Mi hermano mayor y su amigo.
El día en el que mi hermano y su amigo me volvieron su puta.
¡Hola! Me llamo Abigail y hoy les voy a contar cómo disfruté con mi hermano y su amigo.
Tengo 21 años, estudio y vivo con mis padres al igual que mi hermano, de 24 años, Derek.
Ambos éramos bastante unidos, a veces más de lo que era "normal". Derek y yo salíamos, tomábamos, nos llevábamos bien y compartíamos todo.
Mi hermano es bastante lindo, es rubio y alto, casi un metro noventa. Sus ojos son color café oscuro y tiene unas buenas facciones. No era muy fornido, pero tampoco era gordito, estaba perfecto a mi gusto. Derek es muy parecido a nuestra madre, mientras que yo soy más similar a papá. Mido un metro setenta, bastante para ser una mujer, me gusta mantenerme en forma sin pasarme de la raya, tengo cabello castaño claro y mis ojos son color miel. Mis facciones son similares a las de mi hermano, ambos tenemos una nariz respingona y pequeña, además de carnosos labios. Tengo una copa C y un culo bastante decente, una cintura algo marcada y unas buenas caderas.
En fin, empecemos.
Todo inició cuando el amigo de Derek, Christian, vino a casa de sorpresa. Mi hermano no se encontraba debido a que había ido a estudiar con unos compañeros, así que invité a Chris a entrar y esperarlo.
Le dije que me siguiera a la sala, en donde estaba por ver una serie nueva en Netflix, Sky Rojo. No sabía muy bien de que se trataba, solo sabía que estaba Lali, una de mi actrices favoritas.
Nos sentamos, le ofrecí un poco de mis snacks y puse la serie. Al principio me parecía tranquila, pero luego entendí de qué trataba y me avergonzó bastante el haber invitado a Christian a ver eso.
Ambos estábamos callados viendo la serie. Teníamos bastante confianza debido a que nos conocíamos hace unos seis años, pero era demasiado para mí.
En un momento aparecen las tres chicas desnudas y en cuatro. Me puse roja por la vergüenza... O capaz por la calentura, no recuerdo, pero el punto es que estaba bastante avergonzada. Chris me miraba de reojo y eso me hacía sentir cada vez peor.
A mí me gustaba mucho él, además sentía mucha tensión sexual entre nosotros. Así que cuando sentí su mano fría en mi pierna desnuda, ya que llevaba un short bastante corto, me relajé y pensé: que fluya.
Saqué la serie y los dos nos quedamos callados. En un momento nuestras miradas se cruzan y ambas bocas se conectaron de golpe.
Comenzamos a besarnos desesperadamente, era lo que quería hace bastante tiempo. Me subí sobre él, ya que estaba bastante necesitada a decir verdad, y comencé a empujar mis caderas con las suyas. Ambos gemíamos y respirábamos profundo, llenos de pasión.
–Hola.–Me separé abruptamente de Christian para ver en la entrada de la sala a Derek. Estaba sorpendido. Traté de levantarme pero Chris me sostuvo la cadera y me clavó más contra él.
–¿Qué pasa? Soltame.–Pedí mientras trataba de separarme de quien me besaba ya que mi hermano estaba frente a los dos. Miré a mi hermano y vi cómo llevaba su mano a su entrepierna, para luego apretarla.
–¿Querés? –Derek sonrió, acercándose. Chris tocaba mis tetas mientras trataba de sacarme la camisa. Yo estaba en shock, no entendía nada a decir verdad. –Dale, respondé, trolita.
Debido a que no podía moverme por la sorpresa, el amigo de mi hermano me terminó de sacar la camiseta y comenzó a besarme el cuello.
–Chris, soltame por favor. –Rogué, esto no estaba bien.
Christian me agarró de la nuca y me tiró para atrás, Derek miraba todo tocándose sobre la ropa.
–No putita, hoy vas a ser de los dos.– Sonrió el amigo de mi hermano.
Yo no entendía nada a decir verdad, aunque mi conchita estaba bastante húmeda debido al largo tiempo que estuve sin recibir ningún tipo de contacto sexual y por el morbo.
Derek se puso atrás de mí y empezó a manosearme las tetas mientras Chris se sacaba la camisa y empezaba a desabrocharse el jean.
