Mi hermanito 17 - David y Luva

Mi hermano y Jacob están más juntos que nunca y eso me aleja de él, ¿Qué debería hacer? Los monitos además, quieren jugar.

Mi hermanito - Capítulo 17 ''David y Luva''

Después de conocer más a fondo a Lucas, supe que en realidad no era tan malo como yo y Rubén pensábamos.

Cuando volvía a mi bungalow pude ver a nuestro monitor, David, entrar al bosque, lo hacía temeroso de ser descubierto, su actitud me pareció sospechosa, así que decidí seguirle.

Seguí sus pasos con cuidado, pero era difícil, apartó unos arbustos y entró al bosque, me detuve en frente, ¡Si entro ahí meteré mucho ruido!

Miré a mi alrededor para ver si alguien podría verme, me quité las zapatillas y las escondí entre la maleza de un árbol, aparté los arbustos y los atravesé con cuidado, David no estaba, seguí caminando despacio hasta llegar a un riachuelo, era pequeño, de medio metro de anchura. ¿De dónde viene este río? ¿Bajará del monte? Seguí el riachuelo y me detuve al escuchar gemidos, me agaché y caminé lentamente, los gemidos y el ruido se intensificaban, eran muy parecidos a los de la cueva, mi corazón latía con fuerza y mi temperatura subía, me asomé apartando los arbustos despacio y pude ver la escena al completo...

David sometía contra un árbol a Luva, la monitora, se la follaba salvajemente entre gemidos, se besaban mientras él le metía toda su polla dentro.

Entonces David abrió los ojos y me vio, me escondí enseguida pero era tarde, él me había visto, me quedé quieto, pero nada cambió, David seguía follándosela con fuerza, me volví a asomar y pude ver como él me miraba mientras la besaba.

Sabía que los estaba viendo, pero a él no le importaba, al revés, se apartó un poco de ella para que pudiese ver su polla y comenzó a gemir sin parar, y sin dejar de mirarme se relamió los labios mientras no apartaba su vista de mí.

-Ahhh ¡Me corro joder! -gritó David, y la embistió con más fuerza hasta quedarse quieto, retrocedí sobre mis pasos despacio y salí de la maleza, con cuidado de no meter ruido volví al riachuelo y lo seguí hasta bajar al campamento, cogí mis zapatillas y entonces sí, salí corriendo hasta mi bungalow.

Cerré la puerta y me quité los pantalones y bóxer, me eché en la cama y comencé a pajearme sin parar, pensando en la situación, en como se la follaba, en cómo él me miraba a los ojos mientras se follaba a Luva, a él esa situación le ponía más, y a mi me encendía saberlo, no aguanté más y entre gemidos me corrí bastante sobre la camiseta manchándola.

-¡Hostia puta! -la voz de Daniel me dio un vuelco al corazón, me levanté corriendo tapando mis partes bajas con la sábana de mi cama, me miraba con la boca abierta.

-¿Qué haces tú aquí? -le miré asustado, él estaba en bañador y su cuerpo estaba mojado, se notaba que acababa de salir del lago.

-También es mi cuarto... -dijo Daniel, que seguía mirando hacia mis partes con sorpresa.

-¡No! ¿Me refiero que de dónde saliste? Y por favor, ¡Deja de mirarme así! -dije con enojo.

-¡Perdón! Pues fui un momento al baño y al salir...

-¿Qué? ¿Cuánto tiempo llevas ahí parado? -moví la sábana para taparme mejor.

-No mucho... -Daniel se puso rojo-. Un rato...

-¿Qué? No puede ser... -el hermano de Cristian, el mas chico del campamento, ¡Me vio pajearme!¡Me quería morir!

-Lo siento, es que no te esperaba ver así y yo..., pues..., no sé, lo siento... -Daniel estaba rojo.

Vi como Dani se tapaba su entrepierna, pero podía verse que estaba duro.

