Mi hermano se tomó una pastilla de viagra
Sábado en casa con mis amigas, todo estaba preparado para una gran fiesta hasta que mi hermano lo cambió todo
Fin de semana y mis padres de viaje. Tenía vía libre para invitar a mis amigas y pasarnos el viernes y el sábado de fiesta en mi casa. Y eso fue precisamente lo que hice. En el momento en que empieza el relato estaba tomando el sol en el jardín junto a tres amigas, Clara, Irene y Alba.
Irene es, junto a mí, la más lanzada del grupo, tenía un cuerpo bastante bueno (como yo, modestia aparte) y sabía aprovecharlo para ligarse a cualquier chico que se le pusiera por delante. Clara era la empollona del grupo, estudiaba medicina y solo sacaba matrículas de honor. Era bastante tímida y no se le conocían muchos novios, aunque yo estaba segura de que estaba coladita por mi hermano. Alba también estaba bastante bien de cuerpo, pero tenía el típico novio desde los 15 años que apenas la dejaba respirar. Por cierto, mi nombre es Sandra y todas tenemos 20 años.
Después de una buena comilona regada de abundante alcohol estábamos tiradas al borde de la piscina dejando el tiempo pasar cuando escuché como se abría la puerta de casa.
-Ese debe ser mi hermano que vuelve del trabajo
-Tu hermano Jorge eh-dijo Irene saliendo de su letargo
-Dile que salga un rato a tomar el sol con nosotras que le echamos cremita por todo el cuerpo-ahora era Alba la que seguía con la broma
Y es que mi hermano, objetivamente, está muy bueno y trae locas a todas mis amigas. Siempre andaban con bromas sobre si se lo iban a follar pero ninguna se había atrevido a dar el paso porque sabían que a mi me molestaría.
En esas estábamos cuando le vi salir por la puerta del jardín. Iba vestido con la camiseta del bar en el que trabaja de vez en cuando como camarero, que por cierto le queda bastante ajustada y marcaba su atlético torso.
-No me habías dicho que iban a venir tus amigas
Ese era el problema de mi hermano, era demasiado serio, nunca se relajaba
-¿Tenía que mandarte un telegrama?
-Por lo menos me lo podrías haber dicho porque esta noche tengo que…
-Ven aquí y tómate un traguito con nosotras-le interrumpió Irene
-Tómate lo que quieras que tenemos mucho calor-dijo Alba abanicándose con una revista
-Y además sabéis que no se puede fumar en el jardín, joder Sandra te lo he dicho mil veces
-A tu salud-dije mientras me bebía un buen trago de tequila
Esto provocó las risas de mis tres amigas mientras mi hermano se retiraba derrotado a su habitación.
-Con lo bueno que está y la mala leche que tiene-dijo Sandra
-Es que hace mucho que no folla, desde que le dejó la novia esa modelo hace tres meses
-Pues hoy que se ande con cuidado que Clara anda suelta y ha bebido
Esto provocó una carcajada del resto del grupo mientras Clara se ruborizaba, todas sabíamos que le molaba mi hermano aunque era demasiado tímida para admitirlo, y le gastábamos bastantes bromas al respecto. Yo me lo tomaba bien porque sabía que Clara nunca se atrevería a confesarle nada a Jorge, pero la sola idea de que Irene se lo llegase a follar me ponía enferma, para que negarlo.
A todo esto mi hermano volvió a aparecer en el jardín
-Sandra sabes cuales son las pastillas esas que compraste para el dolor de cuello
-Creo que están en el baño de papá, en un bote blanco
Mi hermano era jugador de waterpolo, así que algunas veces tenía tirones y dolores en el cuello
Nos olvidamos de él y estuvimos hablando de nuestras cosas, básicamente de chicos. Al igual que mi hermano yo también había roto hace tiempo con mi novio, y llevaba sin follar casi dos meses, Irene ni una semana, al igual que Alba aunque bueno, ella tenía novio. A Clara ni se lo preguntamos, en este tipo de temas nunca participaba.
