Mi hermanito 7 - Juego entre hermanos

Mi hermano y yo estrechamos los lazos y empezamos a follar como animales, pero a veces el pecar de esa forma tiene sus consecuencias.

Mi hermanito - Capítulo 7 ''Juego entre hermanos''

(Edición remasterizada) [2021]

Mi hermano descubrió lo que el entrenador me obligo a hacer, sí, me vio hacerle sexo oral a mi entrenador, no fue agradable, la verdad, me sentí violado.

Tras esto, mi hermano confesó que su relación con nuestro primo Jesús era simple y llanamente sexo, y aunque me alegré, me jodía saber que el cabrón de mi primo tocaba a mi hermano, él era mío y solamente mío.

Y no iba a permitir que nadie más lo tocase, o al menos eso pensé...

-¡Ya hemos llegado! -mi hermano avisó a mi madre, pero las luces de casa estaban apagadas, nos acercamos a la cocina y había una nota, ya se fueron a dormir y nos dejaron la cena en el microondas.

-Creo que tardamos demasiado -susurré en voz baja a mi hermano.

-Sí, será mejor que vayamos a dormir. -sugirió mi hermanito.

-Sí, la verdad es que estoy cansado, voy a ducharme e irme a dormir, que mañana hay que madrugar. -dije bostezando.

-¿Nos duchamos juntos? -mi hermano me miró con una sonrisa pícara y subió las escaleras haciéndome gestos para que lo siguiese, le seguí hasta su cuarto despacio, sin meter ruido.

Entramos a su cuarto y cerramos la puerta, luego caminamos al baño y nos metimos en la ducha juntos, bajo ella nos enjabonamos mientras nos tocábamos el uno al otro nuestro cuerpo desnudo, explorando cada rincón.

Nuestros labios se fundían bajo el agua templada y mi hermanito empezó a tocarme el culo.

-Me apetece follarte, sí, quiero ser yo el que folle tu culo. -mi hermano me miró juguetón.

-¿Lo dices enserio? Pensé que te gustaría que te follara yo a ti.

-No, me di cuenta que me pone mas meterla, quiero someterte y follarte, ya estoy harto de ser yo el sumiso al que llenan.

-¿Cómo? -pregunté sorprendido.

-Nada, olvídalo, venga, estoy muy caliente y quiero follarte hermano, mira como la tengo. -mi hermano me hizo bajar la mirada y pude ver su polla dura.

Llevé mi mano hasta su duro trozo de carne y lo aprisioné con mis dedos, empecé a masturbarlo de arriba a abajo mientras nos besábamos.

Me arrodillé y comencé a comerle la polla, mi hermano gemía mientas el agua tibia mojaba nuestros cuerpos, yo con mi lengua recorría su tronco, succionaba con mis labios intentando que sintiese todo el placer del mundo.

Mi hermano sujetaba mi cabello con fuerza y comenzó a arremeter contra mi boca, me estaba follando mi boca, sí, mi hermanito pequeño me follaba la boca, y a mí me gustaba, era una sensación única.

-Espera... -dijo mi hermanito agitado, me apartó de su rico dulce y me hizo poner en pie-. ¡Quiero follarte ya!, no aguanto...

Me di la vuelta, separé mis nalguitas blancas y tersas, mi hermano posó una mano en mi espalda y me hizo inclinarme, noté como con la punta de su polla rozaba mi ano, buscaba poder metérmela, se notaba que era su primera vez.

Separe mis piernas para que le fuese más fácil y por fin empezó a clavarme su dura polla, lo hizo demasiado deprisa y no pude evitar solar un leve quejido de dolor. La siguió metiendo más y más dentro de mi, hasta que noté sus huevos en mi culo.

Su respiración entrecortada chocaba en mi nuca, apoyó su mentón en mi hombro.

-¿Te duele? ¿Estás bien? -preguntaba mi hermano preocupado.

-Sí..., estoy bien... -mentí, la verdad es que fue muy brusco y me hizo bastante daño, pero me aguanté, se que era su primera vez y quería hacerlo feliz, aunque fuese a costa mía.

-¿Sigo? -me preguntó agitado, notaba como su cuerpo emitía ciertos temblores.

-Espera un poco. -logré mascullar, intentando coger fuerzas y reponerme, el agua ayudaba a que todo fuese mucho más fácil-. Ya, sigue...

Mi hermano al escuchar eso comenzó a sacarme su polla de mi culo, después la volvió a meter, pero de nuevo de manera brusca, intenté contener mis quejidos de dolor, con mi mano comencé a pajearme.

-¿Te gusta como te follo hermano? -Rubén estaba cada vez mas caliente, notaba como su polla palpitaba dentro de mi, iba a correrse muy pronto, no aguantaría mucho más.

-Sí, hermanito, lo haces muy bien, venga, folla a tu hermano, dame tu leche.

Ante mis palabras, mi hermano me sujetó de la cintura con fuerza y comenzó un vaivén veloz, su polla me follaba el culo con rapidez, entonces escuché como comenzó a gemir más algo y mi interior se llenaba de su leche.

