Mi hermana y yo (2)
El calor en todos los sentidos hacen de un momento una experiencia inolvidable.
Desde el incidente de mi recamara, mi vida cambio por completo. El hecho de ver a mi propia hermana con esa dulce tentacion que provoca lo prohibido, llenaba los minutos y las horas de todos los dias de mi existencia. Por un lado la cercania total, y por el otro, el saber que no puedo abiertamente satisfacer mis mas escondidos pensamientos. Saber que aun cuando veo la satisfaccion que produce en mi hermana, saberse observada por mi, no es tan simple dar el siguiente paso, y hacer realidad mis mas elaboradas fantasias.
Creo que asi comenze a darme cuenta, que dentro de mi, existia dormitando, desde niño, una inclinacion vouyerista que iba mas alla de mi control. Entendi mi fascinacion por las minifaldas, por los escotes, por los trajes de baño, brassieres, lenceria y demas indumentaria femenina que realza no solo su belleza intrinseca, sino que acelera la imaginacion del que observa, llevandolo al paraiso.
Y sin embargo creo que existe tambien una parte masoquista en mi, pues creo firmemente que las fantasias dejan de ser atractivas, el mismo instante en que dejan de serlo. Por eso me regocijo en ellas tratando de seguir en el ensueño el mas tiempo posible, sin llegar a consumarlas, pero alimentandolas de mil maneras, para poder seguir disfrutandolas hasta el ultimo instante. Creo firmemente que el placer debe saberse dosificar, para que no pierda el dulce encanto que representa en si mismo. El deseo es lo que lleva al placer y no la satisfaccion de este. Dicho mas sencillamente .. Estar siempre al borde.
Por razones mas que claras, estoy seguro que mi hermana piensa de la misma manera. Sus actos reflejan esa misma forma de pensar a cada instante. Sabe perfectamente hasta donde llegar para dejar en los hombres, incluyendome, la necesidad imperiosa de una proxima ocasión. Es impresionante como las inclinaciones de ver y ser visto, sentir y ser sentido, sufrir y hacer sentir ese delicado sufrimiento, pueden llevarse en la sangre. Bendita coincidencia tener tan cerca esa persona que, independientemente de que despierta todas esas inclinaciones en mi, no solo es mi hermana, sino que piensa como lo hago yo y por consiguiente, los dos nos convertimos en complices, uno del otro. Pues pareciera que de alguna incierta manera, estamos conectados deliciosamente para satisfacernos mutuamente, sabiendo llegar al justo margen, en el que siempre necesitamos imperiosamente una proxima vez.
Hay un dulce encanto en todo lo que es prohibido, y al mismo tiempo el secreto es un ingrediente importante en el placer que conlleva el hecho de realizar actos que, por ciertas circunstancias, sabemos que no debemos llevar a cabo. Y en este juego, poco a poco, mi hermana y yo nos volvimos unos maestros.
No puedo, por mas que quiero, dejar de hacer estas largas introducciones en mis relatos. Pero creo que es importante para los que leen, saber cuales son las circunstancias que rodean a lo que pudiera parecer un hecho aislado. Es mas bien todo lo contrario.
Las circunstancias son las que hacen que cualquier acontecimiento, por insignificante que pueda parecer, se convierte en el suceso relevante que guardamos en nuestra memoria para el resto de nuestros dias.
Y los dias de calor en esta ciudad, en epocas de calor, son literalmente dias de calor. Y no me refiero solo a la temperastura ambiente, sino a la temperatura de todo lo que envuelve, hace y genera el concepto de ciudad. Casualmente (o tal vez con algun proposito especifico) la temporada de vacaciones coincide con esta epoca. Da lo mismo, el caso es que las vacaciones implican el hecho mismo de descansar una temporada, Para mi este descanso implica no hacer nada. Y como se imaginaran esta combinacion de mi temperamento, con el calor y el disfrute de extasiarme en la hedonista actividad de no hacer nada, no hacen mas que acrecentar mis pensamientos ya carentes de pudor acerca de mi hermana.
