Mi hijo me saca la mierda y los pedos con su verga
Tener un hijo tan sucio y pervertido es lo mejor que me pudo pasar. Alguien que tenga ese fetiche de gusto por el excremento y los pedos sin duda me vuelve loca.
Muchas veces me pregunto porque soy como soy. Me pregunto que tipo de mujer soy. A veces me gustaría saber si las mujeres como yo tenemos un propósito en esto. No lo sé. Lo único que sé, es que cada oportunidad que me doy para experimentar con mi cuerpo me han parecido excitantes y no tener un limite. Cada fetiche que eh experimentado me transporta a otro mundo en el que no vivo de procuraciones y simplemente me dejo llevar. Mi nombre es Isabel y hoy quiero platicar sobre un pequeño y gran incidente que tuve durante una cogida con mi hijo.
Todo sucedió este lunes. No será un relato largo así que resumiré un poco. Como dije me llamo Isabel, y soy madre de dos increíbles muchachos. Carolina y Jorge. Amo y adoro a estos muchachos como nunca, por ser mis hijos y por cada experiencia que eh vivido a su lado.
En fin, este sábado, mi día comenzó casi como siempre. Y digo casi porque me di un descanso de no ir a correr y hacerme mi desayuno tranquilamente. Al estar en la cocina, me preparé dos huevos revueltos, un sándwich de queso, jamón y tomate. Y de beber un vaso de leche y un jugo de naranja. Al tener todo listo, me senté y desayuné. Mientras daba los primeros bocados, mi culo soltó un potente gas que hizo cimbrar la silla. Al estar sola ya que mis hijos habían salido, no sentía vergüenza, al contrario me resultó gracioso y excitante.
- dios santo, me dije a mi misma tapándome la boca.
El comedor estaba oliendo demasiado mal. El olor de mi pedo era tan potente que de no estar acostumbrada a ellos, me causaría vomito. Con el comedor apestando al interior de mi culo, continue comiendo. Al terminar mi huevo, seguí con mi sándwich. Le di dos mordiscos. Tragué y seguí. Minutos más y casi acabando, mi estómago comenzó a causarme molestias. Ligeramente inflamado. No sabía porque. La última vez que me había sucedido lo mismo fue porque había tomando mucha leche. No tengo problemas con productos que son lácteos pero se que si consumo mucho, suele inflamarse mi estómago. Al no ver ningún problema, acabé con mi pan. Tomé el vaso de jugo y di un sorbo. Al solo quedarme eso para terminar, recogí y fui a la cocina para lavar. Mientras lavaba, un dolor en mi estómago apareció y para mi suerte no dudaba en que era otro gas. Mi curiosidad por saber que tan fuerte sería, me hizo agarrar el vaso y empinarme todo el jugo para llevar la boca del vaso justo a mi trasero. Esperé unos segundos y al sentir que estaba por salir, pujé. Blurrrppp! Tener el ano apretado hizo que mi pedo sonara y retumbara dentro del vaso. Lo aparté de mi culo y lo llevé justo a mi nariz. Dios, el olor no era a lo que imaginaba, sino a lo más normal del aroma de un gas. Y lo digo porque por lo general mis gases apestan a excremento. En fin. Reí. Lavé el vaso, siguiendo con el sartén y los cubiertos. De la nada escuché la puerta principal abrirse.
- llegué!!, gritaba Jorge.
- Estoy acá!!, lo llamé.
La relación que mantengo con mi hijo es fenomenal. Tanto como madre e hijo como mi propio amante. Y amante porque estoy casada, pero las salidas de mi esposo hacen que esto sea como ah sido. Para los que son nuevos, pueden visitar mis relatos y conocer más sobre mi vida sexual. Esto no es ninguna continuación simplemente es otro momento más como muchos otros.
Al llegar a la cocina, me saludó cariñosamente.
- hola, hermosa.
Me tomó de la cintura con ambas manos y me dio un beso en el cachete.
- hola, fuiste rápido, contesté.
- Si, no hice gran cosa, dijo apartándose y dirigiéndose al refrigerador.
