Mi hermano me la chupó a los 13

No creí que jugar a las escondidas fuera tan rico.

Actualmente todos los relatos o la mayoría de ellos han sido de la época actual. Hace unos días recordé algo que sucedió con mi hermano cuando tenía 13 años. Después de que me descubriera masturbándome, la relación de hermanos cambió mucho y sucedió otro inolvidable momento. Volver a atrás y revivir esa experiencia me incitó a compartirlo está vez. Aquél día habíamos ido a la fiesta de mi tía Carmen por su cumpleaños. Mientras mis tíos y mis papás platicaban, mi hermano se fue a ver la tele y yo me reuní con mis primos para jugar. Unos querían fútbol, otros ver una película, otras a las atrapadas, y otros escondidas. Después de discusiones decidimos jugar a las escondidas. Todos escogieron su lugar. Yo fui a la recamara de mis tíos donde estaba Jorge y entré en el closet.

  • no digas que estoy aquí, ¿Entendiste?

Sólo se rió y siguió viendo la tele.

Al estar adentro miré por las rendijas para ver si uno de mis primos venía. Vi que Jorge se levantó de la cama, apagó la tele y caminó hacia las puertas del closet. Las abrió. Al estar arrodillada debajo de las chamarras y las camisas de mis tíos, Jorge las hizo aún lado haciendo un hueco. Me agarró de los hombros y me levantó entrando al mismo tiempo.

  • oye, ¿que haces?

  • ssshhh...nos encontrarán, dijo y me empezó a besar el cuello.

(No recuerdo mucho, así que haré el esfuerzo por los detalles)

Me pegó a él. Sin resistirme ya que me había gustado lo agarré de la cintura y cerré mis ojos. Sus labios acariciando mi blanca y suave piel hacía que mis vellos se levantarán. Se me enchinaba la piel. Siendo la segunda vez que hacíamos algo excitante, dejé que siguiera tocándome. Mi mano derecha la subí a su pelo y lo despeine suavemente mientras besaba la parte derecha de mi cuello. Me decía que mi aroma le gustaba. Que lo incitaba a no apartarse de mí. Puso su mano sobre mi estomago y la metió a mi blusa. Su mano larga y fría cubría mi ombligo. Poco a poco la empezó a bajar tocando el resorte de mi calzoncito con sus dedos.

  • desabróchate el pantalón, me pidió y lo hice.

Al no traer cinturón, eso facilitó desabrocharme más rápido. Al hacerlo, su mano se adentró más hasta tapar mi rajita con la palma de su mano por encima del calzón. Sentí rico. Me dijo que estaba calientita de abajo. Sin avisarme empezó a rascarme y a sobarme. Mordí mis labios intentando controlarme. Solté un ligero gemido. Me comenzó a besar. Chupaba mi labio inferior. Estar invadida de placer no era capaz de cerrar la boca.

  • que rico, ¿no?

  • ...si, le contesté con los ojos entrecerrados.

Estaba muy excitada. Frotaba mi clítoris muy rico. Sentí que iba a terminar. Sacó su mano.

  • está muy oscuro aquí. Vamos a otra parte.

  • no, espera. ¿a dónde?

  • tranquila, tu sólo sígueme.

Nos salimos del closet y nos fuimos al cuarto de huéspedes que estaba atravesando el patio. Salimos cuidadosamente de que nadie nos viera. Entramos a la recámara y puso seguro. Al tener el pantalón desabrochado, sólo me lo bajó hasta los tobillos haciendo lo mismo con mi calzón. Desnudo mi sexo dejándolo al aire. Me tomó de la cintura y me acercó a la cómoda. Me cargó y me subió al mueble quedando sentada. Me quitó las sandalias y el pantalón. Se agachó y separó mis piernas y me dio una suave lamida en la vagina. Hacer eso hizo retorcer mis cuerpo y a la vez erizar mi piel.

  • mmmm que rica estás. La tienes cerradita todavía.

