Mi hermano, travesti y gay, 02
La segunda entrega de como mi hermano con sus artes amatorias hizo que llegáramos al incesto toda la familia
Capítulo 2
Rendidos por el cansancio, nos quedamos profundamente dormidos. A la mañana siguiente oigo la voz de mi hermano, que gritándome suavemente me invitaba a despertar.
- ¡Hey¡, flojo, arriba, no te vas a quedar acostado todo el día, vamos a la playa- me decía, mientras se movía por todo el cuarto buscando alguna cosa.
- Párate y ponte tu bañador y vámonos-
Yo, aun medio dormido trataba de acomodar mis ideas y sensaciones que de alguna forma me hacían sentir un poco desconcertado, no asimilaba que la noche anterior sin ningún escrúpulo, me había dejado seducir por mi hermano acabando por cogérmelo. Ahora, él me hablaba como si nada hubiese pasado, urgiéndome a que nos fuéramos a la playa. Yo no quería darle la cara, no me sentía bien, pero lo hecho hecho esta y no me quedaba más remedio de levantarme y darle frente a la situación.
- Hermano, perdona pero lo de anoche…empecé a decir y el de inmediato se acercó a la cama y mirándome me dijo
- ¿Que con anoche?, ¿no te la pasaste bien?, mira, a mí me gusto que me hicieras el amor, no sabes con cuanto placer lo disfrute, tienes una muy buena verga y me hiciste venir como nunca. Yo quiero que no te cause pena ni remordimiento, aún hay mucho que quiero que conozcas y que compartamos.
- Así que arriba y vamos- me dijo levantándose y jalando las sabanas, haciendo que quedara desnudo frente a él.
- Mira que cuerpo tan varonil tienes hermanito y tu verga aun dormida muestra buen tamaño, como me gustaría poder metérmela una vez más ahorita, pero te tengo reservado algo mejor para la noche- termino diciendo.
Ya listos para la playa salimos los dos juntos como buenos hermanos, durante el día, no pasó nada extraordinario, más bien fue normal, nos metimos al mar, jugamos, platicamos de muchas cosas, pero ni una sola palabra sobre lo sucedió en la noche anterior. Nos fuimos a comer y de compras. En el centro comercial, me pidió que fuera a comprarme algo formal para la cena que tenía programada mientras él se buscaría otras cosas, no me permitió que lo acompañara. Al cabo de unas horas, ya estábamos de regreso en el hotel.
Empezaron a suceder cosas que me inquietaron mucho, primero me dijo que me bañara y arreglara y que una vez terminado, me adelantara a un restaurant y ahí lo esperara, la reservación ya estaba lista. Le dije que mejor lo esperaba y que nos fuéramos juntos y el no acepto y me pidió por favor que lo hiciera como el me lo pedía. Para no tener disgustos así lo hice y terminando de arreglarme me dirigí al restaurant que me indico. Vaya sorpresa que me lleve al llegar al sitio, era un lugar muy lujoso, con amplios jardines y los salones tenían reservados y varias pistas de baile, la iluminación era muy tenue y agradable, una música suave se oía por todo el lugar. Me anuncié y de inmediato me condujeron a un reservado donde se tenía presentada una mesa con vino y una gran variedad de comida, me acomode en uno de los sillones y me sirvieron una copa de vino, el mesero se retiró y me quede solo.
Ya había apurado dos copas de vino y me sentía un poco mareado e inquieto de que mi hermano no llegaba, cuando estaba por servirme la tercera copa, veo abrirse la puerta y una hermosa mujer se dirige hacia mí, que cosa tan hermosa, alta, de pelo negro largo, venía con un vestido ceñido negro más que corto y medias negras. Se para por un instante y se da vuelta lentamente como para que apreciase su cuerpo, que nalgas, paradas y muy redondas. Por lo corto de su vestido casi se le veía el nacimiento de su culo. Yo intento pararme pero la mujer con una señal me pide que no lo haga, sigue caminando y llega a la mesa y se sienta en el sillón vacío, cruza las piernas dejando al descubierto toda su belleza.
n Hola, ¿no me invitas una copa?- me dijo con una voz muy suave casi inaudible.
Me apuro a servirle y se la alcanzo, que ojos, y la boca muy sensual, muy buena hembra. Ella toma su copa y se levanta caminando hacia donde yo estaba y se sienta en mis piernas. Deja la copa en la mesa y me empieza a acariciar y a besar en mi cuello, que perfume, maravilloso, seductor. Yo acaricio sus piernas y llego a sus nalgas, ella de pronto se para y me toma de la mano y me lleva a un sillón muy amplio, nos sentamos y ella se pone en una posición en donde yo podía ver todo su cuerpo, Debajo de ese vestido, se veía un par de medias con encaje y los sujetadores de un liguero, mi hembra sabía que me estaba gustando esa vista, abre lentamente sus piernas y me deja ver un hermoso liguero y unas pantaletas negras transparentes. La belleza de su cuerpo era formidable. Ella me hace una señal de que me acerque a ella y me para justo frente a su cara, en ese momento siento como su mano toma mi verga y la acaricia con ternura, por encima del pantalón, con destreza, empieza a bajar el cierre y a desabrochar mi pantalón. Yo cierro mis ojos y pienso que era un regalo de mi hermano el enviarme a ese tremendo culo de mujer. Regreso a la realidad cuando un calor húmedo rodea mi verga ya parada, bajo la vista y veo como la mujer se está metiendo el pedazo de carne en la boca, que mamada me está haciendo…
Ella voltea su cara sin dejar de chupar y levanta la vista hasta encontrar mis ojos, ahí veo que hermoso color tienen sus ojos, azul metálico, poco común, pero hermosos. Se mete toda mi verga y siento como la cabeza choca con su garganta. Yo estoy desesperado y trato de inclinarme para poder tocarle sus pechos, que eran muy pequeños pero firmes, los pezones los tenia erectos, los tomo con los dedos y empiezo a acariciarlos, la hembra, de quien no sabía su nombre, empieza a quejarse suavemente, está reaccionando a mis caricias.