- ¿Desayunaste aquí o te compraste algo?
No contestaba, miré hacia el refrigerador. Estaba recargado en él y mirando hacia donde yo estaba.
- ¿Que vez?, ¿que tengo?, le pregunté mirándome.
- Nada, solo te veo.
Camino hacia mi.
- ¿Que me vez?
Se paró detrás de mi y me abrazó rodeando mi estomago con sus manos y enterrando su cara en mi cabello, diciendo:
- El rico culo que tienes.
A pesar de la edad que tengo que son 46 años, hago ejercicio para mantenerme en forma y como lo más saludable posible para cuidar mi cuerpo. Así que no tengo problemas con mi aparecía ya que mantengo un trasero redondo y parado así como pechos medianos y firmes. En cuanto a lo demás, soy de tez blanca, cabello negro ondulado, labios medianos, nariz plana. No soy fea, y agradezco a la vida que tengo bonita apariencia.
- ni te imaginas lo mal que me apesta, dije riendo.
- ¿Porque lo dices?
- Porque me tiré unos cuentos gases.
- Que rico.
De la nada empujó su entrepierna a mi trasero consiguiendo sentir su parte ya algo lista para usarse.
- siente como me la pones.
- ¿Por lo que dije?
- Ajá. Y por ver tu culote.
- ¿Te gusta mi culo?
- Si, mamá. Me encanta.
Mientras sus palabras salían de su boca, apreté mi ojete y pujé para dejar salir un pedo justo en su verga pegada a mí.
- que rico, dijo con una voz sensual.
- ¿Te gusta?
- ...si. Tírate otro.
- Tendrás que esperar.
- Pues espero, mientras puedo hacer otra cosa.
- ¿Que cosa?
Sus manos se metieron en el resorte de pantalón de dormir y mi panty y lo bajó hasta la mitad de mis muslos dejando mi trasero completamente al aire. Se agachó y abrió mis nalgas.
- Mira que ricote ano, dijo con un tono perverso y excitado.
Sus palabras alagadoras a mi apretado y apestoso ojete me causaban mucha excitación.
- ¿Como se ve?
- Muy sabroso y antojable.
- Estoy segura que huele muy mal. No me eh bañado y me tiré pedos.
- Déjame revisar, dijo, metiendo su carota en medio de mi culo y presionando su nariz en mi agujero para inhalarlo.
- aaahhh!!!
Me impresionaba y me excitaba a la vez que no tuviera problemas para examinar la parte mas sucia de mi cuerpo.
- dios, que sabroso huele.
- ¿Ah?, pregunté estúpidamente
- Si, te huele muy rico.
- ¿A que huele?
- A mierda, a culo sucio. Como si hubieses cagado demasiado.
- Que sucio. Déjame darme un baño.
- No, no, no, así estás bien. Yo te lo daré.
- ¿Tu?
- Si.
- ¿Como?
- Con mi lengua.
Era tan sucio que estaba segura que sería capaz de comer lo que saliera de mí.
- ¿Quieres eso?, le pregunté
- Si. Pero antes quiero olerte un poco.
- ...esta bien.
Agarró fuertemente mis nalgas y las separó lo mas que pudo. Colocó su nariz nuevamente en mi ano y lo respiró fuertemente. Dios santo, era tan puerco y sucio. Y eso me gustaba.
- ¿Te gusta hacer eso?
- Si, mamá!! Tiene un sabroso aroma.
De la nada y por tercera vez mi estomago gruño, creándome un ligero dolor. Dos segundos después, ese dolor se convirtió en esa sensación de un gas. Mi culo empezó a formarlo y a contenerlo.
- creo que me tiraré uno, le avisé
- ¿Si? Vamos, tiratelo, me insitó.
Metió su rostro en mi trasero recargando otra vez su nariz en mi ano de modo que sus fosas nasales estuvieran justo en mi agujero. Apreté y esperé unos segundos para contenerlo un poco más.
- ¿Listo?
- Ajá
- Ok. A la de cinco, lo sacaré.