Fui a buscar hielos a la cocina y cuando volví al jardín mi hermano estaba extendiendo su toalla cerca de la piscina, alejado de nosotras. Será borde. Desde la distancia vi como se quitaba la camiseta mientras mis amigas no le quitaban ojo de encima. Cuando sacó la crema solar Irene se levantó a toda velocidad para echársela. Confieso que no me hizo ninguna gracia ver como se tomaba un tiempo absurdo en extender la crema por todo el cuerpo de mi hermano, así que decidí volver al jardín por si la situación se ponía fuera de control.
Jorge se tumbó un rato sobre su toalla mientras escuchaba música en su mp3. La verdad es que con todo su cuerpo brillante por la loción solar estaba para comérselo, si no fuera mi hermano, claro. Mis amigas se pusieron las gafas de sol para que no se notara tanto que le devoraban con la mirada. A los pocos minutos mi hermano se puso boca abajo rápidamente. No es que fuera nada raro, pero me sorprendió la brusquedad del gesto. De repente, se tiró a la piscina. Y se tiró porque básicamente se arrojó al agua desde la toalla, sin ponerse de pie, prácticamente se arrastró. Me extraño esa forma tan torpe de meterse en el agua teniendo en cuenta que es jugador de waterpolo.
Y a todo esto mientras mi hermano empezaba a hacer largos en la piscina a Irene no se le ocurrió otra cosa que quitarse la parte de arriba del bikini y hacer top-less delante de Jorge ¡será guarra!
El ruido de las cigarras y un calor abrasador. Estaba medio adormilada por el alcohol que habíamos bebido y el sopor veraniego, pero me di cuenta de que no escuchaba a mi hermano nadar desde hacía un rato. Dejé a un lado la revista que estaba leyendo y miré hacia donde había dejado la toalla. Contemplé la piscina y estaba dentro, con la espalda apoyada contra el bordillo, ¿qué coño hacía allí parado? Siempre que se metía en la piscina mi hermano se machacaba nadando sin parar durante mucho tiempo. Nuestras miradas se cruzaron y creí percibir una petición de ayuda, casi una súplica. En fin, cada día más raro mi hermano.
Seguí atenta a la revista de cotilleo que tenía entre mis manos, cuando la acabé volví a extrañarme de que mi hermano no hubiera salido todavía del agua, volví a mirar y estaba en la misma posición que antes, esta vez con los ojos cerrados como si estuviera haciendo un gran esfuerzo. Irene se levantó de su toalla y entró en casa. Salió con una cerveza en la mano mientras se acercaba a la piscina, con sus enormes tetas al aire y bamboleándose. Pude observar la cara de pánico de mi hermano. Rápidamente pasó de estar con la espalda apoyada al bordillo a la posición contraria, con lo que parecía que se había girado para prestar atención a Irene
-Te vas a quedar arrugado como sigas tanto tiempo allí dentro
-No te preocupes estoy acostumbrado-balbuceó mi hermano
¿Qué demonios le pasaba?
-¿Quieres un trago? Le dijo ofreciéndole la lata de cerveza mientras se ponía en cuclillas
-No gracias estoy bien no te preocupes
-Jaja tranquilo que no estoy preocupada. Quería decirte que no he podido hacerme un mojito porque no he sido capaz de quitarle el tapón a la botella de ron. Seguro que un hombretón fuerte y cachas como tú podría abrírmela ¿verdad?
-Verás no quiero parecer borde pero es que estoy nadando y si rompo ahora la rutina de ejercicios va a ser perjudicial para el entrenamiento
Tanto Irene al borde de la piscina como yo en el jardín nos quedamos pasmadas ante la respuesta de mi hermano ¡pero si hacía un buen rato que no nadaba!
