Mi hermano: mi entrenador sexual II

Continúa mi entrenamiento sexual a manos de mi hermano, quien incluye nuevas técnicas

Tras aquella primera experiencia comenzo mi preparación física. Mi hermano se encargó de ampliar mis horarios de deporte y practicaba natación y futbol.

Además en casa me hacia entrenar con sus pesas para desarrollar mi musculatura. La otra obsesión era la alimentación, restringida a comida saludable.

Y en el tema sexual habiamos adoptado un regimen estricto: Cada dos días mi hermano me daba una toma de su jarabe. Antes de acostarnos, mientras yo hacía los deberes o me preparaba para dormir, el se veía algún vídeo porno en el ordenador, masturbándose; y cuando estaba listo para correrse me avisaba. Yo me sentaba en la silla de escritorio, el se levantaba, metia la polla en mi boca, bien al fondo para que no se derramara ni una gota, y yo empezaba a tragar.

Era un ritual habitual. Como siempre acababa limpiandosela bien para que no quedara resto de lefa en su polla.

Por otro lado, dos diás a la semana, y coincidiendo con los días de fútbol, tocaba mi control sexual. Era lo que más me gustaba. Al llegar del partido me

daba una ducha, y al salir del baño me encontraba a mi hermano preparado para el control. Yo salia completamente desnudo y me situaba ante el, desde su silla de escritorio comenzaba revisando mis genitales: huevos y prepucio, hasta producirme una erección. Entonces de la mesa de escritorio sacaba una cinta flexible para medir la longitud y diámetro de mi polla, cosa que anotaba en una libreta donde había dibujado una tabla para valorar los avances.

A continuación colocaba en mi polla un condón cubriendo mi glande (para no derrochar pasta limpiaba y guardaba el mismo para 4 ocasiones), entonces me

mandaba girar apoyándome ligeramente sobre el escritorio. Ahora tocaba la inspección anal, me separaba los gluteos y revisaba mi ano; cogia lubricante del escritorio, lo untaba sobre sus manos y comenzaba la exploración. Siempre era igual. Me metía su dedo índice bien al fondo en busca de mi punto g,

acariciándola repetidamente; mientras me obligaba a mantener mis manos en la nuca para impedir que me tocara la polla. La operación funcionaba, en menos de cinco minutos, y sin tocarme la polla, podía ver como mi erección aumentaba acabando en una corrida recogida en el condón.

Tras la eyaculación mi hermano retiraba el dedo de mi ano y el condón de mi glande, con cuidado de que no se perdiera nada de semen; y procedia a limpiarme la polla metiéndosela en su boca, hasta que la erección había bajado. Ahora sacaba del escritorio un medidor de líquidos, el típico de los jarabes, que tiene forma de jeringuilla pero acaban en punta plástica redondeada. Con el recogia todo el semen del condón y procedía a la lectura para ver la cantidad de semen que expulsaba, cosa que anotaba en el cuaderno.

Y para acabar, debía de devolver este "material" a mi cuerpo para facilitar mi desarrollo genital por lo que me volvia a apoyar sobre el escritorio separando

las piernas. Entonces me insertaba la jeringuilla plástica por el culo depositando mi semen en mi interior, así los espermatozoides volverían a mis huevos

rápidamente.

Aqui se acababa el examen. La verdad es que a los seis meses los resultados eran espectaculares, y así lo reflejaban las tablas de mi hermano. Además del desarrollo muscular, peso y altura; fruto de los deportes y sana alimentación; mis genitales se habían desarrollado mucho, alcanzando los 14 cms de pene, un diámetro adecuado, gran cantidad de bello púbico y un aumento bestial en la producción de semen. No podía dudar que mi hermano era una gran entrenador y el camino marcado era el adecuado.

Por estas fechas fue mi cumpleaños, y mi hermano me regalo un dildo en forma de T, acababa en un especie de asas para impedir que se cuele en el interior y por su forma resulta complicado de sacar sin tirar de ellas. Cuando me lo regalo no entendí de que se trataba, pero me explico que servia para estimular más mi punto g y que lo utilizaríamos para aumentar mi desarrollo sexual, lo que le agradecí. Lo guardo en su cajón del escritorio aumentando la colección de artículos.

El jueves tocaba fútbol y ello implicaba examen sexual, cosa que deseaba; sin embargo a la salida del baño mi hermano me dijo que la sesión quedaba

cancelada; cosa que me disgustó enormemente y no me quiso dar más explicaciones.

Al día siguiente, viernes, tampoco me facilitó la dosis de jarabe. Yo no entendía lo que pasaba y la verdad es que me preocupaba que se huebiese enfadado y todo se terminase. Me quede en gallumbos y me dirigí a la cama mientras él veía una serie de televisión en el ordenador.

  • ¿Ya te vas a acostar?

  • Si, claro. Estoy cansado y no hay nada que hacer...

  • Ven un momento

Me dirigi hacia el escritorio dnde estaba mi hermano

  • Date la vuelta

Me giré apollando las manos sobre la mesa. Entonces me bajo los boxer hasta los tobillo. A continuación cogió el lubricante del cajón, se lo untó en su mano

derecha y me metió el dedo hasta el fondo del culo. Me sorprendio ya que no entendí a que vino esto. Tras jugar un rato con el dedo en mi culo y palparme la

polla para ver como subia mi erección,

  • Ya estás listo, quiero que pruebes el regalo que te hice por tu cumpleaños. Antes de nada te voy a poner un condón por si acaso.

Saco el dedo de mi nterior, me giró, y saco un condón nuevo. Me lo puso pero esta vez entero, hasta el final del tronco dejando una generosa bolsa en la

punta para recoger mi semen.

