo se empieza a mover con su abrupto mete y saca, al principio me hace mucho daño y chillo de dolor, pero luego cuando mi vagina se ha adaptado a esta brutalidad de polla comienzo a gozar y disfrutar como nunca lo había hecho en mi vida, comienzo a gritar diciendo:

“Siiiiiiiiiiii, ooooohhhhh como la sientoooooo, como me llenaaaaaaa, gracias Matías por proporcionarme este semental que placeeeeeeeer estoy sintiendo, me estoy corriendoooooooo siiiiiiiiii, llevo varios orgasmoooooooos encadenadooooooossss, no pueeedooooooo, maaaaaaassss, paraleeeeeeme mataaaaaa de placeeer, Matías por favoooor paraleeee, sacamelaaaaaa, me esta matandoooooo de gustooooooo”

Matías me responde:

“No estabas muy caliente, no decías que necesitabas una buena polla dentro para calmarte, pues ahí la tienes, ahora aguanta, pues no te la voy a sacar hasta que él no se corra , pues si lo hago antes igual puede ser peligroso y sea difícil de sujetarle, así que pedazo de puta preñada, adultera que pones los cuernos a tu marido con un chaval que podía ser tú hijo y luego te entregas a todos los hombres que el niño este quiere para calentarle a él, incluso te has dejado preñar por él, puta, puta, zorraaaaaa”

Me decía, estaba muy caliente también él estaba disfrutando viéndome atravesada por esa tranca, por eso me insultaba y trataba de esa forma. Al cabo de unos 10 minutos lucero se corrió dentro de mi , emitiendo unos relinchos que debían de oírse en toda la hacienda, fue tal la cantidad de semen que me echó en mi coño que cuando Matías le ayudó a sacármela y quedar mi almeja toda abierta y muy dilatada, mi coño parecía un caño de una fuente de esas de pueblo cayendo líquidos, empapé todo a mi alrededor , mi culo , mis piernas estaban completamente mojadas.

Tras descansar dos o tres minutos de la follada me dijo Matías:

“Por favor, Esperanza, levántate y ayúdame a desatar a Lucero, no lo he querido hacer antes no fuera a ser que sin querer al tener sueltas las patas y tú estar debajo te diera una coz. ¿Te ha gustado, has disfrutado? Perdona si así no ha sido , yo solo quiero darte placer y que en estas horas disfrute como nunca lo has hecho, siento algo especial por ti y te deseo con todas mis ganas en estos momentos, pero tendré que dejar como una hora o medía hora hasta que tu coño vuelva a su estado normal.”

Yo me levanté y le ayude a desatar a Lucero y le dije:

“No te preocupes Matías, si he disfrutado y me ha gustado mucho. Yo también siento algo especial hacía ti y quiero que disfrute de mí como te mereces y me hagas, te vuelvo a repetir todo lo que tú quieras siempre que la criatura que llevo dentro no sufra peligro.”

Y acercándome a él le di un beso y agarrándole su polla que aún la tenía fuera del pantalón se la estuve acariciando un ratito y al acabar de nuevo le dije:

“Gracias”

Cogimos a Lucero, que aun tenía su tranca larga como de 50 ó 60 centímetros y le llevamos nuevamente a su cuadra ya aliviado y creo que también tan feliz como yo.

Luego desnuda como estaba y él con su polla fuera nos dirigimos a la casa. Al entrar le dije que quería lavarme por lo menos un poco, aunque no incumpliría la palabra que le había dado a Javier de no lavarme mi sexo, pero quería quitarme la mierda que tenía por mi culo y todo mi cuerpo y que había cogido en la cuadra tanto de la yegua como de lo que me había corrido por las piernas y culo de la corrida de Lucero. El me dijo:

“Esperanza, ya sabes lo que le prometí en mi acuerdo al señorito Javier, que no te lavarías tu coño, pero no le dije nada del resto , así que mi amor puedes lavarte todo menos esa parte  (tu coño) de tú cuerpo”

Dándole un beso, le di de nuevo las gracias y me metí en el cuarto de baño, donde él me acompaño, entonces le dije:

“Matías para no confundirme y lavarme algunas parte de mi cuerpo que no deba, porque no me lavas tú ¿quiere?

