Mi hijastra Katya (2)
Habíamos cenado y y volvíamos abrazados por la calle a mi casa. Yo estaba que la quería deborar... A mi hijastra
Mi hijastra Katya Segunda parte.
Les refresco la historia: Mi hijastra Katya, de 19 años, viene a visitarme a Buenos Aires donde yo me encontraba trabajando desde hace un año, y ella venía a anotarse en la universidad. Que íbamos a estar cinco días viviendo juntos en un departamento de un solo ambiente y que solo había pasado una noche y estábamos volviendo a casa después de una cena fuerte, donde mi cabeza no podía parar... Con el miedo de que esto me esté pasando solo a mi y que a ella no le pasara nada...
Sigamos ...
Muy pegados caminamos hasta casa, casi sin hablar.
Mil veces entré en ese departamento, con todas las sensaciones que ustedes puedan imaginar pero en este momento sentía ganas de gritar, de desmayarme.
Por momentos soñaba con cogerla y cogerla y en otros de apartarla del todo el mal que por mi cabeza recorría... Y el amor...
Muchas veces dije que si me separaba de su madre me casaría con Katia, ya que era tan inteligente y hermosa como su madre pero a demás es mucho mas joven. Las amo a las dos y de la misma forma, las dos me calientan y las dos me seducen como nunca me calentó una mujer...
La pregunta del millón era la siguiente ¿A ella le pasará lo mismo? o aunque sea ¿Le pasará algo?
Dar el paso siguiente era el acto mas trascendente de mi vida... y no sabía si estaba preparado para darlo... Imaginate!!! tener relaciones con tu hijastra, a la que criaste de chiquita, a la que ayudaste a formarse como mujer, a la que te tiene una confianza ciega, a la que te usa de referente y tiene tanta certezas en vos que se anima a dormir con vos a escasos centímetros. Pero ¿Qué hacer?
Entrar a la casa era ya en si mismo un desafío... Abrí la puerta y la dejé entrar, ella dejó su cartera sobre la mesa y se zambulló en el sillón... Toda desparramada, dejando a mi imaginación todo lo demás... Yo entré sin pensarlo hacía la heladera, saqué una cubetera de hielos.
¿Querés tomar algo?
¿Algo como qué?
Tengo vodka, Gancia o vino. Hielo y vasos...
El vino me emborracha enseguida, el Gancia es para antes de comer... y el vodka es mucho para mi...
Bueno no tengo toda la noche...
Tomemos vino.
¿te querés emborrachar?
¿Por qu´no?
Serví dos copas de blanco vino helado, a pesar de que yo me hubiera tomado una medida doble de vodka. No dije nada, le alcancé la copa y me dijo...
¿Por qué brindamos?
No sé, ¿por tu entrada en la facultad? y levanté la copa...
No, Dijo ella y chocando mi copa agregó. - por nosotros...
Bebimos un buen trago y nos reímos... la botella duró muy poco y su estabilidad también... ¿La estaba emborrachando? ¿Se estaba emborrachando para animarse a seguir este juego? Las preguntas se chocaban en mi mente y no sabía que pensar...
A mi me hubiera gustado que fuera un accidente, pero todo estaba tan real y tan encaminado que ninguno de los dos tendría la oportunidad de culpar al otro.
La culpa y el miedo, los deseos y la calentura, todos malos consejeros...
¿Vos la engañaste alguna vez a mamá?
No, nunca... vos viste lo que es mi vida en BUE, trabajo y después venir a dormir... a veces sin cenar...
Pero hay fines de semana y muchas tentaciones en esta ciudad... ¿No te parece?
Las tentaciones están en la cabeza de uno... no en las ciudades...
¿Cuáles son tus fantasías?
Sos muy chiquita para preguntar esas cosas.
Si vos me preguntás cualquier cosa y yo siempre te contesto...
Tenía razón, yo le preguntaba cualquier cosa, hasta de temas sexuales, y ella siempre me contestaba después de quejarse, me contestaba y con lujo de detalles... No tenía escapatoria.
A mi me gustaría contarte mis fantasías, pero no sé si puedo... No sé si querrás escucharlas... No sé...
¿Ves cómo sos? Al final siempre es igual, vos podés preguntar y te bancás cualquier cosa y yo no puedo preguntar nada. Sos un cobarde.
Bueno si querés, soy un cobarde y prefiero que sea así.
Yo no...
Hice un gesto como para ofrecerle abrir otra botella. Ella dijo que no. Ya estaba haciendo sus efectos el alcohol y yo aproveche para cambiar de tema.
