Mi hermoso clítoris (5)

Me encantaba todo lo que me hacía, me estiraba el clítoris hacia arriba con los labios, me lo succionaba, lo mordía cariñosamente sin hacerme daño, jugueteaba con él, me lo chupaba en todas las direcciones: de arriba a abajo, de izquierda a derecha, en círculos… mientras mi exquisito clítoris crecía y crecía

Dado que mi clítoris es enorme y necesito correrme varias veces al día para quedarme satisfecha, decido a ir la consulta de una buena ginecóloga para que me diga si eso es normal y así quedarme más tranquila…

Ya en la consulta, la ayudante de la ginecóloga me hace desnudar y ponerme una bata blanca mientras espero que llegue la doctora. Ya estoy preparada cuando ella entra… y vaya mujer!! la doble de Monica Bellucci!! es preciosa!! me mira y sonríe…

  • A ver explícame que te pasa mi amor?

  • Pues la verdad es que me da un poquito de vergüenza explicárselo…

  • Cariño, primero trátame de tú, lo de Ud. lo encuentro demasiado formal, y segundo, no te de vergüenza, he visto ya de todo, hay pocas cosas que me sorprendan, venga cuéntame amor…

  • Está bien… pues creo que tengo el clítoris demasiado grande, entonces siempre estoy muy caliente y excitada, y necesito correrme varias veces al día.

  • Primero de todo cariño, quiero verte el clítoris… a ver, siéntate en la camilla y ábrete de piernas.

Y eso hago… Cuando me mira entre las piernas noto en su expresión que se sorprende, y mucho... y eso que ella acababa de decir que había muy pocas cosas que le sorprendían… Pero a la vez sonríe y acercándose más a mi hermoso botoncito me dice con voz muy cariñosa y sensual:

  • Pues sí, es verdad que tienes un clítoris de tamaño muy superior al normal, pero su forma es perfecta… por cierto, nadie te ha dicho nunca que tienes un clítoris precioso?

  • Pues la verdad es que muchas veces… jeje

  • Ya me imagino… todo tu sexo es perfecto, el olor es embriagador, su color es perfecto: rosadito tirando a rojo porque ya se está poniendo erecto (y más que se va a poner pensé yo…) Todas sus partes son perfectas: tanto el capuchón, como el glande. Tus labios mayores y menores aunque muy abultados también son perfectos…

  • Y el sabor? También es perfecto?

  • Bueno cariño, para saberlo tendría que probarlo?

  • Por mi doctora, no tengo problema para que lo pruebe…

  • Preciosa por favor trátame de tú… Y sí, voy a probarlo a ver como sabe…

Uff, cuando dijo eso sentí un escalofrío por todo el cuerpo… Hasta me sonrojé un poco y ella por supuesto lo notó:

  • Tranquila mi amor, no voy a hacerte daño, sé cómo tratar a un clítoris aunque sea tan espectacular como el tuyo, confía en mi.

Y puso su lengua calentita en mi conchita no menos calentita… Dios!!! Se notaba que sabía cómo degustar un delicioso sexo femenino, me lo lamía y chupaba de tal manera que todo el vello de mi cuerpo se me puso de punta, hasta los pezones se endurecieron al momento… Me encantaba todo lo que me hacía, me estiraba el clítoris hacia arriba con los labios, me lo succionaba, lo mordía cariñosamente sin hacerme daño, jugueteaba con él, me lo chupaba en todas las direcciones: de arriba a abajo, de izquierda a derecha, en círculos… mientras mi exquisito clítoris crecía y crecía y creía cada vez más… era una experta y lo estaba disfrutando, ya lo creo... Y yo pues empecé a chorrear como nunca lo había hecho, salían jugos a borbotones disparados por todas partes y en todas direcciones, salpicándole en la cara, pero a ella parecía no molestarle, al contrario, se dedicaba a seguir lamiendo y succionando y saboreando mi jugosito clítoris que casi no le cabía en la boca ya, hasta que por fin exploté y me corrí a lo grande en toda su boquita, se puede decir que me follé su traviesa lengüita… No pude evitar pegar un grito de placer y me quedé totalmente extasiada, pues mi orgasmo duró varios minutos… Ya medio recuperada le pregunté:

  • Entonces te gustó el sabor?

  • Mi amor, creo que necesito saborearlo un ratito más para acabar de encontrarle el gusto, puedo?

Sé que mentía, el gusto lo había más que encontrado, pero lo que ella quería era seguir lamiéndomelo durante más tiempo, le encantaba el sabor…

- Sí claro, es todo tuyo, puedes degustarlo todo el rato que necesites…

Así que allí seguía ella entre mis piernas degustando mis jugos sabrosos, hacía conmigo lo que quería, me metía los deditos por la vagina, me chupaba mi botoncito, me lo mordisqueaba pero sin usar los dientes, volvía otra vez a lamérmelo, y me lo succionó tanto que me volví a correr en su boquita, me encantaba correrme en su lengua y notar que ella sentía mis contracciones, uff que placer dios mío!!!

Ella esta vez se tumbó en la camilla y me dijo que me sentara en su carita, que quería seguir chupándomelo todo, así que obedecí, eran las órdenes de mi doctora… y yo soy muy obediente. Me subí a horcajadas sobre su cara para que me lamiera la concha y ella siguió comiéndomela con una pasión que me volvía loquita. Yo a veces me frotaba el clítoris en círculos sobre su cara para contribuir al desenlace, tenía su preciosa carita empapada de mis jugos blanquecinos (dicen que va bien para el cutis) me excitó tanto que empecé a jadear, y entre esa imagen y todo lo que me estaba haciendo acabé corriéndome otra vez… Se tragó todos mi juguitos y yo estaba tan satisfecha que no me lo podía creer, me había echado un polvo de película en su carita, y ella tan feliz me limpiaba bien todo mi delicioso sexo…

  • Bueno amor, he comprobado que el sabor es perfecto, así que estás perfecta del todo!! Y en cuanto al asunto de correrte varias veces no es nada malo, eso es porque eres una persona muy fogosa y ardiente… así que puedes correrte las veces que quieras. Además quiero que sepas que yo estaré aquí para cuando quieras desahogarte, ya me entiendes...

  • Gracias doctora, ahora estoy más tranquila…

  • Cielo, de todas formas quiero que vengas cada semana un día a mi consulta para hacerte un seguimiento, te seguiré chupando el clítoris por si cambiara de sabor, nunca se sabe…

  • Muy bien doctora, vendré cada semana para que le des a mi jugosito clítoris los cuidados que se merece…

Me dio un besito cariñoso en el clítoris y me dijo que ya podía vestirme, yo sabía que ella me lo iba a cuidar muy bien…

Gracias de nuevo y hasta la próxima :)