Mi hermanito
Ever mi hermano me espía y no me es indiferente.
Soy Eva 19 años y mi hermano Everardo 21, Ever. Inicia esto cuando notó que él me espía mientras me cambio de ropa, voy a la ducha, etc. por ello quise comprobar si era verdad o solo mi imaginación, así que me ponía vestidos cortos para ver hasta donde llegaba. Cada vez que me ponía uno de esos veía como trataba de verme las piernas, bragas y tetas y cuando se lo facilitaba, notaba como su pene se ponía erecto.
Aquello me parecía excitante, si he de ser sincera, más de una vez había pensado en sexo con él, pero solo eran fantasías. Pero, todo cambio un día. Un sábado, él y yo nos quedamos solos en la casa, nuestros padres se habían ido de viaje. Baje al super a hacer unas compras. Cuando regrese me dirigí hacia mi dormitorio a cambiarme de ropa para estar mas a cómoda.
Cuando pase delante del baño, la puerta estaba entreabierta y se veía la luz encendida y oí una especie de jadeos y gemidos. Al principio me dio miedo, con cuidado abrí un poco la puerta muy despacio, y pude verlo masturbándose. La escena me produjo gran excitación, por lo que me quede atónita mirando como se autosatisfacía. Observé como sostenía su miembro y lo manipulaba sentado al borde del inodoro, con los ojos cerrados. De pronto le llego el orgasmo, acelerando sus movimientos, y lanza chorros de semen. Mientras lo observaba, mi vagina se humedeció al punto que me sobrevino un orgasmo que reprimí para no delatarme.
Fui rapido a mi habitación, cuando entre, casi chorreando, me desnude me tumbe en la cama y me puse a hacerme una paja. Mientras lo hacia, a mi cabeza venia la fantasía de que Ever me cogia con su rica verga. Con estos pensamientos llego otro orgasmo. Después fui a la sala donde ya estaba él. El día transcurrió normal y por la tarde decidimos ir a los antros. Estuvimos en varios hasta que decidimos que ya teníamos bastante. Cuando llegamos a la casa, él estaba un poco ebrio y nada más cayo en la cama, se quedo dormido. Lo moví pero el no me respondió.
-Vamos Ever, ponte la pijama. Lo moví otro par de veces más pero nada, seguí sin hacerme caso
-Ever, despierta. Ponte la pijama para que duermas cómodo. Como no reacciono me vino la idea de aprovechar la situación.
-¿Ever no te despiertas? Le di un beso en los labios y nada, seguía dormido. Metí la lengua entre sus labios y saboree su sabor, pero nada. -¿Ever? Me senté en la cama junto a él, desabroche su pantalón, baje la cremallera del mismo, se lo baje un poco igual que su calzoncillo, por lo que quedo al descubierto su pene. -Madre mía Ever que cosa tienes. Al verla, sentí por mi cuerpo una especie de escalofrío al tener semejante pija ante de mi. -Me parece que le voy a dar unos besitos a esta preciosidad. Arrime mi boca a la punta y le di un beso. Mire su cara que era todo tranquilidad. Tome su órgano con el riesgo de que se despertase. Le bese a lo largo hasta sus bolas y como él no se despertaba, le baje del todo su ropa para que mi mano tuviese más libertad de movimientos. Le recorrí de arriba a abajo, mi excitación crecia, y yo mas atrevida, empecé a chupársela, por lo que su verga se endurecía y crecía. Si, una preciosa verga y toda para mi. -Que verga tan deliciosa tienes, Ever.
-Y tú que bien la chupas, Eva.
Me sobresalte al oír su voz y al mirarlo, pude ver sus ojos clavados en mis labios que tenían aprisionada su verga, me quede ahí sin hacer ni decir nada.
-¿que pasa Eva? Adelante sigue chupándola
-Perdón Ever... yo no
-Tranquila Eva, sigue, no te preocupes por nada.
Dicho esto, le di un beso en la cabecita de su verga como dándole las gracias por permitirme seguir disfrutando de ella, continuando con mis besos a todo lo largo. Mi lengua empezó a recorrer todo el entorno de su glande, antes de metérmela en la boca por completo para chuparsela con avidez como si estuviese chupando una paleta.
- Como me gusta chupartela, Ever.
-Pues sigue haciéndolo Eva.
En un momento de arrebato él se levanto, me tumbo, y comenzó a meter y sacar su verga de mi boca. Recuerdo que su pene llegaba a mi garganta. Al cabo de un rato se corrió. Sentí que un río inundaba mi boca, rápidamente comencé a tragarme su leche. Después se tumbo a mi lado.
-Aun te queda un poco de leche en la punta, voy a limpiártela Ever.
-Eres insaciable, Eva.
-Ha sido fantástico.
-Si Eva es divino hacerlo con mi hermana.
-Si pero, yo aun no estoy satisfecha.
-Ya lo se Eva, pero ahora te toca a ti. Me desnudo, me chupo las tetas, luego mi cintura hasta que llego a mi coño. Comenzó chupando mis muslos, luego los labios mayores, se mojo los dedos con saliva, me los abrió. Tomo mi clítoris entre sus labios, mientras me metía un par de dedos. Empecé a correrme mientras él seguía manipulando mi clítoris, lo que prolongo mi orgasmo.
ya estas otra vez dispuesto Ever. Voy a recuperar el tiempo perdido.
El mismo tiempo que yo, Eva.
-Hazme tuya.
-Ahora mismo, Eva.
Abrí las piernas, él acerco su verga a la entrada de mi cueva, frotándola con la punta, lo que hizo que me pusiese aun mas caliente.
-No seas malo y metela ya.
-De acuerdo Eva si tanto la deseas lo haré. Su verga fue deslizándose por el interior de mi vagina. Era maravilloso sentirle dentro de mi.
- Evaa, como te deseaba, decía al tiempo que comenzó el metesaca cadenciosamente para después, acelerar sus embestidas. Sus bombeos eran fuertes y sentía un gran placer. Por fin tenía la verga de mi hermano dentro y los dos estábamos disfrutando muchísimo.
-Si Ever no pares, sigue.
Él acelero sus embestidas, intuí y me dijo que se iba a correr.
- no aguanto mas, me voy a correr.
-correte dentro, échame tu leche dentro de mi raja
-No Eva, no debo hacerlo.
-Tranquilo Ever, no estoy en días de peligro, correté dentro. Y así hizo.
-Evaa me corroo
Chorros de semen caliente llenaron vagina, y un orgasmo nos llego a ambos. Cruce mis piernas sobre su espalda, para así tener su semen dentro de mí. Estuvimos trenzados unos minutos, hasta que su pene se puso flácido, sacándolo chorreante de semen y de jugos vaginales que yo me apresure a chupar. Ese fin de semana, lo hicimos varias veces mas y desde ese día lo hacemos cuando podemos incluso si están nuestros padres en casa, aunque con precaución.