Mi hermoso clítoris (2)

Mi amor babeaba con solo mirarlo, en su vida había visto un clítoris tan apetitoso, como le hubiera gustado metérselo en la boquita, succionarlo, chupármelo, jugar con él, pegarle bocaditos con mucho cuidado, lamérmelo todo...

Ahí va mi segundo relato, aunque éste no tiene nada que ver con “Mi hermoso clítoris”, como veréis son historias  independientes aunque tienen algo en común: mi clítoris :)

Es verano y hace calor, estoy en la habitación de un hotel tumbada en la cama mientras miro la televisión, solo llevo unas minúsculas braguitas, así es como me siento más cómoda, además estoy sola absorta en mis pensamientos… Pienso en la mujer que acabo de conocer hace unas horas en el supermercado de al lado, tan dulce y encantadora…

Solo quedaba una barra de pan integral y las dos fuimos a la vez a por ella, llegamos a rozarnos sin querer las manos, nos miramos y ella me sonrió cariñosamente y me dijo: “- es igual princesa, quédatela tú, no me importa, yo ya cogeré de otra clase… “

Era preciosa, con una mirada tan profunda y hermosa que me quedé hipnotizada por un momento, era como un ángel, al final reaccioné, le di las gracias y noté que me sonrojé ligeramente, creo que ella se dió cuenta, pero yo disimulé y seguí mi camino. Había sido tan tierna conmigo que ya no me la pude quitar de la cabeza... tenía la sensación como si la conociera de toda la vida, era la mujer perfecta para mi, bella por dentro y por fuera… cuando me giré para buscarla ya no la vi, había desaparecido, me entristecí al pensar que ya no la volvería a ver nunca más y que había perdido una buena oportunidad con ella…

Así que yo estaba mirando la pantalla de la Tv pero pensando en realidad en aquella mujer que me había fascinado tanto. Me había enamorado de ella sin apenas conocerla, eso sí que era amor a primera vista…  Me preguntaba que donde estaría ahora y qué estaría haciendo…

Lo que yo no sabía es que esa misma mujer estaba enamorada de mi y que me observaba desde hacía tiempo… Era una ex-agente del gobierno contratada por mi padre y encargada de vigilarme y protegerme, pues él era un testigo protegido en un caso de corrupción y yo también corría peligro sin saberlo…

Mi hermosa protectora me observaba a través de unos monitores instalados en su habitación, justo al lado de la mía. En mi habitación había cámaras secretas y micrófonos escondidos en varios lugares estratégicos que yo ignoraba. No podía imaginar que ella me observaba día y noche y que me conocía mucho más de lo que yo creía…

Al pensar en su cuerpo me empecé a excitar yo solita, y me entraron ganas de tocarme, de masturbarme… primero los pechos, me gustaba acariciármelos despacito, delicadamente, eran suaves y firmes, ni demasiado grandes ni pequeños, la medida perfecta… seguidamente  los pezones que ya se me habían puesto duritos, eran marroncitos y no muy grandes, eran muy sensibles y por nada se me ponían erectos…

Yo ignoraba que ella me estaba observando y que sonreía mientras no podía despegar su mirada de la pantalla donde yo aparecía tocándome y dispuesta a darle un buen espectáculo a sus afortunados y preciosos ojitos verdes.

Me metí un dedito en la boca y lo llené de saliva, entonces bajé mi mano y la introduje dentro de mis braguitas y empecé a acariciar mi sexo húmedo, estaba muy mojadito ya, y con mis deditos me daba masajitos y caricias, pero empezó a molestarme las braguitas y me las quité… Entonces ella rápidamente aumentó el zoom y se acercó a mi linda vulva tomando un primer plano de mi delicioso sexo, todo se estaba grabando al detalle, se podía apreciar mi clítoris rosadito ya muy crecidito y brillante, estaba empapadito, entre una mezcla de flujo y saliva.

Mi preciosa vecinita no pudo evitar sentirse muy excitada y mojada también. Saber que me tendría grabada para siempre pajeándome la ponía a cien, era una delicia… Deseaba lamerme toda enterita, pero no podía, su misión era protegerme desde la distancia, así que siguió observando sin perder detalle mi deliciosa rajita, mis labios mayores y menores bien hinchaditos y sobresaliendo mi botoncito prominente ya a punto de explotar.

Yo seguía masturbándome pensando en ella, tenía mi cosita mojadita y mi hermoso clítoris ya pegajoso y a la vez suavecito listo para estallar en una explosión de puro placer… Ella de mientras lo grababa todo. Se acercó tanto a mi exquisito sexo que podía observar  la textura y el color de mis jugos vaginales, le excitaba muchísimo ver mis flujos blanquecinos-lechosos regalimando por mi vagina y cubriendo mi enorme clítoris que ahora ya era de color rojo y brillante por mi flujos, era una imagen espectacular, aunque a veces con mis deditos al pasar por encima y acariciar mi clítoris tapaba la imagen, pero enseguida volvía a aparecer mi precioso clítoris en todo su esplendor… se podía apreciar durito y erecto… como un delicioso helado a punto de ser devorado… mmmmmm, que rico…

Mi amor babeaba con solo mirarlo, en su vida había visto un clítoris tan apetitoso, como le hubiera gustado metérselo en la boquita, succionarlo, chupármelo, jugar con él, pegarle bocaditos con mucho cuidado, lamérmelo todo, meterme los deditos en la profundidad de mi  cueva y darme mucho placer, deseaba comerme mi cosita enterita, de arriba a abajo, y tragarse todo lo que saliera por ahí…

Mi hermosa voyeur estaba tan cachonda que tuvo que empezar a tocarse y masturbarse también, con semejante imagen en primer plano era imposible no ponerse caliente, así que estábamos las dos jadeando, masturbándonos a la vez y pensando la una en la otra…  Hasta que al final sin poder evitarlo nos corrimos las dos a la vez, fue increíble, maravilloso…!! Un orgasmo impresionante, apoteósico, que duró bastante…

Fue muy placentero, mi cosita liberó tantos jugos que quedó toda la sábana impregnada de mi esencia, pero no me importaba, con mis deditos pasé por encima de mis muslos mojados y de mi espléndido sexo, y recogiendo mis jugos muy suavemente y delicadamente me los llevé a la boca, y los chupé, me encantaba su sabor, más delicioso que un pastel de chocolate, y así estuve un rato, saboreando mis líquidos íntimos más sabrosos y poco a poco me quedé dormidita. Soñaría con ella, mi hermosa princesa.

De mientras mi amor, rebobinaba la cinta donde estaba todo mi episodio masturbatorio grabado y le daba al Play, era demasiado tentador, necesitaba verlo una y otra vez… Con solo pensarlo empezó a sentirse mojadita otra vez y sonrió lujuriosamente…

Gracias a todos/as por tomaros la molestia de leerlo y espero que os haya gustado… ;)