Mi hermana pequeña 2

Ahora mi relación con ella es de puro amor...

Para comprender mejor este relato aconsejo leer : http://todorelatos.com/relato/78191/

Tengo que admitir que a Vicky y a mí nos encanta dormir jajaja, no somos nada madrugadoras aunque si nos tenemos que levantar temprano por lo que sea, no nos cuesta demasiado trabajo. Vicky y yo seguíamos en la cama, pero aquella mañana fue una de las mejores de mi vida. Me desperté poco a poco con una sensación que nunca antes había sentido al levantarme aunque era muy placentera, yo estaba muy cansada, normal, el día anterior nos habíamos acostado sobre las 5 y media de la madrugada aproximadamente, pues como para no estarlo... ''No puede ser'' pensé mirando al techo, un poco adormilada, mientras sonreía. Vicky estaba dándome placer con su lengua, dios... una de las cosas que más me gustan del sexo es el sexo oral, me vuelvo loca cuando me comen el coño, enserio.

  • Buenos días - le dije divertida.

  • Ya tardabas en despertarte jajaja - me dijo mientras se acercaba a mí para besarme.

  • Sería raro no despertarse con lo que me estabas haciendo - y le di otro beso.

  • ¿Qué hora es? - dije.

  • No sé, espera y voy a por el móvil.

  • No, no, no, no, ni se te ocurra. Tu sigue con lo que estabas haciendo que ya me has puesto bastante cachonda.

  • Pero si sólo va a ser un momento.

  • Si de verdad te gustara mi coño no insistirías - le dije, con sentido del humor.

  • Jajajaja - se rió y siguió chupando, lamiendo y todas esas maravillas que hacía con su lengua.

Yo a duras penas intentaba abrir el cajón de la mesita de noche donde debería estar mi móvil. Cuando lo conseguí estaba allí, ''menos mal'' pensé, pulsé el botón y miré la hora, lo dejé encima de la mesita... Ni puta idea de la hora que era, lo cojo de nuevo y vuelvo a mirar la hora... las 7 y media... dios... esta niña no pierde el tiempo.

  • ¿Te puedo hacer una pregunta? - le dije.

  • Claro, dime - dijo, y siguió comiéndome el coño, con lo que me hacía suspirar.

  • ¿Desde cuando te levantas tan temprano? Son las 7 y media tía...

  • Desde que puedo darte placer - dice mientras sonríe.

  • Cariño tú siempre me has dado pacer, sólo estando a mi lado basta - también sonrío.

Me besa.

  • Ya sabes a lo que me refiero

  • Entonces desde hoy, ¿no?

  • Exacto - esboza una sonrisa y sigue comiendo, aunque ahora, más rapido y con más hambre que antes.

Ahora si me hace gemir, puffff... que caliente me estaba poniendo... empecé a mover las caderas como si estuviera follando por la excitación, aunque, si te paras a pensarlo, es una reacción del cuerpo. Yo estaba feliz, la quería más que a nada en el mundo, y ahora nada podría separarnos, decido no ponerme a pensar en nada y a disfrutarlo al máximo. Me acomodé para gozar ese momento en el que mi sexo enviaba estímulos a mi cerebro, y que mi cerebro los convertía en un placer difícil de explicar. Para colmo suena mi móvil.

  • No lo cojas - me dice mi hermana.

  • Ehs Inmah (Inma es una de las amigas con las que estaba en la fiesta), aah lo tehngoh queh coooh-jer

  • Está bien pero pon el manos libres - dijo con una sonrisa maliciosa, nada más pensar que tenía algo entre manos me hizo tener un espasmo en la vagina... y ponerme más cachonda aún de lo que ya estaba.

·Llamada:

Yo - Dime-e guapa

Inma - Oye Maria, ¿qué te parece si te vienes a mi casa con las chicas a comer?

Yo - Emmm... Noh ahmm puehdoh tíia, hm esthoy cuidaaan-do deh Vicky...

Inma - Tía tiene trece años, sabrá cuidarse sola. Por cierto, ¿te pasa algo? ¿Por qué hablas así?

Yo - Nooh meeh passa naa-da no hm teh prehocuupeehss

Mi hermana se reía mientras me comía el coño. Yo hablaba de la mejor manera que podía, pero es que la lengua de mi hermana me estaba dando demasiado placer. Por otra parte Inma tenía razón, Vicky es muy responsable, sabe cuidarse sola, pero lo que pasaba era que yo no quería alejarme de ella, así que le di la vuelta a la tortilla

Yo- Mihra, teengo unah ihdea.

Inma - A ver, ¿qué propones?

