Mi hija mi hermano y yo. parte 3

Después de las alocadas fiestas con Sabrina y Alberto las noches fueron como cualquier otra pareja hasta que a Joselyn le empezaron a quemar las hormonas

Al llegar de nuestra fiesta Jose fue a ver a las niñas a la sala en donde se encontraban viendo una película mientras yo me metía a la ducha para limpiar de mi cuerpo los restos de semen de mi hermano y de lo que había tirado en el piso de aquel lugar.

Como le habíamos prometido a Joselyn, fuimos a comprar ropa para las tres al centro comercial en donde yo fui la primera que encontró un calzoncito bastante sexy, al pasar cerca de algunas tangas lisas Joselyn se las quedo viendo con inquietud y aunque todavía estaba en desarrollo en voz baja le dije.

  • Si te gustan pruébatelas.

Con cara indecisa asintió con la cabeza, al final se compró solo dos tangas para andar, en mi caso me compre también dos tangas lisas para usarlas con algunos pantalones muy ajustados, en cuanto Karla iba a comprar sus calzoncitos también agarro una tanguita.

  • No mi amor.

  • Por qué no, también yo quiero usar.

  • No, tu aun eres una niña.

  • ¿y como Joselyn sí?

  • Porque ella ya está más grande que tú y ya puede usar.

Con ademanes y berrinches, pero al final acepto empezar a usarlas en algunos años más, llegando a casa ayude a las niñas a acomodar las compras en donde Joselyn me comento que sentía dudas al comprar las tangas pues nunca había usado una, a mi mente vino el recuerdo de su exnovio. Quizá en un plan de mamá platique con ella sobre el tema, en donde aborde el que no las usara por querer coquetearle o que no se tomara fotografías y subirlas a alguna red social, el tema de la importancia de su primera vez también fue de relevancia a lo que ella me dijo.

  • No te preocupes, ni por mi mente paso hacer esas cosas, solo que… bueno las quiero usar con algunos pantalones en los que se me hace incomodo que se me marque el calzón y bueno… también quiero sentirme sexy, pero por ahora solo para mí.

Sus palabras me hicieron pensar que ya estaba en la adolescencia y que como toda mujer en esta etapa era normal quererse ver sexy y tractiva a los hombres por lo cual quedamos muy contentas las dos aunque siguiendo con el plan de madre le dije que estaría al pendiente de ella para que no hiciera cosas que no iban, a lo que ella me dio las gracias y me dio un abrazo afectuoso.

Los días pasaron y cada vez Joselyn era una hija más la cual nos acompañaba a los paseos al parque, por la parte de Karla la pasaba de maravilla ya que las dos jugaba juntas como dos hermanas y tanto Jose como yo le estábamos tomando cariño, por la parte de la escuela, en algunas ocasiones me había presentado en la preparatoria como su tutora y en otras tantas iba por ella en el auto, mientras tanto las fiestas de fin de semana eran una constante o por lo menos hasta que Sabrina y Alberto se tuvieron que ir de Monterrey. Ya que los papás de Joselyn no mostraron algún cambio de parecer tuvimos que ver las cuestiones legales para que Joselyn estuviera en casa sin que hubiera algún problema futuro.

La vida continuo sin muchas novedades hasta una tarde en la que pase por ella ya que regresaba de hacer unas compras en el supermercado, como a veces hice, me estacione en la entrada de la escuela para ver cuando saliera de sus clases, solo que esta vez en lugar de la señorita un tanto tímida vi a una adolescente que dejaba sus piernas al descubierto con la falda escolar solo tapando sus redondas nalgas, no lo había notado pero sus tetas ya abultaban más, detrás de ella la seguían varios chicos solo viendo como meneaba las nalgas otros tantos la saludaban de beso, otros se despedían de ella tomándola algo descaradamente pero sin llegar a manosearle demás, todos parecían perritos siguiendo a una perrita en celo y de alguna manera así era.

No sabía que hacer, la forma de actuar de Joselyn me tenía consternada, por una parte, no me alegraba mucho que dejara mayormente descubiertas sus piernas o que actuara como una pequeña zorrita, aunque no fuera realmente mi hija vivía bajo mi techo y bajo mi cuidado, también veía que, por lo menos a lo que llevaba viendo, si no la manoseaban, es decir si aun nadie le agarraba las tetitas o las nalgas descaradamente era porque ella lo impedía poniendo sus manos o algún ademan para que no lo hicieran.

Por el momento me aleje para ver que hacía, quizá yo no era quien, para juzgarla, pero si veía algo que no me gustara quizá con dolor en el alma, pero ya no sería bien recibida en casa.