  • Esto ya está. Ahora girate.

Aprovecho que estaba de espaldas para sacar el dildo y lubricarlo bien. Entonces lo puso a la entrada de mi ano.

  • Te va a molestar un poco al principio ya que es más gordo que mi dedo, pero pronto ta acostumbrarás.

Empezó a empujar, yo notaba como entraba y la verdad es que dolia...

  • Tranquilo, ya falta menos, deja que entre.

Entonces cogió carrerilla, por su forma y derrepnte entró de golpe a lo que yo di un gruñido.

  • Ya esta, todo dentro. De aqui no se mueve.

Mi hermano cogió mis gallumbos y me los subió. Me puso la polla de lado para poder subirmelos. Yo no entendía nada de esto.

  • Listo hermanito. Te vas a dormir así hasta mañana.

  • Pero, ¿que dices? Estoy empalmadisimo con esto en el culo y crees que me voy a dormir?

Abrió el cajón mágico y sacó unas pastillas.

  • Toma, tragate una de estas. Es para dormir.

Me acercó un baso de agua de la mesa y esperó a que me la tragara. Yo segía igual de pinocho y notaba el dildo rozando la próstata.

  • Acuestate de lado y no te preocupes por nada que yo estáre atento.

Mi hermano me ayudo a acostarme. Una vez en posición fetal revisó que tenía el condón y el dildo bien puesto.

  • Buenas noches

...

Sorprendente, el somniferio debió de hacer su efecto porque lo próximo que recuerdo era mi hermano llamándome.

  • Despierta, despierta que ya es hora.

Me desperté un poco atolondrado y vi a mi hermano muy sonriente. Yo estaba boca arriba, con los gallumbos por la rodilla mientras él me cogia la polla,

completamente erecta, con el condón puesto y ... Una grandisima cantidad de lefa. Entonces sentí el dolor en mi culo. Aun tenia el dildo puesto.

  • Aqui hay por lo menos dos corridas. Estas hecho todo un semental. Levanta que te voy a sacar el juguete.

Me levante como pude y me dirijí a la mesa de escrotorio, como siempre.

  • Venga, separa las piernas

Cogió de las asas y se puso a tirar, pero tenia el culo cerrado y la verdad es que me dolio bastante.

  • Ya está, ahora voy a revisarte.

Cogio el lubricante y me metio el dedo dentro, lo nuevo es que al momento tenía 2 dentro.

  • Muy bien, parece que todo está en orde. ¿Como va la polla?

  • Empalmadisimo, creo que me voy a volver a correr

  • Eso está muy bien.

Entonces jugó con los dedos en mi interior hasta producirme un nuevo orgasmo. Que locura, el condón estaba llenisimo de semen. Nunca había visto nada igual.

El resto de operaciones transcurrieron como de costrumbre. Me saco los dedos de dentro, volteó, retiro es condón con extrema cautela y procedio a limpiarme la polla, eso si, esta vez hasta el fondo, pasándome la lengua por el tronco y los huevos ya que al tener el condon toda la noche el semen estaba por todas partes.

Tras mi limpieza, tocaba la medida. Saco la jeringuilla plástica y empezó a recoger semen. Era una locura. Estaba casi entera. Procedió a su lectura y

anotación en el libro.

  • Esto equivale a casi 4 corridas... Ya eres todo un semental

  • Jejeje ... Gracias

  • Buen trabajo, estas haciendo las cosas muy bien. Ahora girate que lo voy a meter.

Como siempre me gire para que me devolviese el semen por el culo. Sentí entrar la jeringuilla plástica, pero esta vez muy profunda.

  • Te la tengo que poner bien adentro porque es mucho semen y no quiero que lo pierdas.

Entonces empezó a depositarlo en mi interior. Se notaba correr por mi culo.

  • Listo. Ahora subete los gallumbos, aprieta el culo y sientate en esta silla que no quiero que se te escape nada.

Así lo hice, pero me sentia lleno de mi propio semen. Era una sensación extraña.

  • Como has gastado muchas energías esta noches voy a empezar dandote de desayunar mi jarabe para que te repongas de los excesos.

Se bajo los gallumbos y saco la polla. Estaba muy mojada, se notaba que llevaba 3 días sin eyacular. En un minuto ya estaba a rebentar.

  • Abre que ya me voy.

Abri la boca metíendome su polla hasta la garganta. En segundos note el semen bajar por mi garganta, pero era más cantidad que nunca. Cuando acabo me puse a

limpiarle el glande, hasta que se le bajo la erección.

  • Tu tambien te has corrido más que nunca.

  • Falta te hace, dosis doble de jarabe.

  • Gracias

Entonces recordé que tenia el culo lleno de semen y noté la humendad en mis gallumbos.

  • ¿Que te pasa?

  • Es que... estoy mojado...

Mi hermano me levantó de golpe de la silla y pudo ver un pequeño charquito sobre la silla.

Se puso rojo de enfado y me dio un bofetón.

  • Ya te dije que tenias que aguantar. Así estamos perdiendo el tiempo...

Me tiro sobre la cama boca abajo, sacandome los gallumbos y abriéndome las piernas.Tenía el ano ligermante abierto y habia semen por todas partes. Pasó el dedo por los alrededores y se dedicó a mertermelo en el culo para devolverlo al interior. De vez en cuando lo metia bien al fondo para que el semen no

saliera. Con este "masaje" y el efecto del somnifero me quede otra vez dormido.

Al despertarme eran más de las 12:00, tenia el culo seco, una nueva erección y mi hermano jugando al PC.

CONTINUARÁ