Mi hermanito 11 - Akin

Akin decide jugar conmigo y con mi hermanito Rubén, lo que él no sabes es que mi hermano le tiene guardada una sorpresa, va, toca trío.

Mi hermanito - Capítulo 11 ''Akin''

(Edición remasterizada) [2021]

-¿Quién es este? -preguntó mi hermano con duda.

Akin miró sonriente a Rubén y después me miró a mi.

-Me llamo Akin, soy un amigo de tu hermano.

-Ah, vaya, nunca me habló de ti, yo me llamo Rubén. -ambos se dieron la mano y un escalofrío recorrió mi espalda.

-Si, bueno, es un conocido más que un amigo. -interrumpí-. Y ya se iba a su casa, ¿Verdad?

Mi mirada asesina pretendía hacer que Akin se diera cuenta que era mejor que se marchase.

-Bueno, ya nos veremos por aquí, llámame. -Akin se acercó y metió un papel con su número de móvil en mi bolsillo, después se marchó por donde vino, mientras se alejaba mi hermano emprendió el camino de vuelta a casa.

Hubo un silencio bastante incómodo, creo que Rubén se imaginaba algo. Entró en casa y yo fui tras el.

-Espera, Rubén, debo hablar contigo, es importante. -le di un toque a mi hermano en el hombro mientras entraba en la cocina, abrió el frigorífico, sacó un cartón de leche y vertía un poco en un vaso.

-¿Qué pasa? -me preguntó.

-Es sobre..., bueno..., haber como te lo explico...

-Pues date prisa que pronto llegan mama y...

-Anoche volví al parque. -le corté sin escuchar lo que decía-. Verás, yo..., bueno..., alguien me buscaba y fui a decirle que no me buscase más, pero claro, al ir me encontró y ahora me busca con más insistencia...

Mi hermano dejo el vaso en la mesa y se apoyó en ella.

-¿Como? No entendí nada, ¿Buscabas el qué? -preguntó entonando con fuerza la última pregunta.

-No, yo no buscaba nada, me buscaban a mi.

-¿Quien te buscaba? -mi hermano comenzaba a enojarse.

-Pues... -me di la vuelta, debía pensar bien como explicarle todo-. Iré al grano, la noche que te seguí...

-Si...

-Acabé en el parque.

-Eso ya me lo has contado Tomi.

-Si, pero no toda la historia, una vez allí un chico lo hizo conmigo, ese chico era el de antes... -confesé por fin.

-Ahh... -la cara de mi hermano cambió por completo.

-Pero no es lo que parece...

-¿Y entonces porque estaba ahí? ¿Querías aprovechar que me fui para follar con el?

-¿Qué?, ¡No!, ¡Claro que no!, Puede parecer lo que no es Rubén, en realidad está aquí porque me siguió anoche...

-¿Osea que anoche fuiste de nuevo al parque? -Rubén se incorporó y comenzó a subir las escaleras hacia su cuarto con enfado-. ¡Es que soy subnormal!, ¡Y yo confiando en ti! ¡Todos sois iguales! ¡Todos! -y de un portazo cerró la puerta.

Subí las escaleras tras él y justo cuando iba a llamar a su puerta, Rubén la abrió.

-¿Que soy para ti?

-¿Me dejas explicarte Rubén? Fui porque me dejaste por Luis, ¿Recuerdas?

-¡Pero era una argucia! -dijo excusándose.

-¿Y qué?, ¡Yo no lo sabía!, estaba muy mal, y sí, pensé en Akin, así que fui, pero porque él me buscaba y quería decirle que me dejase en paz, entonces me siguió sin yo saberlo y por eso estaba antes aquí, ¡Yo no sabia nada!

-¿Y por qué te siguió?, ¿Te folló? -me preguntó con furia.

-¿Qué?, No... -mentí.

-¿Y como se que es verdad?

-Porque soy tu hermano, y te digo la verdad, eso fue lo que paso, confía en mi... -volví a mentir.

