Mi hermana y sobrina
Sonia tomó el lugar de su madre y tomando la verga se la colocó entre los peludos labios y se comió la cabeza entera, era la primera vez que yo metía una porción de pija dentro de mi sobrina, ella quería mantener la comedia delante de su madre, pero siguió metiéndose y sacándose nada más...
Desde el oscuro exterior del umbral de la puerta de mi alcoba, los ojos cargados de excitación de mi sobrina, acababan de ver como había penetrado a su mamá, mi propia hermana, la cual seguía con mi verga semi flácida dentro de su vagina después de derramar mi leche en su interior, desde la penumbra y notando que la había visto mi sobrina puso un dedo sobre su boca en señal de silencio y complicidad, sin saber que actitud tomar opté por tomar las tetas de Julia y comenzar de nuevo a chuparlas para entretenerla y que no fuera a ver a Sonia que seguía mirándonos.
La besé en la boca y metí mi lengua dentro lo cual fue correspondido, mi hermana correspondió devolviéndome su lengua y la picha comenzó a endurecerse dentro de su coño. Bajé nuevamente a sus tetas, mordisqueando sus pezones, Julia me miraba mamarle sus oscuras y erguidas puntas, colocó sus manos bajo la nuca y al hacerlo descubrió los pelos de debajo de los brazos, de sus globos carnosos, pasé mi lengua a los pelos de su axila que entraron en mi boca, Julia miraba sonriente como la lamía. Cuando levanté de nuevo la vista no vi a mi sobrinita. Tenía el estomago húmedo por el sudor y le dije a Julia.
-«Me voy a bañar de nuevo para volverte a culear porque estás bien sabrosa, ¿vienes para que lo hagamos juntos? -«Te acompaño porque me llenaste de leche y tengo toda pegajosa la concha.»
Me levanté con la pija parada y mi hermana me siguió, cuando nos disponíamos a entrar al baño, apareció de improviso mi sobrina en el cuarto, encontrándonos en pelotas y a mí con la verga en ese estado.
-«¿Están despiertos aún? Voy al baño, me estoy orinando.» «¿Y por qué están desnudos?», dijo, Julia se apresuró a aclarar nerviosamente tratando de ser convincente. -«Nena, estamos desnudos ya que nos íbamos a duchar porque el calor está insoportable y tu tío y yo nos tenemos mucha confianza, por ser de la familia.» -«A bueno entonces me puedo bañar con Uds. porque estoy acaloradísima»
Comenzándose a sacarse su bata de dormir y quedándose como nosotros en pelota, comparé visualmente su cuerpo con el de su madre, dos generaciones pero ambas de lo mejor, se destacaban sus nalgas. Entró al baño y se sentó en el sanitario con las piernas abiertas mostrando el peludo chocho, un chorro salió desde su pelambre negra con fuerza, y dijo:
«Vayan bañándose, que yo entro enseguida. Mamá entra tu primero mira que de tu chocho está saliendo un sudor espeso.»
Efectivamente mi semen comenzaba a salirse de la vagina de mi hermana, y corría por su muslo. Julia un poco cortada me dijo al oído.
-«Disimula un poco. Trata que se baje tu verga, la niña te la mira mucho».
Mi palo parado era el punto de mira de mi sobrinita, que sin ningún disimulo la contemplaba. Julia entró a la ducha tratando de darle a la situación un cariz de inocencia y naturalidad por no tener como explicar que su inocente niña la hubiera pillado en bola con un hombre así este fuera su hermano. Abrió la ducha y cuando el agua caía sobre la cara de mi hermana, mi sobrina sentada en el sanitario me guiño el ojo, para que siguiera la corriente, yo le sonreí confirmando que entendía su plan de dárselas de inocente involucrando a su madre en una morbosa situación, pero yo sin saber exactamente que pensaba hacer. Cuando pasó enfrente con mi trozo templado, dice mi sobrina inocentemente:
-«Tío, ¿el calor te pone el cosito así de levantado?» Siguiendo la corriente contesté, -«Seguro nena es por el calor, se me pone muy caliente». -«¿Te la puedo tocar para ver cuan caliente está?»
Yo miré a mi hermana que seguía la conversación y asintió con la cabeza para seguir con la apariencia de naturalidad familiar, -«Claro nena agárrala con confianza, es el cosito de tu tío».
