Mi hermana y yo (1)

Como empezo el juego entre mi hermana y yo.

No se como empezar, pero lo cierto es que muero de ganas de hacerlo. Creo que lo primero seria decir que mi hermana siempre ha sido motivo de exitacion para mi. Por alguna razon que no entiendo, mi hermana siempre me ha llamado la atencion mas de lo normal. Pero esa morbosidad no es solo por el hecho de que sea mi hermana, sino porque aparte tiene la particularidad de estar buenisima.

Morena de piernas largas y fuertes, nalgas redondas y pechos deliciosos, siempre ha sido el centro de atencion de miles de mirones, incluyendome yo. Y aparte de esto con una firme vocacion exibicionista y vouyerista, completan lo que yo llamaria, el mejor ambiente para propiciar mas de una anÈcdota candente.

Pues bien, esa es mi situacion actual. Estoy seguro de que muchos envidian mi posicion y de que muchos pagan por ver o escuchar este tipo de historias, que en mi caso, han caido como un regalo en mi vida.

Pero, a empezar por el principio y a seguir por lo siguiente. Tratare de ser un poco mas objetivo de ahora en adelante, tratando de narrarles todos y cada uno de los sucesos que me han acontecido con ella suprimiendo en los siguientes este largo prologo.

No recuerdo cuando fue exactamente que vi a mi hermana con ojos de hombre. Simplemente sucediÛ. Mi hermana es menor que yo y siempre ha sido hermosa. Todos mis amigos la miran con ojos de deseo y lujuria. Y eso a ella le gusta. Le encanta mostrarse lo suficiente para mantener la atencion y no tanto como para perder la clase. Tiene lo que yo llamaria una astucia esncantadora para estar al borde siempre de lo prohibido.

Y un dia ella se dio cuenta de que ejercia una fascinacion sexual en mi persona. Y decidio jugar junto conmigo esos juegos que parecen inocentes pero que no lo son tanto. Miradas, poses, roces, insinuaciones, descuidos a proposito y un cumulo de situaciones que al final nos llevaron a ser complices de situaciones sumamente candentes.

Espero poder describir con exactitud todas las experiencias, con las justas palabras para que ustedes tengan el mismo fuego que siento correr por las venas, cada vez que recuerdo aquellos momentos.

Creo que todo comenzo el dia en que ella entro a mi cuarto y yo me duchaba. Ella paso como si nada y se sento en la cama a ver la telvision, mientras yo terminaba, diciendome que me apurara pues tenia algo que contarme. Yo le dije que no tardaria, y en efecto tarde mas en decirlo que en cerrar la llave y comenzar a secarme.

Imagino que fue en ese instante en el que cai en la cuenta de que estaba desnudo, que mi hermana se encontraba en la recamara y que la puerta del baÒo no estaba cerrada, aun cuando ella no podia verme. Sin saber porque, comenzo en mi una especie de nerviosismo que nunca antes habia experimentado. Mi cerebro comenzo a trabajar a mil por hora imaginando millones de situaciones que nunca habian pasado por mi mente. Y de repente el pudor ancestral se apodero de mi y me puse la pequeÒa trusa que habia dejado encima de mi ropa. Pero casi al mismo instante recupere la calma y comenze a pensar lucidamente en todas las posibilidades que se abrian ante mi. Fue entonces que descubri que si me colocaba en cierta posicion dentro del baÒo, podia ver por el espejo mi cama, y por supuesto a mi hermana, de perfil, sentada en ella con una impresionante minifalda blanca y mostrando sus hermosas piernas cruzadas, y completamente ajena a la situacion que comenzaba a volverme loco.

Ella estaba absorta con lo que sucedia en la television y me imagino que no se daba cuenta de lo que estaba sucediendo en el baÒo, por lo que pude hartarme de la vision de las piernas de mi hermana sin recato alguno.

En ese instante, me di cuenta que asi como yo la veia, tenia la necesidad de que ella tambien me viera. Y creo que fue en ese instante en que comenzo este juego que adoro y que me llena de momentos inolvidables.

Me quite de nuevo la trusa y cambie de toalla por una mas chica. Me la envolvi tratando de cubrir lo indispensable para no mostrar nada, pero al mismo tiempo para saber como reaccionaria mi hermana al verme casi desnudo y saber haqsta donde podia llegar sin causar un escandalo. Y asi sali del baÒo simulando que con otra toalla me secaba el pelo, tratando de actuar lo mas natural posible. Sin embargo tratando de ver por entre la toalla y el pelo la reaccion de mi hermana.

