Mi Hermosa Tía

Como me inició mi hermosa Tía en el sexo, el 80% del relato es totalmente real, el resto ficción.

Les quiero contar la historia de cómo mi hermosa tía me inició en el sexo cuando yo tenía 17 años.

Antes que nada me presento, me llamo Laura y soy de Buenos Aires, Argentina, actualmente tengo 18 años, soy de cabello castaño claro, ojos marrones, tengo buena cola y en general buen cuerpo.

A los 17 años recién cumplidos me pasaron distintas cosas que no fueron buenas para mi, entre ellas la separación de mis padres, lo cual me deprimió muchísimo ya que fue todo muy rápido. A raíz de esta situación, mi madre la cual estaba aturdida por la separación me sugirió que sería bueno para las dos que viajara con mi tía, cuyo nombre es Carmen, que justamente partía hacia Córdoba, una bella provincia de mi país, el viaje era en carácter de negocios, pero igualmente me haría muy bien por que lograría despejarme.

Al otro día de la conversación Carmen me pasó a buscar para emprender el viaje, se presentó con un trajecito beige con una falda por arriba de las rodillas, lo que dejaba ver unas hermosas piernas y por debajo del saco una remerita blanca bastante ajustada lo que también hacía notar que mi tía disponía de un hermoso cuerpo que junto con su altura de 1.70 y su cabello rubio, hacía de ella una mujer muy interesante.

Al llegar al aeroparque para esperar la salida del avión nos sentamos a tomar algo y aprovechar para conversar de cosas sin importancia, al ser ella soltera le pregunté entre otras cosas por que no se había casado a lo cual respondió que no se dio la oportunidad con ningún hombre, ella me preguntó si tenía novio y le contesté que no por la misma razón que ella y sonreímos cuando me dijo somos dos mujeres libres y tu sobre todas las cosas eres muy hermosa con lo cual me sonrojé muchísimo ya que sufro de mucha timidez.

Ya acomodadas en el avión ella enseguida se descalzó y sin quererlo me fijé en unos pies hermosos que vestidos con unas medias color piel me llamaban la atención y no dejaba de mirarlos cuando podía, esto jamás me había pasado antes, en varias oportunidades me descubrió mi mirada hacia sus pies y siempre esbozando una sonrisa picarona no me decía nada.

A la media hora de haber emprendido el viaje le solicitamos a la azafata una frazada para estar más cómodas, cuando la trajo en medio de bromas y risas, me colocó sus pies en mi falda por debajo de la frazada y con seriedad me preguntó si tanto me gustaban por que no le hacía masajes, yo no sabía donde esconderme de la vergüenza y sin decir nada le tome el pie izquierdo y lo masajeaba con mis manos, los dedos, la planta y el tobillo, mientras ella cerraba los ojos, esto y sin entenderlo me causó una exitación increíble a tal punto que mi bombacha (bragas) estaba húmeda, sin decir nada nos acomodamos nuevamente en nuestras butacas esperando la llegada a nuestro destino.

Ya en el hotel y siendo la hora de cenar, me di una ducha rápida para estar mas cómoda, cuando salí del baño, lo hice con una toalla tapando mi cuerpo y ella descaradamente me pidió que me la sacara, que no podía creer que no conociera el cuerpo de su sobrina, yo me sonreí en forma nerviosa y sin pensarlo dejé caer la toalla a mis pies y quedé totalmente desnuda ante ella que quedó impresionaba con la hermosura de mi cuerpo según sus palabras. Se acercó hacia mi y sin decir nada me tomó de la nuca y me atrajo hacia su boca, yo me asusté y me resistí, pero ella tenía mas fuerza que yo y me obligó a besarle sus labios, esto a mi me había gustado demasiado y enseguida nuestras lenguas jugaban sin pausa y con sus manos comenzó a recorrer mi cuerpo, yo estaba muy exitada, como nunca, ella se separó de mi y me ordeno que la desvistiera, sin decir nada y aceptando su orden le saqué sus zapatos y me puso el pie en mi boca, el cual lamí como si fuera un helado, luego le saqué el resto de la ropa, cuando llegué a su bombacha me dijo que todavía no, me acostó en la cama y comenzó a lamer mi vagina directamente, yo estaba en las nubes y me acariciaba yo misma mis pechos, al rato me estaba corriendo como nunca en la boca de mi tía, ella llena de mis jugos me beso y probé mis propios líquidos, que hermoso. Al rato estando abrazadas tendidas en la cama me preguntó si tenía hambre, le dije que me moría de hambre y sin decir nada se sacó su bombacha y se sentó en mi cara, me ordenó que la lamiera, mi lengua empezó a recorrer sus sexo de abajo hacia arriba y me llevó una de mis manos a su ano para que le metiera un dedo, el cual entró sin problemas, después de un rato ya tenía su clítoris duro como una piedra y gemía increíblemente, entonces le puse otro dedo en su hermoso culo y se corrió en mi boca, me lleno con sus jugos que tragué todos y dándome la orden de abrir bien la boca, comenzó a orinar y tomándome de la cabeza me obligo a quedarme debajo de su orina, yo sin saber por que, con solo esa acción me corrí nuevamente.

Luego de cenar en la habitación, nos acostamos abrazadas y me dijo, de ahora en más serás mi esclava y por ahora será nuestro secreto.

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