Tomó mi verga como viéndola por primera vez y la palpó comprobando su dureza, peló la cabeza del todo y sobándolo de arriba abajo, mirando a su madre le dijo:
-«Pobrecito mi tío, tiene fiebre en su cosita, las venas las tiene hinchadas y está muy duro, mamá tócasela para que veas».
Le tocó a mi hermana asir mi garrote para comprobar lo evidente, que por lo morboso del momento estaba que se derramaba. Julia lo tomó y comenzó también a sobar.
-«Cierto está muy caliente, entra a la ducha para ver si se te enfría».
Me coloqué debajo de la regadera y Julia en su afán de seguir aparentando la candidez del momento, comenzó a jabonarme la espalda y luego las nalgas. Sonia se levantó y se agregó al grupo, Mientras yo tomé el jabón y comencé a restregar a mi hermana, lavé sus tetas, tenía los pezones duros o sea que a pesar de toda la situación continuaba arrecha, me agache y pasé la mano por sus muslos, Sonia solo observaba, cuando lavé el peludo coño de su madre a conciencia haciendo espuma sobre sus largos pendejos; la voltee y jaboné sus nalgas aún dentro de la raja, mi hermana no sabia si pedir que parara o siguiera, cuando mi sobrina dice:
-» Tío ahora jabóname a mí, por favor!»
Volví a mirar a Julia, a quien también le tocó aprobar la petición. Comencé por su cuello y bajé a sus tetas grandes y suaves, eran más pequeñas que las de su madre pero más compactas, sus pezones se endurecieron, levanté sus brazos y lavé los pelos de sus axilas, pase a su barriga y sin pensarlo seguí a su coño, metí la mano agarrando sus labios peludos, con el jabón froté su vulva, estaba mojada por el agua, pasé el dedo dentro de sus labios y se sentía el liquido pastoso de su chocho excitado.
-«Mami me gusta que me bañe mi tío, me jabona muy rico, sobretodo en el chocho, ¿quieres probar?». » Tío hazle lo mismo a mamá»
Julia para no despertar sospechas aceptó, y yo comencé a sobar su vulva, Julia estaba excitada, lo veía en sus ojos y lo sentía en su clítoris, lo palpaba lo duro de su pepita, alcanzó a gemir cuando metí dos dedos en hoyo delantero y lo metía y lo sacaba.
-«Tío, ¿estás lavando a mamá por dentro?. Si quieres mientras tanto yo te jabono a ti»
La voz de su hija sacó a Julia de su trance. Para evitar venirse delante de su hija, Julia me dijo:
– «Fernando creo que ya estoy limpia por dentro».
Sonia tomó el jabón y comenzó a lavarme la espalda y luego las nalgas, metió sus manos entre mis nalgas y desde atrás agarró y lavó mis huevos, ya estaba demasiado arrecho, me voltee y sin ningún recato y crudamente le dije a mi sobrina:
-«Sonia lávame la verga y frótala a lo largo».
Julia se sorprendió de lo crudo de mi expresión, pero adivinó mi calentura pero no dijo nada, su hija se arrodilló y comenzó a frotármela, miré su cara de niña inocente, pero sus ojos me decían lo caliente que estaba, quería metérsela en la boca pero me contuve, no quería que mi hermana se enterara de sopetón que su virginal niña me había dado ya tremendas mamadas sin su conocimiento, la mano seguía frotando en forma de una clásica paja. La leche empezó a subir desde mis cojones y Julia me miró y entendió que mi eyaculación era un hecho, solo alcanzó a decir:
-«¡Sobre la nena no por favor!».
Demasiado tarde, mi líquido blanco dio en la cara de mi sobrina, con la mano bajé el cañón de carne, los otros disparos dieron en sus senos. Desde la nariz bajaba el semen a sus labios chorreando, sacó la lengua y lo consumió. Mi hermana quedó impávida, todo había pasado tan rápido que no había tenido forma de organizar sus pensamientos. Mi sobrina no soltaba mi verga que daba muestras de relajación al cumplir su descarga. Y en un alarde de fingida inocencia Sonia dijo:
-«¿Que pasó tío que me orinaste pero con crema?». Se bajó la leche de los labios con el dedo y chupó el semen espeso. Julia dijo, -«Vamos a terminar de bañarnos porque la nena necesita que le expliquemos ciertas cosas, ven mi vida que tu tío te limpie de la crema que te aplicó».