Él me contesta:

“Nada en el mundo me gustaría más, estaba deseando pero no me atrevía a decírtelo”

Tras lavarme, me cogió desnuda en brazos y me llevo a la cama de matrimonio donde con mucha suavidad me dejo y me dijo:

“Querida vamos a descansar durante dos horas, pondré el despertador por si nos quedamos dormidos y después continuamos. Me dijo el señorito que te diera esta pastilla ahora, pero tú verás si la quieres o no, aunque me ha dicho que es para la cabeza yo sé que es un afrodisiaco, pues se las doy de vez en cuando a Inés cuando yo tengo ganas y ella está un poco rehacía a contentarme, desde que estás tú aquí no ha pasado un día que no le haya hecho que se tome una, y cuando la follaba pensaba que era a ti a la que se lo hacía, aparte de follarla a ella por las noches durante el día en mi trabajo me he matado a pajas pensando en ti”

Yo le digo:

“Mira Matías, Javier me ha hecho tomar hoy ya por lo menos entre tres y cuatro pastillas, por eso estoy tan caliente y salida, no me gustaría tomar más, pues quiero entregarme a ti por gusto y ganas que tengo por ti no porque el afrodisiaco me obligue a ello. Quiero ser tuya por voluntad propia, y es más es que lo deseo y quiero entregarme a ti. Podemos descansar y si luego esta madrugada o mañana vemos que se nos bajan las ganas o queremos estar más excitado nos tomamos una más cada uno y a Javier le decimos que me has dado una cada tres horas, te parece mi amor”.

Él echándose a mi lado me comenzó a besar por todo mi cuerpo y fue pasando su lengua por toda la geografía de mi cuerpo, deteniéndose en mi encharcada panocha (como él me llama a mi coño), un ratito y al llegar a cada uno de mis pechos en mis aureolas y pezones para subir a mi boca y darme un beso con su lengua dentro y al acabar me dijo:

“Me parece bien, cariño, lo haremos como tú dices y si cualquiera de los dos vemos que necesitamos estar más calientes para contentar al otro nos la tomaremos. Yo por si acaso no puedo aguantar tú ritmo me tomará una viagra que tengo guardada desde hace un tiempo, pero te aseguro que hoy vas a quedar bien servida por mi parte al igual que se que por la tuya hacía mí pasara lo mismo y ahora mi amor vamos a descansar mientras se te achica y vuelve a su ser tu linda panocha”.

Yo aun estaba muy caliente, pero reconocía que debía de descansar y más como Lucero me había dejado mi castaña que si quería sentir y disfrutar de las pollas que me entraran a partir de ahora esta noche y madrugada debía dejarla un tiempo en reposo hasta que volviera a su ser. Ne abracé a Matías y muy pegado a él y con su polla rozándome mi coño nos quedamos dormidos.

Nos despertó el timbre del despertador, eran las tres de la madrugada, seguíamos como nos dormimos abrazados y pegados uno al otro pero con la diferencia de que Matías tenía su polla completamente tiesa y en pie de guerra. Separándose un poco de mí me dijo:

“Esperanza, quiero ver como tienes tu coño, si ya ha vuelto a su ser o necesitas más tiempo, pues yo estoy muy caliente y necesito follarte, pero no quiero hacerlo si tú almeja aun está abierta pues quiero que se estreche a su tamaño normal para poder disfrutar del contacto de mi nabo en el interior de tu conejo, por favor abre las piernas que pueda mirar”

Yo abrí mi s piernas como me dijo y aun la notaba un poco abierta, entonces él viéndola me dijo:

“Joder todavía no se ha cerrado, y con las ganas que tengo, ven, que te parece si en mientras nos acariciamos y nos vamos calentando y en cuanto se te cierre un poquito más ……”

Yo entonces le dije:

“No te enfades Matías, tú tienes muchas ganas de poseerme no puedes esperar. Vamos a ver ¿qué plan tienes para hacer conmigo? ¿O no has planeado nada?”“

El me contesta:

“En primer lugar y tal como me he despertado follarte hasta que me corra dentro de ti. También había pensado llevarte a una obra donde hay un gitano conocido mío de guarda y entregarte a él o follarte entre los dos y también me gustaría tener una sesión sadomasoquista contigo”

Entonces le dije:

“Lo de la sesión sadomasoquista, como sabía que lo deseabas tanto si tú no te atrevías a proponérmelo te tenía yo pensado pedírtelo para contentarte. Respecto a lo de entregarme a otros también sabía que lo tenias pensado, pero con un gitano…… Para dar tiempo a que se me cierre un poquito más podemos hacer una cosa o bien me vas preparando para la sesión de sadomasoquismo o nos vamos a ver a ese gitano y hacemos primero mi entrega a otros, aunque yo prefiero primero entregarme a ti.