Mi amiga volvió a su toalla, que estaba al lado de la mía y murmuró
-¿Qué coño le pasa a tu hermano? Primero se acerca a mí en la piscina y luego no es capaz de salir un minuto para abrirme la botella ¿de qué va?
-Ya sabes que es un poco raro-fue lo único que pude decir
Sí, mi hermano no es la persona más normal del mundo, pero su comportamiento ya pasaba de castaño oscuro. Le miré y él me miró. Hizo un gesto con las dos manos como si estuviera rezando y a continuación extendió el brazo hacia nuestra casa, varias veces. No entendía nada. Exasperado, señaló a mis tres amigas y volvió a hacer el gesto de antes. Quería que mis tres amigas se metieran en casa ¿pero por qué? La cara de angustia de mi hermano era notoria.
-Chicas no sé vosotras pero yo me estoy muriendo de calor que os parece si entramos en casa y nos hacemos unos mojitos-dije
-Sí, vamos a hacérnoslos nosotras, que como dependamos del borde de tu hermano…-dijo Irene
Las dejé en la cocina intentado abrir la botella de ron mientras salía a la piscina
-Gracias a dios que has vuelto Sandra no sé qué me pasa pero…me da mucho corte decírtelo
-No será que te pone mi amiga Irene porque sabes que no me haría ninguna gracia que os liaseis
-No, joder, no es eso, ojalá fuera tan fácil, pero es que desde hace una hora y media…no se me baja
-Que no se te baja el que ¿la digestión? No entiendo nada
-Que no Sandra que no, lo que no se me baja es lo otro
Me quedé con cara de alelada
-Mira, acércate más
Me puse de rodillas al borde de la piscina y me acerqué a mi hermano, este se separó del bordillo y me agarró del hombro
-Inclínate más
Lo que vi me dejó de piedra, mi hermano tenía una auténtica tienda de campaña en el bañador, un bulto enorme que pugnaba por romper las costuras de la prenda. Estuve a punto de dar un grito
-Jorge cabrón que soy tu hermana
-Por favor ayúdame no sé como me ha pasado, todo sucedió de repente, mientras estaba tumbado en la toalla, y no se baja-dijo casi llorando
-Imbécil, habrá sido la zorra de Irene que te ha puesto cachondo
-Que no Sandra, que no, que llevo casi dos horas así y no se baja, me está empezando a doler
-Cabrón salido ¿cuánto hace que no follas?
-Pues desde que me dejó Elsa, pero hace tres días me hice una paja
Mi hermano confesándome sus detalles sexuales…
-Pues lo que tienes que hacer es descargar
-No me atrevo a salir de la piscina ¿y si me ve un vecino o peor aún alguna de tus amigas? Te voy a decir lo que vamos a hacer, tú vas a distraer a tus amigas mientras yo intento…
-¿Pero aquí en la piscina?
-¡¡Qué no puedo salir de aquí joder!!
-Esta me la pagas-dije mientras me iba
-Vuelve dentro de cinco minutos o así-escuché a mis espaldas
Mis amigas, ante la imposibilidad de abrir la botella de ron habían pasado al Martini. Estaban en el salón viendo la tele. Me senté a su lado y decidí darle a mi hermano 10 minutos de tregua en vez de los cinco pactados antes de volver
-¿Adónde vas?-preguntó Irene extrañada cuando me levanté
-Voy al baño, ahora vuelvo
Cuando regresé a la piscina mi hermano seguía en la misma posición que antes, pero esta vez sólo su brazo izquierdo asomaba por encima del bordillo. Podía ver como su hombro derecho se movía rápidamente y escuchaba el sonido del agua agitada ¡mi hermano se estaba pajeando a escasos centímetros de mí! Cuando se dio cuenta de que yo estaba cerca paró de repente.
-¿Ya?