Y los dias pasan y pasan, y yo veo diariamente pasar a mi hermana por delante de mi, en un desfile digno del vouyer mas exigente.
Y el hecho de saber que ella se regocija en saber de que manera la veo, y saber que ella lo hace solo por el placer de verme de la manera en como la veo, hace que mis pensamientos multipliquen por mil cualquier fantasia que esas situaciones provocan por si mismas.
Como saben, los dos sabemos tacitamente cual es el momento adecuado para cada situacion. Hay una especie de conexión entre nosotros que se genera a partir de situaciones que, en si mismas, pudieran no significar nada, pero a la luz de nuestras mutuas experiencias significan la entrega total a las fantasias que generan esas mismas situaciones.
Y esto lo digo porque tal vez, y lo digo por conviccion, lo mas sencillo es mostrar lo mas explicito, de manera burda y elemental. Mas de esa manera, el placer final llega tan pronto, que no sabe mas que a desahogo, y en ese contexto el placer se convierte en costumbre y a su tiempo en fatal aburrimiento. Tal vez esa sea la razon por la cual todos los placeres hedonistas, que en algun momento nos parecieron que podian perdurar por siempre, van perdiendo esa intensidad en el sentir de cada uno de nosotros, y de esa manera nos vamos convirtiendo en esclavos de costumbres sin sentido, y en avanzados alumnos de nuestro propio ocio.
Imagino que ella ensaya toda una coreografia sensual, para venir a montarla en una sola funcion, para el unico espectador, que realmente valora el sentido real de todos esos movimientos. Es como entender una obra de arte, mas que eso, entender al artista.
Y como premio a esta coincidencia de los dos, el mismo hecho de recordarla, asi .. callados .. en silencio.
La tarde era hermosa y el sol parecia ir bajando ociosamente, directamente hacia la linea que dividia nuestra limitada vision del mar y el cielo. Puntarena es para mi uno de los lugares mas hermosos del planeta. Y asi de hermosa se veia ella .. Asi de simple Asi de sencillo. Botada en un camastro enfrente de mi y viendo hacia el horizonte, dejando en primer plano esas impresionantes nalgas, que arrancaban mas que suspiros, en los demas asistentes al doble espectaculo que la naturaleza nos regalaba,
Y habia estado asi el tiempo suficiente como para dejarme ver el inicio de su fino vello pubico, entre la linea que marcaba la realidad y mi efervecente fantasia, que alternativamente se mostraba y se ocultaba al vaiven de sus sensuales y delicados movimientos. Y no era el hecho en si, como ya lo he explicado, sino la manera. Esa excitante sensacion de esperar por horas el momento justo y saberse recompensado con un solo momento que puede durar solo unos segundos. Sin embargo hoy habia durado mucho mas de lo comun. El espectaculo habia sido una funcion continua de erotismo magistral desde que ella se presento a la orilla de la playa hasta el momento en que ella decidio que era suficiente.
El bikini puede ser un arma letal para una mujer sensual, y en ese sentido ella lo utilizo magistralmete para matarme lentamente de placer. Por principio, el color claro puede representar en su momento, el signo inequivoco de querer ser admirada un poco mas alla de las reglas establecidas del pudor. El tamaño establece la clara diferencia entre lo fino y lo vulgar. La diferencia basica entre una dama y una puta no es que . sino como. Y ella lo sabe a la perfeccion.