Entonces él me dice:

“Gracias por tu ofrecimiento para la sesión de sadomasoquismo, pero tendremos que hacer antes lo de la entrega del gitano, pues tiene que ser esta noche que es cuando él está en la caseta de obra y antes de que lleguen los primeros obreros ya deberemos de haber terminado y marchado de allí. Te diré que he elegido al gitano por lo despreciable guarro y sucio que es, para que te sientas sucia y humillada, pues (perdona) me excita verte sometida y haciendo algo que no te gusta y te cuesta y que cedes porque yo te lo mando. Y por otro lado también me gustaría ser yo el que te jodiera antes que él”

Entonces yo le digo:

“Mira Matías, yo quiero estar otro día más perteneciéndote y entregada a ti, le diré a Javier que alarguéis el acuerdo veinticuatro horas más y que estos dos días te deje dedicarte exclusivamente a mí y te libere de tus obligaciones en la finca, ¿te parece? ¿Quieres que le llame y se lo proponga?. Estoy seguro que ellos dos están igual que nosotros despiertos y disfrutando de sus cuerpos y también les encantará estar otras veinticuatro horas más como si fueran marido y mujer. Si dice que sí dejaremos lo del gitano para la noche-madrugada de mañana (y para hacerlo si que me tendrás que dar afrodisiacos para que este bien caliente y no me importe hacerlo con él)”

El me contesta:

“¿Harías eso por mí? ¿De verdad deseas estar más tiempo conmigo, en vez de estar mañana ya con Javier?, si es así, llámale ahora mismo para pedírselo y ojala diga que sí.”

Yo le digo:

“Si querido, deseo que me abraces, me beses, me desees y me hagas tuya más tiempo. No quiero que por miedo a que pase el tiempo y vayas a perderlo lo hagas todo a la carrera y no podamos disfrutar como disfrutaríamos si tuviéramos esas otras veinticuatro horas. Espera voy a llamar a Javier”

Cogí el teléfono, y en efecto ellos dos también estaban despierto disfrutando de sus cuerpos, le hice la propuesta, y no me dio ni tiempo a terminar, diciéndome que a él también le apetecía seguir otras veinticuatro horas con Inés, pero que no se atrevía a proponérselo a Matías por miedo a como yo hubiera reaccionado. Entonces acordamos en ampliar el acuerdo otras veinticuatro horas y liberar a Matías en ese tiempo de sus obligaciones y que pasadas estas nos  juntaríamos los cuatro y prepararíamos una orgía, quizás con alguien más. Al colgar, se lo conté a Matías al que la noticia le hizo cambiar de cara, poniéndosele una cara de alegría como hacía tiempo no veía en una persona. Me cogió en un abrazo levantándome del suelo y dándome un gran beso.

Yo le dije entonces:

“Matías cuéntame como conociste a Inés, o como te casaste con ella”

Entonces él me dijo:

“Mira Esperanza, yo sé que a ti Javier te ha contado algo, pues cuando me mandasteis a buscar a Inés, yo escuche algo pero no pude captar todo lo que te contaba Javier. Pero no me importa ya que lo quieres saber te lo contaré. Yo por aquel entonces tenía 21 años, y como bien sabes no soy muy despierto, sino todo lo contrario pues tengo un 10 % de retraso mental. Inés tenía 17 años y estaba medio saliendo con un chico del pueblo y se dejaron de ver y estar juntos. Entonces ella comenzó arrimarse a mí y nos enamoramos (eso es lo que pensé yo) cuando llevábamos 15 días juntos se entrego a mí e hicimos el amor, a los 20 días después me dijo que no la había venido la regla y que creía que la había dejado embarazada. Entonces sus padres hablaron con los míos y nos casarón. Mi padre que trabajaba aquí con el abuelo del señorito hablo con el amo y me entraron a trabajar también en la finca y desde entonces no he dejado de trabajar aquí, habiéndome convertido ahora en el hombre de confianza de la familia. A los 8 meses se adelantó el parto y tuvimos a nuestro primer hijo. Luego llego a mis oídos, que Inés me la había jugado y que el hijo no era mío, sino del otro chaval, pero no se quiso hacer cargo de él y la dejo y abandonó, entonces ella me camelo, hizo lo posible porque en ese tiempo folláramos dos o tres veces y en cuanto calculó que le tocaba la regla me dijo que no le había venido y que la había quedado embarazada. Una vez que me enteré del engaño, la pregunté y pedí explicaciones y no quería dármelas entonces en un arrebato (cosa que después me dolió mucho) la pegue y la golpee hasta que me confesó toda la verdad. Me suplicó que no la abandonara y que reconociera a su hijo. Yo la dije que sí pero que a partir de ese día sería mi sumisa y esclava y haría todo lo que yo la ordenara, desde entonces empecé a coger gusto al sadomasoquismo. Ella acepto y hasta hoy, desde entonces el retrasado es el amo y la lista (por pasarse de ello) es la sierva, la sumisa, la esclava. Yo la quiero después hemos tenido dos hijos más y sé que ella también a su manera me quiere o al menos me soporta. En todos estos años de casado me ha dado y he hecho con su cuerpo todo lo que he querido, pero de verdad Esperanza, y no te creas que esto lo digo por alabarte, no he disfrutado ni he sido tan feliz como en estas cortas horas que llevo contigo. Desde que te vi el primer día, te desee y si el señorito no hubiera propuesto este trato hubiera hecho cualquier cosa para que antes de que te marcharas de nuevo a Madrid haber estado contigo, desde comprar tus servicios como una prostituta a caso de no poder hasta violarte.”

Yo entonces le dije:

“Gracias Matías por contármelo, se que te ha costado hacerlo y que no te gusta decirlo. Yo te voy a confesar algo. Mira yo estoy casada con un hombre al que amo con todas mis fuerzas, pero se cruzó Javier en mi camino y me he enamorado también de él. Javier sabe que nunca dejaré a mi marido, el quería tener un hijo conmigo y he consentido y estoy preñada de él, mi marido no lo sabe y cuando llegue a Madrid, le diré que estoy embarazada y pensará que es suyo, pues llevo cerca de dos meses desde que supe que estaba preñada haciéndolo con él sin poner ningún medio anticonceptivo para hacerle creer que es suyo, por tanto en esto me he parecido a Inés. Antes de todo esto al poco de conocernos Javier me pidió que me metiera a puta en casa de Marisa, dado que le pone muy caliente entregarme a otros hombres y ver cómo me follan unas veces delante de él y otras a sola, por tanto Matías no hubieras  cometido ninguna locura si me lo hubieras propuesto. Te voy a dar el número de mi teléfono privado y cada vez que quieras estar conmigo o vayas a Madrid y te apetezcas me llamas, lo haré contigo con sumo gusto y no te cobraré nada. Si quieres vengarte de tú mujer por lo que te ha hecho y por estar disfrutando ahora con Javier, si quieres la puedo colocar de puta en casa de Marisa, pues a parte de ser una de las chicas de la casa soy socia y amante de Marisa, solamente tienes que decírmelo.”

Entonces él me respondió:

“Gracias esperanza por ser tan sincera conmigo y poder haberme desahogado de mi secreto de cornudo. Te prometo que iré a verte a Madrid, pues aunque ya me has dicho que estas enamorada de tu marido y que nunca le dejarás y que también amas a Javier, yo seré a partir de ahora un enamorado tuyo que cada vez que se me presente la oportunidad de estar contigo la aprovecharé”

Entonces le dije:

“Bueno Matías, vamos a cambiar de tema no quiero que te pongas triste y para no perder más tiempo  porque no me vas preparando para hacer la sesión sadomasoquista, mientras mi vulva vuelve a su estado y así cuando me tengas preparada seguro que ya habrá vuelto a su ser y puedas follarme a tú gusto.”