Con el chorro de agua quité el semen de su cara y tetas. Tomamos toallas y salimos de la ducha, madre e hija desnudas eran realmente hermosas, la madre de más volumen en las tetas y las caderas, pero los poblados coños similares ya que nunca se habían depilado, algo más peluda la panocha de mi hermana ya que sus pelos subían en un suave camino hacia el ombligo.
Me senté en la cama, mientras ellas de pie seguían secando sus cuerpos desnudos. Había llegado al punto en que mi verga mantenía la erección media, pero se sostenía de buen tamaño, desnudo me acosté boca arriba, con las piernas colgando, abiertas descaradamente y apoyadas en el piso.
Julia trató de explicarle a su hija. -«Mira el pene de tío se agranda por varias razones sobre todo si tiene mujeres desnudas como nosotras delante de él, solo frotándole se le baja pero primero bota el semen o leche, como la crema que él que te echó en el pecho.» -» Y en la boca, por cierto me tomé un poquito de tu leche tío, estaba rica, oye mamá y es que solo así frotándosela es que le podemos quitar la fiebre del pene del tío.»
La supuesta ignorancia de mi sobrina puso en aprietos a su madre.
-«Bueno también ejemmm….., Si él mete su pene en nuestra boca o en el chocho también funciona.»
Mirando mi palo que seguía templado de nuevo. Dice mi sobrina. -«Mami mi tío sigue con fiebre lo voy a ayudar». Y sin consulta previa se agachó la tomó con una mano, pelo el capullo y cuando quedó expuesto el glande comenzó a lamerla y a chupar la punta, sin que su madre lo impidiera que me miraba resignada a que a su corta edad, ya tuviera una verga en la boca, yo le dije: -«Déjala para que aprenda, pero indícale como se hace, así que nena, deja a tu madre que te ayude un momento».
A Julia no le quedó de otra que agacharse y delante de su pequeña hija me tomó el tronco y le dijo:
– «Bueno si te vas a iniciar es mejor que lo hagas bien desde el principio. Lame la cabeza y luego te la metes suavemente en la boca y le pasas la lengua así» Me la chupó y lamió un momento y luego le cedió el lugar a mi sobrina quien procedió a copiar el método pero que luego pasó a mis huevos lamiéndolos, regresó al palo y se lo tragó con mucha propiedad sacándola y metiéndola de su boca por medio minuto, acompañando la chupada con masaje a las bolas, mi verga no se cambiaba por nada. En un arranque de ingenio Sonia le dice a la mamá:
-» Ahora enséñame como se mete en el chocho.»
Ante eso Julia dudó un momento, pero llevada por las circunstancias le dijo:
-«Bueno, te voy a enseñar junto con tu tío, pero no para que lo hagas pues tú pues eres virgen aún, otra cosa no debes comentar con nadie, óyeme bien a nadie, lo que estás aprendiendo y menos con tu padre, lo prometes?. Bueno, se hace así, te montas y se pone la cabeza del pene entre el chocho y te sientas así»
Julia decía y hacía, se paró poniendo sus piernas al lado de mis caderas para dejarse caer sobre la barra parada, ya que yo seguía acostado boca arriba, se fue sentando hasta que se la clavó toda, y comenzó a subir y a bajar sobre el garrote. Sonia dijo, -«Mamá se te clavó toda, hasta los puros huevos.»
Con la culeada que daba mi hermana delante de su hija yo estaba excitadísimo y le digo, -«Sonia tu mamá tiene un chocho tan delicioso que me tiene superarrecho, Julia muéveme esa chucha que la tienes sabrosa y jugosa, sientes mi verga en el fondo?”
-«Claro si me la tienes bien metida, la siento que me toca la matriz, pero no digas groserías delante de la niña. -«Mamá por mi no te preocupes que yo conozco algunas y más fuertes, ahora yo quiero probar, dame chance». -«Bueno pero mucho cuidado, metete solo la cabecita», se sacó la pija de la vagina que salió brillante de los jugos de mi hermana.
Sonia tomó el lugar de su madre y tomando la verga se la colocó entre los peludos labios y con cuidado se comió la cabeza entera, era la primera vez que yo metía una porción de pija dentro de mi sobrina, quería metérsela toda pero no sabía hasta que punto ella quería mantener la comedia delante de su madre, pero siguió metiéndose y sacándose nada más que el glande ante la mirada vigilante de su progenitora que cuidaba la supuesta virginidad de su hija, que de lo arrecha estaba tan mojada que sentía escurrir sus gotas de jugo vaginal por el tronco.
