Mi hermanito 6 - Amor fraternal
El entrenador de fútbol descubrió lo que hice en el parque y me obliga a chupársela si no quiero que cuente nada, a raíz de esto surgirán más problemas.
Mi hermanito - Capítulo 6 ''Amor fraternal''
(Edición remasterizada) [2021]
-Me gusta sentir que los jóvenes futbolistas como tú luchen por un puesto titular, y para ello...¿Qué mejor forma que demostrarlo cariñosamente?, ¿No crees? -dijo cínicamente.
Se bajó el cierre del todo y sacó su polla, muy gorda, y dura.
-Chupa. -me ordenó.
-¿Qué...? -pregunté con la voz ahogada.
-Dije que chupes, haz un buen trabajo y lo que vi anoche en el parque desaparecerá de mi mete, ¿Un buen trato no? -el entrenador sujetó su polla y pasó la punta por mis labios e hizo presión para que abriese mi boca.
Tenía miedo de su reacción si lo rechazaba, pero también de ser pillado, así que cuanto antes terminara esto mejor.
Tonto de mí al pensar que con esto el entrenador dejaría de molestarme..., que ingenuo fui al pensarlo..., ya que al ceder sólo demostraría que me tenía en sus manos.
Abrí la boca y sonrió, sujetó con firmeza su polla y la fue introduciendo en mi boca, hice lo que pude, era demasiado gorda y no pude tragar hasta la mitad, quería que terminara cuanto antes esto para no ser pillado, movía mi lengua por su tronco, le chupaba la base de la polla y movía mi lengua hasta la punta, metía de nuevo su polla en mi boca y se la comencé a mamar.
El entrenador sujetaba mi cabeza y gemía de placer a la vez que me follaba la boca como él quería, me sujetaba del cabello de mi cabeza y me hacía mirarle a los ojos mientras le comía la polla.
-Así me gusta, ¡Sois todos iguales!, ¡Dais la boca y el culo por cualquier cosa!, y mientras me ofrezcas tu boca sabré agradecértelo, serás el capitán del equipo.
Yo seguía chupándosela mientras me trataba de manera despectiva, como si yo fuese de su propiedad, me agarró con fuerza y me la clavó hasta el fondo, mi boca me dolía, la forzaba, creí que mis comisuras se rajarían, la introdujo más de la mitad y notaba como su polla se hinchaba más y más, entonces su corrida comenzó a entrar sin parar dentro de mi boca, no pude evitarlo y tuve que tragarme todo lo que mi entrenador disparaba en mi boca, que fue demasiado, empezaba a ahogarme y tosía con su polla en mi boca, me sacó de la boca y se la guardó.
Me separé tosiendo sin parar y escupiendo parte de su semen en el suelo con dificultad, me faltaba el aire, casi me ahogaba.
-Bueno, no esta mal, ya puedes irte, la semana que viene haremos otra revisión de disciplina deportiva, ahora vete, que tengo que hacer cosas y no tengo todo el día. -dijo de forma despectiva, con su mano me apartó de mala manera y se sentó en su silla a reorganizar el cajón y coger unas carpetas.
Yo por mi parte cogí un pañuelo de su mesa y limpié como pude mi boca mientras lo miraba con odio, pero él me ignoraba, estaba más concentrado en su mesa, salí del despacho y cerré la puerta, no podía creer lo que acaba de pasar, no puede ser, desde que llegó mi hermano todo se ha descontrolado de una forma inverosímil.
Pensaba que podría hacer ahora y mientras salía de la escuela en la entrada del campo de fútbol una voz me detuvo.
-Lo he visto todo. -me giré a la izquierda de donde provenía la voz y me quedé petrificado.
No, no puede ser..., trágame tierra...
Mientras yo fui al entrenamiento, mi hermano estaba en casa de mi primo, la voz del equipo sonaba a todo volumen.
Mi hermano se encontraba en el cuarto de mi primo, estaba tumbado boca abajo, y mi primo estaba encima de él, se movía con furia arremetiendo contra mi hermanito.
El bombeo era rápido pero a la vez profundo, la polla de mi primo Jesús penetraba el culo de Rubén, mi hermanito, que estaba siendo sodomizado de manera brutal, sus jadeos eran ahogados por la música que Jesús había puesto en su cuarto a gran volumen.
Jesús mordía el cuello de mi hermanito con devoción mientras su polla entraba y salía de su culo, el culo de mi hermanito, blanquito y suave, en comparación con el tono de piel más oscuro de Jesús y de su polla, que no paraba de entrar y salir hasta que de una embestida se corrió dentro de él.
Ambos quedaron exhaustos y rendidos en la cama, mi hermanito se levantó y comenzó a vestirse.
-¿Ya te vas? -mi primo bajó la música y observaba a mi hermano vestirse mientras se subía el pantalón y el bóxer.
-Jesús, debo estar en casa antes de que anochezca. -Rubén terminó de ponerse la ropa.
-Ya, lo sé, por cierto, ¿Hablaste ya con tu hermano? -mi primo se acercó a mi hermanito de forma cariñosa posando sus manos en la cintura de éste.
