Mi hermana y la paja (relato 7)

Sigue la saga (nos pillan)

  • Que digo que ayer, cuando casi nos pillara mamá me puso muy cachonda- Me susurró a la oreja mientras me mordía el lóbulo

  • No digas tonterías – Le reproché mientras intentaba zafarme de la criptonita que era que me mordieran la oreja.

Los dedos de la mano de mi hermana jugueteaban con los pelos ya un poco largos de mi miembro.

Laura empezó a usar su lengua en mi oreja. Escuchaba su respiración entrecortada como un si tuviera un megáfono conectado directamente en la oreja junto con los sonidos húmedos de su lengua ensalivándomela entera.

  • ¿Te imaginas que un día nos pillara en plena faena? – Me dijo con voz muy sensual a la vez que me cogía la polla con su mano calentita.

  • Nos mataría seguro – Afirmé resistiéndome a sus encantos

  • O no ¿Te imaginas que se apunta?

Giré la cabeza para mirarla directamente a los ojos.

Allí estaba Laura con su típica caidita de ojos, su sonrisa de oreja a oreja, el pelo alborotado y tapada con una sábana hasta el cuello. No podía verla al estar todo oscuro, pero estaba completamente desnuda. Era muy tarde y me había despertado al meterse en mi cama. Pero cualquier visita de mi hermana siempre es bienvenida.

  • ¡Estaría guay ehh! – dijo Laura

  • Estás muy tonta.

  • ¿Por qué dices eso ahora? – Dijo aparentemente ofendida

  • ¿Cómo te va a gustar eso? Es mamá.

  • Y yo tu hermana.

  • Pero es diferente.

  • ¿En que?

  • En en… en... ¿Pero qué es lo que proponer realmente Laura? No lo entiendo.

  • No se, pues… - acercó todo su cuerpo al mío, me cogió una mano y se la llevó a su coño. Estaba muy húmedo y empecé a jugar con el guisante y su raja. Laura empezó a jadear muy suavemente mientras hablaba – ¿Pues te imaginas que le haces todo lo que me haces a mí? A mí me gustaría verlo.

  • ¡Pero qué dices! – Intenté apartar la mano de su coño pero ella no me dejó. Con sus dedos arrastró los míos hacia su interior.

  • Si ahora viniese mamá y te dejara romperle el culo ¿Le darías fuerte, a que si? – Sacó mi dedo de su coño y lo puso en la entrada de su culo. Presionó con su dedo sobre el mío y poco a poco media falange atravesó el esfínter. – Ves, así ¿No le harías esto a mamá?  – No hizo falta que me guiara mucho más, seguí empujando y un dedo lubricado con los fluidos vaginales de mi hermana le entró por entero en el culo.

  • No... no creo que pudiera hacerle esto a mamá. ¡Es mamá! –

Entonces con cara de enfadada Laura me sacó la mano de su entrepierna y mi dedo se deslizó fuera de su culo.

  • ¿Y ahora porque? – Protesté

  • Porque si,

  • ¿Todo esto es porque te he dicho que no?

  • Si – Tardó en contestar.

  • Pero, es que es mamá. –

  • Y yo soy tu hermana y bien que te gusta hacer ciertas cosas conmigo.

  • Pero es diferente-

  • Te repito que no lo es. Y que no, no me lo creo, que tú me digas que no, no me lo creo.

A decir verdad, Laura tenía razón. Más de una ocasión me lo había imaginado haciendo con ella, al más puro estilo hardcore sucio alemán. Luego me sentí muy culpable por ello.

  • Vale si – Le afirmé al cabo de un rato meditando. Ella sonrió de oreja a oreja. – Pero una cosa es una fantasía y otra cosa es la realidad.

  • ¿Una fantasía? ¿Has tenido fantasías con mamá?

Me ruboricé

  • Pero bueno, ya me las estas contando, suciamente claro.