Mi vagina aún no se me abría pero que él lo hiciera con su lengua era algo que me excitaba aún más. Sus pulgar derecho frotaba mi clítoris mientras me jalaba mis pliegues. El placer invadía mi mente olvidándome de todo excepto de él. Apoyé mis manos sobre mis rodillas sosteniendo mis piernas. Quitó su pulgar de mi clítoris y empezó a lengüetearlo muy suavemente volviéndome loca.

  • ...que rico!!! Siii!!! Sigue!!

  • claro que voy a seguir, hermanita. Quiero escucharte jadear con ganas.

  • sii!!! Aaaahhh!!!

Sus manos sostenían mis muslos evitando que bajara las piernas. Lamía con delicadeza que aumentaba la excitación en mí. Apoyé las manos a su cabeza y acerqué su cara a mi linda rajita húmeda. No quería que parara. Al contrario, quería que me chupara más rápido. Su lengua se sentían tan rica acariciando mis pliegues. Su saliva lubricaba toda mi vagina mezclándose con mis flujos. Uno de sus pulgares comenzó a frotarme el ano mientras lengüeteaba mi clítoris.

  • Aaahhh!! Que rico!!

Masajeaba mi orificio formando círculos al rededor de él. Su lengua lamía de arriba a abajo mi delicado punto. Sentía de maravilla. Lo hacía tan bien. Presionó su pulgar adentrándolo en mi trasero y con su otro pulgar empezó a frotar con rapidez mi clítoris.

  • sii!! Ssii!! Aaahhh!!!

  • me gusta como lo disfrutas. Hace que la verga se me pare más.

  • ¿si?, ¿está dura?

  • si. ¿quieres chupármela?

  • ...ajá, respondí con los ojos cerrados.

Me bajó de la cómoda y me arrodillé desabrochándole el pantalón. Su verga se le marcaba en el bóxer. Estaba larga y dura. La tenía muy parada. Mordí mis labios imaginándome todo eso metido en mi boca. Mi forma de pensar era otra. Ya no era de una niña. Haber cogido la primera vez me enseño cosas que mi mente no comprendía aún pero que me gustaban. Bajé lentamente su bóxer dejando que se asomara su paquete. Al desnudarle la entrepierna salió de un salto su hermosa verga.

  • Ala, está muy parada jaja.

  • vamos, tócala y chúpamela.

Cubrí su miembro con mi mano derecha. Estaba caliente y se le marcaban las venas. Abrí la boca, saqué la lengua y la resbalé lentamente sobre su punta.

  • eso, pruébala, me incitaba mi hermano.

  • ¿que sientes?

  • rico

Tomó la parte trasera de mi cabeza y me hace o la boca a su pene metiendo la punta a mi boca. Al tener su glande sobre mis labios comencé a succionar y a lengüetear su punta.

  • eso, así.

Abrí más la boca y me la metí más.

  • chúpala, succiónala, me pedía.

Solté su verga y dejé que mi boca hiciera el trabajo. Al dejar que el también me la metiera como le gustaba aprovechó para enterrármela lo más que pudo. La metió tanto que su punta atravesó mi campana generando esa sensación de querer vomitarme. Me aparté para sacármela rápidamente.

  • no...así no...dije tosiendo y ahogándome

  • lo siento es que me encanta como te ves.

Mi saliva escurría por mi mentón y mis ojos soltaban pequeñas lagrimas de lo asfixiada que me estaba quedando.

  • ven, abre bien la boca, me dijo haciéndome una coleta y metiéndome su verga.

Saqué la lengua. No la tenía tan gruesa pero lo hice para que la pudiera meter con facilidad. De grosor le medía como 3.5 centímetros si no me equivoco. Le mamaba con delicadeza. Lo disfrutaba. Succionaba su punta. La retiró y la volvió a meter penetrándome más la boca. Su miembro resbalaba por mi paladar bajando por mi garganta.

  • abre bien la boca.

Lo obedecí y me metió su larga verga. Nuevamente me daban ganas de vomitar pero hice el esfuerzo por aguantar más. Abrí la boca lo más que pude. Mis ojos empezaron a llorar y mi saliva a brotar de mi boca.

  • que rico me la lavas. Mójala con tu saliva.

