Mi hija y yo 3
Cuando regreso Ana, me sentía un tanto raro, nervioso, temí que Susana le contara lo que había pasado estos cuatro días, se acercó me dio un beso y me pregunto, - papa ¿qué tal con Susana? Espero que lo hayáis pasado bien. Yo nervioso dije medio tartamudeando,
Cuando regreso Ana, me sentía un tanto raro, nervioso, temí que Susana le contara lo que avia pasado estos cuatro días, se acercó me dio un beso y me pregunto,
- papa ¿qué tal con Susana? Espero que lo hayáis pasado bien.
Yo nervioso dije medio tartamudeando,
+bueno si, ósea que sí que es maja.
a lo que respondió, - maja si muy maja y además esta buenísima con esas tetitas duritas y esos pezones que quitan el sentido, espero que te haya gustado, a mí me vuelven loca desde luego.
Perplejo y sin entender del todo lo que me decía pregunte + ¿qué dices no entiendo? - a ver papa Susana y yo, ¿a ver como lo digo? Mira las dos juntas desde que nos vinimos aquí, ¿no me digas que no te habías dado cuenta?
¿darme cuente de qué? Respondí casi como un idiota.
Papa, somos lesbianas, Susana y yo llevamos juntas desde el cole, somos inseparables nos amamos y somos, bueno, que somos novias desde hace muchísimo.
Respondí, + ¿Lesbiana tú? Pero no puede ser, ¿lesbiana? Pero entonces lo que tú y yo, quiero decir que tú y yo.
En ese momento me corto la palabra y me dijo.
- papa lo que tú y yo hacemos es amor padre hija, me encanta hacerlo con Tigo, es más me vuelve loca cunado lo hacemos, pero solo con Tigo, jamás hare esto con un hombre que no seas tú.
En ese momento entro Susana diciendo, ni yo tampoco, jamás lo are con otro hombre, bueno con Tigo sí.
Me quedé sin palabras, no savia que decir, pero sí sé que en mi interior me sentía muy afortunado de escuchar lo que decían,
Al momento Susana salió de la aviación porque estaba haciendo la cena y mi hija y yo nos quedamos de nuevo solos,
- papa ¿no estarás molesto por lo que te he contado, bueno te hemos contado?
+Bueno, sorprendido, un poco, molesto no,
- Papa, nos queremos y eso nadie lo puede cambiar, no somos raras ni nade de eso, y nos amamos.
+No hija no para nada sois raras, eso no me importa solo quiero que seas, que seáis felices,
Se cercó me dio un beso y fuerte abrazo y dijo – os quiero sois lo mejor de mi vida, os amo tanto que sin los dos mi vida no tendría sentido, apareció Susana con la cena y alrededor de mi cama cenamos los tres charlando y riendo.