Mi hermana y yo 3

La tercera parte desde la perspectiva de la hermana Eva

Perspectiva de Eva

Han pasado unos días desde que Daniel se enfadó conmigo, durante la comida no había dicho nada y revolvía los vegetales con el ceño fruncido

-¿Se puede saber qué os pasa a vosotros? Vuestra madre no está y yo no sé que coño pasa con vosotros-respondió papá, cansado del silencio que envolvía la vivienda

-¿A tí que te importa?-respondí llevando mi plato a la cocina, si no quería hablar conmigo que no hablara.

-Mira esta, que respuesta me da-respondió papá

-No pasa nada, enserio papa-respondí dandole un beso

Me di una ducha rápida por que ya había cenado y me dirigí a mi cuarto, a medio camino me paré en la puerta de mi hermano. Me provocaba un tremendo dolor el saber que se había enfadado conmigo, yo no estaba pasando un buen momento y él había el único que había conseguido el vacío que había en mí. Toqué la puerta

-Sal de aquí-respondió mi hermano cerrando los ojos y girando la cabeza, con los brazos en jarras.

-Quiero hablar contigo, disculparme por lo que hice-respondí yo cerrando la puerta

-No hay nada qué hablar, me rompiste el culo cuando te pedí que no lo hicieras-respondió él

-Déjame disculparme, por fi-pedí yo con lágrimas en los ojos, no podía perderle, a él no.

Pero él no quería oír mis súplicas, bien, entonces no las oiría, las vería.

-Muy bien, fóllame, haz lo que quieras con mi cuerpo-respondí yo.

Desabroché mi camisón y lo dejé a mis pies dejando entrever mi figura bronceada, con mis pechos erguidos y grandes, mi abdomen, con el piercing en el ombligo y mi vagina peluda, él abrió un ojo disimuladamente

-Puedes mirar, es todo para ti, solo quiero tu perdón-respondí yo

-¿Puedo follarte?-preguntó él

-Siempre puedes hacerlo, lo sabes de sobra, haz conmigo lo que quieras-respondí

Él se levantó y se acercó a mí, tomó una teta y se la llevó a la boca, sorbiendo con fuerza el pezón, yo bajé la vista y me encontré con un bulto en su pijama, estaba contento, sonreí para mis adentros y extendí mi mano hacia su polla

-Sin tocar puta-respondió él apartandose

-Oye-le crucé la cara de un bofetón

-Ah, ¿por qué lo has hecho?-preguntó él con lágrimas en los ojos

-Me has llamado puta-respondí yo

-Eres una puta, suplicando para que te follen-respondió él

-¿Eso piensas?-pregunté yo

-Pues sí-respondió él

-Pues aquí se acaba lo nuestro-respondí

Salí de la habitación y me dirigí a mi cuarto, cerré la puerta y me eché en la cama a llorar, mi propio hermano me consideraba una puta. Tocaron a la puerta y sin esperar respuesta entró, me giré para ver quién era y vi que era mi hermano

-Te dejaste el camisón en mi habitación-dijo él colgando el camisón de la silla

-Vete-le dije

Él no me hizo caso y me besó en la espalda

-Vete- le repetí

Pero él de nuevo siguió sin hacerme caso y me besó en la boca, yo relajé un poco mi postura y permití que él continuara besandome, movió sus manos por todo mi cuerpo, bajando por la espalda y rodeando mis laterales hasta llegar a mis pechos, yo no se lo prohibí

-Por favor-susurré

Se quitó el pantalón y descubrió su pene, que había crecido bastante desde el otro día

-¿Y eso?-pregunté

-Lo he hecho por ti, para que tengas más placer-respondió

-¿Pero qué has hecho para conseguir ese tamaño?-pregunté

-He tomado las pastillas azules que papá toma antes de dormir-respondió

-¿Ponía Viagra en el cartón?-pregunté asombrada

-Sí, algo así-respondió él

No me lo podía creer, mi hermano había tomado Viagra para tenerme a mí complacida durante el sexo, no podía enfadarme con él, era un trozo de pan

-Ven aquí, anda, que el efecto se va a acabar-respondí

Me arrodillé frente a él y cogí aquel pene alargado por obra y gracia de la Viagra, se lo meneé bien y descorrí su prepucio descubriendo su glande rosado, me metí el pene de mi hermano en la boca y se lo mamé bien.

-Sigue a sí hermana-dijo él acariciando mi cabello

-¿Sabes? Estoy pensando en lo que dijiste antes-respondí

-¿El qué?-preguntó él suspirando

-En que soy una puta-respondí

-Olvida eso-dijo Daniel

-No, si es cierto, pero soy solo tu puta, solo tú puedes llamarme así-respondí, me había calentado el que me llamaran puta.