¿Hablaste con tus amigas?
No cambies de tema, el tema es el sexo.
¿Vos me contarías tu fantasía mas íntima?
Ahora estoy re enojada y además yo pregunté primero.
Bueno a mi me gustaría estar con dos mujeres a la vez... ¿Satisfecha?
No podés ser tan vulgar, eso ya lo sabía, a todos los hombres les pasa eso. Yo te estoy preguntando algo de esas fantasías que son más reales, no anónimas sino, con nombre y apellido... Posiciones, lugares, etcétera... ¿Quiénes serían esa dos mujeres?
La más importante sería tu madre...
No te hagas el mojigato...
Bueno para que no te pongas así, te lo confieso: Tu madre y vos...
No sé como pude decirlo, no sé como pero lo hice, ensayé una risita como para que ella no me creyera... pero fue inútil. Las cartas estaban echadas.
- ¡Qué gracioso!
Si el vino la emborrachaba, no lo parecía, estaba brillante.
Yo sé lo que ustedes pensarán, si llegué hasta allí como no iba a intenta algo mas... es que ya hace unos meses tuve un momento así y zafé de milagro de un papelón... los dos no hicimos lo desentendidos y no pasó a mayores...pero estuve a un tris de meterme en el lío sexual mas grande de mi vida.
Yo amo a su madre y no la quiero perder por nada en el mundo, La amo a Katia y no quiero perderla a ella tampoco. No es fácil ese lugar se los puedo asegurar...
El calor, la promiscuidad que era esa situación en este departamento de un ambiente y, el amor y un mes sin sexo era un cóctel muy fuerte... El miedo y la posibilidad de perderlo todo. Es verdad que en un año de estar separados y vernos una vez al mes, no me habían hecho fantasear con una aventura... pero esto era demasiado, para mi. Todavía tenía que ir al baño y ambos desnudarnos y acostarnos a quince centímetros y tratar de dormir... Sin pensar en sus olores, en sus tetas y en penetrarla por todas sus cavidades...
Ella se animó a hacer algo que yo no me animaba o no quería hacer, se levantó del sillón y se dirigió al baño... Yo caminaba como un desesperado por el único espacio que podía. Abrí la ventana para sentir que algo sucedía afuera pero el silencio y la inmovilidad de la calle me hicieron pensar que ya estaba jugado...
Katia salió del baño desprendiéndose la minifalda y yo morí.
Su tanga y sus medias en red en sus piernas, largas, se dibujaban en mi alma.
- Vení. Yo ya estaba jugado, no iba a esperar ninguna otra señal. Ella se fue acercando y cuando estaba a mi alcance agregué: - Dame un beso. Y ella me besó.
Sus ojos brillaban y el beso se prolongó mucho mas de lo que esperaba... una cuota de arrepentimiento y de goce se mezclaban en mi cuerpo.
Pero Ella no estaba pensando en nada de eso...
- Hace un año que solo pienso en este momento... y me volvió a besar...
Mi cabeza giraba y no paraba de pendular entre el sexo y la culpa...
Ella me miraba y sentía que se le hacía agua la boca - Quiero hacerte todo, papito. - y sus manos subían y bajan rozando mi cuerpo...
- ¿Qué querés que te haga?
Mil veces yo había preguntado eso y me indignaba cuando no me lo contestaban y ahora era yo, el que no podía abrir mi boca para contestar.
Estaba pasando de ser un depravado a un violado en cuestión de segundos... quería tomar las riendas de la situación pero mi hijastra sabía mas del tema que yo...
Katia...
Si mi amor, ¿Te gusta así?
Katia... Me ...
Si te gusta
Sus uñas arañaban mi espalda y los besos se iban haciendo mas intensos, más pasionales. El aroma de su piel me emborrachaba de amor y lujuria. En instante estaba mi lengua jugando con su clítoris. Sus jugos eran exquisitos y como gemía era la música que quería escuchar. Se movía frenética y jugaba metiéndose mi nariz dentro de su conchita No era virgen y eso lo sabía pero siempre estuvo con pendejos de su edad, sin experiencia. Quizás ella quiso siempre moverse así, y no se atrevió o quizás quería mostrarme que podía hacerlo mejor que su mamá. Sentí como latían los labios de su vagina, mientras una ola de fluidos brotaban de su interior y yo los bebí. Quedó toda sudada con los ojos perdidos. Con todo el sabor de su néctar me acerque para besarla pero ella corrió la boca. Me quedé helado hasta que diji:
No me gusta que me den besos después de haberme chupado.