-¿No pasó nada mas? -la mirada de mi hermano buscó la mía y yo instintivamente aparte la mirada.

No sabía si contárselo, si lo hacía lo perdería para siempre, así que recordé al entrenador, lo mejor para evitar contar una mentira era contar otra verdad en su lugar.

-Sí, sí pasó algo, allí fue cuando vi al entrenador, la primera vez que fui, por eso me encontraste en su despacho, porque me hizo chantaje, o se la chupaba o lo contaba, y anoche volví a verlo, pero no hice nada con él. -volví a mentir.

Mi hermano pareció creerme y se sentó en su cama, respiró profundamente y me miró de nuevo.

-¿Y ahora qué? ¿Qué quiere ese negro?

-Se llama Akin.

-Me da igual como se llame, ¿Qué quiere? -Rubén me miró con enojo, no apartaba su vista de mí.

-Creo..., bueno, no estoy seguro, pero creo que quiere un trío con nosotros...

-¿Qué dices? ¿Se volvió loco? No haré eso, y menos con ese negro. -las palabras de mi hermano sonaron un poco racistas.

-¿Que tiene que ver el color de su piel? -le repliqué.

-Nada. -mintió-. Además, ¿Qué pasa?, ¿Qué tu quieres hacerlo? Sin palabras... -Rubén sonrió de manera irónica.

-No, claro que no, pero si lo hacemos quizás ya no nos moleste.

-No te engañes, querrá repetir, ¿Por que no iba a hacerlo? Nos tiene cogidos por los huevos y todo por tu culpa. -apretó sus puños con fuerza.

-Lo siento... -me disculpé bajando la mirada.

Mi hermano se echó en la cama y cerró los ojos.

-Esta bien, dile que sí, que aceptamos.

-¿Cómo? Pero si...

-Tengo una idea, le daremos una noche que no olvidará jamás. -mi hermano se incorporó y se dirigió a la mesita, de ella sacó unas esposas.

-¿De dónde sacaste eso? -pregunté.

-Tomi, por favor, no te hagas, por algo me enviaron a un correccional, ¿No?

-Era un Internado... -le corregí.

-La misma puta mierda es, el caso es que lo esposaremos y haremos con él lo que queramos, un poco de sado y no volverá a querer nada con nosotros. -mi hermano se echó a reír.

Sus palabras me daban miedo y a la vez me excitaban, se veía muy perverso.

-No sé, Rubén, no creo que sea buena idea...

-Calla, hermano, necesitas iniciativa, debemos darle la vuelta a esto, que seamos nosotros los que tengamos la sartén por el mango, una vez esposado jugaremos un rato con él mientras lo grabamos. -hizo una pausa y sacó una cámara de su escritorio-. ¡Este no sabe con quien se ha metido!

Esperamos a la noche, antes de eso contacté con Akin, le mandé un mensaje al número de móvil de la nota que me dejó en el bolsillo del pantalón, le dije de quedar en el edificio abandonado de las afueras del pueblo pasada la madrugada.

Akin llegaba vestido con unos vaqueros y una camisa floral, la verdad es que le sentaba muy bien, era madrugada y mi hermano nos esperaba en un edificio abandonado, el edificio llevaba poco tiempo así, por lo que no estaba tan sucio.

-Bueno, ¿Y dónde lo haremos? -me preguntó Akin.

-Sígueme. -dije mientras Akin me acompañaba por detrás.

Salimos del parque y me dirigí al edificio, estaba bastante apartado del pueblo, en las afueras. El camino se hizo un poco largo, no paraba de pensar en lo que íbamos a hacer, en parte Akin me daba pena, pero el saber que mi hermano pequeño iba a sodomizarlo también me daba morbo, un tipo como Akin no estaría acostumbrado a ser el que reciba...

-¿Es aquí? Esto esta muy oscuro, no se ve nada... -se quejó Akin.

-De eso se trata. -saqué una pequeña linterna y nos adentramos en el edificio-. Vamos, y no hagas ruido.

