Mi hermano y su novia #2

La novia de mi hermano viene a pasar unos días a nuestra casa y me toca ser una buena anfitriona.

La mirada de Javi se oscureció cuando se posó sobre nuestros cuerpos desnudos, pero sabía que no era de enojo, sino de excitación.

Con mi lengua dibujé círculos alrededor del pezón de Marta, que forcejeó para apartarse de mí, consiguiendo solo dejar más de su flujo sobre mi muslo.

—Javi —lloriqueó—. Yo no quería.

Estiré su pezón con mis dientes y esta arqueó su espalda en busca de más.

—Deja de mentirle a tu novio. —Apreté uno de sus cachetes haciéndola temblar sobre mí—. Te quieres follar a su hermana. Y eso no está bien.

Javi se acercó al jacuzzi para ponerse detrás de mí, y de reojo noté la erección en sus pantalones que luchaba por salir y ser tocada.

—Lara —gruñó—, ¿cómo has podido? —Si quería sonar dolido, no lo estaba consiguiendo.

Volví a acercar mi boca a su pezón y succioné con fuerza.

—Yo no quería —respondió entre gemidos.

Javi bajó su bañador haciendo saltar su polla fuera de este, para después envolverla con su mano.

Aparté mi boca de su pezón—donde había dejado un chupetón—para girarme hacia aquella polla erecta de cuya punta caía líquido preseminal. Verla así me hizo la boca agua.

—Claro que lo quieres —dijo.

Con su otra mano agarró a Lara por detrás de su nuca para acercarla de forma brusca a su polla, haciendo que su pecho chocara contra el mío.

—Chúpala —gruñó.

Lara no dudó, y como toda una zorra accedió a chuparle la polla, mientras dejaba que la hermana de su novia le follara con sus dedos.

Primero se metió la punta y empezó a succionar, mirándole a los ojos por debajo de sus pestañas.

Acaricié su cuerpo con la llema de mis manos aún sintiendo los chorros de agua en mi clítoris. Bajé de su espalda a su culo, donde dejé que se perdiera mi mano.

Lara dejó de chupar.

—Ahí no —jadeó—. Nunca antes me he to-

Mi hermano no dejó que terminara y volvió a meterle la polla en la boca haciéndola gemir.

—Vas a dejar que mi hermana te folle el culo como una buena zorra —gruñó, moviendo sus caderas de adelante hacia atrás.

Con mi dedo índice hice círculos alrededor de su ano, para después empujarlo hacia dentro, entrando solo la mitad.

—Qué estrecho está —susurré contra su cuello.

Terminé de meter el dedo y empecé a moverlo de adentro hacia afuera.

Lara gimió con la polla de mi hermano en su boca y empezó a mover su culo de arriba a abajo en busca de más.

—¿Te gusta que mi hermana te folle? —le preguntó mi hermano, a lo que esta asintió frenética.

Metí otro dedo, y está apretó su ano alrededor de mis dedos mientras gemía. Apreté en su ano otro tercer dedo, que al entrar la hizo apartar la polla de su boca, para poner sus manos en los bordes del jacuzzi y empezar a botar sobre mí.

—Otro —suplicó mirándome a los ojos, con la baba colgando de la comisura de sus labios y las mejillas enrojecidas por el calor—. Mete otro.

Gemí, e intenté meter otro dedo, pero Javi me lo impidió.

—Solo a las chicas buenas se les da lo que piden, y tú no lo has sido. —Se sacudió su polla, ahora brillante por la babas de Lara antes de proseguir:—Pero mi polla necesita de alguien.

Lara se inclinó de nuevo para tomarla, pero él se apartó negando con la cabeza.

—Marta, sal del jacuzzi —mandó.

Lo miré sobre mi hombro confundida, pero hice caso. Saqué los dedos de su ano haciéndola estremecer y la aparté de mí, para después salir fuera, con el agua cayendo sobre mis pechos y notando el frío sobre mi piel desnuda.

Javi se paró detrás de mí y apartó el pelo de mi hombro para pasar su lengua sobre este.

—Javi —gemí.

Los dos mirábamos a Lara, que nos miraba sorprendida.

Javi dibujó la forma de mis pechos con su mano para después bajar por mi cadera, hasta llegar a mi vagina, donde hundió tres de sus dedos.

Gemí tan fuerte que mi voz resonó por las cuatro paredes de la pequeña cabaña.

—Está tan mojado… Lara me ha dejado muy bien preparado el coño de mi hermanita.

Empezó a mover sus dedos más rápido y tuve que sujetarme a sus brazos para no caer de rodillas.

—La necesito dentro —supliqué.

Javi movió los dedos más rápido.

—Lara —la llamó, y esta apartó la mirada de mi coño para mirarlo a los ojos—. ¿Crees que se merezca mi polla?

Cerré mis ojos con fuerza.

Cabrón.

—Si —susurró, como si lo que acabara de pasar no hubiera sido suficiente como para quitarse la vergüenza.

Abrí los ojos sorprendida, y la vi de rodillas, recargada sobre el borde del jacuzzi y con las tetas en sus manos.

Sin darme tiempo a reaccionar, Javi pegó su pecho a mi espalda se agachó para pasar sus brazos por detrás de mis rodillas y así cargarme en brazos, dejando todo mi coño al descubierto, y bajo la mirada de Lara.

—Lara, ¿Crees que quiere mi polla?

Mi flujo se deslizaba de mi coño a mi ano, para después caer sobre el parquet.

Lara se inclinó aún más sobre el jacuzzi para alcanzar mi coño, pero Javi le llamó la atención.

—Ahora solo mirarás como me follo a mi hermana. Y cuando a mi me parezca podrás participar.


Hola

Dadle mucho amor y pronto subiré la siguiente parte 🤗