-Bueno, mas o menos. -dijo mi hermano con tristeza.
-¿Cómo que mas o menos? -preguntó Jesús que no dejaba de manosear a mi primo.
-No se lo tomó bien, además pensó que era chapero. -mi hermano apartó a Jesús fríamente y terminó de atarse los cordones de una de sus zapatillas.
-Bueno, te follé en el parque donde... -dijo Jesús.
-Ya, ya sé, pero me preocupa precisamente eso. -mi hermano se ató la otra zapatilla-. Es que no sé, me raya como se comportó, además, aún tengo dudas de como supo que estuve allí contigo.
-Tu dijiste que te lo encontraste al salir, pues unió los hilos, ¡Al final no va a ser tan tonto! -dijo mi primo roba hermanos.
-Si, pero no creí que sospechase algo, además, hace semanas de eso. -mi hermano se levantó y cogió su móvil de la cama.
-Bueno, -Jesús miró también a la cama y se puso la camiseta-. Ya esta todo aclarado, él sabe que salimos y lo tendrá que aceptar le guste o no.
-¿Cómo que salimos? -mi hermano lo miró con duda-. No, esto es solo sexo, creía que ya lo hablamos.
-Bueno, ya me entiendes. -respondió Jesús esquivando la mirada de mi hermano.
-No, no te líes, esto es sólo sexo. -Rubén miró con enfado a Jesús.
-Que sí coño, lo que tú digas. -replicó Jesús refunfuñando.
-Nos vemos. -mi hermano abrió la puerta y mirando para ver si estaban nuestros tíos se marchó tras despedirse de Jesús.
Al rato mi hermano llegó a casa y entró en el salón.
-Ya estoy aquí. -dijo mi hermano cerrando la puerta tras de sí y entrando en la cocina.
-Rubén, -mi madre salió de la cocina y se asomó a buscar a mi hermano-. Espera, no te cambies, no se donde esta tu hermano, tiene dentista y debería haber llegado ya a casa, ve a buscarlo, hazme el favor.
-¡Joder mama estoy cansado! -replicó mi hermano.
-¡¡Rubén!!, ¡Podría haberle pasado algo! -dijo mi madre con enfado.
-Esta bien... -mi hermano cogió de nuevo las llaves que soltó en la entrada y las metió en su bolsillo-. No tardo.
El sol desaparecía dejando entrever las últimas horas de la tarde, mi hermano salió a buscarme, sabía que siendo Martes estaría en el entrenamiento, por el camino se tropezó con Cristian, era uno de mi clase y también un amigo con el que iba a los entrenamientos.
Cristian era de piel blanca, pelo castaño claro, ojos claros y algunas pecas adornaban su carita de ángel.
-Oye, Cristian, ¿Dónde esta Tomi?
-Hola Rubén, pues..., creo que se quedó el último en las duchas tras entrenar, pero de eso hace mucho rato, ya habrá vuelto a casa.
-No, no ha vuelto aún, pero vale, gracias.
Rubén se despidió de Cristian y aligeró hacia la escuela para buscarme, llegó al entrenamiento pero no había nadie, estaba todo en pleno silencio. Entró a los vestuarios pero no había nadie, avanzó hasta el despacho y vio a Tomi de pie, estaba de espaldas a él, en frente, el entrenador, se acercó despacio y sin asomarse se apoyó en la pared de una de las duchas y empezó a escuchar con dificultad.
-Bueno..., tendré que contarle a tus padres.... -la voz del entrenador sonaba bastante lejana y le costaba entender algunas palabras, su voz era grave y autoritaria.
Rubén intentó poner más atención a las palabras del entrenador.
-Me gusta sentir que...., como tú..., por un puesto titular..., ¿No crees?
Hubo un leve silencio.
-Chupa. -dijo la voz del entrenador, Rubén, sobresaltado no pude evitar asomarse, me vio de rodillas y como el entrenador me sometía por la boca mientras me miraba.
Mi hermano se estaba poniendo duro y empezó a tocarse, se pegó a la esquina y asomó parte de su cara hacia el despacho, su único ojo observó como el entrenador tenía sus manos en mi cabello y me forzaba fallándome la boca entre sus gemidos de placer.
-Dije que chupes, haz un buen trabajo y lo que vi anoche en el parque desaparecerá de mi mete, ¿Un buen trato no?
Rubén abrió los ojos como platos con sorpresa, yo estaba ahí arrodillado, y sí, estaba claro que mi hermano se dio cuenta que le estaba comiendo la polla al entrenador.
-Así me gusta, ¡Sois todos iguales!, ¡Dais la boca y el culo por cualquier cosa!, y mientras me ofrezcas tu boca sabré agradecértelo, serás el capitán del equipo.
Rubén empezó a pajearse con ferocidad mientras veía como su hermano mayor era sometido y obligado a comerse la polla del entrenador, estaba a mil viendo eso, era algo que nunca experimentó, pero el ver a su hermano siendo dominado era algo único para el, le daba un placer sin igual, esto ya era otro nivel.