Conté, y al llegar a 5 segundos, pujé. Dios mío, un ruidoso y potente pedo golpeó su linda nariz. Él por otro lado, respiró con fuerza llevando mi pedo al interior de sus pulmones.
- rayos!!! Que fuerte sonó!!
- Eres increíble, mamá!!! Te apestan súper rico!!
- ¿Si? ¿Te gusta como huele?
- Si!! Aunque me encantaría que apesten a tu rica mierda!!
- Dios!!, dije riendo.
Con el culo abierto, me ordenó:
- Puja
- Pero si lo hago, podría salir eso
- No me importa, hazlo.
Tragué saliva y lo obedecí. Pujé con fuerza. Al hacerlo, podía sentir como mis esfínteres comenzaban a estirarse y mi orificio a estrecharse un poco más.
- que rico se abre, dijo en voz baja.
Sin decir nada más, incrustó su lengua en mi sucio ojete.
- aaahhh!!
No creí que fuera a hacer eso, pero la sensación de tener su lengua dentro de mí era increíble. Se apartó.
- que rico sabe.
- ¿Si? ¿A que sabe?
- Amargo.
- ¿Y eso te gusta?
- Si. Me gusta.
Al terminar de contestar, volvió a penetrarme con su dura lengua.
- Sii!! Que rico!!
Su lengua abría mi ano al adentrase y lo cerraba al salir. Era una sensación muy rica en verdad. Lo hacía lento y profundo.
- me gusta tu lengua!!! Sigue!!
Mis manos dejaron de lavar quedándose totalmente inmóviles.
- ¿Te gusta, mi amor? ¿Te gusta comer mi culo?
- ...si!!
Estaba tan metido comiéndome el culo que le costaba contestarme.
- tu lengua está tan adentro!! Se siente increíble!!
- Que rico, ¿verdad?
- Ajá!! Ojalá pudiera entrar más!!
- Sii!! Eso sería fantástico!!
- Sii!! Sería rico que me pruebes todo mi interior!!
- Que hermosa te escuchas!!
- ¿Te excita?
- Ajá!! Sigue!!
- ¿Te excita como te digo que me gusta? ¿Ah? ¿Te gusta olerme los pedos? Maldito sucio!! ¿Eh? ¿Te gusta olfatear el culo sucio de tu mami?
- Sii!! Sigue!!
Puse mi mano sobre su cabeza y forme un puño agarrando un poco de su pelo y presione para tener su cara bien metido en mi culo.
- come!! Come culo!! Culo sucio de mamá!! Culo de mierda!!
Era increíble. El seguía lamiendo mi culo. Se dejaba que lo tratara así.
- creo que viene otro más, dije al sentir que otro pedo estaba por salir.
Lo jalé un poco de sus greñas y dije:
- abre la boca.
Retorciendo un poco la cintura para verlo, agregué:
- ábreme el culo y acércate con la boca abierta.
Al hacerlo, aprete mi ano para contener el pedo.
- no lamas, quiero que la dejes abierta, le ordené.
Al tener su boca totalmente abierta justo enfrente de mi agujero anal. Espere unos segundos más y puje con fuerza.
- aaahhh!!!
Mierda, un fuerte y ruidoso pedo explotó dentro de su boca.
- Siii!!! Come!! Anda!!! Comete mi rico pedote!!
Que sucio y atrevido era. Lamia mi ano con ganas. Literalmente comió mi pedo.
- dios, apesta mucho!! Tienes suerte que no salió caca!!!
Mi gas fue tan fuerte que venía con un aroma muy fuerte también. Se puso de pie y tan rápido como pudo, se bajó el pans que tenía puesto y por último el bóxer. Al bajarse todo su verga golpeó mis glúteos. Estaba totalmente dura. Mis ganas por tocarla eran demasiadas, así que pasé la mano derecha a mi culo y la atrapé
- está bien parada!!, dije excitada.
- Si, mamá!! Por tu sabroso culote!! Y tus ricos pedotes!!
Al apretar su tranco con mi mano, comencé a jalarla un poco.
