Mi hijo ocupa el lugar de mi esposo

Ya no existen remordimientos, solo es placer de ser amante de mi propio hijo.

Mi hijo ocupa el lugar de mi esposo

Ya no soy la misma de antes, ahora no me importa tanto estar con alguien, solo con mi hijo Brandon, algo me pasa que es mi deseo estar a cada rato en sus brazos intimando en nuestra casa. Nadie sospecha nada de lo nuestro, si mi esposo me ve en sus brazos, ha de pensar que es abrazo maternal, si me sorprende en ropa interior o desnuda con mi hijo a un lado, con toda naturalidad sigo como si nada, pues él mismo me dijo que mi hijo no me vería nunca como mujer, y que le era natural que yo me vistiera o me arreglara en presencia de mi hijo mayor.

Qué equivocado esta, Brandon me ve como mujer desde hace un buen tiempo, y ahora yo lo veo como un hombre, y le enseño a ser el mejor de los amantes.

Después de haber estado en la casa de campo, parece ser que vuelve la normalidad a casa, mi esposo de nuevo a concentrarse en el trabajo y me deja sola, la diferencia ahora es que su propio hijo ocupa su lugar.

El viernes cuatro de agosto, mi esposo me da la "mala" noticia de que tendrá que irse a Sinaloa, a una cuestión de trabajo que Oscar su cuñado quien acaba de fallecer, dejó pendiente, y durará casi dos meses, aunque casualmente vendrá, pero si lo hace sería de prisa, muy dentro de mí me alegré de su ausencia.

Sábado cinco de agosto, organizó como una despedida para sus amigos y empleados en la casa, ahí estaba Miguel sin su esposa, casi no le hacía caso, deseaba que terminara todo y ya se fuera mi marido de viaje. Mientras atendíamos a los invitados, mi marido se acercó y me agarró las nalgas delante de varias personas presentes, como fanfarroneándose de macho, yo me sonreí solamente, se acercó y me dijo que me preparara para esa noche, ya que no lo haríamos hasta quién sabe cuando, y me molestó que mientras seguían sus manos en mis nalgas, dijera en voz alta para que los demás escucharan que esa noche iba a "comer más carne", se refería a que iba a tener sexo conmigo, rieron y no me quedó otra que hacerme la apenada.

Apenas tuvo oportunidad, Miguel se acercó para invitarme a cogerme otra vez, pero lo ignoré olímpicamente y sin decir adiós se fue de la reunión.

La fiesta terminó temprano, mi hijo esperaba que mi esposo estuviera ebrio para estar conmigo, pero le advertí los planes de su padre. Mis hijos se fueron a dormir, yo me di un buen baño y me puse sexy para mi marido, esa noche tendría que ser especial ya que desde hacía buen rato no me cogía como se debe. Sé lo que le gusta, me puse una especie de corpiño rojo con bordes negros, el escote muy pronunciado, la tanga que hace juego con lo demás, es también roja con encaje negro en los bordes, apenas cubre mi pubis, y por detrás hilo dental, parecía que no traía nada, por la parte superior de mis nalgas aparecía el hilo negro como si mi trasero se lo tragara, le di el toque especial con medias negras sostenidas por los broches del corpiño, como si fuera liguero, zapatos negros altos. Ya con la lencería puesta, me senté en el peinador para arreglar mi pelo, maquillarme un poco, tenía las piernas cruzadas cuando aparece mi hijo, estaba escondido en mi recámara, traía su pene de fuera y a punto de explotar, me abrazó como loco, le suplicaba que se fuera que su padre entraría en cualquier momento, estaba de necio cuando tocan la puerta de mi alcoba y dejó de insistir, se metió debajo de la cama. Cuando abrí mi habitación, mi marido se me echa encima, de inmediato me voltea y restrega su verga en mis nalgas sin quitarse la ropa, como si me cogiera, le pedí que se bañara, y molesto se dirigió a la regadera. Mientras se escuchaba el agua cayendo, trataba de convencer a mi hijo que se fuera, me abrazaba y estrujaba las nalgas, mi esposo no duró casi nada, cuando cesó el ruido del agua, de nuevo mi hijo se ocultó debajo de la cama.

Me acosté en la cama boca abajo, apenas mi esposo me ve y a gatas se acerca a mí, para hacer a un lado el hilo dental de la tanga, besa y juega con mis nalgas y mi culo, él sabe que me gusta, y pongo una almohada en mi boca para no gritar de placer. Me puso empinada para seguir lengüeteando mi ano y poner sus dedos en mi vagina chorreante de jugos, sus dedos índice y medio, logran entrar a mi vagina a pesar de su grosor, con la otra mano embarra de mis jugos mi ano e intenta meter su dedo pulgar ahí, la locura empieza a llegar a mi cabeza, se para a la orilla de la cama y en forma perpendicular continúa haciéndome eso mientras mis nalgas hacen círculos con sus dedos dentro de mí. Por un momento olvidé que mi hijo estaba debajo de la cama escuchando lo que hacíamos, cuando lo recordé más enloquecí de placer, saber que mi niño estaba escuchando a su madre coger, me volvía loca, y me propuse coger como la mejor de las putas.