Yo - ¿Por quéh no - Vicky me mete un dedo de repente - AAAAAH - fue un gemido de película porno,

todo hay que decirlo, y claro Inma lo notó.

Inma - Tía córtate un poco, no te masturbes hablando conmigo, o es que acaso ¿te pongo?

Me dio por reír, no me esperaba que me dijera semejante cosa, mi hermana no pudo seguir con la comida de coño, se estaba retorciendo de risa pero en silencio, el no poder reírse normal le provocaba más risa y me la estaba pegando a mí, yo no podía parar de reír e Inma empezó a reírse también contagiada por mí, jajajaja vaya 3, cuando nos calmamos seguimos hablando.

Yo - Jajaja Inma no te ofendas pero no me pones, eres muy guapa y no te quiero, te amo, eres mi amiga, pero no te confundas, jajajaja.

Inma - Jajajaja vale pero te estabas masturbando, ¿no?

Yo - Oye luego te lo cuento mejor, lo que te iba a decir era que en vez de irnos a tu casa veniros a la mía y no dejo a Vicky sola ¿de acuerdo?

Inma - Vale voy a avisar a las demás pero tú y yo tenemos una conversación pendiente eeh.

Yo - Que sí pesada, nos vemos, ¡te quiero!

Inma - Y yo, adiós.

Cuelgo y miro a mi hermana.

  • Te has divertido ¿verdad? - le dije con un tono bromista.

  • Jajajaja nunca me he reído tanto, jajajaja.

  • Jajajaja - río con ella, me ha hecho una putada pero no me importa.

  • Ahora hay que inventarse algo para decirle a Inma, no voy a decirle que me he masturbado hablando con ella.

  • ¿Por qué no?

  • Porque voy a quedar como una gilipollas que solo puede darse placer masurbándose.

  • Ella ya sabe lo de Chris (mi novio actual, aconsejo leer los relatos anteriores),no tienes por qué verlo así, quien sabe, a lo mejor si se lo dices llegas a algo con ella.

  • ¿Pero te has vuelto loca? ¡Qué es mi amiga!

  • Sí, y yo soy tu hermana y fíjate...

Esa respuesta no me la esperaba, por una parte me excitó y por otra me hizo sonreír porque estaba viendo como se desenvolvía mi hermana, si con 13 años ya estaba haciéndole pensar a alguien de 21, cuando sea más mayor... Era bastante lista y si para todo se desenvolvía igual, en el futuro seguro que no iba a tener problemas.

  • Oye tu eres muy lista para tener 13 años - le dije cariñosamente.

  • Es lo que tiene vivir contigo

La beso, la beso de una manera que me hace sentir mariposas en el estómago, es mi hermana, ya me da igual, que se joda este mundo lleno de prejuicios, a la mierda la gente que piensa que no puede haber este tipo de amor en la familia, ¿que es obsceno? ¿que es incesto? que les den por culo... Ojalá llegue un momento en el que se vean con buenos ojos las relaciones homosexuales, porque cuando todo el mundo acepte estas relaciones, estoy segura de que lo siguiente será la aceptación de las relaciones entre familiares e incluso el sexo entre ellos. No lo puedo evitar, la amo, la amo como a nadie, no se que va a pasar con Chris pero la verdad es que me da igual, a él lo quiero, pero ella... madre mía, ella me llena, me hace ser yo, y pienso decir ahora y siempe que la amo, LA AMO.

Seguíamos fundidas en ese beso cuando me dice;

  • Todavía no hemos acabado

Me besó de nuevo, fue bajando lentamente hasta mi coño y decidida a hacer que llegara al orgasmo empieza a chupar fuertemente el clítoris y a mover dos dedos dentro de mí.

  • Mmmmhhh, me encantah esohh no pares de hacerlohh aaah, diooss...

Su respuesta fue incrementar el ritmo. Ahora tenía mi clítoris pillado entre los labios y no paraba de mover la lengua. Mis caderas no paraban de moverse como antes, así que me metió un tercer dedo... a esos extremos, con el orgasmo a la vuelta de la esquina estaba chorreando por mis muslos el flujo, nunca me había pasado eso, me quedé alucinada. Me empezó a estimular mi punto G con movimientos coordinados con su lengua. Pronto llegó mi orgasmo:

  • Ooooh diooos Vickyyy yaaaa yaaaa me vengoooo!

Me siguió estimulando y yo cerré los ojos preparada para el clímax. Cuando llegó mi orgasmo sentí un placer inmenso e hice grandes esfuerzos para no gritar aunque si que daba fuertes gemidos. Cuando terminó mi orgasmo ella empezó a chupar mi flujo y a limpiarme el coño. Yo seguía con los ojos cerrados con la cabeza echada para atrás cuando sentí el contacto de sus labios con los míos. Nos besamos de nuevo, esta vez usando nuestras lenguas y dándome a probar mi sabor.

