Mi hermana y luego mi prima

Tenía la idea de tirarme a mi hermana y luego apareció mi primita del campo, que honor ser el primero.

Hola amigos, me llamo Marcelo, pero mis amigos me llaman coco y soy de Argentina y les cuento mi experiencia reciente.

Hacía varios días que rondaba en mi cabeza la idea de tirarme a mi hermana Lucía, ella es mayor que yo, ella tiene 21 y yo 18, ella mide 1,70, pechos generosos como mi madre y caderas apetecibles y de cara es bellísima, bueno la cosa es que no me animaba a ninguna cosa con ella, porque es mi hermana y porque fuimos criados dentro de una familia muy conservadora en todo ese aspecto y creo que a ninguno de los dos se nos paso nunca por la cabeza la idea, pero bueno porque somos de carne y hueso la excepción ya no tiene la regla, paso a los detalles:

Con mi hermana siempre fuimos muy unidos, hasta dormíamos juntos de chicos, pero al crecer, mis padres decidieron construir un cuarto mas para ella, no obstante en cada tormenta fuerte me golpeaba la puerta de mi habitación y me preguntaba si podía dormir conmigo, ya que tenía miedo. Yo sabía que esa era la manera mas accesible para que ella se viniera a mi cama, así que esperé paciente a que viniera una tormenta, la cual se desarrolló hace una semana, y es el motivo de mi relato. Mis padres se había ido a pasar una temporada al campo y al quedarnos solos yo me cambié a la habitación de mis padres, ya que allí estaba la cassetera, la cosa que alquilé una pelis porno para pasar el rato y luego de cenar me fui a la cama de mis padres para verlas, mi hermana luego de limpiar la cocina se fue a su recamara. Al rato se desató una tormenta bárbara, por lo que supuse que ella vendría a la cama conmigo, y no me equivoqué, enseguida me pidió permiso para entrar por lo que apagué enseguida la cassetera y le dije que entrara. Yo estaba sobre la cama con un pantaloncito corto y una erección poco disimulable, ella entró y tenía puesto un camisón de dormir muy cortito, por lo que tampoco me ayudaba a bajarla, se acostó a mi lado y me abrazó, fue ahí donde sintió mi erección y entonces me miró y preguntó,

-estas así por mi?

-si- le respondí, que le iba a decir, que era por la peli?

y que te parece que hagamos al respecto, me preguntó

yo decidido a todo le dije, mira es tu me calientas mucho y me gustaría follarte

ella me miro con una sonrisa cómplice y me respondió:

-mira, ya se que somos hermanos, que te gusto y que tu me gustas, pero lo que pase hoy acá será primera y última vez, y un secreto de los dos, vale?

Si, le respondí

Ella entonces se saco el camisón y quedaron sus pechos al aire, por lo que me lance hacia ellos a chuparlos y mordisquearlos, mientras ella luchaba por bajarme el pantaloncito, luego nos acomodamos en un 69 perfecto, al rato ya estábamos próximo al orgasmo y cuando no me aguanté más me vine en grandes chorros de semen que ella se tragó sin chistar, ella por su parte se vino y yo me tome todo su néctar, luego, y como no se me había bajado la erección nos acomodamos estilo misionero y le empecé a metérselo despacio, ella gemía y me alentaba a seguir, hasta que mis bolas chocaron contra su culo, luego empezamos a movernos y al rato le pedí que se diera la vuelta y se la volví a enchufar, después le empecé a meter un dedo en el culo, me miró por sobre el hombro, y me dijo: oye donde aprendiste a hacer eso, ten cuidado que por ahí nadie ha entrado; tranquila dije, te lo voy a estrenar.