Yo misma describía en voz clara como me tenía para que Brandon si no podía ver, se diera una idea de porqué los gritos y gemidos de placer.

--¡ASÍ PAPI, ASÍ, ME GUSTA QUE ME TENGAS EMPINADA CON TUS DEDOS EN MI RAJA Y MI CULOOOOOO, AAAAAHH, AAAHHH!.—Mi esposo seguía dándome dedos y acercó su verga en mi boca, de inmediato tragué y mamé verga mientras mis nalgas alegres estaban con los dedos intrusos.

--¡SI AMOR QUE RICA VERGA PAPI, SIGUE METIÉNDOME LOS DEDOS MIENTRAS MAMO TU VERGA AMOR!.— Seguía describiéndole la escena.

Mi esposo solo gemía como toro, sus huevos pegaban en mi mentón y su palo en mi garganta ahogándome. Sentí de repente una nalgada, mi trasero ardió con el golpe, grité de dolor, pero mi esposo siguió, sus dedos no dejaban en paz mi clítoris ni mi culo, sabe exactamente la ubicación de mi punto g, y continuó frotando con fuerza, el dedo gordo en mi culo estaba haciendo bien su trabajo, ya no pude más y dejé de mamar para gritar con todas las fuerzas, y anunciar mi venida;

--¡YAAAA, YAAAAA, ME VENGOOOOO, AAAHHH, YAAAAA, QUE RICO AMOR, AHHH, ME VENGOOOOO!.— Aún no terminaba de venirme cuando mi esposo me pone empinada en la orilla de la cama, mis gemidos seguían cuando su verga entró en mi raja abriéndose camino con fuerza. Anteriormente le había dicho que me gustaba que me cogiera mientras me estoy viniendo pero con fuerza, y lo hizo, me sostenía de las caderas, estiraba las ligas y acariciaba mis piernas envueltas en esas medias de seda negras con una hilera de brillantes desde el talón hasta el muslo.

De un tiempo para acá, no tengo que decirle a mi esposo lo que me gusta, él lo sabe, entonces mientras me cogía a sí, estiró mi pelo hacia él, parecía que me cabalgaba;

--¡UYY, QUE RICA ESTAS MARLEN, SE NOTA QUE DESEABAS COGER!.—

--¡SI PAPI, YA LO DESEABA ARDÍA EN GANAS AMOR!.—

--¿NO BUSCASTE A NADIE MAMITA, NADIE TE HA COGIDO?.—

--¡NO, NADIE, SOLO TU, TE DIJE QUE SOLO IBAS A SER TU!.—

--¿Y NO EXTRAÑAS CUANDO OTROS TE COGÍAN?.—

--¿QUIERES QUE LOS EXTRAÑE?, ¿QUIERES QUE COJA CON OTRO?.—

--¡NO PUTITA, CON NADIE, PERO SABES QUE ME CALIENTA QUE ME CUENTES COMO TE COGÍAN OTROS!.—

--¡COGÍAN RICO HASTA POR EL CULO, ERA LO QUE MÁS LES GUSTABA!.—

--¡SI, TE LO CREO, SÉ QUE A MUCHOS LES ENCANTAN ESTAS NALGAS!.—

--¿QUIERES QUE OTRO LAS USE PAPI?, ¿QUE ME COJA OTRO?.—

--¡TE DIJE QUE NO, ESO YA PASÓ, SOLO CUENTAME LO QUE TE HACÍAN!.— No sé porque le excita que le cuente mis encuentros con otros.

--¡MMMM, MI AMOR NI TE IMAGINAS LO QUE ME HACÍAN!.—

--¿LLEGASTE A ESTAR CON DOS AL MISMO TIEMPO?.—

--¡UYY PAPI, HASTA SEIS O SIETE HICIERON DE TODO CONMIGO!.—

--¿TE COGIERON POR EL CULO?.—

--¡MUCHAS VECES, MUCHAS!.—

--¿QUIÉN TE COGIÓ PRIMERO POR EL CULO?.—Eso sí, no se lo dije, porque el primer hombre que me cogió por el culo fue precisamente el esposo de su hermana. O sea Oscar, mi concuño, (Q.E.P.D.).

