Mi Hermano ¿Un Dios? 1

No tenía ni idea de lo que la vida me deparaba... hasta que me tope con ese hombre. (Relato corregido)

"Creo que te veré a la noche"- eso fue lo ultimo que me dijo mi

hermano hace dos años, se fue a surfear y jamás le volví a ver, solo

encontramos su tabla a la orilla de la playa a 5kms de nuestra casa.

El tenía 20; y aunque era mi hermano siempre admire su belleza, era un

hombre hermoso, media 1.80, un cuerpo bien formado, labios preciosos y

una sonrisa picara que le acompañaba toda la vida, sus ojos esos ojos

color miel herencia de nuestra madre. Adoraba verlos, siempre tenían

una chispa de felicidad y no solo su cuerpo y su cara; también su alma

era bella.

Hoy dos años desde que le perdí para siempre... Un saludo me saco de

mis pensamientos, un amigo de Julian pasaba con su tabla, de seguro

iba a surfear, le salude y me quede viendo al océano, los surfistas se divertian, se escuchaban las gaviotas y yo solo pensaba en Julián.

No soporté esa visión, extrañaba demasiado a mi hermano y no tenía

una tumba a donde ir a llorarle, entré al agua y la note tibia como

dándome la bienvenida de nuevo, dos años de no mojarme los pies o el c

uerpo, de sentir las olas... Creo que nunca lo admití por miedo pero estaba

enamorada de mi hermano mayor.

Mientras sentía la bienvenida del mar en mi cuerpo me sentí mas

consiente de él de lo que nunca había estado antes; pensaba en Julián

en cuanto le extrañaba, en como se sentían sus caricias en mi cara,

sus besos de buenos días, sus abrazos... Si era un recuerdo pero mi

cuerpo reaccionaba, era una enferma excitarme por el recuerdo de mi

hermano. Definitivamente estaba mal.

No me di cuenta, estaba muy distraída y una ola muy fuerte me

arrastró, mientras las olas me revolcaban. Recuerdo un par de manos que

me levantaban, eran extrañamente familiares, aun así desconocidas...

Ojalá no me hubieran salvado.

"Estas bien? No creí que podría sacarte de allí? Me diste un buen

susto!- por cierto soy Ulises, como te llamas?

Mi nombre es Iara,

gracias. Estaba muy aturdida, el revolcón del océano me había asustado mucho.

.

El tipo me vio con extrañeza -mi casa es aquella- dije- creo q me voy

a cambiar y gracias de nuevo.

"Era como si el mar quisiera llevarte no te quería soltar"... Ten

cuidado, te veré pronto.

Llegue a casa y encendí las luces, estaba sola, mama vivía en el

continente por su trabajo y papá, como muchos padres desapareció

después de que yo nací.

Me bañe y me contemple al espejo, salvo unas raspaduras en las

rodillas y las palmas de la mano... Estaba bien . Vi mi reflejo, mis

ojos azules recorrieron mi cuerpo, mi cintura pequeña y mis caderas redondeadas siempre habían sido algo que los chicos con los que salía habían elogiado, mi cara ovalada enmarcada por mi cabello castaño oscuro mostraba signos de preocupación, mis labios un poco

gruesos, rosados y partidos, estaban un poco entreabiertos, supongo que acompañaban la curiosidad de mis ojos. Julían bromeaba decía que eran la imitación de los

de Angelina Jolie, al recordar de nuevo a mi hermano mis pechos desnudos se

pusieron erectos, mi piel blanca se puso de gallina y me puse húmeda, muy

húmeda... Lleve mi mano hacia mi clítoris y acaricié con la otra mi

pecho, para cualquier tipo aquello habría sido un espectáculo de

ensueño, una chica desnuda totalmente depilada tocándose frente a un espejo.