La leche de mi hermanito inundaba mi interior, era caliente y me aliaba por dentro, el dolor que sentía se convirtió en placer durante unos segundos, en los que no pude evitar gemir.

Me la sacó y se enjabono para limpiarse y terminar de ducharse, salió y me dejó solo, yo terminé de ducharme aún sin haber corrido, me limpié bien y salí con la toalla en mi cintura.

Me asomé y vi a mi hermano boca abajo, dormía plácidamente en su cama, me acerqué y le besé en la mejilla, después salí cerrando la puerta.

Fueron pasando los días y la relación con mi hermano se fortaleció, él y mi primo rompieron, bueno, no eran novios, simplemente Rubén le dijo que no quería follar más con él, que hacerlo con personas de la familia estaba mal, lógicamente no le dijo que lo hacía conmigo.

En parte me aliviaba saber que mi hermano ahora le gusta dar por el culo, y no recibir, porque así mi primo ya no tenía ninguna posibilidad con él, los primeros días fueron duros, a mi hermano le costaba hacerlo sin hacerme daño, pero poco a poco fue aprendiendo y ya disfrutaba más cuando él me follaba.

Llegó el Martes y tocaba entrenamiento, recordaba aún cuando el entrenador me humilló y me obligo a chupársela, me violo, o al menos violo mi boca, y no quería que eso se repitiese, estaba preparado, si volvía a intentar algo lo amenazaría.

El entrenamiento fue con normalidad y el míster pasó de mi, como si nunca hubiese pasado nada, tras terminar, todos nos dirigimos a las duchas.

Como dije, el entrenador después de lo que pasó no volvió a decirme ni insinuarme nada más, no se si se sentirá culpable o simplemente con la mamada que le hice se dio por satisfecho, el caso es que al menos me dejó en paz.

Eran más o menos las cinco de la tarde y al entrar en el vestuario vi a uno de mis compañeros, era el que el entrenador se estaba follando aquella lejana noche en el parque.

Quedábamos él, yo y un compañero más, pero me di cuenta que él hacía tiempo disimulando que ordenaba su taquilla, se notaba que estaba esperando que se fuera el otro chico, y efectivamente, el otro chico terminó de cambiarse y se fue.

Entonces Oliver, que así se llamaba el chico que era follado por nuestro entrenador, se acercó a mí.

-Esto..., Tomi, una cosa... -su mirada se iba al suelo constantemente.

-¿Si?, Dime... -dije con curiosidad por saber que quería.

-Mira, quería hablar contigo desde hace unos días, sobre lo que viste, osea, lo que vi, porque no fuiste el único que vio algo... -a Oliver se le notaba nervioso.

-Ah..., ya, ehh..., bueno, no hace falta, no vi nada que vaya a contar, tranquilo. -le dije para calmarlo.

Oliver era de mi altura, de pelo negro oscuro y piel blanca, complexión muy delgada, se notaba que era un chico muy frágil, vamos, que un soplo de aire lo lanzaba varios metros lejos. Oliver se acercó a mi y me intentó besar.

-Espera, ¿Qué haces? -me aparté instintivamente.

-Perdona, yo..., pensé que..., bueno..., no sé..., lo siento... -se disculpó con vergüenza.

-No, tranquilo, es solo que me sorprendí, es todo. -me levanté para marcharme pero continuó hablándome.

-Es que me gustas un poco. -Oliver bajó la mirada tras esa confesión que me sorprendió.

-¿Yo? Pero si soy feo, qué dices... -dije riendo.

-Pues a mi me gustas, porque con el cuerpo que tienes yo estaría todo el día masturbándome pensando en ti. -dijo con la cara colorada tras darse cuenta de sus palabras.

Hubo un silencio durante varios segundos.

-Es que me he puesto un poco caliente. -continuó Oliver-. Fíjate como la tengo. -Oliver se bajó los bóxer y empezó a jalársela lentamente.

-¿¡Eh!? ¿Qué haces? Ten cuidado, nos pueden ver... -yo tenía temor sobre todo por el entrenador.

-Aquí no hay nadie, ya todos se fueron. -Oliver continuó pajeándose como si nada.

-No lo digo solo por ellos, también esta el míster... -dije con temor.

-No te preocupes por él, no contará nada. -Oliver lo dijo con toda naturalidad, ante mi asombro.

-Eso es lo que me preocupa, él, bueno, él te estaba follando esa noche, ¿Por qué? ¿Era la primera vez? -pregunté mientras él seguía a lo suyo, y lo cierto es que me estaba calentando ver a mi amigo pajeándose delante mí.

-Bueno, yo no tengo mucho dinero, Juan me dijo que allí se ganaba mucho dinero si te dejabas tocar.

-¡Espera!, ¿Juan? ¿¿El de nuestra clase?? -pregunté con gran sorpresa.

-Sí, pensé que lo sabías, ¿No lo sabías? -me miró preocupado.

