Mi hija Ana y yo 2

--Buenos días Carlos ¿qué tal estas? ++Bien, esperando a la señora a la señora Carmen, --¿Pero no te ha dicho nada Ana? ++ ¿que tenía que decirme?

MI HIJA ANA Y YO, (parte II)

Un día, mi hija comento que tenía que marcharse tres días para unas prácticas al hospital de gran canaria,

Y que no me preocupara. Que lo tenía todo arreglado para que me atendieran esos días. Lógica mente pregunte si vendría doña Carmen, como antes.

Y me dijo que no me preocupara que estaba todo arreglado, y que no me preocupara,

Unos días después Ana marcho muy temprano al aeropuerto,

Sonó el teléfono, mi hija me comunicaba que ya estaba en gran canaria, y que me llamaría por la tarde, y no me dio tiempo a preguntarla nada,

Una hora después escuche la puerta y pensé que doña carme llegaba para mi aseo, pero cual sería mi sorpresa cuando aparece Susana con su sonrisa de siempre,

--Buenos días Carlos ¿qué tal estas?

++Bien, esperando a la señora a la señora Carmen,

--¿Pero no te ha dicho nada Ana?

++ ¿que tenía que decirme?

--Pues que doña Carmen esta recién operada de la rodilla y no puede moverse, yo te atenderé estos tres días,

++ pero no, no puede ser tú (me corto)

-- a ver Carlos no te preocupes esto lo hacemos todos los días Ana en la residencia y yo en el hospital, no me voy a asustar a estas alturas,

A demás Ana me ha explicado como lo tengo que hacer, y lo hare bien, que si no luego me echara la bronca.

Dicho esto, se marchó a la cocina mientras decía que me traerá el desayuno y después me asearía.

Yo me quedé perplejo, acojonado, asustado, se me vino el mundo encima solo de pensar que Susana me vería en pelotas, que tendría que limpiar mis partes íntimas, apareció con el desayuno, me sirvió la bandeja y se sentó, en la silla al lado mío.

Estuvimos hablando mientras desayunamos de cosas de su trabajo, pero creo que no me entere mucho de la conversación, por mi nerviosismo, al terminar retiro la bandeja y salió.

Apareció con las cosas de aseo, mi cara lo reflejaba mi nerviosismo, hasta el punto que Susana me miro a los ojos y me dijo.

--tranquilo Carlos no te pongas nervioso, no pasa nada, cierra los ojos si quieres y piensa en algo que te gusté mucho, o piensa que es Ana quien lo hace.

No dije nada y cerré los ojos, sentía como pasaba la esponja suave mente por mi cara y por mi pecho, mientras hablaba de cosas que ni recuerdo,

Al llegar a mis partes más íntimas sentí un temblor que me estremeció, me pregunto si el agua estaba fría, dije que no que estaba bien,

A lo que Susana continuo, cuando su mano agarro mi pene este comenzó a ponerse duro y mi vergüenza aumento, Susana dijo.

– tranquilo Carlos, no pasa nada esto es normal, todos somos sensibles es nuestras zonas intimas, lo raro seria no serlo.

Continuo con el aseo, comenzó a secarme y en un momento sentí en mi pene una humedad que no era la esponja o a toalla, era la misma humedad que sentí cuando mi hija Ana me comenzó a chupar el pene, sin querer abrir los ojos dije, que haces, y me contesto con una voz susurrante y deliciosa,

--nada Carlos nada, solo disfruta, piensa el algo bonito, piensa en Ana.

Esto me dejo perplejo, sorprendido, no savia que decir mi pene ye estaba a tope yo con los ojos cerrados sin poder pensar, un rato después sentí cono se subía a la cama, no me atreví a abrir los ojos hasta que sentí, mi pene metiéndose dentro de algo caliente y húmedo, abrí los ojos, y allí estaba con los ojos entre abiertos subiendo y bajando sobre mi pene, tenía unas preciosas tetitas pequeñas pero muy firmes con unos pezones gorditos y de punta, me miro con una tierna sonrisa y me pregunto,

--¿te gusta?

no respondí, con la única mano que tenía sana acaricié sus tetitas que eran duritas y calientes,

su pecho se pegó al mío y nos unimos en un beso apasionado jugando con nuestras lenguas,

un momento después la dije que quería tenerla en mi boca, ella se levantó y haciendo un pequeño esfuerzo consiguió ponerse con las piernas abiertas alrededor de mi cabeza, lamí, besé succione su precioso sexo escuchando sus deliciosos suspiros y jadeos, unos momentos después llego su maravilloso orgasmo,

--hooo siii Carlos sigue siiii hummmm, me corroooo si me corroooo.

Mientras sentía sus convulsiones y sus jugos en mi boca, se bajó de la cama y regreso a mi pene que succiono, con una delicadeza que me estaba matando de placer, mi mano sobre su cabeza acompañaba el mete y saca de mi polla en su boca, hasta que sentí que me corría y quise apartarla, pero no me dejo y sin remedio me corrí en su boca mientras tragaba y tragaba asta no dejar ni rastro de mi semen,

Después se fue a la cocina trajo una toalla y mientras me limpiaba la polla comenzó a ponerse de nuevo dura al verla así, la dio un beso y dijo con una preciosa sonrisa,

--creo que necesitas un poco más de amor, pero tengo que ir a por unas cosas para la comida, así que te tienes que esperar un rato, pero luego te daré todo lo que quieras.

Sin más se acercó a mí me beso y salió.

Esto se repitió los cuatro días, por la mañana y por la tarde, hasta el regreso de mi hija