Entonces denuda como estaba me dio la mano y bajamos al sótano allí me colocó cerca del pórtico con las argollas. Fue a por una soga de cáñamo de unos 16 mm de grosor y comenzó a atarla fuerte alrededor de mi pecho izquierdo, luego sin cortar la cuerda pasó hacer lo mismo en el derecho, luego paso el cabo de la cuerda entre la cuerda que había entre los dos pechos haciendo varios nudos, cortándome la circulación de la sangre por ellos y comenzaron a ponerse morados y a ponerse tiesos mis pezones e hinchadas las aureolas. Saco luego la cuerda sobrante hacía arriba y por encima de mis pechos. Luego me hizo poner las manos detrás de mi espalda y con la cuerda que le sobró de mis pechos pasándola por mis hombros lo llevo hasta donde tenía las manos, cogiendo la cuerda me ató mis dos manos dejándome tan maniatada como si tuviera unos grilletes  puestos. Después colocó un diferencial de cadena en una de las argollas del techo y con el gancho del diferencial cogió la cuerda que unía por mi espalda mis manos con mis pechos y comenzó a tirar de ella hasta que me levantó del suelo dejándome en el aire sin poder apoyarme en ningún lado, quedando mi boca a la altura de su sexo. Esto me estaba produciendo mucho daño, sobre todo en mis pechos, entonces le dije:

“Matías por favor bájame, me hace mucho daño en mis pechos”

El me contesta:

“No querida, no ahora vas a recibir tu castigo por puta y por infiel, por poner los cuernos a tu marido y dejarte preñar por tu amante y encima cargaqrle la criatura a tú marido”

Acercandose a mi cabeza, se quitó los pantalones y calzoncillos y cogiendo su polla que seguía manteniéndose tiesa , me cogió la cara y abriéndome con sus manos mi boca me introdujo en ella su verga, empujando hasta mi garganta, al ser tan gorda me llenaba toda mi boca, apenas podía respirar, entonces cogiéndome y apretándome mis pechos haciéndome un daño grandísimo me hizo chillar de dolor y entonces me dijo:

“Chúpamela putón verbenero, que eres una puta asquerosa, zorra, ramera, chupa, chupa, no querías polla pues toma chúpala hasta que me corra en esa boca de puta que tienes”

Él parecía fuera de sí , cada vez me empujaba más adentro su polla , apenas podía respirar, y el dolor de mis pechos cada vez era más grande. Pasados unos minuto pareció que se apiadaba de mí y cogiendo el diferenciar de cadena me dejo tirada en el suelo, entonces, me dijo :

“Ahora Ramera te voy a follar bien follada, pues tu panocha ya esta en su tamaño normal, aunque no te durará mucho tiempo, cuando yo te meta mi verga entera en tu coño”

Luego cogió otra cuerda, igual que la anterior y me la ató dándome varias vuelta al tobillo izquierdo, del tobillo izquierdo pasó la cuerda entre llas ataduras que tenía en las manos, para luego bajar hasta el otro tobillo (derecho) y atarle igual que el anterior, luego fue al armario del fondo de la habitación y cogió una barra de hierro que en su interior tenía otra que se podía sacar para adaptarla a la medida que se quisiera y en los extremos de la barra tenía unas chapas redondeadas y forradas por una almohadilla de tela en cada extremo. Se acercó donde me tenía y me dijo que abriera bien las piernas, y colocó la barra por encima de la atadura de ambos tobillos, luego pasó la cuerda por dos argollas que tenía la barra en los extremos y volvió a dar otras dos vuelta de cuerda a cada tobillo, después me hizo poner de rodilla y la cuerda sobrante la paso de nuevo por mis muñecas, tensándola y haciéndome caér de bruces al suelo, quedando prácticamente mis talones casí rozando con mi espalda. Después volvió a bajar el gancho del diferencial de cadena y de nuevo me volvió a corgar, diciéndome:

“Ahora querida, voy a volver a follarte y calmar estas ganas que tenía de poseerte “

Entonces se colocó detrás de mí y dirigió su polla hacía mi almeja abierta un poquito por la posición de las piernas y con sus manos me agarró mis pechos que seguían rodeados por las cuerdas y cada vez más morados, el apretó los pechos, haciéndome un daño grandísimo, yo no pude reprimir mi dolor y le grite:

“AAAAHYYYYYYY QUE DOLOOORRRR, Matías no seas bruto me matas de dolor, aaahyyyyyyyy”

Y comenzaron a salir lagrimas de mis ojos. Entonces él haciendo caso omiso de mis lamentos, apretó al máximo su pene contra mi vagina y haciendo fuerza en mis pechos comenzó a mecerme produciendo con ello un mete y saca de su gorda polla en mi coño. A medida que cogía ritmo y me follaba, yo comenzaba a notar como si mi dolor bajara y empecé a sentir un placer jamás sentido, mezcla de dolor y placer, entonces le comencé a gritar:

“Sigueee, sigue, bestia asquerosa párteme con tu polla en dos , aprietas mis pechos hasta que me los arranques, pero no pares cabrón me estas haciendo ver el cielo y el infierno a la vez, aaaaahhhhhhh, que gustoooooooo, aaaahhhhhhque doloooorrr me mataaaaaas, me vas hacer correeeerrrr rapidooooo, y no quierooooooo, quieroooo disfrutar másssss , pero me viene el orgasmooooooo, me corroooooo, me corroooooo, Matíaaaaaassss , me muerooooooo, me muerooooooooo, me mataaaasss me corrooooooooooooo….”

