Mi hijo está cambiando
Estoy muy preocupada por que mi hijo está cambiando su actitud hacia mí.
Amigas lectoras, esto no es un relato propiamente dicho, no es de gran contenido erótico. Escribo para pedir consejo sobre mi hijo. Estoy muy preocupada por que mi hijo está cambiando su actitud hacia mí. Soy una mujer de 36 años casada y con un hijo a punto de cumplir los catorce años. Tengo un cómodo trabajo de media jornada que me permite tener las tardes libres, mientras que mi marido las tiene ocupadas con su trabajo. Siempre voy a buscar a mi hijo al colegio, y si no tiene alguna actividad extraescolar o no juega con sus amigos, pasamos la tarde juntos en casa. Son esas tardes en las que nos quedamos solos las que ahora me están dando dolores de cabeza. Siempre he tenido una relación excelente con él, es un buen chico, muy aplicado en los estudios y se lleva muy con su padre y conmigo. Somos una familia muy unida. Siempre nos ha confiado todos sus problemillas, por ejemplo, hace un par de años mi marido y yo le dimos ciertas nociones sobre sexualidad ante la insistencia de sus preguntas : de donde vienen los niños, el embarazo, los órganos sexuales, etc, etc. Hace un par de meses se volvió muy reservado. Todo empezó cuando él y yo estábamos viendo una película en la que una pareja hacía el amor, a la mujer se la podían ver perfectamente las tetas y el culo. No era la primera vez que esto pasaba y siempre que sucedía mi hijo se echaba a reír diciendo -¡que van a coger frío! y mi marido y yo nos reíamos con él. En cambio esta vez se puso muy serio, no quitaba el ojo de la pantalla. Al poco rato noté como empezaba a sentirse incómodo con mi presencia y no tardó mucho en excusarse y marcharse del salón. No le di demasiada importancia, pero estaba algo extrañada y durante la cena del día siguiente le pregunte por ello. El pobre niño bajó la mirada y se puso rojo como un tomate, ante esa reacción, mi marido quiso saber que es lo que había pasado y se lo conté, nuestro pobre hijo no sabía donde ponerse. Mi marido se dio cuenta de la situación, me hizo un gesto de complicidad y cambió de tema. Eso misma noche mi marido y yo hablamos sobre el asunto y llegamos a la conclusión de que había nacido en él un nuevo interés por el sexo propio de su edad que no había tenido hasta ahora y que estaba pasando por una etapa de vergüenza y confusión. Sentí cierta pena, mi niño empezaba a hacerse un hombre. Pasados un par de días hablé de nuevo con mi hijo sobre el asunto, pero esta vez conseguí que me contara lo que le estaba pasando. Me contó, lo que mi marido y yo sospechábamos, que le gustaban mucho las chicas, que las miraba, etc, etc. Yo le tranquilicé haciéndole ver que era lo normal para su edad y que no tenía que sentirse avergonzado por ello. Creo que le fue de gran ayuda por que volvió a ser el mismo de antes. Cuando ya tenía olvidado el asunto, un nuevo incidente me dejó muy preocupada. Una tarde salí del baño después de una ducha tapada con una toalla. Estaba en mi cuarto dispuesta a vestirme cuando justo en el instante antes de quitarme la toalla me giré para ver si la puerta estaba cerrada y sorprendí a mi hijo con la cabeza asomada espiándome. El se apartó enseguida y oí como se marchaba corriendo. Cerré la puerta enfadadísima pensando en la bronca que le iba a echar en cuanto terminara de vestirme. Me fui calmando hasta tal punto que cuando salí de mi cuarto preferí hacerme la despistada. Pero desde aquella tarde me he dado cuenta que mi hijo no me quita los ojos de encima. Sobre todo se fija en mis tetas, las tengo muy grandes y en estos días que empieza ha hacer calor voy más ligera de ropa. Siempre me he vestido igual sólo que ahora mi hijo no me quita los ojos de encima. No le he comentado nada a mi marido sobre esta obsesión de mi hijo y no pienso hacerlo. Le he sorprendido otras veces intentando verme desnuda pero siempre me hago la despistada. Sé que ha empezado a masturbarse porque deja manchas en las sábanas y va más veces de lo normal al lavabo y además tiene escondida una revista erótica y el muy ingenuo no borra el historial del navegador de Internet que está lleno de visitas a páginas eróticas. Me tiene preocupada su fijación por mi. He leído cosas terribles en páginas web relacionadas con sicología infantil en las que se trata del incesto. No sé si mi hijo está enfermando o simplemente tiene un calentón. En mi búsqueda por Internet también me he encontrado con páginas web de relatos sobre relaciones filiales, muchos son pura fantasía pero otros me han parecido razonables, sobre todo en los que una madre o una hermana mayor masturba a su hijo o a su hermano pequeño. No sé que hacer, he pensado que podría volver a hablar con él y quizás enseñarle las tetas para que se tranquilice y se le pase. Por lo que he leído parece que a los chicos también les gusta enseñar la polla, por eso también había pensado en permitirle que me enseñe su miembro, pero temo que luego quisiera hacerse una paja delante de mí. La idea de que yo le haga un paja se me hace muy difícil pero no la descarto. No me hago a la idea de cómo podría afectarle que su madre le enseñara las tetas o le hiciera una paja. Estoy hecha un lío y me gustaría que me aconsejaran mujeres que se hayan encontrado en alguna situación parecida a la mía. Con su ayuda espero tomar alguna decisión y compartirlo con todos los lectores. Un abrazo nieves_mv@hotmail.com