  • Me encanta sentir tu vagina cuando llegas al orgasmo, es increíble que sólo con un músculo contrayéndose se pueda sentir tanto placer, ¿verdad?

  • No es sólo eso, también tiene mucho que ver quien te lo haga y cómo lo haga - sonreí.

Nos besamos de nuevo.

  • Sabes muy bien - me dijo mientras metía e dedo corazón hasta lo más profundo de mí y lo sacaba para lamerlo.

Suspiré al notar su dedo

  • ¿Te gusta el flujo? - dije, un poco curiosa, ella por su parte lo interpretó de otra manera y se puso roja.

  • Jajajaja a mi también - terminé por decir.

  • Tú sabes mejor que yo.

  • Eso habrá que verlo - le dije mientras le bajaba un poco el pantalón del pijama.

  • ¿Por qué no llevas braguitas? - le dije

  • Porque ayer me quedé muy caliente con lo que pasó, así que cuando te dormiste aproveché para masturbarme mientras te miraba, entonces se me vino a la cabeza la idea de despertarte así.

  • Joder, me has puesto cachonda otra vez nada más que contándome eso jajaja.

  • Jajajajaja por mí te masturbo de nuevo.

  • No hace falta jeje, tú tranquila - sonreí.

Me propuse a quitarle del todo el pantalón pero me detuvo.

  • Maria déjalo para esta noche. Quiero que la primera vez que sienta una lengua en mi coño sea... especial - dijo mientras se subía el pantalón y se acomodaba en la cama.

Ya no miraba a aquella niña como mi hermana, era una niña, bueno, mejor dicho, era una mujer que tenía un encanto especial y que hacía que me olvidara de mis problemas con sólo una palabra que saliera de su boca. Me recordaba a mí a su edad, y anhelé aquellos tiempos en los que tenía la única cosa que nadie me había quitado todavía, mi virginidad, y en los que soñaba con que la primera vez fuera con alguien especial... Al rato me di cuenta de que mi hermana tenía una mancha enorme en el pantalón, parecía que era orina, o al menos eso era lo primero que rondó mi cabeza... Empecé a darle vueltas... no, por supuesto que no, eso no era orina, eso es el resultado de un tremendo calentón, imaginaros que cachonda tenía que estar para que se le hubiera formado tal mancha en el pantalón.

Me dirijo a sus labios y mientras la beso llevo mi mano a su coño y con toda la mano se lo aprieto una y otra vez por encima del pantalón, humedeciéndo mi mano poco a poco. Empiezo a susurrarle al oído:

  • ¿Por qué no me habías dicho que estabas así?

  • No quería molestarte

  • Tú nunca me vas a molestar, tienes el pantalón empapado, será mejor que te lo quites... - le digo, con una voz sensual.

  • ¿Qué planeas?

  • Tú quitatelo y ya lo verás... No te preocupes que no voy a hacer nada que tú no quieras.- sigo susurrándole.

Ella empezó a quitarse el pantalón pero yo le quité las manos y lo hice yo misma. Yo movía mi mano por toda su raja mientras la miraba. Ella estaba con los ojos cerrados... me gusta ponerla en ese estado de placer, puede que lo incluya a mis hobbies. Fui directamente a su entrepierna, ella ya me miraba y puse mi boca a escasos centímetros de su clítoris, la miré y tenía una mirada asustada aunque no decía ni hacía nada, sólo miraba. Por su puesto no iba a desobedecerla, si ella quería que su primera comida de coño fuera especial, por supuesto que lo sería, ¿quién soy yo para impedirlo? Yo sólo quería comprobar si confiaba en mí. Al ver que no me decía nada ni se movía supe que confiaba en mí, entonces soplé en su clítoris y volví a besarla. Empecé a masturbarla con mi dedo corazón, moviéndolo sobre su clítoris, lentamente, tenía que quitarle sensibilidad al clítoris para empezar con movmientos más rápidos, sino podría hacerle daño. Ella y yo seguíamos besándonos, de su boca salían suspiros que eran ahogados por nuestro beso, cuando noté que empezaba a besarme con más colaboración por su parte supe que ya estaba a punto y empecé con movimientos más rápidos y bruscos sobre el clítoris, ahora empezaba a gemir, cuyos gemidos también eran ahogados por nuestro beso, me propuse acabar rápido con ese calentón que la había estado haciendo desesperarse antes mientras ella me daba placer a mí, y para lograrlo necesitaba poner toda mi atención en ello, por lo que interrumpí nuestro beso.