Sólo lo miraba. Le excitaba como me enterraba su miembro. Me agarró fuertemente de la coleta y me acercó más a él presionando mi cara a su verga metiéndome por completo. Dios, estaba que me ahogaba. Me la había metido toda. Empecé a respirar más rápido y entrecortados. Quería toser, expulsar su verga pero no podía. Mi boca formó un charco de saliva que hacía ruido cada vez que me la empujaba. Me la sacó y me levantó. Me cargó y me subió nuevamente a la cómoda. Quedé con lar piernas colgadas sostenidas con sus manos.

  • métetela, me pidió.

La tomé con la mano derecha y la unté sobre mis pliegues. Lubricaba mi vagina con mi propia saliva. Ya no tenía tanto miedo como al principio. La coloqué en mi orificio vaginal y me la empujó acercando su cintura a hacia mí.

  • que rico, dijo.

  • au, au, despacio.

  • ahorita se te pasa

Me limpié la mano con mi blusa y lo abracé fuertemente. Abracé su cuello con mis brazos y lo acerqué a mi pegando su peco al mío. Su miembro entró mucho más. Lo había metido todo. Me dolía muy poco pero me gustaba. Me lo empujaba y lo sacaba. Movía su cadera de atrás hacia adelante penetrándome cada segundo. Mordí mis labios sofocando el dolor que me generaba cada vez que se adentraba en mi. Creí que con la primera vez bastaba pero todo era cuestión de acostumbrarse. Aumentó el ritmo y empezó a meterlo más rápido. No lo solté y recargue mi mandíbula sobre su hombro derecha.

  • que rico, hermanita.

  • ...ajá

Soltó mis piernas y puso sus manos sobre mis nalgas para llevar el ritmo con más facilidad.

  • tienes un rico culo.

  • sigue, hazlo más rápido, le pedí ignorando su alago.

Me agarró fuertemente y me cogió mas rápido

  • ¿así?

  • si, así!!! Dios!!! Que rico se siente!!

  • si, mi amor, dijo besándome.

Metí mi lengua a su boca y me la chupó. La succionó.

  • me gustas mucho, dijo.

  • tu también me gustas. Coges rico

Lo retiró un poco a la mitad y me lo enterró con fuerza.

  • Aaaahhh!!!!.

Salió de mi un suave gemido.

  • ¿te gusta mi verga?

  • si!!! ...me gusta!!

Me aparté un poco recargando mi espalda sobre el espejo de la cómoda y comencé a rascarme el clítoris.

  • mmmm

  • eso, ráscatela. Te ves hermosa haciendo  eso.

Cerré mis ojos dejándome llevar por el rico placer.

  • ¿no viene nadie?

  • no, no viene nadie, contestó muy excitado.

  • voltéate, quiero metértela por atrás.

  • ¿por atrás?

  • si.

Me bajó y me subió quedando arrodillada en el mueble y de modo que mirara al espejo.

  • para el culo, sácalo un poco.

Lo obedecí. Se agachó y me lamió.

Sentir su lengua en esa parte me gustó mucho.

  • que rico está.

Se levantó y colocó su punta sobre mi rabito húmedo.

  • ¿lista?, me preguntó en un susurro.

  • ajá, ...si.

Presionó su punta hasta meterla.

  • Aaahhh!! Despacio, por favor.

La fue metiendo lentamente hasta llenar mi lindo culo de su larga verga.

  • mmm que rico te entró. Está bien profundo tu hoyo.

Me sentía apretada. Sentía dolor pero a la ves me gustaba tener algo duro ahí adentro. Lo sacó y lo volvió a meter con fuerza.

  • Aaahhh!!! Tranquilo!!!

Rodeó sus brazos en mi estómago y recargó su mandíbula sobre mi hombro derecho.

  • ¿te gusta como te entra?

  • si, se siente bien rico, contesté entrelazando mis dedos con los suyos. Sus dedos rosaban mi abdomen y mi ombligo. Me llenaba el culo bien rico. Me la metía toda. La tenía bien dura y larga.

  • Aaahhh!!!

  • eso!! Que rico haces!!

Bajó su mano y cubrió mis pliegues con ella. Comenzó a frotármela. Rasaba mi clítoris con sus dedos.