-Mejor me voy, que querrás cambiarte y solo molesto.

-¡Espera! Será mejor que esperes un rato, no sería buena idea salir así. -le señale su entrepierna.

Daniel me miró avergonzado y corriendo se sentó en su cama tapándose con sus manos.

-Entonces esperaré... -dijo cortado.

Me moví como pude y me puse mis bóxer, me quité la camiseta y la eché a una esquina, estaba manchada de mi corrida, miré en el armario y saqué una camiseta, mientras, Daniel permanecía en silencio. Lo miré y vi que estaba con la mirada abajo, avergonzado.

-¿Qué te pasa? -pregunté.

-Nada, me siento raro...

Me acerqué a él y aparté sus manos, seguía duro.

-Es porque sigues duro, se te pasará. -dije.

-¿Y cómo lo quito? -Daniel me miraba a los ojos, no sé si su pregunta era real o me estaba provocando en realidad.

-Pues..., verás, debes, como te lo digo..., pajearte hasta que se te baje.

-¿Lo que tu hacías? -dijo apenado.

-Sí, eso mismo, mejor te dejo a solas. -caminé a la puerta pero su petición me detuvo.

-No, espera, es que yo no sé como hacer, ¿Y si me ayudas? -dijo de nuevo apenado.

-¿Yo? ¿Cómo? ¿Quieres que...?

Daniel me miró y asintió con timidez, me acerqué hasta él con duda, lo sujeté de los hombros y noté su piel ardiendo, estaba muy caliente, ya no estaba mojado, lo tumbé en la cama y me arrodillé, le bajé el bañador, él se dejaba hacer, su polla estaba muy dura, blanca y hermosa, mediría unos once o doce centímetros.

La sujeté y comencé a pajearlo lentamente, con su antebrazo tapó su cara mientras gemía, le daba vergüenza que nuestras miradas se cruzasen, así que intenté no mirarlo.

Continué pajeando su polla y con mi otra mano le masajeaba los huevos, Daniel seguía gimiendo cada vez más, su respiración se agitaba y mi pene se comenzó a poner duro de nuevo, me acerqué hasta su entrepierna y sacando mi lengua lamí su punta.

Daniel pegó un ligero gemido pero no dijo nada, volví a sacar mi lengua y recorrí su tronco comenzando a meter su polla en mi boca, que se la empecé a chupar y a succionar lentamente, sin dejar de masajear sus huevos, sus gemidos se intensificaban y vi como sujetaba con su mano la sábana con fuerza, comenzó a mover sus caderas hacia mí y succioné su polla con más intensidad, sus convulsiones indicaban que se estaba viniendo y efectivamente noté un pequeño líquido entrar en mi boca, lo saboreé y me lo tragué todo, se la lamí un poco más mientras perdía su dureza y me aparté dejándosela limpia.

Se subió el bañador mientras yo cogí la camiseta, de color negra y me la puse, se levantó y se marchó por la puerta sin decir nada, y sin mirarme, miré como corría hasta el lago y se metía de nuevo en el agua.

Yo volvía a tenerla dura, pero no pude desahogarme, porque en ese momento llegó David, que llamando a mi puerta mientras se asomaba me miró, ya no estaba sonriendo como siempre, estaba con aspecto serio.

-Tomi, en cinco minutos en nuestro bungalow.

-Si... -dije.

Se marchó y con rapidez me puse unos pantalones vaqueros cortos, cogí el reloj y me dirigí al bungalow, a lo lejos, en el lago, pude ver como todos jugaban en el agua, en la balsa seguían mi hermano y Jacob junto a Lucas tomando el sol, eso me molestó.

Llegué al bungalow, David me esperaba en la puerta, llevaba un bañador de color azul oscuro y una camiseta sin mangas blanca, podían verse sus bíceps marcados.

-Pasa y siéntate. -ordenó David.

Entré y sólo estaba él, me senté en una silla cerca de su escritorio, él se acercó a la puerta y la cerró con pestillo.