-No, no, no-sollozó mi hermano poniendo la cabeza en el bordillo
Me acerqué y le acaricié. Pude ver el bañador de mi hermano flotando a escasos centímetros de él. De repente una ola de excitación recorrió mi cuerpo, mi hermano estaba a mi lado, desnudo, y con la polla empalmada.
-Llevo pelándomela como un mono durante 10 minutos y nada
-Mira, te diré lo que vamos a hacer, te voy a acercar la toalla y vas a ir con ella puesta hasta casa, te vas a meter en tu habitación y allí te la machacas a placer pero a mí me dejas en paz ¿de acuerdo?
Le acerqué la toalla mientras él se ponía el bañador en el agua. Cuando estuve cerca colocó las manos en el bordillo y salió de la piscina, sólo pude verle durante un segundo pero el bulto que se marcaba en su bañador era enorme, monstruoso. Se puso la toalla por los hombros y caminó hacia la casa encorvado para que no se le notara tanto el bulto. Con dificultad abrió la puerta de la cocina y justo cuando estaba a punto de llegar a su cuarto nos topamos con Alba, que salía del baño
-Tienes mal aspecto ¿te ha pasado algo?
-Le ha debido de sentar mal lo de nadar tanto, además, con el calor que hace…-dije yo mientras mi hermano se encerraba en su habitación.
Volví al salón y me alivié cuando vi que ni ninguna de mis amigas sospechaba nada. Empezamos a beber y a beber y, cómo no, salió el tema del sexo.
-Dirán lo que quieran, pero donde esté una buena polla… eso de que el tamaño no importa es una excusa de las que nunca se han agenciado un tío con un buen rabo-dijo Irene, ya bastante achispada por el alcohol
-Buf pues ya hace tanto que no me lio con un tío que ahora firmaba hasta un micropene-dije yo que no iba mucho mejor
-Lo importante es como lo usan-dijo Alba siempre políticamente correcta en estos temas.
“Seguro que ese panoli de novio que tiene desde los 15 años la tiene pequeña” pensé yo
-Mirad, os voy a confesar una cosa, os acordáis del viaje que hicimos a Cuba el año pasado con las de la facultad-dijo Irene
Todas asentimos
-¿Y os acordáis también del camarero ese tan cachondo que siempre estaba de buen humor?
-¿El negro ese? Joder, estaba de muerte
-Pues me lo follé
-¡¡Cómo!! –gritamos las tres
-Como lo habéis oído, me folló bien follada. Una noche le esperé a la salida del hotel y se lo propuse, allí no se andan con tonterías. Total, que él aceptó, claro, y me llevó a su casa, yo estaba un poco asustada, pero cuando de verdad me acojoné fue cuando se bajó los calzoncillos
Todas estallamos en una gran carcajada
-Sí, sí, reíros pero con esa pedazo de herramienta me folló durante horas, fue el mejor polvo de mi vida ¡para que luego digan que el tamaño no importa!
La conversación cambió de curso pero yo no me podía quitar eso de la cabeza. Había bebido bastante y, para que negarlo, estaba un poco cachonda y la imagen del bulto que se marcaba en el bañador de mi hermano no se me quitaba de la cabeza. Me levanté y fui hacia el cuarto de Jorge. Toqué con los nudillos en la puerta
-¿Quién es?
-Soy yo, abre
Escuché ruido en la habitación y la a puerta se abrió un poco
-¿Y bien?
-Nada, no hay manera, y lo peor es que cada vez me duele más
-Déjame entrar-dije empujando la puerta
Mi hermano se cubría el paquete con un cojín. En la pantalla del ordenador una rubia explosiva estaba siendo víctima de una doble penetración.
-No puedo, llevo intentándolo una hora y nada, cada vez me duele más
-Déjamela ver
-No, eso nunca
-Déjamela ver Jorge igual sacamos algo en claro
Lentamente se fue quitando el cojín hasta dejar al descubierto una polla enorme y durísima, surcada por multitud de venas y con un capullo rojizo.
-Dios mío, debe medir más de 20 cm.