  • que rico!! Que rico!!, decía yo muy excitada.

  • ¿si mi amor?, ¿te gusta como te la froto?

  • ...siii..

Me masturbaba muy rico. Lo hizo más rápido.

  • Aaahhh!!! Siii!!! Que rico!!! Siii!!! Más rápido!!!

  • eso preciosa!! Sigue!! Jadea con ganas!!

  • Siento que voy a explotar!!

  • ¿si?, ¿quieres venirte en mi mano?

  • Aaahhh!!! No!! No quiero!!!

  • sii!! Si quieres!!! Vamos!!!

Me frotó con ganas. Dios, sentía extraordinario. No había sentido así.

  • sigue!! Sigue!! Aaaahhh!!! Dios, que rico!! Más!!! Más rápido!!!

  • vamos, vamos!!!

Siguió masturbándome hasta llegar al clímax. Sentía que mi vagina expulsaba algo. Sentía muy rico. No podía comprender ni describir como era pero se sentía de maravilla

  • Aaaahhh!!!! Siiii!!!

  • aprietas bien rico mi verga, hermanita

  • me estoy viniendo, creo.

  • si, si te estás viniendo

  • siento como si expulsara algo.

Metió uno de sus dedos a mi vagina y al sacarlos tenía un liquido blanco. Me daba un poco de pena pero el actuó con mucha naturalidad y eso hizo calmarme un poco. Me gustaba como la empujaba. Sentía duro y a la vez suave.

  • que rico te la meto. Tengo muchas ganas de venirme.

Esucharlo decir eso me causaba un poco de desagrado. Que expulsara su semen dentro de mi trasero era algo que no me animaba a explorar.

  • no, no lo hagas.

  • si, ándale, déjame hacerlo. Te va a gustar.

  • ...no lo sé.

Lo sacó un poco y la metió suavemente llenándome mi colita. Sus testículos pegaban en mis nalgas. Lo tenía todo adentro. Me gustaba sentirlo. Sus dedos frotaban mi clítoris con el liquido que me había salido. Había eyaculado aunque suene raro. Ya que es mas normal que se escuche de los hombres la eyaculación. Empezó a penetrarme con más ganas. Quería terminar dentro de mi.

  • ya casi!! falta poco!!, dijo excitado y abrazándome.

  • ¿si?

Me gustaban sus empujaones, su penetración. Me cogía rico.

  • sii!! Sii!! Ya!! Ya casi!! Ya!! Ya!! Aaaahhhh!!! Siiiii!!! Que rico!!!! Siii!!! Que rico, hermanita!!! Que rico te lleno!!!

Sentía caliente. Dios, expulsaba mucho semen. Me abrazó fuertemente y su penetración era muy rápido. Lo metía desesperadamente. Al terminar recargó su cabeza sobre mi nuca. Estaba cansado. Miré a la ventana y como las cortinas de trasparentaban vi a uno de mis primos correr por el patio.

  • ya, ya, suéltame, tengo que irme.

  • ¿porque?, espera

  • si. Pueden vernos.

Lo sacó. Dios, Sentía el ano muy abierto. Me toqué y podían entrarme dos dedos sin ningún esfuerzo.

  • que rico lo tienes, me susurró al oído.

Me bajé. Al ponerme de pie sentí como algo me rebalaba por dentro. Dios, se me iba a salir. Caminé al baño. Me senté y pujé dejando salir de mi trasero su espeso semen. Al pujar sonaba como si me tirara gases. Cuando supuse que todo me había salido, me limpié, y al salir del baño ya no estaba. Me vestí y salí.

  • ahí estás!!!! Gritó Marcos, uno de mis primos.

No sabía que decir. Al finalizar el juego todos nos fuimos con mis tíos. Al ir con mis papás, vi a mi hermano platicando con un tío. Después de todo lo que sucedió ambos actuamos como si nada hubiera pasado. Me sentía extraña. Apenitas y podía caminar. Sentía el culo abierto. La verga de mi hermano me había estrechado mucho el ano. Sólo eso recuerdo de ese día. Aunque me sentí incómoda después de hacerlo por atrás, lo disfruté mucho.