Mi historia
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Me encontraba sentada en la banca de un parque, pensando, llorando hace 22 meses que no lloraba, pero desde hace unos días que sentía la necesidad de hacerlo, la necesidad de sacar el dolor de mi alma, descargar mis emociones, esas emociones que había recluido en el más recóndito lugar de mi ser.
Después de casi 2 años iba a regresar a mi provincia, sabía que estando nuevamente en casa todo lo que tiempo atrás viví de alguna forma iba a regresar, lo bueno, lo malo, todo… Y eso me agobiaba, aun hoy hay muchas cosas que no supero. Cosas que todavía duelen y mucho. Heridas que aunque pasen los días, los meses y hasta años todavía no logran sanar. Son de esas que para bien o para mal cambian a quien las tiene, de esas que siempre se encuentran presentes.
Este día no solo me aquejaba un dolor emocional sino también físico. Hace un par de días, salí a pasear en bicicleta con mi hija, mi sobrina y mis amigos, ellos se cansaron y decidieron quedarse en una heladería cercana mientras que yo preferí seguir paseando, despejarme un poco más, mientras estaba en eso de la nada se me cruzo una chica con su perro y bueno para que describir el golpe que me di para evitar chocar contra ellos, así que realmente mi cuerpo esta dolorido pero no tanto como mi alma… Así estaba, absorta en mis pensamientos, secando mis lagrimas cuando veo que alguien extiende su mano ofreciéndome un descartable, alzo mi vista y…
-Yo:-tomando el descartable- Vos? Ja justo vos?
-Desconocida: Justo yo, lamento ser yo ja, lamento lo de golpe en serio fue un accidente nunca hubiese querido lastimarte a propósito-si señores es la niñita que me hizo caer días atrás- espero poder mejorar la primera impresión que tuviste de mí. Julieta, un gusto-extendiendo nuevamente su mano-Puedo acompañarte?
-Yo: Entiendo, fue un accidente pero podrías haber estado más atenta y evitarme el golpe. Romina-estrecho su mano-, en esta ocasión fue menos dolorosa la presentación, así que la mejoraste. Y porque quisieras hacerlo?
-Julieta: Estas llorando y no es la primera vez que te veo aquí y de esta forma, que hay detrás de tus lagrimas?
-Yo: Acaso me estuviste siguiendo? Ufff es una historia larga muy larga, quizás no tengas el tiempo para escucharme.
-Julieta: No, no te sigo, soy visitante frecuente del parque y suelo sentarme en el banco que se encuentra justo aquí al frente de este cruzando el lago. Desde antes del golpe te he visto aquí y hasta hoy me atrevo a hablarte. Por el tiempo no te hagas drama, dispongo de mucho puedo escucharte, quizás necesites hablar con alguien
-Yo: Que te hace pensar que hablaría con vos? No te conozco
-Julieta: Justamente por eso, soy una desconocida que quiere saber tu historia, solo me voy a dedicar a escucharte a diferencia de alguien que si te conoce, ya que por que te conoce se sentiría con el derecho a opinar en tu vida, yo no sé nada, por eso no juzgaría nada ni a nadie, si me permitís solo quiero escucharte
-Yo: Puede que tengas razón, pero es un tema difícil, nunca lo he hablado con nadie. A pesar de que no sé nada de vos y que no te conocí en las mejores circunstancias hay algo en vos que me hace sentir confianza. En serio queres saber?-quizas era una locura contarle mis cosas a una desconocida, pero necesitaba hablarlo con alguien, si tengo amigos podría hacerlo con ellos pero yo necesitaba hablarlo con alguien que no estuviese implicado, que no supiera nada de nada.-
-Julieta: Quizás ya valla siendo hora de hacerlo, claro si me permitís, quisiera saber quien sos hoy? quien fuiste ayer? a que te dedicas? como llegaste acá? porque no sos de esta provincia no?
-Yo: No, soy de Jujuy una provincia que se encuentra al norte del país. A unos 800Km…
-Julieta: Si, se donde queda. Tengo familiares que viven ahí. Entonces me vas a contar?
-Yo: De acuerdo, esta es MI HISTORIA………….
Me llamo Romina tengo 20 años soy estudiante, me encuentro cursando el 2 año en la Licenciatura en Psicología.
Tengo 3 hermanos menores de 18, 15 y 11 años a los cuales amo y una hija de 4 años y medio que es mi vida, la amo, la adoro lo es todo para mi, por ellos doy hasta m vida. Con mis hermanos tengo una excelente relación, aunque hace tiempo que no los veo pero mantenemos el contacto.