Al entrar el silencio se hizo presente, ya no estábamos en las afueras rodeados de grillos y demás ruidos ambientales, aquí había un silencio absoluto. Miramos y no había nadie.

-Vamos, estará en alguna de las plantas de arriba. -dije señalando con la linterna hacia la siguiente planta.

Empezamos a subir por las escaleras, era un edificio de seis plantas, pero en ninguna encontré a mi hermano.

-No lo entiendo, debería estar aquí... -dije.

-Quizás se acobardó, pero no pasa nada, me das tu culito y os perdono. -la voz de Akin sonaba muy seductora.

Mientras se acercaba y comenzaba a tocar mi cuerpo vi a lo lejos un colchón en el suelo, al final de la planta.

-Mira, allí está el colchón. -le señalé con la linterna.

-¿Habéis traído un colchón? -preguntó con sorpresa.

-No lo íbamos a hacer en el suelo, ¿No?

Me acerqué y vi las esposas de mi hermano tiradas en el suelo, me agaché y las cogí.

-Qué raro... ¿Dónde está mi hermano...?

Mi mirada intentó buscarlo junto a la de Akin, pero no, no lo encontramos, mi hermano no estaba, había desaparecido...

-Se ha echado atrás, esta claro, tu hermano es un cobarde.

-No puede ser, no me creo que se haya echado atrás...

-Bueno, no pasa nada, me tienes a mi. -Akin me quitó las esposas y sonriendo me miró juguetón-. Venga, juguemos un poco.

Sacó la llave que estaba incrustada en las esposas y la metió dentro de su pantalón, por dentro de sus bóxer.

-Cógela, venga, obedece a tu amo.

Olvidé a mi hermano y le quité las esposas, lo miré y cogiendo sus manos se las puse en las muñecas, él se dejaba hacer sonriendo.

-¿Así que te gusta jugar duro eh? Ven aquí putito... -decía Akin bien caliente.

Se echó en la cama y yo me eché encima, le desabroché los vaqueros y se los bajé, después le bajé los bóxer y su polla saltó en mi cara junto a la llave, a la cual ni le presté atención, lamí la punta de su polla y fui lamiendo el tronco mientras escuchaba sus gemidos y cogiéndome de la cabeza forzaba a que me la tragase, de un tamaño de unos diecisiete centímetros, y bastante oscura.

No me hice de rogar y metí su polla en mi boca, comencé a comerle la polla a Akin, succionaba su capullo mientras con mi mano daba masajes a sus huevos, la saqué de nuevo de mi boca y comencé a chuparle los huevos.

-No aguanto mas, date la vuelta que quiero follarte joder. -dijo Akin desesperado.

Le hice caso como el chico sumiso que soy y dándome la vuelta bajando mi ropa le puse mi culo a su disposición, estando a cuatro me separé las nalgas apoyando mi pecho en el colchón.

-Ufff que puto eres joder, que follada te voy a meter.

Con las esposas puestas y con cierta dificultad se puso detrás y apuntando su polla hacia mi culo noté como iba presionando poco a poco hasta tenerla toda dentro, se quedó un momento quieto y comenzó a bombear mi culo, su polla entraba y salía de mi culo con fuerza.

Yo no pude evitar gemir mientras me follaba, con su mano me sujetaba los cabellos de mi cabeza y me hacía mirarlo, lamía mi cuello mientras su polla me penetraba cada vez con más fuerza.

-Ahhh, ¡Hostias! -el grito de Akin sonó en todo el edificio, miré hacia atrás y pude ver la melena rubia de mi hermano, estaba detrás de Akin-. ¿Qué haces puto niño? ¡Sácala de mi culo!

Mi hermano embistió con fuerza dentro de Akin y éste pegó otro grito, a la vez la polla de Akin me profanó aún más si cabía mi culito, notaba su polla casi en mi estómago.

-Un respeto, puto negro, te estas follando a mi hermano, así que yo te follaré a ti, y cuanto más grites, mas fuerte meteré mi polla en tu culo de negro.