-Bueno ya me has visto la polla dijo cubriéndose con el cojín de nuevo, ¿y ahora?
Recuperé la serenidad
-¿Y si le decimos a Clara que la examine? Ella estudia medicina y al fin y al cabo va a ser mejor que ir al hospi…
-De eso nada, no voy a dejar que ninguna de tus amigas salidas me toque la polla-me interrumpió
-Clara es la más tímida de todas, confío en ella al cien por cien, seguro que no cuenta nada
Mi hermano bajó la cabeza avergonzado.
Ahora sólo tenía que esperar a que Clara estuviera a solas para explicárselo todo. Me puse en la puerta del salón observando a mis amigas. Cuando se levantó para ir al baño llegó mi oportunidad. La agarré del brazo y me puse el dedo índice en los labios indicándola silencio
-¿Qué pasa?
-Shhh, ven conmigo
Volví a golpear con los nudillos en la puerta de la habitación de mi hermano
-¿Venís solo vosotras dos no? Dijo desde el otro lado de la puerta
-Sí, te lo prometo
Abrió la puerta y entramos. Lo más humillante para mi hermano fue explicárselo todo, creo que estuvo a punto de derrumbarse. Y Clara, roja como un tomate, viendo como su amor platónico le confesaba que tenía la polla como un asta de bandera desde hacía horas.
-Cr…creo que voy a tener que examinarla-dijo ella tartamudeando
Mi hermano dejó el cojín a un lado y ante nosotras apareció su esplendorosa polla, Clara dio un gritito cuando la vio aparecer. Instintivamente acercó la mano pero la retiró como si le hubiera dado una descarga eléctrica.
-¿Puedo? Preguntó tímidamente
Mi hermano asintió
La agarró por la base, el rabo de Jorge se movió al tacto de sus manos. Le bajó la piel que recubría el glande hasta que mi hermano dio un grito de dolor.
-Es muy raro, y dices que has intentado eyacular y no has podido
-Eso es
-Parece como si…bueno, como si te hubieras tomado alguna pastilla contra la impotencia, viagra o algo así.
-Imposible, yo no necesito esas cosas
-Teniendo en cuenta que tarda media hora en hacer efecto, te la tendrías que haber tomado hace tres horas
Jorge se golpeó con la mano en la frente
-La pastilla para el dolor del cuello ¡¡qué compraste imbécil!!
-Perdona pero compré unas pastillas normales, el envase no era de viagra desde luego-dije
-Ve a por ellas por favor-dijo Clara que a todo esto seguía sin soltar la polla de mi hermano
Fui corriendo al baño de mis padres y volví con el bote
-Yo no he tomado las pastillas de ese bote, sino del que está en el botiquín
Me tocó volver con un botecito sin ningún tipo de etiqueta. Clara lo abrió y dejó caer algunas pastillas en la mesa.
-No hay duda, esto es viagra, la debe usar vuestro padre
Escuchamos un gritito en la puerta de la habitación
-¡¡Has visto qué fiesta se han montado sin nosotras Alba!!
-Has dejado la puerta abierta-me dijo mi hermano con odio
Irene y Alba, completamente borrachas, entraron en la habitación
-¡¡Hostias!! Vaya pollón gasta tu hermanito, Sandra
-Es más grande que la del cubano jajajaja
-¿Cuánto mide ese monstruo? 20 cm como mínimo digo yo
-Jajaja ¿Y cómo explicáis esto, será que la virginal Clara ha decidido soltarse la melena por una vez en su vida?
- No tiene gracia chicas Jorge se ha tomado una pastilla de viagra sin darse cuenta y ahora no se le baja
Alba e Irene estaban a punto de ahogarse de la risa. Yo, sin darme cuenta, me empecé a reír también, íbamos las tres un poco pedo.