  • ¿Ahora te lo tengo que contar?- Puse los ojos en blanco

  • Por favor, sí. – Me giré hacia ella quedando cara con cara. Ella pasó una pierna por encima de mí y yo aproveché para abrazarla. Mi polla dura, como siempre estaba cuando estaba con ella, reposaba haciendo presión sobre su vientre.

  • Bueno pues, principalmente son sueños eróticos duros. Tampoco es que haya soñado mucho con ella, pero las veces que lo he hecho principalmente han sido como si fuéramos participes los dos de una peli porno. A ver cómo me explico. ¿Sabes lo que es un GangBang?

  • Si –

  • Pues eso, es como si fuese una actriz porno en medio de un rodaje de un Gang Bang donde recibe pollazos por todos lados y yo soy uno de los que le da esos pollazos.

  • ¿Tú crees que mamá haría esas cosas? – Me preguntó

  • No lo sé pero siempre  me lo he imaginado así. Tiene pinta de ser un poco guarrilla en el sexo ¿No?

  • Un poco sí que tiene pinta sí.

  • Tu crees que esto que hacemos tu y yo, ¿Lo hace más gente? O es algo raro de cojones – Dije tras un buen rato de silencio.

  • No lo sé, puede que sí o puede que no.

  • Yo tampoco lo es – Respondí- Es que me imagino que no es algo que se suela ir contando ¿No? No es como comentarle a tus amigos que te has comido un coño, o has conquistado a tal o cual. Yo no he escuchado a nadie decir que se ha tirado a su hermana… ¿Tu si?

  • Bueno… tengo una amiga que me dijo…

  • ¿Una amiga tuya te dijo que se tiró a su hermano?-

  • No, Laura ¿La conoces?

  • ¿La morena o la rubia?

  • La morena

  • Entonces sí. La que no es muy guapa pero tiene su puntillo.

  • ¿No la encuentras guapa?

  • Bueno… es follable – Le dije

  • A pues yo creo que si es guapa. – Dijo pensando seriamente sobre ella. – Bueno, a lo que iba, que me dijo una vez, no me acuerdo cuando fue, que se había acostado con su primo.

  • Bueeeenoo – Dije exagerando pero sin intentar levantar mucho la voz. –Con los primos no cuenta. Yo digo con un familiar directo. Hermanos, padres, hijos... Los primos siempre follan con primos.

  • No se yo… –

Pasaron unos segundos que se convirtieron en minutos, la pasión casi había desaparecido pero el deseo seguía ahí, a la espera de ser reavivado.

  • Tu, si tuvieras hijos ¿lo harías con ellos? – Me preguntó

  • ¿En plan rollo familiar?

  • Si

-¿Todos juntos, padre, madre hijos e hijas?

  • Si

  • Bueno, si me sale una hija tan guapa como tu seguro que no me importaría  - Le dije mientras le pegaba un buen arrumaco cariñoso

  • Venga va, te lo digo en serio.

  • Aix, si supongo que si- Le dije mientras me volvía a mi posición inicial- ¿Y tú?

  • Si, es algo en lo que he estado pensando y sí que lo haría. Pero para eso tendría que estar de acuerdo el padre. Bueno, hacerlos participes en la crianza de los niños desde pequeños para que todo este rollo llegue solo.

  • Claro, tú lo que quieres son varones par que te den mandinga por todos lados- Le dije en un tono jocoso.

  • Anda calla – Contestó dándome un golpecito en el pecho juguetón. – Yo de momento me conformo con tu  mandinga. Es mía y solo mía. – Dijo a la vez que volvía a cogerme el miembro ya flácido.

  • Pero, ppe perro – Tartamudeé un poco – ¿No me has dicho que querías verme con mamá?

  • A bueno, si eso sí. Pero solo a ella.

  • A veces no te entiendo Laura.

  • Ya, muchas veces tampoco me entiendo yo misma.- Bajó su cabeza y se metió la polla blanda en su boca. La succionó y la estiró entre sus labios.