- ¿Te gusta?
- Si
- ¿Quieres que te lo meta?
- Ajá
- Si, ¿eso quieres? ¿Quieres verga?
- Si!! Quiero verga!!
- ¿En donde la quieres?
- Donde quieras, le dije.
Su verga estaba tan dura que tenia tantas ganas de chuparla y eso hice.
- espera, dije.
Me di la vuelta, me agaché y rosé mi nariz sobre su glande y su tronco.
- Dios mio, que rico huele tu pene, dije muy excitada.
- ¿Se te antoja?
Miré hacia arriba, contestando:
- ...si.
- ¿Que esperas.
No quería ir tan rápido así que solo me dedique a verlo y a olerlo. Tenía un rico aroma. Lo acaricié con mis manos. Sus venas se marcaban mucho. Rocé mi nariz desde su base hasta su glande. Respiré 20 centímetros aproximadamente hasta ese orificio donde sale su rico meado.
- Es perfecta!! Me encanta!!
Mi boca se hacía agua, sin duda. Las ganas de probarla me estaban matando y era claro que no aguantaría mas. Mojé mis labios y abrí la boca para meter su punta.
- aaahhh!!! Eso, así!!!
Era suave, dura, rica.
Con su glande adentro y unos pocos centímetros de su tronco, comencé a chupar.
- eso!! Sii!!!
Columpié mi cabeza de atrás hacia adelante. Su miembro entraba y salía de mi boca. Rosaba mis labios.
- métetele toda, dijo.
Sus manos se apoyaron sobre mi cabeza para luego empujarla. Su glande rosó mi paladar y atravesó mi campana bajando un poco por mi garganta. Dios, la sensación de sofocarme estaba aumentando. Retrocedí un poco y di un respiro.
- ven, tranquila, me calmaba.
Mire hacia él. Su boca estaba entreabierta y con un rostro de excitación. Su cintura comenzó a balancearse hacia mi penetrandome aún más. Cerré los ojos.
- que rico!!, dijo.
De un segundo a otro el ritmo de su penetracion aumentó de una forma abismal. Metía y sacaba con fuerza. Coloque mis manos sobre sus muslos apretandolos.
- ¿Te gusta esto?, me preguntó rudamente.
Mis ojos se entrecerraban. Dios, no paraba. Mi boca formaba mas saliva de la que había. En cada choque de su glande con mi garganta se escuchaba un charco. Lo retiró y lo metió tan profundo que consiguió que bajara aun más y me dejara sin poder respirar. Se encogió y abrazó mi cabeza con fuerza empujando aun más. Dios, había atravesado por completo mi campana. Me estaba ahogando. Mi corazón comenzó a acelerarse. Lo apreté dandole señal de que me soltara pero no lo hacía.
- espera, espera!!
Mis ojos comenzaron a soltar lagrimas y él no lo sacaba. Empezó a cogerme la boca dando empujones rápidamente y la sacó. Al hacerlo di un fuerte respiro de alivio. Se agachó un poco y me agarró del cuello con su mano izquierda y con la derecha me dio varios golpes en el cachete izquierdo.
- ¿Te gustó eso? ¿Ah?
Simplemente lo miraba cansada, respirando rápidamente.
- ven, otra vez.
Dios, a pesar de verme ahogándome, no le importó. Agarró su verga y la metió en mi boca.
- vamos, solo esta vez pero más adentro.
Me agarro de la nuca para tener control sobre mi y lo adentró. Su punta resbaló por mi paladar, atravesando mi campana y bajó por mi garganta.
- aaahhh!!! Eso!!! Traga!! Traga mas!! Saca la puta lengua!!
Hice lo que me pidió logrando que entrara tal como él quería. Mi boca estaba totalmente sellada. El aire no podía entrar. Lo metió más causándome la sensación de vomitar.
- shh!! Shh!! Tranquila.
Lo sacó un poco y lo volvió a meter. Nuevamente esa sensación de sacar lo que había desayunado.
- que rica te oyes!!