Me fui a la cama un poco satisfecha, me quedé desnuda, estaba sola en casa y hacia calor. Pensaba en Ulises, en lo poco conveniente que había sido su rescate.  No me malinterpreten, no suelo pensar en esas cosas, pero mientras me arrastraban las olas, lo único que pensaba era que pronto me reuniría con Julián

Si, mi hermano me habría rescatado, conociéndolo lo primero hubiera sido ir al médico, estaría pendiente de mi, besaría mi frente, me cuidaría... a veces lo odio, aún no acepto que me dejara sola. Ya no chocaríamos en el pasillo, como pasó la primera vez que le noté como hombre. Acababa de ducharse y yo iba al baño por mi neceser, siempre he sido distraida y no le vi. Chocamos y a el se le cayó la toalla... Fue una visión hermosa, nunca había visto un pene así, era grande aun sin estar erecto y estaba depilado; o bueno yo lo vi grande porque sólo había visto el de mi novio hasta ese momento.

Me puse roja como tomate, y él se puso rojo el doble. Siempre fue muy respetuoso conmigo, me pidió disculpas y se colocó rápido la toalla, aunque noté que el también me vio de pies a cabeza, después de todo yo también iba ligera de ropa, un bra y unas bragas de encaje no es exactamente andar muy tapada que digamos.

Julián, como lo extrañába, como le extraño, como necesito sentir el olor de su perfume en el pasillo o verle sonriente cada mañana sentado en el desayunador. Y luego estaba el otro pensamiento que abatía a mi corazón: si le hubiese contado a Julián lo que sentía por él, ¿me habría rechazado? y allí estaba en mi cama pensando en todos esos habrían que nunca pude convertir en una realidad, porque jamás pensé que mi hermano moriría joven y nunca fui lo suficiente valiente como para revelarle mis sentimientos.

Sentí unas manos que acariciaban desde mis piernas hasta mi cabello.

Despacio, sin querer apresurarse sintiendo cada centímetro de mi piel.

Esa presencia se puso sobre de mi y comenzó a besarme, primero de una

forma amorosa, luego con mas urgencia, sus manos tocaban mis pechos y

luego bajando sin dejar de besarme comenzó a succionarlos y morderlos,

era delicioso, me sentía mojada, sentía palpitaciones en mis partes

intimas y sobre todas las cosas no quería abrir mis ojos, quería que me

tocara que metiera dedos que metiera cualquier cosa que me llenara y como si

me leyera la mente suavemente con sus dedos fue acariciando mis

labios, mi clítoris haciendo suaves movimientos sin dejar de besar mis

pechos.

Sentí que un dedo o dos? Entraban en mi lentamente. Todo era

lento y eso me mataba, no dejaba de pensar en Julian, imagine que era el

y mi piel se erizo el placer se intensifico y empecé a sentir

cosquillas ese cosquilleo tan maravilloso que te indica que estas a s

egundos del cielo. La presencia también lo noto y salió de mi, me

sentí desamparada pero solo fue un instante porque tomo mis piernas y

las abrió, escuche un suspiro, sentí un suave beso en mi clítoris y

yo no podía mas...

El metió su pene, tan lento que me mataba era muy

suave muy lento y lo sentía milímetro a milímetro mas adentro, no se

acababa era grande y grueso! Uf! Q gusto me daba... Le rogué que

por favor fuera un poco mas rápido, creo que eso quería o es que estaba tan mal

como yo que hizo lo que le

pedí.

Me cabalgo me puso como quiso y yo deje que hiciera, cada vez sus

embestidas eran mas rápidas y solo quería sentirle dentro

completamente me dio una ultima embestida y se quedo quieto, sentí su c

alor en mi y yo sentía las contracciones de mi útero, eran fuertes y

no quería que él me abandonara, un calofrío recorrió mi cuerpo y caí

rendida.

Recuerdo decir Julian te amo.

No supe si fue un sueño o fue realidad... Desperté sintiendo

diferente, todo era diferente. Y aun así apenas comenzaba...