Me vino un tremendo orgasmo, no sé si del  dolor o de lo fuerte que fue mi orgasmo perdí el sentido. Cuando desperté ya me había descolgado y quitado las ataduras de los pechos, pero permanecía atada de las muñecas  a la anilla central del pórtico y abierta de piernas atada por los tobillos y en puntilla a unas argollas que tenía en la parte de abajo el pórtico a cada lado de él. Matías se acerco y comenzó a darme masajes en mis pechos con el fin de que se restableciera en ellos el flujo sanguíneo, a la vez que los manoseaba de vez en cuando les daba unas fuertes bofetadas en mis aureolas y pezones. Luego cogiendo un gran consolador , más gordo que su propia polla, se pudo detrás de mi culo y ayudándose con sus manos me unto toda la entrada de mi ano de un gel que también dio a lo largo del consolador y después me le fue introduciendo poco a poco por mi ano, era lo más gordo que me habían metido en mi vida, me sentía llena todo mi recto, cuando no pudo entrar más (me llegaba muy adentro de mi ano) paro y entonces cogiendo un vibrador eléctrico comenzó a masturbar mi clítoris y con la mano libre me entraba y sacaba el consolador del culo. Me estaba haciendo vibrar de placer, de nuevo me tenía a cien , volviendo a iniciarse otra cadena de orgasmos y comenzando a derramar flujos que manaban de mi concha como si me estuviera meando. El viendo esto, dejo el vibrador y pegando su boca a mi coño me metió una lamida y comida de coño que de nuevo me hizo irme en su boca, tragándose todos mis flujos y corrida.

Cuando termino de comerme el coño y tragarse mi néctar, me dejó descansar un rato y tras desatarme me tuvo que sujetar porque me caía al suelo. Después apoyada en él me subió al cuarto de matrimonio y me tumbo en la cama para que descansara un rato y recuperara fuerzas, eran las cinco de la mañana. El se tumbo a mi lado y no dejo de acariciarme hasta que me quede dormida, desperté a eso de las 11 de la mañana los dos desnudos y abrazados, el permanecía dormido, entonces con cuidado para no despertarle, me levanté y me fui a la cocina, donde preparé el desayuno, para cuando se despertara. Miré en la cocina y vi una nota de Javier que decía: Esperanza en un tarro con infusiones tienes las tuyas del tratamiento de aumento de pechos, aunque no puedas seguir hoy los masajes con la crema, si tomate la infusión, te quiero, siempre tuyo Javier. Cogí la infusión y la preparé tomándomela a los 20 minutos. Mientras esperaba a que Matías se despertar me miré mis pechos, tenían alguna señal de las ataduras y trato a los que me los había sometido Matías y sentía algo de molestias en ellos y los pezones los tenía muy sensibles.

A las 11,45 se despertó Matías, al verme , se le ilumino la cara, se me acercó y dándome un beso me dijo:

“Perdona por el daño y el dolor que te haya podido causar ayer en la sesión sadomasoquista, procuré hacerla suave al ser la primera. Los pechos los debes de tener doloridos y con alguna marca, espera que voy a por una pomada que tengo para estos casos, una vez que te la de veras como a la hora u hora y media ya se te han pasado todos los dolores que tienes ahora.”

Fue a por ella me la extendió con mucho cuidado y mimo sobre mis gordos pechos y me dijo:

“Ahora no te pongas nada encima hasta dentro por lo menos de media hora, para que sea absorbido toda la pomada por el cuerpo”

Así lo hice y mientras esto ocurría le pude el desayuno.

Bueno me estoy alargando, en la próxima entrega os contare como siguieron estas horas en las que estuve entregada y cedida por Javier a Matías haciendo todo lo que él quiso con mi cuerpo.

Espero vuestros comentarios en mi correo j.trujicornu@hotmail.com