Simplemente coloco su toalla encima del camastro junto al mio, mostrando en el acto sus dos pechos firmes apenas sobresaliendo de la parte superior de su bikini, sin embargo, dejando traslucir la ereccion de su finos pezones. Sin mas se recosto de espaldas junto a mi, tan cerca como para percibir su aroma y con la distancia suficiente para no tocarnos. Sin embargo sabiendo la direccion de mis miradas, se acomodo las parte inferior del bikini, dejando por un instante frente a mis ojos, la vision que sabia, esperaba con ansia desde que quedamos en vernos alli mismo. Y hecho esto, enseguida se volteo para sonreirme y dirigir como no queriendo una mirada furtiva, al enorme bulto que inevitablemente habia provocado toda esta situacion. Y el hecho de verla hacerlo, provoco en mi mayor exitacion. Sobra decir que este estado es como el fuego, que una vez iniciado, va creciendo alimentandose a si mismo de todo lo combustible que encuentra a su paso. Y asi me sentia yo en esos primeros instantes. Sentia literalmente como mi sangre hervia y recorria cada centimetro de mi cuerpo, para irse a refugiar al inevitable monumento que mi verga le dedicaba a tan sensual momento.
En este estado, cualquier cosa que suceda se magnifica de tal manera que, hasta los movimientos mas simples, pueden llegarse a interpretar como una descarada provocacion. Y sin embargo esta provocacion era tan sutil, que impedia que mi instinto se desbocara como animal en celo.
Untarse aceite en una playa pudiera parecer un acto natural en una playa llena de gente, pero untarlo, acariciando y rozando la piel como lo hacia mi hermana era todo una poesia. Yeso hacia. Deslizaba sus dedos, llenos de ese liquido con aroma a citricos, lentamente, muy lentamente por todo su cuerpo. Tardandose un poco mas, en las partes que no solo ella disfrutaba mas que otras, sino que sabia que podian encender aun mas, mi ya encendida imaginacion.
Y casi enseguida, esas gotas de sudor que van recorriendo significativamente, el mismo camino que quisieran recorrer mis propios dedos. Y despues de un momento, casi como por arte de magia, aparecen apenas resaltadas sus partes mas intimas, por el humedo efecto que ese mismo sudor acumulado, produce en la tela que las cubre. Existe un deleite singular en poder vislumbrar las finas aureolas de los pezones femeninos a traves de unos centimetros de tela humeda. Y mas aun cuando estan erectos, producto de la sensacion de sentirse admirados y saber que provocan reacciones en quien los mira. Y mas aun cuando esa reaccion es inocultable a simple vista. Y asi continuamos por largo rato, mirandonos como si no lo hicieramos ella completamente mojada por el aceite y el sudor, mostrando la ereccion de sus pezones y dejando vislumbrar, apenas el vello que apenas cubria sus labios vaginales, y que imaginaba, mojados hasta el hartazgo contemplando el inmenso tamaño que mi verga habia alcanzado.
Despues de un rato, habia que ir al agua. Era inevitable no solo por el candente espectaculo de nuestras mutuas visiones, sino por el calor insoportable que el sol producia. Y sin pensarlo me levante y me dirigi a la orilla. Voltee un instante hacia donde ella se encontraba y alcanze a ver como separaba sus piernas, alcanzando a ver como se dibujaban los labios de su vagina al traves de la tela, acrecentado el calor que ya sentia.
- Voy al agua. Me muero de calor.
- Esperame. Voy contigo.
Y al decir esto se incorpora, dejandome ver su impresionante figura en todo su esplendor. Su piel cubierta de sudor y aceite, brillando resplandeciente con ese tono dorado, que se produce por el efecto de recibir por mucho tiempo los rayos del sol, y enfundada en su bikini blanco, que para esta hora , se habia convertido en solo un pedazo de tela mojada, que no alcanzaba a cubrir el efecto que habia producido en ella, el hecho de sentirse deseada.
Sonrio y se dirigio hacia mi, exagerando la lentitud y la sensualidad de su caminar. A medida que se acercaba su mirada se fue centrando ya sin pudor alguno, en la impresionante ereccion que mi verga le regalaba. Y al llegar a mi, sin mas, me beso en la mejilla y se echo a correr hacia el mar gritandome y riendo.
- ¡ El ultimo paga las cervezas !