-Nadie nos molestará. -dijo David, que se acercó lentamente a mi-. ¿Te gusta jugar eh? -dijo con tono lascivo.

-¿Eh? No, yo... -empezaba a ponerme nervioso.

-A mi me puso muchísimo ver como nos mirabas, ¿Te gustó ver como me follaba a Luva?

-No..., no es eso... -dije atemorizado.

-¿No? Yo se que sí, ¿Te gustaría follarte a mi novia? Uff, me pondría mucho ver a un crío como tú follársela.

-No, no puedo, lo siento... -dije con voz temblorosa.

David me miró enfadado.

-¿Pero por qué?, ¡Vi como nos mirabas con deseo!, ¡Te gustaba ver como me la follaba!, ¡Miraste hasta el final!, ¡No lo niegues!

Bajé la mirada ante sus palabras, no sabía que decir, igual se enfadaba y me echaba del campamento si me seguía negando.

David se acercó a mi y cogiendo mi barbilla me miró a los ojos.

-A no ser..., que la excitación no fuese por ella, sino..., por mí. -dijo lamiendo sus labios.

Le miré con asombro y David sonriendo llevó su mano a mi pantalón, me sujetó mis partes mientras sus labios se posaban en los míos, nos fundimos en un intenso beso, recordé a mi hermanito y entonces le aparté instintivamente con mis manos, él me miró con lujuria.

-Ohhh, ¿Te haces el duro? ¿Te gustó lo que viste porque estaba yo?

Permanecí callado ante sus preguntas.

-Vi como te tocabas, cómo nos mirabas, ¿Querías estar en el lugar de mi novia? -pregunto mordiéndose el labio.

-No, se equivoca, fue sin querer, yo no quería, de verdad, lo siento...

David me empujó en la cama y comenzó a besar mis labios, yo me intenté resistir y eso a él le gustaba más.

-¿Te gusto? -preguntó.

-Sí... -dije tímidamente.

-¿Quieres que te folle? -preguntó David con ojos vidriosos, estaba excitado, su polla se notaba cada vez mas dura.

-No..., yo..., no... - mascullé con timidez.

David se levantó enfadado.

Me quedé quieto, sin reaccionar, él me miró con enojo, se acercó a la puerta y la abrió con brusquedad.

-Muy bien, tendré que comentarle a Luva algunas cosas, largo, vete a tu bungalow y no salgas.

Le hice caso y salí de allí, me iban a expulsar, por el camino me crucé con mis compañeros, que iban al comedor para cenar.

-¿Dónde vas? ¿No cenas? -mi hermano me miró extrañado, sabía que algo me pasaba.

-Me encuentro mal, necesito tumbarme. -en ese momento vi a Daniel, estaba junto a su hermano, me miró y bajó la mirada con vergüenza, en ese momento me sentí mal, tenía ganas de llorar por todo lo que estaba pasando, quería irme de allí.

Me fui a mi bungalow y me tumbé, iba a llorar cuando escuché como alguien se colaba por la ventana, era Lucas.

-¡Hola peque! ¿Dónde te metiste? No te vi el resto de la tarde. -dijo saltando al bungalow.

-¿Sabes que existen las puertas? Y no me llames peque... -lo miré con enfado mientras me senté en la cama, con mis rodillas pegadas a mi barbilla y mis manos rodeando mis piernas, sentado de forma fetal.

-Soy más de ventanas, como Romeo. -me miró sonriente, me sacó una sonrisa y se sentó en la cama de Daniel-. Bueno, al menos te hice reír.

-Ya, bueno, es extraño.

-¿El qué? -sacó un chicle y lo metió en su boca-. ¿Quieres uno?

-No gracias, llevo brackets, y decía que es extraño hablar contigo, la última vez que nos vimos estampé en tu cabeza una piedra.

-Nunca se me olvidará eso. -dijo llevándose la mano a la nuca.