Con mis padres solía tener un trato muy bueno, de mucha confianza, para mi eran los mejores. Siempre fui la típica nena de papi la nena a la que nadie le decía que no, la que lo tenía todo, claro menos el tiempo de sus padres, pero nunca fui mala ni creída ni nada que se le pareciera era muy cariñosa, era de esas niñas que siempre tenía una razón para sonreír, la de excelentes notas, la que hacia chistes y molestaba, de buena forma, a todos. Muchos decían que tenía la capacidad de verle lo bueno a todo, aunque estuviese en el peor de los momentos siempre tenía algo que rescatar.
Quisiera decir que sigo siendo esa niña pero no, lamentablemente ya no quedan rastros de lo que alguna vez fui. Los cambios en mí y hacia la relación con mis padres comenzaron cuando tenía 12 años, cuando falleció mi abuela paterna. Ella decidió hacerme su heredera, me lo dejo todo. Casas, pisos, acciones en las empresas de la familia, los lavaderos de coches, sus cuentas bancarias, etc.
Cuando esto paso nadie se quejo, al contrario de lo que yo pensé todos lo tomaron bien, ya que mis tíos y papa habían hecho sus inversiones y cada uno tenía sus negocios, entonces acataron los deseos de su madre.
Pero con papa todo cambio cuando, le pedí a mi abuelo que fuese mi apoderado y asesor. Papa pensó que de alguna forma todo quedaría en sus manos y al ver que no fue así cambio mucho su trato hacia mí, pero no fue nada comparado con lo que vendría después.
Un par de meses después mis padres atravesaban una crisis en su matrimonio, una crisis en la que fui la única que salió lastimada, porque de hecho ellos siguen juntos como si nada hubiese pasado. El sospechaba que mama tenía un amante, pensó que por la cercanía y confianza que nosotras teníamos yo debía estar al tanto de todo, ni siquiera me escuchaba solo descargaba su ira en mí, me golpeo varias veces hasta cansarse y mama? Ella estaba ahí cuando todo sucedía y no hizo nada por ayudarme, se limito solo a ver lo que estaba pasando… Recuerdo la última vez que me golpeo que los golpes no paraban, deje de intentar defenderme no quise saber más de mí y así fue… Cuando desperté como siempre no había nadie en casa, me dolía todo, era un dolor inexplicable como pude me levante tome mi mochila guarde algunas cosas, camisetas algo de abrigo, unos jugos, algo de comer saque mi moto y me fui de casa no lleve teléfono ni nada en donde podrían localizarme quería estar sola, estaba muy lastimada y no solo físicamente…
Me dirigí a mi lugar favorito, un lugar que me transmitía paz, eso era lo que necesitaba, un mirador que se encuentra en un cerro desde el cual se puede apreciar toda mi ciudad, una ciudad pequeña pero muy linda, cuando llegue me senté a apreciar la vista, a pensar en lo que había pasado, me sentía muy triste, ellos debían cuidarme y me habían dañado mucho. Me fue imposible contener las lagrimas, llore hasta cansarme y ahí mismo me dormí…
No sé cuánto tiempo paso hasta que me fui despertando, sentía que alguien se sentí junto a mí y acariciaba mi cabello, mire hacia atrás e intentaba reconocer a la persona que se encontraba ahí pero mis ojos me dolían, estaban hinchados y ya había empezado a oscurecer estuve un rato concentrando mis ojos hasta que la reconocí y claro quién mas iba a ser…
Como siempre ahi estaba ELLA……..
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-Julieta: Lo siento dije que tenía tiempo pero ya es tarde y debo regresar a casa sino mama se va a preocupar.
-Yo: Claro entiendo-veo la hora- Es bastante tarde, tengo el auto acá cerca vamos te llevo. Y no digas que no, ni me salgas conque es mucha molestia ni nada. En serio me quedaría más tranquila si te dejo en tu casa.
-Julieta: Ok no voy a protestar. Vamos – Buscamos mi coche y la fui a dejar a su casa. Vivía a unas 6 manzanas de mi casa así que me ubique muy bien. En el camino me conto de ella tiene 16 años, se encuentra cursando el 4to año del secundario. Nació en aquí Córdoba pero su padre era de Jujuy. El lamentablemente murió hace unos meses. No eran muy unidos y dice que lleva muy bien el tema de la perdida. Parece una chica tranquila, es muy amable. En cuestión de 15 minutos estuvimos en la puerta de su casa-
-Yo: Bueno, llegamos. Muchas gracias por escucharme. Necesitaba hablar con alguien, te lo agradezco en serio.
-Julieta: No hay nada que agradecer. Mañana también vas a estar en el parque o ahora que me conociste ya no te vas a aparecer por ahí?
-Yo: Jaja no voy a huir de vos, si es lo que pensas. Mañana también voy a estar ahí.
-Julieta: Ok más vale, porque tenes una historia que contarme y quiero saber cómo sigue todo. Bueno agracias por traerme. Que tengas buena noche.
-Yo: De nada. Igualmente que tengas buena noche.
Bajo del auto, espere que entrara y me marche a casa. Increiblemente me encontraba un poquito mas aliviada.