Mi hermana: la tentación

Parte 1 Todo empezó en verano...

Todo empezó en verano. Por aquel entonces yo tenía 18 años y mi hermana 20. Yo era el típico adolescente pajillero que se encerraba en su habitación para masturbarse. Empecé con las típicas revistas que nos pasamos los amigos en el instituto, pero el gran salto fue con la llegada del ordenador e internet a casa. Yo era una persona tímida, y me costaba bastante relacionarme con las chicas; además, en mi entorno casi todos eran tios, y casi ninguna tia. Y sobre todo, y lo que más me pesaba en ese momento, era virgen. Por el contrario, mi hermana era una persona muy sociable y extrovertida, con muchos amigos y amigas, que ya había tenido sus relaciones amorosas. Perdió la virginidad con mi edad, y a partir de entonces ha tenido varios novios. El que tenía por aquel entonces era el típico metrosexual de manual, con cuerpo de gimnasio, cara bonita y todo eso. Todo lo contrario a mi, que por entonces apenas tenía musculatura y era mas bien delgado.

En cuanto a nuestra relación, era la típica de hermanos, sin más. De pequeños teníamos las peleas normales de hermanos que se llevan 2 años, y a medida que crecimos teníamos un sentimiento de respeto y amor fraternal, y sobre todo confianza. Durante todo ese tiempo, yo no vi a mi hermana con otros ojos que no fueran de un hermano pequeño. Nada dentro de mi me hacía verla de otra manera. Me encontraba en la misma situación que los cientos de miles de hermanos y hermanas en todas las familias del mundo. ¿Qué pasó entonces, qué ocurrió, que cambió en mi interior, a nivel biológico, mental, químico, sentimental, etc, para que pasara de ver a mi hermana como un familiar a un objeto de deseo brutal? Os lo cuento.

Era Junio. Acababa de hacer los últimos exámenes de selectividad y no estaba seguro de si me llegaría la nota de corte para entrar en la universidad. Mi hermana también había acabado sus exámenes finales de magisterio, y había sacado excelentes notas. Mis padres habían salido a cenar a casa de unos amigos, y nosotros íbamos a salir también con nuestros amigos que teníamos en común para celebrar que acabamos los exámenes.

Nos juntamos un buen grupo, a algunos los conocíamos de toda la vida, otros eran del bachillerato y el resto universitarios.

-Hola chicos, ¿Qué tal?

-Por fin vacaciones, jaja

-¡¡¡Siii!!!

Dimos una vuelta por el centro. Como no allí estaba el novio de mi hermana, y se estaban comiendo la boca. Es extraño, porque por entonces yo lo veía normal, y no sentía nada en especial, no se despertó en mi ese deseo. Quizás es que tenía un barrera dentro de mi que me impedía exteriorizarlo.

Mucho después, cada uno se fue a su casa . Mi hermana se despidió de su novio y se fue a casa. Yo iba a irme con ella pero entonces mi único amigo de confianza, Fran, me dijo:

-¡Eh!, Carlos, tomemos la última.

Entramos a un pub que estaba abarrotado de jóvenes; después de un rato, me dijo:

-Mira a esa tia, ¿ vas a entrarle o qué? La chica era mona, gran cuerpo, pechos grandes, etc. Pero estaba demasiado cortado.

¿Cuándo daría el paso? Si no me hubiera llamado y quedado, estaría en mi casa jugando al WOW. No podría interactuar con ninguna chica. Me quedé cortado.

...

Al llegar a casa y evitar despertar a mis padres, fui por el pasillo, y entonces oí un ruido en la habitación de mi hermana. La puerta estaba entreabierta. Algo dentro de mi me empujó a mirar. Y lo que vi despertó en mi un sentimiento que ya jamás me abandonaría. Mi hermana estaba tumbada en su cama solo con una camiseta blanca, sin nada debajo, y con un tanga. En la mano tenía el móvil. Hablaba con su novio.

- Si… yo también… y tu dónde estás jaja

Mi corazón iba a mil. Una voz en mi interior decía que me fuera a mi habitación, pero otra me incitaba a quedarme. Me acerqué un poco más. La conversación empezó a subir de tono.

- yo también… que grande, métemelo…

Mi hermana empezó a tocarse. No podía creer lo que estaba viendo, se estaba masturbando delante de mi.

-eso es…he sido una chica mala…ummm…si….

Mi hermana se contorsionó en su cama.

-shhhh…vas a castigarme…vamos…te quiero dentro…

Empezó a mover su mano más rápido. Menudo espectáculo.

-ummm…si así…sigue…vamos….

Mi hermana empezó a respirar agitadamente. Iba a tener un orgasmo, y yo estaba allí viéndolo todo. Espiándola.

-joder…ahhh…si…estoy…a punto….

Al oir las palabras de mi hermana, noté una erección bestial en mi pantalón. Dios, empecé a temblar. Instintivamente me llevé la mano a los pantalones.

En ese momento una luz apareció en el pasillo. Mi madre se había levantado para ir al baño. Mi hermana oyó el ruido, se despidió del novio y apagó la luz.

Yo me fui corriendo a mi cuarto. No podía olvidar lo que vi. Empecé a masturbarme con fuerza. Me corrí. La corrida fue bestial, más intensa que todas las que había hecho hasta ahora. Ese día vi a mi hermana con otros ojos. Noté que algo dentro de mi cambió. Ahora veía su figura, sus curvas, sus pechos, su cara… y me ponía a cien. Pero otro sentimiento recorrió mi mente, el de incesto, el de repulsión, de que no estaba bien. Masturbarme mientras pienso en mi hermana, dios qué he hecho…