¿Te da asco?
Si, no
Vení - le dije y tomándola con la mano su pera le di un beso lento y sensual. Al principio se resistió pero abrió la boca y su lengua entro en mi boca. Mi mano busco su rayita y cuando noté que mis dedos estaban bien mojados y se lo metí en a boca, ella me chupó los dedos, como si fuera mi pija y nos seguimos besando.
Le saqué lo que le quedaba de ropa y ella se paseaba desnuda, modelando para mí.
Ese culo hermoso y bien puesto, sus grandes tetas y su cinturita que daban ganas de remontarla como un barrilete.
Mi pija estaba que explotaba pero a pesar que ella ya había tenido su orgasmo, no parecía que sus deseos hubieran mermado, todo lo contrario. Yo estaba totalmente perdido porque sabía que si ella me la tocaba iba a explotar sin poder hacer yo nada Y no es para menos me estaba acostando con una nena a la que doblaba en edad, que deseaba desde hace años y como si fuera poco era la hija de mi mujer.
Me levante de la cama, dejándola boquiabierta. Pensó que la noche había acabado me fui para el baño, tratando de bajar mi ansiedad.
¿Qué pasa?
Nada
¿No te pasa nada?
No le conteste secamente desde el baño donde me estaba mojando la verga con agua fría para poder bajar mi calentura y rendir en mi primera cita con mi hijastra.
Se hizo un silencio pero siento que ella hace ruido como si estuviera buscando algo.
Mi inflamación y mi calentura habían cedido pero mi cabeza estaba a mil.
La luz era tenue y dejaba ver el contorno de su cuerpo perfecto y desnudo, sobre mi cama.
Desde sus pies, la fui lamiendo y subí por sus pantorrillas y sus muslos, ella volvió a abrir las piernas y le di un beso tierno en sus labios vaginales. Eso la puso a mil e hizo un movimiento que me tomó por las axilas como para que yo me acomodara sobre ella. Quería sentir el peso de mi cuerpo sobre el suyo, pero yo seguí lamiéndola despacito. Jugué con su ombligo y me dediqué a chuparle las tetas con dedicación. Ella movía sus piernas para encontrar el contacto de su piel con mi polla. Parecía que pese a su corta edad, tenía cierta experiencia, muchos deseos y bastante calentura. La escuchaba gemir, para dentro con los movimientos de mi boca en sus pezones. Por fin llegue a su cuello y ella se movió para sentir como mi pija llegaba a su conchita. Nos besamos y mi verga la iba penetrando milímetro a milímetro, causándome un placer incontrolable. Sabía que si yo seguía arriba de ella acabaría en segundo así que con dos movimientos la introduje entera y con su gemido supe que la iba satisfaciendo La saqué y volví a meterla ahora con fuerza y ella no dejaba de moverse La tomé por la cintura y con un movimiento fuerte y veloz la puse sobre mí, dándole la posibilidad de que sea ella la que llevara la iniciativa. Katya Se incorporó y se sentó sobre mí y su concha se sentía como una funda perfecta que cuidaba de mi polla, dándole calor y placer. Movía la pelvis con maestría y no hacía falta que yo hiciera nada. Sus manos se apoyaban en mi pecho y su culo descansaba en mis piernas. Solo movía la cintura de forma magistral. Yo estaba por acabar cuando ella empezó a susurrar primero, luego a gemir con fuerza y al final un grito desde su interior explotó como un turno y yo me vacié venciendo la ley de gravedad Pese a que mi pija iba perdiendo su forma, ella seguía moviéndose y gozando sobre mí.
¡Guauuu!, Cuanto tiempo esperé este momento. Se dijo ella en voz alta.
Yo también lo Dessié por años
¿Y por qué no lo hicimos antes?
Porque sos la hija de mi esposa porque sos mi hijastra, Katya.
Y vos sos mi deseo, que me guió toda mi vida y al hombre que mas amo.
Ella seguía sentada sobre mí y parecía que no podía dejar de moverse, sutilmente pero cesar. Y me besó como si fuera yo su hijo y ella mi madrastra. Dejó caer su cuerpo sobre el mío y así nos fuimos durmiendo
Seguimos en la próxima entrega... Porque esta historia sigue. Esperen ya llega la tercera parte... esta vez será mas pronto, se lo aseguro. Escríbanme si quieren a Sixbarral@yahoo.com.ar