-No, ni lo imaginé, ahora entiendo, ''ese rumor'' de que a mi hermano lo vieron allí era mentira, lo vio él porque estuvo allí... -murmuraba con enojo.

-¿Qué? Si no lo sabías porfa no le digas nada, me matará.

-No te preocupes, no diré nada... -dije a regañadientes-. Pero..., ¿Entonces vais allí a que os follen?

-No, Juan me dijo que fue una o dos veces y solo se dejaba tocar, pero pagaban mucho, entonces decidí ir también, pero me ofrecieron más por dejarme..., bueno, por dejarme follar, y acepté.

-¡Qué fuerte!, ¿Así eres chapero?

-No, somos, ¡Tú también estabas allí!, ¡Te vi!, ¡Un negro te folló!

-No, me confundió con un chapero, es diferente, yo no he vuelto a ir. -dije con un ligero enfado, Oliver no insistió.

-Vale, disculpa...

-En fin, ¿Y cómo es que llegaste a acabar con el entrenador?

-Pues..., un día me estaba dejando tocar por un hombre y el míster me vio, al día siguiente me ofreció dinero por follarme.

-Y aceptaste. -dije.

-Sí, el caso es que desde entonces a veces el míster va allí y me paga por follarme, es muy bueno conmigo, nunca me obligó a hacer algo que no quisiera, así que no me juzgues...

-No, no, tranquilo, es tu vida, no me meteré. -aparté la mirada preparándome para marcharme.

-¿Y no vas a volver? -Oliver se seguía jalando la polla.

-¿Al parque? No, no soy chapero.

-Es que el chico ese negro va todos los días, pero nunca folla, va mirando y buscando por todas las zonas, yo creo que te busca...

-¿Qué negro?

-¿Cuál va a ser? El que te folló.

-No puede ser... -murmuré.

-Pues es verdad, va todas las noches, creo que le gusto tu culo. -Oliver sonrió pícaramente.

-A mi no me hace gracia. -dije con un tono serio.

-Pues con todo esto me calenté y me voy a hacer una paja, ¿O me la quieres hacer tú? -me miró sonriendo.

-No, ni de coña, yo ya me voy.

En ese momento entró el entrenador y se sorprendió al vernos tan juntos y con Oliver pajeándose, aunque enseguida se subió el pantalón.

-¿Que hacéis? ¿Estáis locos? Estas cosas aquí no, venga va, largo. -dijo con su ronca voz de manera despectiva.

-Éste, ¡Que le he dicho que me haga una paja y no quiere! -se quejó Oliver como un niño pequeño.

Me sorprendió la naturalidad con la que Oliver hablaba de este tipo de cosas con el entrenador, que además parecía que la complicidad era mutua.

-Bueno, pues te la haces en tu casa, pero aquí no hagáis nada raro, ya hablamos de esto, Oliver.

-Si, perdón, míster. -Oliver bajó la mirada sumiso.

Me terminé de vestir y salí de allí, aún flipando con esa surrealista situación, dejé a Oliver a solas con el entrenador, lo que pasase allí me daba ya igual, lo que me carcomía por dentro era lo que dijo, que el chaval negro me buscaba cada noche, no lo terminaba de creer.

¿Enserio se prendió de mí?

Llegué a mi saca y ya todas las luces estaban apagadas, pasé demasiadas horas entrenando, pero es que me gustaba demasiado.

Entré en la cocina a oscuras para hacerme algo de cena y en ese momento sentí unas manos en mi cintura que me sobresaltaron.

-¿Qué haces? -me di la vuelta mirando a mi hermano, que me observaba sonriente.

Mi hermano, que iba en pijama corto, se acercó al frigorífico y lo abrió, la luz del mismo iluminó parte de la cocina, metió la mano dentro y sacó un sándwich de jamón y queso.

-Te hice esto, sabía que vendrías tarde. -me miró con una sonrisa-. ¿No habrás hecho hecho nada con el míster no? -preguntó con su mirada fija en la mía.

-No, no hice nada, ha pasado de mí, tranquilo, y no hables tan alto, que vas a despertar a nuestros padres. -sugerí mientras intenté coger el sándwich.

Pero mi hermano lo evitó, me miró pícaramente y se lo llevó a la boca tomando de un bocado un trozo del mismo mientras observaba que intentaba hacer.

Sus ojos azulados brillaban con la luz del frigorífico, se acercó a mi mientras masticaba y juntó sus labios con los míos, pude sentir durante el beso como me pasaba la comida de su boca a la mía mientras mi corazón latía con fuerza.

Se separó y lanzó una carcajada en voz baja.

-¿Está rico? -preguntó mi hermano maliciosamente.

-Sí... -dije hipnotizado mientras tragaba el trozo de sándwich mezclado con su saliva, era delicioso y excitante, mi hermano me puso duro.

-¿Qué hacéis? -en ese momento mi madre encendió la luz de la cocina y nosotros de un susto nos giramos aterrados.

(Continuará...)

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Creado (2019), revisado y editado (2021) por @TomiXuak

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