Mi hermana y yo... 2 de 7

Remake libre y remasterizado de una historia entre hermanos que escribí hace más de un año. Me equivoqué en el orden de publicación, pero ya está...

2.

Al día siguiente llegó de trabajar a media tarde con un pantalón de tela color lila muy (muy) ajustado de arriba y acampanado de abajo y una blusa de botones en color blanco en la que se transparentaba un muy sexy sostén de encaje también blanco... se veía cansada.  No quiso platicar como lo veníamos haciendo los días que llegaba temprano... Estuvo un rato en la cocina, evitando encontrarse conmigo y evitando mirarme. Yo estaba apenado y asustado, no sabía cómo iba a reaccionar y supuse que estaría enojada conmigo.  Se subió a su cuarto y después de un rato la seguí. La encontré parada frente la ventana de su cuarto mirando quién sabe qué cosa allá afuera.  Yo me recosté en su cama como siempre lo hacía cuando estaba aburrido o cuando tenía ganas de molestar. Aunque esta vez no venía a molestarla, esta vez sólo la miré en silencio desde su cama… quería platicar, quería decirle que me disculpara, quería saber qué pensaba ella pero miraba ese culito y los pensamientos me traicionaban… miraba sus curvas deliciosamente marcadas... miraba su espalda y el sostén blanco que contenía los pechos que ahora mas me excitaban en este mundo....la veía tan cerca… pero a la vez tan lejos...

Ella movió el cuello estresada y yo brinqué de la cama casi como respuesta (una vocecilla me dijo: es ahora). Me acerque y la tome de los hombros, ella trato de zafarse, pero le dije que solo quería darle un masaje, que la veía cansada. Ella asintió sin decir nada. Así estuve sólo en los hombros y parte del cuello por un rato.  Unos minutos después ella se veía más relajada y poco a poco fui acercando mi cuerpo al suyo... a sus nalgas apretadas por un pantalón que les daba una forma suculenta... debajo del pantalón se marcaban las pantaletas que yo soñaba con quitarle.  Primero rozando, y luego presionando sus nalgas con la erección que crecía ferozmente conforme me acercaba. Ella ya no oponía resistencia... se dejaba hacer... bajé las manos despacio, para tratar de alcanzar uno de sus pechos... y justo cuando lo rocé ella se movió y cruzó los brazos para evitarlo... Subí las manos al punto donde estaban antes, era obvio que no quería que le agarrara los senos, pero si me quitaba, dejaría de sentir ese culo tan duro como esponjado...así que decidí quedarme y seguir con el masaje... Me quedé pensando: mi erección era muy notoria así que obviamente ya se había dado cuenta, ya la había sentido por encima del pantalón presionando sus nalgas... mi duda era, ¿Qué es lo que quiere...? ¿O si realmente quería llegar más lejos? ¿O si solo disfrutaba el masaje? Pero... ¿Por qué no me decía nada por la erección? ¿Porqué no se separaba un poco de mi? Era evidente que le agradaba... ¿pero que estaba esperando?

Un poco aturdido (aunque muy excitado) seguí sobándole el cuello cada vez más cariñosamente.  Entonces decidí volverlo a intentar... si no lo hacía tal vez no pasaría nada... era riesgoso, yo sabía, pero tenía que intentarlo... la recompensa era más grande y la lujuria me estaba envenenando la sangre... empecé a meter los dedos por el cuello de su blusa y a juguetear con el tirante de su brasier... ella no decía nada... el silencio se convertía en tensión... trataba de meter más mi mano por su blusa, aunque esta vez sin tocar su pecho... pero no hacía nada por quitarme de ahí... eso era buena señal... saqué una mano y comencé a bajarla de nuevo tocando todo su cuello… ya no era un masaje, era abiertamente una caricia... al llegar al centro de su pecho justo arriba del sostén levante un poco la blusa para meter mi mano debajo de ella... esta vez me lleve una gran sorpresa... Desabrochó el ultimo botón para que pudiera meter la mano...¡¡¡no lo podía creer!!!

Estaba accediendo a mi seducción....metí la mano y al fin pude llegar a ese maravilloso pecho que tanto ansiaba acariciar… se lo apreté fuerte y luego empecé a sobarlo… era muy duro... trataba de meter la mano debajo del brasier pero estaba muy apretado... movía mi cadera para presionar la suya, como si me la estuviera cogiendo por atrás... ella empezó a moverse rítmicamente y a balancearse con cadencia hacia mi erección.  Se había acabado la discreción y el cachondeo simulado, el paso se había dado, ya no iba a haber retorno… Con una mano acariciaba su pecho y con la otra la presionaba fuertemente contra mi… sentí que su respiración se había acelerado… tomó mi mano sobre su pecho y la presionó para que apretara más fuerte... todavía nadie decía palabra alguna... pero lo supe… en ese instante lo supe… esto iba a ser ahora… no sabía en qué iba a terminar, pero lo que pasara quedaría para siempre…