  • Cierra los ojos - le dije.

Ella obedeció, cuando tuvo los ojos cerrados separé los labios vaginales con delicadeza y metí dos dedos sin dificultad, en eso nos parecemos, cuando nos ponemos cachondas se nos hace agua el coño. Empecé a bombear con mis dedos lo mejor que sabía, por lo que cada que entraban mis dedos le presionaba el punto G. Notaba su himen cada vez que introducía mis dedos, pero no corría peligro. Le metí los dedos hasta que los otros dos se chocaron contra los alrededores de su vagina y empecé a presionar y aflojar la presión en su punto G muy rápidamente, como ella lo hizo conmigo, en ese momento empezó a moverse, señal de que estaba su orgasmo cerca pero yo no lo noté por sus movimientos sino por los espasmos típicos que daba su vagina antes de las contracciones del orgasmo, entonces mi hermana me dijo:

  • Maria tengo ganas de orinar, no lo voy a poder evitar, ¡apártate! ¡CORREEE!

No le hice caso, me daba igual que se orinara en mi mano, esperé muy poco a su orgasmo y cuando llegó, me sorprendió lo que pasó, pero yo ya sabía de qué se trataba. De su vagina empezaron a salir chorros de flujo disparados, a pesar de eso no paré de estimularle el punto G, si paraba podría ''quemarle'' por dentro el coño, no sé como explicarlo, es como un escozor, así que dejé un hueco para que saliera el flujo, fue como una corrida masculina pero a lo bestia, y en vez de semen salía flujo de su vagina, fue muy, muy excitante.

  • No pensé que orinaba tan fuerte - me dijo, un poco avergonzada.

  • Jajajaja no te has orinado cariño

  • No que va, por eso ha salido líquido de mi coño y he tenido la misma sensación que si orinara

  • No seas cabezota que te digo yo que no te has orinado - le dije con una sonrisa.

  • Vale, entonces que me ha pasado según tú.

  • Lo que te ha pasado se llama squirting.

  • ¿Y eso qué es?

  • Durante todo el tiempo que te he estado masturbando tu excitación ha ido en aumento, tus glándulas se han ido llenando poco a poco de flujo y al llegar al orgasmo la vagina se ha contraído, y la contracción del músculo ha hecho salir todo ese líquido.

  • ¿Acaso eres sexóloga y no me lo has dicho nunca?

  • Jajaja no pero me informo por internet

  • Dios que fuerte, ¿no?

  • Jajaja pues sí, la verdad, nunca se lo había visto a nadie, aunque sí que me han contado qué se siente varias amigas mías que son unas guarrillas jejeje, pero bueno, cuéntame ¿qué has sentido?

  • Al principio tenía ganas de orinar, cada vez tenía más ganas, hasta que te dije eso por que creía que me orinaba, mientras salía el líquido me estaba muriendo de placer, menos mal que no me has hecho caso porque era como si nesitara que siguieras moviendo tan rápido tus dedos, no sé, ha sido muy raro...

  • Me alegro que esto lo hayamos vivido juntas - le dije con afecto

Ella me sonrió y yo a ella también, nos abrazamos muy fuerte y me dijo;

  • Te prometo que esto también lo vas a sentir tú

En ese momento me dio un escalofrío y se me erizó la piel, creo que lo notó pero no me dijo nada, nos separamos de ese abrazo que en algún momento tenía que acabar y miré el móvil.

  • Vicky son las 11 menos veinte, vamos a la ducha y me ayudas a preparar la comida para cuando vengan las chicas ¿vale?

  • Vale cariño - me dijo mientras sonreía.

La miré extrañada.

  • ¿Qué pasa? - me dijo.

  • Tú... nunca me habías dicho eso

  • Para todo hay una primera vez, ¿no crees?

La miraba ahora con una sonrisa en la cara y con ese típico sentimiento de afecto que había provocado en mí estos últimos momentos. Me dirijí a besarla en los labios y cuando nos unimos en ese beso no pude evitar el llanto, estaba provocándome demasiados sentimientos que no pude contener. Ella se dio cuenta y también lloró conmigo, nos secamos las lágrimas la una a la otra y me dijo;

  • Para ya de llorar, ni que me hubiera muerto - me dijo riéndose aunque aún secándose las lágrimas.

  • Son lágrimas de felicidad por tenerte y de miedo a perderte, te amo Vicky, te amo.

  • Y yo cariño, y yo. Por cierto, una cosa que no te he dicho.

  • El que

  • Que besas muy bien

  • Tú besas mejor que yo.

Las dos reímos, después me besó ella, empezamos a liarnos en la cama y cuando terminamos, nos fuimos a la ducha...

CONTINUARÁ