-Lo siento.

-No te preocupes, yo en tu caso hubiera actuado igual, pero, eso no responde a mi pregunta.

-¿Qué pregunta? -vi como se levantaba y se asomaba por la ventana, la noche empezaba a ocultar la luz del sol.

-No te vi desde la última vez en el lago, ¿Dónde te metiste?

-Para que te responda a eso, aún te falta mucho. -me tumbé en la cama y me giré hacia la pared dándole la espalda-. Si no te importa quiero dormir.

El silencio se hizo en el cuarto, pero Lucas permanecía ahí callado.

-Bueno, si quieres hablar o no, estaré esta noche a las doce y media dónde te dije, detrás de los bungalows, en la parte de las vallas, que descanses.

Lucas saltó por la ventana y sus pasos indicaban que se alejaba, me quedé en silencio, pensando en lo tonto que había sido, por no tener cuidado Lucas me pilló con mi hermano, por no tener cuidado Daniel me pilló desahogándome, por no tener cuidado David me vio espiándoles, por no tener cuidado estaba jodido, seguí pensando en mis errores hasta que me dormí.

No sé que hora sería cuando siento una mano en mi boca, miré sobresaltado y vi a Luva, la monitora, que con un dedo en su boca me indicó que no hablara.

Miró a la cama de Daniel indicándome que mirase, miré y estaba durmiendo, me destapó la boca y se acercó a mi oído.

-Sígueme, es una orden.

Se alejó despacio y salió por la puerta, me levanté y la seguí, cerré la puerta de mi bungalow y fui tras ella, entró al bosque y me esperó. Me acerqué a ella y sujetándome del brazo me guio dentro, callado y con un poco de miedo me dejé llevar.

Llegamos hasta la zona dónde la pillé siendo follada por David.

-Aquí está. -Luva miró a uno de lo árboles y de ellos salió David, que con una sonrisa satisfactoria miró a su novia y después me miró a mí, se acercó y me llevó hasta un árbol. Yo permanecía en silencio, no me atrevía a decir nada.

-Antes te hiciste el duro, y negaste querer que te folle, pero se lo conté a Luva y ella me ha dicho que a los críos como tú les va ese rollo, resistirse pero que un macho como yo los acabe follando.

Luva me miraba morbosamente, estaba claro que le ponía mucho la situación.

-¿Y qué?, ¿Me vas a violar delante de tu novia? -dije con un tono retador.

-Sí, esa es la idea. -dijo ella, que sonrió ante mi sorpresa-. Es que me pone mucho ver a dos chicos follar, y que mejor que ver como mi novio te da por el culo..., ufff, estoy toda mojada.

David sonrió también y vi como la besaba delante de mí, ambos estaban excitado y yo iba a ser su juguete sexual.

Se separaron y su novia se acercó a un árbol, apoyando en él, entonces observé como David se quitaba la camiseta y dejaba ver su cuerpo, su torso bien marcado, después se bajó el bañador y no pude apartar la vista cuando salió una polla enorme de su pantalón, era grande y gorda, más grande que cualquier polla que había visto hasta ahora, mínimo debía medirle veinte centímetros, puede que más.

Su pubis era adornado por una mata de vello color negro oscuro, con su mano se agarro la polla y se mordió el labio.

-Quiero ver como mi novio rompe tu culo de adolescente mirón, debemos darte un castigo, ¿No crees? -Luva miró a su novio, el cual asintió con la cabeza con satisfacción.

-Bueno, criajo, ¿Te desnudas tú?, ¿O te desnudo yo? Porque de aquí no vas a salir sin que te folle, por las buenas, o por las malas, tú decides cuán de roto acaba tu culo, porque sí, lo voy a romper.

El novio de Luva, David, ¡Me iba a follar delante de ella en mitad del bosque sin piedad!

¿Qué debería hacer?

(Continuará...)

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Creado (2020), revisado y editado (2021) por @TomiXuak

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