-» Cierto que es rico mamá!. Oye, si mi tío me la mete por el otro hueco, ¿me hace daño? -«Bueno daño no, pero te puede doler, tú tienes dieciocho años, yo que soy mayor lo he intentado con tu padre dos veces y me dolió un poco, y eso que la tiene más pequeña, pero si quieres prueba.» Yo le dije, -«Vamos mi amor no te preocupes por tus 18 años que a esa edad no importa, que si te la quieres comer por tu chiquito lo harás, siéntate con confianza sobre la pija de tu tío que te la voy a meter lento para que no te duela.»
A horcajadas como estaba se sacó de concha la porción de la mojada verga y la ubicó en la entrada de su orificio trasero, el único punto de contacto con mi sobrina era el glande contra su esfínter, con la humedad el orificio cedió suavemente y sorprendentemente mi palo fue desapareciendo en su interior, entraba lento pero sin pausa, hizo un pequeño reposo cuando tenia media verga adentro y luego siguió hasta que sus nalgas se pegaron a mis muslos al llegar a la base de la polla, se había comido toda la tranca sin arrugar la cara y le cabía más! Su madre no lo creía, su nena tragaba verga por el culo como cualquier veterana, la sacó hasta la mitad y la clavó en su recto con propiedad, subía y bajaba con facilidad asombrosa. Que disfrute tan delicioso de esa gorditas y suaves nalgas, la tomé por las caderas con ambas mano sodomizándola con todo el gusto, sentía el choque de sus glúteos contra mis muslos. Abrí sus piernas para ver mi pija, mi polla al entrar por el hueco trasero se perdía en la maraña de pelos de sus labios.
Su madre sorprendida dijo, -«Nena, que hueco tan grande tienes, con razón cuando vas al baño lo que he visto que dejas en el sanitario es tan grueso como lo que te estás metiendo, lo mismo que te sale te entra, bueno si tú puedes yo me animo a probar también, déjame y me meto la verga de tu tío en el trasero».
Mi sobrina se la sacó y le dije a mi hermana, -«Julia ponte en pompa para clavarte, mejor» Lo hizo parando su rabo y exponiendo esa pelambre cual un erizo de juguete que yo conocía, me agaché y ya salido de la excitación, abrí las nalgas y chupe nuevamente su ano, metiendo la lengua en el pardo ojal, lamiendo su raja y clavando la lengua en el hoyo mientras gemía pausada pero descaradamente, Julia volteó a mirar a su hija y le dijo:
-«Disculpa hija que me veas así, pero ya entenderás a una mujer arrecha y yo lo estoy, en casa con tu papá no puedo disfrutar de una buena verga, aquí me estoy dando el gusto que necesito» -«Te entiendo mamá yo también estoy así, tengo el chocho que me pica y el agua se me sale, pero métete la verga para que pruebes lo rica que está».
Separé los pelos que rodean el ano de mi hermana, puse la cabeza en la entrada y presioné, a diferencia de su hija, resistió con dolor, entonces metí un dedo en vagina y luego en su ano y comencé a frotarlo, otro dedo entró y después un tercer dedo amplió el hueco, clavé mi trozo en su vulva para lubricarme la polla, pero estaba tan rica que seguí dándole por esa vía.
-«Métemela por el culo ahora, si Sonia pudo, no me voy a quedar atrás.»
Saqué los tres dedos, y sin dejar que se cerrara la dilatación enseguida metí la cabeza y lo demás solo fue empujar, mi trozó mojado inició el viaje al intestino de mi hermana, la metí toda, cuando mis vellos tocaron los suyos, le dije:
-«Ya puedes decir que no eres menos que tu hija, te la comiste toda, tienes el culo tan abierto como ella.» Comencé a sacarla y a meterla, sintiendo como chocaba sus nalgas, pasé una mano por delante buscando en su matorral de vellos hasta tocar su clítoris y comencé a frotárselo, lo tenía abultado y empapado, fue lo que necesitaba, su arrechera se desbordó y gritó sin recato ante su hija el clímax que le llegó…
-«Dame más por el culo …lo siento lleno, como nunca me habían dado así…… …que rico….más… maaas!…..Me desvirgaste del todo…Ahhhh!».