Afortunadamente lo que vi me dejo tranquila, después de efusivas despedidas de bastantes adolescentes ella aparentemente solo le puso atención a una plática de diez minutos con unas chicas y posteriormente tomo el autobús a casa. Durante el resto del día estuve observando su comportamiento y aparentemente todo era normal, pero si note que al hacer su tarea se estresaba por nada y se enojaba consigo misma, al lavar la ropa, eche un vistazo a su ropa y descubrí manchas grandes en su ropa interior y una bastante húmeda supuse era la última que se había quitado.

Aparentemente a la niña se le estaba despertando una mujer fogosa que ya empezaba a mojarse a chorros y de igual manera su frustración por no tener una verga que la llenara, de alguna manera la entendía, por algo me había casado con un tipo que solo le basto hablarme bonito para dejarme embarazada y después me tuviera prácticamente como sirvienta sin sueldo en su casa, por suerte para mi ahora era profundamente feliz con mi propio hermano. Por otro lado, tenía la duda de ¿porque si muchos chicos la habían acechado ella no les hizo mucho caso?

Al día siguiente durante la mañana con el pretexto de acomodar las cosas de Karla entre a la habitación compartida de las niñas y revise las cosas de Joselyn dejando todo como estaba para no hacerla sentir que turbaba su privacidad, a esto no le había dicho nada a mi hermano puesto que si bien le tenía la confianza y confiaba en que no me seria infiel con un adolescente también era consciente de que básicamente ella en ese momento era una hembra en celo y mi hermano un macho capaz de premiar hasta a la mujer más estéril, por lo que hasta el momento mantenía mis pensamientos en total secreto.

En cuanto Joselyn llego a casa agradecí que Jose haya tenido que ir a la oficina y Karla haya tenido que ir a hacer tarea a casa de una de sus compañeras.

  • Siéntate que necesito hablar contigo.

La cara de Joselyn fue de sorpresa, sin decir palabra alguna se sentó frente a mí en la sala de la casa.

  • Antes de abordar el asunto quiero saber ¿Qué tanto respeto te inspiramos Jose y yo?

  • Mucho, sabes que a ti y a tu familia la quiero como si fuera la mía.

  • Gracias y sabes que eres correspondida ¿verdad?

  • Si

  • Bien, te había dicho que estaría al pendiente de ti como si fueras mi propia hija. Quiero que me expliques ¿por qué te subes la falda del uniforme?

Por respuesta a mi pregunta solo fue la cara de asombro de Joselyn

  • El día de ayer fui al super y de regreso planeaba recogerte en la escuela y vi a una niña diferente a la que vive en mi casa.

La larga explicación de Joselyn abarcaba desde que se quería sentir sexy por eso la falda hasta los muslos y las tangas, también menciono el haber tenido sueños húmedos hace unas semanas y desde entonces a andado con el calentón, pero por lo sucedido con su novio no quería otro por lo menos no por el momento y un encuentro esporádico sería estúpido por lo sucedido en su casa además de que a su parecer hay bastantes adolescentes tontos que la dejarían embarazada.

Al decirle que la entendía y que la ayudaría me abrazo fuerte dándome las gracias, claro que después de todo ella tenía que dejar de comportarse como una zorrita en celo. En mi mente tenía que ella necesitaba una buena cogida para calmar sus hormonas.

Por la noche fui a su habitación al estar cerca de su buro ella empezó a dejar escapar pequeños gemiditos, “¿estaba teniendo un sueño erótico?” tome el despertador y lo desactive, por la mañana a Joselyn se le hiso tarde, pero le pedí que lo tomara sin importancia y solo lleve a Karla a la escuela. Al regresar a casa Jose estaba en el estudio y Joselyn en la cama con el celular en la mano.

  • Toma ponte esto.

Frente a ella deje una tanga de encaje, así como un corpiño también de encaje ambos de color blanco, un liguero con unas medias blancas simulando unas escolares y con la ropa de la escuela, la chica se veía como una estudiante buscando verga o una actriz porno simulando ser una estudiante.

Fui al estudio a por mi hermano.

  • Soy tu amor…

Con cara de asombro y duda mi hermano solo se quedó parado mientras yo le tomaba de la mano y lo llevaba a nuestra habitación, durante el camino lo fui desvistiendo y el a mí.

  • ¿Qué te paso, porque tan caliente… amor?

  • Ya verás….

Al llegar a la cama fui por una de sus corbatas y se la puse antes sus ojos para cubrirlos, tomé otras dos y las puse en sus muñecas y estas las ate a la cama, una vez desnudo e inmóvil fui por Joselyn.

  • Vas a imitar todo lo que yo le haga.