Luego de varios minutos ya estaba bastante dilatado, así que agarré una crema que había en la mesita de luz de mi mamá y se la unté y también a mi miembro, y lo acomodé en la entrada, despacio fui empujando hasta que entró la cabeza, ella suspiraba y me pedía que fuera suave y que le dolía, fui ganado terreno mientras se acostumbraba a mi garrote hasta que entró toda, ahí si, ya me pedía que la serruchara sin cuidado, por lo que empecé a sacudirme, luego de unos minutos, que me parecieron eternos le llené el culo de leche, en medio de gritos de ella ya que también había acabado, luego nos acostamos a descansar y fumarnos un cigarrillo, pero antes de terminarlo ya se había agachado y me empezó a mamar de vuelta y se me volvió a parar, apagué el pucho y ella se subió encima mío y se introdujo el pedazo hasta las bolas, y subía y bajaba lentamente, mordiéndose el labio inferior, claro síntoma que estaba gozando, la guacha

Al rato ya no me aguante y le inunde la concha de leche y cayó rendida a mi pecho, luego de besos y caricias interminables nos quedamos dormidos. Al otro día amanecí, con un rico desayuno que me había preparado y cuando estábamos por empezar de nuevo llegaron mis padres, por se les había arruinado el viajo por la tormenta y tuvieron que pasar la noche en un hotel y decidieron volverse al otro día, menos mal que cuando llegaron tuvimos tiempo de arreglarnos y pasar desapercibidos.

Bueno, como a los tres días de haberlo hecho con mi hermana, en el desayuno mi madre nos comentó que ese día iba a venir a vivir con nosotros mi prima del campo para comenzar una carrera universitaria, ya que en su pueblo, no hay universidades, así que mis padres la instalarían en el cuarto de mi hermana Lucía.

Laura, tal su nombre, había cambiado mucho desde la última vez que la había visto en una reunión familiar, debía hacer como 4 años y por lo que recordaba era muy flacucha, casi sin tetas, con aparatos en la boca y anteojos, pero cuando le abrí la puerta casi me desmayo, era una rubia impresionante, con una tetas de ensueño, una minis que dejaba insinuar unas piernas bárbaras y una sonrisa que derretía a mas de uno, en resumen una verdadera diosa.

Luego que se hubo instalado, mi madre empezó a hacer la cena y mi hermana la llevó a su dormitorio para que desempacara y ponerse al día de chismes de chicas, ustedes me entienden. Yo por mi parte me dedique a mirar televisión y a ingeniarme de algún plan para cazar a mi próxima victima, o sea mi primita del campo, linda, muy linda pero también muy virgen y claro se me hizo agua la boca.

Luego de la cena, ya estando todos más tranquilos me retiré a mi dormitorio por lo que al saludarla justo giro su cabeza y el beso fue a parar a sus labios, lo que la hizo ruborizar de inmediato, pidiéndome disculpas por el hecho, yo no le di importancia, pero cuando me enderecé sentí una erección apretándome los pantalones, que trate de disimular, pero observé a mi hermana y ella se dio cuenta, por su cara de furia.

Al otro día, al juntarnos a desayunar, vi que mi prima estaba vestida con una minis y un top que dejaba muy poco a la imaginación, por lo que me produjo una erección terrible, y me senté enseguida antes que se den cuenta de mi estado, mi prima me consultó como llegar a la universidad, porque debía dejar sus datos, yo me ofrecí a acompañarla, por lo que mi hermana me pegó una patada por debajo de la mesa que hizo que me volcara un poco de jugo en mis ropas, a lo que mi madre, creo que se dio cuenta, pero igual no dijo nada. En el trayecto íbamos hablando de cosas de su pueblo, le pregunté si tenía novio, a lo que me respondió que no, que había tenido uno hacía algún tiempo, pero que "se había pasado de la raya con el toqueteo" y entonces lo dejó, mientras tanto yo, trataba de manejar y concentrarme en el tránsito porque seguía con mi erección. Al llegar a la universidad fuimos a la oficina correspondiente y luego de todos los trámites salimos hacia un parque interno para caminar y seguir charlando, nos sentamos en un banco y como quien no quiere la cosa puse mi mano sobre su pierna, a lo que ella me acarició la mano y luego me abrazó y me dijo que me había extrañado mucho todos estos años, yo entonces también la abracé y sentí sus pechos contra el mío y sin al separarnos quedaron nuestras bocas muy cerca y tomándole la cara con mis dos manos le di un suave beso en los labios, ella me miró y luego me abrazó y nos fundimos en un beso largo, prolongado y muy dulce, entonces ella me miró y con su mejor sonrisa me preguntó:

Laura: mmmm coco, besas delicioso

Coco: Gracias, tu también besas rico

Laura: siento que ya no controlo mi cuerpo, o será que cuando tu me tocas ya no me controlo, o será un viejo anhelo que tengo desde pequeña cuando te veo. Y se ruborizó

Coco: escúchame, si quieres podemos ir a un lugar más tranquilo donde podamos estar mejor

Laura: mmm, no sé, es que todavía no he tenido ese tipo de experiencia y tengo miedo

Coco: mira, (sin dejar de besarla y acariciarla) podemos ir, y si te arrepientes, bueno nada

Digo, que si no quieres no hay problemas

Laura: mmm. No sé, prometes ser bueno conmigo? Tu sabes, desde pequeña siento que me gustas y siempre desee este momento, pero bueno tu también comprende que será mi primera ves, que acabo de llegar, que vivo en tu casa y esas cosas.

Coco: (sin dejar de abrazarla y besarla, porque sentía que se me estaba enfriando la cosa) Mira laura, tu también me gustas y creo que la pasaríamos muy bien juntos, y no creo que vivir en la misma casa sea un problema, a si que te parece si ya marchamos a otro lugar?

Laura: vale, vamos

Y salimos corriendo de la universidad directo al auto, y rumbo a un hotel

Al entrar casi con desesperación nos quitamos la ropa y nos metimos a la cama, en un segundo de lucidez me dije:

oye amigo, tranquilo, que tu no debutas, a si que se suave

Así que, la puse boca arriba y empecé a acariciarle los pechos con la yema de los dedos

Ella estaba con los ojos cerrados y suspiraba, Dios mío, era una belleza, le empecé a besar los senos y fui bajando lentamente hasta llegar a su almeja y solita fue separando las piernas dándome lugar para jugar con mi lengua y mis dedos, su almeja ya estaba toda mojada y cuando toque su clítoris con mi lengua arqueó su espalda y un grito ahogado salió de su garganta y luego se quedó quieta, le había arrancado el primer orgasmo de su vida y seguí por un rato comiéndome ese fruto y luego me fui incorporando, entonces le pregunté: estas lista?, si, me respondió lista, pero despacio por favor. Me puse delante de ella y tomando mi miembro lo coloque en la puerta de su cueva y muy despacio fui haciendo presión, entró la cabeza hasta que me tope con su himen, ahí pare un ratito, entonces me pidió que despacio ya que le dolía bastante, entonces la empecé a besar y hacer fuerza para que siguiera entrando, cuando rompí el himen, ella pego un grito de dolor y clavo sus uñas en mi espalda y ahí entro hasta el fondo y me quedé quieto para que se habituara al grosor, al ratito ya no le dolía y me pedía más, al cabo de un tiempo ya estaba dispuesto a acabar, ella ya había llegado otras dos veces y gemía y gemía, y me vine en unos cuantos chorros de semen y caí sobre de ella con besos y caricias y risas entre los dos.

Después de unos minutos decidimos que ya era hora de irnos, porque se nos había pasado la tarde sin darnos cuenta, cuando llegamos a casa mis padres no estaban, solo mi hermana que cuando nos vio esperó a que nos quedáramos solos y hecha una furia me reclamó por la tardanza, pero yo astuto le dije que se me había roto una rueda y nos demoraron en la gomería, igual me tuvo toda la tarde con cara de rabia, pero no me importó pues me había pasado una tarde bárbara con mi primita virgen del campo.

Pero en mi mente perversa empezó a rondar la posibilidad de unir a mi hermana y mi prima en un trío, y no me iba a quedar con las ganas.

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