Se la dejé adentro, mientras mi hermana se derrumbaba sobre la almohada, pero dejando la cola parada. Después de la enculada a mi hermana, ya otra actitud no podía ser menos fuerte. Mi sobrina se acercó, la besé en la boca sentí su lengua entrar hasta el fondo, que bien besa la condenada niña, pensé… y agarré su teta más próxima, bajé una mano a su panocha y acaricié sus labios velludos, en un momento se agachó colocándose al lado de su mamá también en pompa, ofreciéndome sus nalgas generosas y firmes.
-«Tío, que verga tan sabrosa tienes, pero ya mi mamá la disfrutó, me toca a mí, métemela igual que a ella». Las dos quedaron en cuatro manos una al lado de la otra con sus húmedas rajas traseras expuestas. ¡Que culos me estaba despachando!
Tenía mi verga erecta y así se la saqué a mi hermana me agaché y chupé ahora el culo de mi sobrina, introduciendo la punta de la lengua en su hoyo, luego separé los labios peludos y clavé la lengua en la raja que olía fuertemente a sexo, luego la deslicé hasta el clítoris que se sentía hinchado, estaba sorbiendo sus fluidos viscosos, el sabor era parecido al de su madre pero más ácido, solo sentía sus gemidos y así pasé al recto de mi sobrina, coloqué la polla en dirección al ano que se la tragó sin dificultad, el anillo elástico era complaciente pero tenía esa presión juvenil, empezó a culearme rítmicamente y su culo comenzó a dibujar un imaginario ocho, me tenía al borde de la leche, el cilindro de carne brillante por sus jugos aparecía y desaparecía, se volteó hacia su madre y le dijo:
-«Mami, te parece que lo hago bien?. Tío, ahora prueba y métemela un poco por delante ahora».
Saqué mi polla de su hueco que quedó dilatado y separé los peludos labios vaginales, mi glande entró el encharcado pozo vaginal, hice una pausa y seguí empujando, la verga entró todita, que deliciosa sensación, al fin había clavado completamente a mi sobrina, la saqué y la volví a sumergir en la velluda raja. Al ver la verga entrando en el juvenil orificio Julia se alarmó.
-«¿Que hiciste?, desvirgaste a mi nena. Pensé que solo le meterías la cabeza.»
Pero Sonia replicó con cierta sonrisa picara, -«Déjalo que me la meta bien, mi chocha está abierta hace tiempo lo mismo que mi chiquito, ¿porque crees que me la metió en el culo tan fácil?, ya me he metido varias del mismo tamaño, así que tío sigue clavándome, pero quiero que sea como te culeaste a mami antes de bañarnos y pensaban que yo dormía, derramándote adentro de mi coño» -«Sonia eres terrible, me tenias engañada con tu virginidad y como remate me pillaste culeándome a mi hermano y montaste este teatro…jajajajaja, pero debes estar de acuerdo que tu tío tiene una polla sabrosa o no?.»
Sonia se volteó y se puso boca arriba, esa nena deliciosa con su carita infantil, de grandes tetas y peludísimo chocho, abrió las piernas y me dijo:
-«Ahora que mamá lo sabe, dame gusto tío en la pepita, lléname el coño de leche como a ella.»
Me coloqué encima y la penetré hasta el fondo cuando nuestros pendejos se unieron, la empecé a bombear ya estaba en los estertores del clímax, me abrazó con sus piernas gritando:
-» Tío clávame hasta el fondo…. Machácame la pepita…..Dame tu leche como a mami……. Te siento…Vas a ser mi tío-marido…Tienes la polla más rica que mi novio…Ooohh… Me llega!…Me vine!…Me vineeeeee!.»
Sentía que me introducía más en su vulva y una electrizante sensación me corrió por la médula hasta las pelotas y un chorro de leche explotó en sus ovarios, fue una convulsión tras otra, no me quedaba semen pero seguí bombeando contra su pelvis.
Sonia quedó exhausta, cuando me salí de su coño, la leche empezó a derramarse entre los mojados y brillantes pendejos, goteando hacia el muslo.
Julia solo dijo, -«Bueno ahora sabes lo calientes que somos y ya que probamos tu verga tienes que seguir comiéndonos porque no pensamos renunciar a ella, así que prepárate para culearnos a todas ya que te nombramos oficialmente nuestro tío-hermano-amante. Ya veremos como hacemos cuando venga Laura, tu mujer y mi otra hija, para ver como nos organizamos».
Definitivamente nunca esperé que esta vida familiar me impusiera tantas obligaciones, pero mi verga satisfecha no se preocupa por esto.