--¡YA NI ME ACUERDO, CREO QUE IVAN!.—(que mentira).

--¡SI, ME ACUERDO CUANDO LOS VI!.—

--¿TE DIERON CELOS MI AMOR?.—

--¡NO, ME MOLESTÓ QUE NO ERA LA PRIMERA VEZ COMO ME HICISTE CREER, POR ESO REACCIONÉ ASÍ!.— No quise abordar ese tema.

--¡SI, QUE RICO ME COGÍA IVAN, SABES EL TAMAÑO QUE LA TENÍA!.—

--¡ESE CABRON SI QUE ERA VERGUDO, LASTIMA!.—

--¿QUIÉN TE GUSTARÍA QUE TE COGIERA?.—

--¿QUIERES QUE TE DIGA?, ¿NO TE MOLESTARÍA?.—

--¡NO, AL CABO NO LO HARÁS!, ¿O SÍ?.—

--¡NO PAPI, CLARO QUE NO, ESO LO ACORDAMOS YA, SOLO TU!, PERO NO ME CALIENTES LA CABEZA NI ME DES IDEAS AMOR, NO ME PIDAS QUE TE DIGA QUIEN ME GUSTARÍA ME ESTAS DANDO TENTACIÓN!.—

--¿QUIÉN, DIME QUIÉN QUIERES QUE TE COJA PUTA?, ¡PORQUE ESO ERES UNA PUTA DESEOSA DE VERGA!.—Sus palabras estimularon mis sentidos, y sin dejar de mover mis nalgas hacia él para sentir lo duro de su verga en mi culo, un orgasmo intenso salió de mi vientre, lo apresuró una fuerte nalgada que enrojeció mi trasero, y exploté como loca, quise decir el nombre de mi hijo, pero difícilmente pude contenerme y no dije nada, solo me dejé llevar, puse mi cabeza en la almohada para ahogar mi escándalo, mi esposo sabiendo el placer que me causa sentir toda la verga adentro, puso sus pies en la orilla de la cama, estaba casi parado detrás de mí, se sostuvo de mis caderas y con fuerza bombeó mi recto hasta el fondo, otro orgasmo llenaba mis entrañas y presioné con mi ano ese palo, el verdadero dueño de mi culo, sí el verdadero dueño, pues es mi esposo ante la ley.

Ya no podía, me extrañaba que mi esposo no se hubiera venido, otras ocasiones menos de eso bastaba para hacerlo correrse.

Se recostó y sin sacar su verga de mi ano, me sentó sobre él, levantaba mis caderas como si nada y me ensartaba en su palo, luego yo me acomodé y dándole la espalda empecé a girar mis caderas, mientras mis tetas rebotaban, luego me puso de lado, mis nalgas no podían apretar un poco al menos ese palo grueso de mi esposo, creo que es de tanta verga que me trago por ahí.

Sacó su verga y con sus dedos abrió mis labios vaginales, acomodó su palo y sin compasión arremetió como loco, parecía adolescente en su primera cogida, de verdad que mi marido nunca había durado tanto cogiéndome, pasó una de mis piernas sobre su cabeza, las puso en sus hombros y una furia desconocida se apoderó de él, creí que se vaciaría en mí, pero increíblemente resistió y me embestía brutalmente.

Pensaba que la cama se caería, y me preocupaba que cayéramos sobre mi hijo, en esa posición estábamos frente a frente, sus ojos llenos de lujuria se clavaban en los míos, luego en mis tetas, si hubiera encendido por completo la luz, se hubiera dado cuenta de los chupetones que me habían hecho Brandon, y después su amigo Miguel, confiaba en la oscuridad y no me preocupaba que sucediera eso.

Yo ya no podía, le supliqué que se viniera;

--¿DÓNDE QUIERES QUE ME VENGA MARLEN?.—

--¡DÓNDE QUIERAS PAPI, DONDE TÚ LO DESEÉS!.—

--¿EN TO BOCA, O EN TU PANOCHA?.—

--¡YA TE DIJE AMOR, TU DECIDE, DONDE TE DÉ MÁS PLACER!.—

--¡MAMI, SE ME ANTOJA QUE TE TRAGUES MI LECHE!.—

--¡ENTONCES HAZLO AMOR, VENTE EN MI BOCA, QUIERO LECHE!.—

--¡PERO TAMBIEN QUIERO VENIRME EN TU CULO!.—Sin perder tiempo, saqué su palo de mi raja y levanté más mis nalgas, la metió fácilmente y suspiré al sentirla, moví mi trasero ensartado de verga, luego él se recostó encima de mí con mis piernas en sus hombros doblándome totalmente, aumentó su velocidad y...