  • Si (dijo moviendo rápidamente la cabeza)

Empecé besando sus labios, bajando por sus pechos, su abdomen y terminé besando el glande y mamando apenas los primeros centímetros de esa verga que ya atraía como imán la mirada de Joselyn.

La respiración de Joselyn era agitada y muy fuerte, subió lentamente a la cama para no ser perceptible monto a mi hermano sin dejar su peso en el, acerco sus labios a los de Jose y como perrita hambrienta se abalanzo a él devorando su lengua que después de quizá cinco minutos se separaron, para esto Jose sácala lengua y con cara dudosa Joselyn me queda mirando y le hago señas para que le mame la lengua, la niña parecía no saber cómo hacerlo aun así poso sus labios alrededor de la lengua de Jose y empezó un baja-sube a la vez que cada tanto lo succionaba, en poco tiempo empezó a bajar recorriendo los rastros de la saliva que yo le había dejado hasta llegar a ese miembro que hiso forzar la pequeña boca de Joselyn hasta que no pudo más y me cedió el lugar.

En posición de 69 puse mi vulva en la cara de Jose cosa que nuestro amante compartido no tardó mucho en empezar a catar los jugos que emanaban por él, yo por mi parte ya tenía clavada su virilidad, con la lengua le recorrí de arriba abajo y posteriormente Joselyn imito mis acciones, podía notar como disfrutaba de la lengua de Jose en su vulva.

No aguante más la excitación y le pedí que se bajara de él, la puse frente a mí y en medio de las dos estaba esa herramienta de placer la jale un poco hacia mí y le di un leve beso en los labios, la puse a mamar verga y yo a mamar el par de pelotas de mi amado hermano, en cuanto la respiración de Jose se tornó agitada le desate los ojos.

  • La niña ha venido a aprender cómo darle placer a un macho.

La cara de mi hermano era de confusión, pero simplemente no dijo nada y se dejó al placer cerrando los ojos por un momento.

  • Bueno Joselyn, quítate la ropita de la escuela que se te puede manchar con la leche que Jose nos va a dar.

sin hacerse esperar y con una sonrisa seductora así lo hiso. Nuevamente entre las dos le dimos una buena mamada a esa verga en busca de nuestra recompensa que no se hiso esperar mucho.

Al ser Joselyn la que estaba mamando la punto los primeros chorros los recibió en la boca, uno en la mano y otros tantos cayeron en la raíz de la verga de mi hermano.

  • No hagas gestos, la primera vez no es muy agradable pero luego se te hará vicio esta lechita y más si es la de Jose.

La cara de Joselyn era de asco, aunque no al punto de querer vomitar, después de moverlo un poco con la lengua tragó, cambiando su expresión a una más lógica de quien por primera vez prueba la miel, recogió lo que tenía en la mano con la lengua y nuevamente trago.

  • ¿Te gusta como tus garitas en celo se toman tu lechita?

Le pregunte a mi hermano mientras Joselyn y yo lamiamos su leche esparcida en la base de su verga, apoyando los brazos en la cama y parando las nalgas como verdaderas gatitas en celo.

  • si.

Desate sus ataduras pues creía necesario que ahora él nos diera la gloria en forma de placer sexual. Ambas nos acostamos doblando las piernas y brazos como cuando una gatita espera ser mimada en el suelo. La boca y lengua de mi hermano fue en busca de mi vulva y en especial de mi clítoris, mientras que su mano empezó a acaserar la vulva de Joselyn, ella sin perder la postura balanceaba sus nalgas como si estuviera recibiendo pequeñas embestidas, mientras que mi clítoris era mamado y succionado, en ocasiones mi vulva era surcada por la lengua de mi hermano, la misma que recogía mis jugos para ser bebido por mi hombre, de momento escuche un grito de Joselyn segundo de gemidos más fuertes de los que dejaba escapar con anterioridad, el saber que era presa de su primer orgasmo me elevo la excitación haciéndome llegar a mí también.

Jose aceleró el trabajo por unos momentos para cambiar de herramientas para cada una poniendo en mi interior sus dedos y en Joselyn su boca, labio y lengua.

  • Que gusto saber que soy el primero en probar tus jugos Joselyn y son muy ricos hee.

  • Gracias igual tu lechita está muy rica

Jose siguió con su trabajo sin descanso hasta volver a robarnos un orgasmo a las dos. Mi cuerpo hambriento ya estaba preparado para devorar esa maravillosa verga y así se lo hice saber a gritos lujuriosos, así como también lo hiso mi vagina dilatada.

