Mi hijo es mi hombre

Les contaré como empezó esta historia donde mi hijo se volvió en mi macho.

Hola a todos, no sabía si escribir esta historia, mi nombre es Laura, esta historia es de algo que paso con mi hijo hace un tiempo, en el tiempo en que me divorcie de su padre. Bueno he leído unos relatos antes de animarme a escribir y siempre se describen, entonces…

Soy de Colombia, tengo un bello cuerpo de chica latina, caderona con buenas tetas y mi piel canela, cabellera negra y labios algo gruesos. Mi hijo aun no salía del bachiller le faltaba un poco, no entremos en esos detalles.

Como les decía recién me divorciaba de mi marido, mi hijo comenzó a tener una actitud un poco complicada, pensé que el divorcio lo estaba afectando y eso sumado con su edad, en ese entonces yo estaba un poco preocupada ya que mi hijo no estaba caminando como debería, como si algo le molestara, cada vez que se lo mencionaba se irritaba un poco y se iba, al parecer había un problema, pero no me lo quería comentar, intente hablar de esto con su padre, pero me ignoro por completo.

Un día con mucha determinación lo obligue a ir al doctor, el cual nos indicó que estaba reteniendo mucho semen, que debía de intentar sacarlo de forma manual o tendríamos que buscar otro método, al llegar a casa simplemente intente hablar con él, al principio estaba muy cortado por la situación y no quería hablar, entre dientes y con mucha pena empezó a contarme lo que pasaba.

-Es… es que no puedo masturbarme como se debería.

~Pasa algo malo?

-Es que cuando lo hago pienso en ti…

~Como en mí?

-Lo estoy haciendo y se me viene tu imagen a la cabeza, cuando haces aseo en poca ropa o en la mañana cuando caminas en ropa interior a la ducha.

Solía andar por la casa en poca ropa o en ropa interior, nunca le vi problema a eso, bueno no pensé en lo que podía provocar en mi hijo.

~No pensé que tuvieras esos pensamientos hacia mí.

-Es por eso que no puedo masturbarme.

~Por pensar en m?

-Si, siento que no debo, que estoy haciendo mal y no puedo continuar.

~Hijo, no sabía que podía provocar eso en ti, en verdad me alagas.

Dije esto con la intención de hacerlo sentir menos mal, en ese momento estaba llorando, veía su carita tan tierna.

-Eso es tener pensamientos grotescos hacia mi mamá, eso no debería pasar.

~Amor eso no importa, es normal que sientas esas cosas, yo fui descuidada al andar asi por la casa sin pensar en que ya estabas creciendo, ya eres todo un hombre. (Le di un beso en casi en los labios)

-En serio no piensas que soy asqueroso por pensar eso?

~Claro que no amor, además es lo mejor para que puedas sacar toda esa leche que tienes acumulada.

-Puedo hacerlo mientras pienso en ti?

~Claro mi cielo, estoy muy alagada de ser la musa de tus fantasías sexuales.

Le di otro beso esta vez en los labios muy fuerte solo de piquito, él se quedó viéndome a mis ojos, pude notar que su verga comenzaba a crecer, se veía bastante grande para su edad.

~Ve a tu habitación y lo intentas amor.

Se sonrojo un poco, cuando se levantó pude notar su gran erección, no puedo negar que tuve el morbo de tocarla y de ver que tan grande era, ya habían pasado varios años desde la última vez.

Mientras mi hijo se la jalaba en su habitación decidí ponerme cómoda, me puse un short muy corto y top sin sostén. Ya habían pasado unos cuantos minutos y pensé en ver cómo iba mi hijo, abrí la puerta poco a poco sin que lo notara, tenía los pantalones hasta los tobillos, pero sus calzoncillos puestos, pude notar que su imponente erección había disminuido, entonces dije.

~Amor te pasa algo?

-No pude mamá

~Por qué bebé?

-Es que sigo pensando que no debo

~No pienses eso amor, tu mami esta para ayudarte en todo.

~Puedes pensar en mi como tú quieras.

Le dije eso mientras lo abrazaba y le daba otro pico en sus labios esta vez mas un poco más fuerte y más tiempo.

~Mira, veo que ya estás un poco más animado ¿no?

Su erección volvía, tenía sus ojos clavados en mis pechos.

~Que te parece si me quedo para que me veas.

-En serio mamá?

~Si, además así puedes entender que no hay nada de malo.

-No te molesta verme hacerlo en frente tuyo?

~Amor, tu mami ya ha visto muchas vergas antes, no hay problema por ver la de mi príncipe.

-Gracias mami.

Me puse en frente de mi hijo, él estaba sentado en una silla de su habitación y yo en el borde de la cama.

~Si crees que tu mami es sensual?

-Sí y mucho.

~Dale amor sácala, deja que mami vea esa cosota.