El entrenador apretó mi cabeza con fuerza y se convulsionó, Rubén no quitó el ojo de como el entrenador se corría en mi boca. Me separé tosiendo sin parar y escupiendo parte de su semen en el suelo con dificultad, me faltaba el aire, casi me ahogaba.
Rubén empezó a correrse sin poder evitarlo mientras ahogaba sus gemidos con su otra mano.
-Bueno, no esta mal, ya puedes irte... -vio moverse al entrenador y Rubén se escondió de nuevo, se alejó hacia atrás varios pasos y metió su polla de nuevo en el pantalón saliendo afuera con cuidado de no ser visto ni escuchado, Rubén estaba alucinando, acababa de ver a su hermano comerse una polla, ¡Y la de su entrenador!
Esperó fuera escondido detrás del banquillo del campo de fútbol, al rato me vio salir.
Salí y me enjuagué bien la boca en la fuente y bebí un poco mientras aclaraba mis ideas, salí de los vestuarios y mientras pensaba que hacer escuché una voz cerca de los banquillos que me detuvo.
-Lo he visto todo. -me giré a la izquierda de donde provenía la voz y me quedé petrificado.
-No, no puede ser, trágame tierra... -murmuré.
-¿Qué dices? -Rubén me miró desafiante.
-¿Qué haces aquí Rubén? -pregunté nervioso.
-Mama me mandó a buscarte porque te retrasabas y tenías dentista, aunque ya veo porque. -dijo con enojo.
-¿Por qué qué? -pregunté.
-¡Oh!, Por favor hermano, no te hagas, ¿Vale? ¡¡Lo he visto todo!! -Rubén me gritó alterado.
-Escucha..., no..., no es lo que parece, yo... -mi voz intentando excusarme no convencía a mi hermano.
-Claro, -mi hermanito me detuvo y se acercó a mi-. Una cosa es que sea tu hermano pequeño y otra que sea tonto, lo escuché y vi todo..., ¡¡Todo!!
-¿A que te refieres? -mi voz sonaba temblorosa-. Como te dije, esto no es lo que parece...
-Escuché todo Tomi, el entrenador dijo algo que hiciste en el parque anoche...
-No, escucha...
-Ahora entiendo todo, me seguiste..., y fuiste al parque, ¿Verdad? ¿Qué hiciste?
Mi silencio me delataba, pero ya no sabía que decir.
-Joder, nunca pensé que tendría un hermano chapero. -sus palabras despectivas me dañaron.
-¡¿No soy chapero me oyes?! -le cogí del brazo enfadado y apreté-. Además, es tu puta culpa, Juan me dijo que el chapero eras tú y te seguí al parque por eso.
-¿Y que? ¿De paso dabas tu culo?
-¡No!, ¡Joder!, No fue así como sucedió, además, ¡¿Que cojones?!, No tengo porque darte explicaciones de mi vida, si tu le das tu culo a Jesús, pues corre, ve a por su polla, puto traidor.
-¿Osea que es eso? ¿Estas celoso?
Miré con rabia a mi hermano y le solté.
-Yo sentía cosas por ti, ¿Sabes? Y te fuiste con él, te entregaste a él, antes que...
-¿Antes que qué? -mi hermano se separo más de mi y me miró desafiante-. ¡Tú lo dejaste claro!, ¡Entre hermanos esta mal!, Así que me aleje, ¡Tú mismo me lo dijiste!, Así que me alejé y encontré a Jesús, y él si me acepta como soy, los demás me importan una mierda, yo quiero ser feliz.
No se que me daba mas rabia, saber que mandé a mi hermano yo mismo a los brazos de Jesús o que Jesús se aprovechase de ello.
-Tienes razón, y lo siento, me equivoqué, actué mal, mira, yo solo quiero que seas feliz, si con Jesús lo eres, no me meteré... -dije a regañadientes mi corazón sangraba.
Mi hermano me miró con los ojos vidriosos y me abrazó, yo le correspondí el abrazo, nos quedamos así un rato y se separo un poco de mi, me miró y sus labios se posaron en los míos, nuestras lenguas se mezclaron en un beso profundo y hermoso que jamás olvidare, nos fundimos en uno y el tiempo parecía no acabarse.
Nos separamos y nos miramos el uno al otro.
-Yo te amo. -mi hermano me cogió de la mano-. Y eso no ha cambiado ni cambiará nunca.
-Yo también, pero, estás con Jesús...
-¿Qué dices? No somos novios, solo follamos, pero no hay amor...
-¿Entonces...?
-Eres mi hermano, ¿Y qué? Yo te amo a ti, quiero que seamos novios.
Miré con felicidad a mi hermanito
-¿Novios?
-Sí, y esta noche lo celebraremos. -me dijo pícaramente.
Volvimos juntos a casa más felices que nunca, aunque la incertidumbre me corroía por dentro, ¿Estaba bien lo que hacíamos? Por culpa de nuestros juegos acabamos en una espiral de vicio.
¿Sería buena idea sucumbir de nuevo a la tentación fraternal?
(Continuará...)
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Creado (2019), revisado y editado (2021) por @TomiXuak
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