Luego de decirme eso, comenzó a penetrarme con rapidez. Dios, su verga me llenaba tanto. Y aunque la sensación me causaba temor, me agradaba. Metía y sacaba, metía y sacaba. Su tronco rosaba toda mi boca. Se detuvo dejando su miembro adentro. Mis lagrimas resbalaban sobre mis mejillas. Me quedaba sin aire, pero aun podía soportarlo. De la nada, las ganas de vomitar aparecieron. El como si nada, no lo sacaba. Dios, no podía respirar. Mis manos vagaban por todo su cuerpo dando señales de no aguantar más. Empujó su verga aun más sacudiendose.
- come!! Come verga!!
No podía más, estaba por estallar y así fue. Lo empujé logrando zafarme y vomité.
- que rico vomitas, ven, dijo.
Me jaló hacia él y me cogió la boca como un loco consiguiendo que volviera a vomitar. Lo retiró dejando que mi boca sacara todo lo que había desayunado. Pedazitos de huevo se exparsieron en el suelo combinados con saliva y mucosa.
- ...dios, dije sorprendida.
Se agachó y me acarició.
- ¿Ya te había pasado esto?
- ...no
- Lo haremos más seguido porque te ves increíble.
- ¿Ah?
Estaba sin poder hablar de lo asqueada que estaba.
- ven. Párate, dijo tomándome del brazo.
Me paró de modo que él quedara detrás de mí. Frotó mi ano con sus dedos e insertó uno.
- aaahhh!!!
- ¿Te duele?
- ...no
Siguió metiéndolo hasta que quedara todo adentro.
- esta apretado, que rico.
- Ajá.
Lo retiró. Sin mirar atrás escuché que lo metió a su boca.
- ¿Lo pruebas?
- Sabe bien.
Escupió y colocó dos dedos en mi ojete para luego empujarlos.
- aaahhh!!!
Dios, sus dedos se adentraron en mi culo con fuerza.
- mira que apretado está.
- Si.
- Me pregunto si lo tendrás sucio.
- Puede ser.
- Ahorita vemos.
Con sus dedos dentro de mi trasero, comenzó a sacudir su mano haciendo que mis nalgas saltaran.
- dios!!!
- ¿Te gusta que haga esto?
- Ajá!! Se siente rico!!
Se detuvo y los retiro. Sacarlos fue un alivio aunque sentía muy bien tenerlos adentro.
- están limpios. Mira, dijo enseñándomelos poniéndolos frente a mis ojos.
Estaban húmedos.
- chupalos, me ordenó.
Sin pensarlo, me incliné a ellos y los atrapé. Al tenerlos en mi boca comencé a lamerlos y a probar el sabor de mi sucio culo.
- eso, lámelos.
Sus dedos tenían un sabor ligeramente amargo, pero agradable.
- ¿Te gusta como sabe tu culo?, me preguntó.
Lo saqué y contesté:
- Ajá.
- Separa tus nalgas, me ordenó.
Lo hice y al siguiente segundo, su glande se recargó justo en mi ano.
- ¿Lista?
- ...si, dije nerviosa y excitada.
Al pronunciar la última letra, empujó con fuerza, logrando que su punta estirara mis arrugados esfínteres y se adentrara.
- aaahhh!!!, gemí.
- aaahhh!!!, gimió.
Su miembro largo y duro abría cada vez más mi tubo fecal cada vez que se metía más.
- que apretado esta tu ano, mamá!!
- Sii!! ¿Te gusta?
- Aja!! Me gusta mucho!!
Continuó metiéndolo hasta tener masomenos 10 centímetros.
- puja un poco, me pidió.
Lo hice haciendo que su pene saliera un poco. Sin dejar que siguiera saliendo, lo empujó logrando que entrara más.
- aaahhh!!!, gemí
- Que rico entra, dijo.
Había metido 3 centímetros más. Con ese tamaño comenzó a meter y sacar. Meter y sacar. Su punta golpeaba mi interior, se sentía muy bien. Y se lo hice saber.
- me gusta como me tocas adentro!!