  • Primero me la vas a meter a mí. (ordene a Jose)

Poniéndome en cuatro se posicionó tras de mí y ahí me embistió insertando su verga en mi chorrienta vagina, arremetiendo una y otra vez, chocando sus muslos contra mis nalgas hasta que me sacó otro orgasmo aún más intenso que los anteriores. En cuanto termino mi rico orgasmo fui hacia el buró de la cama y saqué un condón

  • Póntelo (le dije a mi hermano mientras le daba el condón)

sin protestar así lo hizo, Joselyn seguía acostada boca arriba dándose dedo, pero al ver que era hora de que mi hermano la desvirgara abrió sus labios vaginales mostrando a la vista su himen intacto.

Jose se posicionó entre sus piernas metiendo su verga todo lo posible en esa cuevita, de un balanceo hacia el frente inserto la mitad llevando su boca a la de Joselyn callando el grito de dolor con un beso procurando que su primera vez fuera algo tierno y dulce, espero unos momentos y empezó con arremetidas suaves a la vez que aumentaba la velocidad. Entre gemidos y contoneos Joselyn buscaba la boca del macho que la tenía penetrada, mientras que este amasaba sus tetas y de a ratos los lamia, succionaba o mordía.

Después de barios minutos en la misma posición entre gemidos Joselyn tuvo un orgasmo fuerte que la dejo desmadejada, momentos después con gemido de gusto Jose se corría dentro del condón, dejándose caer a un lado de Joselyn. Después de que tanto Joselyn y Jose se repusieron hable con ellos.

  • ¿Y, que tal, como te sientes?

  • Muy bien, hacer el amor es lo máximo, no sé cómo describírtelo.

  • No tienes que, yo también lo he hecho.

  • Je, je, je.

  • Bueno, solo quiero dejar en claro, (en tono serio dije), no, quiero que te estés metiendo con cualquiera, si Jose esta de acuerdo, mantendremos tranquilas tus hormonas aquí en casa como en esta ocasión, pero siempre y cuando yo esté presente, ¡que no se te olvide, Jose es, ¡mi! esposo! Y por que te quiero y no quiero que te embarace cualquier estúpido te compartiré a mi macho.

  • Sip, gracias a los dos, los amo.

Con un fuerte abrazo desnudos y sudados nos unimos en armonía. Después de una hora en la que nos bañamos fui por Karla a la escuela, el resto de la tarde paso de lo mas normal, mis dos hijas en su habitación haciendo tarea, Jose terminando sus labores y posteriormente ayudándome a hacer la comida.

Por la noche ya acostados Jose noto en mi cara cierta preocupación.

  • Pasa algo.

  • si.

  • y que es?

  • vas a pensar que estoy loca o que estoy celosa, emm bueno hasta cierto punto si, pero es que Joselyn es joven y...

  • y nada, yo te amó y si paso, lo que en la mañana paso es por que veo que te excita hacerlo frente a otros que también lo están haciendo, pero el hecho de que haya pasado no implica que te voy a dejar de amar. si estoy contigo es por que te amo... y no precisamente solo como hermana.

Las palabras de mi hombre me dejaron tranquila y feliz. Después de mostrarle una sonrisa de conformidad nos dispusimos a dormir, sin embargo no contaba con que mi hermano me abrazara como lo hacía cuando era una pequeña, el tras mio pasando un brazo bajo mi cabeza y con su mano izquierda me hizo ponerme de cucharita y mientras bajaba mi calzoncito me decía al oído.

  • Te amo princesita y siempre estaré para ti.

  • Me amas?

  • Mucho mas que a nada y a nadie.

Esta conversación ya la habíamos tenido muchos años antes mientras una lluvia sucedia, en aquella ocasión yo estaba con un calzoncito de princesas, sin nada cubriendo mis pechos que no mostraban ningun abultamiento y el en un pants y playera, el ambiente no tenia ningún rastro sexual aun que la posición era la misma, en la actualidad, el mismo hombre me hacia sentir segura, protegida, amada además de hacerme sentir mojada con cada palabra.

Mis manos fueron en busca de su bóxer y lo fui bajando hasta sentir como su verga salia liberada de su prisión chocando con mis nalgas.

En cuanto su pene estuvo en la entrada de mi vagina acercó su boca a mi oído y dijo.

  • Te amo mi niña preciosa

  • Y yo a ti hermanito, gracias por cuidarme.

No podía creerme tanta felicidad que sentía estando en sus brazos, los minutos pasaban entre arremetidas suaves y profundas, mis orgasmos eran fuertes pero no violentos, era como estar flotando y llena de energía, como estar en el ojo de un tornado y hací quedamos dormidos con un abrazo de hermanos pero penetrada por mi macho, protegida de las mil maneras posibles, llena de felicidad tanto en lo emocional como por lo que había entre mis piernas y aun mas dentro de mi cuevita