–Mmm, mirá estas tetas. Mirá todo lo q tenías hermanita, ¿No? –Derek habló a mi oído. Sus susurros me erizaron la piel.
No podía ser, era mi hermano, ¿Cómo podía excitarme mi hermano?
Me levantó agarrándome de los pelos y después me obligó a arrodillarme frente al sillón. Chris tenía el miembro afuera, masturbándose con la situación.
–Ahora vas a chuparle la pija Abi, ¿entendido? –Preguntó Derek, mientras acomodaba mi cuerpo en 4, empujando sus caderas contra mi entrepierna, aún vestida.
La situación era demasiado extraña para mí, pero la verdad necesitaba acción y eran dos hombres guapos y fuertes queriendo poseerme. Sí, uno era mi hermano, pero la necesidad de sexo me estaba matando. Más tarde iba a tener tiempo para remordimientos.
Acerqué la boca al pene de Christian y comencé a hacer lo mío: Lamer, succionar y escupir.
Mientras usaba mi boquita, mi hermano decidió bajarme el short y las panties para dejar mi vagina al descubierto.
–Mmm, que conchita tenés, hermanita.–Gimió y me cacheteó la cola.– Cómo esperé este momento, puta de mierda.
Y así Derek empezó a comerme la conchita y mi ano. Yo gemía de placer mientras Chris disfrutaba de mi chupada demasiado bien.
Estuvimos así un largo rato hasta que él acabó en mi boca y rotaron.
–Quiero que me mires mientras te comés una buena pija.–Pidió mi hermano, ¡MI HERMANO QUERÍA VERME COMIÉNDOLE LA VERGA! Me parecía demasiado morboso, al igual que excitante.
Comencé con bastante timidez a hacerlo, pasando suavemente mi lengua por todos lados, hasta que sentí el miembro del amigo de mi hermano clavándose hasta el fondo de mi vagina, conmigo en cuatro. Ahí fue cuando perdí el control y decidí que el placer se apropie de mi cuerpo.
Mientras un hombre me bombeaba mi pequeña vagina, yo le estaba comiendo la pija a mi hermano mientras lo miraba a los ojos.
Los tres disfrutábamos el placer, el morbo. Mi vagina estaba cada vez más cerca de explotar y se humedecía cada vez más.
Mi hermano comenzó a mover mi cabeza mientras Chris empezó a bombear MUCHO más rápido, haciendo que llegue a mi límite y acabando en el momento.
Seguimos un rato así hasta que Derek acabó en mi cara y, un rato después, Christian acabó en mi vagina.
–Que puta que sos, ¿Eh? Tenés la conchita bastante apretada igual...–Dijo el amigo de mi hermano, saliendo de mi interior y dejando que su esperma salga de mi vagina.
–Puede ser, aunque mi cola es mejor.–Sonreí. ¿Qué me pasa? ¿Por qué ofrecí mi culo?
Derek se levantó y, sin cambiarme de posición, apoyó su miembro en mi ano y lo penetró de una estocada.
–Hija de...–Gimió. Yo no podía hablar debido a la mezcla de dolor y placer. Me encantaba el sexo anal, pero me gustaba cuando me penetraban con calma, no así. Aunque me hubiera dolido un poco más con el miembro de su amigo, debido a que era un poco más grande y gordo.
Mientras Derek, mi hermano, me rompía el culo, Chris se pajeaba frente a mi cara. Yo no paraba de gemir de placer con esta situación.
–¿Te gusta hermanita? –Se burló Derek, empujando más fuerte. –Dale, decime.
–Me encanta. –Dije, y sentí cómo empezaba a hacerlo más fuerte.
Al rato Chris acabó su paja en mi cara, manchándola. Derek siguió rompiéndome el culo hasta decidir que era hora de acabar, por lo cuál frenó, expulsó todo y luego salió de golpe, dejando el semen chorrear desde mi culo.
–Que puta de mierda que saliste. –Dijo Derek, vistiéndose y saliendo de la sala. Mientras que Chris quería seguir.
Perdóoon por ese final, prometo mejorarlo, pero ahora me voy a dormir hahaha, ya no aguanto! :(
Bueno, este es mi primer relato incestuoso, perdón si hay algunos errores de continuidad o poco comprensibles, quería subir algo así que me esforcé y escribí esto.
Bueno, en fin, ¡Besotes!
-Baby.