Nadamos por unos instantes y sali del agua dirigiendome al camastro, para esperar que ella saliera y contemplarla, sin recato alguno. Sin secarme, me recoste de espaldas alzando un poco la cabecera del camastro para quedar en la mejor posicion para disfrutarla, y abriendo las piernas, trate de acomodar mi verga para que pudiera ella tambien, ver la ereccion que en mi provocaba.
Verla completamente mojada era la gloria. El agua escurria por todo su cuerpo a borbotones. Chorros de agua la recorrian sin dejar seco ni un solo centimetro de su piel. Su traje de baño se habia convertido en solo una gasa, por el efecto ya no de la humedad, sino de la cantidad de agua que ahora acumulaba. Sus pasos fueron volviendose mas lentos a medida que se acercaba, dejandose admirar en todo su esplendor. Nuestras miradas se encontraron por un instante tan solo, y al instante siguiente los dos nos dejabamos admirar el uno al otro. Yo viendo con lujuria sus inpresionantes pechos con los pezones descaradamente parados y su ya notoria vagina y ella sin quitar la vista de mi verga.
Al llegar se volteo de espaldas dejandome ver esas impresionantes nalgas retenidas solo por la delgada tela del bikini que a estas alturas ya no alcanzaba a cubrir casi nada. Y asi estuvo por unos momentos secandose el cabello, dandome tiempo para que yo disfrutara del espectaculo. Y despues de un momento se volteo sin dejar de secarse, tal como lo habia hecho yo en mi recamara, dejandome ver sin distracciones sus esplendorosa vagina que se marcaba perfectamente a traves de lo mojado de su traje. No podia verle la cara pero sabia perfectamente que ella alcanzaba a ver la impresionante ereccion que mi verga le mostraba, y asi, estuvimos por un tiempo contemplandonos los dos sin ningun recato y alimentando la fantasia de ese momento.
Despues de esto ella se recosto de espaldas y dirigio sus manos lentamente hacia el costado que yo podia ver perfectamente de la parte baja de su bikini. Con una lentitud casi sadica, desamarro los delgados hilos que formaban el nudo ya flojo, que mantenia en su lugar a aquel pedazo de tela, y comenzo mas lentamente todavia, a la tarea de volver a anudarlo, y al mismo tiempo dejarme ver desde la posicion en la que estaba, el delicado monte de Venus que se erguia cubierto de delgados vellos pubicos como un espectaculo maravilloso. Yo no podia quitar la vista de su delicada vagina, pero por un instante desvie la mirada hacia su cara y me di cuenta que ella miraba con igual ansiedad mi verga, que a estas alturas estaba a punto de explotar.
Volvio al camastro pero ahora boca abajo y poniendo su cabeza en direccion al mar, abriendo las piernas lo suficiente como para dejarme ver sin inhibicion, como se marcaba su deliciosa vagina y su impresionante trasero a traves de su traje de baño. Y asi estuvimos hasta que el sol comenzo a ocultarse.
- Me voy. No se tu, pero yo, ya tuve suficiente calor por hoy.
Y se incorporo lentamente dejandome ver en ese movimiento, un poco mas de lo que ya habia me habia regalado.
Poniendo una de sus rodillas en mi camastro, se agacho para darme un beso, y para mi sorpresa, mojo sus labios rapidamente y poso los suyos en los mios por un breve instante, al mismo tiempo que posaba una de sus manos en mi pecho y con la otra rozaba uno de mis pezones con sus dedos. Fue un momento de nerviosismo y me imagino que para ella tambien pues al incorporarse, perdio el equilibrio momentaneamente, y tratando de detenerse, una de sus manos fue a parar por un instante directamente a mi verga, al mismo tiempo que sus ojos se posaban en los mios.
Ella rio a carcajadas por el incidente y con su contoneo caracteristico se alejo de alli, no sin antes voltear para regalarme la mejor de sus sonrisas.