- ¿Si? ¿Que sientes?
- Que me empujas la mierda!!
- Que rico!! ¿Crees que tengas?
- No lo sé.
Estuvimos unos minutos así. Él empujando y sacando, esperando a que mi agujero se acoplara al grosor de su vergota, y así fue. Llegó al punto en el que su miembro entraba y salía con facilidad. Lo retiró por completo. Se agachó y me escupió dos veces en mi entrada anal. Se puso de pie nuevamente y lo metió. Esta vez su pene resbaló hasta llenar ese hueco de mi culo.
- aaahhh!!! Que rico entra!!, dije
- Si, ¿verdad?
- Aja!!
Resbalaba tanto que decidió penetrarme con mas ganas. Una y otra vez. Dios era espetacular.
- puja, puja!!
- Ajá, si!!
Puje con fuerza sacando su miembro como si fuera un trazo de mi mierda. Casi a punto de sacarlo por completo, la empujó con fuerza hasta levantarme un poco.
- aaahhh!!! Siii!!! Así!!! Mételo así!!
- ¿Te gustó?
- Si!! Hazlo otra vez!!, le rogué.
Pujé nuevamente para sacarlo y al quedar su punta por salir, empujó llenándome el culo y levantándome por segunda vez.
- aaahhh!!! Que rico!!!
- Puja otra vez, me pidió.
Lo complací. Al pujar, el inició un juego de meter y sacar. Mientras yo parecía intentar sacarlo, él lo metía. De la nada, me pidió algo que no me esperaba pero igual me agradaba.
- ¿Puedo orinarte?
- ¿Orinarme?
- Si
Estaba tan excitada que acepté. No parecía tener limites en ese momento. Mientras metía sentí su liquido invadir mi interior.
- puja
Al pujar, mi culo expulso su miembro junto con sus meados mezclado con unos ruidosos pedos.
- que rico lo sacaste!!!
- ¿Te excitó?
- Mucho.
Lo metió otra vez y siguió penetrandome.
- Tu culo, mamá!!!
- ¿Que tiene?
- Esta muy resbaloso!!
- Sii!! ¿Te gusta así?
- Demasiado!! Aaahhh!!! Puja!! Puja!!
Al hacerlo, dijo algo que no me lo esperaba por nada del mundo.
- Aaahhh!! que rico, mama!! Lo sacaste con mierda!!
- ¿Que?
- Lo tengo cubierto de tu rica caca!!
Luego de avisar sobre el incidente, lo empujó.
- espera no!!! Aaahhh!!!
- por eso resbala mucho!!
- Dios, no puede ser!! ¿Era mucha?
- La punta y un poco en el tronco!!
- Perdóname!!! Déjame limpiarme!!
- No, no, me gusta!! Sigue!! Puja otra vez!! Saca tu rica mierda!!
- ¿Quieres eso?
- Si!!
No podía creer que no tuviera asco. Que al contrario, quería más. Siguió cogiendome por el culo como un loco. Se detuvo, lo retiró y me exigió que pujara.
- puja!! puja!! Puja!!
Mordi mi labio inferior y pujé con fuerza mientras él mantenía mi culo abierto con sus manos.
- Aaahhh!!!
Al pujar senti que algo resbalaba desde mi interior.
- dios santo!!! Mira que rica mierda!!!
Agarró lo que había salido y lo untó en mi entrada. Cubrió mi ano con mi propio excremento y metió dos de sus dedos.
- aaahhh!!! ¿Porque hiciste eso?
- Porque me excita tu mierda, mamá!!
- ¿Si?
- Sii!!
Aunque no había salido mucha, la cocina olía espantosamente. La cocina apestaba a mierda. Y a pesar de eso, me excitaba mucho. Con sus dedos dentro de mi trasero sucio, se atrevió a sacudirlo. Cerré mis ojos y disfruté de sus ricos dedos.
- ¿Te gusta, mamá?
- Si!! Se siente rico eso!!
- Puja, puja otra vez!!
Hice tal como me lo ordenó.