--¡AHHH, AAAHHHH, ME VENGO AMOR, ME VENGOOOOPUTITA MÍA!.—

Me decía mientras sus manos apretaban mi trasero.

--¡PAPI, DIJISTE QUE TE VENDRÍAS EN MI BOCAAAA!.—Yo lo deseaba, tenía sed de semen, y es que como saben ustedes, es mi bebida favorita, pero ni modo, ya no pudo contenerse. Sentía su respirar cansado y su sudor en mi cuerpo, parecía que su cuello se reventaba del esfuerzo por darme su semen, mi esposo me había cogido como nunca. Yo ya no me vine, pero había quedado satisfecha y contenta con el hombre que me había cogido, mi esposo.

Se quedó sobre mí, su verga seguía en mi culo, su respirar se normalizaba en mis tetas, mientras yo acariciaba su pelo, y sus "llantitas", pues es gordito. Se puso a un lado, me volteé para que su pene tocara mi trasero, mientras acariciaba mis caderas y piernas, se quedó profundamente dormido.

Luego de un rato, mi hijo salió de la cama, pero sin levantarse. Acostado como estaba nos mirábamos. Me cercioré de que mi marido estuviera bien dormido y para comprobarlo, lo moví bruscamente, luego tapé su rostro con una sábana, y le dije a Brandon que se fuera, tranquilamente se levantó, vi que traía su verga parada y fuera de su pantalón, se puso delante de mí, me tomó de la nuca y dijo;

--¡TE QUEDASTE CON GANAS DE LECHE MAMÁ, TOMA LA MÍA!.—Imaginé que se había torturado mientras su padre me cogía, abrí mi boca y mamé gustosa su pene que brillaba de líquido, aspiré el olor de sus huevos y los mordía suave, empezó a cogerme por la boca y de inmediato explotó cayendo su esperma en mi garganta, casi me ahogo, pero me contuve, tosí con temor, lo curioso era que a mi hijo parecía no importarle que su padre despertara. Dejó su verga a la mitad de mi boca y siguió expulsando su leche, leche que yo gustosa tragaba, hasta que la última gota llegó, tomé su verga y la besé agradecida, me levanté y lo tomé de la mano para encaminarlo a la salida de mi habitación, al llegar a la puerta me abrazó y me besó en la boca apasionadamente, como si fuéramos novios, como enamorados. Me dio miedo estar así, y salí de la habitación, cerré la puerta y de ahí seguimos besándonos, admiraba mi atuendo sexy mientras me fajaba de locura, de nuevo me atrae a él y me besa apasionadamente mientras sus dedos buscan mi vagina, flexiono un poco mi rodilla y permito que juegue con mis partes femeninas, hasta que sus juveniles dedos me hacen explotar otra vez, cierro mis ojos para gozar el momento, sostengo con mi mano la mano suya causante de mi delirio, mientras sus labios se posan en mis senos blancos y su otra mano sosteniendo mis nalgas. Me di cuenta que ya nada importaba, ya era otra y mi hijo igual, los remordimientos habían quedado atrás, mi hijo cumplía con el papel de amante, y aunque no es el gran amante, el hecho de ser quién es, humedece mi entrepierna. Ya me encargaré de convertirlo en el mejor amante, aunque un día se vaya de mí, para volar con quien tenga que ser su esposa, pero mientras él quiera, seguiré siendo suya.

Lunes siete de agosto, mi esposo se fue por la mañana a su oficina y de ahí a Sinaloa, de despedida me pidió que se la mamara, según él para cumplirme ya que aquella noche, no lo hizo, sé que solo quería desahogarse, como buena esposa, lo desleché, ansiosa de su ausencia para estar con mi hijo. Mi hija y el bebé están con su abuela, Brandon decide estar conmigo y le explica a la abuela que tiene trabajo que hacer en su casa, mi suegrita ni se imagina que su nieto trabaja a su mamá con unas ricas cogidas.

Son las cuatro treinta de la tarde, llegará en cualquier momento, le pedí a la sirvienta que no viniera mañana martes, prometiéndole no descontarlo de su sueldo, gustosa acepta. Un rato más me iré a la cama, traigo la misma lencería que usé el sábado con mi marido, mi hijo me lo pidió así, y yo como buena madre, le daré gusto, nos perderemos en la lujuria, lo que quede del lunes, hasta el martes por la tarde.

Cumpliremos al pie de la letra lo que un día mi esposo dijo estando ebrio; Habló con Brandon y le comentó que en ausencia de su padre, él era el hombre de la casa, y así es, tal y como lo sugirió, mi hijo solo cumple con lo que le encargaron, ocupar el lugar de su papá, la única diferencia es que su hijo me coge a cada rato haciéndome la mamá más feliz.