Mi hija y yo 4, final
Han pasado ya unos años desde que mi accidente cambiara mi vida, nuestras vidas, y aunque en España aún estábamos saliendo de crisis nuestra situación comenzó a cambiar, trabajo en la misma empresa que ahora es de la comunidad autónoma, vivimos en una casa cerca de la ciudad, Ana, Susana y yo,
Han pasado ya unos años desde que mi accidente cambiara mi vida, nuestras vidas, y aunque en España aún estábamos saliendo de crisis nuestra situación comenzó a cambiar, trabajo en la misma empresa que ahora es de la comunidad autónoma, vivimos en una casa cerca de la ciudad, Ana, Susana y yo, las dos trabajan, mi hija de auxiliar en una residencia de ancianos, y Susana de enfermera un hospital, y aunque aún me suena raro como dice mi hija somos un triángulo de amor, los tres dormimos juntos en la misma cama, nos amamos, es decir, hacemos el amor juntos, la primera vez fue en la casa antigua ya restablecido, me levante para tomarme un vaso de agua y allí en el incomodísimo sillón cama mi hija y Susana estaban haciendo el amor, con disimulo intente regresar a mi habitación, de pronto mi hija me dice – papa ven, siéntate. Las dos se incorporaron, me senté diciendo lo siento, y mi hija me comento, -mira papa esto es una tontería, los tres nos amamos, y que tu estés solo en tu aviación mientras nosotras lo pasamos bien no es normal a estas alturas, ven acuéstate con nosotras al fin y al cabo las dos lo hacemos con Tigo por separado, y lo mejor sería compartir nuestro amor l@s tres juntos, ven acuéstate a aquí entre nosotras dos. Me acosté entre las dos, mi hija comenzó a tocar mi pene mientras besaba a Susana que comenzó a acariciar mi pecho, al rato mi hija comenzó a chuparme la polla que ya estaba casi dura, Susana y yo nos fundíamos en un apasionado beso mientras yo magreaba sus tetas con la polla durísima por la mamada de mi hija, en un momento mi hija dejo mi polla para ponerse a horcajadas en mi cabeza ofreciéndome su precioso chochito que comencé a comerme despacio como a ella le gustaba, mi lengua recorría todo su coño, titilando su clítoris y metiendo mi lengua dentro de ella, escuchando su suspiro y jadeos de placer, podía ver como Susana la comía la boca apagando a vece los gemidos de mi hija, Susana puso las piernas a los lados da mi cintura y con movimientos lentos comenzó a meterse mi polla en el coño, yo sentía como se deslizaba poco a poco haciéndome gemir de placer, los jadeos de mi hija se intensificaron y decía – si papa si cómeme así, me voy a correr papa sigue. Susana también jadeaba mientras mi polla entraba y salía da su coño con sus movimientos, al momento mi hija decía, - papa me corro, me corro haaaaag me estoy corriendo papa hummm me corrrrrroooooo.
Se apartó y se puso a un lado y nos besamos apasionada mente, yo que estaba a punto dije que me iba a correr y Susana dejo de cabalgarme uniéndose al beso, mi hija que se apartó y se puso a comerme la polla que estaba a punto de descargar toda la leche, no tarde ni un minuto y mientras Susana me besaba descargue todo en la boca de mi hija que recogió toda la leche y fundiéndose en un beso con Susana compartieron mi corrida tragando hasta la última gota, nos quedamos los tres tendidos en la cama sin hablar hasta que nos quedamos dormidos. Desde ese día dormíamos juntos,
En la nueva casa llevamos una vida normal y pronto seremos uno más porque Susana está embarazada de mí, fue una difícil decisión que tomamos l@s tres, yo seré el padre de del bebe, Susana y mi hija serán las madres, bueno mi hija será madre y Herman en fin que somos muy felices que esto parece muy raro, pero nosotr@s somos muy felices. Fin,
si alguien siente curiosidad o tiene algún caso parecido y quiere hablar, dejo este correo, Julián Gerlox01@yahoo.com