Sus ojos por principio denotaron un sobresalto, pero al fijarse que yo supuestamente me secaba el pelo despreocupadamente, recorrieron mi cuerpo de punta a punta con esa mirada entre curiosidad y placer, que tiempo despues, se volveria costumbre.

Creo que los dos olvidamos lo que realmente queria contarme, y creo que los dos perdimos el interes de nuestras palabras. Lo realmente importasnte era el suceso en si y lo que se hablara estaba por demas. Mi hermana comenzo a contar algo pero mi cerebro solo podia pensar en una cosa. AhÌ estaba mi hermana enfrente de mi con una diminuta minifalda blanca mostrando sus maravillosas piernas tan cruzadas que dejaban entrever el inicio de sus hermosas nalgas, y yo enfrente sin mas nada que un a toalla cubriendo solo lo indispensable, haciendo como que me secaba el pelo, dejando que mi hermana me examinara escrupulosamente creyendo que no me daba cuenta. No podia creerlo.

Ella continuaba hablando y notaba un poco de nerviosismo en su voz, sin embargo yo no podia apartar de mi mente cual seria mi proximo paso en este momento tan excitante. Decidi que podia seguir simulando el secado del pelo y asi poder ver a mis anchas las reacciones que tenia mi hermana a mis actos.

Por principio me sente en una silla tratando de que ella pudiera ver un poco mas de mi. Mi sorpresa fue ver que aunque seguia hablando de no se que cosa, ella no apartaba su vista de la toalla y por supuesto de lo que se dejaba entrever dentro de ella. Despues de unos momentos creo que ella decidio que era tiempo de dar un paso adelante, e imagino que deseaba ver un poco mas, pues sin apartar su vista ni un instante se recosto en la cama, buscando un mejor angulo para ver mas alla de lo que podia ver sentada. El solo hecho de saber que ella queria ver un poco mas, hizo que mi verga quisiera estallar , y el espectaculo de ver a mi hermana recostada de lado en mi cama con el atuendo y la actitud de espiarme sin que (seg·n ella) me diera cuenta hizo que mi mente diera vueltas a mil por hora.

En ese instante deje de secarme el pelo y simule ponerle atencion, aunque mi verdadera atencion se centraba en las deliciosas curvas y en esa piel que observaba desde donde estaba sentado. No se realmente cuanto tiempo paso pero nos vimos largo rato dejandonos disfrutar el uno al otro, de lo que a mi me parecia la experiencia mas maravillosa de mi vida. De repente mi hermana se levanto y me dijo que tenia que irse, al mismo tiempo me levante yo, por supuesto con una ereccion bastante notoria por debajo de la toalla. Mi hermana no pudo desviar la mirada y centro por unos segundos su atencion en el bulto mas que notorio de la toalla. Fingio no ver nada y se dirigio hacia la puerta con la falda mas arriba de lo normal por la posicion en que habia estado tanto tiempo, sin tratar siquiera de acomodarla y dejando ver el principio de sus hermosas nalgas. Y de pronto, como recordando algo se dio vuelta, alcanzando a descubrir que mi atencion estaba fija en esas nalgas impresionantes, se acerco a mi y me dijo.

Bye. Nos vemos luego. Te quiero mucho.

Y diciendo esto me abrazo dandome un inocente beso en la mejilla, pero tan cerca de mis labios, que hubiera podido meter mi lengua en su boca. Al mismo tiempo senti la piel suya estrechar la mia y el hecho de que solo tuviera yo una toalla cubriendome apenas, hizo que mi verga saliera accidentalmente de la toalla y se restregara con sus deliciosas piernas por unos instantes. Estoy seguro de que ella disfruto ese momento tanto como yo, pues dejo su pierna unos instantes en mi verga parada como para sentir la ereccion y disfrutarla sin que pareciera que ella se habia dado cuenta, y al dejar de abrazarme dejo caer accidentalmente su mano en direccion de mi miembro rozando apenas con sus dedos la impresionante ereccion que ya era inocultable . Se dio vuelta sin acomodarse su minifalda y se dirigio a la puerta dejandome ver esas impresionantes nalgas contonearse por unos instantes antes de que cerrara la puerta tras de si.

Esta por demas decir que en el mismo instante en que cerro la puerta, yo estaba masturbandome freneticamente y en poco tiempo habia dejado en el piso y en la cama una impresionante cantidad de semen, mudo testigo de el primero de muchos encuentros que poco a poco fueron subiendo en intesnsidad, y que poco a poco les ire contando.