-A ver doctorcita, y eso como se baja
-Hay que lograr que eyacule, si no puede estar así durante horas
-“Hay que lograr que eyacule” dice Clarita ¡pues aquí hay una voluntaria!-dijo Irene quitándose la camiseta
-Eso ni pensarlo-dijo mi hermano
-Es eso o ir al hospital, donde tendrían que extraerte sangre con una inyección en el pene. Sería bastante doloroso-dijo Clara, quien sabe si posicionándose como “voluntaria”
Mi hermano puso su cabeza entre las manos y comenzó a sollozar
-Dame esa botella-le dijo a Irene
Agarró la botella de Martini y se bebió un buen trago de golpe, entre las risas de los demás
-¡Así me gusta! Y ahora, ¿quién se ofrece de voluntaria? ¿Clara?
Bajó la cabeza tímidamente
-Alba, contigo ni contamos porque tienes novio, así que sólo quedo yo
Sí, aunque me moría de celos, sólo quedaba Irene, porque yo no iba a follarme a mi propio hermano ¿o sí?
-Venga Jorgito que he conocido castigos peores que el tuyo-dijo mientras se empezaba a quitar la ropa
-Solo quiero que te quites las bragas, el resto no hace falta, van a ser solo un par de penetraciones hasta que consiga eyacular y luego, cada uno por su lado
-Que te crees tu eso, así que me va a follar a un maromo cachas y no tengo derecho a disfrutar ¿no?
Irene se desnudó completamente dejándonos ver su cuerpo de modelo mientras se tumbaba en la cama. Mi hermano se acercó a ella bastante cortado, Alba le pasó la botella y le dio otro largo trago para intentar desinhibirse. Se situó sobre Irene intentando tocarla lo menos posible, y ella aprovechó para desnudarlo del todo. Jorge puso su cabeza en el colchón y poco a poco fue guiando su polla hasta el coño de Irene. Justo cuando la tenía a la entrada pareció dudar si meterla o no, hasta que Irene le agarró del culo y se la metió toda de una vez de golpe.
-¡Dios mío es enorme!
Mi hermano empezó a penetrarla lentamente, no quería mirarla a la cara y prefería dirigir la mirada hacia la pared
-Es increíble, me llena del todo, nunca había sentido nada así-decía Irene mientras recibía las estocadas de mi hermano una detrás de otra
Si antes albergaba alguna duda sobre follarme a mi hermano o no, a esas alturas y con el pedo que llevaba se habían disipado por completo, sólo me moría de envidia de ver a Irene siendo ensartada por aquel portentoso falo.
-Diossss me quema por dentro qué locura!!!!
Al poco rato Irene empezó a gemir cada vez más fuerte, mi hermano sin embargo ni se inmutaba y se limitaba a penetrarla mecánicamente sin dar ninguna muestra de estar disfrutando, cosa que secretamente a mí me complacía.
Los gemidos de mi amiga me sacaron de mi aturdimiento
-Me corro ¡¡me corro!!
Y con un largo grito se corrió como una loca. Nosotras lo veíamos todo a escasos metros, Alba mordiéndose un labio y deseando ser ella la que fuera penetrada, al igual que Clara y yo.
Se tiraron media hora follando, los dos estaban sudando e Irene se había corrido un montón de veces cuando mi hermano sacó su polla llena de jugos y se levantó
-Esto es inútil, no hay manera, no siento ninguna gana de eyacular
-Ven aquí por favor no te vayas-dijo Irene medio grogui por los efectos del alcohol y de los orgasmos
-Necesito recuperar fuerzas
Jorge se fue a la cocina mientras Clara, Alba y yo le seguíamos, Irene se quedó dormitando en la cama. Se hizo algo para comer mientras nosotras le observábamos desde unos metros sin atrevernos a decir nada, él estaba totalmente desnudo con su polla tan dura como hacía tres horas.
Alba y Clara estaban inmersas en una competición soterrada por ser la siguiente que pasara por la cama de mi hermano. Yo también me moría de ganas de ser follada por mi hermano, pero tristemente sólo a mí se me pasaba esa idea por la cabeza.