Ella, mientras sigue mamando mi verga, empieza a desabrochar mi pantalón, lo baja, yo levanto la pierna para dejar que saque una parte y luego la otra, sigue con mi trusa, la empieza a bajar, sigue mamando, ya estoy desnudo de la cintura hacia abajo. Yo me desabrocho los botones de mi camisa y me la quito, ella sigue con su ritmo mamando mi verga. Ya estoy desnudo. Ella deja de mamar y se levanta, se dirige a la pared en donde está un control de luz y baja la intensidad de los focos, casi solo se veía con la luz de las velas que estaban sobre la mesa. Su caminar tanto de ida como de regreso era muy sensual, al regresar a donde yo estaba, se sube al sillón y se pone en cuatro, me indica que me ponga a tras de ella, se hace a un lado el pequeño hilo que cubría su culo y con su mano toma mi verga y la dirige a su ano. Me hala y le meto la cabeza de mi pedazo de carne. Al sentir su culo tan cerca y con un poco de verga adentro, empujo con fuerza y toda mi carne se mete en su ano. Que placer, siento como las paredes de su ano me abrazan la verga, ella se mueve y yo la sigo, agarro sus caderas y con ellas muevo hacia adelante y atrás, mi verga entra y sale, su ano está muy lubricado. Con la idea de poder penetrar más su culo, me subo un poco en ella y con mis piernas sobre el sillón siento como penetro más, ella emite sonidos de placer y para más su cola. Que cogida, nunca me había puesto tan caliente, bueno, con excepción de la noche anterior con mi hermano. Estoy a punto de venirme y descargar mi leche en ese culo tan delicioso, pero ella con destreza, agarra mi verga, la saca de su ano y rápidamente se voltea y la mete en su boca, ahí descargo toda la leche y ella se la traga con gusto.
Sigue chupando y me deja la verga, ya con poca fuerza, completamente limpia. Sus manos no dejan de acariciar mi cuerpo, principalmente mis nalgas. Siento como una de sus manos se dirige hacia el hoyo de mi culo y con mucha calma y cuidado mete uno de sus dedos en él. Yo doy un respingo y trato de separarme de ella, pero me tiene bien sujeto y no puedo. El dedo penetra mi esfínter, lentamente y una sensación de placer me invade. Dejo de poner resistencia y me acerco más a la hembra para que pueda penetrar más. Su dedo entra y sale más profundamente, en momentos se queda dentro y hace movimientos circulares, que placer, sigue el masaje anal. Esos movimientos logran que se empiece a parar nuevamente mi verga y ella la toma con su boca. Es un placer que nunca había sentido y me empezó a excitar de mil formas. Quería sentir más profundamente su dedo. De pronto, sentí como mi ano recibía un dedo más y luego otro. Tenía tres dedos metidos en i ano. Sentía algo de dolor pero la mujer sabía qué hacer y del dolor paso al placer.
Mi verga ya estaba completamente parada, nunca me había pasado tan rápido. La mujer con destreza saca mi verga de su boca y la toma con su mano, al mismo tiempo, hace que me ponga en cuatro y de inmediato pone su cara frente a mi ano, saca sus dedos y empieza a chuparlo y besarlo, mete su lengua y vuelve a chupar,. Con su otra mano sigue moviendo mi verga, la combinación mano, verga y chupar mi ano me dejan completamente a disposición de ella. Mete y saca sus dedos y chupa y mete su lengua, así varias veces. De pronto siento que mi ano es llenado por otro dedo, mi esfínter está muy dilatado, siento como se estira el musculo al momento de que van entrando. Pero el calor que siento dentro del culo es muy fuerte, diferente, la textura es más suave, con mi mano busco la entrada de mi ano para sentir cuantos dedos me ha metido y cuál fue mi sorpresa que era una verga la que estaba penetrándome, no muy grande ni gruesa, pero era un trozo de carne. Cuando quise reaccionar, la mujer, que hasta antes así la consideraba y no lo era, empujo fuete y toda su carne se fue hasta el fondo de mi intestino. El placer que sentí borro la sorpresa y mi virginidad perdida. Ella o el, o ambos, metía y sacaba su verga y al mismo tiempo me masturbaba. El clímax estaba muy cerca, sentía como las paredes de mi ano empezaban a apretar la carne y mi verga tenia espasmos, al mismo tiempo que soltaba la leche de mi verga, apretaba la carne metida y sentí como algo muy caliente y liquido era lanzado y recibido en mi intestino. Los dos no venimos a mismo tiempo. Yo me solté y quede acostado boca abajo y el sobre de mi sin sacar su verga de mi cuerpo.