La sacó y repitió la operación. Se incorporó en la cama, se puso entre mis piernas y empezó a hablar mientras que con su mano me masajeaba la polla.

  • Que flojita la tienes

  • Shhhh, cállate – Le murmuré- Que lo has dicho muy fuerte y mamá se va a enterar.

  • Pues que se entere.

  • No digas tonterías.

  • Me puse a mil cuando casi nos pilla - Abrió la boca y chupó mi polla que crecía por momentos.

  • Es el morbo, pero no es lo mismo que CASI nos pille a que nos pille. – Recalqué el CASI.

  • Me da igual, ahora mismo, solo de pensar que puede pillarnos me está poniendo a mil. – Se levantó de la cama, se fue lentamente pero directa a la puerta y después de tantear un poco el poco en el aire encontró el pomo y la abrió de par en par. El pasillo estaba tan oscuro como la habitación.

Volvió a la cama.

  • ¿Pero qué haces? – Le increpé en un tono casi inaudible. Intenté levantarme para ir a cerrar la puerta pero ella me lo impidió sentándose encima. Yo casi me había levantado pero al impedírmelo quedé sentado en el bode de la cama. Laura se sentó a horcajadas encima de mí. Su coño húmedo impactaba contra mi polla ya dura como una piedra. Sus brazos me rodeaban y me abrazaban a la vez que su boca me suspiraba directamente al oído.

  • Espero que no me hagas gritar mucho. – Me susurró

Se escupió en sus dedos, se llevó la mano al culo, luego tanteó mi polla, la agarró y la apuntó a su trasero.

Se levantó un poco y se acomodó para apuntar bien. Noté como la punta de mi polla se abría paso a través de un pequeño asterisco.

Laura bajo su cuerpo un poco. Me gruño al oído. Volvió a levantarse para apuntar mejor o para irse acostumbrándose al miembro.

Volvió a intentarlo. Esta operación la repitió unas cuantas veces. Me sujetaba la polla y poco a poco fue sentándose.

Le agarré las nalgas y se las separé, con mi dedo pude tocar mi polla como le entraba en su culo. Laura apoyó su cabeza en mi hombro. Me mordió a la vez que mi capullo se adentró por fin a través de su esfínter. Empezó a comerme el cuello. Más que besos eran mordiscos.

Yo apreté con fuerza sus nalgas.

Movió su cabeza para apartarse el pelo de la cara. Empeño a comerme la boca metiendo su lengua hasta el fondo a la vez que empezó a hacer movimientos verticales. Eran lentos y de poca distancia, pero aun así notaba cada centímetro que mi miembro penetraba el culo de mi hermana.

Media polla ya la tenía dentro de su culo y me palpitaba como nuca. Volvió a escupir sus dedos y ensalivó por completo el resto de mi miembro.

Dejo de sujetármela para pasar sus brazos sobre mi. Noté como su respiración se paraba, como empezó a aguantar su respiración y entonces casi como forzándose al máximo, terminó de bajar su cuerpo para que el resto de mi polla le inundara todo el recto.

Intentó reprimir un gemido que se le escapó de entre los labios. Yo lo oí perfectamente aun no teniendo su boca pegada a la mía.

Estuvimos unos segundos así, sin decir nada. Yo impaciente, ella acostumbrándose a tener el culo abierto.

Tras reponerse, empezó a moverse lentamente arriba y abajo. Sus piernas apenas llevan al suelo y se tenía que impulsar con la punta de los pies, pero aun así, conseguía que casi mi polla entera le entrase y le saliese con cada movimiento.

Empezó lentamente, pero poco a poco fue aumentando el ritmo. Yo le ayudaba sujetándola por el culo, le ayudaba a levantarse. Pero aun así necesitaba más. Solté su nalga izquierda, le agarré por la nuca bruscamente, le moví la cabeza y la atraje hacia mí. Le metí la lengua entera en la boca y ella soltó un buen gemido dentro de la mía. Quedó amortiguado. Le mordí el labio inferior.