- eso es!! Sigue!! Puja mas!!
Tener sus dedos adentro y pujar era la combinación perfecta. Mientras pujaba sus dedos se movían en circulo acariciando mis paredes.
- que sabroso ano!!
Retiró sus largos dedos y me ordenó que no me detuviera de pujar.
- sigue!! Sigue!! Puja fuerte!!
Continue pujando con todas mis fuerzas expulsando un ruidoso pedo.
- que delicia!! Sigue!!
Estaba pujando tanto que estaba por sacar mi interior por mi agujero.
- Se ve increíble tu agujerote, mamá. Parece que sacas esa flor anal que tienes adentro.
- ¿Un prolapso?
- Si!!
- Dios!!
Escupió mi ano y metió sus dedos. Formó con ellos un gancho hacia abajo apuntando hacia mi vagina y comenzó a rascar por dentro causándome mucho placer.
- dios!!
- ¿Te gusta esto?
- Aja!! Sii!!
Siguió rascando con fuerza y sin parar. Dios mio, se sentía increíble. La sensación de querer orinar surgió con ese movimiento. El placer me hacía entrecerrar mis ojos. Era desvanecerse ante él. No sabía como era capaz de hacerme sentir tanto placer pero lo hacía muy bien. Sacó sus dedos y los metió en mi vagina de la misma forma y continuó rascando con fuerza.
- aaahhh!!!
De repente, un charco comenzó a sonar dentro de mi vagina mezclado con un indescriptible placer.
- dios, que rico!!!, dije con mis ojos cerrados disfrutando de cada segundo que pasaba.
- ¿Sientes rico, mamá? ¿Te gusta como lo hago?
- Si!! Si me gusta!! Me gusta mucho!!
- ¿Lo hago más rápido?
- ...ajá!!
Un segundo después de contestar, sus dedos comenzaron a escarbar mi interior de una forma descomunal.
- aaahhh!!! Siii!!! Así!!!
- Mucho mejor, ¿no?
- Sii!! Mucho!! Aaahhh!!!
Dios sus dedos me volvían loca. Sentía que iba a explotar si no paraba. La sensación de orinar aumentó inmediatamente haciéndome gozar como nunca.
- sigue!! Sigue!! Rasca rápido!!, le rogaba.
Él sólo hizo lo que le pedí. Sacudió como loco su linda mano subiendo el nivel de mi placer. Dios mío, era fabuloso. El placer invadía todo mi cuerpo. No quería que se detuviera por nada del mundo.
- dios, dios, dios!!! Aaahhh!! Así, así!!! Sigue, sigue, sigue!! Aaaaaaaahhhhh!!!!!! Dioooosss!!!!!
Esa ultima sacudida me hizo explotar en un hermoso squirt. Dios, mi vagina expulsó ese chorro que parecía como si me estuviera orinando. Era mucho líquido así como mucho placer en el que estaba viajando. Tan potente era ese squirt que me obligó a pujar mi ano consiguiendo salieran varios pedos apestosos.
- dios, me están saliendo más!! Aaahhh!!!
- Si!! Sigue!! Puja!!
Era increíble. Sus magnificos dedos no se detenían, al contrario los sacudía con ganas haciendo que más líquido siguiera saliendo. Dios, no creí que pudiera salirme tanto. Mis piernas temblaban, me quedaba sin fuerzas. Mis ojos se entrecerraban. Pujé tanto que sentía que mi agujero anal se había abierto más.
- que rica te vienes, mamá!!!
- Me...siento...cansada!!, dije exhausta y respirando lento y profundo.
Sacó sus dedos. Y me abrazó por la espalda, dándome un beso en el hombro izquierdo.
- me bañaré. Mojaste un poco el suelo.
- Yo...lo limpio ahora, dije con voz cansada.
Se apartó de mí, y salió dejándome semidesnuda. Minutos después de recuperarme, me subí mis prendas y limpié. No esperaba que terminara después de hacerme tener un orgasmo, pero con solo el hecho de haber hecho lo que hizo, me bastaba para empezar mi día y el año.