Volvimos al cuarto y mi hermano dejó a Irene sobre el sofá. Pude ver como Clara estaba a punto de lanzarse, pero su proverbial timidez se lo impedía. Fue Alba la que dio un paso adelante y se acercó a mi hermano mientras hacía la cama, poniéndole la mano en el hombro
-Jorge, quiero que sepas que al contrario que ellas yo no me río de tu situación y que, si tu quieres, estoy dispuesta a ayudarte en lo que sea
¡Será zorra!-pensé-¡y encima tiene novio!
Mi hermano se quedó un poco cortado, pero Alba le plantó un beso en toda la boca mientras se quitaba el bikini. Quedaron los dos completamente desnudos, los efectos del alcohol empezaron a hacer mella en mi hermano, que se dedicó a besar el cuerpo de Alba. Ella tampoco se quedaba quieta y aprovechaba para acariciar y sobar el cuerpo de mi hermano, sabiendo que después tendría que conformarse con el de su novio.
Jorge la penetró rápido y de una sola vez, como había hecho con Irene, aunque ahora follaba con más ganas y con más dureza que antes, llevando a Alba al delirio a los pocos segundos de empezar la penetración, ella se había olvidado completamente de su novio y de su boca solo salían palabras soeces y alaridos cada vez que se corría con la enorme polla de mi hermano.
-Joder chicas tenéis que probar esto ¡es la leche! Y no como el marica de mi novio. Sandra que pena que sea tu hermano porque disfrutarías como una perra!!!!
Fue mientras la follaba que mi hermano me empezó a mirar, al principio eran miradas rápidas pero después fijó sus ojos en mí y comprendí que íbamos a acabar follando.
Creo que Clara también se dio cuenta del juego que nos traíamos mi hermano y yo y decidió aprovechar la última oportunidad que tendría de hacer el amor con Jorge. Se valió de que Alba había acabado de correrse para lanzarse sobre Jorge, apartándola.
-Fóllame por favor, te lo pido de rodillas
Mi hermano entre la excitación y la borrachera no sabía casi ni donde estaba y así se folló a la tímida y recatada Clara, que se corrió más veces que Irene y Alba juntas mientras veía su sueño hecho realidad. Pero las miradas que Jorge y yo intercambiábamos mientras tanto indicaban que lo de mis tres amigas era tiempo perdido, el plato fuerte iba a venir a continuación.
Cuando hubo acabado con Clara se levantó y le dio un buen trago a la botella, antes de pasármela
-¿Nervioso antes de follarte a tu hermanita? Le dije desafiante mientras me quitaba la ropa
-No sabes cuánto tiempo llevaba deseando esto
No había terminado de asimilar esta última frase cuando, ante la atónita mirada de mis amigas, mi hermano me cogió en brazos como si no pesara nada y me llevó hasta el cuarto de nuestros padres. Cerró la puerta con pestillo mientras yo me ponía de rodillas. Él me miró un poco desconcertado y se acercó hasta que le agarré la polla y me la fui introduciendo poco a poco en la boca. Nunca había chupado una polla tan grande y tuve que hacer verdaderos esfuerzos para no atragantarme, aunque no me entró entera. Le proporcioné una gran mamada a mi hermano alternado su enorme polla con sus no menos grandes testículos, que prometían una abundante eyaculación, disfrutando del sabor de su rabo mojado por los flujos de mis tres amigas.
-¿Te gusta ver como tu hermanita te come la polla cabrón?-le dije mientras le apretaba los huevos
Por toda respuesta me agarró con fuerza de la cabeza y empezó a follarme la boca
Sin embargo ni por esas conseguía correrse y nos dimos cuenta de que teníamos que pasar a mayores. Me saqué ese monstruo de la boca y me tumbé en la cama abriéndome de piernas.