Akin no dijo nada, estaba en shock, no se esperaba esto para nada, había salido el plan a la perfección.

Mi hermano comenzó a culear a Akin con fuerza porque sus gemidos ahogados y sus embestidas en mi culo lo revelaban, no pude aguantar más y comencé a correrme, el saber que mi hermano se estaba follando a Akin y éste me estaba follando a mi el culo me transportó a placeres indescriptibles.

Aún después de correrme, Akin seguía follándome el culo mientras mi hermano taladraba el suyo con gran ahínco.

-Ufff, que culo tienes joder, eres mi negrito y te voy a follar todos los días, dilo, di que eres mi negrito. -decía mi hermanito en caliente, sus palabras me encendían aún más.

-Ahh, no... -Akin se estaba sintiendo muy humillado.

Mi hermano le dio una fuerte estocada y arrancó un grito de placer y dolor a Akin.

-Di que eres mi negrito y que tu culo será mío para siempre, dilo puto negro. -ordenó Rubén.

Akin gemía y no dijo nada, su orgullo de macho se lo impedía, estaba siendo sometido por uno más pequeño que él y encima lo estaba humillando.

Mi hermano volvió a arremeter con más fuerza su polla contra el interior de Akin y éste metió casi sus huevos dentro de mi.

-Ahhh... -Akin gemía intentando ocultarlo.

-Dilo, puto negro, eres mío, vamos, !O te reviento aquí el culo!

-Soy..., ah..., soy, soy tu..., soy tu negrito -la voz de Akin sonaba cansada y agitada, se notaba que mi hermano le estaba pegando una buena follada.

-Y que más, !Venga!, ¡Dilo! -mi hermano le comenzó a dar fuertes nalgadas con su mano mientras lo embestía mas rápido, su polla cada vez entraba más dentro de Akin y éste de nuevo dentro de mi, no pude evitarlo y comencé a correrme otra vez.

-Soy, soy tu negrito, mi culo es..., ahh..., mi culo es tuyo... -decía Akin con la voz quebrada.

-Así me gusta negrito.

Mi interior empezó a inundarse de la leche ardiente de Akin, que se estaba corriendo dentro de mi.

-Toma negrito, aquí tienes leche del blanquito que tanto querías, ¡¡Aquí la tienes!! -dijo mi hermanito extasiado.

Mi hermano empezó a disminuir las embestidas, estaba claro que se acababa de correr dentro de Akin, se separo de él y se subió la ropa.

-Bueno, ya está. -le quitó las esposas a Akin, el cual estaba tirado en el colchón, a mi lado, Rubén guardó las esposas en su bolsillo y se secó el sudor de la cara con la camiseta-. Yo me voy marchando, será mejor que te vistas, no quiero volver a casa sólo.

Yo me levanté y me subí también la ropa, miré a Akin, estaba aún como ido, además de cansado y apenas se movía.

-¡Eh!, tu, negrito -mi hermano se dirigió en tono burlón a Akin-. Cuando quieras repetimos, me ha encantado tu culo, se nota que eres una buena hembra.

Nos pusimos bien la ropa y dejamos a Akin en la cama, ya fuera del edifico, de camino a casa, mi hermano rompió el silencio.

-¿Que?, ¿Te gustó el plan? -dijo sonriente.

Yo miré a Rubén, parecía otro, ya no era mi hermano pequeño que necesitaba que cuidaran de él, era de nuevo el chaval que detuvieron y que tuvimos que enviar al Internado, su vena rebelde comenzaba de nuevo a surgir.

-Bueno, más o menos... -mis palabras no convencieron a Rubén.

-Venga, no te hagas el tonto, si te has corrido, te ha gustado el plan, y sobre todo su polla. -dijo en tono burlón.

Seguí en silencio hasta llegar a casa, entramos por la ventana y sin meter ruido cada uno fue a su habitación, yo me duché y me eché en la cama, necesitaba descansar, pensar, dormir.

(Continuará...)

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Creado (2020), revisado y editado (2021) por @TomiXuak

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