Pude ver que con estas palabras su verga empezó a palpitar bajo la tela, poco a poco y muy tímidamente empezó a sacar su verga,

~Hijo, tienes una gran herramienta.

-En serio mami?

~Es muy grande y gruesa, bien marcadita por esas venas. Vas a hacer feliz a cualquier mujer.

-Yo solo quiero hacerte feliz a ti.

Me reí muy picaronamente y apreté mis senos, quería que se calentara lo suficiente para que pudiera venirse. En verdad su verga se veía muy provocativa, si no fuera mi hijo ya estaría pegada a esa cosota, llenando mi boca de su sabor y embriagándome con su aroma a macho.

~Disfruta de la vista amor.

-Si mami, me encanta.

Comenzó a frotar su verga, lo veía haciendo ese movimiento, como se movía su verga y se hinchaba su cabezota, esa verga brillaba y es como si me pidiera a gritos que la metiera en mi boca, que la agarrara con mis manos, tenía que sentirla.

~Que te parece si te ayudo? Así te puedes venir mucho mejor.

-Ayudarme?

~Si mi vida, espera.

Me baje de la cama y me puse de rodillas frente a él, lo mire a los ojos, tenía tanto morbo en ese momento, agarre su verga, comencé a hacer movimientos muy suaves, tenía una cara tan tierna, pero mostraba todo el placer que estaba sintiendo en este momento, su verga se crecía en mi mano, era tan gruesa e imponente, la agarre con ambas manos para hacerlo mucho mejor y recorrer todo el tronco de esa bestia.

Tenía un rato así y pensé que debía hacerlo un poco mejor, fui recogiendo saliva en mi boca lo cual fue fácil ya que ver esa vergota me tenía babeando, escupí toda la saliva por su verga y la estregué por todo su tronco.

-Ahhh mami nunca había sentido esto tan rico.

~Me alegra que te guste.

-Si mami me encanta.

Metí la cabeza de su verga en mi boca, jugué un poco con mi lengua con ella, sentía como palpitaba, como si dijera que esta lista para explotar.

-Mami siento como si algo fuera a salir.

~Vamos amor, deja salir toda tu leche.

-Ahhhh siento muy rico mami, pero es como si estuviera tapada.

Le empecé a masturbar con ambas manos muy rápido y mi boca en su grande, succionaba como si quisiera sacar mi premio ya mismo. Mi hijo estaba rojo como un tomate, se retorcía del placer con cada sacudida que le daba a su vergota, yo estaba súper excitada, mojada y muy caliente, sentí como un gran chorro invadió mi boca.

-Ahhhh mami, ya está saliendo.

Se sentía tan caliente, su leche estaba muy caliente, tanto como yo, me separe un poco de su pene y más chorros comenzaron a salir, llenando toda mi cara de leche, no podía creer toda la leche que podía salir, salía y salía, tanta leche de mi bebé solo para mí, yo era la dueña de la primera corrida de mi hijo.

-Mami eso fue muy rico, pero siento como si faltara salir un poco más.

~Aun te falta mi amor?

Mi cara estaba completamente llena de semen, literalmente llena, el volvió en sí y se apeno.

-Lo… lo siento mami, disculpa por eso.

~No te preocupes cariño a mí me gusta, además es muy buena para la piel y sabe deliciosa.

Pase mi lengua por mis labios que tenían una cantidad generosa de su dulce leche, en verdad sabia deliciosa, no sé si era por el morbo, pero esa leche en verdad me encanto.

-En verdad te gusta mami?

~Si mucho mi cielo, mira.

Recogí mas leche de mis mejillas con mis dedos y los llevé a mi boca.

~mmm que delicia de leche tiene mi bebé.

El sonrió un poco.

~Aún hay más leche para mami ahí adentro ¿cierto amor?

-Si mami aun ciento que falta algo.

~Entonces que esperamos? Vamos dale esa rica leche a mami.

Empecé a sacudir y chupar su verga, esta vez con más pasión, estaba vuelta loca por su verga, aunque me ha gustado mucho el sexo, nunca había disfrutado tanto una verga como la de mi hijo, el morbo me invadía y me hacía ser toda una puta.

Pasaron un par de minutos y otros chorros fueron a dar a mi cara, me metí su verga en mi boca, pero no pude tragar mucha de su leche, cayendo una buena cantidad en mi pecho, mi top era blanco y junto con mi saliva y su leche se había vuelto casi transparente, pudiéndose notar muy bien mis pezones.

~Creo que ahora si fue suficiente.

-Si mami, me encanto.

Pude notar como veía mi cuerpo y mi rostro lleno de su semen, como si fuera un trofeo.

-Te ves muy sensual mami.

~Gracias amor, voy a ducharme, por favor limpia todo y también te duchas.

Desde ese momento no pude evitar volverlo mi amante y sucedieron muchas cosas, porque no podía evitar que me dieran ganas ni en las reuniones familiares, pero eso lo dejare para otros relatos.