Puede que estuviéramos muy borrachos y excitados, pero lo que estábamos a punto de hacer superaba cualquier cosa. Mi hermano dudó un poco antes de ponerse sobre mí. Nos miramos un segundo antes de darnos un apasionado beso que disipó todas las dudas que pudiéramos tener.
-Métemela ya por favor quiero saber lo que se siente con eso dentro
Agarré su polla con la mano y la fui guiando hasta la entrada de mi coñito, estaba tan mojada que fue entrando sin dificultad, era acojonante, que placer estaba sintiendo, hasta que me la metió hasta la base. No pude evitar dar un largo suspiro
-Me voy a empezar a mover vale zorrita
Asentí con la cabeza pues ya estaba en la gloria, mi hermano empezó un mete saca glorioso a toda velocidad, puso su cuerpo sobre el mío mientras entraba y salía haciéndome ver las estrellas. Yo nunca había follado con un tío que la tuviera tan grande pero estaba tan excitada que mis jugos ayudaban a la penetración, oía sus huevos chocar contra la entrada de mi coño a cada embestida
-¡¡Fóllame duro cabrón!!
Me metió más caña aún mientras no paraba de bufar por el esfuerzo realizado, yo notaba una cálida sensación que subía por mi tripa, sabía que iba a correrme y me dejé llevar, bastaron dos o tres estocadas más para que explotara en el orgasmo más largo e intenso de mi vida, que anuncié a gritos que debieron de oírse en toda la casa
-Me matas hijo de puta-dije recuperándose y con mi cuerpo vibrando todavía por los efectos de mi corrida
-Que sepas que no voy a parar hasta correrme, aunque me llevé horas
Puso mis piernas en sus hombros y siguió dándome mi merecido con un furor inusitado, me estaba matando de placer y no tardé en tener un segundo orgasmo que me dejó totalmente agotada.
Cuando me recuperé mi hermano seguía a lo suyo y observé que estábamos sudando por el esfuerzo realizado, no sabía cuánto tiempo llevábamos follando pero era una barbaridad.
-Jorge cariño seguro que estás bien
Él suspiraba y resoplaba mientras me la continuaba metiendo
-Creo que estoy a punto, lo noto, pero no puedo parar ahora
-Ven inclínate sobre mí
Quitó mis piernas de sus hombros y se volvió a tumbar sobre mí sin dejar de penetrarme. Puse mis manos en su culo y le empecé a susurrar al oído, él se excitaba todavía más con las guarradas que le decía y me llamaba puta y zorra, y no paraba de repetirme las ganas que tenía de follarme.
De pronto dio un gruñido y supe que había llegado el momento, clavó su polla hasta lo más profundo de mi coño y se corrió echando en mi interior chorros y chorros de semen que parecían no acabarse nunca, una locura.
-Eso es mi amor córrete dentro de mí, deja embarazada a tu hermana-dije mientras disfrutaba de mi tercer orgasmo
Cuando hubo terminado de eyacular cayó agotado sobre mí, totalmente rendido. Dejó clavada su polla dentro de mi coño mientras su agitada respiración se tranquilizaba. Yo le acariciaba y le tranquilizaba, aunque empecé a preocuparme porque su polla seguía dura dentro de mí. Por suerte todo fue una falsa alarma porque poco a poco empezó a perder la erección y a salir de mi castigado coño.
Jorge se tumbó y se quedó dormido a los pocos segundos, con la polla semi erecta y con el capullo enrojecido, exhausto después del esfuerzo realizado. Yo puse la cabeza sobre su fuerte pecho y me quedé despierta un rato más disfrutando del maravilloso incesto que acabábamos de cometer. Notaba su leche tibia bajando por mis piernas lentamente. Alguna de mis amigas intentó abrir la puerta de la habitación pero por suerte habíamos echado el pestillo. Cuando escuché como salían de casa yo también me quedé dormida plácidamente. Mañana será otro día…