  • Saca la lengua – Le insinué.

Ella lo hizo  y la empecé chupar. Le succioné la lengua, se la lamí, se la mordí con mis labios y me la tragué entera. Mi polla ya no encontraba resistencia en un culo dilatado y entraba y salía con facilidad.

La luz de pasillo se encendió.

Yo paré de golpe, y obligué a para de golpe a Laura.

  • ¿No te habrás corrido ya? – Me recriminó muy enfadada

Sin decir palabra le giré la cabeza hacia la luz del pasillo. Noté como abrió los ojos de par en par y mantuvo la mirada fija. Igual que yo.

Vimos la sombra de mi madre, se paró en medio del pasillo, abrió la puerta del baño y oímos como la cerraba.

  • Venga levanta – Le increpé

-No.

  • ¿Qué? – Le dije más fuerte de lo normal por mi estado de nervios.

  • Que no.

  • Pero estás tonta o que te pasa, venga que nos va a pillar.

  • Quiero que nos pille – Dijo muy seria.

  • No venga, no. Levanta. – La intenté levantar por la cintura, pero ella dejó caer su peso encima de mí. Empezó a moverse delante y atrás con mi polla metida en su culo.

Eso me volvió loco. Me dio un subidón de la leche. Nos iban a pillar mi hermana me forzaba a tener sexo con ella para que nos pillaran. Estaba en un conflicto interno, pero me estaba dando tanto gusto y tanto morbo que por alguna razón no pude resistirme.

Agarré con fuerza a mi hermana, me levanté y conmigo levanté a mi hermana en brazos. Ella chilló de sorpresa, un chillidito contenido.

La tiré encima de la cama, le di la vuelta con fuerza, la puse a cuatro patas y sin pensármelo dos veces apunté mi polla a su culo. Primero metí el capullo, pero la delicadeza desapareció al ínstate. La cogió bien por la cintura y el resto de la polla se la metí sin miramientos.

Laura ahogó un gemido en la almohada, poco le sirvió porque no parré de sodomizarla.

Su culo y mi pelvis empezaron a aplaudir gracias a los empujones. Mi polla entraba y salía con facilidad.

Pero ya no aguanté más. La empujé hacia adelante y le saqué la polla del culo.

  • Me voy a correr- Le dije

Ella se giró rápido, ladeó la cabeza apartándose el pelo y abrió la boca de par en par.

Me corrí, la primera descarga de leche salió despedida.

Se encendió la luz de la habitación.

La segunda descarga de leche vi cómo le entraba en la boca junto a parte de la primera que había caído en medio de la cara dejándola con un ojo cerrado.

Giré la cabeza y vi a mi madre con los ojos abiertos de par en par, con la boca abierta, la mano extendida hacia el interruptor de la luz. Quieta como una estatua.

El tercer y último chorro salió sin poder ser contenido. Laura no se había movido apenas del sitio, pero sí que se había percatado de la presencia de mamá. El semen le cayó en la barbilla.

Nos quedamos los tres quietos, sin decir nada, Laura y yo mirando a nuestra madre. Mamá nos miraba asombrada a los dos. Lo único que se movía eran sus ojos que no paraban de recorrer toda la escena.

Mi madre se acercó lentamente, nosotros no nos movimos ni un pelo. Llegó a la cama. Miró a mi hermana, luego me miró a mí y luego volvió a mirar a Laura. Frunció el entrecejo sin apartar la vista de ella. Se metió la mano en el bolsillo de pijama. Rebuscó y sacó un clínex aparentemente usado. Se lo dio a mi hermana.

  • Límpiate – Le dijo.

Laura lo cogió, se lo llevó a la cara y se limpió el ojo medio cerrado.

Mi madre se dio la vuelta y se fue. Al llegar a la puerta, se volvió para mirarnos nos volvió a mirar a los dos sin cambiar la expresión de su cara y se fue.

Oímos la puerta de su cuarto cerrarse sin ningún portazo. Se cerró tranquilamente.