Terminé de chuparle el pene y se corrió fuertemente en mi garganta, me volví a sentar en la cama

-Chúpame la almeja-le dije abriendo mi concha

Se acercó a mí y metió su lengua en mi interior y la movió de arriba a abajo mientras yo jugueteaba con los pelos que adornaban mi cueva, era demasiado bueno, no sabía donde había aprendido a chupar coños.

-¿Has estado chupando algún otro coño?-pregunté

-No-respondió él, pero mintió, porque había comprado un coño de plástico en una tienda erótica y había estado practicando con él

-¡¡¡Me vengo!!!-grité

De mi interior salió un chorro que impactó contra la campanilla de mi hermano

-Uff-suspiré

-¿Te la meto?-preguntó él

-¿Lo dudas?-pregunté abriendome de piernas

Él se acercó a mi vagina y colocó la punta del glande en la entrada de mi cueva y presionó levemente metiendo su semilla en mi interior, bombeó con fuerza y movió sus caderas de aelante a atrás.

-Ohh, sí-dije yo gritando de placer

Pero mi placer se vio interrumpido por la puerta de la habitación que se abrió, mi padre estaba allí enfrente, boquiabierto

-Papi, puedo explicarlo-mentí yo

-Calla y chupa-dijo él sacando la polla y poniendola en mi boca, una polla caída, pero larga, propia de un cincuentón, con vello crespo en su base

Cogí aquel pene y me lo metí en la boca, otro para la colección.

-¿Qué tal?-preguntó mi padre a mi hermano quitandose el polo que llevaba, revelando una gran barriga velluda que cayó sobre mí

-¿Bien?-respondió él sorprendido

-Eso está bien-respondió mi padre cogiendo con brusquedad mi cabeza y meneandola con fuerza haciendo que chupara con más velocidad

Mi hermano siguió follando mi interior, yo estaba a 100, me encantaba aquello

-Eva, me voy a correr, ¿la saco?-preguntó mi hermano

-No, quiero sentirte en mi interior-respondí yo sacando el pene de la boca

Volví a chupar el pene de mi padre hasta que se corrió salvajemente, sacandola de mi boca y soltandolo todo encima de mi manchando mi cara y mis tetas

-A ver donde me meto ahora-dijo mi padre.

Me tumbé encima de mi hermano en la cama y le mostré a mi padre mi agujero trasero a mi padre.

-Por ahí papá-le sugerí

-Buena idea hija-respondió él

Abrió mis cachetes y encajó su polla entre aquellas dos montañas, de un simple empujón me la metió

-¡¡¡Ah!!!-grité, era mi segunda vez

-Estás un poco apretada, ¿no lo habías hecho por aquí?-preguntó mi padre.

-Sí, se la metí yo después de que ella me metiera un dedo por el culo-respondió mi hermano

-¿Te metió un dedo por el culo?-preguntó él

-Sí-respondió Daniel

-Eso no se puede tolerar, eso es solo para mujeres, nosotros a meter, no a ser metidos-dijo él bombeando con más fuerza

Mi hermano comenzó a darme más fuerte y yo estaba ahí entre dos hombres siendo penetrada a la vez por ambos agujeros

-Me corro-anuncié con voz ligera

Me corrí sobre la polla de mi hermano y mi padre me irguió y me puso de rodillas cogiendome las tetas y sobandolas mientras mi hermano tiraba gamberramente del piercing, pero no importaba, que aquellos dos hombres hicieran lo que quisieran conmigo, yo ya estaba que no podía más, me la pelaba todo.

-Me corro-anunció mi hermano

Se corrió en mi interior y sentí como inundaba mi caverna con toda su leche

-Yo también me corro-dijo mi padre.

Se corrió en mi culo y me taponó unos centímetros con su espesa leche

Sacaron la polla de mis agujeros y sentí como se escapaba leche por el culo, lo cerré apretando

-Se me sale-dije

Mi padre cogió unas de mis bragas limpias, las deshizo, las arrugó y las metió por mi culo hasta que no quedó tela visible

-Ya no se te escapa-dijo él

-Bueno ¿Qué va a pasar?-pregunté

-Nada, cada uno a lo suyo, aquí no ha pasado nada- respondió mi padre peinando su pelo rizado y castaño

-Bueno, yo me voy a mi cuarto a dormir-respondió mi hermano

-Y yo a ver el futbol-dijo mi padre cogiendo su polo que se había quitado

Me quedé sola en la habitación pensando en la follada que me habían dado los dos hombres de mi familia, sonreí y encendí un cigarro.